Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pino to amerie por shiki1221

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Disclaimer: Todos los personajes son propiedad de Masashi Kisimoto, sólo la historia es de mi autoría. One shot. Ninjaverse. Song fic: Pino to amerie. (Ending 38 de Naruto shippuden). Romance. Hurt/ confort. Humor. Shonen ai. Narusasu day 2021

Notas del capitulo:

Feliz Narusasu day :3 Aquí mi pequeño aporte para el fandom espero que les guste

One shot. Pino to Ameri

La aldea de la Hoja se encontraba celebrando un festival tradicional de invierno. Parecía mentira que hubiera transcurrido un año desde la cuarta gran guerra ninja. Todos se mostraban jubilosos por ser la primera vez en tanto tiempo que celebraban algo nuevamente, pues anteriormente el luto no les permitía hacerlo. Por mucha voluntad puesta en dejar atrás la tristeza, seguía latente la ausencia de quienes fallecieron. Varias veces fueron las que mencionaron a alguien que ya no estaba vivo. Ocasiones en las que Rock Lee decía por costumbre que volvería a desafiar a Neji. Veces en las cuales Shikamaru dijo que le tocaba jugar shogi con su padre. Entre tantos otros accidentes verbales. Claras muestras de no haber asimilado aun la ausencia de los demás. Sin embargo, alguien les estaba faltando y no estaba precisamente muerto.

―¿Dónde está Naruto? ―preguntó Hatake a los demás ninjas de esa generación.

Ninguno de los presentes en aquella cena era capaz de decir donde se hallaba el jinchuriki. Y la razón de ello es que el mencionado se había alejado hasta una zona en los límites de la aldea de Konoha. A pesar del frío, no dejaba de caminar como si no sintiera la baja temperatura. El vaho escapaba de sus labios cada vez que daba una gran bocanada de aire. Sin embargo, sólo se detuvo cuando llegó hasta un gran árbol. Dejó que su espalda chocara contra la superficie de madera y esperó. Aguardó allí durante largos minutos, los cuales pronto se hicieron horas, dejando los copos de nieve acumularse sobre su cabello. Sus mejillas se tornaron rojizas a causa del frío y el sueño comenzó a vencerlo. Todo se volvió oscuro rápidamente.

―Usuratonkachi. ―Oyó una voz que rápidamente pudo identificar y la causa de sentarse de un solo movimiento.

―Teme ―reclamó el rubio dándose cuenta del cambio de locación.

Inspeccionó con rapidez el sitio a su alrededor, notando que se trataba de una solitaria cueva. Había una pequeña fogata cerca de ellos. A corta distancia de la misma había pescado asándose a fuego lento trayéndole gratos recuerdos. Era como cuando eran gennins y salían de misión. Algo recurrente para ocasiones así, ya que en el bosque de la muerte se vieron en la necesidad de conseguir su propio alimento. Pronto notó que se encontraba cubierto por una enorme capa negra, presuntamente del Uchiha. Los ojos azules exhibieron culpa al darse cuenta que su amigo estaba prácticamente desnudo, mientras él ocupaba su abrigo.

―¡Ten, Teme! ―exclamó Uzumaki retirándose la capa para regresársela y cubrir aquella desnudez que tan nervioso comenzaba a ponerlo.

―Yo no haría eso si fuera tú ―advirtió Sasuke siendo demasiado tarde.

―¡¿Pero qué demonios?! ―gritó histérico al descubrir que se encontraba desnudo a excepción de su ropa interior―. ¡¿Por qué estoy desnudo?! ―exigió saber señalando al otro―. ¿Me metiste mano, pervertido?

―Ni que fuera como tú, Dobe ―se defendió el azabache mostrándose indiferente a los gritos. En su lugar centró su atención en el estado de cocción del pescado―. Tuve que quitártela porque alguien fue tan estúpido de quedarse bajo la nieve hasta desmayarse.

―No era necesario quitarme mi ropa. ¡Admite que querías verme desnudo y meterme mano! ―ordenó señalándolo con su dedo índice.

―La nieve está hecha de agua, cuando la nieve se derrite se convierte en agua, agua fría, el agua fría te enferma ―explicó de aquella manera pausada con propósito de fastidiar al otro por el tono soberbio empleado.

Logró su objetivo. Naruto sintió como si aquel bastardo lo estuviera tratando como descerebrado al explicarle todo de manera tan sarcástica y burlona.

―¡Hasta yo entiendo eso! ―gritó sujetando la capa entre sus manos―. ¿Y tú por qué estás desnudo?

