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Amor de cristal por RLangdon

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Sus manos estrujaban con una fuerza descomunal las sabanas, ya no se debía a la sensación de dolor que experimentó en un principio, era el constante vaivén de las caderas de Itachi entre sus piernas lo que lo tenía al borde del éxtasis
 
-Sepáralas más- jadeó el pelinegro en medio de las profundas embestidas. Naruto no tardó en acatar la petición que hasta cierto grado había sonado como una orden, ya no le importaba, nada le importaba, solo estaba seguro de una cosa y era que no quería que Itachi se detuviera
 
Se sentía bien, jodidamente bien
 
-¡Ah!- Naruto se retorció debajo del cuerpo del muchacho de cabello negro, sintiendo una oleada ascender por su columna, recorriendo deliciosamente su sistema, nunca antes había sentido algo así. Itachi no dejaba de penetrarlo con fiereza, no se reprimió en lo mas mínimo de profanar el exquisito cuerpo de Naruto, la piel canela estaba ligeramente perlada por el sudor, los gemidos quedos y suaves lo incitaban a seguir arremetiendo contra sus caderas, tan estrecho
 
-No te…ah…detengas- gimió Naruto, asiéndose de la espalda del mayor con ambos brazos, aun sentía mareos a causa del alcohol que previamente había ingerido, justo antes de pretender decirle…un momento, ¿Qué se suponía que le diría?
 
Ya ni recordaba, ni siquiera sabía qué demonios estaba haciendo en una cama que no era la suya, debajo del cuerpo de un muchacho mayor que él y que además estaba mancillándolo sin miramiento alguno. Debía ser uno de esos sueños húmedos, aunque se sentía tan real
 
Las embestidas cesaron de repente. Naruto continuó jadeando con su boca ligeramente entreabierta, su respiración seguía igual de agitada y sus cabellos dorados se adherían a su frente. Todo le pareció confuso de nuevo, ¿Por qué se había detenido?
 
Pero no tuvo tiempo de preguntar cuando sintió la húmeda lengua ajena recorriendo su abdomen, trazando figuras imaginarias sobre él, excitándolo aun más… si es que eso era posible
 
Hizo su cabeza hacia atrás, los espasmos cada vez eran más intensos y placenteros. Sus manos sujetaron el cabello negro de Itachi, una sutil indirecta de que se detuviera
 
Itachi dejo de lado las suaves lamidas para retomar las embestidas. Naruto arqueó su espalda con la primera dura penetración que dio comienzo a muchas otras. No opuso ninguna resistencia cuando Itachi lo tomó de las caderas para apoyarlas contra las suyas, permitió que acariciara su piel y besara su cuello con lascivia, se sentía en el cielo, no, estaba en el cielo
 
Ni siquiera tuvo la necesidad de masajear su miembro cuando este comenzó a dolerle por la potente erección que se había formado varios minutos atrás, el roce de ambas pieles se encargaba de ello
 
Lo único audible dentro de aquella oscura habitación eran los frecuentes gemidos y jadeos de ambas partes, aunado al odioso rechinido de la cama
 
Las manos de Itachi dejaron de sujetar la cadera del rubio para apoyarse en el colchón, el interior de Naruto era demasiado estrecho, incluso le había costado trabajo entrar en él, sin embargo ahora lo disfrutaba enormemente
 
El placer nublaba por completo sus sentidos, era incapaz de razonar cualquier otra cosa que no fuera continuar penetrando a Naruto
 
Eso era lo que quería, lo que necesitaba. Hacer suyo a Naruto Uzumaki. Llevaba cerca de dos meses observándolo, no sintió ningún remordimiento de haberle mentido antes, el único nombre que permanecía perfectamente lucido en su memoria era el de él. No recordaba y no tenia porque recordar el nombre de algún estudiante, así fuera de primer ingreso o cursara el mismo grado que él. No era necesario, eran simples nimiedades, idioteces sin sentido
 
Procuraba elegir siempre una mesa cercana a la del chico rubio para poder deleitarse por lo menos viéndolo a la distancia. Esa sonrisa lo había encantado desde que la presenció en la cafetería, una tarde del lunes que, a diferencia de otras ocasiones, se decidió a ir él mismo a comprar el almuerzo. Y entonces lo vio, los hermosos ojos azules parecieron coquetearle al primer suave pestañeo, la sonrisa adornaba su lindo rostro junto a aquellas marcas simétricas en sus mejillas, ese día adjudicó la apariencia del chico con la de un zorro, o un gato quizá. Una idea absurda, completamente irracional e inverosímil pero así le pareció en primera instancia
 
