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Juntos por Liss83

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  1. Rechazo

El corazón palpitaba fuerte y saludable en el pecho de Bella Swan, su sitio de siempre, cada vez que contemplaba su rostro perfecto que tenía en frente. Esta vez, el latido se aceleró más allá de su habitual ritmo enloquecido. La chica reconoció la expresión de su rostro; era la que le hacía parecerse a una estatua.

 

 

 

-          Creo que ahora tienes algunos problemas más, Bella — susurró su novio, Edward Cullen, sin mover los labios.

 

 

 

Se deslizó a su lado, más cerca, y se aferró a su brazo mientras seguía el curso de su mirada para ver lo mismo que él. No sabía qué esperaba encontrar, quizás a Victoria, la vampira que hacía unos meses había jurado asesinarla, de pie en mitad de la calle, con su encendido cabello rojo revoloteando al viento, o una línea de largas capas negras... o una manada de licántropos hostiles, pero no vi nada en absoluto.

 

 

 

-          ¿Qué? ¿Qué es? — pregunto respirando hondo mientras trataba de ver en la oscuridad — Charlie... ¿Mi padre? — chilló.

 

 

 

Entonces, él bajó la mirada hacia ella, y su expresión era lo bastante tranquilla como para mitigar un poco el pánico de la chica.

 

 

 

-          No es probable que Charlie vaya a matarte, pero lo está pensando — le dijo con una sonrisa baja — Condujo de nuevo calle abajo, pero pasó de largo frente a la casa y aparcó junto al confín del bosque.

-          ¿Qué he hecho ahora? — jadeó.

 

 

 

Edward lanzó otra mirada hacia la casa. Bella lo imitó, y entonces se dio cuenta por primera vez del vehículo que estaba aparcado en la entrada, al lado del automóvil patrulla. Era imposible no verlo con ese rojo tan brillante. ¡Era su moto! Estaba exhibiéndose descaradamente en la entrada.

Edward le había dicho que Charlie estaba pensando en matarla; por tanto, su padre ya debía de saber que era suya. Sólo había una persona que pudiera estar detrás de semejante traición.

 

 

 

-          ¡No! — jadeo Bella  —, ¿Por qué? ¿Por qué me hizo Jacob una cosa así? — Su traición le traspasó como una estocada — Confié en él de forma implícita, le conté todos mis secretos por pequeños que fueran. Se suponía que se convirtió en mi puerto seguro, la persona en la que siempre podría confiar... — y Edward la miro — yo…

-          Entiendo — fue todo lo que el vampiro dijo

-          Edward… — dijo la adolescente

 

 

 

Las cosas estaban más tensas ahora, sin duda, pero jamás pensó que esto hubiera afectado a los cimientos de su amistad, y tal vez hasta su noviazgo, por cómo Edward la había mirado. ¿Sería que algo cambiaria?

¿Qué había hecho para merecer eso? Sabía que su padre se iba a enfadar muchísimo, y peor aún, iba a sentirse herido y preocupado. ¿Es que no tenía bastante con todo lo que había ocurrido ya? Bella nunca había imaginado que Jake fuera tan mezquino, tan abiertamente

“Miserable” pensó. Lágrimas ardientes brotaron de sus ojos, pero no eran lágrimas de tristeza. La habían traicionado. De pronto, se sintió tan furiosa que la cabeza le latía como si le fuera a explotar.

 

 

 

-          ¿Está todavía por aquí? — farfulló.

-          Sí. Nos está esperando allí — le dijo Edward, señalando con la barbilla el camino estrecho que dividía en dos la franja oscura de árboles.

 

 

 

Bella saltó del automóvil y se lanzó en dirección a los árboles con las manos ya cerradas en puños, preparadas para el primer golpe. Edward la agarró por la cintura antes de que hallara el camino. ¿Por qué tenía que ser siempre mucho más rápido que ella? Se preguntó la castaña forcejeando

 

 

 

-          ¡Suéltame! ¡Voy a matarlo! ¡Traidor! — gritó el adjetivo para que llegara hasta los árboles.

