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Maldito Halloween por RLangdon

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Sasuke supo que algo andaba mal cuando lo vio llegar caminando en vez de corriendo. A pesar de todo, Naruto le devolvía una indescifrable sonrisa, un gesto carismático, digno de él, pero que sin embargo, parecía ocultar algo
 
Había aprendido a interpretar las sonrisas de Naruto a lo largo de esos tres años. Dos de amistad y uno de noviazgo, las cosas se habían dado lentas entre ellos, ambos igual de inmaduros e insensatos, afanándose en ocultar lo que sentían el uno por el otro. Afortunadamente esos días quedaron en el pasado. Ahora vivían juntos y las cosas no podían ir mejor entre ellos…o tal vez si
 
Naruto pasó rápidamente junto a él, sin llegar a correr pero acelerando la velocidad de sus pasos. Y él se quedo esperando torpemente en su lugar, ahí en el pórtico y con la puerta a medias, pero Sasuke jamás admitiría en voz alta la confusión que le sobrevino al no recibir el prolongado beso en sus labios, acompañado del típico parloteo de Naruto, esta vez en torno al campamento
 
Tampoco admitiría que lo echó muchísimo de menos. Que fueron, sin lugar a dudas, los cinco días más vacios y monótonos que había pasado en la ausencia de Naruto. Si no fuera por el ridículo protocolo del colegio al que asistía Naruto, lo habría acompañado, sin embargo no era así. Y él tenía que conformarse con saber que estaba bien mediante alguna esporádica llamada telefónica
 
Más frustrado, caminó por el pasillo para recoger la mochila que el rubio atolondrado había dejado botada, sin más. Y Sasuke no pudo evitar amedrentarse un poco por el extraño comportamiento de Naruto, ¿Por qué tan de repente ese cambio?, ¿estaría molesto?
 
Por supuesto que lo estaba. Naruto era demasiado predecible para él, tantos años de conocerse ¿y ahora dudaba de su comportamiento?, claro que se sentía un poco irritado por ser ignorado monumentalmente por su pareja, ¿es que no era suficiente castigo el quedarse solo por casi una semana?
 
Resopló y a punto estuvo de hurgar la mochila cuando Naruto regresó y se la arrebató de golpe
 
-No revises mis cosas, dattebayo- y aunque molesto, Sasuke rodó los ojos. Le era imposible tomárselo en serio cuando Naruto empleaba aquella muletilla tan fastidiosa que, además, compartía con su madre. –Se hace tarde
 
Sasuke separó los labios, sin alcanzar a proferir palabra alguna cuando el inquieto y misterioso rubio salió a toda prisa de la casa. Bien, empezaba a preocuparse
 
Dio un par de vueltas hasta que se le ocurrió mirar el calendario. Porque Naruto solía presentar dicha conducta cuando cierto mes en particular se acercaba. Y no estaba equivocado…
 
¿Era en serio?, creía que por ese año, Naruto lo dejaría pasar. Ya no eran ningunos críos para andar por las calles a medianoche pidiendo (casi rogando o mendigando a parecer de su orgullo) por golosinas, era ilógico, tonto e infantil. Tenían dinero de sobra para comprar caramelos si se les pegaba la gana. Además, existían tres tipos de individuos que él mismo había clasificado. Los vándalos, que aprovechaban la ocasión para lanzar huevos a las puertas de las casas o desperdiciar el papel higiénico en los arboles, a saber por qué rayos. Después estaban los "subnormales" que eran quienes pedían golosinas con el distintivo disfraz de noche de brujas, coreando la misma pregunta una y otra vez por las calles y arriesgándose a ser envenenados, y al último estaba él, Sasuke Uchiha quien, gustaba de quedarse en casa esa fecha particularmente odiosa, mirar algunas películas y esperar a que el alboroto nocturno cesara. Porque era segurísimo que esa noche no dormía. Y tampoco Naruto, su amigo de la infancia y ahora amante lo había llevado (casi forzado) a acompañarlo los años anteriores a pedir dulces y encima tenía que disfrazarse. Sasuke ya se había vestido de vampiro y de policía a petición de su rubio, pero esta vez no…
 
¡Tenían 16 años, joder!, ¿Por qué tenían que repetir el mismo ritual anual?
 
