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Troublemaker. por RLangdon

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Un fuerte mareo lo asaltó, acompañado por una nueva sensación de nauseas. Naruto se cubrió la boca con ambas manos y corrió de inmediato al cuarto de baño, ignorando el semblante de preocupación que tenia Shikamaru


Se arrodilló frente al inodoro y devolvió el estomago por simple reflejo. Algo le había caído mal, algo le hizo daño y mientras Naruto trataba de encontrar la causa de las terribles nauseas, logró escuchar a la perfección la voz de Shikamaru, respondiéndole a su mamá con un tono sumamente alterado


Algo estaba mal, algo…


-¡Por kamisama!- la voz de la mujer se escuchó a la lejanía, a pesar de que Naruto sentía la presencia a sus espaldas, no conseguía enfocar la mirada. La coordinación en sus movimientos le fallaba. Quiso levantarse y se desplomó con más rapidez de la que le tomó incorporarse. Cuando por fin alzó la mirada, presa de la confusión y el temor, sintió la humedad recorrerle la comisura de los labios


Se llevó los dedos en esa dirección, creyendo falsamente que se trataba de su saliva


No, era sangre, sus miedos se materializaron. El dolor en su estomago se intensificó para devolverlo a su posición inicial


-Me duele…mucho- consiguió articular antes de devolver por tercera ocasión el estomago. Ni siquiera le daba tiempo de preguntar por Shikamaru, pero no fue necesario


Las nauseas cesaron de repente, mas no así las caricias en su espalda. Era todo, su estomago estaba vacío y su rostro ligeramente perlado de sudor por el esfuerzo efectuado


-¿Shikamaru?


Más voces se filtraron a sus oídos pero no le dio tiempo de preguntar nada más. Unos brazos ajenos lo tomaron de las caderas con suavidad para levantarlo, lo siguiente que Naruto supo fue que la figura que lo sujetaba se distorsionaba frente a él. No tenía idea si se trataba de algún genjutsu, un sueño o la realidad misma. Se sumió en la inconsciencia, implorando que todo estuviera bien cuando despertara


No fue así…


El dolor lo forzaba a doblegarse sobre la camilla en la que lo estaban trasladando. Naruto se retorcía de dolor, sujetándose el estomago, las punzadas internas le llegaban una a una sin oportunidad de recuperarse de ellas


Vio el rostro de Shikamaru junto a él, lloraba. Los ojos chocolate derramaban lágrimas de frustración e impotencia


Naruto se aferró a los costados de la camilla para incorporarse un poco. Escuchó la voz de Shizune exigiendo que abrieran la puerta del quirófano y supo que las cosas solo podían empeorar


Tomó aire por la boca en un impulso por refrenar lo inevitable


-Shika…maru- lo llamó entrecortado, sintiendo nuevas punzadas de dolor que amenazaban con hundirlo en la inconsciencia una vez más


-Aquí estoy, Naruto- pese a todo, Shikamaru le apretó con firmeza la mano. Casi llegaban a su destino, todo estaba preparado para la intervención. Cerró los ojos con fuerza en un intento por disipar las imágenes perturbadoras que se formaban en su cabeza. Naruto lo notó


–Si algo sale mal…


-¡Nada va a salir mal!- Shikamaru no estuvo seguro si el eco de su propia voz se debió al estruendo del fondo que se entremezcló con sus palabras, o si realmente gritó desesperado


-Cuídalo


Ya no pudo avanzar más. Uno de los médicos lo apartó antes de que la puerta se cerrara. Shikamaru apenas logró vislumbrar la sonrisa forzada en los labios de Naruto, se sintió a desfallecer


Nada iba a salir mal. Todo estaría bien. Si lograba convencerse de ello, si realmente lo intentaba, entonces…entonces


Pero la bruma mental le impedía razonar cualquier cosa. Su organismo entero parecía haberse adormecido, sumiéndolo en un estado de shock que no duró más de cinco minutos


Cuando logró reaccionar. Sus pasos resonaron por todo el pasillo. Caminaba de izquierda a derecha, con ambas manos tras de su espalda y una expresión de temor que lo delataba por completo


