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Seducción Indirecta por mfernandasadiklover

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Notas del capitulo:

¡Finalmente! ¡gracias por esperar todo este mes. Sé que me demore pero rescribía el capítulo una y otra vez, quería que todo saliera bien. Por Dios estoy muy emocionada. 

¡Es el final! Antes que todo, muchísimas gracias por haber leído hasta aquí. Estoy muy agradecida con todos los que le dieron una oportunidad a mi historia por muy rara que haya sido. 

A todos, los que comentaron les dedico este capitulo, por que si no fuera por su apoyo, yo no hubiese tenido la confianza para seguir publicando.

bueno, solo queda decir, que lamento si por mi idiotez tiene faltas o errores el texto, deseo que sea perfecto así que si ven un error por ahí por favor díganme para corregir.

sin mas que agregar, espero disfruten el capítulo.

 

Draco se quedó mirando el rostro temeroso de Harry, sonrió con desdén, elevando solo la esquina de su boca. Arrugó levemente el entrecejo ante la hipocresía del estúpido frente a él.

“¿crees que soy un idiota? ¿Qué puedes venir y decir mentiras descaradas solo porque piensas que abriré más fácilmente mis piernas?” Decepcionado con la actitud de Potter se cruza de brazos. No había necesidad de mentir. “¡Scorpius ve con Kreacher y ayuda a preparar el desayuno!” Le grito a su hijo para que el pequeño no escuchara la discusión.

Cuando escucho los pasos de su hijo marcharse puso su atención nuevamente en el mentiroso. Este se había acercado mientras Draco estaba descuidado, tuvo que poner la mano en el musculoso pecho para impedir que siguiera acercándose.

“Realmente hablo en serio, no te enojes conmigo”. La voz de Harry sonaba arrepentida, pero Draco se negaba a escucharlo, vivía con su esposa, en los diarios salían fotos de ellos, caras sonrientes, manos sujetas con sus niños, amor visible incluso a través de la cámara. Lo perfectos que eran, la familia de oro.

“¿piensas que voy a creerte? Es imposible que el gran salvador del mundo dejara a su esposa y que nadie se diera cuenta”. La ira en su rostro era tan clara para Harry, pero también, como podría tomar en serio a Draco cuando este estaba todo colorado, sudoroso casi sin ropa y con un pene que seguía pidiendo atención.

Sus ojos no paran de moverse recorriendo su cuerpo. Draco arrugó la nariz, no lo disfrutes piensa enojado consigo mismo. Que la idiotez de Potter no te contagie. Arregló su camisa para cubrirse, pero su erección seguía siendo visible a través de la ropa. Furioso dejo escapar un bufido.

“Eres un imbécil de cara rajada. ¿Piensas que amarte significa soportar todo tipo de cosas?” giro su cuerpo para que dejara de mirarlo. Sintió las manos de Harry en sus hombros, dejo suaves masajes. Levemente el calor comenzó a filtrarse a través de la ropa.

Incómodo con lo fácil que la rabia estaba disipándose frustrado movió su cuerpo para apartarse, pero Harry lo atrajo hasta quedar recostado sobre su pecho.

“Vamos dragón, siento no haberlo dicho antes, pero no es una mentira o un juego, realmente estoy divorciado”. Draco gimió suavemente al sentir el aliento caliente en su oído. “Perdóname ¿sí? Que puedo intentar para que mi huroncito me crea, haré lo que quieras”.

Draco se mordió los labios al sentir la boca de Potter rozar su cuello levemente, concéntrate se gritó a sí mismo, pero las manos de Harry se deslizaban desde sus hombros hasta su cadera y luego apretaba la zona que sabía le gustaba.

“Quiero verte tirar el anillo al baño”. Dijo Draco finalmente. Sorprendido Harry levantó la cabeza dejando ir la porción de piel que había estado succionando.

“¿con eso me creerás?” le pregunta Harry apretando su cuerpo un poco más fuerte. Dejo caer besos en las mejillas coloradas. Sonrió cuando Malfoy abrió la boca para morderlo, no parecía ser una mordida juguetona.

Draco lo miro curioso cuando lo sintió alejarse, Harry le mostró su mano vacía, arrugó el entrecejo, lo vio sacar el anillo de sus pantalones. ¿Ya no lo usaba? Pensó sorprendido. ¿Entonces realmente había dejado a la Weasley?

¡Por Merlín! Pensó. Realmente lo había hecho, abrió un poco sus ojos cuando el anillo cayó de forma rápida y sin titubear al baño. Sintió que el corazón le palpitaba en los oídos y miro el rostro de Harry para evaluar su reacción.

Buscaba miedo, inseguridad, arrepentimiento, algo que delatara que no era capaz de deshacer el vínculo con Ginny Weasley. Pero no lo encontró.

“Oh Potter”. Gimió emocionado. Se acercó con rapidez y se abrazó a su brazo. “Jala la palanca”. Le dijo burlón con la emoción mezclándose en su voz, escucho una risita y luego el anillo que realmente había odiado se fue.

Casi quería brincar de alegría, estaba irremediablemente excitado, realmente ahora, Harry era suyo, completamente de Draco Malfoy. Lo miró con los ojos brillantes, nervioso el hombre de pelo negro se acomodó los lentes. La mirada de la serpiente era extraña.

“¿no estarás pensando en darme alguna poción extraña o sí?” le pregunto inesperadamente asustado. Draco era un muy talentoso para eso después de todo.

“Por favor Potter, no necesito trucos como esos para que me amen, soy encantador”. Harry lo escucho hablar atentamente, saboreando observar la boca de Draco que se movía para sonreír feliz. Extrañaba su tono de voz tan arrogante y presumido. “Incluso ya tengo al salvador del mundo a mis pies”.

“Garras de hurón querrás decir”. Le corrigió suavemente, Malfoy le miró ceñudo. Con cuidado, le tomó la mejilla, mirándolo directamente se acercó con lentitud. Vio a Draco que nervioso se humedeció los labios, cerró los ojos cuándo lo beso.

Tan suave, su boca siempre fue tentadora, lo abrazo y Draco apoyo sus manos en sus hombros, le dio permiso para seguir besándolo.

Harry dejo escapar una risita cuando sintió una leve mordida en su labio inferior. Amaba al hurón juguetón. Lo sostuvo fuertemente de la cintura para que no pudiera huir.

“Te quiero”. Le dice la serpiente repentinamente. Harry le mira asombrado, no era justo que Draco a veces fuera tan dulce. Sonríe un poco y le besa suavemente esa nariz que está teñida de un tenue rojo.