Bufó indignado y arrancó la hoja del calendario para arrojarla al cubo de basura, se sentía mínimamente aliviado de que Naruto no estuviera molesto con él pero le ponía de mal humor siquiera pensar en vestirse nuevamente de vampiro o algún otro monstruo ridículo
 
Entonces se puso alerta, miró en derredor y retrocedió palpando cada mueble con sumo cuidado. Otra de las cosas que gustaba hacer Naruto en esa fecha era gastarle bromas pesadas y estúpidas. Sasuke recordaba con amargura como el rubio había usado un año antes su fobia a las serpientes para llenar la cama de ellas luego de seducirlo. Fue una semana de insomnio de la que no quería acordarse más. También estaba aquella ocasión en que llenó su taza de café con ajos, supuestamente porque Naruto sospechaba que realmente fuera un vampiro. Casualmente sus sospechas se dieron tras mirar una película de esa índole, y Sasuke se prometió nunca más ver películas de vampiros ese día
 
Suspiró aliviado al no encontrar ninguna trampa, estaba sano y salvo…de momento, pero Naruto muy seguramente estaría planeando hacerle algo, una insana broma idiota que acabaría con el poco buen humor que conservaba a raíz del regreso de su pareja del campamento
 
Casi podía imaginárselo. Naruto siendo apoyado por sus compañeros de grupo, ingeniando, maquinando decenas de trampas para fastidiarlo ese año. Tal vez por ese motivo salió temprano, para conseguir lo que fuera que le hiciera falta para llevar a cabo su burla
 
Y sería un completo idiota si se quedaba con los brazos cruzados. Ya le había pasado dos veces sus payasadas y no tenía pensado aceptar una tercera. Sasuke sonrió a medias, sopesando la solución para evitar caer en aquellas trampas, o al menos en algún método que hiciera que a Naruto no le quedaran ganas de volver a gastárselas a él. Sin dudarlo un segundo, tomó el móvil de su bolsillo y marcó el número de Suigetsu, ellos podían ayudarle
 
Lo más extraño de esa mañana fue no ver a Naruto por ningun lado, aunque Sasuke ya estaba preparado para lo que acontecería, había dado indicaciones paso a paso para asegurarse de que todo saliera bien, solo hacía falta salir un rato para que Juugo, Suigetsu y Karin se hicieran cargo de lo demás, sus colegas le eran tan leales como lo era un perro a su dueño. Así Sasuke no tendría que mover un solo dedo, él tenía la idea y ellos la desarrollaban, además, no quería verse involucrado con esas tonterías, al menos no más de la cuenta
 
Pasado el mediodía, Naruto volvió con una sonrisa aun más amplia y que, ocultaba (a su parecer) el secreto que del cual ya estaba enterado, una o varias bromas nimias para él, sin embargo, esta vez Sasuke le regresaría un poco de lo que había aguantado los anteriores años
 
-Perdón por irme así, mi mamá me llamó temprano y me pidió que pasara a casa a recoger este disfraz
 
Sasuke chasqueó la lengua al ver el atuendo que Naruto sacaba de la bolsa oscura. Una larga capa amarilla con extraños tubos plásticos adheridos, estuvo a nada de decirle a Naruto lo ridículo que era aquello pero se tragó sus palabras y lo vio sacar el pantalón de similar color que complementaba el raro traje
 
Bingo. Iba a pedir dulces…
 
-Creí que este año te quedarías- comentó fingiendo desinterés, dejando escapar un prolongado bostezo al tiempo que se dejaba caer en el sofá. Naruto torció apenas los labios y continuó observando su disfraz
 
-No pienso ir pero mis padres prepararon una fiesta de disfraces- respondió, midiéndose el traje por encima de la ropa. –No se ve tan mal, brilla en la oscuridad
 
-¿Y esos raros símbolos?- inquirió Sasuke, señalando las extrañas líneas negras que recorrían el atuendo hasta centrarse en el estomago, donde se unían por medio de una circunferencia
 
-Papá dice que es algo relacionado con los bijuus, ya sabes, esas criaturas ficticias de hace miles de años
 
La expresión de Sasuke se descompuso al escucharlo nombrar a su padre. Odiaba, realmente odiaba a ese hombre. Minato Namikaze le había hecho la vida de cuadritos apenas un año antes. Podía ser amable y servicial pero con él era diferente, tan diferente que a Sasuke le costaba distinguir su hipocresía que le regalaba por medio de sonrisas forzadas. Había armado un escándalo, (junto a su esposa), cuando les pidió dejar a Naruto mudarse con él. Al principio hablaban por teléfono cada dos o tres horas, Sasuke incluso había recibido amenazas muy explicitas de parte de Minato. Bien, tenía que admitirlo, ese hombre adoraba a su hijo, contrario a su padre que no se lió demasiado cuando le dejó en claro que se iría de la casa
 
Cuidar a un hijo estaba bien, pero hacerlo a cuestas de su orgullo no lo estaba y fue por esa razón que la palabra salió sola de su boca
 
