Nowaki llegó tan rápido cómo pudo al hogar de los Takahashi, apenas descendió del taxi y pudo notar que había algunas personas merodeando por la casa, se le hizo demasiado extraño y corrió hasta la puerta, un hombre de cabello rojo salió de un costado de la vivienda y le impidió el paso, Nowaki percibió un desagradable aroma a vinagre y se hizo hacia atrás por la molestia, aquel hombre le sonreía y se posó frente a él para después examinarlo de pies a cabeza.
El médico volvió a mirar a la casa temiendo lo peor para Takahiro pero no era momento de dudar, el había llegado dispuesto a ayudarle en lo que fuera necesario.
—¿Qué se le ofrece?—preguntó el intruso.
—Buscó a Takahiro Takahashi, mi nombre es Kusama Nowaki.
—Yo soy Yeril, y ya lo sabía, es un nombre extraño para un alfa tan interesante como tú—el hombre rodeó a Kusama sin dejar de mirarlo—También ya te había visto con Ijuuin, sensei tiene amigos muy guapos.
—No es necesario tu comentario y si me disculpas pasaré a ver al dueño de esta casa. Soy su médico particular
Nowaki quizo subir los escalones para abrir la puerta pero ese hombre volvía a detenerlo sujetando su brazo.
—¿Médico particular? Que yo sepa el único médico asignado para los Takahashi es Tatsumi Sensei. Y el llegó desde hace mucho.
Nowaki empujó al hombre y este optó por patear el maletín donde guardaba sus instrumentos médicos.
—¡¿Que crees qué haces?!
—No los necesitarás, Tatsumi Sensei está vigilando a Takahiro, solo espera la orden de la señora Usami.
—¡¿Orden de que?!—preguntó Nowaki con los estribos perdidos y el Delta sonrió.
—Tal vez su última oportunidad para Takahiro o despedirse de este extraño mundo.
Nowaki ya no quiso seguir escuchando e intentó golpear al hombre, Yeril sonrió y detuvo su puño.
—No te conviene pelear Kusama Nowaki, y para que veas que no soy tan cruel, te permitiré ver a Takahashi. Solo no hagas tonterías.
Kusama apretó los puños y se agachó para recoger sus cosas, escuchar el apellido Usami de parte de ese tipo le causó mucho desagrado, no podía ser posible que esa familia fuera así de desgraciada, tan viles cómo para hacer daño a los demás. Ingresó a la casa y lo primero que vio fue a un omega de cabello largo y rubio que se servía un vaso con agua. No pasó ni un minuto cuando un agradable aroma a jazmín hizo presencia por la sala, Nowaki volteó a todos lados buscando la fuente del olor y el omega respondió a su incertidumbre.
—Huele bien Takahiro san ¿no te parece?
—¿Dijo Takahiro?
—Así es, acompáñame por favor Nowaki san.
El alfa siguió al hombre rubio hasta una habitación, entraron de forma lenta y Nowaki sintió el aroma a Jazmín invadir sus fosas nasales, un terrible pesar se instaló en su cuerpo por ver a Takahiro bañado en sudor y delirando.
—¿Habías visto a un omega en su inicio de muerte por perder a su alfa?
Nowaki no contestó y Tatsumi le extendía un sobre con el nombre de Misaki. El médico abrió los ojos muy sorprendido al ver que era la prueba que el mandó a hacer a escondidas una semana atrás.
—¡MISAKI! ¡NO!
Hiroki gritó varias veces al ver como ese hombre metió al niño al auto y arrancó a toda velocidad perdiéndose por las calles
Quiso acercarse a Shinnosuke que estaba tirado sobre la acera y recibió un golpe en su quijada por su intromisión. Hiroki devolvió el puñetazo y un chico de cabello rubio le agarró de los brazos torciéndolos y empuñó su cabello
—Tranquilo hermosura o podría desfigurar esa linda carita que tienes. Y no te preocupes por ese tal Misaki que te reunirás con él.
—¡Suéltame!—Hiroki forcejeo y tuvo que ser sostenido por otro más para meterlo a otro auto.