No, Naruto realmente iba a estar bien, él y su bebé estarían en óptimas condiciones cuando todo terminara


Recordó a Sakura y todo empeoró. Lo consumió la ira tan veloz cual fuego consumiendo una vela. Sus facciones se tensaron. Era su culpa, ella había sido la causante de todo


Dio un paso y retrocedió de nuevo para mirar hacia atrás. No podía dejar solo a Naruto cuando más lo necesitaba pero por otro lado, tampoco era de utilidad, no lo dejarían entrar hasta que la intervención finalizara. El bebé de ambos iba a morir si no lo sacaban pronto


Cerró los puños con tanta fuerza como le fue posible. Shikamaru ni siquiera sintió el dolor que debía estarse produciendo bajo la piel lacerada. Las gotas carmesí mancharon el linóleo a sus pies


Sakura iba a escapar, estaba convencido de ello. Ella y Sasuke, ellos…ambos…


Tuvo que salir a toda prisa del hospital para devolver el estomago sobre uno de los jardines aledaños. No lo soportaba, era demasiado estrés, demasiadas preocupaciones juntas


Jadeó, reprimiendo la hiperventilación que se avecinaba e hizo acopio de sus fuerzas para ponerse de pie


No podía dejar que la cobardía se apoderara de él, no de nuevo y mucho menos en una situación de suma relevancia como esa


Su instinto lo llevó a inspeccionar la zona. Ascendió con rapidez uno de los arboles, se impulsó con ambas piernas y continuó su recorrido sin permitir que nada mas lo distrajera de su objetivo


-Kabuto me habló sobre tus intenciones para con Naruto- sonrió Orochimaru, observando con deleite la expresión furibunda de Sasuke. Sabia con antelación que el Uchiha estaba próximo a salir rumbo a la aldea de la hoja


-No les concierne- tajó Sasuke, dirigiéndose a la salida. Verdaderamente estaba ansioso por tener a Naruto consigo, el escondite de Orochimaru comenzaba a asfixiarlo y él de algún modo necesitaba compañía, pero no una cualquiera, necesitaba a Naruto. Ahora que sabía que el Uzumaki era capaz de procrear, se había fijado su siguiente meta


-No tiene caso que pierdas tu tiempo- comentó Orochimaru, haciendo una seña con la mano para que su subordinado encendiera la luz


Kabuto se ajustó las gafas con el índice al tiempo que acataba las órdenes de su superior. Le sorprendió no ver ningun deje de emoción en las pupilas de Sasuke pero sabía que eso estaba por cambiar


-En verdad no tiene caso…


-No pedí tu consejo- lo interrumpió Sasuke, manteniendo su faceta neutral en todo momento. Ciertamente no le importaba nada más ahora. Iría por Naruto y continuaría su entrenamiento al lado del ser que le había prometido hacerlo más fuerte mediante jutsus de diversas categorías


-Naruto morirá pronto- esta vez fue el turno de Kabuto por sonreír. El rostro de Sasuke se había contraído ligeramente ante lo dicho. Vaya, no era de hielo después de todo…


-¿A qué te refieres?


-Le pedí a Kabuto que añadiera un químico extra a las hierbas- Orochimaru hizo una pausa al notar la tensión en el ambiente. Le encantaba molestar a su nuevo aprendiz y futuro contenedor. –No me mires así, si Akatsuki lo encuentra antes será una verdadera amenaza para mí. No podemos dejar que eso pase


Sakura se dispuso a acomodarse la mochila sobre su hombro cuando un sonido sobre ella la alertó. Fue tan rápido que apenas si logró asimilar que sus funciones motoras estaban totalmente inmovilizadas


Shikamaru la observó con imponencia, manteniendo siempre su distancia. Nunca había golpeado a una mujer pero por unos segundos se replanteó si aquel individuo que tenía ante sus ojos realmente se trataba de una


Y es que no había forma que alguien cometiera esa clase de bajezas sin el minúsculo ápice de remordimiento. Pero no vio esa sensación en los ojos jade, solo temor a lo que le deparaba el destino


