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Aspros De Géminis por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Este One Shot, es parte de la enorme locurita que he estado haciendo, jajajaj el numero ya se me perdió ajjajajajaa, pero bueno... Espero que les guste.

Aquí se revelan algunas cositas, si se dan cuenta... Confirma de que Aspros no es padre de Saga y Kanon...

Pero esta interesado en conocer a sus sobrinos nietos, jajajaaja

Y verán también a un personaje que de a poco, sera una hermosa pareja para este loquito.

No diré mucho, solo que... Este gemelo loquito, debe entender... Que lo que hizo estuvo mal... Ahora la culpa lo carcome mucho, pero se hace el orgulloso creyendo que así solucionara todo.

Puffff, no entiende muchas...

Pero en fin...

Espero que disfruten el contenido y bueno este es el regalo de cumpleaños de Aspros de Géminis, aunque ya pasara dos meses, se lo celebramos.

A leer se ha dicho.

En la colina más alta cercana al santuario, donde se puede apreciar este en su totalidad.

Se notan los doce templos, junto a la sala patriarca y los aposentos de Atena.

Unos ojos azul oscuro como la misma noche, contemplan aquellas estructuras que claramente le deben traer recuerdos.

Su mirada es simple, fría, sin demostrar alguna emoción, solo observar aquello que es ya lejano para él.

Puede estarlo apreciando, tenerlo tan cerca, pero ya no es su mundo actual…

De hecho, ya no siente que el mismo mundo sea su hogar.

Pero aquí está, solo, mirando de lejos aquella vida que no puede volver a tener…

Sus ropas civiles, corresponden a otra época… Una que ya se fue…

Él debió quedarse allí…

No habla, solo tiene una respiración profunda, para inhalar todo el aire posible por la nariz y soltarlo por la boca…

Es muy difícil el poder descifrar en que está pensando.

¿Enojo?

¿Paz?

¿Alegría?

¿Tristeza?

¿Arrepentimiento?

Nadie puede siquiera poner las manos al fuego para saber esa verdad, pero tampoco es que existe alguien que lo quiera hacer…

Pues su nueva existencia en este mundo, ha sido fuera de los reflectores, no desea que nadie lo sepa…

Aunque, eso claramente se vio destruido, cuando alguien más apareció, con una idea similar a la suya, pero…Con una actitud mucho más alegre y cálida.

-¿No crees que sería más bonito, el que fueras a ver a tu hermano?- Esa voz juvenil, sentado a su lado sin permiso alguno, irrumpiendo en su soledad.

No responde, ni siquiera dedica un gramo de atención al recién llegado, que le regala muchas sonrisas, aunque su mirada sea triste.

-Podrías irte a presentar con tu sobrino…- Una propuesta que solo sale para romper el hielo.

Las mismas palabras, la misma idea, no es que sea todos de los días, pero es una conversación que usualmente ignora.

-Igual lo podrías hacer tú- Esa voz grave, ronca, y algo malhumorada, sin duda muy diferente a cuando mostraba su sonrisa y una gentileza,  que ahora se ha ido…

O tal vez, solo se oculta, con una careta que cree necesaria.

-Mmmh- Un leve superó lanza el joven que llego, igualmente vistiendo ropas de una antigua época, pero queriendo a la vez irse acomodando a la actualidad. Contempla el santuario, sus ojos posándose en Leo, para después… Por solo unos instantes ver Sagitario –Yo creo que ya le cause suficientes problemas a mi tío Sísifo, como para seguir molestándolo- Contesta triste esto, abrazando sus propias piernas flexionadas por las rodillas, para apoyar su cabeza sobre estas.

-Entonces, deja de molestarme con ese tema a mí- Seco, sin mayor emoción que el enfado, el cual se hace presente.

-Oh, vamos…- Sin importarle que pudiera ser atacado, le da un suave golpecito en el hombro al hombre de cabellos azules y largos –No te creo el hecho de no quisieras conocer a tu sobrino y tus sobrinos nietos- Pequeñas palabras que suenan con una risita, mostrándose despreocupado, como si quisiera animar al otro.

