Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juntos por Liss83

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Como dije al empezar el capítulo “Juntos”, la mitad de este también salió de mi cabeza retorcida. Espero lo disfruten

Había sido un error. No podía llamarlo de otra manera. Había confiado en todas las veces que Edward le había dicho que no leía su mente, pero obviamente lo había hecho. No lo culpaba, esa era su naturaleza. Se había precipitado y… tal vez si lo negaba y se aferraba…

 

 

 

-          No sé de qué hablas — dijo Jacob simulando intriga — explícate por favor

-          En la época que conocí a tu tribu…, la primera vez que vinimos a Fork — dijo Edward mirando atentamente te el obsequio  —, yo… los observaba de lejos… Note que los hombres que imprimaban… le regalaban a sus parejas un… collar como este. Al principio no lo entendía — dijo acariciando el dije  —, pero con el tiempo me di cuenta de que es el equivalente Quileute a un anillo de compromiso

-          Fue una mala idea — dijo Jacob tomando el collar de la mano del vampiro

-          Acepto — dijo Edward sonriendo

-          ¿Qué? — dijo Jacob

-          Acepto casarme contigo — dijo Edward

-          Edward — dijo Jacob lentamente  —, esto es algo muy serio para mi

-          ¿Me lo colocas por favor? — dijo Edward girándose

 

 

 

Con manos temblorosas, Jacob Black coloco el collar sobre el cuello blanquecino del vampiro y le hizo un nudo en la parte de atrás. Había aceptado. ¡Su imprimación había aceptado casarse con él! ¿O estaba bromeando? Y ahora le diría que deberían esperar un tiempo. Tal vez un par de décadas o siglos. Después de todo Edward era inmortal, y mientras hubiera un vampiro cerca, él nunca envejecería. Imprimar de Edward lo hacía también inmortal a él. Podían perfectamente tomarse las cosas con calma y esperar.

Edward giro y le regalo la más radiante de las sonrisas

 

 

 

-          Jacob Black, ni pienses que esto te libra de hacer las cosas a la antigua — dijo el vampiro y el moreno sonrió — te recuerdo que soy del siglo pasado y si quieres casarte conmigo deberás hacer las cosas como se deben

-          ¿Qué llevo para la cena? — dijo Jacob abrazándolo por la cintura y atrayéndolo hacia él — ¿un antílope o un elefante?

-          Prefiero los leopardos — dijo Edward

-          Sale un leopardo — grito Jacob y los dos sonrieron — te amo — le dijo antes de besarlo

 

 

 

Tal como le había dicho Edward, habían decido hacer una reunión una semana después para formalizar el compromiso. Originalmente se debería haber llevado a cabo en casa de los Cullen, pero debido al recelo que aun causaba el aquelarre, se optó porque fuese en la reserva y con toda la manada presente, como condición del concejo.

Edward no puso ningún reparo, e incluso le gustó la idea. Desde que Jacob había imprimado su olor había cambiado para el vampiro y viceversa. Claro que la manada y el resto de los Cullen eran otra historia. Fue todo un tanto tenso al principio pero de a poco, tanto unos como otros se fueron relajando, y haciendo más llevadero el momento

 

 

 

Cerca de las siete de la noche, todos estaban reunidos en el frontis de la casa de los Black, ya que no cabían todos adentro. Billy y Carlisle se habían enfrascado en una conversación sobre el auto — curación de los licántropos. Sue y Esmes conversaban sobre decoración. Jasper intentaba no respirar al lado de Alice que hablaba sin parar sobre ideas para la boda, mientras Leah la miraba con recelo y Rosalie con aburrimiento. Emmett y Seth hablaban sobre técnicas de lucha.

 

 

 

Billy y Carlisle se acercaron a la pareja que reía entre cuchicheos. El doctor puso la mano en el hombro de su hijo y Edward sonrió respondiendo a la pregunta muda del vampiro mayor. Jacob que estaba aprendiendo a conocerlo, juraría que Edward se hubiese podido sonrojar, lo estaría en ese momento.

