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Antiguo castillo funerario (Traducción finalizada) por yuniwalker

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¿Cuánto tiempo continuó la batalla a muerte desde entonces? 

Los dos eran gemelos así que decían tener exactamente el mismo poder. Sin embargo, el deseo de Caín de proteger a su "alguien importante" probablemente ganó. Al final, Heishi perdió el conocimiento, se derrumbó en el acto y murió. Frente a los aldeanos, Caín dejó caer el cuerpo de Heishi en la leña y lo quemó, aunque nadie le había dicho que lo hiciera. 

"Adiós, Heishi."

No pudo leer la expresión de Caín, murmurando para él como si fuera realmente su familiar. El fuego ardía, el cuerpo de Heishi estaba carbonizado, se convirtió en humo y subió a los cielos. Cuando quedó completamente quemado, los aldeanos ya no estaban allí, ni el ruido o la muerte, solo el cielo nocturno y Aki. 

"Aki… Tal vez solo tengo medio día. Me quedaré dormido mañana por la mañana porque agoté toda mi energía."

"Caín..."

Él también sabía que la próxima vez que se durmiera, Caín no se despertaría nunca más. Había usado más poder que los humanos y su cuerpo ya no tenía suficiente fuerza para sostener su vida. 

"¿Qué hago? Son... Son solo unas pocas horas las que... No puedo hacer nada." Aki agarró la mano de Caín y lo miró a la cara con un sentimiento de tristeza. "Tal vez... Tal vez podamos..."

"Está bien. Estaba preparado para esto. Solo... Me siento mal por dejar a Aki."

Caín todavía hablaba como una muñeca, pero la verdad era que sus sentimientos eran completamente iguales a los de un ser humano. No sería extraño decir que era un hombre normal. 

"... Caín".

"Aki, por favor, recuerda la última vez que estemos juntos. Quiero hacer... Algo más contigo."

"¿Qué quieres hacer?"

"Por favor, ven conmigo..."

Caín salió del castillo e invitó a Aki a pasar su tiempo en una cabaña junto al lago, en el lugar donde el auto se había volcado anteriormente. 

"Según los datos del pronóstico del tiempo, se dijo que podríamos ver la aurora más grande este año, pero parece poco probable con tanta nube".

Caín miró el cielo desde la ventana de la cabaña, con el cuello casi ladeado. Aki miró también:

"Entonces, quieres una aurora."

"Se dice que las llamaradas del sol se acumulan en los polos de la tierra y se ven a lo largo de las líneas de la fuerza magnética, pero la gente en el pasado decía que era la diosa del amanecer".

"Oh, sí. De hecho, lleva el nombre de la diosa del amanecer en la mitología romana."

"Leí en la literatura, que la diosa es como un símbolo que aleja la oscuridad de la noche. Algo que da luz."

"Son las gracias de la diosa."

"Quiero ver la gracia de la diosa al menos una última vez".

Pero cuando lo dijo, hizo que le doliera el pecho. 

"Pero ya... Ya pareces todo un experto."

"Sí, lo sé por los datos, pero nunca he visto el cielo nocturno. Como dijo Aki, quiero saber como se siente cuando la aurora viene y desaparece. Sin embargo, no hay señal de que venga hoy."

En realidad, ¿Cuánto tiempo había pasado? La luna había desaparecido antes de que se dieran cuenta y pronto, una aterradora cantidad de estrellas comenzó a brillar en el oscuro cielo nocturno. Por un momento, pudo ver una delgada línea de luz fluyendo y desapareciendo. 

"Esa es una estrella fugaz."

Como esa estrella, Caín se dormiría para siempre la próxima vez que se fuera así que, cuando pensó que podría desaparecer, su pecho le dolió tanto que pareció que podía desgarrarse. Este era... Su último recuerdo. Y quería guardarlo en su memoria cuando viajara a Tuonela. 

"Aki, mira. ¿Eso es una aurora?"

Aki entrecerró los ojos en la dirección a la que apuntaba Caín. Una clara cortina de luz estaba emergiendo en el cielo nocturno y luego, allí estaba. La aurora, que pareció ser una serie de joyas verdes que formaban una cortina y que brillaba para los dos. La aurora, que se balanceaba y se balanceaba, se volvió azul en algunos lugares y finalmente se volvió rosa y se arremolinó como un tornado. 

