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Troublemaker. por RLangdon

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-¡Ah!…S-Shikamaru- los agudos gemidos de Naruto inundaban cada rincón del cuarto. De espaldas contra la pared junto a la puerta y con sus piernas situadas a los costados de la cadera de Shikamaru
 
Sus uñas se hincaban en la espalda del castaño a medida que las penetraciones se volvían mas rápidas y profundas. Naruto arañó con suavidad la piel de Shikamaru, llevando su cabeza hacia atrás, sintiendo las placenteras embestidas contra sus caderas
 
Su espalda golpeteaba con delicadeza la pared, sacudiendo su cuerpo en infinitas oleadas placenteras que lo recorrían de pies a cabeza. La fuerza que empleaba Shikamaru se centraba en otra parte de su cuerpo y eso a Naruto le gustaba mucho
 
Podía escuchar el insistente roce de sus pieles
 
Dos cuerpos entregados a la pasión y el deseo, sumidos en las deliciosas sensaciones producto del sexo, amantes en el agradable ambiente hogareño
 
Shikamaru en cambio era más silencioso, sus roncos jadeos eran ahogados en los labios de Naruto cuando sentía que no podría contenerlos por más tiempo en su garganta
 
Sus manos descendieron despacio por la cintura de Naruto, deteniéndose justo en las caderas desnudas del rubio, donde lo aferró con firmeza para continuar arremetiendo contra la exquisita estreches que lo tenía al borde del éxtasis
 
-N…No- Naruto deshizo el agarre en la espalda de Shikamaru para sujetarse más firmemente de sus hombros, impulsándose un poco hacia arriba, permitiendo que Shikamaru tuviera mayor rango de movimiento entre ambos cuerpos. –No c-creo que ah…tus padres me…- le costaba un trabajo inmenso completar una simple frase, Shikamaru se movía muy bien dentro de él, arrebatándole el aliento y el habla. –Acepten si…ah, sí nos ven así- cerró los ojos, un inevitable sonrojo le subió al rostro al imaginarse a los padres de Shikamaru abriendo la puerta de la habitación, entrando al escuchar los acompasados gemidos y jadeos de ambos
 
-Me encantas- Shikamaru se limitó a susurrar en el oído de Naruto, envuelto en el placentero elixir que el cuerpo desnudo le proporcionaba. Había sido inevitable tener relaciones sexuales con Naruto dentro de su recamara, diez minutos a solas y un par de besos que los orillaron a la entrega mutua. Ni siquiera sopesó el hecho de tomar a Naruto de ese modo, en una posición un tanto incomoda, en uno de los cuatro muros de su pieza y precisamente la que daba acceso a la entrada, sumado al hecho de lo escandaloso que llegaba a ser Naruto en el acto sexual
 
Y es que los quedos gemidos de Naruto podían alcanzar amplias magnitudes, una resonancia increíblemente excitante que aumentaba cada vez más su libido
 
Una ligera capa de sudor cubría ambos cuerpos, Naruto se estremecía en cada dura embestida, sintiendo más cerca el orgasmo
 
Un cosquilleo inesperado se extendió por su pelvis. Naruto se aferró del cuello de Shikamaru, gimiendo contra su oído, cerrando los ojos para disfrutar de los exquisitos espasmos que lo hicieron vibrar de deleite
 
Shikamaru tuvo que sostenerse de la pared, retirando a tiempo una de sus manos de las caderas de Naruto, la presión en su hombría casi lo hizo venirse en el interior de Naruto pero logró contenerse lo suficiente para arremeter un par de veces más, uniendo en esta ocasión sus labios con los del rubio en un demandante y candente beso, el detonante que lo instó a eyacular dentro de Naruto
 
Con la sensibilidad a tope, Shikamaru bajó cuidadosamente a Naruto
 
-¿Te gustó?- inquirió, procediendo a vestirse. La ropa rezagada en la entrada de la recamara evidenciaba el encuentro de ambos, era menester enfriarse antes de que llegaran sus padres, pero Naruto seguía siendo su prioridad, se había asegurado de prepararlo bien, aun así, no estaba de mas cerciorarse
 
Naruto permaneció inmóvil unos instantes, aun se encontraba bajo el efecto del clímax
 
-Mucho- una sonrisa zorruna se dibujó en sus labios. Shikamaru se fajó la playera y se dispuso a colocarse el chaleco, más que complacido por la respuesta. –Aunque es extraño- prosiguió, haciendo un mohín de desconcierto. –Ya lo hemos hecho dos veces y no sangre
 
Shikamaru detuvo sus movimientos, dando por sentada su anterior corazonada. Su expresión de hastío comenzó a desvanecerse, dejando en su lugar un semblante de repudio hacia el desertor de apellido Uchiha
 
Naruto notó algo extraño en el silencio de Shikamaru, generalmente le respondía rápido y con sinceridad, caso contrario, le preguntaba cualquier duda sobre sus comentarios
 
-¿Shikamaru?
 
-¡Shikamaru, ¿estás en casa?!- solo la voz femenina consiguió sacarlo de su mutismo. Shikamaru se agachó para recoger los pantalones de Naruto, este se estremeció ante aquella voz maternal
 
-Creí que tu madre era una tirana- le reprochó el rubio, arrebatándole la prenda para ponérsela. Shikamaru se encogió de hombros
 
-Lo es, que su voz no te engañe- advirtió en tono serio, después se volvió hacia la puerta y colocó ambas manos a los costados de sus labios, buscando intensificar el sonido de su respuesta
 
-¡Si, Naruto está conmigo!- el susodicho sonrió con ternura, le gustaba que Shikamaru respondiera en plural, que lo tomara en cuenta y no se empeñara en ocultarlo como Sasuke solía hacerlo
 
-¡¿Tu amigo?!- Shikamaru separó los labios para afirmar pero no fue necesario hacerlo. Acercó su oído a la puerta, escuchando un suave murmullo de su padre a modo de contestación
 