-No- sentenció
 
-Por favor, Sasuke- Naruto soltó el traje para ir en su dirección, sentándose junto a él y abrazándolo en un gesto medianamente adorable. –Solo unas horas
 
Otro monosílabo amenazaba con abandonar sus labios cuando el móvil dentro de sus bolsillos vibró, anunciando un nuevo mensaje
 
Se trataba de Suigetsu
 
"Llegaremos en unos minutos. Asegúrate de llevarte a Naruto hasta que terminemos"
 
-Tu padre me odia- decidió irse por la tangente para no levantar sospechas con su repentina aceptación. Naruto se limitó a negar con la cabeza, afianzando aun más el agarre en torno a su cuello
 
-Solo no le agradas, pero si le das una oportunidad…
 
-Ya le di catorce- lo interrumpió él, arrugando aun más el entrecejo al recordar los malos tratos de parte de su… ¿suegro?
 
-La quince es la vencida- sonrió Naruto, apartándose de a poco, depositando un corto beso en su mejilla. Sasuke se acarició esa zona, escéptico de que Naruto no le hubiera puesto algún animalillo plástico encima, era demasiado bueno para ser verdad…
 
Esa noche helaba, hacia tanto frio que Sasuke llegó a arrepentirse por momentos de continuar con su intento de broma que pondría a Naruto en su lugar de una vez por todas. La noche aun no terminaba, y él estaba convencido de que la broma destinada para él llegaría tarde o temprano, solo por ello, decidió seguir adelante con sus "preparativos"
 
Caminó resueltamente y calles antes de llegar, Naruto le detuvo del brazo, dirigiéndole una mirada extraña a la par que divertida
 
-¿Qué?
 
-Ponte esto- dijo Naruto, colocándole sin previo aviso una diademilla con orejas de gato
 
-¿Qué?...no- Sasuke se llevó ambas manos a la cabeza, sumamente molesto. Ya era suficiente el tener que llevar ropa exclusivamente negra, llevaba una remera y unos pantalones oscuros mientras que Naruto solo portaba la llamativa capa adherida a una camiseta y los pantalones amarillos
 
-Mi papá me lo pidió. Tienes que ser un neko
 
-¿Lo ves?- gruñó, arrojando lejos de si las endemoniadas orejas. Ese hombre y su afán por ridiculizarlo
 
-Pero Sasuke, no puedes entrar si no estás disfrazado- alegó Naruto, haciendo un mohín de inconformidad. La música ya resonaba a la distancia y el cambio de luces se veía desde la acera donde se encontraban parados. –Si hubieras traído algo con calaveras tal vez…
 
-No- rectificó. - Dijiste que podía ir así si quería y acepté. No entraré con esa cosa en la cabeza
 
-Te ves tierno con ellas, Sasuke- insistió, balanceándose en sus talones, esperando poder convencerlo. Sasuke lo miró impasible, con los brazos cruzados renuentemente sobre su pecho. Su orgullo, su jodido orgullo…
 
-Por eso no las usaré
 
-De acuerdo- exhaló Naruto, yendo por las orejas para guardarlas. –Entonces espérame aquí
 
-¿Estás loco?, ¿con este frio?
 
-Entonces entra conmigo, amargado insensible- se exasperó, tendiéndole la diademilla. Sasuke la miró como si se tratara de fuego o veneno, como si tuviera que rehuir de aquella atrocidad, porque eso era, una mofa a su persona, a su personalidad y su hombría
 
Maldito hombre y sus ideas enfermas
 
Al entrar, se arrepintió enseguida, no solo de estar ahí sino de la ridiculez que llevaba puesta en su cabeza. Las miradas de burla no se hicieron esperar
 
-¡Naruto!- el aludido dio un respingo de espanto. -¿Por qué rayos no me dijiste que vendrían ellos?- recorrió a los compañeros del rubio con la mirada, uno a uno le devolvían un gesto que claramente evidenciaba sorna. Naruto se encogió de hombros
 
-¿Para que querías saber eso, dattebayo?
 
