Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bad Death por MorganaDark

[Reviews - 81]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Me quede en shock por las palabras de Karin, la situación de la sirvienta es peor de lo que pensé, solo esperaba que su problema no fuera culpa mía ya que me gustaría que fuera una aliada más en este lugar de locos.

-¡Ya está! – exclamo Karin y tomo un pequeño espejo del buro - ¿Te gusta? –

Me mire en el espejo y me sorprendí por el gran cambio, parecía una mujer y cualquiera que me viera no dudaría de que lo fuera. Me dio algo de ansiedad y los nervios empezaron a carcomerme.

Karin al parecer se dio cuenta ya que me dio un leve golpe en la espalda y unas palabras de ánimo – Todo estará bien, cuando llegues el jefe estará contigo y no dejará que te pase nada malo –

Asentí no tan convencido. Estoy seguro de que Sasuke se va a entretener con las omegas del club, después de todo soy un beta sin nada de olor y no puedo traer ningún beneficio.

-Vamos ya es tarde – Karin me tomo del brazo y me levanto de la cama – Solo un consejo, no te acerques a ningún alfa y mantente pegado al jefe como si fueras un chicle -

-Lo sé, no estoy tan loco como para explorar ese lugar –

Karin sonrió y miro hacia Kurenai – Acompáñalo y no te separes de el para nada –

Kurenai asintió con la cabeza y me miro con seriedad. Su mirada me resulto incomodo, pero no lo rechace y salimos de la habitación con las palabras de advertencia de Karin en nuestras mentes.

Cuando llegamos a la salida de la mansión, había dos camionetas esperando con el motor encendido. Kurenai se acerco a uno y abrió la puerta de atrás, me hizo una seña para que entrara, algo que hice para no hacerla esperar.

Kurenai entro después de mí, el chofer nos miro por el reflejo de la ventanilla para cerciorar de que todo estaba bien y avanzo.

Me acomode el vestido y mire hacia los ojos rojos de el alfa, ella también me miraba con detenimiento como si estuviera viendo una clase de fenómeno.

-¿Quieres decirme algo? – pregunte al ver que no mencionaba palabra alguna.

Kurenai soltó un suspiro y respondió – Siendo sincera, tengo muchas cosas que decir –

-Puedes empezar por el principio – sonreí para que se tranquilizara.

Kurenai se limpio las manos en su uniforme, tomo mis manos y se inclinó hacia mí.

-Tu... ¿Por qué estas aquí? –

Me sorprendió como su mirada cambio a una llena de preocupación, como si tuviera lastima o como si mi destino ya estuviera condenado.

-Yo... fui vendido –

Ella no se esperaba esa respuesta – ¿Vendido? ¿Tus padres te vendieron? –

-¡No! ¡Ellos no harían eso! –

Kurenai alzo una ceja -¿Entonces? –

Tuve que contarle toda mi situación. Le conté sobre mi madre, sobre mis amigos y el plan del Uchiha, una parte me decía que era mala idea confiar rápidamente en ella, la otra parte se sentía aliviado de soltar todo aquello.

Cuando termine de contarle casi todo, ella me soltó una mano y me dio leves golpes en la cabeza.

-No te preocupes, puedes contar conmigo –

"Genial, tengo una aliada más" sonreí para mis adentros.

El trayecto se me hizo eterno, el vestido empezó a molestarme, me dolía la espalda y la cabeza me daba vueltas. Lo único que observaba en la ventana, era edificios y más edificios, no había ni siquiera un campo que admirar. Aleje mi mirada de la ventana y mire hacia mi nueva aliada, ella llevaba el cuello estirado y las manos recogidas con altivez, digna pose de un alfa.

Me pregunto ¿Por qué sus padres la ofrecieron? ¿Por qué se desharían de la única alfa de la familia? ¿Ella tendría un omega? Si le dieran la oportunidad seria alguien importante...

Mis pensamientos se cortaron con brusquedad cuando el coche paso sobre un agujero de asfalto y dio una sacudida. El rostro del alfa se distorsiono y dio un pequeño golpe en el asiento.

-¿Estas bien? –

Kurenai asintió con la cabeza - ¿Y tú? –

-Ya estoy acostumbrado – después de todo, los camiones hacían ese tipo de cosas.

Kurenai me miro extrañada, pero no menciono nada.

Anochecía; el coche entro tan rápido en el aparcamiento del burdel que no pude llegar a ver el edificio entero, tan solo una pequeña parte de uno de sus costados. El chofer salió del automóvil en cuanto apago el motor y Kurenai salió también, pero yo no me atreví a moverme. Me arrepiento de no haberle preguntado más a fondo de no haberle pedido a Karin que me explicara exactamente que se tenía que hacer, que es lo que me esperaba... Me sentí medio adormecido, mi mente se nublaba que no me dejaba pensar con claridad.

Intente respirar hondo, sin mucho éxito, pero el miedo ya crecía en mi pecho. Antes de que me diera tiempo de hacer nada más, la puerta de la camioneta se abrió con brusquedad desde el exterior y el conductor hizo una seña con expresión irritada.

Mire a la nada por ultima vez y baje de la camioneta. Seguí al alfa por pasillos brillantes y puertas dobles, hasta entrar en una sala privada con una mesa redonda ocupada al completo por alfas trajeados. Había varios hombres de pie en un rincón, dos omegas con vestidos cortos parecidos a la mía cambiaban chupitos vacíos por otros llenos de líquidos transparente. El aire estaba cargado, con humo y un olor extraño pendiendo en el ambiente. Di un paso atrás para salir, pero entonces pude divisar a Sasuke. Me miraba de pies a cabeza, con el ceño fruncido, se había puesto un traje negro, con camisa y corbata del mismo color. Su cabello estaba ligeramente despeinado, sus ojos negros chispeaban y su rostro enojado era muy excitante.

Uno de los otros alfas de la mesa gritó algo que no entendí y todos los demás se echaron a reír. Todos, menos Sasuke que todavía me miraba. Extendió una mano en una llamada silenciosa y me encontré caminando hacia el sin dudarlo. Sasuke relajo su semblante y dibujo una media sonrisa en los labios y me hizo un gesto para que me acomodara en su regazo. Dude, pero no tenía opción. Notaba la mirada de todo el mundo en mí.

Me senté en su regazo. Sasuke me envolvió completamente, su pecho cálido contra mi espalda y sus brazos deslizándose alrededor de mi cintura asegurándome contra él. Me relajé poco a poco, por primera vez me sentí seguro.

-¿Quién es el idiota que te vistió así? – susurro Sasuke en mi oído, trayéndome escalofríos. 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).