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Atrevido Joven Aprendiz (ManigoldoXSage) [Yaoi Lemon] por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del fanfic:

Mis terrones de azúcar, y así hemos llegado al final del especial de los 500 terrones de azúcar, wuuujuuuu al fin hemos terminado, aquí esta está ultima entrega.

Espero que la disfruten mucho y solo les diré, que ustedes mis terrones de azúcar escogieron a palabra mas votada y bueno, a disfrutarla.

Jajajajajaja no diré de que trata, pues prefiero que lo lean y ya me dicen que tal.

Por mientras aprovecho para agradecerles por seguro conmigo y estar siempre a mi lado de verdad son los mejores del mudo mundial.

Cabe resaltar que la temática sera algo fuerte y con conflictos de diferentes índoles, pero es mejor guardar las sorpresas y que es un AU, espero que sea de su agrado y bueno Atrevido fue la palabra mas votada, ahora si a gozar.

15/15

Notas del capitulo:

Mis terrones de azúcar, y así hemos llegado al final del especial de los 500 terrones de azúcar, wuuujuuuu al fin hemos terminado, aquí esta está ultima entrega.

Espero que la disfruten mucho y solo les diré, que ustedes mis terrones de azúcar escogieron a palabra mas votada y bueno, a disfrutarla.

Jajajajajaja no diré de que trata, pues prefiero que lo lean y ya me dicen que tal.

Por mientras aprovecho para agradecerles por seguro conmigo y estar siempre a mi lado de verdad son los mejores del mudo mundial.

Cabe resaltar que la temática sera algo fuerte y con conflictos de diferentes índoles, pero es mejor guardar las sorpresas y que es un AU, espero que sea de su agrado y bueno Atrevido fue la palabra mas votada, ahora si a gozar.

15/15

-Acabe de esta forma, por un simple deseo-

-Uno que no debió nunca parecer, pero que ocurrió sin más…-

-Sé que ahora debo estar loco, siento que soy uno, por sentirme de esa forma-

-Yo solo debería sentir una sola cosa por él, pero no…-

-Soy un ingrato, mal agradecido, pero no puedo lidiar contra este sentimiento, aunque lo intente gran parte de mi adolescencia, es imposible que ahora sea erradicado-

-Solo debería tenerle un gran respeto, por haberme salvado aquella vez, sin embargo se volvió más grande que yo-

-Me irrita tanto tener que callarme lo que siento, pero si tan solo le expresara lo que siento, si lo hiciera, sé que me odiaría, o le daría asco, por hacerlo-

Un suspiro sale de esos labios que ha estado hablando al aire, pues si alguien lo escuchará, de seguro pensaría que esta por completo loco, y tal vez lo este.

Sentado en aquella silla, en medio de la oscuridad de la habitación donde muchas veces permaneció a lado de quien le ha enseñado todo lo que sabe actualmente, un joven hombre de cabellos azulados cortos, ojos azulados, una complexión delgada, pero bien trabajada, lanza miles de suspiros de desesperación, con el ceño fruncido, sus ropas negras, mirando hacia la nada, mientras recita las palabras de angustia que atormenta a su corazón frustrado.

-¿Cómo pudo pasarme esto?- Se cuestiona molesto pero a la vez con cierta satisfacción resignada.

-Sé que el vejo me odiaría, incluso yo lo hago, pero… Pero…- Su tono alto, con un carraspeo por el coraje que siente contra sí mismo -¡¡¡¿QUÉ PUEDO HACER AHORA?!!! ¡¡¡SE SUPONE QUE SOLO DEBERÍA VERLO COMO UN PADRE, ME HA ESTADO CRIANDO DESDE QUE ME VOLVÍ UN ESTÚPIDO HUÉRFANO, Y AHORA SALGO CON ALGO COMO ESTO!!!- Se recrimina mil veces, es difícil para él aceptar algo que ha guardado en su corazón por muchos años.

-Si me hubiera dejado en aquel lugar, si yo lo hubiera atacado como debí para robarle sus partencias y comer, tal vez… No estaría en esta estúpida situación- Su ceño se relaja brevemente, apretando su labio inferior –Soy un loco ¿Verdad?-

Le pregunta a la nada, mirando como el fuego que ha prendido en aquel mechero para calentar una tetera de cerámica, que en si no es para consumo humano por el contenido de las hiervas.

-Me dio un deseo, me salvo de las calles, me dio un propósito en esta vida inmunda, me dio algo por lo cual seguir viviendo, y yo… Le pagó de esta forma…- Toca su cabeza, pues presenta ya un dolor en ella, bajando la mirada.

-Deseaba un hijo, vio uno en mí y yo…- Niega con la cabeza, dejándose caer sobre la mesa enfrenté, su cabeza en esta, sus brazos cruzados, mirando hacia donde el mechero de Bunsen hace su función -¿Cuando deje de verlo como un padre?-

Se hace la pregunta, que profesa un tono mucho más triste de lo normal, pues es lo que su corazón y mente sienten.