Un hombre corpulento cargó a Tōdō y lo arrojó encima de él, Kamijō vio un corte por la sien del editor y al instante sacó un pañuelo para intentar limpiarlo
—No puede ser, Tōdō reacciona—el chico respiraba acompasado y Kamijō le dió un par de palmadas en la cara para ver si así abría los ojos—Vamos niño despierta
No había ninguna persona cerca del área y eso le hizo enfurecer más, al parecer esto ya estaba planeado desde un principio y se sintió inútil por no poder ayudar a Misaki.
Los sujetos subieron al auto y lo pusieron en marcha, con las manos temblorosas Hiroki buscaba su teléfono por su abrigo y logro sacarlo, poco le duró el gusto porque uno de los agresores se dio cuenta y forcejeó para arrebatarlo, Kamijō presionó fuerte el botón de inicio de su móvil pero ni así pudo impedir que se lo quitaran, él omega maldijo en su interior por lo que estaba ocurriendo, sus ojos inyectados de furia hicieron que el chofer temblara de miedo, porque Hiroki aun siendo omega, inspiraba temor
—!¿Quienes son ustedes?! ¿Que quieren de nosotros?!
—Esas respuestas las tendrás después Hiroki Kamijō por lo pronto ponte cómodo y procura que tu amigo no ensucie los asientos con su sangre. Luka se pondrá furioso si ve uno de sus auto con manchas—Contestó el rubio
Hiroki apretó a Tōdō contra su cuerpo mientras maldecía una y otra vez, Kyo sufriría mucho si a Misaki le ocurriera algo malo. El profesor no tuvo más remedio que aguantarse todos los posibles insultos para sus captores y esperar que su llamado, fuese efectivo.
~Nowaki cariño~
~Estupido Kyo, si no vienes por nosotros, yo mismo te castro~
Natsuko veía como su único hijo respiraba con dificultad por la cama con un par de lágrimas que resbalaban por sus mejillas.
Nunca le quiso por ser producto de un matrimonio forzado con Fuyuhiko a quien aborrecía por completo, pero que le hizo el favor de abandonar este mundo hace muchos años y con ello consiguió su libertad para irse con cualquier hombre, menos con quien tanto anhelaba.
El odio a su hijo creció exponencialmente cuando Akihiko le presentaba a ese omega de quien también se había enamorado: Takahiro Takahashi.
La mujer 10 años atrás era una activista en pro de la educación y ofrecía becas a estudiantes de otros países para instruirse en las mejores universidades de Londres. En uno de esos eventos fue como conoció a Takahiro quien le hizo que su corazón latiera como nunca en su vida.
La mujer fue rechazada por completo por Takahiro quien amablemente le dijo que su corazón pertenecía a otro hombre y ese otro hombre, resultó ser nada menos que su vástago.
Natsuko se llenó de rencor en ese momento, no era posible que un alfa como ella fuera rechazada, incluso pensó en la posibilidad de tener descendencia con Takahiro, pero ni así logró su objetivo de enamorarlo y se dedicó en estropearle las vidas a ambos jóvenes.
Primero fueron leves insinuaciones a Takahashi, le hizo creer que era un inútil cuando reprobó 5 materias durante el quinto semestre de la carrera de leyes, dedujo que estaría tan desanimado como para que quisiera regresar a Japón donde intentaría seducirlo de nuevo y lo único que consiguió, fue que Akihiko estuviera 24 horas pegadas a él tratando de animarlo.
La bilis subía por su garganta cada que tenía noticias de ellos dos juntos, ya que ambos jóvenes disfrutaron de su romance aun con los problemas suscitados.
Continuaron así hasta que sucedió la muerte de los padres de Takahiro y es cuando ella intervino definitivamente, para destruir el amor que se profesaban.
Los pensamientos de Natsuko fueron interrumpidos cuando una queja de dolor se escuchó por la habitación y volteó para ver el otro cuerpo tendido por el suelo.
Misaki se retorcía un poco y Natsuko se acercó para olerlo.
—Apestas casi igual a Hiroki, estupidas feromonas en flores ¿No pudiste tener otro aroma? Eres asqueroso.
