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Amor de cristal por RLangdon

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El timbre del almuerzo lo forzó a levantarse de su asiento. Miró la hoja en su cuaderno antes de cerrarlo, estaba en blanco, al igual que su mente en las últimas dos horas. No solo no había tomado ningún apunte de la materia de ese día, sino que además no podía deshacerse del sentimiento de culpa que se cargaba desde el día anterior
 
De nada servía repetirse que no fue culpa suya lo ocurrido porque no era del todo verdad. Pudo haberlo evitado de no haber seguido al apuesto muchacho a su casa. La culpa se transformó en enojo al recordar lo ocurrido momentos antes de follar con aquel cretino
 
El vino, la cabeza aun le dolía y ni siquiera fue capaz de decirle a Itachi acerca de lo que lo metió en ese embrollo. Si era un pésimo amigo después de todo
 
-¿Te piensas quedar mirando el cuaderno toda la maldita hora?- inquirió Deidara, colocando su mano sobre la portada de aquel útil escolar que mantenía a su amigo tan distraído. No, Naruto era distraído por naturaleza pero ese día en particular estaba actuando demasiado extraño
 
-Perdón- suspiró hondo, esbozó una amplia sonrisa para encubrir sus problemas. Deidara negó con la cabeza reprobatoriamente
 
-Discúlpate con el profesor que te ha estado observando toda la jodida hora por si te dignabas a mirar la pizarra
 
-Ni siquiera iba a venir hoy- confesó Naruto frunciendo los labios. Deidara arqueó una ceja ante el comentario
 
-¿Te sientes mal?- quiso saber, su semblante se tornó serio
 
-Solo me duele la cabeza- respondió neutral, encogiéndose de hombros. Lo mejor sería no mencionar nada de lo ocurrido a su amigo, al menos hasta que se sintiera seguro de hacerlo. Seguro iba a odiarlo
 
-Entonces muévete- lo apuró tomándolo de la mano. Naruto tropezó con uno de los lápices cuando Deidara emprendió la carrera hacia el patio
 
-¿Qué rayos fue eso?- Naruto sujetó sus rodillas en un intento de regular su respiración. Aquella acción lo había tomado desprevenido, aunque su amigo era completamente impredecible en varios aspectos
 
-Iremos a la biblioteca- anunció con una sonrisa triunfal. Naruto se quedo estático unos segundos
 
-No puedo, tengo que hacer tarea- se justificó, retrocediendo lentamente. El edificio al que pretendía acudir su amigo se hallaba a pocos metros de ahí. Y definitivamente él no iba a seguirlo, no si eso significaba volver a ver a Itachi. Solo quería olvidar, ¿Por qué era tan complicado?, al parecer no se olvidaría de él hasta que el acto académico se realizara, entonces no lo vería más y continuaría tranquilamente con sus estudios como hacía antes de lo ocurrido
 
Deidara avanzó los pasos retrocedidos por Naruto. Sin duda se estaba comportando muy extraño
 
-Deja de ser tan esquivo, Naruto- lo sujetó del brazo antes de que el aludido consiguiera su cometido de irse
 
-No soy esquivo, además no me necesitas para nada- alegó con molestia. Deidara lo soltó al instante para verlo a los ojos
 
-De hecho si te necesito- sonrió de medio lado. –Tú te encargaras de distraer al resto de entrometidos mientras yo me acerco a Itachi, es sencillo
 
-Es que tengo que decirte algo antes- murmuró Naruto nervioso. Sintió sus rodillas temblar al ser tomado nuevamente del brazo para ingresar a la biblioteca. Lo último que quería era inmiscuirse más con ese muchacho de nombre Itachi, o con cualquiera de sus compañeros, sin embargo Deidara no comprendía eso y si lo hacía no le importaba en lo absoluto su opinión
 
-Adelante- sentenció Deidara, empujando a su amigo por la espalda, ya que Naruto se rehusaba a entrar por cuenta propia
 
-Rayos- Naruto bajó la mirada al estar dentro. Las baldosas color caoba que se expandían a sus pies era lo único que deseaba ver en ese momento. Ni siquiera se molesto en verificar que Itachi estuviera presente
 