Suspiró angustiado, no sabía que podría pensar su madre al saber que ambos estaban dentro de su habitación, si llegaba a entrar se daría cuenta enseguida de lo sucedido. El olor a sexo no era una cuestión que pudiera pasar desapercibida
 
-Vamos- se volvió deprisa hacia Naruto y acicaló los rebeldes cabellos rubios con ambas manos, tratando de ocultar otro factor evidente de su íntimo encuentro. Las mejillas de Naruto seguían un poco ruborizadas aunque podría argumentar a su favor algún entrenamiento físico
 
Ambos caminaron lentamente por el pasillo, Shikamaru se debatía mentalmente entre tomar la mano de Naruto, se arrepintió casi tan rápido como aquel trivial pensamiento llegó. Primero debía hablar con sus padres, medir terreno, omitir detalles, asumir responsabilidades y aceptar la lluvia de amonestaciones que ya veía venir
 
Naruto caminaba detrás de él, algo pensativo al no recibir respuesta de Shikamaru por su anterior comentario. No entendía si aquello le había molestado a su, ahora, novio, o si solamente se debía a la presencia de sus padres
 
Antes de que consiguiera preguntárselo, Shikamaru se detuvo, provocando que Naruto chocara a sus espaldas
 
No fue necesaria la pregunta. Naruto alzó la mirada para observar lo que mantenía a Shikamaru en silencio
 
La grácil figura femenina le sonrió a la distancia. Sentada frente a Shikaku y con su enorme abanico reposando junto a ella. Naruto frunció levemente los labios, un impulso de inquietud lo invadió, sin embargo, Shikamaru pareció preverlo ya que lo sostuvo del brazo para pedirle que se quedara
 
Por supuesto, si a eso había ido a su casa, aunque habían terminado haciendo el amor…
 
Shikamaru se rascó la nuca, más nervioso e incomodo, si había algo más problemático que una mujer con carácter, eran dos mujeres con similar carácter e ideología bajo el mismo techo
 
-Shikamaru, toma asiento- Yoshino le indicó el lugar junto a Temari. Shikamaru carraspeó incomodo, dispuesto a dar una negativa, no obstante, la dura mirada de su madre lo forzó a aceptar. –Naruto, tu también- sonrió dulcemente antes de vaciar las verduras dentro de la cacerola
 
Naruto se cruzó de brazos y se dejo caer de sentón en su lugar, grave error en el que reparó luego, cuando un agudo dolor lo recorrió entero
 
-¿Estás bien?- Shikaku lo miró extrañado por el gesto de dolor que por unos instantes se apreció en las facciones felinas
 
-Si- Naruto sonrió forzosamente, ese era su castigo por querer hacer las cosas tan rápido
 
-Me alegra encontrarte, pensé que estarías ocupado en alguna misión- comentó Temari, entrelazando sus manos bajo su barbilla en un movimiento coqueto. Shikamaru se limitó a negar en silencio, consciente de lo que sucedería si seguía el hilo de la plática, un par de palabras podrían volverse en su contra, especialmente con Naruto cerca
 
-Shikamaru estaba…
 
-O fuera de la aldea- Temari agregó, reprimiéndose al percatarse del comentario exiguo del rubio. –Naruto, mi hermano ha estado preguntando mucho por ti
 
-¿De veras?- Naruto pestañeó expectante
 
-Si- Temari bajó el volumen de su voz, inclinándose hacia adelante. Naruto la imitó para escuchar lo que la rubia se negaba a decir en voz alta. –Le gustas…
 
Un suave tono carmín se adueñó de sus mejillas rápidamente, Naruto se apartó desconcertado por lo antes dicho. Siempre había apreciado a Gaara pero como un amigo, quizás sus lazos se expandían a una relación de hermanos, Gaara y él se parecían en ciertos aspectos, lo estimaba y quería mucho, más no de esa forma
 
-Una pena- suspiró Shikamaru, cruzando ambos brazos tras de su nuca, fingiendo indiferencia a la par que un bostezo escapaba de sus labios. –Naruto tiene pareja
 
Temari alzó ambas cejas, sorprendida por la noticia
 
-Eso es genial. Sabía que Sakura y tu hacían linda pareja, era cuestión de dejar el pasado en el olvido y…
 
-Así es- tajó Shikamaru, esperando alguna señal para desvelar el secreto de ambos. Con Temari la situación se dificultaba, si antes creía que sus padres eran un obstáculo, se equivocaba, su mamá adoraba a Temari, la consideraba digna de pertenecer a la familia, una paráfrasis insignificante
 
-Y… ¿Qué hacían?- el ambiente comenzaba a tornarse tenso, entre el rotundo silencio y un intercambio de miradas perspicaces
 
-Entrenando…
 
-Durmiendo…
 
Respondieron al unísono. Naruto negó en desaprobación mientras que Shikamaru se daba un suave golpe en la frente con el puño. A ese paso terminarían evidenciando más de la cuenta, terminante error no haberse puesto de acuerdo antes. Era sorprendente lo que una visita extra podía ocasionar en momentos decisivos como ese
 
-Shikamaru, se mas solícito y ayúdame con la comida- se quejó Yoshino, dejando a un lado los utensilios de cocina. Shikamaru aspiró profundo, aliviado por la intervención y a la vez frustrado por la inesperada visita
 
Después de servir las porciones correspondientes y colocarlas frente a los presentes, Shikamaru tomó asiento. Su semblante denotó confusión al reparar en la amena plática entre Naruto y Temari. A esas alturas habría considerado en primera instancia una segura pelea verbal y no una fluida charla de la cual había sido excluido
 
-Vamos, no seas tímido. Yo se que son novios- Temari le dio un ligero codazo en el hombro al rubio
 
Naruto negaba ocasionalmente, enmascarando su nerviosismo e incomodidad con una amplia sonrisa
 
-Sakura no es muy bonita que digamos pero tiene lo suyo, seguro cayó rendida a tus pies
cuando se lo…
 
