-¡Ya no puedo más!-
Wheeler lanza el primer golpe e impacta directo en el abdomen del chico más alto
-¡Qué te parece eso, niñito rico!-
Kaiba no puede dejar de toser por el golpe.
-Vamos eso es todo lo que tienes, no eres nada sin tus guardias-
-¡Eres un maldito perro mugroso!- grita Kaiba mientras se abalanza sobre Joey cayendo al suelo y golpeando su cara.
Aun entre el forcejeo y la rabia, Kaiba se hace consciente de la fricción que genera la incómoda posición en la que se encuentran, ya que su entrepierna comenzaba a despertar.
-Eres un maldito asqueroso. Le dice Kaiba por dejar que esos pensamientos y sensaciones cruzaran por su mente.
Pero Joey no se queda quieto y mientras cubre su cara para protegerse, cruza sus piernas alrededor de Kaiba para acercar sus cuerpos y con una mano golpear la costilla derecha del castaño, en el mismo lugar que dejo caer el primer golpe.
-¡ahhh!- Kaiba lanza un grito de dolor mientras Joey aprovecha de escupir la sangre que se había acumulo en su boca y al mismo tiempo maldecirse por encontrarse excitado friccionando su cuerpo más de lo necesario con el del castaño
Kaiba no puede dejar que Wheeler siga golpeando sus costillas así que toma sus manos y las lleva sobre su cabeza, quedando ambos cara a cara recostados sobre el piso de la sala.
Sus respiraciones se mezclan por la cercanía de sus labios, pero ninguno dice alguna palabra, solo sus cuerpos se mantienen en un leve movimiento oprimiéndose el uno contra el otro mientras sienten como sus erecciones crecen dentro de sus pantalones.
Tengo que soltar a Kaiba, no puedo seguir así, pero…
Piensa Joey mientras deja de rodear el cuerpo de Kaiba con las piernas, sin embargo, no se retira por completo, apoya la planta de sus pies sobre el piso y eleva su cadera a lo que Kaiba comienza a aumentar el ritmo del movimiento de su cadera, con su miembro totalmente duro
¿Qué mierda estoy haciendo restregándome contra Wheeler?, tengo que detenerme, tengo que… pero, pero… no puedo dejar de moverme.
-¡Ah!-
Exclama el rubio ante la sorpresa de los movimientos de kaiba y no puede evitar levantar mas su cadera para aumentar el roce y la fricción y entrelaza sus dedos con los de Kaiba para hacer mas fuerte el agarre de sus manos. Ninguno aparta la mirada del otro y lo único que se escucha en la sala son los silenciosos jadeos de ambos
-Ahh… … ahh yaa. Ca… carajo ahh me quiero venir… mi pene.
Siih… ahhh-
Apretándose y aumentando a más no poder la velocidad del movimiento de sus caderas, ambos llegan al orgasmo, manchando su ropa interior. Kaiba deja caer su peso sobre Joey y sus agitadas respiraciones no se detienen.
Luego de eso, todo fue rápido, kaiba se levantó, acomodo su ropa, me dijo uno que otro insulto que no soy capaz de recordar cuales fueron y se fue, no recuerdo cuanto tiempo fue que estuve recostado en el piso tratando de procesar lo que había pasado, pero luego de que la adrenalina dejara mi cuerpo y empezará a notar lo húmedo de mis boxers, lo único que pude sentir fue vergüenza y pesar, porque más allá de que le permitiera a kaiba hacer eso, yo también contribuí y peor un, senti deseo, deseé a kaiba tanto que no me importo abrirle las piernas, sabiendo la connotación que eso tiene y además, disfrutar de esas embestidas que apretaban mi pene tan tann em… *Joey empieza a notar como su parte baja despierta de apoco con el recuerdo de lo que sucedió*
-Aaaa mierda que hago pensando en el imbécil de kaiba, ya olvidalo, ya olvidalo….-
Se decía joey, puesto que lo que había ocurrido hoy en el salón, fue la culmine de varias otras situaciones que habían ocurrido entre ellos de vez en cuando.
-¡Con un carajo!. Se repetía kaiba mientras dejaba que el agua fría de su ducha cubriera su cuerpo.
- Como deje que pasara esto, se suponía que debía mantenerme alejado del perro wheeler- y es que lo que empezó con una burla había llegado demasiado lejos.