Deidara se cruzó de brazos apenas su mirada se encontrara con uno de los compañeros de Itachi. Cabello naranja y varios piercings a lo largo de su nariz. Sin duda ese sujeto era el que más lo intimidaba. Recorrió con la mirada al resto del grupo. Curiosamente ninguno se había dado cuenta de su presencia, y si era así, eran muy buenos actores para fingir no verlo, ni a él ni a Naruto, aunque el cabeza hueca se hallara junto a la puerta y su atención estuviera completamente puesta en el suelo, menudo rollo
 
-No está- infló los mofletes al reparar en el resto de individuos que vestían la tan horrenda túnica negra. Solo a Itachi le sentaba bien, pamplinas, a Itachi todo le sentaba bien. Solo necesitaba hacerle una pregunta, al diablo si tenía novia
 
-Naruto- los ojos azules se abrieron bien grandes al sentir el suave peso sobre su hombro. No quiso mirar atrás. Apenas si alzó un poco la mirada para ver la mano de su interlocutor. Las uñas pintadas de negro lo hicieron estremecer, era él
 
-Hola y adiós- masculló, tratando de apartarse de aquella silueta que se había vuelto más visible en el suelo a causa de la luz del exterior infiltrada por la abertura de la puerta
 
-¡Ajá!- apremió Deidara dándose la vuelta. Naruto respiró mas agitado al toparse con su amigo de frente. No podía estarle pasando eso a él. Llevo su mano derecha a su rostro y la deslizó suavemente hacia abajo, como si con ello pudiera desaparecer de ahí, ojala fuera posible
 
-Itachi- le llamó Sasori poniéndose de pie, el aludido pasó de largo a los dos chicos que se miraban alternadamente entre ellos. Deidara dejo de mirar a Naruto para observar como el sensual muchacho de cabello oscuro se dirigía hacia la mesa del centro con porte en su andar, siempre la mirada en alto y ese deje de orgullo en la mirada, simplemente perfecto
 
-Ah ese estúpido- señaló a Sasori con discreción, Naruto se encaminó a la salida sin decir nada más. Solo quería que la suerte le durara más de lo que le tomó acceder a tener sexo con Itachi
 
Exhaló aliviado apenas puso un pie fuera del edificio. Escuchó la voz de su amigo gritándole a sus espaldas y se vio obligado a esperarlo. De todas formas ya no pensaba volver ahí dentro
 
-¿Viniste solo?, hmp- Naruto negó en ademan, sonriendo carismático
 
-Solo pensaba que no deberíamos interrumpir cuando están debatiendo- comentó como si nada. Deidara alzó ambas cejas ante lo dicho por su amigo
 
-Te gusta uno de ellos… ¿no es así?- la sonrisa se amplió en los labios de Deidara al notar la expresión de sorpresa que Naruto inútilmente trataba de ocultar
 
-"¿Qué?"...no es verdad- mintió apenado, optó por mirar hacia otro lado cuando Deidara se acercó más hacia él. No entendía porque seguía poniéndose tan nervioso por un asunto que ni siquiera debía implicarlo a él. ¿Itachi era apuesto?, si, ¿Itachi le gustaba?, no. Absolutamente no, Itachi no podía gustarle, no debía
 
La preocupación se intensificó a medida que Deidara sostenía la mirada con la suya. No debía bajarla, eso le indicaría a su amigo que mentía y definitivamente no estaba mintiendo, entonces ¿Por qué rayos quería bajarla?, era demasiado difícil mantener el contacto visual y no había razón lógica para eso, a menos que…
 
-¡Bingo!- Deidara chasqueó los dedos en cuanto Naruto miró el suelo, apenas unos breves segundos pero apartó la mirada y eso solo significaba una cosa
 
-No es eso, de veras que no- Naruto mordió su labio inferior. Deidara lo había descubierto y ya no podía mentirle, solo le restaba contarle lo sucedido, perdería a su mejor amigo por acostarse con un estudiante mayor que él, "su enamorado"
 
-Claro que lo es- aseguró Deidara con seriedad. Naruto agachó la mirada una vez más, de nada servía negar lo obvio
 
-Es que…
 
-"Te gusta el pelirrojo"- replicó Deidara dando un golpe contra la palma de su mano. Naruto le devolvió la mirada, sumamente confundido por la conclusión de su amigo
 
-No- se defendió arrugando la nariz. El pelirrojo era atractivo también pero no le gustaba, ¿cómo o en qué se basaba para decir aquello?
 