-Me rechazó- finalmente Naruto decidió cortar con la conversación, sabía que a Shikamaru no le gustaría el rumbo que estaba tomando la plática
 
Temari detuvo la cucharada de sopa cerca de sus labios, atónita ante la confirmación de Naruto
 
-¿Qué le pasa a esa tipa? Seguro sigue pensando en Sasuke…- ni bien terminó la frase, un fugaz pensamiento pareció esclarecer las cosas. –De modo que Sasuke te gusta- sonrió victoriosa
 
Naruto jugaba incomodo con la parte delantera de su camisa bajo la mesa, aun más con la mención de Sasuke
 
La mirada de Shikamaru se endureció ante el apelativo. Quería objetar algo en contra, pero en el fondo sabia que esas seis simples palabras calaban más hondo en él que en Naruto, aun no conseguía dispersar el comentario de Naruto referente al sangrado…ni lo haría
 
¿Quién en su sano juicio lastimaría a la persona que ama?
 
Esa era la cuestión y al mismo tiempo la respuesta, nadie. Sasuke no amaba a Naruto, simplemente se había aprovechado del amor que el rubio le profesaba para hacer lo que su torcida mente le dictara. Había herido a Naruto física y emocionalmente, un golpe bajo que no le perdonaría jamás…
 
-¿Shikamaru?- esta vez fue el turno de Shikaku de exteriorizar su incertidumbre al reparar en el ceño fruncido del aludido
 
-Lo lamento, no tengo hambre- apartó el plato, evadiendo las miradas curiosas sobre él, sobretodo una en particular. Shikamaru se puso súbitamente de pie y caminó resueltamente hacia la salida, ignorando el llamado de su padre y los gritos coléricos de su madre por su clara falta de modales
 
Naruto engulló tan rápido los alimentos que no tuvo tiempo ni de saborearlos, a pesar del delicioso aroma que despedían las especias
 
-¡Gracias por la comida!- gritó antes de salir en busca de Shikamaru
 
Afortunadamente no tuvo que buscar mucho. Shikamaru yacía recostado bajo un árbol en las inmediaciones de su casa, como si el estratega intuyera que iría a buscarlo
 
Era lógico, había salido tan rápido y sin justificarse que por un momento Naruto se preocupó de que le hubiera molestado el comentario de Temari en torno a Gaara
 
-¿Puedo?- más que pregunta era una petición. Shikamaru asintió lentamente, sin dejar de mirar hacia arriba. –Gaara no me gusta- aclaró de inmediato, recostándose junto al dubitativo castaño
 
-Lo sé
 
-Tampoco Sakura
 
Shikamaru entreabrió los labios
 
-Ni Sasuke- se adelantó Naruto, entrelazando su mano con la de Shikamaru, este suspiró resignado
 
-Aun no sé si eres demasiado ingenuo o solo eres inocente- una sonrisa tenue jugó en sus labios. –Puede que seas ambas cosas, me gustas mucho igual
 
Naruto se incorporó un poco para acomodarse sobre el cuerpo de Shikamaru, una vez que lo hizo, miró atentamente los ojos pardos
 
Sonrió satisfecho antes de deslizar sus dedos por el cuello del Chunnin, deteniéndose en uno de los pendientes que brillaban bajo la luz solar que se colaba entre las copas de los arboles
 
-Discúlpate con tus padres- musitó cerca de su oído, como si se tratara de algún secreto o una frase confidencial. Shikamaru arqueó una ceja con disimulada arrogancia
 
-¿Por qué?- quería escuchar la respuesta pero al mismo tiempo los labios ligeramente entreabiertos de Naruto lo incitaban a besarlo, a silenciar cualquier nimiedad con un ardiente contacto labial
 
-Porque…- Naruto alzó los hombros, bajándose del cuerpo de Shikamaru. –Yo lo haría si tuviera- trató de levantarse inútilmente, Shikamaru lo había devuelto a su lugar con un firme tirón en su brazo, provocando que sus rostros quedaran lo suficientemente cerca para sentir la respiración del contrario
 
-Eres muy problemático- masculló, cerrando los ojos para sellar sus palabras con su beso que Naruto correspondió al instante
 
-.-.-.-.
 
-Jaque mate- suspiró adormecido, moviendo su última pieza libre en dirección del rey. Asuma asintió, más satisfecho por la barrera de defensa que había llevado a la victoria a Shikamaru, a pesar de lo distante que este se encontraba durante toda la partida
 
Casi dos semanas y el tema lioso respecto a la relación de Naruto no se había vuelto a tocar. Asuma no había insistido en saber más detalles sobre aquella extraña conducta de parte de ambos. Asimismo, Shikamaru no volvió a mencionar nada sobre ello, y a juzgar por el actual semblante del estratega, Asuma intuyó que probablemente las cosas no habían resultado entre ellos
 
Mejor así, era conveniente evitarse problemas a futuro. El ninja problemático y el hiperactivo cabeza hueca no podían, ni debían llevar una relación más allá de la amistad. Dada la situación con los Akatsuki que no le era del todo ajena, aunado a lo excéntrico que resultaba el hecho de presenciar a dos individuos del mismo sexo enredarse en un idilio amoroso. Era simple y sencillamente reprobable, ante sus ojos y muy seguramente a los de terceros. Lo peor que podía acarrear ese asunto sería que la primicia se expandiera por toda la aldea, evidenciando así lo acaecido entre Naruto y Shikamaru
 
Y Asuma había pensado tomar medidas, después de enterarse tan súbitamente de lo acontecido, en primera instancia se fijó una fecha para conversar a solas con los padres de Shikamaru, incluso con el maestro actual de Naruto, Kakashi. Quizás llegarían a una solución, pero ahora ya no era necesario, ninguna medida lo era. Shikamaru había estado al tanto de todas las misiones asignadas hasta el momento, un total de diez misiones, seis rango B y el resto C, todas llevadas a cabo exitosamente. Shikamaru lograba inclusive superar a Neji en cuanto a estrategias, medidas defensivas y de ataque se refiere
 