Se preguntó qué sucedería si llegaba a entregarse al impulso. Nada bueno, estaba seguro, al menos no para ella que lo había destrozado en cuestión de minutos con sus estúpidas y perversas acciones


Afortunadamente no hubo tiempo para analizar las infinitas posibilidades. Uno de los miembros de Anbu le tocó el hombro y Shikamaru tuvo que ceder la responsabilidad a sus superiores, sin importar cuánto deseara encargarse él mismo


La frustración se apoderó de nueva cuenta de él, se dejó caer de rodillas para golpear el suelo con todas sus fuerzas, un intento inútil por descargar la ira interna. Un sonido ronco salió de su garganta, no fue un grito pero tampoco un murmullo. Inconscientemente nombró a Naruto y la preocupación interna se disparó por su sistema, haciéndolo devolverse sobre sus pasos para ir nuevamente hacia el hospital


Al llegar, la mirada que le dirigió Shizune no fue de entera felicidad como el suponía. Shikamaru temió lo peor, su cuerpo se paralizó a escasos metros del quirófano, tenía que entrar pero de pronto sus pies no le obedecían. Alguna fuerza extraña lo mantenía atado en su lugar, era el miedo de perderlos a ambos


-¿En dónde está Jiraiya?- fue lo primero que salió de sus labios al retomar la forzada caminata hacia la camilla de Naruto. Shizune cesó con las explicaciones


-En la aldea de la lluvia


Shikamaru se tensó momentáneamente. Estaba al tanto de lo que sucedería con el sello que aprisionaba al Kyuubi en el interior de Naruto. Se debilitaría. Todo se estaba complicando


¿Por qué ahora?, ¿Por qué justo ahora tenía que estar el Sennin en otro maldito lugar?


Un sudor frio le recorrió la espina dorsal al ver el estado de Naruto. Jadeaba, con sus labios ligeramente entreabiertos


Le tocó la frente y corroboró sus sospechas. Tenía fiebre. Pero él solo quería que alguien le dijera que todo estaría bien


-Devolvió el estomago- trató de auto convencerse al reparar en lo ocurrido. Shizune forzó una sonrisa, el personal comenzaba a impacientarse


Había al menos cuatro ninjas médicos rodeando la camilla de Naruto


-Debe haber alguna otra toxina en su torrente sanguíneo


Shikamaru cerró los ojos. Las esperanzas se escapaban de sus manos


¿Toxinas?, ¿Qué toxinas?


-El chakra de Naruto se está debilitando- continuó Shizune, dirigiendo una rápida mirada a los instrumentos junto a la camilla


No, Shikamaru negó con la cabeza. Aun era muy pronto, faltaba al menos un mes para que Naruto diera a luz. Se estaban arriesgando demasiado


-Cuídalo…- la voz de Naruto se repitió en su mente.


-No me des a escoger- casi fue una súplica. La mirada cristalina de Shizune le decía lo contrario. –No puedo…


-Naruto está haciendo todo lo posible para proteger a su bebé- Shikamaru la miró dubitativo, sentía su mundo colapsarse bajo sus pies. Un hueco expandiéndose en su interior


Inseguridad, miedo, enojo, confusión


Todo parecía manifestarse a la vez


-¿Cómo…?- sus labios se movieron pero no emitió ningun ruido. Aun así, Shizune intuyó lo que pretendía preguntar


-Rodeó el saco amniótico con su chakra para evitar que cualquier sustancia se filtrara dentro


Shikamaru tensó la mandíbula. No era tiempo de dudar, sino de actuar. Naruto se estaba esforzando y él no pensaba defraudarlo de nuevo


-Cuando su chakra llegue al límite…


-Lo sé- Shikamaru se posicionó rápidamente frente a la camilla, colocó ambas manos sobre el estomago de Naruto. Shizune se apresuró a negar en desaprobación


-Ya lo intentamos. Si tu chakra no es compatible de nada servirá, el chakra de Naruto no es…


Pero Shikamaru no la escuchó. Dejó de prestar atención para concentrarse en moldear chakra. Shizune lo miró perpleja al comprender las intenciones de Shikamaru. No pretendía transferirle chakra a Naruto sino al bebé


