La oficina era grande, tranquila y solo contaba con el personal suficiente. A última hora de la tarde, Yoichi, que pasó por la oficina de su cliente en Uchisaiwaicho, pareció sentirse decepcionado de que Jungo no estuviera allí. En secreto, esperaba encontrarse con él aunque fuera rápidamente y decirle un par de palabras sobre su situación.
Después de recuperar la cabeza y darse por vencido, fue a informarle al gerente sobre el progreso, aseguró uno de los escritorios que compartía con un compañero y comenzó a trabajar en sus asuntos pendientes. En primer lugar, tenía que poner en orden el procesamiento de la "carta de confirmación de saldo" que había llegado a su buzón. Era algo enviado por la corporación auditora a los socios comerciales de las empresa de sus clientes para confirmar la cantidad de existencias y depósitos en su poder. Inventarios almacenados en el exterior, préstamos, etcétera.
Para prevenir un fraude, la corporación de auditoría enviaba y abría el paquete sin que el cliente interviniera en absoluto.
La carta de confirmación de saldo, relativa al depósito bancario de una empresa farmacéutica, fue devuelta a principios de semana así que era su deber comprobar la lista de bancos. Entonces, comenzaba a cotejar la cantidad de dinero que el cliente tenía en su saldo de la cuenta bancaria y a sellar los recibos hasta volverlo en un monto pequeño... Pero incluso haciendo todo eso igual pareció estar más preocupado por las idas y venidas de las personas que estaban en el corredor. Solo estaba mirando para la entrada. Sin embargo, había parecido que la posibilidad de encontrar a Jungo era imposible.
"¿No hay oportunidad de estar juntos después de todo?"
Había un montón de sentimientos pesados en su pecho así que suspiró y luego exhaló muy suavemente. Habían pasado dos semanas desde aquel día en que estuvo toda una noche a su lado. Al día siguiente, cuando se despertó, Jungo ya no estaba allí y solo había dejado una nota diciendo que un auto estaba listo para llevarlo a su casa. Desde entonces, las negociaciones con Jungo parecieron terminar. No hablaban cara a cara, no había llamadas telefónicas ni correos electrónicos tampoco. Lo único que podía hacer, era esperar por un contacto directo. Era la primera vez que no le hablaba desde que empezaron su relación. Pensó que tal vez habría estado ocupado hasta ahora con su trabajo pero le preocupaba que el caso de Kudo hubiese cambiado definitivamente su forma de ser con él. Y la desagradable premonición solo aumentaba a medida que pasaban los días.
El propio Yoichi no había reconocido durante mucho tiempo su orientación sexual, la verdadera razón por la que decidió casarse con Rika o los sentimientos que tenía por Jungo. Podía decirse que se dio cuenta recientemente. Ese día, Jungo reveló no solo lo que había en su cuerpo, sino también todos los secretos que se habían sellado en la parte posterior de su corazón. Tal vez le sorprendió descubrir que siempre fue un maldito tipo al que le gustaba a pesar de que había estado con su hermana. Pero aun así, ¿Había sido la ilusión de Yoichi sentir que lo correspondía? ¿Era porque estaba muy obsesionado con él que deseaba aferrarse a ese esperanza? Lo arrastraron a las alturas muchas veces, y en la alegría de tenerlo dentro de él, sintió que incluso se estaba fundiendo en uno con Jungo.
"Ojalá pudiera romperte y destruirte de una forma que fuera únicamente para mí."
La expresión de Jungo pareció ser dolorosa.
"Cuando estoy contigo, a veces me asusto."
Al mismo tiempo, esa línea hizo que le doliera el pecho. Se preguntaba por qué ese día, los deseos de cometer "atrocidades" a su lado estaban entrelazados, resonando entre si e incrementándose. ¿Jungo se sentía igual y por eso tenía miedo? ¿Tenía miedo de quedarse atrapado en las profundidades de sus sentimientos? De ninguna manera, pensó. Jungo era una persona racional que era obvio que podía contenerse. Muy diferente a él. Jungo estaba enojado con Yoichi que siguió la amenaza de Kudo ese día y estaba celoso de Keisuke porque había descubierto sus sentimientos.
Pero esperaba que su relación con Jungo pudiera cambiar. Incluso esperaba que tuvieran una conexión más allá de ser ser senior y un junior, no solo una expiación. Deseaba hablar más con Jungo y, volverse cercano. Y ya que lo había estado pensando mucho, cuando despertó y se dió cuenta de que estaba solo a la mañana siguiente, sintió una terrible decepción. Además, no le había hablado desde entonces. En lugar de profundizar la relación con Jungo, se sintió como si se estuviera acabando. Aunque un malentendido se había resuelto, se preguntaba si estaba actuando así por algo más.
Keisuke era un "padre" ideal para él y nunca se había sentido atraído en un sentido sexual. Sin embargo, irónicamente, cada vez que se juntaba con Jungo, él hablaba de Keisuke y lo culpaba por ser indecente debido a lo fascinado que al parecer estaba por él. En retrospectiva, se alegraba de que Keisuke lo cuidara y se emocionaba cuando sus ojos se encontraban. Una vez se apoyó en el hombro de Keisuke en un taxi y desde esa vez, era cierto que anhelaba el calor constante de su suegro. Además, estaba feliz de llamar a Keisuke como SUYO. La presencia del hombre, que lo envolvía completamente y lo sujetaba con suavidad era atractiva para Yoichi. Keisuke satisfacía el deseo de ser amado por un padre al que había perdido desde que era un niño. Y sí, por eso decía que era diferente al sentimiento de amor que tenía por su hijo.
