Stangant
XI
Profecía
Me escabullí del castillo. No pude creer lo fácil que fue. Aunque, tal vez fue gracias a las experiencias de Skull en este cuerpo.
Sigo sintiendo escalofríos cuando intento pensar que alguien más estuvo usando mi cuerpo... lo estuvo entrenando... le dio memoria muscular en reflejos que yo jamás habría podido realizar por cuenta propia.
Caminando por el inmenso bosque, me permito pensar en lo que pudo ser mi vida si aquel accidente que me dejó en coma jamás habría sucedido, digo, en lugar de haber dado paso a Skull en mi lugar... esto es muy confuso.
Quizá me habría mudado de casa del Señor White, quizá habría vuelto a visitarlo y a su familia; tal vez habría conocido demasiado bien a su hija, quizá habría sido testigo de más hijos en su familia, quizá habría trabajado ahí al graduarme de Hogwarts, quizá habría encontrado la manera de desarrollar mi arte y me habría vuelto famoso en el mundo muggle; tal vez me hubiera acomodado cerca de aquél pintor y alguna obra mía le habría brindado tanta felicidad a otro niño como una vez sucedió conmigo.
Quizá en algún momento pude haber hecho las pases con mis padres y hermanos.
Quizá me quitaron el apellido y con sus amigos fingieron que el menor de los Potter murió.
... Pudo pasar de todo...
Quizá, habría encontrado a alguien con quién formar mi propia familia.
·"·"·"·"·"·"
Llegué a un poblado un tanto lleno de turistas. Caminé por varias horas. Espero que Tsuna no esté preocupado, aunque escuché que hoy estaría ocupado con llamadas de Familias Aliadas con Vongola arreglando los asuntos pendientes que se han ido acumulando desde que él y su familia se han quedado en el castillo de los Varia.
Me senté en la fuente, lavé mi cara con el agua fresca y me senté a la sombra de uno de los árboles que rodeaban la pequeña plaza. Estaba cansado, o creí que estaba cansado, en realidad no sentí ni los pies pesados ni mi respiración agitada, se nota que tengo una buena condición física.
Sentí a alguien acercándose, no sentí peligro pero mi cuerpo está bien preparado para defenderme o huir a la menor provocación... se sentaron a mi lado... y reconocí este aroma.
--Es peligroso que andes sin escolta, alguien podría aprovecharse y cobrar venganza. --dijo una voz profunda, conocida, sin altanería ni amenazas como en las ocasiones pasadas --Puede que miembros de la mafia no te reconozcan físicamente, pero sí podrían conocer tus Llamas, tal vez, el heredero Potter haya contratado a alguien para deshacerse de tí. ¿Dónde están los Vongola? ¿A caso ese catrín te está observando desde algún punto específico?
No sabía qué responder. De por sí ya era extraño ver a alguien sofisticado como Lord Gaunt arruinando su traje muggle a la medida y caro por lo que algo dentro de mi mente decía... en realidad no me veía hablando con la misma soltura que él muestra. Sin máscaras. Sin posturas.
A menos que esta sea una máscara para atrapar con una falsa confianza.
El Lord suspiró.
--Sé que no te he dado la mejor impresión de mi persona. Tampoco una segunda impresión, siendo sinceros. Incluso no me sorprendería si en este momento estás asustado por mi presencia. --estiró sus pies en el suelo, se recargó en al árbol a nuestras espaldas --En mi defensa, jamás se me habría ocurrido que pudieras perder la memoria. --dejó escapar aire de una manera que no concordaba con su imagen --Teníamos una amistad complicada, --explicaba --incluso negué muchas veces el conocerte. Tampoco pude haber imaginado que la persona que he estado buscando gran parte de mi vida fuera la misma persona que no dejaba de perseguirme. --de sus labios escapó una risa un tanto burlona y simple --Jamás te vi sin maquillaje. Al saberte parte de la mafia nunca pensé siquiera que tú provinieras del mundo mágico. Yo... --se notaba que tenía un discurso bien ensayado, sin embargo, se contuvo pues esta vez buscó mi mirada para hablar, con sinceridad, supongo --no sé cómo arreglar las cosas y que me hables, que confíes, porque si de algo puedes estar seguro es que yo jamás te haría daño. --casi suplicó.