-No hay forma de que no seamos compatibles- Shikamaru sonrió a medias, sin dejar de mirar el halo de luz proveniente de sus palmas. Si desplazaba el chakra de Naruto con el suyo, ya no habría riesgo para ninguno de los dos


-Pero agotaras tu chakra- se alarmó Shizune, dando un paso al frente


-De nada me sirve tenerlo si no puedo protegerlos- murmuró en voz apenas audible


-Lady Tsunade decidió acompañar a Jiraiya- se lamentó la castaña, recordando la necesidad de Tsunade en su afán por abandonar las firmas para ese día. –Sakura…


-Te agradecería que no la nombraras- Shikamaru dio un respingo y frunció el entrecejo. Sentía las fuerzas abandonar su cuerpo pero no iba a defraudar a Naruto


Los ninjas médicos retomaron las labores, preparándose para la próxima cirugía. Shizune dio órdenes explicitas y todos se pusieron manos a la obra


-Resiste un poco, Shikamaru- le pidió Shizune, colocándose a su lado para ponerle la mascarilla de oxigeno a Naruto


El susodicho asintió en silencio. No estaba seguro de soportar mucho pero no tenía muchas alternativas en esta ocasión


Se concentró en mirar el rostro apacible de Naruto, gemidos inaudibles escapaban de vez en cuando de su garganta, ahogándose en la mascarilla


Shikamaru cerró con fuerza los ojos, todo el movimiento a su alrededor lo ponía de nervios. La situación lo abrumaba en demasía


Tuvo que dejar que uno de los guardias que custodiaban la entrada lo apresaran. No había otra forma de entrar y él estaba desesperado por encontrar a Naruto. Orochimaru no mentía y él había caído en su sucio truco. Permitió que lo manipulara a su antojo para llegar a Naruto y conseguir su propio fin egoísta por eliminarlo


Ni bien estuvo adentro, Sasuke se zafó del agarre doble. Tergiversó una patada para derribar a sus captores y lo primero que hizo fue concentrarse en detectar un chakra en específico


Su corazón se aceleró a niveles abismales. El chakra de Naruto era tan débil que apenas si lograba percibirlo


Sabia donde se encontraba, el problema sería como entrar


Sin embargo, eso no le impidió esquivar el resto de Shinobis para dirigirse al hospital de Konoha


No quería que Naruto muriera, solamente el estorbo que llevaba en su interior y que él mismo se encargaría de reemplazar


Gotas de sudor se deslizaron por su nariz, Sasuke se frenó en seco cuando el chakra de Naruto se redujo a…nada


-Casi termino- informó Shizune, volviendo a colocarse el cubrebocas. Shikamaru apenas logró asentir en ademan, se había debilitado demasiado y solo su fuerza de voluntad lo mantenía consciente. Su chakra comenzaba a debilitarse también, pronto ya no podría usarlo


Pero su preocupación fue otra cuando se giró un poco para mirar a Naruto


-Por favor Naruto- suspiró al borde de la inconsciencia. –Resiste…


-¡Terminé!- exclamó Shizune, dejando escapar el aire por la boca. –Es niño


Shikamaru quiso verlo en cuanto el llanto del pequeño inundó sus oídos pero las lágrimas le impedían ver nada más que manchas difusas


-Bien hecho, Naruto- el aludido esbozó una débil sonrisa


-.-.-.-.


Shikamaru no contuvo la felicidad que recientemente lo invadía. Una y otra vez acarició el cabello rubio. La mezcla de emociones se había ido para dar paso a una alegría inmensa que no había experimentado hasta ese momento


Naruto le sonreía desde la camilla, manteniendo los ojos cerrados en todo momento. La debilidad lo consumía rápidamente pero al igual que Shikamaru se sentía pleno. Su bebé se había salvado, nada más escuchar los sollozos provenientes de la antecámara, la curiosidad se apodero de él


Estaba demasiado cansado para levantarse, demasiado alegre para llorar, y al mismo tiempo, demasiado ansioso por tener a su hijo entre sus brazos


