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Hasta que me recuerdes por RLangdon

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Alicaído y con la mejilla apoyada sobre ambos brazos, Naruto miraba el paisaje a través de la ventana. El denso follaje se expandía varias hectáreas en derredor a la torre hokage. Algunas aves surcaban el firmamento, planeando cerca del vitral en que él se encontraba. Asimismo, la esplendorosa vista le permitía ver al menos una cuarta parte de la infraestructura que constituía la villa.

A esa altura, los aldeanos parecían pequeñas hormigas desplazandose de un lado al otro, ocupadas en sus labores vespertinas, pero sobretodas las cosas, libres.

-Ah...- Naruto suspiró abatido por quinta vez en lo que iba del dia. Decir que estaba aburrido era ínfimo, estaba terriblemente hastiado de estar en ese lugar. Pronto se cumplirían dos semanas desde que había sido dado de alta en el hospital.

No podía seguir evadiendo sus deberes, tanto los que implicaban ser Hokage, como los que le correspondían a su rol de padre de familia. 

Lo cierto era que diario se sentía cansado. Dormía poco, rendía el 50% de lo que debería. Y de esta guisa fue que se sirvió para emplear clones que se dividieran sus actividades diarias. Terminando todo en un estrepitoso desastre cuando dichas copias -mediocres- se desvanecían a mitad de la labor que les había sido encomendada. 

Ahora el entrenamiento con Sasuke no existía más. Y Naruto ni siquiera tuvo la oportunidad para disculparse por ausentarse tan de repente. Sus acciones tenían un costo y en ese momento lo estaba pagando con creces. Además, no tenía ningún recuerdo de él. Fuera de los momentos que habían pasado juntos en días pasados, Sasuke seguía figurando en su memoria como una vaga sombra. 

Y encima se estaban convirtiendo en amantes. Sentía además, que Sasuke Uchiha lo estaba manipulando de alguna manera para aprovecharse de su estado, y eso no se lo iba a permitir.

-Shikamaru dejó muchos reportes hoy- se quejó, leyendo uno de los tantos que le habían sido entregados minutos antes. 

Entonces se dijo que ya había trabajado demasiado y le hacía falta tomar un descanso. Quizá sí comía algo de ramen...

Naruto torció la boca hacia un lado y se dirigió a la puerta. Tomó el pomo y al estar afuera, su corazón dio un brinco junto con todo su cuerpo.

-S.. Sasuke- balbuceó estupefacto, viendo al aludido conversando con uno de sus subordinados. Cuando Sasuke retomó la caminata, Naruto regresó al despacho y cerró la puerta de golpe a sus espaldas. Su ritmo cardíaco se había acelerado y sentía una extraña agitación interna. 

Su actitud actual no correspondía a la imagen de hombre maduro que se había engendrado en su cabeza en los últimos años, y más bien rayaba en una absurda pantomima de colegial que idealiza a su mentor. 

Con Sasuke no se sentía él mismo. Pero a la vez, se sentía libre. Era ridículo pensarlo siquiera. 

-¿Naruto?

Ante el llamado a su oficina, Naruto se sintió contrariado. No sabía qué excusa le diría al Uchiha, y era una tontería, teniendo en cuenta que se valía mucho de ellas en las últimas semanas. 

Pero ¿Por qué concretamente lo había olvidado a él de entre todos? 

"Por favor que se marche rápido y que no me haga preguntas" pensó, sujetando la cerradura con ambas manos, recargado contra la madera mientras se disponía a abrir la puerta. 

-¿Sasuke?

-El reporte de la ultima mision- Sasuke extendió el sobre, tan soberbio e inexpresivo como de costumbre. Al verlo con sus típicas maneras arrogantes, Naruto se sintió ligeramente más aliviado. 

Aspiró una buena bocanada de aire y tomó los papeles sin siquiera mirarlos. Cuando levantó nuevamente la mirada, se sorprendió al notar como, con cierta suspicacia, Sasuke inspeccionaba el entorno del despacho, como si buscara algo.

-Sasuke...

-Tengo que irme.

Naruto frunció el entrecejo por la obvia evasiva. Estaba harto de la faceta gélida del Uchiha. Asi que, sin esperar réplica alguna, lo tomó del brazo para impedir que se marchara. Su vida ya era una mierda de por si como para encima seguir distanciado con el que años atras fuera "su mejor amigo"

-Tengo mucho trabajo encima. Por eso no fui a entrenar. 