Malfoy no parece ser capaz de admitir estas cosas a alguien, pero mírenlo ahora, declarando en voz alta que lo quiere, mientras se sonroja y sonríe tímidamente. Eso es muy tierno a los ojos de Harry, se siente especial. Es bueno volver a ser el receptor del amor del hurón.

Emocionado deposita besos suaves por todo el rostro, extrañaba esto, dejo escapar un suspiro al pensar que se perdió tanto tiempo. Ahora solo quiere estar a su lado.

Le besa suavemente no puede parar, usa sus manos para acariciar con ternura, quiere ser dulce para él, disculparse por todo lo que hizo y lo que no. De alguna forma, estar con Draco es tan satisfactorio que tiene miedo de imaginar que está mirando un espejo Oesed sin darse cuenta.

Se quedan mirando durante un breve momento, luego acercan su boca nuevamente, lo mantiene apresado entre sus brazos. 

“Cariño”. Le dice suavemente en el oído cuando se separan, escucha una risa baja. Está claramente avergonzado y seguramente no de buena manera. “Mi dulce hurón”. Continúa aguantando las ganas de reír.

“Detente, vomitaré”. Lo aprieta un poco más fuerte para que no escape. Besa su oreja y sonríe.

“Mi bebé, dragón, serpiente, cosita dulce”. Se ríe mientras observa a Draco forcejear para alejarse.

“No sigas, me estoy poniendo enfermo del estómago”. La voz de Draco suena realmente mal. Lo comprende, es muy raro tratarse de esa forma cuando siempre se han insultado juguetonamente. No cree que sea posible que el huroncito le ponga apodos cariños, lo más cercano a eso, sería algo como cerdo Potter que tanto le gusta repetir.

Continúa apretando su cuerpo y besándolo mientras juega con él para que no escape. 

Luego de eso, el Dragón sale del baño refrescado, mientras que Harry tuvo que quedarse hasta que el olor a vómito salió de su cuerpo.

En el comedor de reojo se miran y sonríen bobamente, una sonrisa con complicidad, bajo la mesa están tomados de la mano. Scorpius los mira sin entender. ¿Qué hace papá con el señor Potter tan temprano?

Come rápidamente, es un poco incómodo como se miran, parecen totalmente embobados con el otro. Su padre no le ha dicho nada sobre eso. Quiere preguntar qué sucede, pero sabe que es de mala educación hacerlo frente a la visita.

Tal vez, tendrá un papá y hermanos nuevos piensa sonriendo.

 

“No creas que saldré contigo solo porque ahora no estas con la chica Weasley”. Harry le beso suavemente la mejilla suavecita. “Ni me importa que seas el chico de oro no tengo que ser fácil contigo”. Continúa con ese tonito irritante que posee. Están frente a la chimenea y Scorpius no está mirando por lo que aprovecharon de abrazarse antes de que el Gryffindor se marche.

Se muerde los labios para no reírse. A veces Draco era realmente un dolor en el trasero. Eleva la vista mirando el techo, tenía que irse, pero no deseaba hacerlo. 

No cuando Draco estaba abrazado de esa forma, sentía sus dedos clavarse en su espalda apretando para no soltarlo. Su boca bonita decía tantas cosas, pero su cuerpo lo delataba.

“Lo sé, mi hurón quiere que yo pida su mano en matrimonio”. Dice con suavidad. Sonríe cuando escucha a Malfoy maldecir. Seguramente imaginando a Potter de rodillas pidiendo el permiso a Lucius para salir con su hijo.

Ve la mirada de odio en su rostro cuando le besa la nariz y se despide. Tiene que conversar con sus hijos y sabe que Draco también debe hacerlo. 

Aun así, dejarlo se siente tan mal, algo indebido e incorrecto. Sinceramente quiere estar pegado a él todo el tiempo posible.

Los días siguientes pasa el tiempo con sus hijos, junto a Ginny conversan con ellos para darle entender la situación.

Primero se ven sorprendidos, los miran entristecidos con la noticia, luego parecen comprender cada actitud de sus padres, por qué ya no se comportan como antes y aunque ellos no dicen mucho, Harry entiende que les tomara un tiempo entender su nueva realidad.

Intentan pasar el máximo del tiempo posible conversando, jugando y recordándoles que siempre estarán ahí.

El lunes por la mañana, arregla su cabello lo más que puede, inesperadamente se acuerda de esos días cuando se miraba al espejo a esperar la llegada de la serpiente. Mira horrorizado su sonrisa boba, comprende que está realmente enamorado de ese chico.

Draco por otro lado, arregla su cabello mientras mira fijamente su rostro para evaluar su piel. Fresca y saludable. Tira un beso a su reflejo, está tan feliz que siente ganas de gritar. Observa sus labios y ve que siguen un poco lastimados.

Sonríe bobamente, fueron los besos.

Al llegar al trabajo todo lo que vivió con Harry parecía algo irreal. Nadie sabe, todos desconocen su relación con el adorado Potter. Se pregunta maliciosamente que rostro pondrán cuando sepan la verdad.

El niño que vivió está felizmente enamorado del chico que fue un mortífago. Casi quiere reírse de las caras ignorantes que ve al pasar para llegar a su oficina. Sonriendo se pregunta si Potter llegó para poder ir a verlo.

Niega suavemente, Harry debe venir a verlo no al revés. Está por quitarse su abrigo cuando cae en cuenta que sigue con el cascabel fielmente puesto en su pezón. La vergüenza le inunda. Aprieta los labios para no sonreír a la nada. 

Quien pensaría que Potter sería tan extraño. Siempre pensó que era aburrido y poco innovador en el sexo. Pero si decía eso, delataría que pensaba en Harry incluso antes de volverse amigos, eso era algo que no planeaba contarle.

Comienza a desesperarse cuando ve que se acerca el mediodía y no hay noticias de Harry estúpido Potter. Fastidiado casi gruñendo termina su trabajo.

La puerta se abre y emocionado gira su cabeza, maldice al darse cuenta de que no es Potter.

El Auror le sonríe con cordialidad, no parece afectado con el mal carácter de Draco. Da un paso dentro de la oficina, luce incómodo, algo sorprendente, porque él siempre es el encargado de pasarle el nuevo trabajo.

“Esto lo manda el jefe, dice que hay que tenerlo antes de la tarde”. La mandíbula de Draco se tensa. ¿Es una broma? La jodida carpeta es tres veces más grande que una normal.

¿En qué está pensando ese estúpido topo? ¿Quiere mantenerlo encerrado? ¿Acaso no sabe que Draco va a matarlo por ser un mal jefe?