Desde escoltas hasta enfrentamientos, el único inconveniente giraba en torno a Chouji y sus kilos de más, mismos que restringían la velocidad de sus movimientos, según el informe de Shikamaru
 
Nada de qué preocuparse, Chouji podría perder peso a base de una dieta más saludable. Ese día en especial era relevante precisamente por ello. El itinerario del equipo finalizaría hasta entrada la tarde, después de un entrenamiento exhaustivo. Todo estaba premeditado ese día en particular
 
-Podrías al menos sonreír, no han fallado una sola misión en dos semanas
 
Pero lejos de acatar la sugerencia, Shikamaru volvió a suspirar, mas agobiado esta vez. Tenía varios días sin ver a Naruto y ese hecho lo abrumaba demasiado, haciéndole perder los estribos, y su único medio de desahogo eran las batallas de las últimas misiones. Cuidaba cada aspecto de sus estratagemas. Él mejor que nadie sabía que no valía la pena inmiscuirse en una pelea si podía ganarse de otra manera. Cualquiera lo consideraría un cobarde por sus conjeturas pero no le importaba mucho. No había nada mejor que ganar sin necesidad de enfrentamientos directos con el enemigo
 
La seguridad de su equipo era lo primordial…
 
Una sensación de nostalgia lo embargó al reparar en Naruto de nuevo
 
¿Qué estaría haciendo?
 
¿Odiándolo?, ¿esperando un nuevo encuentro entre ambos para por fin terminarlo?
 
Porque no veía nada fructífero en una relación así. Casi quince días con encuentros esporádicos y breves, un intercambio de palabras, un par de besos y promesas banales de volver a verse en otra ocasión
 
No le gustaba como pintaba la situación para ambos, y los interminables monólogos de Asuma lo venían agobiando días atrás, escuchar constantemente los riesgos que implica una relación de su "tipo"
 
Indirectas demasiado directas que lo habían hecho replantearse sobre la situación, su determinación había flaqueado ante lo repetitivo de aquellas conversaciones triviales. Ya había dejado de razonar, simplemente asentía a cada comentario escueto de su Sensei, fuera acertado o no
 
Hasta las costumbres sedentarias de Asuma comenzaban a tener cabida en su rutina diaria. Últimamente la idea de fumarse algún cigarrillo no le parecía tan mala
 
-¿A dónde vas?- Asuma se incorporó al ver a Shikamaru alejarse resueltamente, sin rumbo aparente. –Ino y Chouji ya nos esperan, hoy toca parrillada- sonrió, sacando del bolsillo de su chaleco la caja de cigarrillos. Shikamaru se detuvo sin volver la mirada –Yo invito esta vez, aunque sé que me arrepentiré después, el apetito de Chouji es insaciable
 
Cuando quiso darse cuenta, Shikamaru ya se hallaba sentado frente a la mesa, con un plato vacio frente a él, un par de palillos a los costados del mismo y el humo de la parrillada mezclándose con el del cigarrillo de Asuma
 
Chouji miraba atento la carne, impaciente por tomar el primer trozo cocido. Ino por su lado no dejaba de mover la pajilla dentro de su bebida, revolviendo los hielos en su interior, tratando de distraerse para no mirar al castaño. En cada misión Shikamaru se volvía más fuerte, más capaz, tanto que la última misión asignada le había resultado a Ino una pérdida de tiempo. Shikamaru no había necesitado ayuda, y el plan de la emboscada había resultado tal y como lo había descrito el Chunnin
 
-Estas muy callada últimamente- sonrió Asuma, dirigiéndose a la rubia, quien, sonrojada, se limitó a negar con la cabeza
 
-Solo pensaba- su tono de voz delató el evidente nerviosismo del que era presa. Esperaba que Shikamaru al menos la observara, quería llamar su atención de alguna manera pero nunca lo conseguía y comenzaba a sentirse una inútil en el equipo
 
-¿Por qué no salen tu y Shikamaru en una cita?
 
Ni siquiera el burdo cuestionamiento y el brutal sonrojo de Ino fueron suficientes para atraer la atención de Shikamaru, el cual, se encontraba absuelto en sus pensamientos, mirando de vez en cuando el firmamento
 
-S-Shikamaru tiene pareja- reconoció Ino cabizbaja. Asuma arqueó una ceja, negando después en desaprobación
 
-No es así- dio una calada al cigarrillo.-Ya no- se corrigió dubitativo. –Verdad Shikamaru que estás soltero- propinó un suave codazo al aludido que se encontraba sentado junto a él
 
Shikamaru alzó la mirada, visiblemente confundido y ajeno a la plática
 
-Ino desea tener una oportunidad contigo Shikamaru, ¿Qué dices?
 
Lentamente sus cejas se contrajeron, Shikamaru se levantó de súbito, abandonando el restaurante en un abrir y cerrar de ojos. Asuma se quedo mirando en dirección de la puerta al igual que Ino
 
-Has mejorado mucho, Naruto- los pliegues en la máscara negra se ampliaron bajo la mueca de una sonrisa. Naruto frunció los labios, inconforme
 
Sus mejillas estaban ligeramente teñidas de hollín y su cabello rubio mas alborotado que de costumbre, una diminuta herida era perceptible bajo su ceja derecha
 
-Solo una mas- pidió jadeante. Kakashi negó al reparar en el estado del rubio, como siempre se estaba exigiendo más de lo que podía abarcar, aunque reconocía que era extraño el hecho de que Naruto no se quejara constantemente. A esas alturas, Naruto ya debería estar buscando varias alternativas, pidiéndole algún consejo o preguntando incesantemente en torno al procedimiento de la técnica
 