--Zabini. --exclamé. Aún el que me dejara sin habla no iba a dejar pasar lo sucedido con este señor con cargo especial en ambos mundos, el que me hechizó y arrebató mi voluntad por unos instantes.
--Hablé con mis allegados, ninguno volverá a hechizarte o hacerte daño. --dijo con total seguridad, su tono de voz un poco pesado.
Mirando sus ojos directamente, tratando de confiar más en los "instintos" que me dejó Skull, traté de averiguar si no es que tan solo era un buen actor.
--No creo poder llegar a confiar en las anécdotas que llegue a contarme. --dije sincero.
--Lo entiendo. --asintió como esperando ese tipo de respuesta, aunque no se dio por vencido --Quizá podamos iniciar una tentativa amistad. --continuó --Tengo la sospecha que desearías recibir los últimos años de educación mágica, yo puedo ayudarte. Fui considerado un genio desde temprana edad, la magia para mí es tan natural como respirar, no importa el área o en este caso, la materia. --aseguró para anda modesto.
--¿Por qué se empeña en querer acercarse a mí? --tenía que preguntar --Yo no tengo nada de especial, no fui alguien en la alta jerarquía mafiosa para darle algún tipo de ventaja en ese mundo; usted mismo ha dicho que no deseaba mi compañía; incluso se acercó a los Potter en busca de información mía; sabe de mi gusto por el dibujo aunque nadie más lo ha notado, ni siquiera yo lo recordaba hasta hace poco. --tanta insistencia debería tener un buen motivo.
--Te conocí durante el Torneo de los Tres Magos, es cierto lo que dije alguna vez, pero de alguna manera yo ya sabía de tu existencia. --le costaba relatar al Lord.
--¿Saber de mi existencia? --noté su resistencia a contestarme con honestidad, continué --Sabe si no me dice la verdad, cuando me entere no solo volveré a desconfiar de usted.
--Como dije, siempre he sido considerado un genio, incluso tengo un ligero don con Adivinación. La introducción a esta materia era obligatoria en Durmstrang, dependiendo de la comprensión y el talento demostrado los alumnos pueden seguir desarrollando tal talento; en mi caso, en una Inducción en la que se buscaba escribir una Profecía, llegué a ver algo... vi el escudo de una familia fundada por Sanadores, descendientes poderosos; políticos, aurores, o inventores de la cura de alguna enfermedad antes vista como incurable. Vi una mansión imponente, ardiendo en llamas color índigo, y en el centro vi a un joven de pelo rebelde en ese momento moviéndose junto con las llamas, vi a un joven con ojos verde intenso, como el color de... la red flu --mintió --vi a un joven poderoso. Luego vi a una familia aristocrática conformada por un hombre de cabello castaño, ojos pardos y lentes redondos de oro, había una mujer pelirroja de ojos verdes aunque no tan intenso como los del joven, vi a cuatro niños que eran una mezcla ambos padres y vi al niño más pequeño caminando lejos de la familia y encada paso que daba, iba adquiriendo las facciones y características que vi primero. --decía mirando a la lejanía, rememorando su visión, supongo.
--¿Cuál era la profecía? --pregunté cuando él parecía inmerso en sus pensamientos.
--Bueno, es... no voy a mentir, las palabras fueron un tanto extrañas pero lo que me dejó claro fue algo entre las líneas de unir nuestra sangre para los descendientes que gobernaran la tierra. --dijo un titubeante.
--¿Perdón? --no podía creerlo.