Se mueve rápidamente para arrebatarle el informe al Auror, está tan concentrado en eso que no nota el leve sonido que produjo su rápida acción.

“Malfoy, ¿escuchaste eso?” le pregunta curioso. Draco le mira fastidiado. ¿Qué? Piensa sorprendido, luego cae en cuenta de su movimiento brusco. ¡Oh demonios! Maldijo enojado.

“¿escuchar qué?” pregunta de vuelta, y para que el bonito rostro que posee no lo delate mira fijamente el informe que dejó en la mesa.

“Bueno. ¿Un cascabel?” le preguntan riéndose. El Auror mira la oficina no parece que tenga intención de irse para desgracia de Draco.

“Es la mascota de Potter, un hurón anda por ahí moviendo su collar”. Dice riéndose para que no se note su incomodidad, el Auror no parece notar la broma, pero se ríe igualmente.

“Hablando del jefe, lleva toda la mañana con una mujer increíblemente hermosa”. Draco eleva la vista, parece tan desconcertado que el Auror lo nota y sonríe.

“No digas que fui yo, pero tenía unos pechos enormes, seguramente por eso el jefe perdió a su mascota, ¡estaba demasiado distraído!” la risa del Auror ahoga el sonido del cascabel mientras Draco sin pensarlo mucho camina rápidamente hacia la oficina de Potter.

Está tan cegado con la ira que siente que la voz de la secretaria de Potter se pierde en el aire. Abre la puerta con brusquedad. La mirada verde de Harry le mira de inmediato. Lo ve abrir la boca y ponerse pálido.

Draco mantiene la mandíbula tensa, trata de usar todo su autocontrol para evitar gritarle sobre su descaro. ¡No sería igual a Weasley! Ni comprensivo y menos dejaría que tuviera amiguitos. Así que, si tenía que ponerle un candado de castidad lo haría.

“¿el señor Malfoy?” al escuchar su nombre, su mirada se dirigió a ella, fue justo como le dijeron. Joven, hermosa y con una gran pechonalidad.

Mira de inmediato a Potter, pero este solo está cubriéndose el rostro con la mano. Luego su mirada verde se alza.

“Es correcto, pero él debe estar muy ocupado, es más ahora mismo va a cerrar la puerta y terminará los informes que tiene pendiente”. La voz de Harry es tensa y no parece bromear. ¿Está echándolo? ¡Este hijo de puta quiere quedarse a solas con ella!

Esta por abrir la boca y mandarlo al diablo, cuando el ceño de Harry se vuelve más profundo mostrando lo enojado que está por la situación. Sintiéndose increíblemente herido da un paso fuera de la oficina. Que se pudra el estúpido ese, no malgastara saliva.

“¡espere señor Malfoy! ¿Es cierto el rumor de que visita club muggles para encantarles?” oh pensó Draco abriendo la boca. Mira a Harry sorprendido, pero este solo negó con rapidez.

No respondas ninguna pregunta hurón pensó Harry. Había querido evitar a toda costa que Draco saliera de la oficina, que se enterara de los rumores maliciosos que circulaban.

Pero siempre la serpiente actuaba como deseaba. Viendo que la periodista se levantó y comenzó a sacar fotografías el mismo se puso de pie para lograr echarla del ministerio.

La chica se había mostrado increíblemente tenaz y no logro convencerla para que se marchara.

“Es suficiente, el señor Malfoy debe irse”. Ella lo ignora, demasiado emocionada de lograr la entrevista que nadie había podido. Además, olía algo raro en todo el asunto. 

Ningún diario lograba encontrar nada de información, parecía que alguien estaba cubriendo cada paso que realizaba el ex mortífago, acceder a él era más difícil que hablar con el salvador del mundo mágico.

Por lo que una sola palabra del hombre rubio le daría mucha información quisiera o no. Se acercó a él repitiendo la pregunta.

“Señor Malfoy, son ciertos los rumores de su promiscuidad ¿no siente vergüenza de tener un niño pequeño y pasar cada noche en un bar?” ella sonríe, la provocación siempre es efectiva.

“¡cómo te atreves asqueroso buitre!” grita Malfoy y entra a la oficina cerrando la puerta para que nadie escuche la discusión. Ella sonríe aún más, con eso tiene mucho material para escribir. Ya imagina el titular. ¡Mortífago se enfada al ser descubierto!

Por desgracia para ella, cuando logra despertar está en el parque y no recuerda que hace allí.

Draco jadea enojado cuando la mano de Harry le toma del brazo y lo obliga a entrar a la mansión Malfoy.

“¡¿Qué diablos piensas que haces?!” le pregunta entre gritos a Harry. Este le mira furioso. No parece que vaya a ceder en esta pelea.

“¡lo mismo pregunto! ¿En qué diablos piensas cuando entras de esa forma a mi oficina y te metes en problemas?” la voz de Harry gritándole lo hace entristecer. Odia que le grite y eso le pone furioso.

“No sabía que era un periodista, ¡además no fui yo quien te dijo que la hechizaras!” Draco forcejea para soltarse, pero la mano fuerte de Harry presiona su muñeca y nota infelizmente que sus dedos rodean por completo su piel.

Es grande, tan fuerte. Le dirige una breve mirada. Viéndolo bien. ¿No sé más atractivo de lo usual? Su repentino silencio atrae la atención de Harry.

“No sé qué cosa este pensando esa cabecita tuya, pero no creas que poniendo esos ojitos seductores te salvarás del regaño”. Draco arrugó el entrecejo al escuchar ese tono de voz tan excitante. Aceptaba que no había pensado en su momento las cosas.

Pero también si Potter le hubiese contado sobre los rumores entonces nada de esto hubiera ocurrido.

Además, es culpa suya que sea tan inseguro. ¡No había nada que mostrará que Potter era suyo! Ni siquiera eran pareja todavía. ¿Qué tal si un hombre o una mujer bonita y joven se le acercaba? Ahora que no estaba casado y no tenía una relación con nadie entonces…

“Es tu culpa”. Draco le miro fijamente, sus ojos grises brillantes por estar al borde del llanto, Harry al verlo, retuvo el aliento. “¡Te encerraste con una mujer y no salías! ¿Qué esperabas que hiciera? ¡Tú también te comportas como idiota cuando te sientes celoso!”.

El reclamo le tomó por sorpresa. ¿Celoso? Pensó elevando las cejas. Su dragón parecía no darse cuenta de lo que dijo. Draco dio un paso más cerca en dirección a Harry.

Murmuraba cosas y parecía inmerso en sus pensamientos. Harry se quedó quieto esperando que siguiera gritando. Al final era a él a quien iban a regañar.