 

 

 

-          Apuesto que te pregunto si habría celebración privada — le susurro Jacob al oído, Edward lo miro sonriendo y el lobo no aguanto la tentación de robarle un beso

-          Amo tus besos, pero dame un segundo — dijo Edward y se giró para tomar una papa de las de Jacob y se las lanzo a Emmett que se hizo a un lado — perdón Rosalie. Era para Emmett

-          Idiota — siseo la vampira le lanzaba la papa, mientras este y Jasper se reian

-          ¿Qué te dijo? — pregunto Jacob intrigado

-          Que te amo más que a nada en el mundo — dijo Edward y unieron sus frentes

 

 

 

Después de un rato de haber estado conversando amenamente, Jacob se puso de pie bajo la atenta mirada de todos. Billy se acomodó en su silla y sonrió. Su pequeño ya era todo un hombre

 

 

 

-          Bueno, no soy bueno con las palabras — dijo Jacob — pero tengo claro lo que quiero. Tal vez Edward crea que esto sea producto de la imprimación, pero creo que… — y Edward se rio

-          Ve al punto — le grito Embry

-          Nos estas mareando — grito Leah

-          Tenemos hambre — grito Seth y todos rieron

-          Cállense — siseo Jacob

-          Solo dale el anillo de una vez y cenemos, por favor — dijo Paul

-          Edward Cullen — dijo Jacob poniendo una rodilla en el piso — ¿quieres… hacerme el lobo más feliz — y todos sonrieron — del mundo y casarte conmigo?

-          Ya te dije que si — dijo este sonriendo — tu pregunta va hacia allá — y señalo a su familia

-          Cierto — dijo Jacob mirando hacia donde su novio había señalado — siglo pasado. Doctor Cullen — y este sonrió — ¿me concede la mano de su hijo?

-          No te hagas — dijo Emmett — quieres mucho más que su mano — y tanto Jasper como Rosalie y Seth se rieron — quieres…

-          Emmett… — dijo Esmes mientras Edward gruñía por lo bajo

-          Claro que tienes nuestra bendición — dijo Carlisle con voz amable mientras Esmes sonreía

-          El anillo — dijo Billy

-          Aquí esta — dijo Jacob sacándolo de su bolsillo trasero — ojala te guste.

 

 

 

La piedra era pequeña pero hermosa, estaba decorado con filas oblicuas de brillantes piedrecillas redondas. La banda era de oro, delicada y estrecha.

 

 

 

-          Disculpa si no es nada ostentoso…

-          Es perfecto — susurro Edward mientras Jacob lo deslizaba por su dedo

-          Te amo — dijo Jacob poniéndose de pie y abrazándolo por la cintura para besarlo dulcemente mientras todos aplaudían

 

 

 

En ese momento una camioneta llego al lugar. El silencio se fue extendiendo entre los asistentes y Jacob busco la mano de Edward, quien hizo un gesto de disconformidad pero no se alejó. El vampiro había estado tan relajado que decidió cerrar su mente, por lo que no escucho los pensamientos de Charlie Swan cuando se acercaba a la reserva junto a su hija.

 

 

 

-          Buenas noches — dijo Charlie bajando del vehículo — esperamos no interrumpir — y sonrió

-          Buenas noches Charlie — dijo Billy — hola Bella

-          Hola Billy — dijo esta ya abajo

-          Vaya, que sorpresa — dijo el policía mirando a los Cullen — no esperaba encontrarlos por aquí

-          Señor Swan — dijo Carlisle amablemente — Que bueno verte Bella — y esta sonrió

-          Hola Charlie — dijo Jacob — Bella

-          Vinimos porque Jacob ya no va a casa y Bella lo extraña — dijo Charlie — ¿Qué celebran? — pregunto Charlie intrigado y todos miraron hacia otro lado

-          Creo que vinimos en mal momento — dijo Bella

-          Pero es Jacob — dijo Charlie  —. Para ustedes nunca ha habido mal momento. Incluso he llegado a pensar que podía haber la posibilidad que entre ustedes hubiese algo — dijo sonriendo

-          Eso es imposible — dijo Billy — Estamos celebrando el compromiso de Jacob y Edward

-          ¿Compromiso? ¡Qué buena broma! — dijo Charlie después de unos minutos de silencio — pero eso es imposible. Son dos…

-          Es…complicado — dijo Billy mientras Jacob abrazaba a Edward por la cintura y le besaba el cabello — te lo voy…

-          ¿Cómo pudieron…? — grito Charlie intentando lanzarse sobre la pareja, por lo que Jacob protegió a Edward con su cuerpo, quien se contuvo para no gruñirle mostrándole los dientes

