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Haré lo que tú quieras... por Yakaylex2

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Notas del fanfic:

Todos los nombres utilizados pertenecen a sus respectivos autores. Fanfic sin ánimo de lucro. Hecho por una fan para fans.

Notas del capitulo:

Hola amigos, aquí con una nueva historia. Como podrán observar no coloqué ni nombres a los personajes, ni características físicas y se podría clasificar en varias categorías. Esto es así para que la historia pueda ser imaginada por ustedes con la pareja que más sea de su agrado, tomando en cuenta esos típicos cliché que caracterizan a las parejas yaoi. ¡Espero que les guste!

-Te quiero...

Despierto sobresaltado. Tomo mi almohada y ahogo un grito en ella. ¿Por qué diablos vuelvo a soñar eso? No puede ser normal tener el mismo sueño durante tantas semanas… 

Siempre es igual, él y yo ocupándonos de nuestras tareas diarias, mientras charlamos un poco. Entre broma y broma comienza a decirme sus típicas frases como "soy mejor que tú", "soy más popular con las chicas", entre otras que no recuerdo. Durante varios minutos la discusión comienza a tomar forma hasta convertirse en una pelea. Detesto su carácter y apariencia tan infantil -aunque ya no sea un niño-. Parece un bebé haciendo drama porque no puede tener su juguete favorito. Trata de golpearme, pero sucede que es más bajo que yo, así que ni siquiera puede acercarse. Solo le queda una opción. Se da la vuelta y se aleja un par de pasos. Parece de verdad molesto. Siento ese estremecimiento en mi pecho que me hace tener la necesidad de disculparme. Cuando estoy a punto de gritarle, voltea hacia mi dirección y con prisa se abalanza hacía mí, en una tacleada que solo los profesionales pueden lograr.

No puedo hacer nada, cae con todo su peso y ambos terminamos en el suelo. Teniéndolo sobre mi abdomen, comienza a usar una técnica milenaria llamada "hazle cosquillas a tu mejor amigo". Comienzo a reír sin parar mientras escucho su propia risa. Después de unos minutos estoy a punto de morir y le pido que me deje, pero no lo hará tan fácil:

 

- ¿Y si... hago tus... ja, ja, ja... tus tareas... durante una semana? - Le pregunto intentando controlarme.

- No lo sé... Siento que no valdría la pena. - Me dice mientras vuelve al ataque.

- ¿Y si limpio... ja, ja, ja... tu habitación?

- Suena bien... Pero no lo suficiente. -Me sonríe malévolamente, siento que no podré aguantar más.

- ¡Ya, déjame! -trató de parecer enojado, pero no lo consigo. - Ja, ja, ja ¿qué quieres entonces? Ja, ja, ja, ¡Haré lo que quieras!

- ¿Lo que yo quiera? - Me pregunta con una mirada profunda. Algo poco usual en él.

- ¡Si, lo juro! - Siento como de inmediato deja de hacerme cosquillas y de inmediato me siento mejor. Me ayuda a incorporarme y vuelvo a verme más alto que él. Trato de respirar con calma. - Muy bien, ¿dime que quieres...? - Me interrumpo ya que siento sus delgados labios sobre los míos, besándome de una manera algo apasionada que digamos. Jamás había besado a alguien así, así que torpemente le correspondo, pues lo había prometido.

- No pienses... - me dice mientras deja mis labios por un momento. - Solo déjate llevar... - Me abraza del cuello y yo instintivamente le rodeo el torso. Su cintura no es curvilínea como la de una chica, sin embargo, se amolda bastante bien en mis brazos.

 

Profundizamos más el beso y después de un rato nos separamos. Abro los ojos y miró su rostro. Su apariencia sigue siendo la de niño pequeño, pero ahora me parece adorable. Entonces me atrevo a decirle algo que jamás había pensado, que jamás se me habría ocurrido a no ser por ese beso...

- Te quiero...

 

Y volvemos al principio, siempre lo mismo. ¿Por qué le digo eso? Es mi mejor amigo -aunque a veces no se lo demuestro y prefiero molestarlo. - Pero gracias a ese estúpido sueño ahora paso todos los días viéndolo con mi mejor cara de imbécil. Lo sigo con la mirada y cada vez que aparece, mi corazón late, preso de una taquicardia repentina. He tratado de evitarlo, pero es difícil - más ahora que, por circunstancias de la vida, somos compañeros de habitación -. No me gustaría que termináramos nuestra amistad por una tontería así...

