Misaki sintió el suave impacto contra el pecho del mangaka y el agradable olor a lavanda se instaló por su nariz dejándolo sin defensa alguna.
Las manos de Ijuuin se deslizaron por su nuca y espalda de forma lenta y cariñosa; causando que perdiera un poco la noción del tiempo.
No podía creer que ese hombre lo estuviera abrazando, no después de lo grosero y huraño que Misaki se comportó con él desde que se conocieron.
—Gracias por venir—musitó Kyo
El castaño alzó levemente la mirada para ver al alfa, Ijuuin tenía los ojos cerrados y su respiración era acompasada. Se notaba muy tranquilo, incluso parecía que una sonrisa se dibujó en su rostro porque Misaki estuviera a primera hora de la mañana.
Él beta comenzó a sentir taquicardia por la calidez que desprendía el cuerpo de Kyo y optó por separarse.
—No...No es momento para abrazos Sensei, creo que tiene mucho trabajo.
—¡Pulguita! ¿Cómo estás?
Hiroki salía de la cocina con un sándwich en la mano y sonriéndole.
—¿Pulga?
—Pulguita se oye mejor Takahashi y lo digo porque eres pequeño, también porque Nowaki fue el de la idea.
Misaki agachó la mirada, no por el apodo si no porque de seguro se había puesto rojo por el abrazo de Sensei y de forma torpe quitaba sus zapatos.
—Estoy bien Kamijō Sensei, con su permiso.
Misaki dio vuelta y el aroma un poco desagradable de ayer volvía presentarse y descubrió con desagrado que Shizuku se encontraba en el lujoso departamento del mangaka.
—Kyo, deja de perder el tiempo y ven a desayunar cuanto antes, traes el estómago vacío desde ayer y eso no es bueno para ti.
Misaki se tenso por esas palabras confirmando que el omega pasó la noche con Ijuuin Sensei, volteó a mirarlo y sus ojos casi se salen al ver que Shizuku vestía con pijama y se acercaba a Ijuuin de forma rápida.
—¿Que confiancitas son esas de decirle por su nombre? Ni yo le digo así al tarolas de mi hermano—reclamó Hiroki—¿Eres su novio?
—Sensei no ha querido formalizar nada entre nosotros y eso que ya llevamos tiempo saliendo.
—Shizuku, guarda silencio. Hace mucho que tú y yo no tenemos nada que ver—intervino Ijuuin mirando a Misaki.
—Pues será porque no quieres, yo estoy disponible para ti Kyo. En cualquier momento que lo necesites.
—Que desesperado.¿Sabias que a los alfa les gusta que los hombres se den a desear?—Preguntó Hiroki.
—¿He?
—Que lento eres. De seguro tienes un letrero entre las piernas como las conservas que dice "ABRE FÁCIL"
—Zorra es más corto y funciona mejor—pronunció cierta pelirroja y todos voltearon a verla.
—¡Cállate Aikawa san!—refunfuñó Shizuku— lo dice la envidiosa a quien las moscas ni se le acercan al mondongo.
—Prefiero tenerlo así en lugar que parezca moco de pavo por lo guango que ya esta. Como el de cierta persona.
—Que vulgar. ¡Y déjame decirte que Kyo nunca se quejó de..!
—¡¿Quieren callarse?!—Gritó Ijuuin—¡Descansaremos 20 minutos antes de retomar el trabajo! No quiero oír mas tonterías entre ustedes.—ordenó otra vez y se recargó en la pared sobando sus sienes.
Misaki por fin se percató de su apariencia, se veía cansado, ojeroso y traía la misma ropa de ayer. Y a pesar de eso, el alfa lucía muy atractivo haciendo que lo mirara atento.
—Hola Misaki kun.
—Aikawa san. Es una sorpresa encontrarte aqui.
—Sensei tiene que entregar el manuscrito hoy por la noche y el jefazo pidió que viniéramos a ayudarle, por eso hoy no se quedaron contigo Isaka y Kaoru san.