Quería hablar pero incluso sus cuerdas vocales le hacían una vil jugarreta. Demasiado exhausto para pronunciar palabra


-Shikamaru- el aludido se limpió con discreción las lagrimas para ir en dirección de Shizune, emocionado al visualizar la pequeña frazada que cubría al recién nacido. No dudó en sostenerlo en brazos una vez que acortó la distancia con la castaña


Tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no llorar otra vez. Era el pilar de Naruto ahora, él que se encargaría de protegerlos, a ambos, a su familia. No podía darse el lujo de mostrarse vulnerable en ese momento


Los parpados del pequeño vibraron mientras Shikamaru se disponía a acercarse de nuevo a la camilla. El Nara boqueó un par de veces al notar la indecisión del pequeñito en pro de despertar. Supuso que debía estar tan exhausto como ellos. Pero ahora estaba bien, estaba a salvo


-Lo mantendremos unos días en la incubadora por si acaso- escuchó murmurar a Shizune tras de él. Asintió en silencio, incapaz de expresar la adrenalina que corría por sus venas al tener a su pequeño consigo


Apenas si rozó la mejilla del bebé con dos dedos, Shikamaru comprobó lo suave que era. Quizá la emoción más grande era representada por el tono en las hebras del cabello del recién nacido. De un castaño oscuro, como él


Recordó como un mes antes, una dicha similar lo había embargado


Pasaba de la media noche cuando Shikamaru escuchó pasos afuera de su recamara. Había optado por descansar esta vez en su pieza para evitar despertar a Naruto puesto que ya era tarde. Había demorado más de lo previsto en la misión junto a su equipo. Detestaba estar tan ocupado últimamente pero sabía que pronto tendría su merecido descanso


Bostezó prolongadamente y se incorporó para encender la luz de la mesita de noche. No le dio tiempo de hacerlo cuando Naruto se abalanzó sobre el colchón, justo a su lado


Shikamaru se sobresaltó por la inesperada visita pero lejos de molestarle, le pareció sumamente placentero tener a Naruto a su lado


-Shikamaru- el rubio dejó entrever una cándida sonrisa en cuanto la luz iluminó la recamara. Shikamaru levantó las sabanas en muestra de ofrecimiento para que Naruto se quedara a dormir en su recamara pero el rubio negó enérgico con la cabeza, señalándose el estomago poco después. –Quiero enseñarte algo


La prenda cayó al suelo. Shikamaru tragó pesado, contemplando en absoluto silencio como el rubio se acomodaba sobre su cuerpo, colocando ambas piernas a los costados de su cadera


El inconsciente roce en su entrepierna lo hizo suspirar. Un suspiro placentero que Shikamaru prontamente se encargó de ocultar, llevándose ambas manos a la boca. Si sus padres lo escuchaban le darían la regañina del siglo, sin olvidar el castigo que seguramente consistiría en no ver a Naruto a altas horas de la noche


Naruto alzó una ceja, inclinó un poco la cabeza al ver la expresión en el rostro de Shikamaru. Sus mejillas suavemente coloreadas y la mirada de suplica que el castaño le dirigía


-¿Shikamaru?- alzó un poco las caderas y el recién nombrado dejó escapar un respingo de reproche, forzándose esta vez a quitarse las manos de la boca. Naruto lo estaba excitando y su autocontrol nunca fue tan escaso hasta ese momento


-Na-Naruto- casi jadeó el nombre. Sostuvo las caderas del rubio para mantenerlo inmóvil unos instantes. Naruto acercó más su rostro al de Shikamaru, exhibiendo una expresión zorruna en el acto. –No deberíamos…- ni siquiera supo si era correcto o no pero si se dejaba influenciar por el patrón establecido entre las nauseas de Naruto y sus constantes pero leves contracciones, podía adjudicar la resolución de su respuesta. No debían, aun…


-Te quiero enseñar algo- irónicamente fue Naruto quien le cubrió la boca esta vez para que dejara de interrumpirlo. Shikamaru entornó la mirada, la posición de Naruto y la suave presión en su entrepierna lo estaban enloqueciendo, pero supuso que Naruto lo sabía ya. Por algo se había infiltrado a su recamara a esa hora de la noche. –Toca…- Naruto retiró lentamente su mano de los labios de Shikamaru


