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Princesa por Liss83

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Notas del capitulo:

Antes de publicar el siguiente capítulo de esta historia me gustaría hacer una pregunta. ¿Alguien aquí ha visto la serie Falcón y el soldado de invierno? ¿Les gustaría leer una adaptación de esta pareja ligero toque de Tchala y bucky? si es así les sugiero estar atentos a mi perfil. ahora volvamos a lo que nos interesa hoy _

Blaise llego a su departamento cerca de las ocho de la noche y sonrió al escuchar una melodía suave. Un aroma delicioso llego hasta él. Dejo su maletín e inspecciono el lugar. Cuando entro a estudio, lo primero que vio fue una figura de espalda sentada alrededor de la mesa del balcón. Se acercó lentamente y sonrió al verlo leer mientras bebía una copa de vino. El pelirrojo había elegido vestido rojo que cruzaba en X por detrás y por delante, no era ajustado, pero si moldeaba su figura. La falda corte media campana llegaba hasta el suelo. Los gestantes por naturaleza tenía la figura más estilizada, diferente a la de los hombres sin llegar a ser como la de las mujeres. Muchos vestían como una, a pesar de ser censurado por la iglesia

Aspiro en silencio y sintió el aroma del perfume que estaba usando el pelirrojo. Cinco minutos después  Arthur cerró su libro y lo dejo sobre la mesa, respiro hondo mientras tomaba su copa mirando el horizonte. Dejo la copa en la mesa y se puso de pie antes de girar

 

 

 

-          ¡Blaise! - dijo sorprendido - no te escuche. ¿Llegaste hace mucho? - sonrió suave tomando su copa nuevamente y acercándose

-          Lo suficiente para admirar tu belleza - dijo Blaise

-          ¿quieres vino? - pregunto Arthur tratando de evitar su sonrojo y ofreciéndole su copa

-          Gracias - dijo el dueño del lugar y tomando la copa bebió un trago - no se… me gusta, pero le falta algo

-          Lo serví de tu bar - dijo Arthur

-          Déjame ver - y abrazándolo por la cintura unió sus labios a los del pelirrojo.

 

 

 

Era extraño. Arthur era un hombre casado, se podría decir que experimentado, pero ese era su primer beso con un hombre y ni lejos se parecía a otros que hubiese recibido antes. La dulzura. El tacto. Era como si él fuese lo más frágil, delicado y valioso que existía en el universo, pero a la vez, había tanta pasión en ese beso.

Una sonrisa se  extendió por el rostro de Arthur mientras sus mejillas se encendían

 

 

 

-          Este vino esta mucho mejor - dijo Blaise

-          Hice la cena - dijo Arthur

-          ¿Y si pasamos directo al postre? - dijo Blaise bajando los besos por el cuello del pelirrojo

-          Vamos - dijo Arthur sonriendo -. La prepare especialmente para ti

-          Espera - dijo Blaise y tomando su mano lo hizo girar - te ves… como una princesa

-          Toda princesa necesita un príncipe - dijo Arthur y Blaise volvió a besarlo - y tú eres el mío

 

 

 

Blaise lo abrazo por la cintura y lo atrajo hacia él para empezar un baile suave y lento. Arthur apoyo su cabeza en el pecho del moreno y cerró los ojos. Era un sueño hecho realidad

Un suspiro se escapó de labio del pelirrojo y se aferró más a su pareja. Esa sería una noche inolvidable y quería confirmarlo

 

 

 

-          ¿Hoy…? - pregunto de manera sobreentendida

-          Temo defraudarte, princesa, pero no - dijo Blaise - aunque tengo un regalo que te va encantar

-          No necesitas darme nada - dijo Arthur -. Me basta con que me quieras por mí mismo, nada mas

-          Te amo - dijo Blaise antes de besarlo y el pelirrojo sentía que se podría desmayar en cualquier instante

 

 

 

Blaise lo hizo girar y tomándolo de la cintura lo hecho hacia atrás y le mordió suavemente el cuello. Arthur se estremeció cuando sintió que algo tibio escurría por su cuello y sintió la sonrisa de  su jefe contra la piel de su cuello

 

 

 

-          Apenas y estoy desenvolviendo el caramelo - dijo Blaise - y ya soy adicto a él ¿te imaginas después que lo pruebe? - un gemido salió de los labios de los labios del pelirrojo, pero de pronto se detuvo para mirarlo fijamente - algo no está bien.

