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BABYLON por Arlequin_17

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Notas del capitulo:

Este nuevo capítulo nació a partir de recibir un buen apoyo, porque en realidad no había pensando en cómo seguirlo. Ha salido de forma rápida, por lo que espero que sea igual de bien recibido. Gracias a todos los que leen mis fics, espero pronto colocar más. Pero tranquilos, este no es el final, no todavía.

Shou escuchó el portazo cerrando los ojos y moviendo sus labios en una mueca molesta, no podía entender aquel infantil planteo por parte del menor, al contrario esperaba una reacción  completamente  opuesta. Sabía  lo mucho que Hiroto amaba a los animales, cómo es que recibió de aquella manera a su pequeña y dulce gatita. Frunció el entrecejo, buscando un modo de calmarse, puesto que en ese momento sentía una repentina irá,  ganas de golpear la pared pero se contenía por Shishamo, ella le observaba  con sus mágicos ojos gatunos  y debía ser considerado, no ahuyentarla,  como previamente  lo había  hecho Hiroto con su actitud.

A cambio Shou prefirió tomar a su nueva acompañante de vida, para acariciar su cálido pelaje y relajarse.

 

 

 

Hiroto por su parte subió hasta su piso, y se encontró  con Mogu esperándolo en su puerta. En cuanto cruzó el portal, se  derrumbó. Su cachorro se acercó a él  de inmediato comenzando a ladrar, para llamar su atención pero el guitarrista se quedo en silencio durante un largo rato. Mogu comenzó a ladrar con mayor intensidad, hasta que el menor movió su mano hasta colocarla sobre la cabeza de su hijo, buscando calmarlo.

 

 

La pelea lo había derrumbado, sentía un dolor en su cabeza que no lo dejaba pensar con claridad. Antes de llamar más la atención  de sus vecinos de piso, cerró lo puerta con suavidad,  mientras se sentaba en el suelo por unos minutos más ¿Por qué  había reaccionado de ese modo? ¿Qué era lo que desencadenó tanto enojo? Se había comportado como un estúpido,  pero realmente  esperaba que el vocalista al menos se lo mencionara. Pero este no siquiera  parecía  haber pensado en él. 

 

 

 

Cuanto más  vuelta  le daba  al asunto más dolor le provocaba, agradecía que Mogu se quedo a su lado,  confortándolo  con dulzura y calma, lamiendo sus dedos constantemente.  Percibió  que la noche estaba serena y que quizás lo mejor era dar una pequeña vuelta por el parque. Despejar su mente y de paso salir con su hijo como se lo había prometido en la mañana. 

 

 

Se levantó  del suelo, buscó un calmante para aliviar la molestia de su cabeza, luego apago su teléfono,  no quería recibir ninguna noticia ni notificación. Por último  tomó su bolso para llevar a Mogu en su interior como acostumbraba a pasear con él. Una vez en el parque lo sortaria para que caminaran juntos como ya acostumbraban.  

 

 

La noche había caído por completo, la luna y las estrellas brillaban en el firmamento, Hiroto lamentaba que las luces de la ciudad no permitían disfrutar más de ellos. Con calma camino junto a Mogu, mientras podía sentir la brisa acariciar su mejilla e inmediatamente  sus pensamientos volaron hacia   un recuerdo. Odiaba a su insistente cabeza que no dejaba de recordarle de su error, de cómo se había equivocado y de que Shou era un pilar en su vida.

 

 

 

 Su recuerdo le retrataba como hace unos meses habían paseado juntos a Mogu. Desde que habían  sentido algo entre ambos, esas chispas de amor habían brotado desde el primer momento en que sus miradas se cruzaron, sus primeras "citas" eran salir a caminar, hasta ese momento no eran nada pero al mismo tiempo lo eran todo. El fanservice los delataba, aunque también  encendía el fuego que poco a poco había nacido entre los dos. Shou lo comprendía como nadie así como también  era quien más  lo apoyaba desde el principio. Con el vocalista había pasado por infinidades de situaciones, y siempre se apoyaban mutuamente. 

