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Y como yo te amo. por Dynamo

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Notas del capitulo:

Holaa, este es mi primer fic y me encanta esta pareja, sobre todo la forma en la que son tan distintos pero como dice el dicho: Los opuestos se atraen. 

Asi que disfruten esta historia tan atrayente y no olviden dejar comentarios para mejorar en los siguientes capitulos. 

                                            Capitulo 1

 

Otro día, otro dolor de cabeza con el que Rock Lee debería lidiar, ser guardia carcelario definitivamente no era tarea fácil, mucho menos si te ordenan custiodiar al prisionero más inestable y peligroso de todos los presentes en el sitio.

La Cárcel de los Mil Mundos, o también llamada oficialmente como Unidad Penal de Máxima seguridad N°15. Consistía de dos edificios de 7 metros, uno de ellos poseía en su parte superior un cuarto de aproximadamente un metro de ancho donde vigilaban los centinelas. Posee 12 pabellones y tiene la capacidad de alojar hasta 140 presos cada uno. Las celdas son estrechas, en donde solamente caben dos personas, con dos camas separadas y un inodoro. Posee horarios para todo, desde horarios para ir al comedor, hasta horarios para ir las duchas, dormir y para estar en el patio de deportes, aunque por razones de seguridad ya casi no usan este último espacio. No solamente eso, también se posee el llamado Pabellon 12, en donde allí envían a los prisioneros que cometen alguna falta, como por ejemplo insultar a un guardia, pelearse en el patio, entre otras, y los dejan aislados por un lapso de 15 días. Pero no solo sirve para aislar a los reos con mala conducta, sino que también utilizan dicho Pabellon por razones de seguridad, como por ejemplo proteger a algún violador de los demás prisioneros.

Por lo general no hay conflictividad, y eso suena muy irónico viniendo de una de las Unidades donde aproximadamente el 60% de los prisioneros que alojan son violentos, vulgares, pervertidos, mal hablados y con un carácter horrible. Pero dentro de la vida en la prisión, viene caracterizada con el llamado ''código del preso'', lo cual son un conjunto de normas no escritas, obviamente ajenas a los oficiales, que regulan las relaciones entre los propios presos, los grupos cerrados generan sus propias normas de comportamiento y cualquier falta o violación a esas reglas se paga con la vida.

Pero la Unidad de Máxima seguridad no solo aloja prisioneros violentos y que entran en conflicto con la autoridad, también estan aquellos denominados retraidos, donde se la pasan en cualquier parte sin hacer nada, cuestionando su propia existencia y generando un sentimiento de vacío y la pérdida del auto-concepto, piensan demaciado y generan sentimientos de ansiedad y fatalismo al volver obsesivamente a la misma idea, caen en la drogadicción y solo los más ''valientes'' generan una especie de reafirmación agresiva, con una fuerte hostilidad hacia todo lo que provenga de la autoridad, mientras que los demás optan por el suicidio. 

Como se dijo anteriormente, son pocas las veces que los guardias han intervenido para separar a un grupo de prisioneros a punto de matarse, pero todo eso cambio cuando él apareció. Sabaku no Gaara, posee una condena de 17 años, acusado de homicidio con tentativa de fuga, cuando los guardias lo transfirieron todo se volvió un desastre, sería una exageración si se dijera que los guardias debían estar pendientes a las cámaras de seguridad las 24 horas y aumentar la vigilancia en los corredores porque todos los días algo pasaba, pero lastimosamente era cierto, así debía ser. 

Nadie queria estar cerca de ese muchacho, ni los guardias y hasta los mismos prisioneros le tenían tanto pavor que trataban de estar lo más lejos posible de él, el chico siempre estaba solo, demostraba ser alguien inestable, con cara de pocos amigos, emocionalmente retraído, casi silencioso y hasta parecia traer consigo signos de demencia, ya que en ocaciones se lo ha encontrado hablandole solo a la nada. 