Casi inmediatamente después, cierta conocida pelirosa se acerco a él, vestida de bruja, Sasuke sintió deseos de decirle algo hiriente para alejarla pero en cambio movió la cabeza reprobatoriamente, dando por sentado que debió simplemente quedarse en casa a mirar unas películas
 
-Sasuke-kun- sonrió ella, tendiéndole un vaso con líquido rojizo y algunas figurillas flotantes dentro. Sasuke lo tomó más por fuerza que por cortesía, buscó con la mirada al padre de Naruto y al no verlo cerca, se relajó un poco
 
-¡Naruto!- la irritante voz se escuchó a lo lejos. Sasuke apretó el vaso desechable y quiso salir de ahí pero ya era tarde, Naruto se abrió paso por entre sus compañeros para abrazar a su progenitor que, irónicamente, usaba un atuendo similar al de Naruto, eran tan idénticos y a la vez tan diferentes…
 
Frustrante, simple y llanamente
 
Sasuke entornó la mirada al ver a Minato colocándole un poco de gel a Naruto en el cabello para moldear más las puntas. Oficialmente estaba fuera de lugar y además, detestaba que hiciera eso con Naruto. No, mejor dicho, repudiaba que le quitara toda la atención de él. No que estuviera celoso pero suponía que Minato si que lo estaba, por eso compartían ese sentimiento de desprecio mutuo
 
-¡Te ves increíble, dattebane!- la mujer pelirroja vestida de sirena corrió a su lado, levantando una suave ráfaga que logró mecer un poco su cabello. Sasuke dedicó una fugaz mirada a la escena familiar y dio un largo trago a lo que quedaba de su bebida. No supo en qué momento Minato se acercó a él, pero al escucharlo hablar a sus espaldas, intuyó perfectamente lo que diría
 
-Kushina y yo nos esforzamos mucho en organizar esta fiesta para Naruto, así que no te atrevas a arruinarla o juro que te desollaré vivo
 
La amenaza no surtió el efecto esperado, Sasuke se giró lentamente, con las palabras atascadas en la boca, palabras que retuvo al ver la máscara descarnada que llevaba puesta el mayor. A veces se preguntaba quién era más infantil, si él o su hijo
 
-Escuche, Naruto es mi pareja y le guste o no me quedaré aquí hasta que él vuelva conmigo
 
No debió ser tan directo pero tampoco pensaba ser hipócrita. Minato se quito la máscara y Sasuke fingió un pequeño sobresalto al ver su rostro
 
-Jajá, muy gracioso, Sasuke-kun
 
La imitación barata de Sakura lo hizo chasquear la lengua con enfado
 
-¿Por qué me odia?- quiso indagar. Minato permaneció meditabundo, mirándolo con desdén
 
-Mira, si realmente quieres agradarme ve y trae la caja del cobertizo. Necesito poner algunos adornos en la sala
 
De mala gana, Sasuke aceptó, repitiéndose mentalmente que valdría la pena al final, cuando él obtuviera su propia venganza, cuando escuchara a Naruto suplicándole por una tregua y que nunca más volverían a hacerse bromas estúpidas entre los dos
 
Extrañamente, un grito de euforia lo aturdió al pasar por la cocina, Sasuke reconoció aquel grito de Kushina y al asomarse discretamente pudo observarla abrazando afectuosamente a Naruto. No le sorprendería que su rubio amante le haya comentado las intenciones de sus endemoniadas bromas. Siguió de largo y bajó uno a uno los escalones. Al llegar abajo, encendió el interruptor
 
Sasuke escuchó un suave tintineo sobre él y trastabilló cinco pasos, justo a tiempo antes de que la docena de esqueletos lo enterrara ahí mismo
 
-Idiota- masculló al no ver ninguna caja cerca
 
-¡¿La has encontrado, Uchiha?!- la voz de Minato lo hizo enfurecer pero supo guardar la compostura. Se agachó y tomó algo entre sus manos antes de regresar sobre sus pasos
 
-Tenga- le entregó la etiqueta del precio, la cual el ignorante había dejado puesta en todos y cada uno de los esqueletos falsos. Minato maldijo por lo bajo y Sasuke se alejó sin querer saber nada mas
 
-Al menos deja a Naruto disfrutar esta noche- lo oyó decir en voz baja
 
¿Estaba de joda?, ¿Por qué él precisamente tenía que ser una molestia para Naruto?, vivían juntos, llevaban una relación complicadamente estable y aquel hombre se empeñaba en dejarlo como alguna clase de vándalo. Apretó los puños y relajó las facciones, pensando hacer caso omiso a la advertencia
 
-¡Aléjate de mi bebé, bribón!- Minato colocó ambas manos a los lados de su boca para intensificar el volumen del grito, haciéndose escuchar sobre la música. Sasuke sonrió para sus adentros
 
En efecto, ignoró deliberadamente lo ocurrido momentos antes y tras recoger los esqueletos y dejarlos bajo las escaleras, llevo a Naruto consigo para poder tener un poco de privacidad. Sasuke no se contuvo en lo más mínimo para besarlo y Naruto no tardó en corresponder el gesto, sujetándose de las barras de metal a sus espaldas
 