“Draco”. Dijo suavemente, pero la mirada severa que recibió lo hizo callarse.

“Eres un maldito Potter. ¿Acaso sabes lo celoso que estaba? Una mujer hermosa a tu lado mientras yo esperaba impaciente que vinieras a verme. ¡Soy tu pareja ahora, trátame como tal!” Harry parpadeo confundido. Si sigue así pensó desanimado. Tendré una erección.

La forma en que le miraba con tanta pasión e ira. Su bonito y casi siempre malicioso rostro ahora reflejando lo que realmente sentía. ¿Acaso podía haber algo mejor que Draco siendo honesto? Exigiendo su amor.

Proclamando ser su pareja de esa forma, era tan valiente y atrevido cuando deseaba serlo. ¿Acaso sería posible decirle que no a cualquiera de sus pedidos?

Draco se acercó y furioso se le quedó mirando esperando una respuesta. Pero Harry estaba demasiado embobado para pensar que decir.

“Un Draco celoso es increíblemente satisfactorio”. Pensó. Luego se dio cuenta de que lo había dicho en voz alta.

Draco le miraba ceñudo. Con los labios colorados fuertemente por tantas mordidas que les había dado. Dejo escapar un suspiró, se enamoró de un estúpido sin remedio pensó el hurón antes de sonreír un poco.

Ya que los gritos habían atraído a Kreacher y a Scorpius, la discusión quedo inconclusa. El único feliz era el pequeño niño rubio que pudo pasar la tarde con su padre.

“¿Viviremos con él?” le preguntó mientras Draco lo arropaba.

“Tal vez, no por ahora, pero en un futuro”. Draco dejo escapar un suspiró mientras se sentaba en la cama. “¿Qué piensas sobre que papi tenga una pareja?”.

“No me gusta tener que compartir a mi padre con el señor Potter”. Draco sonrió un poco. Entendía el sentimiento. Miro de reojo a Scorpius no parecía rechazar la idea de que Harry estuviera en su vida.

De todas formas, tenían mucho tiempo para que el pequeño se acostumbrara.

Potter le había dicho, que por el momento era mejor no revelar su relación al público y considerando lo sucedido con la señorita reportera pensó que era lo correcto.

No tenía miedo de lo que dirían, pero Scorpius se vería involucrado y eso no era algo que quisiera. Solo por eso resistió el malestar que le provocaba que nadie supiera que Potter le pertenecía.

 

 

“Tengamos una cita”. Harry aguanto la respiración después de decir eso.

Se había metido a mitad de la noche a la mansión Malfoy. Se sentía como un adolescente que se veía con su pareja furtivamente para que sus padres no se enteraran.

Draco con esa máscara facial verde le miró enojado.

“¿No podías escoger un mejor momento?” gruño enojado y le tiró la masa perfumada a la cara. “Voy a cambiarme y nada de espiar”. Le dio una mirada severa indicando que no era un juego. Harry salió de la habitación rápidamente.

El aire frío de Londres muggles les recibió cuando aparecieron en el parque. Miró a Draco y lo abrigado que estaba, le tomo la mano y camino junto a él. Potter había estudiado la zona y por la hora no habría ningún muggle a la vista.

No habría cena, ni flores, velas o preparativos previos al hotel. No porque Harry no quisiera hacerlo sentir especial. Draco estaba harto de esperar y no planeaba desperdiciar valioso tiempo.

Recibió un beso pequeño cuando entraron en la habitación. La mirada grisácea de Draco parecía especialmente brillante. La forma en que suavemente mordía su labio inferior ante la emoción de saber que ahora realmente podrían estar juntos.

Sin miedo ni impedimento. Solo ellos, Harry y Draco.

El hurón tomó distancia de él. La mirada curiosa de Harry lo siguió y cuando Draco noto que tenía completamente su atención dejó caer el abrigo que llevaba revelando la lencería blanca que usaba.

Sintiéndose repentinamente nervioso Potter quedó un momento paralizado.

Por eso me pedía que lo dejara solo pensó paseando los ojos por el cuerpo semidesnudo. ¿Camino hasta aquí con esa pequeñísima ropa? Si hubiese abierto su abrigo todo el mundo habría notado que algo sobrenatural estaba presente.

Era similar a un vestido delgado, caía desde sus hombros hasta sus tobillos, una fina tela con decoraciones blancas bordadas y semi transparente que dejaba a la vista sus bonitos y pequeños pechos.

Su ombligo podía verse a través de la ropa y su miembro era lo único que estaba cubierto con una pequeña prenda blanca, Harry no lograba verle la espalda, pero sabía que sus nalgas estaban descubiertas por estar usando algo tan pequeño como eso.

Una liga en su pierna llamo su atención. Abrió la boca y la cerró. Merlín que esto no era nada justo.

“Una mueca boba en un rostro tonto”. Ni siquiera la voz burlona de Draco lo sacaba del asombro. “¿te gusta lo que ves?” le pregunto mientras le rodeaba el cuello con los brazos.

Harry asintió rápidamente, rodeo su cintura con los brazos atrayéndolo hacia su cuerpo. Draco le sonrió un poco. Esperaba más elogios.

“Increíble. Tan elegante y sensual al mismo tiempo, tan tú”. Draco se mordió los labios mirándolo expectante. No eran suficientes elogios.

Harry se sintió perdido. ¿Cómo poner en palabras todo lo que sentía? Draco parecía brillar.

Levanto sus brazos y dejo sus manos en las mejillas de su hurón. Este doblo un poco su rostro recargándose contra su palma.

“Sabes que soy muy malo para esto, que mi corto vocabulario me vuelve inservible para elogiar tu belleza. Pero vestido así, me da la sensación de que estás entregándote a mí para toda la eternidad”. Draco sintió un flechazo en el corazón, pensó que se había enamorado nuevamente, Potter era torpe, su forma de hablar titubeante demostraba lo avergonzado y nervioso que se sentía.

“¿para siempre?”. Pregunto Draco elevando su ceja. Harry le sonrió un poco.

“Para siempre”. Confirmo con una sonrisa. Con la yema de los dedos acaricio su pómulo delineando hasta llegar a su barbilla, luego suavemente beso esa boca de color rosa, Draco mirándolo con ojos cegados de cariño se entregó totalmente a su toque.

Arrugó el entrecejo nervioso al sentir las uñas de Harry rozar la piel de su cuello, las mismas viajaron por su hombro y con suavidad empujo la prenda que se deslizó por su cuerpo hasta caer al suelo, Potter lo miraba con la boca ligeramente abierta, completamente cautivado. Cuando Draco se acercó y el suave perfume que usaba le inundo los sentidos, manzanas dulces.