Como todos lo miraban con miedo y odio, Lee fue el único en demostrarle paciencia y atención, él decia que estar en un lugar tan poco higienico, y donde tu vida siempre esta peligrando, ya es suficiente castigo, no creía que tratar a alguien como un perro sea lo más adecuado. Aunque una prisión no es exactamente un hotel de 5 estrellas, solamente se debe hablar bien y pedir las cosas amablemente, y ser duro pero al mismo tiempo paciente con los hostiles, porque eso eran, personas con una gran ira en su interior que solo buscan sobrevivir en este mundo hasta que llegue el momento en que puedan salir y ver a sus familias. Nadie es malo, solo las circunstancias y experiencias de la vida te vuelven así. 

Cuando Gaara fue transferido hace aproximadamente 4 días, Lee se encargó de que su estadía sea cómoda, y que tratrara de olvidar por momentos su insufrible condena que le martillaba la mente. Y aunque al principio Gaara fue arisco y trataba de que se alejara, se encargaba de llevarle comida, revistas de entretenimiento y hasta se quedaba hablando con él por las noches debido a que presentaba un serio trastorno del sueño, el pobre raras veces dormía, pero la mayoría de las veces permanecia despierto, eso explica sus pronunciadas ojeras. 

Pero lo que empezo con una linda acción para que el chico no se sintiera solo, porque en los horarios de visita nadie venia a verlo, termino con distintas acciones que hacían confundir a Lee. Primero eran sonrisas de medio lado cada vez que se veían, lo cual el Rock correspondía amablemente con una radiante sonrisa, luego siguió con toques sutiles en donde Gaara buscaba su contacto a cada momento, rozando sus dedos con los de Lee cada vez que él se aparecia en su celda a dejarle revistas, en donde esto no lo vió como nada extraño, solo se trataba de un ''accidente''. Ya las cosas comenzaban a pasarse de la raya cuando Gaara le decía alagos y ya sus toques accidentales se volvían más directos, como acariciar su cabello por entre los barrotes o pasar su mano por la delicada pero masculina cintura de Lee, donde el Rock tuvo de decirle amablemente pero también de forma dura y autoritaria que sus roces eran inapropiados. Ya todo se salió de control cuando Gaara intentó besarlo, cosa que no fue aceptada por Lee y tuvo que mandarlo al Pabellón 12. Y fue ahi cuando Lee comprendió algo, Gaara estaba confundido y la razón por la cual él se sienta como ''atraído'' fue por las amables e inocentes acciones que el Rock tenía con él, para que no se sintiera mal o triste, pero Gaara lo malinterpreto, por lo que Lee estaba decidido a hablar con él. 

15 días después, Gaara ya estaba en su celda correpondiente luego de ser aislado, Lee se sintió culpable pero debía seguir las reglas, cualquier prisionero que cometa una falta debe ser sancionado con 15 días de aislamiento en el Pabellon 12. Eran las 20:00 de la noche en punto, ya los prisioneros recibieron la orden de ir a sus celdas para dormir, apagaron las luces y Lee fue donde estaba Gaara, pero esta vez iba acompañado de su compañero, Neji Hyuga, solo para evitar segundas malas intenciones.

 

-Buenas noches, Gaara-kun. -saludó amablemente el oficial.

-Lee. -pronunció el pelirrojo saliendo desde la oscuridad. Su voz era tan atrayente y a la vez tan escalofriante que Lee tuvo que tragar saliva de los nervios. Sus ojos aquamarina hacian contraste con la tenue luz de la luna que se colaba por la ventana y la iluminación de las linternas, se veía tan atractivo pero Lee no podía permitirse tener esos pensamientos, se supone que estaba ofendido por aquel arranque de Gaara, si hasta le pidió a Neji que lo acompañara para asi evitar lo que paso la última vez. -Hola.

-Escucha, Gaara-kun, debo hablar muy seriamente contigo. -dijo Lee acentuando sus rasgos faciales para así demostrar molestia, y para que el pelirrojo viera que no estaba jugando. -Lo que hiciste hace 15 días, no, lo que trataste de hacer, fue muy irrespetuoso y tienes que detenerte. Estas confundido y te pido disculpas por hacer que te pongas así, pero yo solo hacia mi trabajo. 

-¿Porqué no entras a la celda y me lo dices? Creo que no estoy oyendo bien. -incitó Gaara con una sonrisa en sus labios y con un ligero tono insinuante y seductor, pero un fuerte garrotazo contra los barrotes fue suficiente para borrar su sonrisa y mirar con odio fulminante al responsable por aver interrumpido. 