-          Lo siento - dijo Arthur mientras Blaise lo ayudaba a pararse bien y daba un paso hacia atrás

-          ¿No estas cómodo? - pregunto el dueño del lugar

-          No es eso - respondió Arthur bajando el rostro

-          Princesa - dijo Blaise levantándole suavemente el rostro - sabes que me puedes decir lo que sea

-          Me da vergüenza - dijo el pelirrojo pero Blaise lo animo con la mirada - ¿tú… alguna vez… bueno, tú… has violado a alguien?

-          ¿Qué? - dijo el moreno sorprendido y se alejó - ¿de dónde sacas eso? Mira, sé que me gustan las practicas sadomasoquistas, pero de lo que me estas acusando… - dijo empezando a molestarse

-          No te estoy acusando de nada - dijo Arthur desesperándose también - estoy intentando…

-          Creo que esto se esta… - dijo Blaise

-          Por favor no me malentiendas - suplicaba Arthur - Blaise escúchame

-          Te llevo a tu… - dijo este

-          Blaise

-          Vamos - dijo apagando la música y dirigiéndose hacia   la puerta

-          Perdón - dijo Arthur girándose hacia la puerta mientras contenía sus lágrimas- solo era una estúpida fantasía. Voy a cambiarme

-          ¿Cómo? - dijo Blaise girándose pero Arthur ya se había ido - princesa, espera - y corrió para alcanzarlo - ¿Cómo que una estúpida fantasía? - lo detuvo - Nada, escúchame bien, nada que venga de ti es estúpido ni sin importancia para mí - le limpio las lágrimas - absolutamente nada. ¿Por qué me preguntaste si alguna vez había violado a alguien? - pero Arthur siga llorando - tranquilo amor. Perdón, de verdad perdón. Tranquilo. Eso, tranquilo.

-          Cuando tenía quince años - sollozo Arthur - vi a unos amigos que violaron a otro, eran varios. Al principio me asuste, pero después me di cuenta que a pesar de todo era…

-          Sexo sadomasoquista - concluyo Blaise acariciándole el cabello

-          Pensé que tal vez… - sollozo Arthur y luego escondió el rostro en el pecho del hombre

-          Perdón, princesa - suplicaba Blaise besándole el cabello - no supe entenderte. Si eso es lo que quieres, claro que podemos hacer algo así. Lo disfrutaría mucho contigo

-          ¿de verdad, Blaise? - pregunto más tranquilo el pelirrojo - ¿tú…?

-          Pero tiene que ser muy bien controlado, porque no quiero que salgas lastimado ¿esta claro? - dijo este tomándole el rostro para besarlo - te amo - y vio expandirse en el rostro de su amante la más radiante de las sonrisa

 

 

 

_____________________

 

 

 

Los Weasley terminaban de desayunar cuando el celular de Arthur sonó

 

 

 

-          Buen día - contesto

-          ¿Mi bella princesa como amaneció? - pregunto Blaise sonriendo

-          Buen día señor - dijo Arthur

-          ¿sigues en tu casa? - dijo el moreno

-          Desgraciadamente si señor - dijo Arthur mirando a su mujer y escucho - entiendo. ¿Cuantos…? Esta bien, señor - y colgó

-          ¿Qué pasa? - pregunto Molly

-          Me mandan a un congreso por tres días - dijo Arthur - salgo hoy mismo

-          ¿Donde? - pregunto Molly intrigada

-          A Newcastle - respondió Arthur poniéndose de pie - salgo en una hora

-          ¿Puedo ir contigo? - pregunto la mujer siguiéndolo

-          Es un viaje por trabajo - dijo su marido - ¿Qué vas hacer allá?