Sujetó firmemente la mano del castaño y la guió hacia su estomago. Shikamaru dejó que Naruto trazara la trayectoria de su palma y se dispuso a disfrutar en demasía del cálido contacto con la piel trigueña


Descendió un poco cuando Naruto lo soltó, sin embargo no logró llegar al cinto de los pantalones naranjas cuando Naruto lo detuvo de súbito, dirigiéndole una mirada de intriga a la par que sus labios se fruncían un poco


-Eso no, Shikamaru- replicó, volviendo a tomar la mano de su pareja. El castaño arqueó una ceja, entre confundido y apenado por su apresurada reacción. –Aquí, solo espera- Shikamaru acató la petición del rubio. Dejó su palma reposando unos centímetros más abajo del ombligo


Una suave sacudida bajo la piel, apenas perceptible. Shikamaru le devolvió rápidamente la mirada a Naruto, tratando de discernir si aquel diminuto espasmo había sido autentico


Por toda respuesta, Naruto sonrió. Le dolía un poco pero la sensación era minúscula, comparada con la alegría que sentía


-Es increíble…- la frase se distorsionó en el aire. Shikamaru esbozó una sonrisa autosuficiente y repasó lentamente el contorno con la yema de sus dedos. No, era más que increíble, era hermoso y lo mejor de todo…era real


Sus pasos cesaron frente a la camilla. Naruto abrió su ojo derecho pero no logró enfocar nada. Quiso estirar los brazos en dirección de la difusa sombra frente a él pero tampoco le respondieron


-¿No es…?- Shikamaru se inclinó un poco pero la palidez exhibida en la faz de Naruto lo abrumó de inmediato. –Naruto…


Al principio fue un murmullo apenas audible. Nuevamente lo llamó, sacudiéndolo con suavidad de los hombros. Naruto cerró los ojos esta vez, demasiado débil para responder, demasiado cansado para hacer nada. Simplemente se dejó absorber por el cansancio, no se había rendido, solamente, estaba…cansado


-¡Shizune!- el estrepito se hizo evidente. Los médicos se arremolinaron en torno a la camilla. Shizune se secó el sudor de la frente con un pañuelo y al escuchar la voz de Shikamaru se alarmó enseguida


El chakra de Naruto ya se había estabilizado. Pero el resultado fue otro cuando Shizune se dispuso a palpar los puntos que permitían el flujo del mismo


Un descenso contra todo pronóstico. Shizune hizo presión sobre cada punto en específico, sabía interiormente que Naruto había agotado hasta la última reserva de su chakra pero no pensaba darse por vencida


Shikamaru desvió la mirada nuevamente hacia su pequeño. Cerró los ojos con fuerza, lidiando con el molesto nudo que le obstruía la garganta. El bebé volvió a sollozar


Quizá presa del alboroto, y quizás consciente de lo que estaba pasando. Shikamaru se vio obligado a abandonar la habitación cuando Shizune le hizo la clara seña de que lo hiciera


Pese a todo, seguía creyendo firmemente que todo estaría bien. Meció suavemente al pequeño en sus brazos y los recuerdos volvieron a atosigarlo


-Háblale- sonrió Naruto, mirándolo fijamente. Shikamaru pestañeó extrañado ante la petición


-¿Qué…?


-Es tu turno de hablar con él- respondió Naruto, empleando un tono tan confiado al pronunciar dichas palabras que Shikamaru se desconcertó aun más. Si bien era cierto que le gustaba escuchar a Naruto por las noches, conversando a solas mientras se acariciaba el estomago, no creía prudente hacer lo mismo. Suponía por lógica que no tenía sentido, los bebés perciben los sentimientos pero ¿lograban distinguir las palabras?, ¿darles significado?, ¿Cómo?