―Tengo mi ropa interior y mi pantalón ―corrigió señalando que sólo su parte de arriba estaba desnuda.

―Sí, sí, lo que digas, exhibicionista ―comentó con sarcasmo el jinchuriki antes de verlo con los ojos entrecerrados.

―Necesitabas calentarte y el calor corporal es la forma más rápida ―respondió el dueño del sharingan tras un largo silencio.

―¿Sólo eso dirás? ―preguntó el rubio con un tono serio dejando caer implícitamente que no era eso lo único a lo cual debía dar respuesta.

Y sasuke sabía lo que estaba buscando el otro.

¿Podrías no buscar mi verdadera naturaleza, por favor y solo mantenerte a mi lado?

―No tengo nada que decir sobre aquella carta tuya, la letra era demasiado horrenda como para entenderla ―comentó Sasuke buscando otro pedazo de leña del pequeño montón a su lado con motivo de evitar la mirada del jinchuriki.

Puedo saber cuándo estas mintiendo.

Está bien que llores,

porque siempre estaré aquí para ti

El rubio sabía que aquella no era más que una excusa para evitar el tema como lo había estado haciendo desde hacía meses. El otro solía ser extremadamente terco y obstinado, pero dos podían jugar ese juego. Si ese imbécil iba a hacerse el difícil, él sería aun más persistente. Su estómago gruñó en mal momento haciéndolo sonrojar. Estaba intentando verse duro e intimidante y ese sonido provocaba de todo menos eso. Desvió la mirada buscando recomponer su expresión de antes cuando oyó un pequeño sonido. Una risa. Era Uchiha quien se cubría los labios con la única mano que aun poseía. Luego lo vio examinar los pescados como midiéndolos, ante lo cual Uzumaki se acercó de puntillas de pies para hacerse con el más grande. Mas, como en veces anteriores, el bastardo se lo había ganado.

―¡Siempre te llevas el más grande! ―reclamó el rubio masticando con molestia el que le tocó.

―Eres muy lento, Dobe ―presumió el otro comiendo con la tranquilidad de siempre.

―¿Y de dónde sacaste esto? ―preguntó el joven de ojos azules mirando sorprendido su pescado encontrándolo muy bueno―. ¿Los robaste acaso?

―Los pesqué ―contestó cortamente mientras su mirada iba hacia la entrada de la cueva―. Parece que la tormenta de nieve no se detendrá pronto ―comentó haciendo que Naruto se diera cuenta de eso.

Había estado ignorando la situación fuera de la pequeña cueva. Empero, no se quejaba. Para él era mucho mejor así. De esa forma Sasuke no se le escaparía y podrían hablar como correspondía. No iba a aceptarle más largas y tras haber casi muerto congelado por estarlo esperando en su lugar de encuentro, era lo mínimo que merecía. Una respuesta concreta.

Mirando desde una ventana vacía,

nos hemos forzado a uno al otro beber

y escupir baratas palabras de amor

que se han desbordado en este mundo.

―Y luego dices que el idiota soy yo ―regañó el blondo con una expresión entre enojada y preocupada―. ¿Cómo pudiste ir a pescar con este clima?

Era sencillamente increíble. No alcanzaba a entender la causa de que actuara de esa forma tan imprudente e impropia de él. Bueno, si recapitulaba en eventos pasados de sus vidas, pensar mucho antes de actuar no era el fuerte de ninguno de ellos dos. Quizás se debía a eso las separaciones prematuras que tuvieron. Una en el Valle del Fin y la otra a las puerta de la aldea de Konoha. En ninguna de las dos ocasiones alcanzaron a concretar nada. Soltaban las palabras que creían expresaban sus sentimientos, pero no alcanzaban al otro. Eran vacías, planas, repetitivas y hasta se atrevería a decir que robadas. Frases oídas de otras personas que aseguraban saber de la vida contando sólo con la cantidad de años en el plano terrenal. ¿Sabían de la vida sólo por tener más años acumulados? Lo dudaban. Existían buenos ejemplos para desmentir aquello, comenzando por aquellos consejeros en el poder de Konoha. Seguían doctrinas olvidadas e inútiles que requerían una renovación inmediata, pero se negaban al cambio por ser ellos “la voz de la experiencia”.

―¡Achú! ―Soltó Uchiha sonando bastante bajo, pero el sonido fue acrecentado a causa del eco de la cueva.

―Te vas a resfriar, idiota ―dijo Naruto dejando sus pensamientos de lado.