-Primero descansa una hora, después proseguiremos con el entrenamiento
 
-Pero no quiero descansar, no quiero pensar- la voz de Naruto se quebró momentáneamente, Kakashi se volvió para mirarlo a los ojos, esos cristalizados ojos azules que guardaban algún secreto. –Por favor Kakashi Sensei, ya estoy mejor, sigamos entre…
 
-¡Naruto!- a tiempo, Kakashi lo sujetó en sus brazos, sabía que algo así sucedería si Naruto se sobrepasaba con el entrenamiento. Lo negativo esta vez se centraba en que él había contribuido a ello, necesitaba ser más firme y dejar de doblegarse ante las suplicas de Naruto
 
Despacio, lo colocó en su espalda. Naruto solo debía descansar unas cuantas horas y se recuperaría
 
Desorientado, Shikamaru salió de Ichiraku, habría apostado que Naruto estaría comiendo ramen a esas horas de la tarde. Sin embargo, se había equivocado. Si Naruto no estaba en su departamento se resignaría a buscarlo al día siguiente. Al igual que él, Naruto debía estar ocupado, si era así, se alegraría como no lo había estado en semanas
 
Si Naruto se encontraba realizando alguna misión con su equipo, tal vez no estaría tan molesto con él. Generalmente divagaba al estar fuera de la aldea. Dejaba de pensar en nimiedades para centrarse en la estrategia y la práctica de la misma. Con Naruto era diferente, el rubio tendía a ser mucho más impulsivo y en rara ocasión se detenía a pensar en sus próximos movimientos. Eso debía tener el mismo efecto domino. Al interceder Naruto en una misión, sus pensamientos cambiarían de rumbo, dejaría, naturalmente de pensar en él y se centraría en la misión
 
A final de cuentas solo esperaba que Naruto no estuviera tan molesto. Lo último que le faltaba para volver ese día en uno de los peores era la actitud de Naruto, su posible negativa y rechazo al verlo
 
Más que nunca, deseó equivocarse
 
La puerta estaba entreabierta cuando Shikamaru llego al departamento del rubio. Las luces estaban apagadas y su teoría se confirmó al entrar al cuarto de Naruto
 
Dormía plácidamente, tan relajado y tranquilo. Como si nada le agobiara
 
Lentamente, se dirigió hacia la cama. Optó por sentarse en una de las orillas, esperando pacientemente a que Naruto despertara
 
Afortunadamente no tuvo que esperar mucho, al cabo de unos minutos Naruto abrió los ojos para mirar un tanto confundido su propia habitación
 
-¿Sensei?- la confusión se intensificó al tener a su lado a Shikamaru y no al aludido. ¿Qué…?
 
Pero no pudo formular la pregunta, Shikamaru lo sacó rápidamente de la cama, tomándolo de la mano, guiándolo a la salida aun si se encontraba en piyama
 
-Shikamaru…- trató inútilmente de obtener una respuesta a aquel acto tan repentino de parte del Nara
 
A cambio, Shikamaru continuó halando de su brazo, firme pero suave, sin retenerlo por la fuerza pero instándolo a seguirlo. Y Naruto lo hizo, porque no tenía sueño y ansiaba saber que pretendía hacer Shikamaru. Llevaban varios días sin verse y cada vez parecía más lejano su próximo encuentro
 
Intentando frenarse, Naruto titubeó, divisando a escasos metros de distancia la casa de Shikamaru
 
Yoshino sonreía alegremente mientras se encargaba de regar las flores junto a la ventana
 
-¿Shikamaru?- cuando el susodicho pasó de largo, dejo a un lado su actividad
 
Shikamaru se alivió al ver a su padre en casa, había la posibilidad de que se encontrara bajo las estrictas órdenes de la Hokage, estropeando así su actual resolución
 
Su madre no tardó en unirse a ellos, con una expresión de confusión que no pasó desapercibida. Naruto apretó con más fuerza la mano de Shikamaru, quien, decidido, no había dejado de sujetarlo ni un solo momento, aumentando más y más la tensión en el ambiente
 
¿Por dónde comenzar?, ese era el actual dilema de Shikamaru. Podía dar largas sobre cómo había comenzado a fijarse en Naruto de una manera, (según palabras de Asuma), en que no debería
 
Por otro lado, simplemente sintetizar el asunto. Directo y certero, aunque corría el riesgo de que su madre sufriera algún ataque al corazón al saber que, de la noche a la mañana estaba más interesado en los chicos que en las mujeres en sí. No obstante, no estaba interesado en nadie más que en Naruto, ese hecho podía y no definirlo como homosexual. No lo sabía con exactitud, y tampoco deseaba ahondar en ello
 
Cada vez más nervioso, Naruto desvió la mirada, sintiéndose observado por ambos padres de Shikamaru, no quería sostenerles la mirada, ni siquiera sabía distinguir si lo miraban con desprecio, confusión o quizás y muy improbable, con algo de aceptación. Se dedicó a morder su labio inferior, ahora que estaba frente a ellos no estaba seguro de querer que Shikamaru les dijera acerca de su relación, si no lo aceptaban todo se arruinaría y no quería causar una riña entre la familia por un simple deseo suyo
 
Aspiró profundo, mirando alternadamente a sus padres. Tanto Yoshino como Shikaku parecían estar más desconcertados que el propio Asuma cuando Shikamaru se encargó de decírselo. Se retractaría si no lo hacía rápido
 
-Naruto es mi…- sintió una incómoda resequedad en la garganta, producto de la tensión y adrenalina del momento. No era tiempo para arrepentirse, debía seguir hasta las últimas. –Es mi novio
 
El silencio que secundó a la confesión le pareció incluso más perturbador que si su madre hubiera gritado. Nada pasó, ni reprimendas, cuestionamientos ridículos, reclamos, insultos…nada
 
Naruto a esas alturas ya se hallaba casi a espaldas de Shikamaru, temiendo recibir un trato equivalente a la noticia
 
Una sutil sonrisa apareció en los labios de Yoshino. Shikaku se rascó la nuca con cierto nerviosismo
 