 

 

 

Sus pensamientos volaron un poco más,  hasta el punto de no saber donde se encontraba realmente,  el parque le resultaba desencajado, tanto como la expresión de su rostro. Frunció  el entrecejo, el dolor de cabeza había desaparecido,  pero aunque pensara que lo mejor era volver y disculparse por lo sucedido, había algo que lo retenía por completo. Era como una extraña fuerza que aunque su mente le hacía ver lo equivocado  que estaba, no quería admitirlo y mucho menos dar el brazo a torcer. Esperaría,  seguramente  Shou estará dedicando su tiempo plenamente a su mascota. 

 

 

 

Luego de caminar por un buen rato, decidió  tomarse un pequeño descanso en uno de los bancos de la plaza, Mogu tomó asiento en su regazo, mientras aprovechaba para acariciarlo. Cerró sus ojos y tomó el aire  para calmarse, aclarando toda su mente  con la técnica de relajación que usaba cuando más estresado se sentía.  Bastaron solo unos minutos, para sentirse un poco mejor. Dejando todo atrás,  para poder seguir, de pronto recordó que había dejado en el tintero una melodía que había comenzado a componer hacia unos cuantos días,  era momento de concentrarse.

 

 

 

Estaba a punto de irse de la plaza cuando divisó la figura conocida de alguien caminando alegremente  por el sendero, con un café  en sus manos. Hiroto se extraño de encontrarlo allí,  pero sonrió en cuanto lo tuvo bastante  cerca.

 

 

 

-        ¡Nao-san! - Grito fuerte sólo  para llamar su atención  y de paso asustarlo.  El susodicho, casi tira el café,  vaya a saber que estaba pensando en ese momento  que ni se percató de la presencia del guitarrista.-

 

-        ¡Hiro-chan me diste un susto de muerte! -Exclamó entre pequeñas risas, mientras acomodaba en su mano el vaso de café que casi se le derrama entre los dedos.-

 

 

 

-        ¿No es algo tarde para tomar café? - Preguntó  el menor de forma curiosa, incluso cuando sabía lo mucho que a Nao le gustaba tomar café sin importar la hora.- ¿Qué haces paseando por aquí? - Preguntó  de inmediato, ya que le parecía extraño verlo por la zona, dado que el baterista  vivía en otro barrio.

 

 

 

-        Necesitaba aclarar mi mente  para volver a grabar. Comenzaba a sentir mi cabeza a punto de hundirse. - Bromeó, mientras golpeaba su cabeza con suavidad,  tomando asiento a un lado de Hiroto pero sin hacerlo muy cerca debido a Mogu que ya lo miraba con intensiones  de subirse en él. 

 

 

-        Y...pero como llegaste hasta aquí.  ¿Caminaste tanto?- Volvió a preguntar el menor, mirándolo con intriga.

 

 

-        Pues…- Nao rodó los ojos, puesto que había intentado esquivar aquella pregunta. Pero Hiroto era insistente y conociéndolo, hasta no obtener una respuesta seguro que no dejaría de indagar. - La verdad es que estaba tomando la valentía para ir a verte.- Añadió  bajando su cabeza, llamando aun más la atención  del guitarrista que no se espero aquellas palabras.-  Pero ya te encontré  y…- El menor arqueo las cejas a punto de seguir preguntando pero Nao retomo la palabra de inmediato.- Sólo  quería pedirte una ayuda con una de las canciones. Nada del otro mundo.

 

 

-        Oh...Está bien. Igual para que necesitas la valentía para hablarme de trabajo, ya sabes que puedes buscarme cuando gustes…- Pronunció recordando que incluso en ese momento había apagado su celular, porque sería difícil para el batero contactarlo. Sin embargo Nao no menciono nada sobre aquello, por lo que probablemente ni lo habia llamado.