-          Charlie te va a oír — le avisó Edward  —, y va a tapiar la puerta una vez que te tenga dentro.

 

 

 

Bella volvió el rostro de forma instintiva hacia la casa y le pareció que lo único que podía ver era la rutilante moto roja. Lo veía todo rojo. La cabeza me latió otra vez.

 

 

 

-          Déjame que le atice una vez, sólo una, y luego ya veré cómo me las arreglo con Charlie — decía luchando en vano para zafarse

-          Jacob Black quiere verme a mí. Por eso sigue aquí.

 

 

 

Aquello la frenó en seco y le quitó las ganas de pelear por completo. Sus manos quedaron flojas. Iba a ser un derramamiento de sangre inútil. Estaba furiosa, pero no tanto.

 

 

 

-          ¿Para hablar? — preguntó

-          Más o menos — contesto el vampiro

-          ¿Cuánto más? — le tembló la voz.

 

 

 

Edward se apartó de ella. Desde que habían vuelto a ver en Volterra de alguna manera él sentía que no era correcto ese trato entre ellos, pero se prometió indagar después en eso. Ahora tenía otro tipo de problemas

 

 

 

-          No te preocupes, no ha venido aquí para luchar conmigo — dijo Edward  —, sino en calidad de... portavoz de la manada.

-          Oh — fue toda la respuesta de la chica

-          Espérame en la casa — dijo el vampiro después de quedarse inmóvil un par de minutos

-          ¿Qué pasa? — dijo Bella nerviosa

-          Entra ahora — ordeno Edward — luego subiré. Lo prometo — y a ella no le quedo de otra que hacerlo

 

 

 

Edward caminó hacia los árboles. No hubo necesidad de ir muy lejos; Jacob lo esperaba en el camino, un poco más arriba. Se había acomodado contra el tronco de un árbol cubierto de musgo mientras esperaba, con el rostro duro y amargado, exactamente del modo en que sabía que estaría el Quileute.

La boca de Jack se torció en una mueca burlona y se separó del árbol. Se irguió sobre los talones de sus pies descalzos, inclinándose ligeramente hacia delante con sus manos temblorosas convertidas en puños. Era obvio par Edward que era más grande que la última vez que se habían visto. Aunque fuera casi imposible de creer, seguía creciendo. Ya le sacaba una cabeza a si hubieran estado uno junto al otro.

 

 

 

El vampiro se paró tan pronto como lo vio, dejando un espacio amplio entre ellos. De pronto sus miradas se cruzaron. Ya no era la tierra quien lo sostenía, sino él. Edward Cullen pasó a ser lo único que le debía importar. Debería ser capaz de cualquier cosa por él, de convertirse en lo que él necesitara, ya sea su protector, su amante, su amigo o su hermano

Eso no podía ser. Era una broma macabra del destino, y él pelearía con todas sus fuerzas

 

 

 

-          No Jacob — suplico Edward tan sorprendido como él — ¡no lo hagas!

-          Tú lo planeaste de algún modo — dijo este apretando los puños y cerrando los ojos

-          No — dijo Edward — yo de verdad… quería a Bella

-          Pero la dejaste — siseo Jacob

-          Volví porque Alice vio que moriría si no lo hacía… — dijo Edward desesperado

-          ¡Prefiero morir antes que seas mi imprimación! — siseo Jacob antes de darse la vuelta y entrar en fase alejándose a toda prisa

-          ¡Jacob! — suplico el vampiro sin atreverse a seguirlo

 

 

 

 

_______________________

 

 

 

 “Chupasangre:

No sé por qué te empeñas en enviarle notas a Billy por medio de Seth como si estuviéramos en el colegio. No quiero hablar contigo, entiéndelo