 

- ¡Oye, si no te das prisa llegaremos tarde! - Siento como una almohada gigante me golpea la cara. Despierto y noto que es de día-.  ¡Llevo más de una hora tratando de despertarte y ni te dignas a hacerme caso!

- ¿Se puede saber por qué me tienes que pegar? - Estoy furioso y comienzo a gritarle con palabras poco amables. Creo que no fue buena idea despertarme así.

 

El empieza a decir sus estúpidas frases de siempre y mostrándome una mueca burlona. Estoy harto. Comienzo a tomar todo lo que hay a mi alrededor y se lo arrojó. La almohada, la cobija, mi pantufla... Él sigue sonriendo burlonamente mientras salta infantilmente de un lado a otro, esquivando mis ataques. Sin pensarlo, tomo un libro algo pesado y se lo lanzo. Para mi mala suerte, logro darle justo en la cabeza, haciendo que el pobre chico caiga inconsciente en el piso... ¡Oh, no!

 

- ¡Mierda! - corro a su lado y lo muevo suavemente. Reviso si tiene alguna herida, pero solo puedo sentir un ligero abultamiento en su cabeza. - Lo siento de verdad, ¡Perdóname!  - Coloco mi mano en su mejilla y le doy unos suaves golpecitos. - Vamos, despierta ¡Por favor! - Al menos sigue respirando. - ¡Haré lo que quieras, pero despierta por favor! - Coloco mi cabeza en su pecho, arrepentido de haberlo lastimado.

 

De pronto escucho una suave risilla. Alzo mi cabeza y lo veo son esa sonrisa burlona.

 

- ¿Lo que yo quiera? - Me pregunta con un poco de torpeza.

- ¿Estabas fingiendo? - Lo miro furioso, dispuesto a comenzar nuevamente la batalla, pero el niega con la cabeza.

- Tus lágrimas de arrepentimiento me despertaron... - Mueve su rostro de manera dramática. Le doy un suave golpe en su brazo.

- ¡No seas payaso! - Estoy a punto de levantarme, pero me detiene.

- Dijiste que harías lo que quisiera... - Lo miro a los ojos y mi corazón comienza a latir otra vez. Asiento lentamente. Sonríe y siento como me acerca poco a poco hacia él. - Entonces dame un beso, para sentirme mejor...- Trago saliva y comienzo a ponerme nervioso. - ¿No quieres...? - Miro en su rostro un poco de dolor y niego de inmediato con la cabeza. Moría de ganas por hacer mi sueño realidad, ¿para qué fingir lo contrario?

 

Trato de colocarme en una posición más cómoda y lo tomo por la barbilla. Lo beso poco a poco, sin tanta prisa como en el sueño, disfrutando del suave sabor de sus labios. Mi corazón está a punto de salirme del pecho. ¿Lo digo o no?, ¿lo digo o no? 

 

- Te quiero... - me dice con su voz infantil que tiene.

- Yo también... - logró susurrar, mientras me pierdo otra vez en sus labios. - De pronto unos golpes nos hacen bajar de nuestra nube.

- Chicos, si no bajan en este instante habrá problemas con "ya saben quién". - La única chica que siempre se ha preocupado por nosotros.

- ¡En seguida bajamos! - Le grita mi compañero mientras nos ponemos de pie. - Me iré adelantando para cubrirte ¿ok?

- ¿De verdad harías eso por mí? - Le pregunte incrédulo, jamás creí que lo haría y menos después del golpe que le di.

-Bueno... - me mira nuevamente con su típica sonrisa burlona. - Puedes hacerme un favor especial cuando regresemos... - Siento un calor en mi cuello y sé que estoy a punto de sonrojarme, pero me repongo de inmediato y le sonrió con mi mejor mirada de desafío.

- Hare lo que tú quieras...

Notas finales:

Bueno hasta aquí la historia. Espero haber logrado el objetivo y ya saben que cualquier comentario es bienvenido - Hagan feliz a una persona hoy (^–^) -. ¡Nos vemos en el siguiente!


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