Misaki quedó más sorprendido por la información, era muy poco tiempo para terminarlo y vió a otros ayudantes saliendo del estudio para ir a la cocina.
Shisuku miró muy feo a la editora y liberó más de su aroma. Ijuuin aspiró la esencia al igual que Hiroki y ambos cubrieron su nariz porque resultaba algo empalagoso.
—Te preparé un omelet Kyo—habló el Omega sin dejar de mirar a Misaki.
—Ignóralo, siempre es así—susurró Aikawa en el oído de Takahashi.
—¿Gustas desayunar?—Preguntó Kamijō
—No gracias, comí bastante antes de venir aquí, iré al estudio para seguir trabajando.
Takahashi dio la vuelta demasiado incómodo para ya no presenciar más del espectáculo de Shizuku y antes de que desapareciera, esa voz se hizo presente.
~Me alegra que estés aquí~
Ijuuin uso la voz de nuevo, pero Misaki no hizo caso a su llamado y lo único que pudo hacer es mirar como sus ojos se iluminaron por ver su trabajo sobre la mesa del estudio. Tal parecía que eso era lo único que amaba de él y ese aspecto desconcertaba por completo al alfa que cada día, tenía mucho más interés en el empleado de ventas.
Las horas siguieron su curso y Misaki podía observar cómo Kyo revisaba hoja tras hoja, viendo los entintados y corrigiendo algunos detalles. Le sorprendía demasiado la forma en que Ijuuin Sensei podría parecer una máquina de dibujo, juraría que ni siquiera parpadeaba por estar tan concentrado trazando y borrando.
Takahashi encontró esto muy fascinante y perturbador al mismo tiempo, por fin podía ver a su ídolo trabajar a solo un par de metros de distancia, algo con lo que había fantaseado durante años.
El recuerdo de la frase: TE NECESITO CERCA volvió a resonar en sus oídos y el beta se sonrojó, no le duró mucho la simpatía por Sensei cuando las palabras de Shizuku asegurando que tenían una relación se presentaron en su cabeza y torció la boca, suerte que todos estaban muy ocupados como para estar viendo su rostro, ó al menos eso creía Misaki.
—¿Me quieres explicar qué demonios es esto, Aikawa?—Ijuuin arrojó una hoja al centro de la mesa.
—¿Cómo qué? Es el teniente Adhler, Sensei.
—Ya sé que es el teniente Adhler a lo que me refiero es quien puso de fondo esas burbujas y extraños brillos.
—Usted lo dibujo hace como 2 meses
—¿Cuando hice yo semejante cosa? Bórrale todo y cambia el entintado para qué parezca que esta solo en la habitación Aikawa san.
—No hay tiempo para eso.
—He dicho que las cambies
—No voy a cambiar algo que tu dibujaste, ¡me costo muchísimo trabajo hacer la capa de relleno para que las burbujas resplandecieran!
—¡Esa escena no puede salir así! ¡Este no es un puto manga Shojo!
—¡Pues esta escena lo parece! En las notas dices que el personaje acaba de conocer a la detective Sanrio y que fue como mágico el momento.
—¡En THE KAN no hay romance!
—Yo solo estoy cumpliendo con mi parte de los fondos. Si lo quieres diferente entonces hazlo tú. ¡Y te recuerdo que tenemos hasta las 8 de la noche para entregar esto!
—¡Deberían callarse y terminar con las hojas que faltan!— Gritó Hiroki que también estaba ayudando—No se me haría raro que olvides lo que dibujaste Ijuuin Sensei, esta es la tercera cosa que pides cambiar.
Ijuuin tomó la hoja dispuesto a romperla para dibujar una nueva escena
—¡No!—Gritó Misaki y con algo de temor quito la hoja de sus manos, y en efecto veía la escena muy romántica, nada que ver con la base policiaca del manga.
—Si..si gusta yo puedo corregirlo Sensei.
Misaki se paró de la silla y fue directo a la mini tableta para escanear la imagen.