Con un gemido más pronunciado, Naruto se dispuso a rasguñar con suavidad la espalda de Itachi. Estaba a punto de correrse, su respiración se encontraba al límite al igual que su cuerpo. Inconscientemente jadeó el nombre de Itachi cuando una nueva corriente eléctrica le recorrió el cuerpo, teniendo así el orgasmo entre ambos vientres
 
Relajó sus músculos, separando aun más las piernas para que Itachi continuara penetrándolo. Su mirada se enfocó en el techo pero la habitación entera parecía dar vueltas junto con ellos dos, no era así, solo eran los estragos del alcohol. Sabía perfectamente que no debía tomarlo y sin embargo lo hizo
 
Escuchó la voz ronca de Itachi nombrándolo mientras lo embestía cada vez más rápido y profundo, Itachi arremetió un par de veces más antes de llegar al clímax, impregnando el interior de Naruto con su semen, tal como quería
 
Las facciones de Naruto se alteraron al sentir el viscoso líquido caliente escurrir de su entrada una vez que Itachi se dispuso a salir de él. Trató de levantarse pero se sentía cansado, demasiado
 
Optó por darse la vuelta sobre el colchón, buscando una posición más cómoda para dormir, hasta que finalmente sus ojos se cerraron
 
Itachi lo miró en silencio unos segundos. Su ritmo cardiaco seguía descontrolado pero no se arrepentía para nada de haber intimado con Naruto. Lo único que le inquietaba era la reacción del chico al despertar, no lo había forzado a tener relaciones, Naruto se entrego a él deliberadamente...después de haberse bebido como tres copas de vino tinto
 
Acicaló su cabello hacia atrás, tomó la sabana para cubrir el cuerpo desnudo de Naruto. No era momento para arrepentirse, tal vez no fue el mejor método para tratar de olvidarse de él, de sacárselo de la cabeza de una vez por todas. Porque estaba consciente de que pronto seria el acto académico, dos meses mas y no volvería a ver a ninguno de sus compañeros de curso, tampoco podría presenciar la hermosa y radiante sonrisa de Naruto durante los descansos, ese sin duda era su momento predilecto del día, a pesar de que se limitaba a observarle desde lejos, con eso se conformaba, pero ahora que iba a salir tenía que olvidarse por completo de él
 
Los consejos de Hidan no eran infalibles después de todo. De hecho, la atracción por Naruto seguía indemne, no se trataba de una simple calentura como su amigo le comentó con seguridad, no era eso, verdaderamente le gustaba Naruto, y él en cambio…se había aprovechado de él
 
Tamborileó los dedos contra el marco de la puerta, sin terminar de decidirse por despertar a Naruto y acompañarlo a su casa o esperar un poco a que el chico descansará y se le pasara un poco el alcohol, lo más prudente era esperar
 
Se encaminó al ropero para tomar una toalla, primero se ducharía y ya después se las arreglaría para hablar con Naruto
 
Sintió como tocaban su hombro con insistencia, se removió entre las sabanas, cubriéndose completamente con ellas, aun estaba cansado, tenía mucho sueño y no entendía porque se empeñaban en querer despertarlo
 
-Cinco minutos más- murmuró fastidiado, pero el molesto contacto sobre su cuerpo no cesó. ¿Por qué Jiraiya no lo dejaba dormir tranquilo un poco?, siempre se quejaba por su interminable energía, y ahora que pretendía descansar un momento no lo dejaba en paz, vaya anciano tan mas extraño
 
-Naruto- la cabeza aun le daba vueltas pero pudo identificar aquella voz en su oído. No se trataba de Jiraiya. Se quitó las sabanas de golpe para encontrarse con el meditabundo semblante de…
 
-"¿Itachi?"- se levantó alarmado de la cama, sin dejar de apuntar al apuesto muchacho de ojos escarlata. El aludido suspiró, forzó una sonrisa que no apareció. -¿Qué haces en mi casa?- preguntó confundido, parpadeó en reiteradas ocasiones, sin terminar de asimilar lo que estaba pasando, quizás aun estaba dormido y solo se trataba de otro de esos sueños lucidos que suelen dejarte esa sensación de estar viviendo lo que ocurre en tu subconsciente, si eso era
 
-No estoy en tu casa, Naruto- esta vez consiguió sonreír sin tener que esforzarse, Hidan siempre le echaba en cara lo distraído que era Naruto al no darse cuenta de su presencia a la hora del descanso, ahora apoyaba su teoría. –Tu estas en la mía- agregó, contemplando como Naruto miraba apenado su fisionomía en el espejo a sus espaldas, ni siquiera se había percatado de que estaba desnudo
 