Apena si es movido por el débil golpe en son de juego en su hombro, pero lejos de aumentar su enfado, algo más pareciera empezar a crecer en su corazón.

-¿De qué serviría?- Pregunta, como si es niño a su lado conociera la respuesta.

Estando más atento al contrario, ladea un poco su cabeza hacia el frente para intentar ver ese rostro –Recuperar el tiempo perdido... Esa es una opción- Le dedica esto entre sonrisas.

-Hice estupideces contra Deuteros, contra el patriarca, contra el santuario y Atena… ¿Crees que pueda pedir una disculpa, cuando por mi causa casi provoque que mi hermano fuera quien acabara con su propio futuro?- La culpa de ese entonces, lo hace sentir que no ha podido pedir las suficientes disculpas.

-Era la semilla del mal que implanto en ti Yoma… No fue por completo tu responsabilidad…- Su voz, en este momento se vuelve seria, para hacer entrar en razón al de mayo edad, con un semblante de preocupación incluido.

-Como caballero dorado de Géminis…- Desvía su mirada, clavándola en el suelo rocoso, mostrando sus dientes en señal de disgusto y fastidió –No debí permitir que eso me cegara…-Niega con la cabeza, cierra sus ojos, dejando salir un suspiro melancólico –No creo merecer estar cerca de Deuteros, ni de su familia- Solo contesta eso, ya sin querer darle mayor importancia al asunto.

En cierta forma lo entiende… No, no era como si este joven hubiera hecho algo similar, pero… Con el sentimiento de que… Aunque tiene a alguien que aún es parta de su familia, que la misma sangre corre por sus venas, que tengan ese lazo… Se siente tan ajeno a lo que es la vida ahora.

-Aspros… Te apostaría lo que fuera, a que Deuteros estaría feliz de tener a su hermano mayor, una vez más a su lado- Es inocente, habla desde el corazón, queriendo también él creer que si hiciera lo mismo también lo recibirían con los brazos abiertos, pero tiene sus dudas.

Niega rápidamente, alza su vista para ver el santuario, pero lejos de apreciar el tercer templo, su mirada azulada se fija en el sexto –Dijo que nunca me perdonaría… Y no pienso rogarle que lo haga…- Aprieta la mandila –Ni él, ni Asmita, ni su hijo, ni nadie de ellos, querrían a alguien como yo cerca…- La culpa lo carcome enormemente, tantas cosas que hizo por voluntad o en contra, siguen siendo tormentos en su conciencia.

-Mmh- Musita esto el castaño, estirando ahora sus piernas, para contemplar el cielo azul, tan hermoso y despejado, como… Sí por un solo segundo todo siguiera igual, que al bajar la mirada apreciaría todo el santuario, a como era en su tiempo –Podrías intentarlo…-

-Igual tú, pero aquí estas… Regulus- Le responde sarcásticamente, pagándole con la misma moneda de molestia y curiosidad por su decisión.

-Ja, ja, ja, Bueno… No serian mi familia directa como es tu caso… Él es mi tío, el medio hermano de mi padre… Sus hijos serian, no se… ¿Primos acaso? Y sus hijos… ¿Mis sobrinos en algún punto?- Confundido, alza sus hombros con cierta duda –Conmigo posiblemente no exista mucho interés- Una sonrisa que no es completamente sincera, reflejando desgano –En cambio contigo… Sé que no has podido ignorar por completo esos impulsos de ver a los niños- Le vuelve a molestar, ahora dándole codazos en las costillas.

Es su manera de animar al otro, y de paso ignorar sus propios tormentos.

Regulus es quien más habla en este autoaislamiento que se han impuesto ambos…

Aspros, solo responde cuando de verdad se exaspera, pero… La compañía de este chico no le desagrada tanto.

De nuevo, diciéndole cosas que no le gustan en lo más mínimo, pero solo gira su vista, bufando enfadado, con un poco de vergüenza reflejada en el color de sus mejillas.

-Puede que tanto tú, como yo, le pidieras a nuestra Diosa Atena, que nuestro regreso a la vida no fuera escuchado por los demás, y nos ha ayudado en ocultarlo… ¿No crees que deberíamos ser más agradecidos, y… Hacer algo para también mostrarle nuestra gratitud?- Diferentes temas para conversar, cualquiera que aleje los pensamientos de dolor que él mismo se ha provocado, y ahora nota que también tiene el mismo resultado en su único compañero.