-Ya lo sabemos- la fémina se encogió de hombros, dirigiéndose a la cocina. Shikamaru se quedo perplejo unos segundos, tratando de asimilar las palabras de su madre
 
El plural "sabemos" delató la verdad. Shikaku se hizo el desentendido mientras tomaba asiento de nueva cuenta
 
-¿Lo…sabían?- preguntó, aun confundido, todo era tan increíblemente problemático
 
Naruto salió de su escondite, acercándose con más confianza hacia la mesa, acatando enseguida la petición de Yoshino para que tomara asiento
 
-Soy tu madre Shikamaru, no deberías dudar de los instintos maternos- comentó, entrando de nueva cuenta a la cocina
 
-Me amenazó- susurró Shikaku, arrebatándole una fugaz sonrisa a Naruto
 
-¿Cómo fue que te enteraste?- Shikamaru dudó en sentarse junto a Naruto, temiendo ser víctima de alguna jugarreta
 
-Los gemidos de Naruto no son muy difíciles de identificar- el susodicho sintió como le subían los colores al rostro. Shikamaru se removió incomodo en su silla –Tu madre no sabe ese detalle y por el bien de ambos que nunca lo sepa
 
-¿Desde cuándo lo sabe?, hace días que no he quedado con Naruto- intentó disipar la sensación de incomodidad. Naruto se había levantado para ayudar a Yoshino en la cocina, o en otras palabras, había huido de la conversación
 
-Después de que Temari se marchara se lo dije. Creí que te resultaría demasiado complicado lidiar con la situación
 
Shikamaru sonrió complacido, mas una nueva duda lo abordó
 
-¿Por qué no me dijo nada?
 
A punto de responder, Shikaku calló, contemplando la ración de arroz frente a él
 
Yoshino sonrió mas ampliamente, acercando un segundo plato a la mesa
 
-Esperaba que tu lo hicieras, tardaste mucho ¿no lo crees?
 
-¿Estás enojada?- aun temía que su madre estallara por la situación
 
-No creo que te alejes de Naruto aun si me molesto pero me gustaría hablar con ambos sobre ciertos puntos
 
Cerrando los ojos, Shikamaru asintió. Había tratado de evadir esa conversación desde antes que si quiera supiera que tendría lugar, ahora no podría evitarla. Al menos agradecía que la peor parte hubiera terminado, y lo mejor de todo, seguía con vida…
 
-.-.-.-.-.
 
-Muchas gracias- Naruto sonrió dichoso, el aroma del guisado lo había mantenido esperando durante casi media hora sentado a la mesa. Shikamaru arqueó una ceja por el apetito voraz del rubio, no había transcurrido ni siquiera una hora desde que fueron a comer a Ichiraku, aunque no era que le sorprendiera del todo, Naruto tenía un excelente apetito
 
Boquiabierto, Shikaku contempló la velocidad de Naruto para engullir los alimentos. Él ni siquiera podía probar bocado de lo caliente que estaba el guisado pero ese hecho no parecía afectarle a Naruto
 
-Me alegra que alguien aquí disfrute lo que cocino- la sonrisa de Yoshino no se hizo esperar. Ni bien Naruto hubo terminado de comer, tomó el plato. -¿Quieres mas o…?
 
-Si- asintió Naruto. Los ojos de Shikamaru se entornaron en sorpresa esta vez. Si Naruto comía tanto se iba a enfermar del estomago
 
-Ah Naruto…- trató de decir, pero la negativa contundente de su padre lo instó a callar. A Shikamaru le resultó un tanto hilarante la situación, él solía hacer lo mismo cada vez que alguien trataba de decirle a Chouji que estaba pasado de peso
 
-Mmh- sin dejar de comer, Naruto alzó la mirada. Los hermosos ojos azules terminaron de convencer a Shikamaru, quien, resignado, le ofreció el plato que recién acababan de servirle. A veces lamentaba no poder deleitarse tanto con la comida como lo hacían Chouji o Naruto
 
-Deberías aprender de Naruto- Shikaku lo apuntó discretamente con los palillos al tiempo que hablaba. –Por eso estas tan delgado Shikamaru, un día de estos podrías enfermarte
 
El estratega sonrió a medias, él opinaba algo similar respecto al hecho que les orillaba a comer más de lo necesario. La comida era indispensable pero tampoco era menester abusar de ella
 
A punto de levantarse, volvió a sorprenderse. Reparando una vez más en el rubio, el cual había empezado a comer de su plato también. No que le molestara, simplemente había intuido que ya no tendría espacio para una ración mas, volvía a equivocarse…extraño
 
-No creo que deberías comer tanto- comentó, cruzando los brazos detrás de la cabeza. Su mirada se centró en el techo unos instantes. Naruto continuó comiendo tranquilamente, ignorándolo. –Te hará daño- agregó al no obtener respuesta
 
-Shikamaru- frunciendo el ceño, Yoshino le llamó. –El que Naruto tenga buen apetito no hará que se enferme, ¿acaso insinúas que mi comida es mala?
 
Shikamaru se apresuró a negar, empleando exagerados ademanes al ver el gesto de molestia en la fémina. No había mayor peligro que hacer enojar a su mamá
 
-Entrené muy duro con Kakashi- masculló Naruto al tragar el último trozo de carne. –Además, no es mi culpa que tu mamá cocine tan delicioso
 
Una sonrisa autosuficiente se ensanchó en los labios de la mujer. Asintió, conforme con el comentario mientras tomaba a Naruto de los hombros
 
-¿Qué dices, Naruto?, ¿quieres más?- el aludido meneó afirmativamente la cabeza
 
Terminando de comer, Naruto había insistido en que se reunieran con los demás. La mayoría de los Shinobis habían recorrido sus entrenamientos vespertinos por matutinos, ordenes de Tsunade. Dado que la villa era más propensa a sufrir ataques enemigos durante la noche
 