-Eres tan bueno para decir mentiras como lo eres para resolver una ecuación de matemáticas- refutó Deidara, ignorando la molesta mirada que ahora le dirigía su amigo
 
-Deja de decir tonterías, no me gusta él- se mordió la lengua al reparar en lo dicho. –No me gusta nadie- lo último lo dijo para sí, tratando de convencerse de ello
 
-Tranquilo, yo te ayudare a conquistarlo- sonrió Deidara, dándole un suave codazo en las costillas
 
-"Que no me gusta"- Naruto comenzó a caminar en la dirección contraria, ya no quería escuchar nada mas, entre más pensaba respecto a Itachi, mas confundido se sentía. Ahora se maldecía por no habérselo dicho de una buena vez
 
-En ese caso el pelirrojo gusta de ti, hmp- Deidara lo siguió de cerca. Naruto detuvo sus pasos, si no tenía mas alternativa se lo diría, lo que sea con tal de que Deidara dejara de sacar conclusiones estúpidas y equivocadas
 
-Lo que paso ayer…
 
-Cierto, te debo una- hurgó en los bolsillos de su pantalón. Naruto lo observo desconcertado. –Ten, es por tratar de ayudarme- le entregó una hoja de papel arrugada. Naruto la tomó, cada vez mas confundido
 
-Ah, ¿gracias?- desvió la mirada para desdoblar la hoja. Cerró los ojos al percatarse de las respuestas del examen. Estúpida empatía, y ridículo sentimentalismo
 
-Procura dejarlo sobre tus piernas antes de que lo entreguen- le sugirió Deidara avanzando hacia la cafetería. Naruto guardó la hoja en uno de los bolsillos de su pantalón para después seguirlo, no, por ningún motivo se lo diría
 
Naruto tomó un par de frutas de la bandeja que recién había llevado Deidara a la mesa junto a la cafetería. Los nervios le habían abierto el apetito y lo único que pudo decidir entre los casi siete minutos que se ausentó su amigo para ir por el almuerzo fue…olvidar. Tan sencillo como fingir que no ocurrió nada, lo complicado seria evitar a Itachi, sobre todo si a Deidara se le ocurría volver a acercarse a la biblioteca, ¿y si Itachi le decía todo?
 
No, eso no iba a permitirlo
 
Mordió la manzana con fuerza, canalizando su frustración en aquella fruta roja y madura que reposaba sobre su mano. No le gustaba para nada la idea de tener que buscar a Itachi solo para pedirle que guardara lo sucedido como un secreto
 
-A que te estás imaginando que esa manzana es el pelirrojo- Naruto se abstuvo de dar la segunda mordida cuando la voz de Deidara lo sacó abruptamente de sus cavilaciones
 
-Por supuesto que no- reprochó enfadado, dejo la fruta a un lado
 
-También es guapo- comentó sonriente
 
-Pero no me gusta- Naruto frunció el entrecejo. Negándose rotundamente a aceptar esa mentira
 
-Lo que digas
 
El timbre de entrada se hizo presente antes de que ambos pudieran terminar su merienda. Deidara buscaba constantemente con la mirada a Itachi pero extrañamente no lo vio por ningún lado. De no ser por ese fastidioso de cabello rojo habría podido preguntarle directamente sobre una cuestión en particular, seguramente más de alguna cualquiera de su grupo ya se le haya insinuado para ir con él al acto académico. Resultaría estúpido preguntárselo sin antes tener una conversación con Itachi
 
-¿A dónde vas?- preguntó cuando Naruto se encaminó hacia uno de los pasillos laterales
 
-"Por el libro de matemáticas"- respondió en voz alta. –Lo dejé dentro de mi casillero
 
-¡No tardes o te pondrán falta!- le advirtió Deidara en el mismo tono de voz
 
Naruto suspiró cansinamente. Varios estudiantes acomodaban sus útiles dentro de sus respectivos casilleros, él con trabajo tenía el suyo en orden. Lo único que guardaba ahí eran libros y algún cuaderno viejo de su anterior colegio
 
Giró con cuidado la cerradura en cuanto introdujo la llave. Estaba convencido de que todo se arreglaría si se mantenía callado, ahora solo tenía que pedirle a Itachi que no dijera nada al respecto, no lo conocía pero aun así lo consideraba un patán por haberlo llevado a la cama de esa manera
 
Al abrir la puerta sus ojos se centraron en el pequeño sobre adjunto con una rosa. Tenía que ser una maldita broma. Suspiró inseguro y alzó su brazo para tomarla pero no logró hacerlo, la voz de Deidara lo llamó a la distancia
 
Cerró violentamente el casillero, posicionándose de espaldas contra el mismo. Deidara lo miró expectante al acercarse
 
-Bien- profirió extrañado. –A menos que ocultes un cadáver dentro de tu casillero, ¿te molestaría guardar uno de mis libros?
 