Impasible, Sasuke lo escudriñó con la mirada. Repasando a consciencia el lugar por última vez. 

-¿Es que hay algo que perdonar?- contraatacó, y zafandose del agarre, emprendió la salida, dubitativo. No era el momento adecuado para indagar. -Te espero a la misma hora en el campo de entrenamiento.

-Sasuke...

***

Sacudió las manos y observó la cama, cansado. 

Ya lo había pensado mucho. La noche anterior no pudo dormir al intentar rebuscar en su memoria. 

Asi que optó por esclarecer las dudas a su manera.  Había hecho mal en besarse con Sasuke. Y fuera lo peor que ni siquiera lo sentía de ese modo. 

Daba igual. El clon ya había sido creado y ahora ocupaba su lugar en la cama. Quizá el uso del jutsu no fuera de lo mas prudente. Y además había requerido el doble de chakra para que durara más y no se desvaneciera tan rápido como el resto.

¿Cuántas veces más tendría que valerse de copias para que estas se encargarán de sus propias obligaciones? 

Sintió pasar consigo mismo. Quería muchísimo a sus hijos, pero algo andaba mal con él. Quizá no solo a raíz de aquel golpe, sino más atrás. 

¿Desde cuándo? 

¿Aun lo estaría esperando? ¿Le perdonaría el haberse ausentado toda una semana?

Naruto sabía que no. Pero no le quedaba otra alternativa. No era como si pudiera presentarse directamente en la casa de Sakura.

La decepción fue latente al llegar al campo de entrenamiento, el cual estaba solitario y frío. No había nadie más allí. Pero aun así, Naruto trepó al árbol predilecto del Uchiha, se sentó en una de las ramas y esperó hasta que el sueño hizo mella.

Al menos dos horas esperó por el regreso del Shinobi que tantas dudas despertaba en el...pero no llegó. Y Naruto sabía que era su culpa por haber tardado tanto en decidirse.

Ya resignado, regresó a su hogar. Todo el camino anduvo cabizbajo y deprimido, tratando de hacer tiempo y mirando atrás a cada momento, deseando en su fuero interno que, en alguna vez que volteara, Sasuke lo estuviera siguiendo.

***

Sakura dormía plácidamente sobre la cama matrimonial, abrazada a la almohada dispuesta a su costado. En la recámara de junto, Sarada Uchiha también dormitaba.

Sasuke se quedo de pie frente a la alcoba, debatiendose entre volver o simplemente seguir su camino. Le parecía un chiste lo que estaba haciendo, pues al igual que Naruto, tomó una desicion equivocada. Tarde se dio cuenta que no necesitaba de una familia, porque no estaba dispuesto a abandonar la amada soledad que lo acompañó todo el tiempo. Sabía en el fondo que Sakura merecía a alguien más, alguien que verdaderamente la amara y no un marido ausente que gustaba de entrenar y vagar de aldea en aldea cada cierto tiempo. De hecho a él mismo le sorprendía hallarse nuevamente en Konoha. Hacía días que pretendía emprender otro de sus viajes y sin embargo aun no lo había hecho. Porque irse conllevaba no verlo mas.

"Naruto...."

Inconscientemente apretó los puños, dio media vuelta al notar que Sakura se removía entre sueños. Era una pena que dos vidas se desperdiciaran de ese modo. El pretendiendo que la amaba, y ella fingiendo que todo estaba bien, cuando no lo estaba.

**

De nuevo no podía dormir. Estaba cansado pero le era imposible conciliar el sueño.

-Sasuke debe odiarme- habló mirando la luna por la ventana, meditando en lo mucho que lo extrañaba, lo mucho que necesitaba verlo de nuevo. Aun si en el fondo sabía que sus sentimientos no eran correctos, no podía detenerse, no podía simplemente dejar las cosas así. Se sentía tan malditamente contrariado con respecto a lo que quería. 

Fue hasta su cama y se dejó caer. Recién cerró los ojos cuando un par de golpes se suscitaron contra la puerta de entrada. Naruto saltó fuera del colchon, se forzó a bajar las escaleras y abrió grandes los ojos al ver de quién se trataba.

-Sasuke.

