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Stagnant por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

sábado 17, julio 2021.

Stagnant
V
Complicaciones
 
 
 
 
 
Aunque no me miraron directamente entendí que todos tenían puesta su atención (o parte de ella) en mi. Algo notaron en mi expresión, me creyeron, el hombre de la voz amplificada seguía repitiendo su mensaje. Seguro estaba usando el hechizo Sonorus, hasta sus supuestos susurros eran escuchados.
 
--Es tu decisión Harry, si quieres ir con ellos, si quieres primero verlos o investigarlos, incluso si deseas quedarte... lo haremos posible. --aclaró Tsuna.
 
--Yo... si decido quedarme, ¿me aceptarías? --susurré --¿Aunque no me conozcas?... ¿Aunque ni yo me conozca? 
 
--Por favor, siempre que le pides algo a Tsuna y él lo ve como algo que te haría feliz ten por seguro que no descansará hasta lograrlo. --dijo uno de los que ha estado callado, la camisa de su traje es color azul y en su mano tiene una gran espada, notó mi mirada en él y sonrió de manera tan contagiosa que me vi a sonreirle de vuelta --Soy Takeshi, el Guardían de la Lluvia de Tsuna.
 
--Yamamoto tiene razón, --dijo el que estaba al un lado de Takeshi, era de la misma altura, su pelo era blanco y muy corto, sus ojos parecían brillar y su camisa era de color amarilla --Siempre y cuando seas parte de su familia y como Skull fuiste parte de ella, también fuiste parte de los Arcoballeno, y te aseguro en ese tiempo que han estado juntos contigo siendo Harry, Tsuna ya te considera un amigo así no debes preocuparte, Tsuna y nosotros también te protegeremos, si decides quedarte.
 
--Yare, yare, onii-san ni siquiera te has presentado. --dijo el joven de pelo estlizado y ojos verdes jade aunque solo pude ver uno, parecía todo un galán --por cierto, Harry, yo soy el gran Lambo, Guardián del Rayo y --fue interrumpido.
 
--Y el molesto hermano menor de todos, yo soy su opuesto, el hemano mayor de todos, Guardián del Sol y puedes llamarme Ryohei o cualquier derivado de Hermano. --dijo otra vez el de la camisa amarilla.
 
Empezaron a intercambiar bromas, leves golpes e incluso insultos que más que herir son ecos de memorias pasadas, siguen alerta eso está claro, también es palpable que sus acciones son para bajar la tensión entre nosotros y quizá para permitirme pensar para tomar mi decisión. 
 
Eran solamente horas las que llevaba con estas personas y ya estaban ofreciendo protección, miré a Tsuna y pensé que si siendo Skull pude confiar en al castaño que le miraba con cariño, entonces él también podría. Cubrí una sonrisa con mis manos, este no era el momento para estar sonriendo de felicidad.
 
Puedo negarme a verlos, puedo decir a Tsuna que no quiero saber nada de los magos pero tenía un poco de curiosidad lo que los magos querían. Es decir, ¿qué podría ser tan importante como para buscarme hasta con hechizos casi prohibidos? A menos que las leyes cambiaran este tiempo.
 
 
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Con ayuda de Tsuna me coloqué el traje, contactos, maquillaje y accesorios que llegué a usar siendo Skull. No podía presentarme ante la supuesta familia luego de tantos años luciendo tan joven, insistían todos, incluso él al tener en cuenta las vidas largas de los magos entendía que su apariencia sería muy cuestionada. Era incómodo, el traje era tan apretado como una segunda piel que lo hacía sentir desnudo, acompañado de Tsuna y de todos los demás (espero aprender bien sus nombres) salimos a enfrentar a los magos.
 
Sinceramente no reconocí a alguien. Eran desconocidos, el paso de los años sí se notan en ellos... por el intercambio de palabras entre Tsuna y "ellos" parece que uno de los presentes era mi hermano... mayor, era el heredero de la familia Potter. Requerían de mi presencia, ir con un Sanador que se encontraba atendiendo a Lady Potter quien necesitaba de un transplante.
 
No sabía que los magos podían enfermar de tal manera que ni los medimagos pudieran curar. No sabía que un Sanador tuviera el conocimiento de realizar un transplante siendo una práctica muggle. No sabía que los Potter acudirían a algo tan drástico y peligroso como un transplante. 
 
Sí sabía, en cambio, el transplante era la última solución pues recurrieron a buscarme... a mí... el que nunca fue aceptado como un Potter; el que fue ignorado y repudiado cuando fue enviado a Slytherin; el que encontró una familia en un mago amable de Hogsmade; el que, cuyo nacimiento, fue un accidente. 
 
--No sabía que después de tanto tiempo sin verse, lo primero que harías al tener a Harry de frente, no sería saludarlo siquiera sino exigir acompañarte porque es necesario para un transplante. --dijo Tsuna.
 
--Tampoco has dicho el riesgo o el órgano que necesitan, hay varios órganos vitales que no pueden ser usados para transplante a menos que el donador haya fallecido. --esta vez habló Reborn.
 
--¡Voi! Y por si no lo has notado, Harry ni siquiera te ha reconocido. --decía el de pelo plata --A puesto a que tú mismo lo puedes ubicar de entre nosotros.
 
Lo siguiente que pasó fue tan rápido como inesperado. 
 
