Me desperté envuelto de un calor abrasador en todas partes y oyendo una melodía extraña.
Tarde un par de segundos al darme cuenta de que eran los brazos de Sasuke que se enroscaba a mi alrededor: me quedé helado, pero estaba tan cómodo, que no me atreví a moverme. Me ceñía con suficiente fuerza como para mantenerme sujeto contra el, pero no lo suficiente como para hacerme daño y notaba su pecho entero contra mi espalda y su respiración suave contra mi nuca.
- Sasuke - susurré y el gimió levemente a mis espaldas - Sasuke, tu teléfono está sonando -
- "cinque minuti" -
"Apuesto que eso significa cinco minutos"
- Sasuke - le di un golpe en el brazo - El teléfono -
Lo note respirar hondo antes de despertar. Sasuke se quedó quieto en cuanto se dio cuenta que me estaba abrazando.
- Por eso dormí bien - retiró los brazos y yo no pude evitar soltar una risita.
- Me estabas ahogando -
- No me atrevería - dijo mientras tomaba el teléfono de la mesa.
No se movió mientras hablaba por teléfono, con la voz todavía adormilada. La conversación no fue muy larga; Sasuke colgó con un suspiro y me miro.
- ¿Qué pasa? -
- Tengo que viajar el día de hoy -
- ¿Qué? - fruncí el ceño - ¿Ahorita? -
Sasuke tragó saliva.
- Ven conmigo, no quiero que te quedes solo -
Lancé un suspiro, no tengo otra opción.
- ¿A dónde? -
- A Italia -
-¡Italia! - parpadee - ¿A qué rayos irás hasta allá? -
- A ver un socio - Sasuke se mordió el labio inferior - ¿Quieres ir conmigo? -
No tenía sentido de que empezará a dudar. No estaba dispuesto a quedarme en una mansión lleno de alfas que me odiaban; prefiero ir hasta el fin del mundo si es necesario.
- Si -
Sasuke sonrió, pero yo estaba pensando en otra cosa.
- ¿Y ellas vendrán con nosotros? - pregunté de repente.
- ¿Quienes? -
-Ya sabes, Kurenai y Karin -
-Ah... Si tú quieres, pueden venir -
- Si - respondí aliviado - Gracias -
- Hay que pedir el avión - Sasuke se levantó al instante.
- De acuerdo ¿Cuánto tiempo vamos a estar en Italia? -
- ¿Ah? -
- ¿Cuánto tiempo nos vamos a quedar? -
- Eh.... - el alfa parpadeó - No lo se ¿Eso importa? -
- No sé que meter en la maleta - confesé - La mayoría de mis cosas se quedaron en la man...-
- No, solo empaca lo básico para un día, lo demás lo compraremos allí -
- ¿Cómo vamos a comprarlo todo otra v...? Oh, olvídalo. De acuerdo - no tenía ganas de hacer preguntas. A Sasuke no le preocupaba gastar dinero, varias veces me lo había demostrado.
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No me sorprendió subirme a un avión diminuto y extraordinariamente lujoso, con asientos de piel color crema y una suave alfombra roja.
Eran menos de veinte; reconocí a Kurenai y a Karin, menos a la mujer de cabellos rosados y al hombre de cabellos negros que tenía dos rayas debajo de sus párpados parecidos a las ojeras. El hombre se sentaba recto en su asiento, parecido a un rey, en su mano sostenía un puro y la otra la llevaba cerrada en un puño. Sus ojos negros me recorrieron de arriba abajo, haciéndome estremecer por completo; me acerque más a Sasuke casi inconscientemente.
- Es mi hermano y mi ex - susurro el azabache - ¿Te quieres sentar con las chicas? -
-No gracias, me quiero sentar a tu lado -
- Mejor para mí -
Sasuke no borró su sonrisa.
El viaje fue largo. Largo y muy incómodo.
Al cabo de un rato, Karin se levantó de su asiento con expresión animada.
- Hello ¿Cómo estás? Yo estoy tan feliz, con tan solo de pensar en el hermoso paisaje de Italia. No soporto el tiempo asqueroso que tenemos, me urgían unas vacaciones. Pienso pedir cincuenta veces el servicio de habitaciones. Esos tiramisú, Dios, son tan deliciosos. La gente de Italia si que sabe hacer postres ¡Tienes que probarlos! Tampoco es que hagan las cosas bien. Los italianos tienen la mala costumbre de basarse en las apariencias, eso me cae muy mal, pero los soporto por sus postres. No sé en qué hotel nos vamos a alojar, pero vamos a llegar después de comer y tengo cosas que comprar para todo el mundo ¿Quieres venir? Pasare a buscarte. ¿Qué tal estás? ¿Te mareas en los aviones, te dan miedo? Estás bastante pálido ¿Quieres...? -
-Estoy bien - conseguí decir. Sasuke me miraba con una expresión divertida - No me da miedo, es que es la primera vez... -
- ¿Nunca has viajado? - Karin parpadeó con extrañeza - Mejor vete acostumbrando, todos los viajes son en avión. Lo bueno es que tenemos aviones privados, si no, sería un total caos ¿Sabes hablar italiano? -
- No -
- ¿En serio? ¿Por qué? -
Suspire - Nunca he ido a la escuela ¿Si? No tuve tiempo -
- Oh, pero no te preocupes, el italiano es fácil - Karin sonrió.
- ¿Cuántos idiomas hablas? -
- Cinco - lo dijo con orgullo - Ahora estoy tratando de aprender ruso -
- Felicidades -
Sasuke se rió.
Karin no le tomo importancia - ¿Tienes hambre? -
Negué con la cabeza, pero ella se había levantado de su asiento para hablar a una de las azafatas.
"Es mi imaginación o Karin estaba más habladora que nunca" pensé.
Sasuke se inclino hacia mi - ¿Enserio no sabes hablar ningún idioma? -
- Se algo de inglés básico - respondí en voz baja.
- Eso no es suficiente -
Parpadee.
- Oh, lo siento, te repito que nunca termine mi secundaria, solo por cuidar a mi mamá y además te pedí que me dejaras estudiar y nunca me diste una respuesta -
- Eso es imposible -
-Entonces no te enojes por mi ignorancia -
Gire la cabeza para ignorar su mirada. Enserio quería terminar mi secundaria, porque deseaba con toda el alma, conseguir un trabajo que nos ayudará a pagar todas las deudas y poder internar a mi madre en un excelente hospital.
- No te enfades - escuché su voz en un susurro - No lo dije de mala manera -
- Da igual -
- Te prometo que cuando regresemos, te contrataré un profesor particular -
Esas palabras me llenaron de emoción, pero no lo demostré, solo sacudí la cabeza y me concentre en otra cosa.