Llevaban casi dos meses saliendo juntos y ningún inconveniente se había presentado. Shikamaru estaba más que satisfecho por como avanzaba la relación de ambos, nadie interfería, algunos Shinobis ya sabían lo que tenían ambos. Era de esperarse, ninguno de los dos se limitaba, aun si habían presentes, los besos no faltaban, las caricias tampoco. De algún modo ambos querían que los demás se enteraran de su relación sin la necesidad de comentárselos tan burdamente y de manera directa. Si el amor era mutuo no había porque reservarse el sentimiento hasta que estuvieran a solas
 
Y Shikamaru se sentía mucho mas aliviado de que la puerta de su casa estuviera siempre abierta para Naruto, no había limitantes, siempre que quisiera, el rubio podía presentarse. Su madre había sido muy explícita con ambos en lo referente a los horarios pero ella misma se contradecía, también le tenía afecto a Naruto, y si a este se le ocurría llegar a dormir, Yoshino no se oponía en lo absoluto
 
Su padre ya estaba más familiarizado con la relación, de vez en cuando solía bromear, sacando a colación el tema de Temari para darle celos a Naruto, aunque esto a Naruto no le hacía ni un poco de gracia, cuando Shikamaru se percataba de ello no tardaba en interferir, cambiando abruptamente de tema o llevándose a Naruto a su recamara para evitar conflictos
 
Si continuaban a ese ritmo, tan surrealista y agradable, no había nada de qué preocuparse. El hecho de que sus padres aceptaran la relación les había sido de mucha ayuda a los dos. Ahora ambos podían ocuparse libremente de las misiones que les eran otorgadas sin temer que el otro se molestara por ello. Cuando no se veían en la mañana, lo hacían en la tarde, y si ambos estaban ocupados en el mismo horario, lo posponían para otro día
 
Lo importante era mantenerse así, demostrando lo mucho que se amaban, sin restricciones, sin temores ni inseguridades
 
Naruto rió mientras se dejaba caer sobre Shikamaru en el césped. Los cálidos rayos de sol acariciaron sus cuerpos
 
Sus miradas se conectaron por unos segundos, sus manos se entrelazaron mientras observaban las nubes avanzar lentamente. En ocasiones ni siquiera había la necesidad de intercambiar palabras, bastaba con mirarse a los ojos para saber lo que el otro pensaba, aflicción, tristeza, felicidad, enojo. El efecto domino nunca estuvo más presente hasta ahora. El estratega sonrió con tranquilidad, no había notado ningún sentimiento de angustia, miedo o decepción en Naruto los últimos meses. Todo estaba bien entre ellos, conocían los gustos y pasatiempos del otro, y esa razón había dado lugar a una constante intercalación de las actividades
 
Por dos días realizaban lo que le gustaba a uno. En el caso de Naruto, los juegos infantiles, caminatas largas y exhaustivas, últimamente comidas bastante pesadas en carbohidratos, sin olvidar lo único en lo que habían estado coincidiendo últimamente…las siestas vespertinas
 
A Shikamaru le resultaba ameno descansar un rato por las tardes, cuando sus deberes habían finalizado. Naruto en cambio había empezado a adoptar esta costumbre casi inmediatamente después de ingerir los alimentos, otra razón más para preocuparse por su salud
 
-En verdad no creo que deberías comer…- esta vez Shikamaru tragó pesado, reparando en el semblante de irritación que tenia Naruto, decidió oportuno apartar la mirada de nuevo
 
-¿Por qué te molesta?- preguntó Naruto, entrecerrando ligeramente los ojos a la par que un mohín de enfado surcaba sus labios
 
-No te hace bien- el castaño se encogió de hombros, lo preferible era no ahondar en el tema, aunque había sido él quien lo había sacado a relucir
 
-Entonces no comeré nada- murmuró Naruto, ofendido. Shikamaru se sentó cuando el rubio se dio la vuelta para evitar mirarlo a los ojos
 
-No quise decir eso- ya no estaba seguro de que opinar al respecto. Tampoco quería que Naruto se enfadara con él, quizás estaba siendo un exagerado. –Come todo lo que quieras, ya no diré nada- lo abrazó por la espalda, esperando escuchar algún comentario de la situación. A cambio los ronquidos lo forzaron a apartarse. Naruto se había quedado dormido…otra vez
 
Abrumado, suspiró. Pero su preocupación no evitó que una sutil sonrisa se ampliara en sus labios. Naruto se veía demasiado adorable cuando dormía
 
Trató de no hacer mucho ruido mientras se disponía a cargarlo en brazos. Después de todo no era la primera vez que Naruto lo dejaba con las palabras en la boca y en espera de una respuesta. Lo mejor era dejarlo descansar por el momento, ya hablaría con Tsunade después, quizás exageraba pero no estaba demás ser precavido
 
Al entrar a su casa, le alegró el hecho de que ninguno de sus padres estuviera presente. Era demasiado drama para un día, muy problemático para su gusto lidiar con los reclamos de su madre en torno a la comida, y los comentarios sin fundamento de su padre empeñándose en darle la razón a ella
 
Despacio, depositó a Naruto sobre la cama, cubriéndolo con las mantas después. Se permitió observarlo unos instantes. Ahora tendrían que posponer el encuentro con los demás para el día siguiente. Lo fastidioso seria lidiar nuevamente con las preguntas incomodas. Naruto solía hablar con tanta sinceridad que en ocasiones le incomodaban los detalles que el rubio daba sobre la relación, y si estaba Lee presente las cosas empeoraban
 
Ambos igual de hiperactivos y directos. Mientras uno no se reprimía en preguntar, el otro no lo hacía en responder
 
-Shikamaru- un quedo suspiro detuvo sus pasos. Miró por encima de su hombro, Naruto aun dormía pero eso no le impidió acceder a hacerle compañía
 
Lentamente, se aproximó a la cama. Cuidando de no hacer demasiado alboroto al trepar por ella para recostarse junto a Naruto
 