Naruto asintió enérgico, después negó al repasar con cuidado lo que se le había dicho
 
-No guardo ningún cadáver- dijo con seriedad, Deidara sonrió irónico
 
-Es verdad, la culpa la tiene Cupido- no pudo aguantar la risa. Naruto pasó saliva, cerrando por completo el casillero. –Mmm, suponiendo que te casaras con el pelirrojo…
 
-¡Cállate ya!- lo interrumpió molesto, trataba de conservar la calma pero era complicado cuando Deidara se empañaba en decir estupideces, si el amigo de Itachi llegaba a escucharlos. Sacudió la cabeza
 
-Es broma- anunció Deidara, no muy convencido de sus palabras. –Te veré en clases- se despidió una vez que Naruto comenzó a alejarse sin dar mayor explicación al hecho
 
Ya estaba harto, fastidiado, confundido y molesto. Todo al mismo tiempo pero con diferentes personas. Deidara lo fastidiaba, Itachi por el contrario se había aprovechado de él. Mejor mandar todo al demonio, si Deidara iba a enterarse que lo hiciera, pero no por su parte, él no diría nada, si Itachi se lo comentaba seria su problema
 
La cuestión era no volver a verlo o saber de él. Que se largara lejos, muy lejos
 
Trastabilló unos pasos al doblar en el pasillo. Sobó su nariz, reprimiéndose un quejido de dolor
 
-Perdón- se disculpó fugazmente, abrió los ojos, apenas lo hizo se dio la vuelta
 
-Espera- pero no consiguió avanzar más de dos pasos cuando fue devuelto del brazo. Frunció el entrecejo al ver a Itachi frente a él, sujetando un ramo de rosas. Su mirada se suavizó al observarlo detalladamente. Nuevamente esa mirada tan hermosa del muchacho lo tenía ensimismado, su cabello negro sujeto en una coleta le daba un aire mucho más elegante y serio. Quiso retractarse y hasta disculparse por ser tan grosero pero cayó en la realidad de lo sucedido
 
-¿Qué quieres?- preguntó fastidiado. No se tomó la molestia de mirar a su alrededor por si su amigo estaba cerca. Ese asunto era exclusivamente de ellos dos
 
-Disculparme- admitió Itachi, estirando su brazo para entregarle las flores a Naruto, este sonrió forzosamente, ese era su límite. Tomó el ramo para después estamparlo en el pecho de Itachi
 
-Te falto el vino- espetó para después alejarse
 
Itachi lo contempló en silencio. Las risas a sus espaldas no se hicieron esperar
 
-Vaya, Romeo fue bateado esta vez, quién lo diría- se burló Hidan, apreciando el semblante de completa seriedad del pelinegro
 
-Lastima, el chico es lindo- secundó Sasori, esbozando una amplia sonrisa
 
Itachi resopló derrotado. Optó por darles la espalda para continuar su camino. No iba a rendirse tan fácil, se había pasado toda la noche meditando sobre lo ocurrido. Ni siquiera pudo dormir, su mente recurría una y otra vez al precioso chico de cabello rubio. No debió precipitarse, escuchar consejos de sus compañeros fue la peor decisión que pudo tomar
 
Buscó con la mirada algún bote de basura cerca pero no encontró ninguno. Decidió entregárselo al primer chico que se cruzó en su camino
 
-Te lo regalo- masculló apático, entregó el ramo sin siquiera reparar a quien se lo había dado. Eso no tenía importancia, lo importante era acercarse a Naruto, pedirle una disculpa y tal vez, si la situación lo ameritaba…una oportunidad
 
¿Oportunidad?, ni siquiera lo conocía y ya pretendía formalizar una relación. Algo estaba mal con su persona…bastante mal
 
Deidara sonrió enormemente, miró con detenimiento el hermoso ramo de rosas y enseguida devolvió la mirada al apuesto muchacho que caminaba resueltamente hacia el patio
 

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