-Espe…esperah, no veo nada- replicó Naruto, tanteando sobre su ropa hasta dar con el diminuto interruptor. La potente luz encegueció a Sasuke por algunos segundos
 
-¿Qué rayos?- se frotó los parpados con el dorso de las manos y pudo contemplar mejor la silueta fosforescente junto a él. Ahora entendía a que se debían los tubos plásticos y su mente divagó mas allá al reparar en lo apuesto que lucia Naruto con ese traje. Volvió a besarlo, con más ferocidad que antes, aferrándolo de la cintura para unir aun más sus cuerpos
 
Naruto se removió en sus brazos, entre incomodo e inseguro, quizá por el lugar el momento. A Sasuke no le importaba, lo único verdaderamente relevante para él fue explorar con su mano libre el cuerpo que tan bien conocía, acariciar por encima de las prendas, buscando despertar el mismo deseo que él estaba experimentando. Faltó relativamente poco para que ambos cayeran al suelo, no obstante, Naruto alcanzó a sujetarse del borde de las barras metálicas y lo tomó a él del cuello de la camisa
 
-No me parece buena idea- soltó indeciso, Sasuke dejó escapar un resoplido a modo de respuesta. Ignoró la frase que, adjudicó mas como un simple comentario y lo tomó esta vez de las mejillas para estampar sus labios sobre los de él. Y es que la ansiedad lo recorría entero, una chispa de adrenalina al saber que podían ser descubiertos, al pensar en lo mucho que lo odiaría Minato por eso y en lo bien que lo pasarían ellos a sus espaldas
 
-Sasukeh…- gimió el rubio al tener los labios del Uchiha sobre su cuello, subiendo y bajando esporádicamente para succionar la piel descubierta. Naruto cerró los ojos al sentir el placer incrementándose, no estaba seguro de si aquello estaba bien y aunque las dudas lo carcomían, Sasuke no dejaba de rozar intencionalmente su pelvis contra su cadera, simulando una penetración que, al igual que a su pareja, le ponía y mucho
 
Poco le importó estar en el sótano. Se sujetó con fuerza de la espalda de Sasuke, sintiendo su erección despertar en medio de las caóticas caricias y los lascivos besos
 
-Hay algo que…- Naruto dudó en continuar, creyendo que sería mejor reservar la sorpresa para mas noche, cuando ambos estuvieran solos y Sasuke no tuviera que reprimirse la felicidad que, estaba seguro, sentiría al enterarse. –No te detengas- añadió y fue esta vez él quien dio el siguiente beso, gustoso y ansioso de que terminara pronto la noche
 
-¡Aah!- trató de cubrir su boca con ambas manos para reprimir otro jadeo. Sasuke lo había tomado desprevenido, introduciendo una de sus manos dentro de sus pantalones, deslizándola con suavidad hasta su erección y cerrando la palma justamente ahí
 
-Sé más discreto- vociferó el moreno a modo de burla, más que complacido de que Naruto no lo fuera. Empezó a masajear la erección contraria y al mismo tiempo, se dio a si mismo placer al masturbarse al mismo ritmo. Naruto se inclinó otro poco, sosteniéndose de pie con dificultad por los inminentes espasmos que le recorrían el cuerpo, uno seguido de otro
 
Tras unos segundos, Naruto se sostuvo de la pared a sus espaldas cuando Sasuke juntó mas su cuerpo con el de él, buscando intensificar el contacto, desaparecer cualquier distancia por más corta que fuera
 
-Ah…aquí no- gimió contra su oído, incapaz de pensar con claridad. Sasuke se detuvo, sintiendo la proximidad quemándole la piel. Muy a su pesar, dejó escapar el aire de golpe, se acicaló el cabello como pudo y entrelazó su mano con la de Naruto para ir hasta la recamara, rogando interiormente por no toparse con la "replica" de su pareja. Ese hombre era verdaderamente imparable cuando se lo proponía, era inmaduro y lo tachaba de delincuente cuando claramente estaba lejos de serlo
 
Quizá Sasuke no fuera amable, sociable, educado ni agradable, le costaba estar rodeado de personas todo el tiempo y con Naruto había tenido que acostumbrarse a no mirar más su propia sombra y hacer caso a lo que sucedía a su alrededor. Tolerarlo era difícil e inverosímil acostumbrarse a ello
 
Salieron despacio del sótano y Sasuke se detuvo para mirar a ambos lados, sin fiarse de la estridente música que hacia cimbrar los ventanales más cercanos. Asintió al ver despejado el pasillo y ambos subieron las escaleras con prontitud
 