Sin darle tiempo a Sasuke para reclamar o hacer algo contra aquel rubio atrevido, el susodicho se sentó a su lado. Usando la capa negra del Uchiha los cubrió a ambos mientras permanecían dándose calor a la luz de la fogata. El más pálido iba a reclamar ese atrevimiento. Había ido a conseguir algo de comer antes de que la tormenta fuera demasiado fuerte a sabiendas de lo hambriento que estaría Naruto. Y si esperaba a que estuviera despierto corría el riesgo de causarle una hipotermia. Además era su modo de autocastigarse por tenerlo esperándolo tanto tiempo. El jinchuriki había enviado una carta citándolo en aquel sitio y llevaba la amenaza de que lo esperaría el tiempo necesario. Quiso resistir el impulso de presentarse dado el tema que tratarían en caso de verse. No obstante, pese a estar decidido a no ir, cambió de planes cuando oyó que habría una tormenta de nieve. Por un breve instante se dijo a sí mismo que Naruto no sería tan tonto como para esperarlo bajo la nieve. Luego recordó que aquel Usuratonkachi era alguien de palabra y fue en su busca. Lo encontró desmayado, medio enterrado en la nieve y con signos de estarse congelando.

“Otra vez lo puse en peligro por mi orgullo”. Pensó arrepentido antes de buscar hacer de aquel refugio improvisado lo más apto para el rubio.

―Voy a estar bien ―habló el moreno haciendo el amague de separarse.

―Te quedas conmigo ttebayo ―objetó Uzumaki sujetándolo en su sitio―. Gracias a Kurama yo no corro muchos riesgos de enfermarme o morir, ese bicho puede darme chakra o yo puedo usar el modo sennin y con el chakra de la naturaleza evitar congelarme. Si te quedas cerca de mí puedo transmitirte calor ―explicó el joven de ojos azules viéndolo fijamente.

―Yo no tenía frío ―mintió el azabache volviendo a soltar un corto estornudo mientras sus mejillas comenzaban a notarse cada vez más rosadas.

―Idiota te vas a causar una hipotermia ―regañó Naruto abrazándolo con fuerza haciendo que sus pechos desnudos se tocaran mutuamente―. ¿Por qué te haces tanto daño a ti mismo? ―preguntó dolido.

―Es lo que me merezco luego de todo el daño causado ―le recordó Sasuke cerrando los ojos con pesadez―. Intentas hacerme creer que tengo derecho a ser feliz luego de todo lo que causé. Aun no he pagado por mis crímenes y aun así… ―se interrumpió así mismo con molestia por soltar la lengua tan fácilmente―. Como sea, yo te dije claramente que no tengo problemas en cargar con el odio del mundo contra mí. No me importa, pero si tú…

―¡Deja de jugar al villano, el mártir o lo que sea que pretendes ser! ―gritó Uzumaki con exasperación―. Te amo, te lo confesé y sigues en esa maldita postura de ser castigado para estar conmigo. No entiendo porqué esa obsesión de cargar todo tú solo.

―A mí no me afecta el odio, en cambio tú buscas el reconocimiento de los aldeanos de Konoha ―expresó el azabache con seriedad.

Tratas de actuar de forma dura,

y decir "no es nada"

tengo la idea de que en

cierta forma somos similares.

―¡Sí te afecta! ―exclamó Naruto tercamente sujetándolo por los hombros antes de moverlo con fuerza de atrás hacia delante―. Y si dices que no te importa que te afecte a ti, entonces piensa en mí. Ten en cuenta cuan doloroso es para mí ver a la persona que amo sufriendo ―expresó Uzumaki lleno de angustia―. Te lo dije en el Valle del Fin, ¿por qué no lo entiendes?

Uchiha entendía. Lo hacia demasiado bien, tanto que dolía. También lo lastimaba saber cuanto se preocupaba el rubio por él, cuanto temía que en un arrebato hiciera algo estúpido contra sí mismo. Y eso le daba más impulso a desear romper el lazo entre ellos. Sentía que él era la causa de destrozar a Naruto por dentro. ¿Qué clase de amor le estaba expresando si no era capaz de soltarlo para que fuera feliz? Lo que más anhelaba Sasuke era ver al otro cumpliendo sus sueños y si él estaba entre sus planes sólo conseguiría ser un obstáculo. Una carga por la cual su juicio como Hokage sería cuestionado. Sin embargo, Sasuke era débil ante aquellos ojos azules, no se sentía con las fuerzas para mentirle a la cara. Por eso cuando le propuso ser una pareja formal no lo rechazó ni aceptó. Se limitó a decirle que lo pensaría e hizo lo que mejor sabía hacer: huir de Konoha. Estuvo evitándola durante meses, con la esperanza de que Naruto desistiera de esperarlo y rehiciera su vida. Empero, no contaba con que al sobrepasar el limite de su paciencia, lo que había conseguido es hacerle tomar las riendas del asunto para pedir una respuesta clara.