-          Tú tampoco eres precisamente un ejecutivo - dijo Molly

-          Es un congreso y voy como delegado de los empleados - dijo Arthur

-          Llévame - suplico la mujer viéndolo moverse por la habitación

-          Ya te dije que no - dijo Arthur - ¿Dónde está mi camisa azul? Es la que mejor me queda

-          ¿Vas a un congreso o a una cita? - pregunto Molly

-          Necesito también la rosada - dijo Arthur más para sí mismo

-          Nunca hemos ido de vacación a ningún lugar - dijo Molly - llévame

-          En otra ocasión - dijo su marido cerrando su bolso y mirando para todos lados - nos vemos el lunes en la noche. Adiós

-          ¿Lunes en la noche? - dijo sorprendida - ¿pero y la fábrica?

-          Volveré en la mañana y me pasare directamente - dijo Arthur - ¿Qué más me falta?

-          ¿Quién más ira? - pregunto Molly

-          No lo sé - dijo Arthur mirando a su alrededor - creo que eso es todo. Me voy

-          No saldrás de aquí - dijo la mujer bloqueando el paso con su cuerpo

-          Molly no seas infantil - dijo tomando su bolso - quítate de ahí

-          Por aquí no saldrás - dijo Molly con total determinación

-          Esta bien - dijo Arthur - si así lo quieres - y se alejo

-          ¿Dónde vas? - grito furiosa cuando Arthur se fue hacia la habitación y se encerró en ella - ¡abre esa puerta maldito infeliz

 

 

Golpeaba la puerta desesperadamente cuando escucho movimiento en el baño ¡estaba saliendo por la ventana! Corrió fuera de la casa y la rodeo, no lo dejaría salir. Sin embargo cuando regreso a la entrada de la casa lo vio alejarse en un taxi. No pudo hacer otra cosa que gritar histérica mientras se jalaba los cabellos

Sentado en el asiento trasero del taxi, Arthur sonreía guasón. Se sentía como un adolescente que se fugaba de sus padres para verse con su primer novio. Novio. Esa palabra le rondaba la cabeza hacia días. ¿Eran novios? ¿Amantes? ¿Debería preguntárselo? Pero y si lo hacia ¿se molestaría? Su celular sonó

 

 

 

-          ¿por dónde vienes, princesa? - pregunto Blaise

-          Perdón - dijo Arthur - pero tuve un pequeño problema y acabo de salir de casa. No te preocupes si, ya voy en camino. En unos quince minutos llego

-          Contare los segundos - dijo Blaise sonriendo

-          Yo también - dijo Arthur y colgó - dese prisa por favor - y su celular sonó - ¿Qué quieres, Molly?

-          Si te vas sin mí a tu viajecito - siseo la mujer - le diré a todos que eres un maldito degenerado que se acuesta con su jefe. ¿creíste que no lo sabía?

 

 

 

Apoyado en su automóvil, bajo el ala izquierda del avión, en la pista del aeropuerto, esperaba Blaise Zabini con los brazos cruzados. Unos lentes oscuros ocultaban sus ojos oscuros y mirada penetrante que inspeccionaba el lugar

 

 

 

-          Señor - dijo el piloto - estamos listos

-          Gracias - dijo Blaise - esperamos a alguien más. ¿Dónde estás princesa? - reviso su celular, hacia cuarenta y siete minutos que habían hablado -  princesa

 

 

 

Marco por vigésima vez pero nadie contestaba. El piloto volvió a decirle que debían partir para que el mal tiempo no los alcanzase

 

 

 

 


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