Al principio de ese encuentro, que si bien no fue el mejor de todos, logro hacer que dos almas solitarias se encontrarán.

Un hombre que jamás logro encontrar a nadie con quien unir su vida, o tan siquiera tener un hijo.

Hacia un viaje de investigación, necesario para su trabajo algo temido de Nigromante, aunque si bien nunca lo ha usado para propósitos malignos, sino, para ayudar a quienes perdieron la vida, a encontrar su camino al Yomotsu, además de quienes perdieron sus familias, auxiliarlos en algún punto para hacer contacto con quien ya no existente.

Algunos lo respetan, otros le temen tanto que preferían mantenerlo lejos de su vida, por eso su misma aldea le dio la espalda al ver que tenía este tipo de energía, una que consideraron maldita.

Al menos no estaba del todo solo, ya que su hermano gemelo igual poseía esta misma magia, solo que se podía asociar más a la naturaleza, considerado aceptable, pero jamás abandonaría a su familia.

Sin embargo, ambos hicieron sus vidas en cierta forma juntos pero lejos, cada uno escogiendo diferentes caminos sin alejarse tanto.

Por eso, el menor prefería hacer largos viajes solos, encontrando recursos que lo ayudarán a sus investigaciones y de paso auxiliar a quién lo necesitará.

Pero en esos viajes, encontró a un niño vagabundo, aun permaneciendo en una aldea de solo cadáveres, le dio curiosidad de por qué este pequeño no temía a este sitio, si en si lucia tan poco agradable para cualquiera ajeno a esta magia que posee.

Ese encuentro pudo haberle costado la vida al hombre de cabellos largos y lilas, pero fue más rápido que aquel cuchillo que el niño quería enterrar contra su cuerpo, para detenerlo, pero sintió como ese peli azul posee un fuerte dolor en su corazón.

Dándose cuenta que ese lugar debía tener una gran carga emoción, desde luego, donde antes habitaba, y la muerte los alcanzo.

Pudo haberse sentido culpable, si hubiera llegado antes, tal vez para que esto no ocurriera a todos los aldeanos, podría haber tenido una oportunidad.

Puede que estuviera pesando de más, ya que algo así, un Nigromante no podría tener, pero le habría gustado intentarlo.

-¿Permaneces a lado de tu familia?- La pregunta que salió del hombre, suena algo despreciativa, pero el motivo no era así.

-Algún día me uniré a ellos…- Respondió enojado, por ser sujeto por el brazo para detenerlo de hacer una tontería –Así, que hazme este favor y acábame de una vez- Sonrió arrogante.

El niño no le temía a la muerte alguna, al contrario pareciera que la desea.

Algunas palabras más intercambiaron entre ambos, aunque en su mayoría, el hombre se limitaba a observar al niño, escuchar como se expresa.

Al final lo soltó, dedico unas últimas palabras, que desde luego sorprendieron a ese muchacho que su mirada bien podría denotar confusión y cierto miedo.

Dio media vuelta el de cabellos largos y lacios, para darle la espalda a ese niño, que bien podría atracarlo de esta forma, se retiraba del lugar con cuidado, para seguir su trabajo que opto por tomarlo aunque no recibiera ninguna ganancia.

Hacer que estas almas descansen y las despedidas que no se dieron al fin se alcancen.

Y a nada de irse de aquel pueblo desolado, para que un niño siguiera en esa soledad…

Noto como se le acerco, o bueno le siguió.

Dándole cierto gusto, pues… No quería que alguien padeciera la soledad de la orfandad como le ocurrió a  él y a su hermano, además que de cierta forma poseía un poco de envidia hacia su gemelo, ya que él acababa de tener un hijo, uno de sangre.

Y se dio cuenta que igualmente él quería uno, alguien por quién seguir siendo mejor, cuidar y proteger.

Podría ser que la vida le diera la oportunidad de tener a un hijo, aunque claramente en ese momento el mayor no lo pensó así, mucho menos el menor que a este sujeto podrá llamarlo algún día padre.

Y si bien con el tiempo, esta relación se fue dando, una donde el mayor le enseñaba a veces a regaños al menor este tipo de magia, que al parecer podía desarrollar.

Algo que ese joven lograba aprender rápidamente, ¿Algún talento natural tal vez?

Aun siendo un niño previo a la adolescencia, miraba a su maestro con ojos de admiración, pero jamás logro llamarlo papá, a lo mucho maestro.

Y bueno, estaba bien para el Nigromante las cosas funcionaban, al menos lo cuidaba y podía protegerlo como un hijo, enseñarle todos sus conocimientos y ser quien lo ayudará a nuevos, lo vería crecer, le daría concejos y se convertiría en otro Nigromante tan poderoso, que seguirá sus pasos.

Es algo que en cierta forma ambos deseaban y pensaban de esa forma, pero…

¿En que momento ese sentimiento cambio?