-No creo que sea buena idea- se excusó, apartando la mirada de los brillantes y expresivos ojos azules. Naruto sabía cómo ponerlo nervioso en cuestión de segundos. –Además, no sé qué decir


- Lo que tú quieras- Naruto se encogió de hombros. –Siempre le hablo de ti y de mí. Puedes hacer lo mismo si quieres


-Pero…- no quería admitirlo, le avergonzaba hacerlo delante de Naruto. No podía simplemente hablarle a la nada, sin esperar respuesta a su dialogo


-¿Para eso si eres penoso?- inquirió Naruto, cruzándose de brazos, evidenciando su inconformidad con la conducta del estratega, quien, visiblemente apenado por el malentendido acaecido minutos atrás, se vio forzado a acatar de nuevo


-Yo…


-Aquí estoy, Taichi- Shikamaru sostuvo al pequeño más cerca de su pecho, los sollozos continuaban y él trataba de manera infructuosa mostrarse fuerte pese a la situación. Evitó mirar a sus espaldas, a pesar del constante ruido producido por el movimiento. –Aun no puedes reconocerme pero….- el sollozo se intensificó y Shikamaru temió quebrarse ahí mismo. –Prometo protegerte…a ambos- suspiró afligido, suplicando interiormente que Naruto estuviera bien, tenía que estarlo, era Naruto después de todo, el más enérgico y testarudo, además aun tenía sueños por cumplir, él lo apoyaría, tal como se lo prometió. –Naruto, el te ama…- lentamente los ojos del pequeño se abrieron, el sollozo disminuyó


Shikamaru permaneció estático, los brillantes ojos azules quedaron al descubierto. Tomó aire y se giró en dirección de la puerta, quería ver a Naruto, mostrarle a su bebe. Idéntico a los dos


No le agradaba mucho la mezcla de sensaciones dentro de él, por un lado estaba inmensamente feliz de tener a su bebé sano y salvo, por otro le dolía profundamente que Naruto tuviera que apostar su vida por protegerlo


Volvió nuevamente la mirada hacia Taichi, su pequeño Taichi. Había dejado de llorar y Shikamaru pudo apreciar con mejor claridad los rasgos faciales. La nariz respingada y los delgados labios. Inevitablemente sonrió, se asemejaba más a Naruto que a él, exceptuando por el tono de cabello


-Está bien. Naruto estará bien- pese a todo vaciló. Se recargó contra la pared para seguir conversando con el pequeño de ojos azules, su soporte y el de Naruto


-¿Qué pasó?, ¿Dónde estoy?- Naruto se levantó de golpe, mirando confundido a su alrededor. No le tomó mucho tiempo distinguir el lugar. La humedad en sus pies, la sensación de odio manando de algún lado, y ese lado era tras de la reja frente a él


Sintió un fuerte estremecimiento. Hacía mucho que no visitaba ese lugar, así fuera inconscientemente. Le transmitía sentimientos negativos y un profundo temor de ser absorbido por su propia oscuridad


Entrecerró los ojos mientras daba un par de pasos adelante, temiendo despertar a la bestia que se albergaba dentro de él. Pero ya era tarde. Escuchó un fuerte tintineo, similar al de cadenas y en menos de lo que supuso, el feroz rostro del animal estaba a escasos centímetros de distancia, retenido apenas por la reja metálica


-Kyuubi- murmuró inseguro, no sabía que había pasado ni mucho menos la razón para estar ahí. Simplemente sentía un vacio y cansancio, mucho cansancio


-Agotaste tu chakra- Naruto abrió bien grandes los ojos, retrocediendo por inercia cuando la voz del zorro traspasó sus oídos


Respiró agitado, el zorro ni siquiera tenía la necesidad de abrir la boca, parecía comunicarse telepáticamente con él. Naruto percibió una sensación de calma a pesar de saberse expuesto al peligro. Ahora recordaba lo ocurrido. Uso todo su chakra para proteger a su bebé


Sin darse cuenta, derramó un par de lágrimas


El suave chasquido producido por el agua lo devolvió a la realidad. Naruto alzó la mirada para toparse con la mirada penetrante del zorro


-Si crees que te dejare morir, estas equivocado


Naruto retrocedió un paso más cuando el fuerte halo rojizo atravesó la reja, filtrándose a través del agua hasta llegar a sus pies