-No te pases de listo. -aclaró Neji con el ceño fuertemente fruncido. -¿O quieres volver al Pabellón?

-Neji, por favor. -calmó Lee a su compañero, por lo que Neji asintió y volvio a guardar su garrote en su cinturon. Suspiró para volver a hablar. -Gaara-kun, tus sentimientos por mi deben parar, en serio no lo hice para que te sientas atraido, tu me importas al igual que todos los prisioneros de aquí, pero no en ''ese sentido''. 

-...

-Lo siento. 

-Entiendo. -dijo el pelirrojo suspirando. Lee abrio los ojos sorprendido, no se esperaba que Gaara lo entendiera tan rápido, se espero algo asi como una rabieta o una escena tras no poder obtener lo que queria.

-Oh. -fue lo único que dijo Lee, se sintió un poco desepcionado pero así es como debia ser.

-Solo déjame devolverte algo. -y antes de que Lee pudiera contestar, Gaara desaparecio entre la oscuridad de su celda, seguro iba a buscar algo entre la profundidad de la misma, volvió a aparecer con las revistas que el Rock anteriormente le habia dado. Pasó la mano por entre los barrotes con las revistas sosteniendoles con una mano. -Ya no las necesito, las leí tantas veces que ya me aburrieron, necesito un nuevo entretenimiento. 

-¡Ah, esta bien, con gusto te traeré más revistas, Gaara-kun! 

 

Pero fue el primer error que Lee cometió, lo que lo llevaria a una vida llena de confusiones e ilusiones, y lo que básicamente se convertiría en el tormento de Lee para siempre, porque cuando el Rock acercó su mano para tomar las revistas enseguida las mismas cayeron al suelo a propósito, y lo único que Lee recuerda fue haber sido tomado de la muñeca muy bruscamente y siendo estampado contra los barrotes, sus labios aterrizaron sobre los de Gaara en un erótico y sensual beso francés. Lee queria separarse pero Gaara lo tenia bien sujeto de la nuca con su mano libre mientras que la otra estaba firmemente agarrada a su muñeca, seguro dejaría algunas marcas. La lengua del pelirrojo danzaba con tanta sensualidad en el interior de la boca de Lee que éste se permitió lanzar algun que otro suspiro, pero el miedo pudo más con el Rock que con todas sus fuerzas se liberó de su agarre y solo escucho a la lejanía hablar a Neji sobre el radio trasmisor.

 

-¡Celda 4, enciéndanlo!

 

Y fue ahi cuando Gaara, aún tomando los barrotes y teniendo todo su cuerpo apoyado en ellos, recibió una fuerte descarga electrica que salió a través de los mismos que lo dejo medio inconsciente en el suelo. Lee miró como Gaara yacía en el suelo y Neji se acercaba a él con un cierto tinte de preocupación.

 

-Lee, ¿estás bien? -pero Lee no respondía, estaba sentado en el suelo con los ojos bien abiertos por la sorpresa, estaba en shock por el repentino accionar de Gaara y pensando como vilmente fue traicionado, le vieron la cara y soolo poseía el pensamiento de que se aprovecharon de él. Sin decir nada, se levantó del suelo con la poca dignidad que le quedaba, con el flequillo de su cabello tapandole la mitad del rostro y con paso firme comenzó a caminar hasta la sala de control, el lugar de donde nunca debió salir. Neji le veía subir la escalera con rapidez y no pudo evitar sentir lástima por él, Lee era alguien que fácilmente depositaba confianza en la gente, super energético y amante de su trabajo, no podia imaginar lo mal que debía sentirse. Volteo la vista hacia un inconsciente Gaara, mirandolo con odio y reprobación, volvió a tomar el radio trasmisor para decir unas palabras. -Envien ya mismo al prisionero de la Celda 4 al Pabellon 12.

Si, señor! -se esuchó del otro lado. Neji no contestó, no acostumbraba a responder, solo camino tranquilamente hacia las escaleras por donde fue Lee, debia consolar a su amigo. 


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