“¿te quedarás mirando toda la noche?” le pregunto Draco arrastrando las palabras. Dejo escapar un chillido cuando las manos de Harry agarraron su cadera, lo vio agacharse con lentitud sin despegar sus ojos de los suyos. ¿Qué intentaba?

Besó la piel descubierta que las medias no lograban cubrir de sus piernas, luego pego la nariz acariciando, mirando directamente a los ojos grises, con los dientes sujetó la liga y tiro de ella para sacarla.

Draco apoyo sus manos en su rostro avergonzado. Potter no podría ser el mejor para hablar, pero tenía una maldita actitud cuando se trataba de estas cosas. Amaba eso.

Con el corazón acelerándose sonrió un poco cuando le quitaron los dolorosos tacones que llevaba. Le besaron su pie cubierto aun con tela y con suavidad retiro la media de su pierna derecha. Las manos de Harry rozaban la piel casi jugando con ella.

Solo con la yema de sus dedos, acariciando solamente para prolongar el deseo que comenzaba a cosquillear en su entrepierna. Draco suspiro y se relajó al sentir como Harry chupaba porciones de piel de su tobillo. Nadie lo sabría, pero tenía al salvador del mundo mágico de rodillas besando su pie.

Cosquillas pensó antes de ser mordido. Quiso arrebatarle su pierna, pero los dedos de Harry la mantuvieron en su sitio. Apoyo sus brazos en los hombros anchos para mantener el equilibrio.

“No hurón, sin huir”. Los ojos de Potter le miraban tan intensamente, se sintió realmente intimidado y tan excitado. “Te vistes así, me provocas. ¿Y luego quieres que sea suave contigo?” se mordió el labio inferior cuando Harry paseo la lengua desde su tobillo hasta su pantorrilla donde dejo pequeñas mordidas.

Separo un poco sus piernas al notar que Harry estaba elevando sus caricias. Cerró los ojos cuando sintió los dedos ásperos frotar sus nalgas desnudas. Las manos apretaron juguetonamente.

Abrió los ojos para mirar el rostro de Potter al darse cuenta de su pequeña sorpresa.

“Está abierto”. Draco sonrió con burla, que elocuencia Potter pensó con sarcasmo. Sus pequeñas bragas estaban abiertas entre sus piernas. “No tendré que sacarlas para poder meterme”. Dijo mordiéndose el labio inferior.

Le dio un poco de vergüenza que Harry sin dudarlo enterrara su nariz en su entrepierna. Podía sentir el líquido caliente humedecer ligeramente el inicio de su canal. Potter paseo la lengua por la abertura, mojando solamente superficialmente su piel, elevo la vista para mirar el rostro de Draco.

Este había cerrado los ojos por la sorpresa y su rostro reflejaba el placer que le provocó. Con ansiedad repitió su acción. Su lengua caliente se paseó directamente por los labios mayores para que la excitación le hiciera lloriquear de esa forma tan bonita que tiene.

Lo sintió jadear desesperado y sus piernas comenzaron a temblar cuando Harry hundió la lengua en su apretado orificio. Sus manos apresaron sus nalgas para mantenerlo firme y que no escapara.

Uso su lengua para forzar la estrechez y mojar las paredes que iban a mantenerlo apretado. Inesperadamente ansioso jadeo cuando el sabor del lubricante impacto contra sus papilas. Era un gusto nuevo para él, difícil de describir y por mucho la mejor cosa que haya probado.

Su lengua era apretada con fuerza mientras sentía ligeros temblores que recorrían el interior. Era claro que deseaba algo más grande para satisfacerlo.

Draco se volvió todo lo que quería, lo escuchó sollozar ante el placer, el esfuerzo por mantenerse de pie le hacía tener las piernas temblorosas, sonrió al sentir los dedos de Malfoy jalar su cabello.

Estaba tan excitado que no pensó mucho en cómo sus pantalones estaban hechos un desastre.

Si hubiese sabido que Draco le tenía este regalo habría puesto más esfuerzo en su propia apariencia. Por suerte se dio un baño antes de ir por Malfoy, aunque ni siquiera había recortado su vello púbico que ahora era un manojo de pelo húmedo y pegajoso. Solo quería quitarse sus pantalones porque su erección comenzaba a dolor por la presión que ejercía la ropa.

Tiene su coño muy mojado pensó bebiendo de la humedad, lo escucho gritar y lo vio estirar su cuello hacia atrás mientras cerraba los ojos. Draco movió la cadera para apretarse contra la boca de Harry, las bragas blancas marcaban el contorno de pene, también quería chuparlo.

Luego tuvo una seria duda, ¿su semen sabría igual de bien? Libero las nalgas que había mantenido apresadas y con los pulgares bajo solo un poco las tiritas de tela que estaban en su cadera. Su pene rebotó cuando quede libre. Tanta piel blanca, rosa y apetecible.

Dio una larga lamida a la piel ardiente y luego sonriendo soplo sobre el tronco hasta la cabeza suavecita.

Meterlo en su boca y sentirlo hincharse dentro de ella era algo que jamás olvidaría. La piel era sedosa y perfumada, la dureza de ese miembro tocando el fondo de su garganta mientras Draco jadeaba sin poder aguantar la leve succión. Tan erótico.

“Basta, no lo soporto”. Harry sonrió al escuchar la voz lastimera. Los ojos brillantes por las lágrimas le miraban deseosos. “Quiero ir a la cama”. Potter también lo quería.

Draco doblo sus rodillas para permitir que Harry subiera a la cama a su lado, se mordió levemente el pulgar al fijarse en el musculoso torso que quedó al descubierto cuando se quitó la camiseta que usaba.

La piel morena brillaba un poco por el leve sudor y Draco quiso pasear la lengua por ahí. Sonriendo emocionado, separo sus piernas para que Harry se ubicara entre medio.

Dejo escapar una risita cuando escucho una maldición de la boca contraria. Separa sus piernas para que Harry pudiera observar con más detalles.

Uso sus dedos para separar los dos extremos de las bragas. Al hacerlo dejo a la vista de inmediato la piel rosa pálida de los labios vaginales. Debido a la saliva y el lubricante estaba tan mojado que brillaba y a Harry le pareció tan comestible.

“¿te gusta? Las compré especialmente para ti. Sé que te ponen estas cosas, ahora puedes mirar como enmarcan bien la piel de mi coño. ¿Qué piensas?” Draco no debería hablar de esa forma tan caliente, menos con esa carita malvada que tenía.