--Nuestros descendientes serán los que harán posible que el mundo Mágico y el mundo muggle se unan. Ya no habrá miedo a la Magia de parte de los muggles, ya no habrá temor a otra cacería de brujas de parte de los mago y brujas, los animales que ellos consideran fantasía no serán diseccionados, el planeta dejará de sufrir e iniciará una nueva era. --decía convencido de sus palabras.
--Lo siento, señor, no puedo decidirme si reír, molestarme o simplemente llamarlo loco. --dije con franqueza --Y eso que conozco bien el cómo luce y se siente la locura. --suspiré.
--Lo sé, por eso a nadie le he contado sobre el motivo por mi imparable búsqueda de tu persona. --dijo tratando de juntar todo ese orgullo y dignidad que siempre le he visto.
--Hay muchas cosas mal con su razón. Pero tampoco soy quién para juzgar, sin embargo, sí le pido que considere nuevamente si yo soy el joven de quien se le nota admira tanto. --fui sincero.
--No obstante, esa imagen ya la he visto con mis propios ojos, en el altercado con su familia hace pocos días. --aseguró.
--No recuerdo lo sucedido, tampoco he preguntado por los hechos en la casa de los Potter y sinceramente, creo que está equivocado. --callé su protesta antes que iniciara, seguí con mi explicación --La verdad no sé cuánto sepa del mundo en el que ahora vivo, tampoco puedo ir divulgando información, lo que sí puedo decirle es que mis ojos no permanecen de su color original si hago uso de mis Llamas.
--Oh, eso lo sé. Casa usuario de las Llamas, tan solo los más poderosos pueden exponer su color además de las características de cada atributo, como los Arcobaleno, ya que son considerados las Siete Personas Más Poderosas del Mundo... como por ejemplo, el Arcobaleno de la Nube, tú. --dijo con convicción.
--Yo no soy el Arcobaleno de la Nube. --aseguré --Estoy aquí por accidente, sobrevivo con la ayuda de personas amables que se han encargado de protegerme, personas que me conocieron cuando "yo no era Harry" sino, Skull. --dije.
--Te das cuenta, siempre has sido tú, ¿verdad? --buscó una vez más mi mirada --No importa si por algún tiempo llevaste otro nombre o si aprendiste cincuenta y ocho maneras de asesinar a un hombre con tan solo un tenedor; todo ese conocimiento y experiencia está en tí. --aseguró.
Sus palabras, algo macabras, hicieron que mis ojos se aguaran.
--No has perdido nada, Harry, tan solo ganaste experiencia a travez de un método nada convencional. Pero así es la vida, da muchas vueltas y a veces lo pero que te pudo haber pasado resulta ser lo que te hace ser la mejor versión de tí mismo. --procurando que viera cada uno de sus movimientos, acercó una mano para limpiar mis lágrimas --Te esfuerzas tanto por separar a "Skull" de "Harry" que...
Un disparo evitó que se acercara más a mi persona. Por extraño que parezca, no sentí peligro alguno... seguí el trayecto de la bala y vi a Reborn acercarse desde la fuente. Se le notaba sentado disfrutando del sol, ni se notaba que trajera una pistola a la altura de su cadera que apuntaba en mi dirección, bueno, en dirección a Gaunt.
Gaunt tenía la mandíbula bastante tensa, sus ojos daban un tono rojizo de furia, alejó su mano de mi rostro y detrás del árbol en que estábamos sentados salió Tsuna con una expresión solemne. Sus ojos eran diferente, las Llamas en su frente... estaba molesto conmigo. Tragué en seco.
Tanto Gaunt como yo nos pusimos de pie. No puedo negar que esta vez, ningún entrenamiento previo, ningún instinto de Skull surgió en mí, me sentí vulnerable, como aquél niño que se escondía de sus compañeros y jede de casa en el colegio; me sentí como aquél niño que trataba de no ser visto en la casa de los Potter. Bajé la mirada directo a mis pies, mis manos se escondieron en las mangas de mi sudadera, mordí mis labios pues las lágrimas no dejaban de escurrir de mis ojos además mi nariz también escurría.