"Es verdad, es una aurora."

"Aki, esas son las gracias de la diosa del amanecer."

"Sí, Caín, tienes razón."

Aki tomó la mano de Caín y lo sacó de la cabaña. El aliento que había exhalado pareció congelarse de inmediato y su cuerpo tembló ante el aire frío. La luna apareció entre las nubes y una cortina de luz rosa pálida y azul pareció caer del cielo, como si fuera guiada por una presencia divina. Como... Si el amor de la diosa estuviera dando las bendiciones de su luz a toda la vida en la tierra. 

De pie a orillas de un lago helado rodeado de un bosques de abedules, los dos miraron hacia el cielo nocturno. Un velo de luz que se estaba volviendo violeta, emitió luz blanca y luego volvió al color verde esmeralda original. Era... Igual a si la luz tratara de llevar al cielo al alma más pura del mundo. La de Caín.

Las auroras las había visto varias veces desde que era un niño pero, nunca había presenciado algo tan hermoso como eso. Pareció envolver la luz de las estrellas y la luna, todo a la vez. 

"¿Así se ve el cielo? Ya sabes... A donde van las personas cuando mueren."

Que Caín dijera la palabra "cielo", había hecho que el pecho de Aki se sintiera aún más doloroso. Tenía miedo de que muriera en ese lugar mientras estaba hablando con él. 

"El cielo no está en ese lugar, no existe". 

"¿Tuonela tampoco existe?"

Tuonela, el país de los muertos en Finlandia. Había cisnes en el río negro y un espeluznante mundo que invitaba deliciosamente a la gente a quedarse allí.

"La luz de la aurora puede no ser la gracia de la diosa del amanecer, sino la tentación de Tuonela".

"Caín..."

"El invierno es el mundo de la muerte. El río negro de Tuonela es ese de allá. La aurora que brilla en el cielo de la noche oscura puede ser las alas de un cisne en Tuonela."

"¿Qué quieres decir, Caín?"

"Quiero ir a Tuonela. Si fuera un humano, debería poder ir a Tuonela y quedarme allí. Entonces me convertiría en un cisne y arrojaría luz sobre el mundo en el que tú estás. Así estaría siempre contigo."

"No hay Tuonela, astronómicamente hablando. No es la gracia de la diosa ni las alas del cisne de Tuonela. Es solo un fenómeno natural creado por el destello del sol y... Realmente no existe nada fantástico como el cielo o muertos vivientes. Es solo luz. Es una cosa efímera y ya. Lo mismo ocurre con el alma humana."

"Algo efímero".

No quería decirle eso. A pesar de su autodesprecio, estaba frustrado, asustado y triste por no poder hacer nada cuando se quedara dormido. Aki continuó sus palabras, respirando con dificultad.

"Sí, el tiempo es tan efímero como la luz. Después de cientos de miles de años, nada será visible. Así que yo..."

Aki dejó de hablar. "Así que yo..." Ni siquiera sabía lo que estaba tratando de decir porque su cabeza era un desastre. Sabía que sería inútil decir algo porque el tiempo no se podía detener, al igual que el brillo de la luz que desaparecía al llegar la oscuridad. Caín pronto se dormiría. Y como científico, no podía encontrar una manera de detenerlo. No tenía ni idea. Estaba demasiado indefenso y llevaba un tiempo limitado encima. 
Dijo que era lo mismo que un ser humano pero no podía ayudarlo. Al contrario, él lo ayudó. Es más, solo podía aceptar su forma como humanoide, su duro destino. 

(Lo siento, no puedo hacer nada, lo siento, lo siento...)

Se preguntaba si su corazón podía ser transmitido. Caín dijo en voz baja:

"Si todo es tan efímero como la luz, entonces el tiempo de soledad de Aki no será tan largo".

"Caín..."

"Este hermoso universo donde brilla la aurora. Este largo fluir de tiempo, el tiempo en que duermo y el tiempo en que Aki estará solo... Es sólo algo realmente efímero."

La forma de hablar de Caín, como una máquina, no cambió tanto desde el principio. Pero ahora sus emociones podían verse claramente hasta resonar en el corazón de Aki. 