-          Yo lo sabía, papá — dijo Bella

-          ¿Tú… lo…? — susurro el policía sorprendido congelado en su lugar

-          Las cosas no se dieron entre Edward y yo, así que quedamos como amigos — dijo Bella  —. Ellos se hicieron amigos. Pasaron ciertas cosas… me lo contaron y… me dio gusto por ellos — dijo sonriendo  —. Lo que no sabía… era… sobre su… compromiso… felicidades

-          Gracias — dijo Jacob

-          ¿Nos vamos papá? — pregunto Bella — Billy — este asintió

-          Nunca espere esto de ti — dijo Charlie dijo antes de subir a su movilidad e irse

 

 

 

Todos exhalaron y Jacob se giró para abrazar a su prometido mientras le acariciaba el cabello

 

 

 

__________________________

 

 

 

Todos te está mirando”, se decía feliz a sí mismo. “Eres la sensación de Fork, y no es solo el auto” se decía a si mismo mientras esperaba a que uno de los tres semáforos de la ciudad se pusiera en verde. Echo un vistazo hacia la izquierda y allí estaba el monovolumen de la señora Weber, que tenía el torso totalmente torcido en él dirección. Sus ojos lo perforaban, así que broto el pecho con orgullo.

 

 

 

Entonces recordó las gafas Ray — Ban que llevaba en la guantera y no pudo evitar sonreír al recordar lo que Edward le había dicho sobre el modelo su auto, un Jaguar C — X 75, el mismo modelo que había salido en la película “007: Spectre” de Daniel Craig en el 2015. “Es como si fuese yo”. La frase había provocado una risotada descomunal de Emmett y que Seth se hubiese ahogado con el sándwich que Esmes le había preparado

 

Su automóvil. Sonrió.

Dirigió la vista hacia la izquierda y vio a dos peatones se habían quedado pasmados en la acera, perdiendo la oportunidad de cruzar por quedarse a mirar. Detrás de ellos, el señor Marshall parecía observar embobado a través de los vidrios del escaparate de su pequeña tienda de regalos. Aunque no había apretado la nariz contra los cristales. Al menos, todavía no.

 

 

 

Jacob sonrió con malicia y piso a fondo el acelerador en cuanto la luz se puso en verde. El motor rugió como una pantera en plena caza y el vehículo dio un salto hacia delante tan rápido que todos volcaron a verlo

 

 

 

-          ¡Si! — grito feliz.

 

 

 

Era como correr con Edward. El vampiro hubiese estado orgulloso si lo hubiese visto. Fue directo a la gasolinera. Había pasado todos los días de atrás sin un montón de cosas, como pan de molde o cordones para los zapatos, con el fin de no mostrarme en público. Evitaba ir a la ciudad, para evitar roces con Charlie, pero tampoco se iba a esconder. No había hecho nada de malo

 

A la hora de echar gasolina se movió lo más lento que pudo, como si estuviera en cámara lenta: abrió la portilla, desenrosco el tapón, pasó la tarjeta e introdujo la manguera del surtidor en la boca del depósito en cuestión. Ahora bien, nada podía hacer para que los números del indicador se marcaran con menor rapidez. Avanzaban con demasiada rápido, como si lo hiciera apropósito para fastidiarlo. Quería lucirse

 

 

 

No había mucha luz al aire libre, porque era uno de esos días típicos en Forks, Washington, pero se sentía como si tuviera un reflector enfocado en él, centrado sobre todo en el collar Quileute que portaba que los distinguía como comprometido . En momentos así, cuando notaba ojos ajenos clavados en su espalda, le parecía que el auto latía a su lado como si fuera un anuncio de neón que dijera: «Mírame, mírame».

Era súper esa atención y él lo amaba. Aunque eso no quería decir que estuviera con Edward por dinero. Para nada. Adoraba a ese vampiro. Si el día de mañana le tocase vivir con su vampiro en una cloaca, siempre y cuando lo tuviera en sus brazos, él sería feliz

 

 

 

-          Eh, guapo... — le interrumpió una voz femenina.

 

 

 

Jacob se volvió, y sonrió.

 

 

 

Dos esculturales mujeres permanecían de pie al lado de un lujoso todoterreno color negro, esbelto, y en verdad bonito que portaba dos kayaks de última moda en lo alto del techo. Ninguno de las dos miraba el auto, sino que tenían los ojos clavados él

 

 

 

-          Hola guapo ¿me podrías decir qué clase de automóvil es el que conduces? — le dijo la rubia.