A decir verdad, la decoración era bastante formidable. Había telarañas falsas adheridas a la pared, algunas velas sin encender sobre las salientes de los muros y algunos móviles de fantasmas pendiendo de las lámparas. Incluso la puerta de la recamara de Naruto exhibía una especie de letrero en forma de pergamino. Sasuke no se sorprendió en lo más mínimo al reparar en el interior de la alcoba. Seguía estando en las mismas condiciones de siempre. Ordenada y con algunos de los artículos personales de Naruto. Cuando eran amigos, él solía ir seguido a esa casa, la conocía lo suficientemente bien como para perderse, pese a lo grande que era
 
De repente, dejó de mirar a su alrededor para obedecer nuevamente a sus instintos sexuales y empujó a Naruto sobre la cama para subirse sobre él. Francamente no entendía la razón que tenia Naruto para comportarse tan extraño ese día, ni siquiera lo había oído pedirle que lo acompañara a la "mansión embrujada" que, como cada año, se efectuaba cerca del cementerio. A Naruto le encantaba ir a esos sitios aunque terminara usándolo de escudo cuando los sujetos disfrazados salían de entre las criptas para hacer su trabajo. Y añadiéndole a ello el hecho de que tampoco le pidiera que lo acompañase a pedir caramelos, debía suponer que la broma iría muy en serio, pero estaba bien, él también tenía preparado algo para la ocasión
 
-Ah, Sasuke…creo que…que deberíamos bah…bajar- pedía Naruto entrecortadamente, asiéndose con fuerza de la espalda del moreno, sintiendo la dureza proveniente de sus pantalones, rozándolo insistentemente con su rodilla al tratar de acomodarse para buscar una posición mas cómoda
 
Por toda respuesta, Sasuke procedió a despojarse de la playera, repitiendo el mismo procedimiento con sus pantalones, Naruto tenía que estar bromeando para pedirle que se detuviera a esas alturas. Estaba por besarlo cuando las prendas a su lado llamaron momentáneamente su atención
 
-¿Qué es esto?- preguntó, alzando la diadema y el diminuto short cobrizo. Naruto se las arrebató de las manos, con el rostro ardiendo en vergüenza
 
-Es mío- trató de ocultarlo a sus espaldas pero el moreno volvió a quitárselas de las manos para inspeccionarlas mejor. Sasuke recordaba vagamente ese traje, quizá de dos años atrás, cuando aun eran amigos, cuando no tenían muy en claro sus sentimientos por el otro. Naruto le había pedido por primera vez que lo acompañara a la noche de Halloween y él, como todo buen idiota enamorado, no pudo negarse
 
Recordó habérselo comido con la mirada cuando llego a su casa, así como la mirada fulminante que le dirigía el padre de Naruto, debió ser muy obvio en aquel momento pero verlo vestido de Kitsune lo había puesto, y mucho
 
-Póntelo- pidió excitado. Naruto lo observó boquiabierto, como hubiera dicho alguna clase de disparate
 
-No me queda- mintió
 
-Si lo haces, prometo ser menos grosero con tu padre- no era un buen trato en realidad, en primera instancia porque no estaba prometiendo dejar de lado su hostilidad, sino limitarse un poco, quizá tratar de congeniar, o en el peor de los casos, seguir manteniendo su distancia
 
-Pervertido- Naruto se levantó casi por inercia, llevándose las prendas consigo para encerrarse en el cuarto contiguo, temiendo que Sasuke sospechara algo si se negaba a tener relaciones, después de todo, habían dicho que podía hacerlo
 
Se midió las orejas y comprendió mejor a Sasuke al mirarse en el espejo. Se veía tan ridículo, y sus marcas de nacimiento no ayudaban en nada. Realmente lo hacían parecer un zorro…del tipo animal…
 
Naruto se deshizo de su ropa y solamente se quedo en ropa interior. El short era tan corto que le apenó salir así. Sasuke era un depravado, esa no era ninguna novedad para él
 
-Sal…- suspiró Sasuke del otro lado de la puerta, apoyado contra la pared, de brazos cruzados y a la espera de que Naruto se dignara a salir
 
Ruborizado, Naruto abrió la puerta, tuvo que correr a poner el seguro al recordar que seguían en casa de sus padres, a ellos no les haría ninguna gracia encontrarlos de aquella forma tan intima
 
-Perfecto- Sasuke sonrió satisfecho y se mordió el labio inferior
 
Naruto tembló al sentir los suaves besos que Sasuke repartía sobre sus hombros, besos húmedos, cortos, besos que empezaron a ascender por su cuello hasta llegar a su clavícula, donde un ligero mordisco lo hizo estremecer de pies a cabeza
 