Pero, lejos de una respuesta…

Lo único que obtiene es a un peli azul, que se pone bastante alerta, levantándose del suelo de manera apresurada, que lo confunde por breves momentos, extrañándole mucho, pero eso dura poco al sentir como su brazo es tomado con fuerza por las tocas manos del mayor, el cual lo jala con total brusquedad hacia alguna parte del bosque cercano, en aquella colina en donde se encontraban admirando lo que alguna vez nombraron “Hogar”.

Confuso, atónito, y sin entender nada -¿Qué te pasa, Aspros?- Pregunta, sin levantar la voz, solo mirando al otro que está bastante cerca de él.

Sin duda, sí los llegaran a ver, se encontrarían en una situación algo comprometedora, aunque por la cabeza de ninguno de ellos se pasa algún pensamiento oscuro.

Ni sonrojos, nada de eso por ahora, solo su compañía, y loca idea de mantenerse alejados, es lo que tienen en común.

-Oculta tu comos- Responde serio, mirando hacia donde estaban hace unos segundos –Alguien viene…- Murmura esto, mientras sus ojos azules como la misma noche, se mantienen hacia el frente, ocultos entre las frondosas hojas de los árboles.

-¿Alguien?- Al fin presta atención su alrededor, haciendo lo que su compañero le pide, mientras su propio ser empieza a identificar a lo que se refiere el otro.

Ambos miran por entre los árboles, sus cosmos ya no pueden ser detectados, solo por el hecho de que… Alguien se presenta en el lugar donde conversaban levemente de su situación actual, y dolorosa de los crueles recuerdos.

Y el sentir que no merecen seguir importunando a los que alguna vez… Fueron su única familia.

-Pude sentirlo por aquí- Una infantil voz se escucha, curiosa por naturaleza, mirando por todos lados con esos grandes ojos llenos de vida y una confusión en su rostro –Vengan-

-¿No te estarás confundiendo?- Una voz, un poco más grave se presenta, al igual que la apariencia de color castaño en sus cabellos, alzando un ceja.

-No me pude confundir- Contesta con un puchero, entrecerrando los ojos –Se parecía al cosmos del abuelito Sísifo, siendo algo diferente, pero similar- Responde, inflando sus mejillas molesta contra el niño que está detrás de ella, un tanto más alto.

-Pero aquí no hay nadie- Rápidamente contesta el otro, que lanza un suspiro fastidiado.

-Eso no significa que no sea real, Argus- Un niño similar a quien ha estado conversando con la niña más pequeña.

-Por favor, Sander- Frunce el ceño, cruzándose de brazos, algo incrédulo a lo que han dicho -¿Me vas a decir que le crees a Pyrena que ha estado sintiendo un cosmos como el del abuelo Sísifo?- Niega con la cabeza –Eso no puede ser posible-

-Nuestros padres nos han enseñado, que aunque no podamos ver algo, no quiere decir que no exista…- Una segunda voz femenina se hace presente, calmada, seria, con un paso solemne y orgulloso –El cosmos solo lo vemos cuando logramos manifestarlo en estado físico, y aun así, creemos en él, aunque al inicio solo podamos sentirlo-

-Pequeña buda… Tus palabras como siempre muy aburridas- Contesta aquel niño de cabellos castaños, y semblante despreocupado.

-No le hables así a Anshin- El mayor se esos gemelos lo reprende de inmediato. Todo por defender a esa niña rubia que lo hace sonrojar de repente.

-¿Volviste a sentir el comos que se parece al de tu abuelito?- La niña que muestra una energía única, demasiado hiperactiva, se le acerca con una sonrisa y curiosidad única.

Asiente solemne, dejando que sus ojos vedes se fijen para todos lados de manera discreta, aunque por un momento contemplan el bosque –Es como si fuera exactamente igual… Pero…- Vuelve a cerrar sus parpados, como su entrenamiento se lo dicta –Se siente triste… Y frustrado…- Murmura aquello entre dientes, como sí por un segundo tuviera a esa persona de frente para hablarle.