-          Bueno, es un Jaguar C — X 75 — dijo Jacob sonriendo — diseño exclusivo

-           Sí — repuso la morena coquetamente, mientras su amiga de menor altura ponía los ojos en blanco como reacción a mi respuesta  —. Ya veo

-          Soy Katya y mi amiga es Sandy — dijo la rubia acariciándole el brazo — Apuesto que hay lugares muy interesantes en este pueblo

-          Los hay — dijo Jacob sonriendo  —. Todos ideales para pasar un buen rato con la compañía ideal

-          ¿Y cuando no los muestras, bombón? — dijo la morena

-          El problema es que yo los prefiero visitar con él — dijo Jacob señalando al Volvo que se acercaba

 

 

 

El automóvil se estaciono detrás de él mientras Jacob sonreía cruzando los brazos y apoyándose en el Jaguar. La chica giro medio cuerpo para ver el Volvo bajo un hombre alto, de contextura delgada, algo desgarbado, llevaba despeinado el pelo castaño dorado. Aunque tenía un aspecto muy juvenil, era como si padeciera de insomnio o se estuviera recuperando de una rotura de nariz, aunque su nariz, al igual que el resto de sus facciones. Eran rectas, perfectas, simétricas. Eran de una belleza inhumana y devastadora.

 

 

 

Sonreía con la vista fija en el hombre que estaba a su lado. Era un rostro como nunca se esperaron ver, excepto tal vez en las páginas retocadas de una revista de moda. O pintadas por un artista antiguo, como el semblante de un ángel.

 

 

 

-          Hola hermoso — dijo Jacob abrazándolo por la cintura cuando estuvo a su lado y unieron sus frentes — ¿Qué tal tu paseo?

-          Tranquillo — dijo Edward cerrando los ojos mientras sonreía

-          Te extrañe mucho aunque fueran solo dos días — le susurro el moreno acariciándole una mejilla  —. Te presento a Katya y su amiga Sandy. Mi prometido Edward Cullen

-          Un placer — dijo el recién llegado

-          ¿Ustedes… son… pareja…? — pregunto Sandy atónita

-          Nos casaremos en dos semanas — dijo Edward sin soltar a su prometido

-          Tomas — dijo Jacob en voz alta y uno de los dependiente lo miro — te encargo mi auto — y le arrojo sus llaves — regresare luego por él

-          Claro Jacob — dijo el chico — no te preocupes. Buenos días señor Cullen — este asintió

-          ¿nos vamos a nuestro lugar especial? — pregunto el nativo y su respuesta fue la más radiante de las sonrisas — hasta luego señorita

-          Es broma ¿cierto? — dijo la morena

-          Jacob — susurro Edward sonriendo mientras leía la mente del vampiro

-          ¿No que no leías mi mente? — susurro el lobo también sonriendo

-          Jacob Bla… — dijo Edward antes que este lo besara

-          Permiso — dijo Jacob mientras se alejaban

 

 

Durante las últimas semanas las hermanas mayores de Jacob, Rachel y Rebecca, habían llegado a la reserva para formar parte de los planes de boda. Se pasaban todos los días unas cuantas horas al teléfono con la madre de Edward, Esme y Alice, así que no hubo preocupación alguna respecto a cómo se llevarían las cuñadas. Rachel y Rebecca adoraban a Alice.

Eso consiguió librarlos del asunto. La familia de Edward y la de Jacob se habían hecho cargo de los preparativos nupciales sin que ellos tuvieran que hacer, saber o pensar en ninguna cosa.

 

 

 

-          ¿hola? — llamo Jacob mientras abría la puerta principal  —, Estoy en casa.

-          Espera un momento, Jake, espera ahí un momento.

-          ¿Eh? — pregunto deteniéndome de forma inmediata.

-          Danos un segundo — dijo Rachel

-          Au, me has pinchado, Alice — se quejó su padre

-          Lo siento, Billy — respondió la voz vibrante de Alice

-          ¿Alice? — dijo el chico sorprendido — ¿Qué haces aquí?