―Si te dijera una respuesta negativa a tu propuesta, ¿qué harías? ―preguntó repentinamente el moreno dejando al otro atento a cada palabra que saliera de su boca―. ¿Te rendirías por respeto a mi decisión o me forzarías a aceptarte?

Esa era una trampa. Ese maldito le estaba tendiendo una trampa y ni siquiera se molestaba en disimular, pues esa media sonrisa le demostraba que era un acertijo sin salida. Si le decía que respetaría su negativa, seguramente sería rechazado sólo para hacerlo cumplir su palabra. Si respondía que lo forzaría o insistiría hasta ser aceptado, le diría que lo suyo no era amor sino una obsesión mal sana con poseerlo. Ese desgraciado. Admiró unos momentos sus rasgos faciales recreándose en lo bonito que era Sasuke y lo mucho que le provocaba estrellar su puño contra esa sonrisa victoriosa, pero él era el ninja número uno en sorprender a la gente y se lo recordaría.

―Dependería de los motivos de la negativa ―dijo con firmeza el jinchuriki―. Si me rechazas porque no sientes lo mismo que yo, por supuesto que desistiría de estar a tu lado como pareja, pero… ―se apresuró a decir para que no hablara el otro―. Seguiría insistiendo en hacerte feliz. Con o sin mí, no mereces privarte de algo tan bonito como amar y ser amado sólo por tus errores del pasado. Si tanto te molestan los arreglaremos juntos. Si te critican por ser feliz, les demostraremos que podemos ser aun más felices sólo para fastidiarles. Si crees que mereces pagar tus crímenes los pagaremos juntos ―recitó con decisión sujetándole las mejillas al más pálido―. Yo nunca renunciaré a verte feliz, Teme. Ese es mi camino ninja desde que me di cuenta que me enamoré de ti ttebayo.

Aquellas palabras en verdad habían hecho eco en el corazón del otro. Se sintió completamente diferente a las cosas que se dijeron en el Valle del Fin. Cuando todo se sentía confuso y azaroso. Sasuke había creído que aquel rubio atolondrado sólo estaba confundiéndose cuando se le declaró, ―ni siquiera pudo responder qué eran en el Valle del Fin, menos sabría comprender algo como el amor―, pues siempre dijo amar a Sakura. No obstante, aquel discurso algo cursi y desafiante se veía que provenía del corazón de Naruto y no de aquellos estúpidos libros de romance. Era completamente distinta a su otra declaración con palabras ajenas a ellos. Frases que no representaban nada para ninguno, pero que sonaban bien para cualquier tonta pareja no muy amante de la literatura de calidad.

Esperando a que llegue el amanecer,

buscamos y perdemos de vista

a las genuinas palabras de amor

que se perdieron en este mundo.

―Ahora es buen momento para que llores de felicidad ttebayo ―sugirió Uzumaki sonriendo con diversión por su propio comentario.

―Eso no pasara, idiota ―aseguró Uchiha recuperando el habla tras largos momentos de silencio.

―¿Por qué? ―cuestionó el jinchuriki―. Como yo siempre digo está bien llorar de felicidad ―afirmó alzando un dedo como si estuviera dando una lección importante.

―Espero que recuerdes eso después de lo que voy a hacerte ―advirtió Sasuke activando su sharingan mostrando su mangekyo sharingan.

―¡Sólo era una broma, Teme! ―gritó cerrando los ojos sorprendido por esa acción tan inesperada.

Naruto estaba apretando los puños listo para defenderse con fuerza bruta de ser necesario cuando lo que sintió fue un frío toque en sus labios. Algo suave y helado. No le era desagradable en lo absoluto por lo cual abrió los ojos dándose cuenta que aquello eran los labios de Sasuke sobre los suyos. El otro tenía los ojos cerrados e inclinaba un poco la cabeza dándole espacio para acomodarse y corresponderle. El rubio hizo lo propio y cerró los ojos mientras sus manos lo sujetaban contra su propio cuerpo. Cerró los ojos sintiendo sus corazones acompasándose. La piel tibia rozándose con una delicadeza tan impropia de ellos. Eran capaces de detallar las cicatrices casi imperceptibles en la piel ajena. La blanca mano subió con lentitud hasta posarse en la zona del corazón del otro. Permaneció allí unos momentos sobándole como si intentara quitarle algo. Entonces recordó el chidori dirigido hacia esa zona cuando se enfrentaron la primera vez.