Pequeños escalofríos recorrieron su pene. Debe controlarse o terminará corriéndose antes de empezar. Mueve su cuerpo para ubicarse sobre Draco quien lo recibe con los brazos abiertos, deja escapar una risa leve, lo mira fijamente, es tan feliz en este momento, estira su boca y deposita un suave beso.

“Pienso, que Draco debería ocupar su boca para mejores cosas como por ejemplo besarme”. Su respuesta no parece agradarle porque hace un puchero desconforme. Harry suspiro y le sonríe. “Quiero acariciar tu piel no tu ego. Pero por esta vez, admito que te ves malditamente sublime”. Lo besa para que no puede decir nada más, cierra los ojos y disfruta de la lengua que juega con la suya.

Malfoy imita su acción, cierra los ojos y permite que el tibio calor del cuerpo de Harry se funda con el suyo. Usa sus manos para acariciar su espalda, se aferra a ella por miedo a que se marche nuevamente.

Pero esta vez es diferente, Harry se quedará y lo amará solo a él, libre de restricciones. Por eso con más seguridad le devuelve el beso.

Mueve su cadera ambos jadean al sentir sus miembros rozarse. Harry usa su boca repetidamente para acariciar la piel sudorosa. Malfoy simplemente lleva tanto tiempo esperando esto que siente que se desbordara en cualquier momento.

“Te quiero, te quiero”. Susurra rápidamente Harry, su miembro sigue aprisionado en sus pantalones aun así puede sentir la humedad y el calor brotar de la piel sensible de Draco.

Draco cierra los ojos fuertemente al sentir el cierre de los pantalones frotarse con fuerza contra su piel descubierta.

“Potter es hora, no quiero esperar”. Draco le miraba tan ansioso y desesperado. Harry trato de regular su respiración después de escucharlo.

Quitarse los pantalones fue tal vez la tarea más difícil que ha hecho. No quería separarse ni un poco de su chico.

Draco lo observaba atento. Retuvo el aliento al observar el miembro caliente y duro de Harry. Deseoso sintió contracciones en su pene, llevo sus manos a su entrepierna y separo sus labios mayores para mostrarle su vagina. Podía imaginar cómo se veía, estirado y pegajoso.

Lo sentía palpitar escurriendo líquido que mojaba todo a su paso. Harry se puso tan rojo cuando lo vio. Era claramente una forma de tentarlo.

Dolía, su entrepierna era una fuente de contracciones y sentía el placer acumulándose rápidamente. Así que sin planes de esperar movió su cuerpo para cubrir el de Draco nuevamente.

Las piernas de su chico le rodearon la cadera, Harry dejo escapar un jadeo entre dientes cuando su pene rozo la humedad que brotaba de Draco.

Se miraron fijamente cuando Harry tomó su miembro y lo frotó contra la piel contraria. Draco cerró los ojos suspirando. No era suficiente.

Estaba lo suficientemente lubricado, quería hacerlo ya. Sin ceremonias, de forma rápida y sucia.

Por otro lado, Harry deseaba lo contrario, está era la primera vez entre ellos, quería ir lento, suave y transmitirle todo el amor que sentía. Pero si Draco era feliz de esa forma entonces él no podría negarle nada. Era bastante débil con su dragón.

Bajo su cabeza y beso su boca para distraerlo. Su glande hizo presión contra los labios vaginales metiéndose superficialmente entre ellos, movió su cadera para buscar el pequeño orificio que iba a recibirlo.

Chupo con demasiada fuerza el pezón que orgulloso se alzaba sobre el pecho pálido. Draco grito asombrado, cerró los ojos cuando todo su cuerpo se tensó al sentir su interior abrirse.

“Mírame”. Incluso escuchando su voz, fue incapaz de abrir los ojos. “Draco por favor”. La voz jadeante y contenida de Harry le envío escalofríos de placer que desviaron su atención del ardor de su zona baja.

Harry era grande, su pene era ancho y sabía que ni siquiera había metido la mitad, aun así, dolía muchísimo, más de lo que pensó. Pero negándose a arrepentirse, abrió los ojos para calmar al asustado salvador del mundo mágico.

“Continua”. Murmuró y se mordió los labios inmediatamente, las lágrimas se acumularon en sus ojos cuando la cadera de Harry se movió para profundizar la penetración.

Harry detuvo el aliento al verlo, sabía que era una mala idea. Una vagina tan pequeñita como la de él no sería capaz de soportarlo. Pero salirse ya no era una opción, no cuando las paredes calientes y mojadas se apretaban contra su pene para retenerlo.

“Lo siento”. Le dijo suavemente. Era un mal hombre, incluso sabiendo que sufría no tenía planes de retroceder. Entro un poco más.

Draco gimió y su boca se abrió sin poder evitarlo, Harry aprovecho para besarlo. La respiración del pelinegro tambaleo cuando los pezones durísimos del hurón comenzaron a frotarse contra su pecho.

Los brazos de Draco le rodearon abrazándolo. Incluso si dolía, amaba sentir cada centímetro que entraba. La erección era tan caliente, lo sentía palpitar y morbosamente pensó en que el pre semen que Harry liberaba estaba quedándose dentro de su cuerpo.

Harry le beso con brusquedad, quería distraerlo y también a sí mismo. Podría correrse si no tenía cuidado.

Draco era tan suave, olía tan maravillosamente bien, su calor era tan agradable, los sonidos que hacía eran tan excitantes y su agujero era lo mejor que había probado en su vida.

Sentía el cosquilleo en su ingle que lo obligaba a mover las caderas, le beso la frente cuando dejo libre su boca. Draco jadeaba y le miraba con los ojos entrecerrados por el placer.

“Está ardiendo. Siento que me quemo por dentro”. Dijo Draco mientras el mismo movía su cadera para similar una pequeña embestida.

Harry guardo silencio demasiado extasiado con lo que sucedía. Tenso las nalgas cuando penetró un poco más fuerte. Lo escuchó gritar y asustado noto como las paredes se apretaban hinchándose alrededor de su polla en consecuencia.

“Oh Malfoy”. Gimió sabía que estaba al borde del orgasmo, sentía como de su miembro escapaba líquido viscoso. “Perdón por ser tan codicioso, pero tienes que admitir que eres demasiado lindo para detenerme”. Susurro en su oído.

Draco le había rasguñado la espalda, era tan agradable sentir sus dedos hundirse en ella mientras su boca mordía su cuello para intentar disipar el dolor de su entrepierna.

Entro un poco más, Malfoy intento cerrar las piernas, pero terminaron temblando a cada lado del cuerpo de Harry. Quien dejó escapar el aire.

Su estrechez era tan placentera. Le beso el pecho y para distraerlo nuevamente tomó uno de sus sensibles pezones.