"Eso pensé..."
Pero la verdad era que estaba confundido. Ese sentimiento de felicidad cuando sentía la temperatura corporal de Keisuke era extraña. Quería tocar más a su suegro y pareció que no era solo por el alivio de estar protegido. Además, siempre había pensado que sus sentimientos por Jungo eran de respeto y admiración, pero no fue así. Al parecer el anhelo de Yoichi por las cosas paternas estaba indisolublemente ligado a los sentimientos y deseos románticos.
"Es extraño."
Cuanto más lo pensaba, más profundos parecían ser sus sentimientos hacia Keisuke, y estaba honestamente asustado por eso.
"No tengo ningún sentimiento hacia mi suegro. Es solo cariño."
Lo repitió una y otra vez, como si se lo estuviera diciendo a si mismo. Quería ver a Jungo para apagar estos vagos sentimientos de temblor y dejar de estar confundido. Si lo encontraba y lo miraba, entonces sabría que Jungo era el único que podía entrar en su corazón. Sin embargo, hasta ahora no había indicios de que Jungo fuera a ir a la oficina.
Mientras luchaba por concentrarse, terminó el trabajo. Aún así, pareció no renunciar a la expectativa de que Jungo podría venir en cualquier momento así que comenzó a leer los registros de auditoría de los clientes que planeaba visitar, como para hacer tiempo.
"¡Hey!"
"Yamano".
Cuando los archivos fueron devueltos al gabinete, Yamano llegó a su lado con una sonrisa de esas que a la gente le encantaba tanto. Como Yoichi había estado muy ocupado con los clientes hasta ese momento, había pasado mucho tiempo desde que habló con él. Yamano lo había invitado a salir a tomar una copa antes, pero tuvo que rechazarlo debido a una cita a cenar que tuvo con Keisuke.
"Lo siento. He estado ocupado".
"Oh, está bien. Fue mi culpa porque te invité de repente. Llamé a Takanashi ese día, pero él se negó porque también tenía algo que atender en su compañía. Parece que no fue el momento adecuado".
Gracias a eso, Jungo, que tenía una buena intuición, había descubierto que Yoichi se fue con su padre. Por supuesto, al parecer lo había adivinado de antemano no solo por la historia de Yamano, sino también por las palabras y acciones de Keisuke el día anterior.
Yamano no tenía malas intenciones, y no conocía las circunstancias en las que se encontraban, así que no tenía intención alguna de resentirse con él por lo que había hecho. Pero como naturalmente recordó el castigo que recibió de Jungo, Yoichi estaba molesto por dentro.
"Por cierto, anteayer, cuando fui a beber con Jungo, escuché que estabas ocupado con una auditoría o algo así."
"Ah... Sí, no estoy tan ocupado en realidad."
A pesar de que anteayer no habló con él para nada, si fue a ver a Yamano. Sabía que solo había amistad entre Jungo y Yamano, pero su corazón comenzó a doler desagradablemente. Habló con él, teniendo cuidado de no expresar ningún disgusto:
"Pero es cierto que no he podido reunirme con mis superiores desde hace un tiempo. Takanashi... ¿Cómo está él?"
"Oh, como de costumbre. Es un bueno para nada". Yamano comenzó a reír. "Somos mejores amigos desde la universidad y ya que su trabajo se ha estabilizado, Takanashi me contactó para salir a tomar una copa. Me preguntaba si pasaba algo porque rara vez quiere ir a un bar. Él bebe solo en su casa como un señor fino".
Pensó que la razón por la que no se había puesto en contacto era porque estaba ocupado. Sin embargo, tuvo un descanso del trabajo y tuvo tiempo para ir a beber con Yamano también. Y si Jungo pudo hacer eso, bien habría podido enviar un correo electrónico o llamar. Tenía la esperanza de ponerse en contacto con él y declarar sus sentimiento, pero él estaba tratando de deshacerse de eso. Y cuando se sintió abrumado, escuchó una voz que comenzó a llamar diciendo: "¡Señor Yamano!"
Él se dio la vuelta.
"¿Vas a ir al bar hoy, ¿Verdad?"
"Sí, a las 7:30 voy llegando."
Era un contador júnior certificado que nunca hablaba con él. Cuando notó a Yoichi, le envió un saludo con la mirada.
"¿También vienes? Si no hay nada que tengas que hacer, únete a nosotros."
"Sí, hay hora feliz. Invitemos a Takanashi y vayamos a beber juntos". Yamano se dio la vuelta y le sonrió. "También hay alitas y esas cosas que te gustan."
"Gracias, pero no creo que sea un buen día para eso."
"¿Por qué no? ¿No quieres profundizar nuestra amistad? ¡Beber sirve para eso!"
Yamano sonrió y golpeó el hombro de Yoichi con su gruesa palma. Era un gesto lleno de intimidad, pero no tenía implicaciones sexuales. Y sí, no le hacía sentir lo mismo que cuando Keisuke y Jungo lo tocaron. Pero entonces, ¿Cuál era la diferencia entre Keisuke y Jungo? Pensaba incluso que no había ninguna.
"¿Hmm? ¿Sigues mal? ¿Es por Rika-chan?"
"Ah... No. No es eso ..."
No era lástima por su prometida fallecida lo que ocupaba el corazón de Yoichi. El sentimiento de culpa no había desaparecido, pero ahora estaba lleno de un amor que no sabía cómo expresar o a quién entregarle.
"Dime si algo pasa. Cualquier cosa. Estaré contigo todo lo que quieras"
"Gracias".
Pero Yoichi no pudo moverse de allí por un tiempo.