 

 

 

-        La ultima vez que fui a tu casa por algo como esto...los encontré… ya sabes.- Exclamó el baterista,  mientras se tapaba la boca de un modo exagerado,  logrando arrebatarle  una risa al menor. Recordó que aquel día Nao los encontró a Shou y él en una situación íntima.  Nao se dio cuenta de ello cuando estaban ambos despeinados y a medio vestir.- Soy muy inocente  para ver esas cosas.- Añadió,  logrando una nueva risa en el guitarrista  pero aquella risa duro muy poco. Los recuerdos que le atormentaban.  

 

 

 

-        Vamos entonces a mi casa… de paso puedes hacerme compañía. - Comentó Hiroto por lo bajo, llegando a sorprender al mayor que no sabía a qué  se refería.  –

 

 

 

-        ¿Paso algo?- Preguntó con interés, al notar como la brillante mirada del guitarrista se había opacado en un segundo. –

 

 

-        Peleamos con Shou.- Pronunció  y pronto negó con rapidez.- No debería estar comentándote esto. Ya sabes la banda, y preservar nuestra relación  pero…

 

 

 

-        Tranquilo, puedes comentarlo y yo no se lo diré  a nadie. Queda entre  nosotros. - El batero cuidaba siempre de Hiroto por ser el más joven de la banda y siempre estaría para protegerlo, incluso si ya sabía que había crecido y que muchas veces era mas maduro que todos ellos juntos.

 

 

 

Hiroto emitió un pequeño suspiro, antes de comenzar a relatar lo sucedido aquel día.  E incluso su problema de controlar sus celos y hasta su orgullo por no ir directamente  a conversar de nuevo. Nao escuchó aquello  con atención,  sin objetar ni regañarlo. Al contrario acarició  la rodilla opuesta y luego le sonrió de forma cálida. 

 

 

 

-        No creo que sea para separarse. Es solo una discusión.  - Expresó buscando calmar al menor.- Lo mejor es dejar que ambos se enfríen y seguro que todo volverá  como antes. Podrán charlarlo y será sólo algo anecdótico.  Con respecto a su gatita...pues debes aceptarla como él  lo ha hecho con Mogu. Serian una hermosa familia.  - Pronunció,  mirándolo con dulzura. –

 

 

 

Nao dijo "familia" y expresó aquello con tanta sinceridad que conmovió a Hiroto hasta hacer que algunas lagrimas brotaran.

 

 

-        ¿Por qué  lloras? - Preguntó  el batero, mientras intentaba secar sus lágrimas. Seguramente  el guitarrista estaba muy sensible con la discusión y por eso reaccionaba así.

 

 

-        Nada, suena lindo lo de la familia. Pero no lo había pensado así. Digo, Shou me lo menciono pero no pensé de ese modo. Estaba cegado.- Exclamó al percatarse aun mas de su error.

 

 

 

Nao comenzó a reírse suavemente, antes de recibir un abrazo repentino por  parte del guitarrista que lo sorprendió hasta el punto de perder el equilibrio incluso estando sentados.

Sabía que Hiroto podía ser muy efusivo con sus expresiones, pero aquel abrazo donde el menor se escondió en su pecho, lo dejo paralizado. El suave aroma que desprendía el guitarrista le bloqueo los sentidos y jamás había sentido uno igual, ni siquiera de todas las veces que fue abrazado por el mismo. ¿Qué diablos te pasa Naoyuki? Se recrimino mentalmente, mientras correspondía al abrazo sin mencionar una palabra más.

 

 

 

Era cierto que Nao  se sentía atraído por Hiroto pero nunca sería capaz de interferir en la relación que Hiroto y Shou tenían, porque eran sus amigos y los consideraba parte de su familia y aquello que los unía era inquebrantable, por lo que siempre mantuvo sus sentimientos enterrados. ¿Por qué ahora volvían a florecer?

 

Notas finales:

Me encanta el NaoPon por eso lo he sumado, pero tranquilos no creo que separe el Shoupon, no lo creo aunque si quieren saber más al respecto, pueden dejarme un comentario o esperar hasta el siguiente capítulo. Hasta la próxima! Muchas Gracias por leer!


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