Aspros escucha esas palabras, aquella voz la conoce, sabe quién es esa niña…

Y le parce curioso, como ella lo entiende en cierta forma, solo con percibir su cosmos…

Sin embargo… No, no piensa revelarse, ni presentarse delante de ella…

No quiere causarle más problemas y molestias a su hermano menor… Ni meterse de ningún tipo con su familia…

Es molesto y algo doloroso, tener que entender que tu vida… Ya no puede transcurrir a lado de quien alguna vez fue tu única familia y tú de él…

Sus acciones los orillan hasta este punto…

En donde… Las cosas malas que hizo tienen mayor peso, que aquellas buenas acciones que realizo antes.

Sin sentirse capaz de volver con su hermano menor e intentar recuperar ese tiempo que claramente se va desperdiciando a cada segundo.

Es cuando ambos deben mantenerse en silencio, mirando aquellos niños, que pertenecen a una generación muy lejana a la suya, pero… Que también la sangre los une a ellos…

Los pequeños son parte de su familia, aunque… No quisieran aceptarlo, pues…

No pretenden que ellos conozcan algo de ese pasado tormentoso, o siguán siendo la molestia de siempre…

Hacía mucho que no prestaba atención a su corazón y lo agradable que es sentir que alguien lo esté buscando, y lo entienda en su sentir…

Igual a como lo hizo alguna vez él con Deuteros o esté con él…

Cuando niños, se buscaban para consolarse, animarse, divertirse, aun sabiendo que uno debía mantenerse en las sombras, y sufrir en silencio para no revelarse…

¿Desde cuándo Aspro se volvió la sombra?

Pero… También…

¿Desde cuándo esta niña, se ha convertido en la persona que lo busca aunque sea con la mirada?

Claramente, esto encierra el llamado de la sangre, la familia, ese cariño y amor que está allí, cuando ni siquiera se conocen, pero saben que en cierta forma deberán encontrarse y cuidarse.

Aspros, por eso tiene el peso de que no lleva su juramento de estar lejos por completo al pie de la letra…

Pues, no era la pierna vez que ella se sentía curiosa por su alrededor.

La había observado de lejos, cuidando de que nada malo le pasara… Pero no solo a ella…

-Por Atena, ¿Qué están haciendo aquí?- La presencia de alguien más… Un adolescente preocupado, de cabellera rojiza y ojos azules, que lleva en este momento puesta su ropa de entrenamiento, pues se encuentra en ese punto.

Pero se vio en la necesidad de seguir a los menores, cuando los vio dirigirse a un punto peligroso a su ver.

-No te enojes con nosotros, Kiki… Estamos en una misión- Contesta la más pequeña del grupo, dando brinquitos para no tener que verse descubierta.

-Pyrena seguido a un “Cosmos” raro, que desapareció casualmente - Señala el menor de los gemelos, sin interés alguno.

-Solo estábamos explorando- La sonrisa forzada del mayor de los castaños, mientras intenta hacer cualquier cosa para que no regañen a su primita, ni a la rubia que aún sigue curiosa ante lo verde del bosque.

-¿Un cosmos que desapareció?- Alza una de sus tikas, curioso ante este tema.

Entiende muy bien este hecho.

-El mismo que hemos sentido de repente, hermanito Kiki- La aprendiz de Virgo contesta, mientras su rostro como su cuerpo se dirige cerca del Lemuriano mayor.

-¿De nuevo?- Pregunta con duda, mientras, también su vista se torna hacia donde la rubia mostraba interés –Creo que sería bueno hablarlo con nuestros padres o abuelos…- Sentencia el mayor, con la curiosidad plasmada en su rostro por este hecho.

Sin embargo, rápidamente su atención cambia, para mejor hacer algo más responsable –Bueno, eso lo veremos después. Vamos niños… Deben bajar de este lugar e ir a su entrenamiento-

-Pero… ¡¡¡DEBEMOS DESCUBRIR ESTO!!!- Pyrena es quien rápidamente se pone en un plan de terquedad absoluto.