"No te sientas solo si me duermo y no me despierto. Incluso si estás de luto, Aki se va a sentir solo por un tiempo bastante efímero, como el brillo de la luz de esta aurora". Caín entrecerró los ojos mientras miraba hacia arriba "Aki... Lo siento. Por ser un humanoide".

"Caín..."

"Lo siento, no pude vivir contigo lo suficiente. Lo siento por dejarte solo."

"Estúpido... Caín ¿Qué estás diciendo?"

"Lo siento, por no ser un humano."

"Ya basta..."

"Quisiera nacer como un humano en mi próxima vida. Incluso si la vida humana es tan corta como la luz de una aurora. Quiero pasar este corto tiempo como una criatura viva y, amarte."

Caín sonrió levemente. 

"Hay muchas emociones en mí. Amo a Aki y me siento mal por dejar a Aki. Pero tengo la sensación de que la soledad es aún más dolorosa que morir así que... Siento ir a Tuonela primero. Perdón. Perdóname, voy a irme un poco antes".

"Caín..."

"Lo siento, Aki, lo siento".

No sabía cómo responder. La mano de Caín se extendió hasta la mejilla de Aki, que solo podía matar sus sollozos al morderse los labios, y le quitó las lágrimas muy tiernamente. La frialdad de sus dedos le hizo sentir como si estuviera a punto de desgarrarse.

El también tenía que disculparse. Nació de una investigación humana egoísta y lo despertó por su ego "¿Por qué te disculpas conmigo?" "¿Por qué dices algo que es amable aún y cuando no lo merezco?" "¿Por qué piensas tanto en mí?" "No es necesario." Deseaba decir algo como eso, pero las palabras no salieron bien. 

"Caín... Yo, yo..."

Cain le dijo esto a Aki, quien solo podía verlo con el rostro completamente distorsionado:

"Lo siento por ser un humanoide".

"..."

Estaba bien. Ya no tenía que decir nada. Caín no estaba nada mal y no debía hablar sobre lo mucho que lo sentía, eso hacia que le doliera el pecho. ¿Era por su conciencia culpable? No, tan vez era porque se había dado cuenta de que lo amaba. Aunque ya no había tiempo y no podía decirle "amor".

"Por favor, no digas nada más."

Aki tenía la sensación de que se estaba cerrando su garganta cuando puso su brazo alrededor de los hombros de Caín y luego, junto sus labios a los suyos.

"..."

Por un momento, Cain pareció asombrosamente rígido, pero pronto su brazo pasó alrededor de la espalda de Aki también y fue fuertemente atraído hacia su pecho para darle un poco de su temperatura corporal. 

No quería dejarlo ir. 

Deseaba quedarse aquí para siempre. 

Quería congelarse justo como estaba.

Siguieron tocando sus labios y abrazándose. Fue algo de mucho tiempo. Mientras tanto, las olas de emociones como la soledad, el arrepentimiento y la tristeza, desaparecieron gradualmente para dejar solo los sentimientos más puros y calientes de los dos.

Más allá de los ojos levemente abiertos de Caín, un hermoso velo verde esmeralda de luz se balanceó y brillo por todo el sitio.

"Este hermoso universo donde brilla la aurora. Este largo fluir de tiempo, el tiempo en que duermo y el tiempo en que Aki estará solo... Es sólo algo realmente efímero".

Sus palabras revivieron en el fondo de sus oídos. Sí, ciertamente la vida de Caín era lo mismo que la suya. Algo diminuto. Algo momentáneo. Y debido a que era efímero, deseaba apreciar este momento y convertirlo en algo que nunca pudiera perder. Cuando levantó suavemente sus labios, Aki lo miró con la aurora todavía en la espalda. 

"Me gusta. Me gustas tú."

"¿Te gusto?"

Cain sonrió.

"Sí ¿Está bien?"

"Sí".

"Amo a Caín".

"¿Me amas?"

"Lo hago. Y quiero transmitirte este sentimiento. Quiero enseñarte lo que es el amor. Sí, mi amor. Puedes quedarte dormido para siempre así que... Al menos... "

Dormir para siempre. Sí, Caín podía irse para siempre.

"Caín, el amor es... Lo más importante para los humanos".