El rostro de Naruto pareció palidecer momentáneamente al reparar en las prendas de ropa esparcidas en el suelo, a un costado de la cama. Era su uniforme y él estaba desnudo en la casa de Itachi
 
-No - su corazón dio un vuelco al percatarse de lo sucedido. Había accedido a acostarse con un muchacho cuyo apellido ni siquiera conocía
 
-Déjame explicarte- masculló Itachi, indagando mentalmente por donde sería apropiado comenzar a justificar sus acciones, no, definitivamente no tenía justificación alguna, estaba plenamente consciente cuando comenzó a toquetear a Naruto en el comedor, aun cuando lo cargó con mucha dificultad hasta su recamara para después saciarse con su cuerpo, desde cualquier ángulo estaba mal visto
 
-Esto…- Naruto se precipitó a recoger la ropa del suelo, negándose rotundamente a mantener contacto visual con Itachi, se sentía sumamente apenado y confundido
 
-Escucha- Itachi se ofreció a ayudarlo a juntar la camisa que se encontraba cerca de él. Estaba por entregarla cuando Naruto se la arrebató de las manos. –A mi me…
 
Naruto alzó la mirada, sus labios habían comenzado a temblar pero se negaba a llorar. Había sido su culpa. Solo recordaba haber estado muy nervioso, terriblemente nervioso y con la confesión de…
 
La saliva se atoró en su garganta al recordar a su amigo
 
-Esto no pasó, n-no debió pasar- terminó de ponerse los pantalones con mucho esfuerzo. Se tambaleó hasta la puerta para salir pero Itachi lo tomó nuevamente de los hombros, ¿es que no entendía que quería largarse?
 
-Naruto…- profirió con suavidad, el aludido se dio la vuelta sumamente enfadado
 
-Cállate, solo déjame regresar a mi casa- bajó la mirada, situando su mano sobre la perilla de la puerta. Itachi le sonrió a medias
 
-Esa es la puerta del ropero- le aclaró enseguida. Naruto se maldijo mentalmente al corroborar lo dicho por Itachi. –Déjame te acompaño a tu casa y de paso te explico
 
-No- pero Naruto lo empujó con molestia para dirigirse esta vez a la salida. Estaba desorientado al salir del cuarto pero pronto se orientó por el aroma a alcohol proveniente de la planta baja. Se sujetó del barandal para forzarse a bajar con cuidado los escalones. Era una burla que Itachi se mostrara más amable con él cuando anteriormente se había portado serio y frio. Seguramente era otro de sus planes para llevárselo a la cama, él no era así, solo fue un error, solo eso
 
Un error irremediable
 
Naruto había llegado a su casa dos horas más tarde de lo usual. Afortunadamente Jiraiya estaba fuera y eso en parte le alivió bastante, después de constatar en la nota de la nevera que su padrino volvería hasta entrada la noche. Se decidió por dormir otro poco, su mente era un revoltijo de ideas estúpidas
 
Se negó a contestar el teléfono luego de que reparara en el numero que mostraba el identificador, era Deidara, ¿Qué demonios iba a decirle?
 
No podía llegarle con aquella vulgar premisa de haber tenido sexo con Itachi, ni siquiera sabía cómo carajo pasó. No quiso que Itachi le dijera por miedo a recordar detalles, solo quería olvidarlo todo, hacer como que nada sucedió y seguir adelante
 
Siempre podría ignorar los constantes reclamos de su amigo en torno a su fallida misión de ayudarlo a conseguirse un novio. No era su obligación, simplemente le mentiría, aunque no sabía muy bien como, sería lógico que Deidara se enterara de ello tarde o temprano, especialmente porque no acordó nada con Itachi respecto a lo ocurrido, no recordaba ni haberle mencionado a Deidara durante los eternos minutos que permaneció junto a la mesa con él, vaya estúpido que fue
 
Al día siguiente, Naruto aun seguía en su cama. Al no encontrar una buena excusa para contarle a su amigo, había optado por una decisión más sencilla, no asistir ese día a clases, al menos dispondría de ese tiempo para pensar con claridad en que decirle a Deidara sobre el atractivo muchacho de mirada enigmática
 
-Naruto- cubrió su rostro con la almohada cuando los rayos solares le dieron de lleno en el rostro. Forzándolo a despertarse
 
-Cinco minutos más, Itachi
 
-¿Itachi?- preguntó Jiraiya confundido. -¿Quién es Itachi?- frunció el entrecejo, lanzando de un golpe la almohada, Naruto se vio obligado a despabilarse
 