Lo siguiente que Naruto supo fue que Sasuke se había abalanzado prácticamente sobre él, como un depredador atacando a su presa. Sus manos estaban inmovilizadas sobre su cabeza y su respiración se había vuelto descontrolada al tener a Sasuke entre sus piernas y mirándolo con lascivia
 
-Solo me lo puse por ti- logró decir en medio de la creciente vergüenza que sentía. La sonrisa de Sasuke se atenuó levemente
 
-Lo sé- murmuró en su oído y acto seguido lamió desde su cuello hasta su mejilla, haciéndole perder el control al saberse bajo el dominio de él. Naruto consideró que era una ridiculez, ladeó el rostro sobre la almohada y pensó detenidamente el por qué tenía que vestir así si Sasuke lo iba a desnudar de todas formas
 
Lo vio incorporarse lo suficiente para liberar su erección y Naruto lo analizó más detenidamente. Quizá no pretendía quitarle la ropa
 
-Lámelo- exigió Sasuke a modo de juego. Naruto estaba tan rojo que ya le era imposible fingir indiferencia ante las reacciones de su cuerpo, estaba tan duro como Sasuke, tan excitado como él, no tardó en ser soltado, esperó a que Sasuke se recostara y gateó hasta él con suma parsimonia, buscando desesperarlo aun mas
 
-¿Qué haga qué?- ronroneó, haciéndose el desentendido. Con más fuerza, Sasuke se mordió los labios
 
-Lámelo- repitió, comenzando a masajear su propia hombría que ya exigía atención. Naruto hizo un gesto zorruno y se agachó apenas un poco para lamer la erección de la base hasta la punta, provocando un escalofrío en el contrario
 
Volvió a hacer lo mismo y esta vez se detuvo en la punta, donde movió su lengua en círculos, lento, despacio, complacido de ver como Sasuke se retorcía de vez en cuando. Decidió no hacerlo esperar más y metió el miembro dentro de su boca, introduciéndolo poco a poco hasta el fondo
 
-Joder…- Sasuke soltó un suspiro de satisfacción cuando el sutil sube y baja tuvo lugar, la boca de Naruto estaba tan caliente, tan húmeda que lo hacía delirar de placer. Aun mas cuando se dignó a abrir los ojos para mirarlo y la imagen que le proyectó Naruto casi lo hace eyacular sin mayor ceremonia
 
Naruto mantenía los ojos cerrados mientras sujetaba su hombría con ambas manos y engullía con torpeza, sus mejillas exhibían un leve sonrojo pero ni con eso se detuvo. A Sasuke incluso le resultó un tanto hilarante verlo tan cohibido por primera vez, aunque tenía razones de sobra para estarlo, después de todo estaban en la casa de sus padres
 
Cuando estaban a solas, Naruto era mucho más sucio y malhablado que él a la hora de tener sexo
 
"Más duro, Sasuke"
 
"Más fuerte, Sasuke"
 
"Más rápido, Sasuke"
 
Casi podía escucharlo gemir y eso era demasiado
 
Sus caderas dejaron de impactar contra la boca de Naruto cuando sintió el próximo orgasmo. Sasuke se detuvo en seco y enredó los dedos en el cabello de Naruto para que se detuviera
 
Y así lo hizo, Naruto dejó de succionar su erección para pasar a mirarlo inquisitivamente. Sasuke se lamió los labios, apartó la espalda del colchón para tomar a Naruto de la cintura y guiarlo hasta la orilla de la cama
 
Naruto se dejó llevar y tampoco opuso mucha resistencia cuando Sasuke lo sentó en su regazo y le bajó un poco el short, apenas lo suficiente para introducir su lubricado miembro y empezar a embestirlo
 
Gimió con fuerza y se aferró a los hombros del moreno, agradeciendo el nivel de la música que se había encargado de disipar su grito
 
-Estás tan apretado- Naruto inspiró despacio cuando la pelvis de Sasuke impactó una y otra vez en el mismo punto, con mucha fuerza pero sin llegar a lastimarlo, al contrario, le gustaba, no quería que se detuviera
 
-Más…ah… duro
 
Sasuke casi tuvo deseos de sonreír pero lejos de ello, afianzó su agarre en la cintura de Naruto, mordió levemente su cuello y aumentó la velocidad de las embestidas, ya sin importarle nada más que complacer a Naruto y a si mismo
 
Subía y bajaba las caderas de Naruto sobre su hombría al tiempo que él mismo lo embestía rápidamente, entrando y saliendo casi por completo, tan excitado por la estrechez que recibía su erección entre cada estocada y tan satisfecho al escuchar los múltiples gemidos de Naruto que inundaban todos los rincones de la habitación
 