—¿Que estás haciendo Misaki? Deje muy claro que todo debe ser con la trama y el entintado tradicional.
—Solo seleccionaré lo que no desea y lo quito del fondo, recalco el dibujo con el plumón digital y le agrego unos bloques de color, no..no se darán cuenta del cambio.
Kyo lo miró con los brazos cruzados y con la ceja alzada.
—Deja que Misaki haga lo que dice, además ¡Esto es tu culpa! No estaríamos aquí apurados si Don mangaka holgazan se hubiese puesto a dibujar las 20 páginas por semana que debería hacer!
—No grites Aikawa, que me alteras.
—¡Guarda silencio Shizuku, que él que menos a hecho eres tú! ¡Y regresa a dibujar de una buena vez!
Aikawa jaló a Kyo para sentarlo de nuevo en la silla mientras Misaki escaneaba la imagen.
Él beta sentía los nervios a flor piel por la mirada de Kyo y de Shizuku que al parecer ya lo odiaba, reviso su teléfono móvil y ya eran las 4:30, el tiempo justo para terminar la escena y después irse a Marukawa.
Misaki se colocó los zapatos muy apresurado, el taxi ya lo esperaba abajo, no podía quedarse más tiempo en el lugar de Ijuuin Sensei ayudando.
Giró la perilla y una mano lo detuvo de huir, era Kyo viéndolo fijo.
—Muchas gracias por lo de hoy Misaki.
—Fue interesante y divertido trabajar con todos ustedes Sensei.
—Quiero verte mañana.
—Estaré como siempre en él área de ventas.
—Me refiero a tu y yo solos Misaki
—Eso no se va a poder—soltó su mano del agarre—Usted tiene a Shizuku.
—Entre el y yo no hay nada.
—El dice que sí y yo no quiero ser uno más en su colección.
Ijuuin cerró la puerta y trató de abrazar a Misaki. El castaño se opuso aunque sintiera una innegable atracción por el alfa y volvía a abrir la puerta. Kyo al ser más grande le impidió el paso.
—Termínenos la cita que quedó a medias Misaki.
—¿Por qué tanto interés en mi?
—Ya te lo dije, te necesito.
—Pero yo.. yo a usted no—titubeo Misaki y agachó la mirada.
—Salgamos de nuevo y te prometo que si después de esto aún sigues sintiendo repulsión por mi, me alejaré. No insistiré más.
Misaki alzó la vista y Kyo tenía los ojos algo tristes. ¿Por que ese hombre se esmeraba tanto con él?
—Si quiere salir entonces usted deberá encontrar alguna excusa para vernos.
—La tendré Misaki.
—¡Sensei! ¿Que está haciendo?—se escuchó el grito de un asistente—¡Tiene que firmar la dedicatoria! ¡Ya nos falta poco!
—Vaya a terminar su trabajo Sensei, lo veré pronto.
Misaki sintió un fuerte impulso lo que le hizo pararse de puntitas y besar la mejilla de Kyo.
El alfa quedó estático cuando los labios del beta marcaron su piel y el leve aroma de Misaki se filtró por su nariz.
Para cuando reaccionó, Misaki ya bajaba por el ascensor sin oportunidad de detenerlo.
Ijuuin no se presentó en Marukawa los siguientes días, Misaki se enteró que después de no dormir por 4 días para terminar su manuscrito, colapsó frente a todos esa tarde que lo dejó en su departamento. Suerte que su hermano Kamijō se ocupó de él y Aikawa entregó el trabajo a la imprenta logrando que Isaka san los felicitara a todos por su buen desempeño. Y por supuesto que en la imprenta nadie se dio cuenta que unas tramas del manuscrito fueron elaboradas a computadora por Misaki.
El castaño veía a su hermano servir el desayuno antes de que fueran a la Editorial y probó un poco de la sopa.
—Está deliciosa nii-chan
—Gracias, pero tu cocinas mejor.
—Eso es mentira, a mi todavía no me sale la receta secreta del chocolate que preparabas para los conejitos de san Valentín.