-Itachi es…- se golpeó la frente con su puño al percatarse de su palabras, incluso se sintió mal por no poder olvidar a aquel bastardo que solamente se había aprovechado de él. –Un amigo- mintió cabizbajo
 
Jiraiya lo observó un momento, siempre se enteraba cuando Naruto mentía y esta no era la excepción, su rostro afligido gritaba la palabra mentira
 
-¿Pasó algo ayer, Naruto?- inquirió, sentándose junto al aludido, este negó con la cabeza, una bella sonrisa iluminó su rostro
 
-Solo que Deidara casi hace explotar el laboratorio- comentó divertido, al menos en eso no mentía, aun recordaba como su amigo había agregado intencionalmente un químico diferente a la formula que el profesor en turno les había entregado
 
-Ese muchacho me sigue pareciendo demasiado rebelde para que sea tu amigo- se sinceró Jiraiya, alborotando el cabello puntiagudo de Naruto, este entrecerró los ojos, imitando un gesto similar al de un zorro
 
-No es mala persona- alegó, cruzando los brazos
 
-Tienes razón- exhaló el mayor, poniéndose de pie. –El malo eres tu- Naruto abrió los ojos en completo asombro. –Por no poner la alarma- se rió del semblante aterrado de Naruto. El renacuajo caía muy fácilmente en sus trampas, era demasiado ingenuo pero le tenía mucho cariño
 
-Mejor me voy alistando- refunfuñó el rubio, dirigiéndose al baño para asearse. Sus piernas aun se sentían pegajosas, era una sensación molesta e incómoda. Nunca más trataría de ayudar a alguien, por muy amigo o familiar que fuera de él
 
El camino al instituto le pareció muy corto a diferencia de otros días. Quizás se debiera al hecho de que seguía sumido en sus pensamientos y no lograba encontrar una excusa para justificar sus actos
 
En primera no debió seguir a Itachi hasta su casa, pudo haber esperado otro día o simplemente evadirlo hasta que su amigo estuviera presente. Su segundo error fue entrar a su casa cuando pudo esperar pacientemente desde la puerta y decirle todo desde ahí, y en tercera… ¿Cuál era la tercera?, ya no importaba, el daño estaba hecho y con ello la traición a su mejor amigo
 
-"Hey torpe", ¿estás sordo?, hmp- Naruto detuvo sus pasos al escuchar la voz de Deidara a sus espaldas. Esbozó una falsa sonrisa antes de encararlo
 
-Ah, hola, estaba distraído- se encogió de hombros. Deidara enarcó una ceja, inspeccionó a detalle el rostro de Naruto, algo andaba mal. -¿Qué pasa?- inquirió nervioso, retrocediendo unos pasos
 
-Te noto extraño- admitió Deidara, rascando su barbilla. Naruto se sorprendió al enterarse de lo predecible que era, Jiraiya tenia razón en eso, era demasiado transparente, y entonces recordó el vino…
 
-Resaca- dijo en voz baja
 
-¿Qué?- Deidara se acercó pero esta vez no obtuvo respuesta. –Bueno ¿Qué no piensas decirme como te fue ayer?
 
Naruto sintió una sensación molesta recorrerle el cuerpo, como si toda la sangre se hubiera ido a sus talones. Tenía que pensar en algo y rápido
 
Una pareja de novios paso al lado de ellos. Naruto suspiró aliviado
 
-Parece que tiene novia- mintió, tratando de zafarse de una vez por todas de las posibles interrogantes de su amigo. Ya después le diría la verdad, mientras tanto…
 
-¡¿Qué?!- exclamó Deidara en voz alta. Naruto se apenó al notar las miradas que les dirigían los estudiantes al paso. –No es posible- frunció el ceño y apretó sus puños con fuerza. Itachi le gustaba desde que entró al instituto y nunca lo había visto cerca de ninguna chica, solo cerca de sus compañeros de debate, aunque eso no eliminaba la posibilidad de que frecuentara a alguna mujer fuera del colegio
 
-Lo siento- repitió Naruto por inercia
 
-Olvídalo- Deidara movió su mano de arriba hacia abajo, como si aquella cuestión no fuera tan importante, de todas formas no era culpa de Naruto…si solo supiera. –Quien quiera que sea esa zorra sucia la sacare del camino, hmp- gesticuló seguro de sí mismo
 
Naruto detuvo sus pasos antes de entrar al salón, no había mayor problema con olvidar lo sucedido, así como de convencer a su amigo de que no había sido culpa suya lo que paso, si solo supiera que esa zorra sucia…era él.
 

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