Y cuando estuvo a nada de venirse, se detuvo. Naruto gimió al borde del orgasmo pero sin alcanzarlo tampoco
 
Sasuke no le dio tiempo a replica alguna, lo recostó de espaldas sobre el colchón, bajó la prenda de golpe y lo penetró de una sola vez, arrancándole a Naruto un fuerte gemido de placer que vibró en sus oídos
 
-No te detengas….- Naruto apretaba los labios mientras se asía con dureza de la espalda del moreno, disfrutando de las placenteras descargas que sacudían su cuerpo entre roce y roce. Sentía como Sasuke se movía dentro de él, su miembro desgarrándolo, entonces tuvo miedo pero ni siquiera logró pedirle que parara cuando Sasuke se tensó sobre él para finalmente embestirlo con fuerza y correrse dentro
 
Naruto cerró las manos en torno a las sabanas cuando vio venir su propio orgasmo. Su cuerpo colapsó bajo los deliciosos espasmos que le sobrevinieron, la sensibilidad se apoderó de su cuerpo y sintió ganas de dormirse pero sabía que no debía hacerlo, así que se forzó a incorporarse pasados unos minutos
 
Sasuke lo observó fijamente, sus miradas se encontraron entre el silencio y Naruto solo atinó a levantarse para vestirse su primer disfraz antes de que fueran a buscarlos a ambos
 
-Cumplí mi parte, ahora te toca a ti
 
Sasuke bufó cansado desde su lugar en la cama pero se obligó a levantarse y volver a vestirse
 
Cuando bajaban las escaleras, Naruto se quedo estático al reconocer a Minato a escasos dos metros de distancia, llevando una pesada charola con ponche. Retrocedió dos pasos y se ocultó detrás de Sasuke, quien, totalmente indiferente, esperó paciente a que el rubio mayor se perdiera entre el gentío para poder bajar
 
Sin embargo, no consiguieron unirse al alboroto cuando la pelirroja los abordó a ambos
 
-¿Te estás divirtiendo?- se dirigió únicamente a Naruto y este asintió sonriente. –Me alegra, dattebane. Espérenme en el comedor para servirles algo de comer, seguro que tienen hambre
 
Sasuke no desistió a la idea de probar algo, admitía que Kushina era pésima en la cocina pero también estaba consciente de que Naruto se sentiría mal si rechazaba probar bocado
 
En cuanto estuvieron sentados, Minato entró al comedor, con una expresión de desconcierto que, llegó a incomodar a Sasuke, haciéndole creer que ya sabía lo que habían estado haciendo momentos antes, al menos lo habría descubierto de haber entrado a la recamara de Naruto
 
-¿En donde estaban?, los estuve buscando por casi media hora
 
Naruto sonrió nervioso y Sasuke casi escupió las palabras al recibir un quedo golpe en las costillas. El maldito acuerdo
 
"Me estaba follando a su hijo, fornicamos, me lo tiré, garchamos, tuvimos relaciones, nos enredamos, hicimos el amor, sexo, coito,…"
 
-Veíamos la decoración- se encogió de hombros. –No esta tan mal- se mordió la lengua tras soltar tales palabras. Si estuviera hablando con Kushina no sería tan complicado pero era él, los incipientes ojos azules que lo veían con rabia contenida, las expresiones faciales que no ocultaban nada, la tensión entre ellos era evidente
 
-Naruto, ¿Por qué no vas y le ofreces un poco de ponche a tus amigos?
 
-Ah, sí…- el menor abandonó la mesa y Sasuke vio venir una incómoda plática de la que no quería enterarse. Minato suspiró en cuanto Naruto se hubo alejado
 
-Seré honesto contigo, no me agradas
 
"Menuda novedad" pensó Sasuke, rodando los ojos con fastidio
 
-Aun no comprendo la relación que tienes con Naruto pero…
 
-Ese es precisamente el problema- lo interrumpió. –No lo entiende. Somos pareja y es un hecho que ya debería haber afrontado. Sigo sin entender por qué me odia tanto
 
-No es solo a ti- suspiró Minato, hundiendo el rostro entre sus manos, frustrado. –Odiaría a cualquiera que estuviera con Naruto
 
Sasuke negó en desaprobación, se sujetó el puente de la nariz con sus dedos pulgar e índice y de nueva cuenta se obligó a mostrar su mejor faceta para darle a entender de una vez por todas que jamás lastimaría a Naruto, de ningun modo
 
-Escuche, yo…
 
Se tocó el bolsillo cuando este vibró de repente. Sasuke entornó la mirada con desconcierto y leyó el mensaje discretamente bajo la mesa
 
"Jefe, estamos listos. Esta será la broma del siglo"
 

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