Ya tome mi decisión, respétala

¿Qué parte de “enemigos mortales” es la que te resulta tan complicada de entender?, ya sé que me estoy comportando como un estúpido, pero es que no veo otra forma. No podemos ser…, rayos, ni siquiera lo puedo pensar

Quisiera que, simplemente, que te largaras para siempre, así que no me escribas más

 

Jacob”

 

 

Deslizo los dedos por la página y sintió las marcas donde él había apretado con tanta fuerza el bolígrafo contra el papel que casi había llegado a romperlo. Podía imaginárselo mientras escribía, lo veía garabateando aquellas palabras llenas de ira con su tosca letra, acuchillando una línea tras otra cuando sentía que las palabras empleadas no reflejaban su voluntad, quizá hasta partir el bolígrafo con esa manaza suya; esto explicaría las manchas de tinta.

Se imaginaba su rabia, su desprecio. Lo veía fruncir las cejas negras y arrugar el ceño. Si hubiera estado allí, casi se hubiera echado a reír. “Te va a dar una hemorragia cerebral, Jacob”, le habría dicho. Simplemente, escúpelo y acepta que solo somos fichas del destino. Yo ya lo hice

Aunque lo último que le apetecía en esos momentos, al releer las palabras que ya había memorizado, era echarse a reír. No le sorprendió su respuesta a su nota de súplica, que le había enviado con Billy, a través de Seth, justo como en el colegio, tal como él había señalado. Conocía en esencia el contenido de su réplica antes incluso de abrirla.

 

 

 

Lo que resultaba sorprendente era lo mucho que le hería cada una de las líneas tachadas, como si los extremos de las letras estuvieran rematados con cuchillos. Más aún, detrás de cada violento comienzo, se arrastraba un inmenso pozo de sufrimiento; la pena de Jacob le dolía más que la suya propia.

Metió el papel arrugado en el bolsillo trasero de sus pantalones y echo a correr, bajando las escaleras en un tiempo récord. Escucho a alguien hablar a lo lejos, era Emmett pero lo ignoro. Si Jacob quería ponerlo difícil, entonces sería difícil.

Corrió hasta los límites de los territorios y se detuvo en seco, casi mostrando los colmillos, segundos después apareció de entre los arboles una manada de lobos con actitud amenazante

 

 

 

-          Quiero verlo — gruño Edward justo cuando su familia llegaba a su lado — ¡No me importa! — volvió a gruñir

-          Edward ¿Qué pasa? — pregunto Carlisle acercándose

-          ¿enserio prefieres morir que estar conmigo? — pregunto el vampiro y todos se sorprendieron

-          Si — dijo Jacob saliendo de entre los lobos — Tú nunca serás mi imprimación

-          Por favor piénsalo — suplico Edward  —. Hazlo por Bella

-          No la metas en esto — gruñó el licántropo

-          Eres tú quien lo hizo — dijo Edward  —, Pídemelo y terminare mi relación con ella

-          Termina con ella — ordeno Jacob sonriendo

-          No te dejare el camino libre — dijo el vampiro

-          Tú no la quieres — dijo Jacob — yo si

-          Tú tampoco la quieres — acuso Edward

-          ¿te quiero a ti? — pregunto Jacob cruzando los brazos

-          No — dijo Edward — pero puedes llegar a…

-          Nunca — dijo Jacob

-          ¿Me hubiese dado una oportunidad si…? — pregunto Edward

-          Te recuerdo que no puedes morder a ningún humano — dijo Sam

-          Jamás le haría daño — dijo Edward  —, eso lastimaría a Jacob

-          Pero tampoco dejaras que sea feliz a su lado — dijo Jacob

-          No te hará feliz — dijo Edward

-          Tú tampoco — dijo Jacob y Edward tuvo el impulso de saltar sobre el licántropo pero Carlisle lo detuvo

-          Jacob — suplico el vampiro mientras este entraba en fase para irse

 

 

 