Natsuko acercó su mano a Misaki para tocar su cuello y fue detenida por Luka, el alfa la miró con desdén y casi a rastras, la llevó a la habitación contigua arrojándola sin ninguna delicadeza.
—Te he ayudado bastante todo este año, ¡es justo que reciba mi recompensa!
—Guarda silencio, que nos oirán.
—¿Quien oirá? ¿Tu hijo moribundo que tiene la cabeza llena de mentiras? ¿Misaki que está inconsciente? No me hagas reír.
La mujer empujó a Luka después de su burla y quiso abofetearlo. El alfa le detuvo la mano una vez más mientras liberaba su aroma
—En cuanto Misaki reaccione entrare para verlo y ni se te ocurra tocarlo, ya me fastidiaste mi momento con él en el automóvil y no volvera a suceder, tengo que obtener algo a cambio por todas tus locuras Natsuko Usami.
—¡Tu no haces nada hasta que yo lo ordene!
—¿No? ¿Y cual es tu fin? ¡¿Para que todo este circo si ya conseguiste hundir a Takahiro?!
—Aún puede retractarse
—Eres una demente.
Luka salió de la habitación azotando la puerta dejando a Natsuko que esperaba a que Misaki reaccionara después del sedante que le aplicaron.
<Misaki, quiero que nos tratemos, que conozcas todo de mi, es cierto que sabes bastante por las cartas que compartimos pero yo quiero que interactúes con mi verdadero yo. Con este mangaka que la mayoría de las veces esta frustrado porque piensa que su trabajo es basura, con quien ha estado solo la mayor parte de su vida y que ahora que ha conocido a un hombre muy especial quiere compartir con él lo poco o mucho que tenga. Se que tienes dudas por nuestros géneros pero eso no es impedimento, sé tambien que la forma que iniciamos no fue la adecuada pero eso puede cambiar.>
—Yo...
<También quiero decirte que para mi no sería ninguna carga cuidar de ti por tu estado de salud. Aprenderé de Takahiro todo lo relacionado con tus cuidados, la alimentación lo que sea. No tienes qué contestarme en este momento si no deseas, Yo solo quiero una oportunidad Misaki, una oportunidad para estar contigo>
El castaño se quejaba por el dolor, no era consciente pero su mente no dejaba de traerle recuerdos de algunas platicas con Ijuuin por teléfono. Su cuerpo pesaba y una presión en su pecho por pensar en Kyo y en su hermano le hicieron derramar más lágrimas.
~¡Este conejito se parece a ti! Se llamará como tú Usagi san~
~Vengo a despedirme, sé buen niño y obedece a Takahiro en todo y por último, dile que lo amo.—Un par de lágrimas salieron de sus ojos
—¿Te iras? ¿Pero por qué? si ustedes están hechos el uno para el otro.
—A veces es lo mejor, se feliz niño. Estoy seguro que encontrarás a tu amor. Aprovecha la escuela y cuidate mucho Misaki, los de tu género aun siguen siendo molestados por personas estupidas.
—Lo haré, pero no tienes porque irte Usagi san, le romperás el corazón a nii-chan.
—El ya quebró el mío, me dijo que no me ama. Solo se acercó a mi para obtener intereses personales.
—¡Mi hermanito sería incapaz!
—Lo siento Misaki pero no puedo quedarme, tengo que ir a preparar mis cosas, tendré un vuelo mañana a medio día.
—Por lo menos espera a que Takahiro regrese del médico...¡Usagi no te vayas! ¡Usagi san!
¡Por favor Kyo, dile que no abandone a mi hermano!
Misaki volteó a ver sus manos las cuales estaban manchadas de sangre....
—Kyo.. Kyo Ijuuin
El nombre salió de la boca de Misaki de forma muy lenta y abrió los ojos. Su vista se hallaba distorsionada que lo único que veía eran manchas, su cuerpo estaba tibio pero la fastidiosa sensación de malestar por su vientre permanecía.
Misaki no entendía lo que le pasaba, nunca en 23 años se había sentido tan debil como hasta hace unas horas, poco a poco su vista fue mejorando al igual que el resto de sus sentidos.
Un pitido logró despertarlo por completo y quedó sentado por una alfombra en color rojo.