Takahiro al escuchar eso apretó el cucharón entre sus manos.
—¿Cuando me enseñas de nuevo hermano?
—¿Quieres darle chocolates a una chica, Misaki?
—No, pero sabía muy rico y quisiera probarlos otra vez.
—Puede que los haga, cuando lo encuentre a él ¡digo! cuando encuentre el cacao que me gusta. Por lo pronto desayuna y nos vamos de inmediato a Marukawa.
No pasó desapercibido el nerviosismo y después semblante decaído de su hermano cuando le habló de sus chocolates y Misaki sintió algo extraño en su pecho. Se acercó a Takahiro y lo abrazo por la espalda.
—Gracias por cuidar de mi.
—Tu eres todo lo que tengo en este mundo Misaki.
—No digas eso, yo sé que encontrarás a esa persona especial nii-chan y mientras eso sucede yo también cuidaré de ti.
Takahiro sonrió y desayunaron. A los 30 minutos ya iban rumbo al trabajo del castaño.
Misaki buscaba los pendientes que Yokosawa san le había asignado para este lunes y le sorprendió no encontrar ninguno. Agarró un informe elaborado por Kisa Shouta organizando una feria de mangas en librería Marimo y le pareció muy buena idea, solo faltaba que su jefe diera el visto bueno y conociendo al oso de ventas, de seguro le pediría mil y un cosas de porque sería rentable la propuesta; así que Misaki quizo adelantarse al trabajo y pensó en ir a hablar con el editor Kisa.
Escuchó barullo tras la oficina y en cuestión de segundos el aroma de Sensei llegó a su nariz, Misaki se puso muy nervioso cuando Kyo atravesó los cubículos y se posó frente a él y en sus manos cargaba lo que parecía una casita
—Buenos días Misaki.
—....Kyo... ¡lo siento! Quise decir Sensei ¡Buenos días Ijuuin Sensei!
—Hola Pulguita.
—Kamijō Sensei. Que.. qué sorpresa verlo aquí
El paquete que traía Ijuuin comenzó a moverse y Misaki muy curioso alzó la manta que lo cubría, viendo muy sorprendido a un conejito de color negro que rascaba su oreja y le causó mucha ternura
—¿Qué hace este animal aquí?
—No le digas así de feo a mi hermano, es solo un mangaka frustrado. Cuando lo conoces descubres que es buena persona el zángano.
—Cállate Hiroki—dijo molesto Ijuuin
—Me refería al conejito—dijo Misaki y agarró la jaula para ponerla en la mesa. Sacó al mamífero y lo estrechó en sus brazos.
—Dijiste que te gustan los conejitos, lo compré pensando en ti.
—¿Yo? ¿Cuando le dije eso?
—Puedo percibir lo que piensas Misaki
El castaño recordó cuando pensó eso para no golpear al Shizuku y los colores se le subieron al rostro.
—Que cursi es todo este asunto, mejor me voy antes de que me den ganas de vomitar. Y no te preocupes Misaki, cuidaré de su mascota en lo que regresan. Iré con Isaka san para hablar sobre la impresión de mi próximo libro.
—¿Regresar? ¿De donde?
—De nuestra cita Misaki, ya pedí permiso para que te ausentes este día de trabajo, regresaremos a la hora en punto para que vayas a tu hogar.
Ijuuin se acercó al castaño y movió un mechon de su cabello para besar su frente.
Después retiró al conejito de sus manos y lo volvía a meter en la jaula para colocarlo bajo el escritorio.
Él beta seguía igual de perdido, sintió como le agarró de la cintura y lo guiaba a la salida de la Editorial.
—Iremos al parque Kumaya, por ser lunes está vacío así que podemos subirnos a todos los juegos sin hacer fila.
Misaki no contestaba, en su mente el único pensamiento que rondaba era que si entre ellos podían escucharse, entonces ¿Un lazo se había formado?
Eso le aterraba al beta, eso no podía ser cierto.
Eso solo ocurría entre los omegas y los alfas...