Pensé que no tenía caso pedir protección a Tsuna si de todos modos yo mismo me iba a poner en peligro justo como hoy.
·"·"·"·"·"·"
Sentí a Gaunt tratar de acercarse, de colocarse entre Tsuna y yo, fue otros dos disparos que le detuvo.
--No puedes culparlo, Vongola, aún sin memorias de quien alguna vez conociste, Harry no está acostumbrado a estar en un solo lugar por mucho tiempo, mucho menos si algo en su mente no le deja tranquilo. --dijo como si de verdad me conociera. Hasta yo le creí.
--¿No será otro hechizo de tu parte? --intervenía Reborn muy cerca, otra vez demostrando lo ágil que puede llegar a ser.
--Solo fue una vez, el responsable fue reprendido, nunca alguien cercano a mí volverá a alzar su barita contra Harry. --prometía el Lord.
--Que llegues a enterarte, Gaunt, ni tú puedes saberlo todo acerca de tus seguidores. --refutaba Reborn.
--Reborn. --al fin habló Tsuna, con una sola palabra comandaba muchas cosas, nos veíamos dispuestos a obedecer, incluso el gran Reborn quien tan solo chistó y guardó su arma por lo que logré ver en mi corto rango de visión.
--He ofrecido mis servicios como tutor de magia. --volvió a hablar Gaunt. --El único tutor en Vongola, soy yo. --dijo Reborn una vez más, orgulloso, arrogante, tan típico de él. --Hemos escuchado su petición, gracias Lord Gaunt, lo contactaremos si necesitamos de sus servicios. --dijo Tsuna lo que claramente era una manera de despedir al Lord.
Tras un minuto entero donde el silencio era casi insoportable, Graunt se "apareció" hacia un lugar lejos de aquí, quedando Reborn, Tsuna y yo bajo el árbol. Mientras Reborn iniciaba con una sarta de palabras donde me llamaba de todo menos bonito, Tsuna se acercó más y me envolvió en sus brazos. Traté de aferrarme a su costoso traje, noté que mis manos temblaban, él acarició mi espalda y empezó a susurrar palabras de aliento, noté también que sollozaba y mis ojos no dejaban de derramarse. Esta vez no sabía con certeza la razón por la que lloraba. O el porqué Tsuna seguía siendo tan amable conmigo.
--No sé para qué me molesto, --decía Reborn con tono cansino --no importa cuánto lo regañe, o cuántas veces él mismo camine a boca del lobo tú tan solo las a consentirlo y curar sus heridas. --le decía a Tsuna.
--No es un niño, Reborn. --dijo Tsuna.
--Lo tratas como a uno. --respondió Reborn sin tono de voz como si estuviera señalando algo obvio.
--Por el momento, --dijo Tsuna alzando mi rostro con su mano en mi barbilla --pronto será capaz de reír abiertamente, podrá decir cuando algo le moleste, podrá salir de cualquier habitación o castillo azotando la puerta porque no soporta el ambiente, alguno de los que ahí se encuentres o simplemente porque prefiera estar al aire libre como ahora. --secaba mis lágrimas --Incluso podrá acercarse a Gaunt en busca de algún consejo. --revolvió mi cabello afectuosamente --Como justo ahora.
--¿Qué clase de consejo esperaría de alguien como Gaunt? --preguntaba Reborn.
Tsuna seguía limpiando todo rastro de mi llanto, sentí que me ardían las mejillas y las orejas. Esto era vergonzoso. Nadie antes lo había hecho. Nadie me había tocado con tanto cuidado como lo estaba haciendo Tsuna.