-Solo unos minutos- susurró, acariciando con suavidad los mechones rubios
 
Cuando menos se dio cuenta, sus ojos se cerraron, induciéndolo en un reconfortante sueño, tan profundo que ni siquiera el ruido producido por el impacto de un kunai lo hizo despertar… a ninguno
 
La silueta que yacía de pie junto a la ventana se mantuvo estática unos instantes. Su mano actuó por inercia, sujetando el arma que se había clavado en el muro. Partículas de la pintura cayeron al suelo cuando el Shinobi rasgó la pared con el kunai
 
Los ojos negros centellearon en ira, y de no ser por el sonido de la puerta aledaña, no habría dudado en seguir sus instintos. Aun no creía que fuera verdad, pero lo era. Y él se encargaría de poner fin a eso
 
Cauteloso, abandonó la recamara, perdiéndose en la oscuridad de la noche
 
-Shikamaru- Naruto se frotó los ojos con el dorso de ambas manos, trató de espabilarse mientras miraba en derredor. La respiración acompasada de Shikamaru lo hizo dudar en despertarlo
 
Finalmente decidió hacerlo, zarandeándolo por los hombros
 
El Nara abrió un ojo al ser sacudido. El rostro de Naruto fue lo primero que vio. Se levantó enseguida, agitado y sin saber la hora
 
-¿Cuánto tiempo llevamos dormidos?- inquirió, bajando de la cama. Naruto se palmeó las mejillas repetidas veces
 
-No lo sé- lo miró confundido. –Shikamaru eres un flojo- se cruzó de brazos. El susodicho chasqueó la lengua, nuevamente la bipolaridad de Naruto salía a la luz
 
-Te recuerdo que no fui el único que se durmió. De hecho fuiste tú quien durmió primero
 
-Pues…- Naruto frunció levemente los labios. –No lo recuerdo…
 
Dejando escapar un suspiro, Shikamaru se dispuso a salir de la recamara
 
-Es medianoche- se sorprendió al reparar en la hora. Si sus cálculos no fallaban, habían dormido cerca de cinco horas. –Que fastidio…
 
Aun era demasiado temprano para levantarse y estaba convencido de que ninguno de los dos conciliaría el sueño
 
Desconcertado, miró a Naruto, este se tendió en el sofá boca abajo, aun somnoliento
 
-¿Te sientes mal?- la preocupación volvió a embargarlo. La ironía había desaparecido, Naruto realmente estaba actuando muy extraño, no eran exageraciones propias ni mucho menos
 
-No- pero la firmeza en el tono de voz de Naruto lo confundió bastante. –Solo tengo hambre…
 
-Tal vez deberías disminuir un poco el ritmo de tu entrenamiento- sugirió dubitativo
 
-Kakashi Sensei dijo lo mismo-balbuceó Naruto desde el sofá. Aquel comentario bastó para que Shikamaru corroborara su sospecha en torno a alguna enfermedad. Sabía que Naruto estaba comiendo demasiado, más de una vez habían tenido que internar a Chouji por su glotonería, y si Naruto continuaba haciendo lo mismo, sería cuestión de tiempo para que ocurriera algo similar. –Pero si no entreno no podré ser más fuerte
 
Shikamaru consideró apropiado acercarse. La expresión de Naruto denotaba cierta preocupación también
 
-Si te esfuerzas demasiado alcanzaras tus metas- profirió, poniéndose en cuclillas para observar de cerca el rostro de Naruto. –Sin embargo, no lograras nada llevando tu cuerpo al límite cada vez que entrenas
 
Una teoría pareció surgir entre la incertidumbre. Si Naruto se estaba exigiendo demasiado en el entrenamiento seria lógica la razón que lo llevaba a comer en exceso, su cuerpo necesitaba compensar un poco y que mejor que con el alimento. Sí, eso tenía que ser, era lo más factible
 
-No entiendes- apartando la mirada, Naruto se puso de pie. –He entrenado muy poco y me siento más débil que antes
 
Shikamaru se incorporó lentamente, asimilando lo recién dicho
 
-En ese caso iremos a ver a la quinta al amanecer- el semblante de Naruto reflejó la negativa inmediata. No obstante, Shikamaru no tenía pensado tomar en consideración la opinión de Naruto esta vez. Su salud era mucho más importante que cualquier otra cosa. Aun si se negaba, lo llevaría a la fuerza, no sería difícil tomando en cuenta el actual estado del rubio
 
Pasada una hora los dos llegaron a la conclusión de que no podrían conciliar el sueño de nuevo. Tampoco podían hacer demasiado alboroto a esa hora, donde, el silencio evidenciaba cualquier acción de parte de ambos
 
Naruto había vuelto a sentarse en el sofá, esperando con ansias el amanecer. Shikamaru optó por hacerle compañía ahí mismo, de igual forma solo debían esperar unas tres horas, lo suficiente para que el sol saliera
 
Sentados uno junto al otro, ninguno dijo nada. No obstante, la resolución de cada uno era diferente, Shikamaru pretendía llevar a cabo su advertencia de llevar a Naruto con Tsunade, y este último se rehusaba
 
Era muy pronto para sacar conclusiones. La relación de ambos marchaba de maravilla y ahora se presentaba una nueva adversidad. Tal vez Shikamaru exageraba de nuevo pero si algo no soportaba era ver a Naruto sufriendo, ya fuera por un amorío, o en este caso, alguna enfermedad o cansancio físico en consecuencia de los entrenamientos
 
De cualquier forma lo cuidaría, se aseguraría de que estuviera bien como siempre. Porque Naruto era un chico muy enérgico y verlo en ese estado resultaba demasiado abrumador
 
-Te amo, Naruto- no supo si lo dijo o lo pensó, pero sí estuvo consciente de rodear el cuerpo del susodicho con ambos brazos, un gesto sobre protector de su parte. Y Naruto se acurrucó en sus brazos, aceptando sin vacilar la calidez que le ofrecía el cuerpo de Shikamaru
 
-Yo también…
 

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