Varios minutos después seguía clavado en el suelo. Trate de que mi imaginación dejara de especular cosas, pero fue en vano porque recordaba cada segundo a las omegas del pasillo y su aspecto no me ayudaba en mucho.
El alfa frunció el ceño, me miro de arriba abajo, abrió la boca, pero no dijo nada más. Se acerco lentamente hacia mi y me agarro de los hombros, el olor a cigarro me lleno los pulmones, quemándome por dentro.
-Las omegas que estaban en el pasillo, son un regalo para los trabajadores. Yo no toque ninguna, pero no te puedo negar que se me insinuaron – explico con suavidad.
-No es necesario que me lo expliques, después de todo soy un simple contrato-
Sasuke parpadeo con algo parecido a la decepción – ¿Piensas que te voy a tratar como un objeto mientras estés aquí? –
-Los objetos se compran y tú me compraste –
El azabache sonrió cínicamente – Déjame decirte que en este siglo 21, hasta las personas se compran y no solo eso, ellos venden sus cuerpos para tener dinero y sobrevivir – dijo como si fuese un hecho evidente y no un pretexto -Aunque no lo creas puedo ser fiel con mi pareja actual –
"No es la primera vez que lo hago" esas palabras aparecieron en mi mente como un destello, pero no abrí la boca, no quería alargar más esta situación.
Sasuke me observo unos segundos antes de inclinar la cabeza y estrellar sus labios con los míos.
Me sorprendió el beso repentino, creía que nuestro contrato no incluía mimos ni besos, solo en morder mi cuello cuando se le daba la gana.
Sentí una ligera mordida en mis labios como si me estuvieran pidiendo permiso para ingresar. Abrí mi boca dando paso a la lengua del alfa, lo que parecía un beso inocente se convirtió en uno apasionado.
Con sus manos sobre mis hombros, me empujó hacia la cama quedando debajo de el y a su merced.
Se separo de mis labios por falta de aire y me miro a los ojos con una expresión indescifrable.
-Eres el único beta que me trae así –
Antes de que pudiera responder, se inclino una vez más, pero esta vez sobre mi cuello. sentí como sus dientes tomaban parte de mi piel y se clavaban como dagas.
No pude evitar lanzar un quejido de dolor, mi cuerpo no esta diseñado para esto, no puedo recibir esta mordida como un honor sino como una tortura.
El liquido color rojo, resbalo sobre mi clavícula hasta manchar mi camisa. El azabache aparto sus dientes y lamio la sangre.
-Mañana esto va a desparecer – susurro – eso me molesta –
Sasuke se levantó de la cama, se quitó los anillos con expresión pensativa y lo dejo en el tocador. Se acostó a mi lado sin decir ninguna palabra, su expresión era extraña, como si estuviera luchando con algo.
-Tomare una ducha – dije y me levante de la cama.
-¿Por qué? –
-Mi camisa – apunte – y parte de mi cuerpo está lleno de sangre –
El alfa me observo y me dedico una media sonrisa – Esta bien, hay un baño en la habitación –
"No me sorprende" camine hacia lo que ya me había imaginado que sería un baño. Cuando abrí la puerta me sorprendí al ver los lujos, el inodoro estaba limpio y pulcro, la bañera no era tan pequeña, más bien parecía una piscina.
Me acerque al grifo y empezó a escupir agua caliente. Me quité la camisa y los pantalones, no pude evitar mirarme en el espejo. La mordida era grande, se podía notar parte de mi carne y lo peor es que me latía dolorosamente.
-Idiota – me alejé del espejo y me sumergí en el agua.
Con dolor y todo, pude terminar de bañarme. Me envolví con una de las toallas que estaban perfectamente dobladas y salí del baño. Me di cuenta de que no tenía ninguna vestimenta en la habitación ya que los alfas no habían subido la maleta.
-Lo haces a propósito ¿Verdad? –
Me detuve en seco, sintiendo como esa voz fría me aturdía los sentidos.
-¿Qué? –
Sus ojos penetrantes me hicieron recordar el momento que lo vi por primera vez.
-¿Por qué sales así? –
-Mi ropa... mi maleta no la han traído –
El azabache lanzo un suspiro y se aparto los mechones de cabello que caían sobre su rostro – Creí que podría aguantar hasta que tu me lo permitieras, pero como la situación se tornó así... -
"¿De que esta hablando?" abrí la boca para preguntar, pero en cuanto lo hice, la lengua del alfa se precipito en mi interior, exigente, explorando cada rincón, mientras que su mano viajo hasta mi cuello atrayéndome hacia adelante, facilitando su acceso e impidiendo que me apartara.
Mi corazón empezó a latir con fuerza en mis oídos y el húmedo contacto de su lengua conseguía que mi cuerpo reaccionara involuntariamente. No pude evitar agarrar con fuerza su camisa, este beso era muy diferente a la otra.
Su otra mano se deslizo libremente alrededor de mi cintura, obligándome a sentir su miembro apretado tras los pantalones.
Los labios de Sasuke se separaron de los míos, robándome un suspiro. El sonrió levemente antes de descender su boca en mi barbilla lamiendo y mordisqueando la piel de mi cuello. Su mano que tomaba mi cintura bajo lentamente hasta mis nalgas y los apretó, haciendo que despertara de mi trance.
-¡Espera! ¿Enserio piensas ir más allá? – trate de empujarlo, pero no se movió ni un poco.
-Paga las consecuencias – soltó el alfa sin levantar la cabeza de mi cuello.
-¡Yo no te quise provocar! ¡Tus estúpidos trabajadores no me han traído la maleta! – trate de apartarme una vez más, pero el alfa aumento su fuerza -¡Enserio! ¡Detente! – deje de respirar cuando sentí su miembro apretarse contra la mía. Lo peor es que solo me ocultaba la toalla, estaba a su disposición completamente.
El alfa no respondió, sin previo aviso me levanto del suelo y me llevo entre sus brazos hasta la cama, esto me dejo sin palabras.
Cuando mi espalda choca con el suave edredón, reaccione demasiado tarde. El ya estaba encima de mi e impidiendo que mi cuerpo se moviera.
Su mano viajo hasta mi miembro – Pero es un buen pretexto ¿No crees? – sonrió de una manera extraña, haciéndome estremecer.