Los magos atacaron: lanzaron hechizos aturdidores, explosivos y alguien usó la cabeza al realizar un "accio Potter" hacia nosotros, curiosamente no sentí la atracción del hechizo y el que Tsuna llamara Gokudera-kun se colocó frente a mí con un escudo que borró todo ligero contacto con magia ajena a la mía; Tsuna y su familia se defendieron casi sin esfuerzo... los magos perdieron y se fueron por refuerzos. Mientras todos respirábamos Reborn estaba realizando unas llamadas a quienes podrían ayudarnos si mi supuesta familia era influyente en el Mundo Mágico. 
 
Cierto, no les dije que yo era un mago, temí que aparecieran Aurores para borrarles la memoria pero no pasó nada de lo que llegué a escuchar sucedía cuando se rompía esta ley del Estatuto de Secreto donde se establecía los muggles no deben saber sobre seres mágicos. Por otra parte me sentí aliviado que estuvieran al tanto de la Magia, no tendría que preocuparme por romper leyes antiguas, incluso podría pedir aydua para seguir con mi edicación mágica.
 
Notaron mi confusión, el de pelo plata largo se acercó a mí junto con Tsuna  y me comentaron que muchos trataron de romper la maldición de los Arcobaleno de mil y una maneras que fueran posibles y que sí, en sus investigaciones llegaron a descubrir la Magia aunque no fue de mucha ayuda para romper con la maldición. Tenía muchas preguntas pero no era el momento, más tarde podré hablar con Tsuna o con el "contacto" de Reborn acerca de mi magia. 
 
Se estaba formando un perímetro de seguridad, había muchos subordinados de Varia y divididos en diferentes escuadrones a penas me vieron los del escuadrón de la Nube uno de ellos fue a recibir órdenes mías... el de pelo plata le dijo por el día de hoy él estaría a cargo del escuadrón como misión extra y que lo mataría ahí mismo si se generan bajas. A diferencia de los otros escuadrones que se distribuyeron en sitios estratégicos los morados se plantaron a medio camino entre nosotros y la entrada o mejor dicho, entre el punto en el que "desaparecieron" los magos.
 
Tan pronto como se sintió la cercanía de una ola mágica, alguien estaba tomándome del brazo y sentí esa presión en mi estómago, como si todo mi cuerpo entrara a mi ombligo... era horrible. Caí definitivamente, me sujeté la cabeza en la posición fetal en que terminé en el suelo afelpado y respiré profundo para no vomitar.
 
--¿Tienes idea de cuánto tiempo me has hecho perder? --dijeron a un lado.
 
Solo cerré más fuerte mi boca por temor a lo que podría salir de ella. Esa voz no pertenecía a alguno de los que dijeron me protegerían. Me sentí asustado. De nuevo me encontraba en un lugar desconocido, con un extraño y sintiéndome fatal... cerré mis ojos y respiré profundo. Solo me quedaba pensar que en algún lugar allá fuera Tsuna me buscaría, o yo lo buscaría a él.
 
--¿Qué sucede, Skull, te comportas como si fuera la primera vez que usas la Aparición asistida? --decía burlón el que me arrebató del lado de Tsuna --Me debías un encuentro inesperado, mis socios no me dejan en paz de cuando apareciste en mi oficina diciendo que eras mi prometido para que te dejaran pasar, despedí a mi secretaria por dejarte entrar en medio de la reunión, y gritaste que venías por mí para elegir el pastel de bodas.
 
Me volvía a mirarlo con toda la confusión que sentí, de golpe el mareo se esfumó y un hueco en el estómago muy diferente se instaló en mi interior también me dio la oportunidad de ver por vez primera a mi secuestrador: era alto, alguien maduro, pelo castaño y ojos marrones profundos, rostro aristócrata y labios gruesos. Si no fuera el maquillaje que oculta mis mejillas todo el que me viera notaría el fuego que se expandía hasta mis orejas... creo que era alguien muy apuesto.
 
--A cada momento debo recordarles que eres un socio más aunque con un sentido del humor desbordante. --dijo con aire cansino.
 
--¿Y qué soy? --pregunté.
 
--Un completo dolor de cabeza. --contestó sin titubear.
 
--Me refiero a si soy tu prometido o solo un socio. --tenía curiosidad.
 
--No tienes idea de lo que me dedico a hacer, menor de lo que trata mi otro trabajo, así que no eres un socio pero eso nadie más lo sabe. De las veces que hemos estado juntos nunca obsequias ni un beso, nos vemos cuando te da la gana y también sueles cancelarme a última hora... como hoy. --tomó aire, me senté aún en el suelo para verlo mejor y sentí que me explotaba la cabeza y de mis orejas salía humo --Primero me mandas un mensaje que nos viéramos hoy al amanecer, luego no llegas y tampoco contestas tu teléfono y voy a buscarte y estás rodeado y cerca de ese catrín alzado cuando te he dicho no me agrada el tipo.
 
--¿Entonces qué somos? --me obligué a preguntar.
 
--No lo sé con certeza, solo sé que yo caliento tu cama ocasionalmente y tú desapareces gente que me estorba. --dijo frío, sin expresiones, sus solas palabras cortaban.
 
 
 
 
 
 
···Continuará...
Notas finales:

Gracias por leer.


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