Aki entrelazó a Caín entre sus dedos y dejó que él suspirara:

"Amo... Amo a Aki también. Pero cuando lo pienso, mis mejillas se calientan y mi corazón late fuerte y no puedo ver a Aki directamente a los ojos, menos cuando me toma las manos así. Caín no quiere que Aki se sienta solo y no quiere que Aki se tome de la mano de otras personas. Todo lo contrario está alrededor de mi pecho y me siento... Como nublado ¿Qué es este sentimiento?"

Vergüenza. Era tímido y tenía un deseo de monopolizar impresionante. Tenía envidia y varias emociones diferentes brotando en él. 

"Caín... Eso que tienes es parte del amor."

"¿De verdad?"

"Sí."

Cain sonrió cuando Aki asintió. Estaba tan feliz que pareció no saber qué hacer. 

"Entonces, soy un ser humano."

Las lágrimas de Aki estallaron ante una voz que exprimió profundamente cada uno de los sentimientos dentro de él. Una vez más, se dio cuenta de que Caín se había convertido en un ser humano real.

"... ¿No te gusta que te ame? No dejas de llorar".

"No, es diferente, Caín, estas son lágrimas diferentes a las anteriores."

"¿Lágrimas diferentes?"

"Sí, los humanos lloran cuando son felices".

Aki sonrió mientras lloraba.

"¿Hay lágrimas buenas y lágrimas malas?"

"Sí".

Cain sonrió de nuevo, aunque esta vez fue una sonrisa más clara que la anterior. Caín conocía el amor y sentía alegría por ser un humano. Lo amaba tanto. No quería perderlo. Aki abrazó a Cain con fuerza. 

"Si nos encontramos de nuevo, quiero dejar este bosque con Aki y hacer un pequeño viaje. Quiero salir al mundo exterior y ver cosas más hermosas".

No salieron palabras.

Cain acercó sus labios a sus mejillas empapadas de lágrimas. 

"Las lágrimas de felicidad... Tienen un sabor maravilloso".

Sin embargo, su expresión, que pareció ser solitaria al inicio, hizo que le doliera el pecho al verse inexplicablemente feliz. Tanto que Aki solo pudo llorar. 

"Um..."

Los dos definitivamente volverían a verse en otra vida, se irían en un pequeño viaje y saldrían de este bosque. Quería decirlo... Pero no podía sacar nada por los sollozos.

"Um... Lo siento. Yo, yo... Yo..."

Las palabras se atascaron en su boca.

"No tienes que decir nada. Si te quedas aquí, si te quedas a mi lado todo el tiempo, será suficiente".

Eso significaba... Hasta que se durmiera. 

Aki entrecerró los ojos húmedos de lágrimas y sonrió. 

"Sí... No me iré. Me quedaré para siempre. Siempre... Voy a estar a tu lado."

Sonrió como si estuviera aliviado. 

"¿Siempre?"

"Sí... Siempre contigo. Quiero estar contigo todo el tiempo."

Tenía que decirle. 

Tenía que decirle eso ahora. 

Porque mañana, tal vez...

"... Estoy a tu lado, amándote. Y vamos... Vamos a hacer un pequeño viaje después así que asegúrate de encontrarnos de nuevo." Aki estiró sus largos y delgados dedos y peinó a su querido compañero frente a él. "Promete eso."

"Sí... Algún día. Es una promesa así que, no me sueltes hasta que duerma."

Caín acercó gentilmente sus labios a los de Aki, diciéndole que todo estaría bien 

"... Haré que Aki sea mío, ¿De acuerdo?"

"Está bien. Siempre."

Aki cerró los ojos y se agachó en su pecho. Querida calidez. No podía evitar amarlo. No quería dejarlo ir. No deseaba estar separado de él ni siquiera por un minuto. Lo amaba tanto que esperaba que pudieran dormir juntos para siempre.

(Porque yo te pertenezco y tú me perteneces, Caín.)

Una vida que no debería existir en este mundo. Una vida destinada a desaparecer... Pero Aki no quería perderlo. ¿Cómo podía evitar perderlo?  ¿Cómo podía mantenerlo en este mundo? Ah, si todavía estaba destinado a llorar, al menos, quería darle a su alma un recuerdo eterno. Deseaba grabar en su alma que fue amado en este mundo. 

"Caín... Acuéstate conmigo."


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