Pero, el mayor aquí presenté ya sabe cómo manejarla.

Con un suspiro, y un poco de su telequinesis, y la lleva sin problema, sin la necesidad de cargarla –Vamos, si sus padres se dan cuenta que están aquí, los van a castigar- Sentencia sin más, para comenzar a descender nuevamente de esta colina.

Argus sigue de inmediato al Lemuriano mayor, sonriéndole y sonrojándose levemente, mientras se ríe de su prima, por cómo va flotando en el aire con mucha seguridad, y haciendo berrinche…

Sander, por su parte, también comienza a caminar algo lento para esperar a la rubia, que parece no querer irse tan pronto, pues sus pasos apenas se perciben.

-¿Anshin?- Dudoso la llama.

-Sea quién seas… No es bueno que sufras en soledad… ¿Lo entiendes?- Pronuncia estas palabras con su suave voz, siendo dulces, peor firmes a la vez. Y sin más le da la espalda al punto de donde siente que proviene o provino ese cosmos.

Por su naturaleza tranquila y discreta, imita las acciones de los otros, caminar hacia el camino rocoso para bajar, aunque sean niños, saben bien por donde pisar, y al tener cerca a un futuro dorado, no existen posibilidades de caer.

Por lo tanto, los cuatro niños y el adolescente se van, dejando su propia curiosidad y palabras dedicadas a quiénes no conocen, pero reconocen el cosmos…

Regulus, al solo sentir que se han ido algunas lágrimas se le escapan, apretando su mandíbula y labios… sintiéndose arrepentido por sus decisiones de este nuevo mundo.

Sin embargo ahora mismo no tiene la capacidad de pronunciar palabra alguna, pues…

Le duele el hecho de ver esos tres pequeños, que sin duda son parientes suyos, y muestran una curiosidad por él, sobre todo la pequeña niña de naturaleza curiosidad, y mucha hiperactiva, como solía ser él…

Sin embargo, no se cree capaz para hacer su aparición, no aun…

Igualmente el peli azul, tampoco se cree con esa valentía aún.

Su mirada seria, su rostro molesto, deja ver esto ampliamente…

Como sí le hubiera enfadado su descuido, el cual ha estado cometiendo, cuando debería haberse mantenido mejor oculto.

Pero es difícil no sentir la curiosidad y deseo de querer conocer, algo de lo que jamás podrá tener…

Una familia… Que de verdad lo necesite…

Pero la culpa, lo sigue atormentando, aunque… Una parte de él, le gustaría hacerlo entender, que aquellas palabras que la niña le dedico sin siquiera conocerlo, son ciertas…

Que de hecho… Ella podría comprenderlo, tal vez… Ambos menores, lo ayuden a ver más allá de lo que cree…

Pues ambos… Son completamente inocentes de lo que anteriormente se vivió en el santuario…

Puede que jamás logre pedir disculpas a su hermano menor, ni que conecté con quien es su sobrino, pero… Por alguna razón…

Siente una enorme curiosidad por apreciar a lo lejos a esos dos niños, cuidarlos, y protegerlos… Sin que lo vean, sin que se conozcan, ni sepan de su existencia…

¿Tal vez… Sea la forma de expiar sus antiguos pecados?

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo aquí publicando un pequeño One Shot para el loquito de Aspros, no sé... Me cae bien y mal, pero entiendo que no fue del todo su culpa.

Aunque si tengan cuidado con los spoiler...

Pero ahora mis me despido, por que debo irme a la escuela.

Así que espero disfruten la lectura, y cantemosle la canción oficial a este dorado Géminis de siglos pasados.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Aspros, tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Aspros, tu cumpleaños si que si.

Se que me estoy despidiendo super rápido, pero debo ya irme a clases...

Así que espero disfruten este capitulo, y también que esto es parte de una enorme locurita, así que atentos para la próxima actualización.

Bueno mis terrones, miles de gracias por leerme, comentarme y votarme.

De verdad se los agradezco de todo corazón.

Sigamos estando juntos para siempre.

Por favor cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene y traten de estar a salvo siempre.

Los mega quiero a todos.

Ammu se va.


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