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Bad Death por MorganaDark

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Che diavolo c'è di sbagliato con te? Perché gli hai dato l'anello? –

 

El sonido del agua ceso al instante y oí la voz grave de Sasuke, más confusa que enfadada. 

 

Supe que esto iba para largo, así que me senté en la cama para no estar tanto tiempo de pie. 

 

-Voglio che tutti li rispettino. Fagli sapere che è mio –

 

-se tuo fratello lo vede, ti uccide-

 

-non mi interessa-

 

-Stupido. Stupido. Todos son unos estúpidos. Esto va a acabar mal, va a acabar fatal, malditos alfas territoriales...- Karin salió del baño malhumorada, sin dejar de susurrar mientras recogía todo lo que había dejado caer antes – Están locos, Naruto – me dijo con los brazos ya llenos – Son desastres con piernas. Y este, es el peor de todos. No te dejes envolver en sus locuras –

 

Sonreí, pero tenía una sensación incómoda en el estómago. 

 

-¿Es peligroso el anillo? ¿Qué significa? – pregunte en voz baja. 

 

Ella suspiro, meneando la cabeza. Dejo las bolsas en un rincón, saco varias camisas negras de una y se dedico a estirarlas cuidadosamente sobre la cama. 

 

-¿Qué te dijo cuando el te lo dio? –

 

-Que... que era de su madre, que ya era parte de los Ndrangheta y que nadie se metería conmigo –

 

Ella sacudió la cabeza. 

 

-Es cierto... pero yo... no lo llevaría puesto - 

 

-¿Por qué no? –

 

-No es para...- ella dudo, claramente estaba buscando las palabras adecuadas -No es para un Beta y menos para uno que acaba de llegar – dijo – Además las omegas que ha tenido Itachi- sama nunca han portado uno y eso que han estado por un año... ¡Maldita sea! ¡Menos Sakura que ha estado por dos años! ¿Entiendes a lo que me refiero? –

 

Trague saliva. 

 

-No, ya sabía que tenía que ganármelo o algo así –

 

-El es un alfa y es joven y se lleva mal con su hermano. No piensa con claridad. Hazme caso, Naruto, no lo lleves. No necesitas que Itachi-sama te odie... más –

 

Más. Note el sudor frio formándose en la base de mi espalda. 

 

-No quiero ofender a Sasuke – susurre. El hermano de Sasuke no era alguien a quien me atrevería desafiar. 

 

Karin confirmo mis pensamientos sacudiendo la cabeza. 

 

-¿Tu? ¿A Sasuke? No es eso lo que tiene que preocuparte – 

 

-¿Qué debería preocuparme? –

 

Karin apretó los labios. 

 

-El cuervo, Naruto. preocúpate por el cuervo. Sasuke te protege, pero el que manda es su hermano, siempre, sea lo que sea. Él manda y algún día de estos te puede sacar los ojos – 

 

Un escalofrío me recorrió en la espalda. 

 

-Entiendo... No lo olvidare – 

 

-Sasuke te adora. El te perdonara si no llevas el anillo. Si lo llevas, lo que podrá hacerte Itachi no será dejarte sin perdón – 

 

-¿Por qué me odia? –

 

-Es su estado natural, aparte ¿Ya lo has olvidado? Por tu culpa Sasuke mato a uno de sus amigos cercanos – 

 

-Ahh, se me olvido –

 

Karin chasqueo la lengua. 

 

-Muy mal – 

 

-Bueno, voy a hablar con Sasuke – dije, con un suspiro.

 

-Ah ¿Iras a la reunión? –

 

Negué con la cabeza. 

 

-No, ni siquiera voy a entender lo que dicen – admití – Me quedare acostado viendo alguna serie – 

 

-Dios santo, no le subas tanto volumen para que no llames la atención –

 

Dude. 