-Sigueme- fue todo lo que Sasuke dijo, emprendiendo la caminata hacia los campos de entrenamiento. Naruto sonrió con tanto énfasis, que los labios le dolieron.

**

Desafortunadamente la felicidad le duró muy poco.

Ni bien llegaron a la inmediación del bosque, cuando Sasuke lo instó a atacarlo, retomando asi el entrenamiento pasado, sin preguntar ni decir nada. Con la única excepcion de que no estaba siendo nada suave. En esta ocasión, Sasuke no se reprimía en lo más mínimo al atacarlo con sus kunais. Y Naruto solo atinaba a esquivar sus golpes, dando por sentado lo mucho que lo había hecho enfadar con su ausencia. 

Era como si se estuviera desquitando. 

-Auch- se quejó cuando un nuevo golpe en el estómago lo dejó aturdido. Definitivamente Sasuke estaba de pésimo humor, actuaba exigente, metódico, como si se estuviera enfrentando a un simple rival mas.

¿Y no lo eran? 

Después de todo, Naruto no albergaba ningún recuerdo suyo. 

"Ya vera" empuñó su mano izquierda y arremetió el golpe más fuerte que fue capaz de dar, dirigiendo su puño al rostro circunspecto que le esperaba delante de él. Sin embargo, el golpe no llegó a concretarse, dado que Sasuke Uchiha bloqueó el puñetazo con su antebrazo, evidenciando unos reflejos estupendos y una barrera impenetrable.

Varios golpes después, Naruto se dio por enterado de lo que su Sasuke tramaba.

-Cometiste dos fallos, tendrás que responderme- Naruto asintió mientras se limpiaba la sangre que le escurría de la nariz, estaba tan mareado que no entendía cómo es que seguía de pie. -¿Qué opinas de tu familia?- la mirada del Uchiha ensombreció repentinamente. Naruto no lo pensó dos veces para responder.

-Amo a mis hijos. Y quiero muchísimo a Hinata. Ellos...lo son todo para mi- Naruto jadeaba agitado, le costaba centrar la mirada, se sentía muy confundido y adolorido pero se forzó a continuar. -No creo ser un buen padre. No sé cómo ser mejor esposo. Y constantemente siento que algo le falta a mi vida. Logré mi sueño de convertirme en Hokage, pero no era como yo lo imaginaba. 

-Una pregunta mas- en menos de dos segundos, Sasuke se posicionó a espaldas del rubio, aprovechando su descuido para arremeter una patada directo a su cadera. Naruto salió despedido varios metros hacia su costado, un fuerte dolor en su caja torácica le ayudó a darse cuenta que el tronco de un ciprés había frenado su caída. Su espalda impactó con suma facilidad, su mirada se tornó borrosa. El dolor en sus costillas lo dejó momentáneamente sin aire. 

Sasuke se acercó neutral a donde él estaba, se puso de cuclillas para cuestionarlo una vez mas. -¿Por que...?

"¿Me haces sentir asi?"

Pero en el ultimo segundo, vaciló

-¿...No te das por vencido?

Naruto levantó a duras penas la mirada.

-Porque...este es mi camino ninja- y colapsó, presa del dolor y el agotamiento.

Dos horas mas tarde, Naruto sintió un cosquilleo en la nariz. Lo primero que supo al despertar es que ya había amanecido, puesto que el sol alumbraba cada recoveco del lugar. Lo segundo de lo que se enteró, fue de encontrarse en su recámara, recostado en la cama y con la vista -ahora- fija en el techo. Lo tercero y último de lo que se percató fue de la gasa en su nariz y el vendaje sobre uno de sus brazos. Cierto estremecimiento lo sacudió al rememorar que ya había despertado momentos antes. Recordaba claramente como Sasuke lo llevaba en brazos y lo acomodaba con cuidado sobre el césped para, momentos más tarde, aparecer con una mochila dotada de antiséptico y toda clase de medicamentos.

La mirada de Sasuke denotaba arrepentimiento, mortificación. Naruto no supo a que se debía, hasta que Sasuke le concedió pedirle cualquier cosa en recompensa por el duro entrenamiento. Después de eso, sintió como le acariciaba la mejilla con el dorso de la mano.

Y aunque se sintió terriblemente confundido, Naruto no dudó en responderle.

-Me gustaría verte de nuevo.

Sasuke asintiendo, fue el último recuerdo que Naruto conservaba de la noche anterior.


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