-¿Eres bueno?- quiso saber, temiendo la respuesta. Tuvo que pasar saliva al notar la vena marcada en la frente peluda. Había hablado de más


-¡No!- escuchó la exclamación furibunda, lastimando sus tímpanos. –Un Bijuu jamás se llevara bien con su Jinchuriki


-¿Entonces?- Naruto se cubrió los oídos esta vez. El zorro estaba enojado y ese hecho en particular no le sorprendió


-Si tu mueres yo también, recuérdalo


-La abuela Tsunade dijo que gracias a ti puedo concebir- musitó, sintiendo el chakra ascendiendo por su cuerpo, devolviéndole la vitalidad de antes


-Es verdad- el zorro bajó la guardia unos instantes para acomodarse en el suelo, apoyando la cabeza sobre sus extremidades delanteras. Naruto miró extrañado la indiferencia que ahora mostraba el Kyuubi. –Fue para transmitirle un poco de mi chakra. Necesito que aprendas a controlarlo pero eres tan torpe que…


-¡Oye!- se quejó Naruto, golpeando la reja con el puño


-Lo hice y ya- rezongó el zorro, cerrando los ojos. Naruto meditó un momento lo sucedido. Cuando uso su chakra para proteger al bebé no sintió el oscuro chakra del zorro


-Pero no era igual


El silencio absoluto lo hizo recapacitar las palabras del zorro. ¿Se había…arrepentido?


-No lo hiciste- trató de sonar convencido aunque seguía dudando. El zorro abrió un ojo para inspeccionar la faceta inquisitiva de su contenedor. Volvió a cerrarlo con la plena seguridad de que Naruto no era tan ingenuo como sospechaba


-No sabía si sobreviviría- admitió, deseando que Naruto no preguntara más. Porque ciertamente, no pudo hacerlo. Al menos quedaba conforme, Naruto tendría algo más para aferrarse en caso de que su sueño por convertirse en Hokage fracasara


-Gracias- por primera vez Naruto maldijo la reja que lo separaba del animal. Quería abrazarlo para agradecerle. Había arruinado su infancia pero ahora le devolvía la dicha con sus acciones. Quizá y solo quizá el malhumorado zorro no fuera tan malvado como se veía


-Ya vete- tajó, fingiendo molestia. Naruto miró confundido a su alrededor. No sabía cómo hacerlo, no fue él quien acudió ahí por voluntad propia. Pero no tuvo tiempo de replicar nada mas, sintió una fuerte descarga de energía en uno de sus brazos y sin darse cuenta ya había despertado. Con una ligera estela de sudor recorriéndole la frente


-Naruto…


Naruto parpadeó ante el fuerte abrazo de parte de Shizune. Sintió las lagrimas humedecerle el hombro, le dolía todo el cuerpo pero ya no se sentía tan débil


-¿Dónde está?- miró a ambos lados, tratando de ubicar a Shikamaru


-¡Déjenlo entrar!- ordenó Shizune con voz quebrada


La orden fue acatada enseguida. La puerta se abrió y Naruto sonrió radiante al ver a Shikamaru a la distancia, aproximándose hacia él con su pequeño en brazos


No necesitó pedirlo. Shikamaru se inclinó frente a él, reprimiendo las ganas de abrazar a Naruto con todas sus fuerzas. Sabía con antelación lo que Naruto quería


Colocó con sumo cuidado al pequeño en sus brazos. Había dejado de llorar y ahora abría su boquita, dejando escapar ligeros bostezos


Los labios de Naruto temblaron


-Es niño- aclaró Shikamaru, sin ocultar la sonrisa triunfal al haber acertado en el sexo. Naruto se secó las lágrimas con el antebrazo


-Taichi- lo llamó, permitiendo que la sonrisa se ensanchara en sus labios. –Es precioso- lo observó detenidamente, los ojitos azules se cerraron para dar paso al sueño. -Se parece…


-A ti- dijeron al unísono. Shikamaru se rascó la mejilla, apenado por la coincidencia. Naruto por su parte le devolvió un gesto desinhibido


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