La carne dura se movía dentro de su boca, la raspó con los dientes y succionó con fuerza. Cuando lo dejo libre la saliva se escurría por el pecho y Draco lo miraba completamente excitado.

Se separó de él para poder acomodarlo, puso sus manos en sus muslos y desde lo alto miró como su polla entraba.

La piel era tan pálida que la suya parecía más oscura de lo normal. Su pene entró y salió, una fina capa de lubricante y saliva le acompañaba.

También un poco de sangre. Miró a Draco, pero este ahora que no tenía a quién abrazar había tomado una almohada y la apretujaba calmando sus nervios y su dolor.

Tan tierno. Jodidamente hermoso. Ah pensó, no había forma que lo dejara ir ahora. Este solo era el comienzo.

Cuando lo tocaba la piel parecía vibrar por la electricidad, temblorosa y cosquilleante.

Harry estaba completamente dentro. Podía sentir el vello pegado a su piel. Cerró los ojos y mordió su boca. Tan bueno, se sentía tan bien.

Su agujero se abría y cerraba alrededor de la carne, estaba de un color rojizo intenso por la acumulación de la sangre. La dureza de Harry se movió y Draco gimió tan fuerte que le avergonzó escuchar su voz suplicante.

Cuando lo sentía marcharse lejos de su cuerpo por sí solo reaccionaba y se contraía para no dejarlo escapar.

No logro concentrarse. Entraba y salía de una bruma de placer que le dejaba con el cerebro adormilado.

Harry podía intentar lo que quisiera con su cuerpo. Draco se lo regalaba, era justo como dijo Potter. Se había vestido similar a una novia por qué así se sentía.

Quería darle a entender sin palabras que realmente deseaba estar para siempre con él.

Draco parpadeo y sintió las lágrimas saladas mojar su rostro. Harry le arrebató la almohada que mantenía apretada contra su pecho.

“Te quiero”. Le dijo Potter repetidamente hasta que el llanto se detuvo.

“yo también te quiero”. repitió sin miedo. Se abrazó al otro cuerpo cuando comenzaron las penetraciones.

Harry tenía su boca contra su cuello y lo escuchaba claramente gemir gustoso cada vez que movía la cadera penetrando.

Gimió de dolor al sentir las contracciones rítmicas del agujerito, Draco estaba llegando al límite, el mismo se encontraba cerca, sentía su cuerpo tensarse y su pene hincharse para poder eyacular.

La respiración agitada y el ritmo cardiaco también iba en aumento, la boca de Draco dejaba escapar jadeos y ruidos que Harry solo había imaginado y eso lo incentivaba a moverse más rápido.

La forma es que entra tan profundamente le hace pensar sobre algo. Morbosamente se contrae y solo sentir como Harry gime y le mira con una sonrisita, Draco siente el cosquilleo aumentar y curva los dedos de sus pies para contener la sensación de placer que le produce.

“Tu canal es tan flexible, te adaptas tan bien a mí”. Harry le besa los oídos después de hablarle. Draco jadea suavecito. Potter gruñe cuando siente la presión en su abdomen. Levanto el rostro para mirarlo, los ojos grises están dilatados y todo se ve negro.

Su piel está brillando por el sudor y Harry pasea la lengua por su cuello donde muerde, nunca para de mover las caderas, el hurón lo mataría si esta vez queda insatisfecho. Sonríe y clava los dientes en su regordete pecho.

Siente que tiran de su cabello, Draco le mira con una mueca de dolor en su cara, separa los labios y Harry sabe que se corre un poco al verlo sacar su bonita lengua, acerca su rostro y chupa de ella. El músculo húmedo se mueve enrollándose contra el suyo, la saliva comienza a mojar los alrededores de su boca y a deslizarse por su mentón.

Harry siente que toca algo dentro de Draco, lo escucha gritar e incentivado golpea nuevamente. El corazón le va a explotar y la cabeza se le nubla al sentir el pequeño terremoto de sensaciones.

La cadera de Draco se mueve, lo escucha sollozar y gemir de dolor, pero sabe que no es precisamente eso lo que siente. Está viniéndose, no para de besarlo, la culminación de placer también le llega, gruñe y sus testículos chocan contra la carnosa piel de su pareja, quiere correrse profundamente dentro de él.

Su semen choca contra sus paredes y Draco siente el calor expandirse, le tiemblan las rodillas y piensa que pierde un poco de vida al poder terminar. El peso de Harry sobre su cuerpo es tan satisfactorio porque puede sentir las vibraciones de sus músculos tensos al igual que los suyos.

Su vagina está completamente estirada y la siente palpitar contra la piel de Harry. Su respiración tarda en normalizarse y cuando lo hace, Potter le besa nuevamente para robarle el aire.

Se quedan toda la noche de esa forma, lo hacen hasta que sienten que tienen el cuerpo polvorizado por el esfuerzo y que el placer se ha vuelto doloroso, incluso así continúan.

Arde, eyacular duele, pero Harry no quiere parar, besa la nuca de su chico, mueve la cadera por última vez y se derrama dentro nuevamente. Draco jadea e intenta apartar la mano de Potter que masturba sin descanso su miembro que ya no puede correrse.

“Te amo”. Le murmura para calmar a un enojado Malfoy que ya no puede soportar más. Siente que el semen se escapa de su interior y es tan doloroso que gimotea sin poder evitarlo. Estúpido Harry piensa antes de dormirse.

 

El sol le da en el rostro y se mueve malhumorado, Harry besa la boca apenas puede. Se abrazan y bostezan, se miran y sonríen para besarse nuevamente.

“No pude siquiera limpiarme, debo estar asqueroso ahí abajo”. Comenta Draco, Harry le sonríe y su mano viaja hasta rascar con sus uñas el pelo púbico rubio.

“Puedo imaginarlo, si fueras una chica ya te abrías embarazado de mí”. Le besa el ojito y Draco estira su labio inferior molesto.

“¿y compartirte con más hijos? Yo creo que no Potter”. Harry se ríe, pero se detiene, Draco le mira sin entender.

“Estás muy abierto”. El hurón arruga la nariz y está por comenzar a maldecirlo cuando los dedos comienzan juguetear con el borde de su agujero, se introducen suavemente, el suave chapoteo inunda la habitación. “¿duele?” le pregunta Harry y los curva hacia dentro presionando su zona especial, se muerde los labios y levanta su cadera para aumentar la presión. “¿o se siente bien? Maltrate tanto esta cosita, pero mírate ya estás listo para que te follen nuevamente”.