¿Cuándo el pequeño peli azul desvió sus sentimientos y cariño hacia unos que claramente eran prohibidos y obscenos?

Son preguntas que ni el mismo logra comprenderse aun en su edad de joven adulto, pero desearía combatirlas de algún modo, de una forma posible esto debía se evitado, pero… No quiera que pasara.

Sus sentimientos egoístas se intensifican cada día, con el deseo que su maestro permanezca a su lado siempre, pues ahora… Él podría protegerlo, podía ser quien cuidaría de él en todo momento.

Como devolverle el favor de sus cuidados, pero con otra intención.

Incluso ese joven hombre, posee deseos tan impuros de deseos carnales de devorar a su maestro, aunque sabe que eso sería imposible.

-Manigoldo, ¿Por qué estas a oscuras?- La voz de alguien mayor, llama al más joven que se encuentra solamente iluminado con el fuego del mechero.

-Me has dicho que la oscuridad es mejor para hacer que las cosas funcionen, así que… Lo hago- Solo responde sin siquiera levantar su mirada, intentando ocultar que su corazón se acelera al solo escuchar esa voz llamándolo.

-Cierto, pero debes tener cuidado, demasiada oscuridad en algo puede causar caos- Le menciona, mientras enciende una vela para iluminar un poco más la habitación, mientras se acerca al jovencito con la cabeza sobre la mesa –Si estás cansado ve a dormir, yo me ocupare de esto-

-Vamos viejo, ya no soy un niño- Le responde, sin siquiera levantar la vista, prefería mantenerse lejos de la vista del otro.

-No lo serás, pero te sigues comportando como tal- La sonrisa del gentil hombre, para acariciar esos rebeldes cabellos.

Un tacto amable, bastante cómodo, que se debería tomar como un cariño de un padre a hijo, sin importar la edad, pero… Ese joven hombre no puede si quiera pensar con claridad que sea esa posibilidad.

-Debes descansar, mañana saldremos de viaje, y debemos tener esto listo- Menciona sereno en sus palabras, mientras toma ciertos ingredientes, para colocarlos en unos frascos.

-¿A dónde dijiste que iríamos?- Levanta la cabeza, mirando de espaldas a quien lo ah guiado y cuidado en esta vida, intentando que sus mejillas no se sonrojen demasiado.

-Iremos a una mansión, tres pueblos de aquí- Siempre dejando sus palabras a medias.

-¿Con quién? O ¿Para qué?- Le pregunta el muchacho, levantándose también para ayudar a su mentor a obtener lo necesario.

-Ya lo sabrás- Asiente con cierta gracia por la curiosidad natural de su aprendiz –Por ahora, terminemos con esto en el momento que hierva la infusión, recuerda que no se te debe caer ni una sola gota-

-Viejo Sage, no soy tan torpe como crees- Su actitud arrogante se presenta, es solo una fachada para ocultar lo que siente.

-Sé que no lo eres- Se gira para ver a ese muchacho que ahora es más alto que él, para dedicarle una sonrisa con todo el cariño que en su corazón posee –Confió plenamente en ti-

En lugar de solo sentir un sonrojo propio de la vergüenza de palabras dulces que cualquier hijo podría sentir, su corazón late demasiado rápido, comparado al trote de caballos desbocados, sus mejillas se tornan levemente rojizas, los nervios lo hacen temblar cual ramas de roble viejo contra el viento de una tormenta suavemente.

Es difícil para el peli azul mantener la calma en una situación así, desea confesar lo que siente, para que no sea contemplado con esos ojos de un cariño paternal.

Queriendo ser visto como hombre ante quien ama, pero… Sabe que no lo puede hacer, no ahora, ni nunca.

Pero…

¿Podrá seguir con esa mentira toda la vida?

¿Podrá resistir a no querer decirle sus sentimientos a su maestro?

Incluso, si su maestro no sintiera lo mismo por él.

¿Qué podría hacer el joven peli azul?

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro super bien, kiaaaaa al fin llegamos al ultimo premio del hermoso especial.

Se que ha esta hora muchos terrones ya no están despiertos, pero espero que mañana los disfruten mucho y espero no asustarlos tanto jajajaja.

A que nunca se imaginaron ManigoldoXSage.

Ese fic ya lo había planeado, pero no sabia cuando podría ver la luz, ahora es cuando llega el momento.

Jajajajaja, se que pueden verlos como padre e hijo, pero la verdad sanguineamente en este mundo no están conectados, salvo en algunos universos...

Pero bueno seria algo similar al fic de "Pecado De Amor", por lo cual disfrútenlo mucho.

Gracias por estar hasta aquí, leyéndome, apoyándome, votando y dejando algún comentario, de verdad les estoy tan agradecida, los quiero tanto.

Por favor hagan caso a las medidas de higiene, no se expongan de mas y cuídense mucho.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 


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