―Siempre fuiste más de acciones que de palabras ―dijo Naruto cuando sus bocas se separaron.

―Pero, ¿entiendes lo que quiero decir? ―preguntó Uchiha mirándolo fijamente con todos sus sentimientos a flor de piel.

Le pondré mi nombre a esa estrella a la derecha

¡por favor que ese sea su nuevo nombre!

porque tu nombre seria perfecto para esa estrella a la izquierda

¡Y así siempre estaremos uno al lado del otro!

Naruto había tardado mucho tiempo en comprender la razón tras aquel intento de asesinato. Él era preciado para Sasuke. Hasta se lo volvió a decir en su última batalla, él era el lazo más fuerte del Uchiha, era la única persona en quien confiaba. Y si había algo que caracterizaba a la confianza era ese poder que le otorgaba a otra persona a dañarle. El portador del sharingan le daba pase libre a lastimarlo, a herirlo de la peor forma posible. Tan profundamente como él alguna vez hizo con aquel chidori. Sin embargo, con una sonrisa sujetó aquella blanca mano y la besó con ternura. Nunca podría hacerle eso a su Teme. Lo amaba demasiado y él mismo confiaba en Sasuke. Ya no era el mismo de antes, no, de hecho sí lo era. Nunca importó qué tan perdido estuviera en la oscuridad, si había algo que se repetía en cada enfrentamiento que tuvieron era esa insistencia en ser abandonado. El dueño del sharingan podía estar dispuesto a hundirse en la más profunda fosa de odio y soledad, pero no arrastraría a Naruto con él. Le ofreció más de una vez matarlo. Y ahora le ofrecía destruir aquel fragmento de corazón que había sobrevivido al paso del tiempo.

―Pudiste pedirme que cerrara los ojos para besarme ―reclamó Uzumaki en tono de broma.

―No habrías puesto aquella cara de terror si no te amenazaba con mis ojos ―respondió el otro con tranquilidad.

―¿Y era necesario asustarme? ―cuestionó el rubio mientras volvía a acomodar la capa para cubrirlos a ambos.

―Era placentero ―contestó con una indiferencia tal que hizo al otro querer golpearlo ahí mismo, pero se distrajo―. Mira, Teme. La tormenta a parado y se ven las estrellas incluso desde aquí ttebayo ―señaló admirando el cielo nocturno sin abandonar su posición.

―Una estrella fugaz ―dijo Sasuke cuando vio una surcando el cielo.

―¿Pediste un deseo? ―preguntó Uzumaki mirándolo curioso―. Yo una vez vi una mientras entrenaba y mi deseo se cumplió.

―No creo en esas cosas desde que una me falló ―se quejó Sasuke con fastidio―. Apuesto a que pediste ramen gratis o algún tonto vale y por eso se cumplió.

―Le pedí recuperarte ―confesó el joven de ojos azules frotando suavemente los hombros del mayor―. ¿Tú qué pediste?

―Nada importante ―respondió intentando zanjar el tema.

―Anda, dime, dime, dime ―dijo repetidamente Naruto sacudiéndolo y elevando cada vez más el tono de voz hasta convertirse en gritos.

―¡Ya! ―gritó harto de que martillara sus pobres oídos con esa chillona voz―. Le pedí que me abandonaras y fueras feliz ―confesó con el rostro enrojecido mirando hacia otro sitio.

―¡Eso es imposible, Teme! Le pediste demasiado a esa pobre estrella ―regañó Naruto totalmente sorprendido―. Mi felicidad eres tú, así que es imposible que te lo cumpliera ttebayo.

―Eso no lo sabía.

―Pero ahora lo sabes y me encargaré de que nunca lo olvides ―prometió Naruto entrelazando sus dedos con los de el azabache mientras se dedicaban a contemplar nuevamente el firmamento.

En el cielo distante, hay dos estrellas sin nombre

justo como nosotros dos.

Así que no dejaré que te lleve lejos ese viento de verano

nunca soltaré tu pequeña mano en las mías.

 

OWARI

 

Notas finales:

Pasen un feliz dia :D Nos vemos en otra actualización janne n_n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).