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Los días pasaron y Edward no volvió a habar con Jacob, sin embargo, bajo la excusa de que Bella debían convivir más otros amigos, la chica visitaba más seguido a los Black, visitas que le servía para robarle información que iba coleccionando para conocer más al licántropo. Este, por su parte, cada vez está más débil. Ya no se transformaba tan seguido, pero se mantenía informado. Victoria, la vampira pelirroja del vampiro que Edward había matado tiempo atrás, estaba cazando a Bella. Había robado ropa de Bella, y según la experiencia de Jasper, por las desapariciones en Seattle, debía estar creando un ejército de neófitos para dicho fin

 

 

 

Edward había convencido a Bella para que viajara a Florida para visitar a su madre. La chica le había insistido que la acompañase, pero este había puesto de excusa que era contraproducente que viajar a un lugar con tanto sol. En cuanto salió del aeropuerto de acompañar a Bella, fue a la mansión Cullen para dejar el automóvil en garaje e ir a la reserva. Sabía que a Jacob le tocaba patrullar por lo que corrió al lugar que al chico le tocaba patrullar

 

 

 

El bosque que rodeaba la reserva tenía muchos lugares interesantes y de vez en cuando los chicos aprovechaban para tomar un pequeño descanso en una cascada de los límites con el territorio de los Cullen. Jacob había salido solo para intentar aclarar sus pensamientos. Sabía que estaba siendo irresponsable al rechazar su imprimación, pero no lo sentía correcto. Él nunca podría robarle el novio a su mejor amiga. A la mujer que amaba. Porque la amaba, de eso no tenía ninguna duda. ¿Por qué tuvo que imprimar de él? ¿Por qué?

Se puso de pie para seguir su recorrido pero un mareo lo hizo perder el equilibrio y caer al agua. Intento nadar hacia arriba pero las fuerzas no le respondían. Abrió la boca por instinto y sus pulmones se llenaron de agua. Tenía que salir a flote pero sus fuerzas no le respondían. Se estaba ahogando. El rostro de su padre pasó por su mente. El de sus hermanos de manada. El de Bella.

 

 

 

-          Pelea Jacob — dijo la chica

 

 

 

La chica más hermosa, con su piel blanca, sus ojos color chocolate que se volvían ámbar con diminutos puntos rojo. Su pelo corto, su cuerpo largo y delgado, su voz como si fuese una campanilla. Tenía miedo en su mirada, quería tranquilizarla decirle que todo estaría bien

 

 

 

-          Edward — dijo pero de su boca solo salían burbujas. He inmediatamente se dio cuenta, a quien llamaba no era a la chica de sus sueños, sino…

 

 

 

Algo lo arrastro hacia arriba justo a tiempo. En cuanto salieron a flote empezó a toser por lo que lo pusieron bocabajo, mientras le acariciaban la espalda. ¡Maldición! Por suerte no necesito respiración boca a boca o sino… Sacudió la cabeza para alejar esas ideas absurdas

 

 

 

-          ¿estás bien? — dijo Edward preocupado

-          ¿Qué haces aquí? — gruño Jacob

-          Alice te vio caer — dijo Edward

-          Pensé que tu no hermana no podía ver — dijo Jacob aun tosiendo

-          Puede desde que imprimaste — dijo el vampiro

-          Yo no… — gruño Jacob — ¿Qué quieres?

-          El grupo de neófito va llegar a Forks

-          ¿Cuándo? — pregunto el menor

-          En unas semanas — dijo Edward — mi hermano Jasper tiene entrenamiento militar. Puede enseñarles como pelear sin salir lastimado

-          Sabemos defendernos — dijo Jacob

-          Puede ser peligroso — dijo Edward mientras Jacob se ponía de pie — Por favor…

-          En cuanto detengamos esa loca, te quiero a ti y tu… familia lo más lejos posible de mí, de Bella y de Forks — dijo intentando transformarse

-          ¡Jacob! — grito Edward corriendo a su lado

-          No te me… — ordeno el chico pero se desmayó antes de terminar la frase

 

 

 


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