 

-¿Y eso porque? –

 

-Muchos desean conocer la nueva debilidad de Sasuke y si escuchan que hay alguien adentro de la habitación estarás en peligro – 

 

-¿Y los guardaespaldas? –

 

-¿Es enserio? ¿Confías en ellos? –

 

-La verdad es que no – 

 

-Exacto, no te confíes y aunque llevaras el anillo...-

 

-Karin – Sasuke salió del baño con el pelo chorreando y cayendo encima de sus parpados y con una toalla enrollada en su cintura. Tuve que esforzarme para no mirar el dragón pintado en su pecho – Déjalo en paz, el vendrá a la reunión conmigo – 

 

Abrí los ojos de asombro y cuando estaba a punto de negarme, Karin hablo por mí.

 

-¡¿Estás loco?! ¡¿Piensas presentarlo ante los Sabaku?! ¿Quieres meterlo en una habitación con...? –

 

-Nadie lo va a tocar – Sasuke gruño y note una sonrisa extenderse en mi rostro sin mi permiso. 

 

-Sasuke, piensa – Karin casi rogaba ahora – Lo vas a poner en peligro. Gaara no necesita conocer tus debilidades por los que puede atacar – 

 

Note una pizca de duda en sus ojos negros. 

 

-No quiero que este solo – 

 

Karin parecía a punto de desmayarse. 

 

-¿Sin avisarle a tu hermano? ¿Sin haber avisado que vamos a llevar una persona extra? ¿Sabiendo que viene Sakura? ¿Quieres dejar de pensar con tu estúpido instinto, por favor? Para ser quien eres, te falta bastante estrategia –

 

Respire hondo. 

 

-Creo que es mejor que me quedé – dije y los dos callaron. Sasuke se giro para mirarme con preocupación. 

 

-Tu vienes conmigo – dijo Sasuke, pero tenia el ceño fruncido como un niño pequeño y enfadado. 

 

-Sasuke – Karin suspiro – No es buena idea. Lo queremos entero – 

 

Sasuke la ignoro, pero la beta parecía acostumbrada así que ni siquiera se enfadó. 

 

-Bueno – dijo ella con vitalidad, reuniendo las bolsas vacías que había traído llenas y saliendo de la suite con paso resuelto – Razona tu con él. Faltan veinte minutos para la reunión-

 

Me mordí el labio inferior. 

 

-Sasuke, es mejor que me quedé – dije en cuanto Karin cerro la puerta. 

 

El alfa parecía enfadado.

 

-¿Por qué? Siento que escuchas más a Karin que a mí, además quiero que vayas y se den cuenta que eres el único que estará en mi lado –

 

Sonreí. 

 

-Eso es tierno – respondí – Pero son negocios. Son tus negocios. No debes mezclarlos con... "con lo que sea que sea esto" conmigo – 

 

Sasuke dudo. 

 

-Mierda, tienes razón – dijo con voz enfadada – Recuerdo el carácter del sin cejas – 

 

-¿Sin cejas? ¿Quién es ese? –

 

Sasuke rio entre dientes. 

 

-Es alguien a que repudio – 

 

-Ya – 

 

-Mi hermano es un estúpido, piensa que va a recuperar lo que perdió con los Sabaku – 

 

No pensé que podría significar eso; no tenia tiempo. 

 

-Es mejor que te empieces a vestir – pedí – y sécate el cabello – 

 

-Estúpidos negocios, estúpido hermano – Sasuke se empezó a quejar mientras tomaba las camisas – ojalá se pudra –

 

-Sasuke, pareces un niño pequeño haciendo una rabieta – 

 

-¿Así? – pregunto con una sonrisa torciéndole la comisura de la boca. Me recorrió un escalofrío, pero no tenía más remedio que seguirle el juego.

 

-Si... ¿Qué...? -

 

No pude terminar la pregunta, porque los labios de Sasuke habían tocado los míos y empezó a morderlos para concederle el permiso de explorar mi boca. Cuando se lo concedí, nuestras lenguas se enredaron en un vaivén, cada parte de mi cuerpo sentía un cosquilleo que no pude descifrar.

 

-Un niño... no puede hacer cosas de adultos – dijo cuando se separó de mí. 

 

 


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