Harry se levanta y quita la sabana que los cubre, las malditamente adorables y sensuales braguitas todavía colgaban de uno de los tobillos del chico. Las quito y bajo la atenta mirada de Draco las llevo a su nariz inhalando fuertemente. Escucho una maldición y al mirar el rostro de la serpiente lo vio completamente rojo cubriéndose los ojos.

“Cerdo Potter”. Murmuró. “Quiero bañarme”.

En la ducha, tuvieron sexo nuevamente. El líquido caliente pareció relajar sus cuerpos tensos y Draco fue el que incito a Harry a limpiar el desastre entre sus piernas. El semen caía hasta el suelo formando charcos blancos que el agua hacía desaparecer.

Draco no había sido nunca tan feliz, más que el sexo, lo que realmente le dejaba extasiado era saber que si Harry intentaba dejarlo. Revelaría cada una de las rarezas del chico. Oler su ropa sucia, morder sus nalgas, chupar su ano y frotarlo mientras le prometía que la próxima vez sería su turno. Pero la peor de todas, era la incansable necesidad de decirle lo mucho que lo amaba y todo estaba perfectamente grabado.

Harry pensaba un poco similar a Draco en ese momento, si el chico rubio planeaba dejarlo, tenía unas buenas grabaciones que podrían disuadir ese plan. No creía que le gustara que alguien lo observara en la posición de perrito mientras grita lo bien que se siente. Eso sería muy humillante para él.

Lo tengo atrapado pensaron al unísono.

Se dieron el último beso cuando entraron a la mansión, Harry lo abrazo por un buen tiempo, infelizmente tenía que regresar a casa, pero no por mucho. Esta vez su hogar estaba aquí con Malfoy y pronto regresaría. 

 

 

Al observar sus manos, Harry vio patas peludas, inclino la cabeza confundido, estaba entre la nieve, pero no tenía frío, camino y vio sus huellas enormes, el día era claro y al mirar por los alrededores vio la madriguera.

Escucho un chillido y al mirar hacia abajo un hurón blanco pequeñísimo le miraba con enormes ojos. Acerco su hocico y el bebé puso sus patitas sobre él. Un gruñido pequeño resonó y ahora eran dos pequeñitos hurones. 

El papá se veía muy molesto. Movió su enorme cuerpo para alejarse y cuando el hurón le mostró los dientes salió corriendo.

Luego cayó en cuenta que le triplicaba el tamaño y que no debía tenerle miedo a esa pequeña criatura. Lo vio huir cuando el giro su cuerpo para perseguirlo.

Corretearon en la nieve hasta cansarse. Con su hocico empujaba el cuerpo pequeño y este se levantaba en dos patas para acariciar su boca contra la suya.

Abrió su mandíbula bostezando y miró como los pequeños hurones correteaban en la nieve jugando, su pelaje era tan blanco que desaparecían entre ella. Harry estaba tan asustado al no lograr verlos. Luego ellos lo miraban con esos enormes ojos que poseen y el miedo se desvanecía, caminaban juntos hasta la madriguera donde esperaban los cachorros de león.

 

“¡Oye pedazo de bestia despierta!” Harry abrió los ojos con pesadez luego de sentir que todo su cuerpo se movía de forma violenta. Qué manera era esa de despertar a alguien pensó enojado.

Se había quedado dormido en el sillón esperando que Draco terminara de arreglarse. Cierto pensó bostezando. Los niños regresaban a casa para la Navidad. La cual iba a celebrarse en la madriguera. Ginny, Ron, Hermione. Todos reunidos.

Ron y Hermione parecían un matrimonio más fuerte que antes después de la terapia de pareja y Ginny había comenzado su carrera como reportera de Quidditch y eso la mantenía entretenida y libre de una vida monótona. Se alegraba por ella.

Pero sería mejor no pensar en Ginny porque Draco parecía saber cuándo pensaba en otra cosa que no fuera él.

Aunque Draco siquiera rodando los ojos al escucharlo hablar de su familia, sabía que no le caían tan mal como le gustaba simular, incluso estaba tan emocionado de pasar la Navidad con ellos, había pasado horas organizando su atuendo, los regalos, al propio Harry. 

Draco intentaba ponerse un arete cuando Harry se le acercó por la espalda. Su rico perfume, floto en sus fosas nasales y él perdidamente enamorado olvidó la brusquedad con la cual fue despertado.

“Scorpius llamo, dice que están en el andén esperando. Vamos tarde”. Harry le beso ese pedacito de piel que no estaba cubierto por la ropa abrigada que usaba.

“Si alguien no se arreglara tanto para poder andar seduciendo a salvadores, entonces abríamos recogido a los niños temprano”. Draco bufo al escucharlo hablar.

“Potter, tú no podrías reconocer mis sutiles armas de seducción, aunque te pusiera un pezón en la boca”. Harry rodó los ojos al escuchar como arrastraba las palabras marcando ese acento que maldita sea tanto le gustaba, le tomó la mano para llegar a la estación antes de poder distraerse.

“¿en serio me coqueteabas en ese entonces?” le preguntó Harry caminando con él de la mano frente a todo el mundo mágico. Draco dio una risa clara y le miro con una ceja alzada. Tan lindo pensó Harry molesto.

“Claro que lo hice, todo el tiempo, solo que fue una seducción sutil”. Comentó como si fuera algo obvio. Harry vio a los niños y miró a Draco antes de acercarse a ellos. Sabía que con esos revoltosos no podría tener toda la atención de su dragón.

“No lo note”. Murmuro acercando su rostro. Draco le observo con esos ojos encantadores que posee. Parece mortalmente feliz. Tan alegre y vivo. Harry ama verlo así. Más cuando es a su lado.

“Es que fue una seducción indirecta, un tonto como tú no lo entendería”. Le dijo con esa sonrisa ladeaba que tiene, con esa boquita seductora que le sonríe juguetonamente, provocándolo.

Realmente lo adoro pensó besándolo sin miedo frente a todos.

Notas finales:

Espero sinceramente les haya gustado. Realmente quiero que hayan disfrutando leyendo todo los capítulos y piensen que valió la pena leer quince para llegar a este, si no es así falle.

(¿lo que si quiero saber es que tal estuvo la escena candente? no lo sé, pero no estaría mal leer comentarios sobre eso)

Es broma, pueden comentar lo que deseen, dudas, criticas, sugerencias, cualquier cosa que deseen decirme son bienvenidas.

Lo que no es broma, es como ya mencione, estoy muy agradecida con todo aquel que leyó hasta esta nota final.

¡muy pronto publicare una nueva historia Harry/ Draco! espero la lean.

¡Sin mas que decir, besos enormes y gracias por leer!


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