La cama mostrándole a un hombre con cabello plateado le hizo dar un brinco, limpio sus lágrimas y fue directo a su encuentro.
Misaki quedó muy sorprendido al ver a ese hombre muy demacrado con un artefacto conectado a su mano midiendo el oxígeno en su cuerpo y los latidos de su corazón, no tardó ni dos segundos y lo reconoció.
—¡Usagi san! ¡E..Eres tú!—Takahashi por la alegría lo abrazó y percibió su aroma a menta—Tenemos que ir con nii-chan así que por favor despierta, ya tengo los boletos para regresar a Tokio, Takahiro te necesita. Estará muy feliz por verte de nuevo.
Akihiko hizo un leve gesto al escuchar ese nombre y se removió por la cama.
—Me escuchas ¿verdad? Por fin te recordé y yo quiero que sepas que encontré a mi amor como me dijiste pero...
El castaño no terminó la frase porque el aroma a roble hizo presencia y giró despacio para encontrarse con Luka que lo veía fijo.
Misaki se hizo hacia atrás y el alfa lo tomó de la cintura para acercarlo a su cuerpo, como golpe cayeron los recuerdos de lo sucedido dentro del auto y empujó a su secuestrador.
—¡¿Donde está Shinnosuke?!
—No grites, no es bueno para tu salud Misaki—Luka acarició su rostro.
—¡¿Te dije que no me toques y por que tienes a Usagi san aquí?!
El alfa estuvo por abrir la boca cuando Natsuko hizo acto de presencia, Misaki la veía sorprendido y la mujer no hizo otra cosa más que reír.
—Que bien que hayas despertado, es un "gusto" volver a verte Misaki Takahashi.
El castaño miraba sorprendido a esa mujer, era muy bella sin duda pero su esencia era algo desagradable, olía como a hierba amarga y Misaki cubrió su boca.
—Por lo que veo, ya estás recuperando el olfato Misaki así que no tardarás en liberarte por completo, será interesante verlo, me pregunto que hará esta vez Takahiro para protegerte.
—¿De que habla? Yo no la conozco y ¿Por que dice eso de mi hermano?
—Claro que nos conocemos Misaki, eras un adolescente y ciertas cosas hicieron que lo olvidaras. Y con respecto a Takahiro, también tuve el placer de conocerlo hace 10 años.
—Si es así entonces ayúdeme por favor, él está muy grave, necesito llevar a Usagi san, él es el destinado de mi hermano, ¡lo necesita o de lo contrario morira!
—Mi hijo no se moverá de aquí— Natsuko miró su reloj como esperando algo y Misaki la miraba muy sorprendido.
—¿Su hijo?
—Así es, soy Natsuko Usami, madre de Akihiko y que te parece si te cuento una historia mientras te redescubres a ti mismo y ves a quien ha sido como un padre para ti.
—¿A.. a qué se refiere?.
Misaki sentía como su respiración comenzaba a fallarle y agarró su suéter con fuerza, Luka le miraba con los ojos ennegrecidos, algo parecido a como Kyo lo hacía, solo que en su mirada no había dulzura, no había amor como en los ojos del mangaka.
Takahashi ni siquiera se había dado cuenta que se hallaban en una habitación con una pantalla enorme por el frente. Sus piernas fallaron y cayó al suelo, un calor intenso, 10 veces peor al que sintió durante el viaje le recorrió el cuerpo en segundos. Luka quizo acercarse y la mujer le detuvo con una arma por la sien.
—Calma tus instintos estupido alfa ó una de estas balas pueden ir a la cabeza de ese niño.
—Te arrepentirás de esto Natsuko Usami
Natsuko sonrió sin dejar de apuntar al alfa y encendía la pantalla, Misaki vió la imagen de su hermano retorciéndose del dolor y comenzó a hiperventilar.
—Takahiro....¿Por que?
Un fuerte aroma a rosas se instaló por la habitación y el castaño llevó una de muñecas a la nariz para olerla. No podía creerlo, estaba roja, así como las glándulas de olor de Takafumi o Ritsu.
—¿Soy...soy yo quien huele así?
—En efecto Misaki—contestó Natsuko—este es tu aroma, el aroma de un omega en celo...