--Que no importa si antes llevó otro nombre además de "Harry", a pesar de las diferentes que parecen a primera vista, sigue siendo Harry. Irá descubriendo cosas que ya aprendió, irá haciendo uso de lo que sus instintos le dictan, irá encontrando similitudes y ya no se verá como si dos personas habitaron su cuerpo sino uno solo. No importa lo que otros digan. Además, nadie es el mismo que fue ayer, todos cambiamos. --aseguró.
--Oye, --llamaba Reborn, lo miré directamente --está bien que ayer no te gustaba la carne, hoy totalmente puede ser tu favorita. Puede que no comieras fresas porque alguien te hizo una broma estúpida, puede que usaras mucho el color violeta porque alguien te dijo que así encajarías más, sin embargo, no quiere decir que esas cosas por la que otras personas te recordaban no deban cambiar. El cambio es bueno. Así que no temas decir lo que te incomoda, ¿está bien? --eran reconfortantes sus palabras, asentí --Bien. La próxima vez que quieras caminar o hablar con Gaunt, avisa a alguien, si no por tu bien estar, hazlo por Tsuna que casi moría de un paro cardiaco al darse cuenta que no estabas en el castillo y nadie te había visto. --esto sonaba más a amenaza.
--¿Cómo me encontraron? --murmuré.
--Gaunt es un insufrible... --un "Reborn" de Tsuna lo interrumpió --es una molestia, pero tiene razón, cuando desaparecías de la vista de todos y del lugar de residencia, lo más probable que te encontraras en el pueblo cercano mirando la gente, siempre sentado en el pasto, soñando despierto. --terminó Reborn, relatando como si fuera lo más normal del mundo ese hábito mío.
Sonreí. El caminar hacia un lugar donde pueda observar la vida pasar, es algo que hago desde pequeño... tal vez Gaunt y Tsuna tienen razón, no soy tan diferente de Skull, hay cosas que tenemos en común, no estuve ausente te la vida, tan solo tuve otra extraña experiencia con la que gané muchos conocimientos.
--Vamos, regresemos a Varia, ahí hablaremos sobre tu educación mágica y sobre todos esos dibujos que hay en la bodega de escritorios de Xanxus. --decía Tsuna.
--Y aunque nada me gustaría más que hacer desaparecer a Gaunt, también hay que aceptar que es parte de tu vida. --gruñía Reborn.
--¿Parte de mi vida? --pregunté con genuina confusión.
--Las profecías tienen diferentes significados, diferentes resultados, diferentes maneras de hacerse realidad pero, existen y es mejor tener el poder de dirigir el rumbo de las cosas en lugar de caer como oveja entre una manada de lobos y un precipicio. --dijo Tsuna.
Me habría gustado preguntar tantas cosas. ¿Desde hace cuánto tiempo estuvieron escuchando? ¿Siempre me han vigilado tanto como para darse cuenta de mi descontento por los comentarios en quella cena? ¿Quién encontró mis dibujos? ¿Por qué detestan tanto al señor Gaunt? Mi primer encuentro con él no fue tan ofensivo como para provocar tal resentimiento ¿Por qué toman tan enserio una profecía? No crecieron en el mundo mágico como para creer en el poder que tienen algunas profecías... aunque, al haber experimentado una maldición como la de los Arcobaleno... es válido tomar en serio este tipo de experiencias.
·"·"·"·"·"·"
El camino de regreso, en auto, con Reborn como conductor... fue más corto que mi caminata. También influye que, al parecer tomé el camino largo, eso sí, no creo que si al volar con Tsuna no me hubiese gustado la adrenalina habría saltado del auto en movimiento. Tsuna dijo que a él no le permiten conducir ya que Reborn también le enseñó a manejar todo tipo de transportes terrestres, acuáticos y aéreos; Reborn dijo que yo le enseñé.
Mi mente quedó en blanco.
Tsuna dijo que en este mundo ese tipo de conocimiento era muy útil.
Reborn rió como psicópata mientras ladeaba el auto y lo hacía avanzar en las dos ruedas derechas.
···Continuará...