-          Alice vino a disfrazarme para la boda. Sam ordeno que Seth y Embry estuvieran presente — dijo este mientras Alice fruncía las cejas sin dejar de trabajar

-          ¿y dónde están? — dijo Jacob con desconfianza hacia todos lados

-          Asaltando el refrigerador — contesto Billy sonriendo

-          Howa Juke — dijeron ambos chicos desde la cocina

-          Traguen y después hablen — ordeno Jacob y los chicos solo sonrieron

-          ¿Qué te parece? — dijo Billy — Aunque lo estoy manchando todo de sangre.

-          Estás bien. No ha traspasado la piel, confía en mí.

-          ¿Alice… no te…? — dijo Jacob

-          Treinta segundos, por favor, Jacob — le pidió Alice  —, Tu paciencia te será recompensada.

-          ¡Ja! — añadió Billy.

-          Ejú diju hasu mediu huru — grito Seth

-          Certu — grito Embry

 

 

 

Billy golpeteó su silla con los dedos de sus manos, contabilizando cada latido y antes de que llegara a treinta, Alice gritó:

 

 

 

-          ¡Listo, Jacob, entra!

 

 

 

Avanzando con precaución, di la vuelta a la esquina que daba al salón de estar.

 

 

 

-          Oh — se enfurruñó  —, ¡oh, papá! Pareces...

-          ¿Estúpido? — lo interrumpió Billy.

-          Estaba pensando más bien en «muy elegante».

 

 

 

Billy se ruborizó y Alice movió la silla de rueda con ligereza para que diera una vuelta lenta y luciera un poco el esmoquin de color gris oscuro.

 

 

 

-          Vamos a dejar esto ya, Alice — dijo Billy  —. Parezco un idiota.

-          Nadie que yo haya vestido ha parecido jamás un idiota.

-          Tiene razón, papá, ¡tienes un aspecto fabuloso! — dijo Jacob — ¿Y para qué es todo esto?

-          Es la última prueba para ver cómo queda — dijo Alice poniendo los ojos en blanco — Para los dos.

 

 

 

El lobo aparto por primera vez la mirada de un Billy tan poco acostumbrado a ir elegante y vio el pavoroso traje negro extendido cuidadosamente sobre el sofá.

 

 

 

-          Aaahh — dijo el lobo — así que Edward se refería a esto cuando decía lo de dejarte suelta

-          Eso le costara caro a tu noviecito — siseo Alice — Mira, porque no te vas a ese sitio feliz tuyo, Jake. No tardaré mucho.

 

 

 

Inhalo una gran bocanada de aire y cerró los ojos. Los mantuvo así y subía tropezando las escaleras hasta su habitación. Se despojó de la ropa hasta quedarse sólo con las prendas interiores y extendía los brazos. Alice no lo violaría ¿o sí?

 

 

 

-          Parece como si te fuera a clavar palos de bambú debajo de las uñas — masculló Alice en voz baja mientras lo seguía.

 

 

 

No le prestó atención, porque me había escabullido a su lugar feliz... un sitio en donde todo lo de la boda había pasado ya, lo había dejado a sus espaldas. Estaba reprimido entre sus recuerdos y olvidado.

En ese, Edward y él se encontraban solos. El escenario era borroso y las imágenes fluían de modo constante, se transformaban desde un bosque neblinoso a una ciudad cubierta de nubes o a la noche ártica, porque Carlisle y Esmes mantenía en secreto el lugar de su luna de miel para darle una sorpresa, ya que era su regalo de boda, aunque claro, Edward si lo sabía. La verdad es que no le interesaba especialmente dónde fuera.

 

 

 

Edward y él estaban juntos por fin. Se había casado con él, y era solo suyo. Sabía muy poco sobre cómo iba a ser cuando estuvieran juntos. No es que fuese un experto, ya había tenido experiencias, pero estar con el imprimado era diferente

 Había visto de primera mano cómo era con los de la manada. Pero Edward era vampiro, y él un lobo. Uno... apasionadamente enamorado. Ya moría por disfrutar de su auténtica luna de miel con Edward, y él había accedido a intentarlo a pesar del peligro que, a su juicio, esto suponía para Jacob.

 

 

 

Apenas fue consciente de Alice y del modo en que se deslizó la tela sobre su piel. No le importaba, en ese momento, que toda la ciudad estuviera hablando de ellos. No pensaba tampoco que lo llamaran oportunista. No le preocupaba no verse tan guapo como su imprimado, ni echarse a reír en el momento equivocado ni ser demasiado joven ni la audiencia sorprendida por ser dos hombres.

Ya estaba con Edward en su lugar feliz.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).