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El más hermoso duende… por Yakaylex2

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Notas del fanfic:

Naruto… y todos los personajes y nombres utilizados, son propiedad de sus respectivos autores (el maestro Masashi Kishimoto y anexos). Fanfic sin ánimo de lucro. Hecho por una fan, para fans.

Notas del capitulo:

Anime: Naruto

Fanfic relacionado: ¿Narulieta?

Pareja: Sasuke x Naruto

“Taller de Papá Noel”


Envuelve, envuelve sin parar...


Cada treinta segundos, los duendes aquí en el taller de Papá Noel cantan esa estúpida cancioncilla. No entiendo de donde pueden sacar tanta energía y tanto positivismo, si estamos atareados de tanto trabajo. Literalmente me salen los regalos hasta de las orejas. Y cuando tenemos un descanso, suceden dos cosas: o el duende mayor Hatake-san nos dice "solo diez minutos y regresan a trabajar" o llegan a mi lado algunas duendecillas como Sakura e Ino que empiezan a acosarme con sus propuestas de tener una cita cuando acabe la temporada. ¡Solo quiero que me dejen en paz! Es cierto que llevo más de ciento cincuenta años sin pareja - por suerte, nuestra apariencia nunca pasa de diecisiete años -, pero no por eso pienso hacerles caso a ellas. Ni siquiera me gustan. Quiero a alguien divertido, genial y que no sea tan serio como yo, para así poder complementarnos. Pero hasta ahora no he encontrado a nadie así.


- ¡Amigos duendes! - Se escucha la voz de Hatake-san. - Les presento a su nuevo compañero diagonal supervisor. - Todos detienen sus actividades para verlo, yo no le hago mucho caso. - Su nombre es Uzumaki-san. - Se escuchan algunos gritos llenos de júbilo y alegría, incluso algunos murmullos sobre lo atractivo que es. Pero yo sigo sin levantar la vista. Es algo que no me interesa en lo absoluto. Además, hoy en la noche Papá Noel llevará los regalos a los niños, así que deben estar listos ya. Los minutos pasan y todos retoman sus actividades.


- ¿Te gusta mucho el trabajo, cierto Uchiha-san? - Levanto la vista en cuanto escucho mi nombre y frente a mí se encuentra el duende más hermoso que hubiera visto jamás. Su cabello reluce como el sol y tiene unos brillantes ojos azules, del mismo tono que el cielo en primavera. Su piel se ve morena, algo muy peculiar ya que la mayoría aquí somos de piel muy blanca. Y su voz se escucha muy varonil.


- Ah... no... - Titubeo torpemente. El chico me sonríe.


- ¡Ese es el espíritu, Uchiha-san! – Con un rápido movimiento acaricia mi mejilla y yo siento mi temperatura elevarse. – Cuando acabes este lote, ven a verme a la oficina, ¿quieres? – Me mira con sus profundos ojos azules de una manera bastante significativa. Asiento incómodo y se aleja.


- ¡Hey, chicos! Ese lote debe estar ya, ya, ya. – Escucho su voz de autoridad. – Vamos amigos, les prometo que si acabamos antes habrá pizza y refresco para todos. – Todos gritan emocionados.


Envuelve, envuelve sin parar...


Después de varias horas de trabajo, el último lote ha quedado. Todo el mundo está emocionado y feliz. Jamás habíamos acabado tan rápido. Todavía faltan un par de horas para que Papá Noel se lleve el cargamento. Y hablando de él, yo jamás he conocido al “gran jefe” en persona. Generalmente los supervisores eran los únicos que podían conocerlo. Termino de recoger mi lugar y justo cuando las chicas están a punto de acercarse con su acoso, Uzumaki-san aparece en escena.


- Lo prometido es deuda. En vista de la gran labor que se vio hoy por aquí… ¡Pizzas y refrescos para todos! – Grita mientras entra con un gran paquete de comida. Todos los duendes lanzan gritos de alegría y comienza a hacerse una especie de mini fiesta. Me muevo hasta el rincón más alejado. No me gusta la pizza, ni el refresco… Ni las fiestas para acabar pronto. Me acerco poco a poco a la puerta.


- ¡Eh, Uchiha-san! – Escucho su grito y sin querer mi corazón se acelera. – Quedamos en que irías a mi oficina, ¿recuerdas?  - Me dice con una mueca traviesa y yo desvío mi mirada mientras asiento con la cabeza. Salimos del taller y nos dirigimos a una pequeña cabaña en medio del camino. El frio es tan intenso que, aun con el gorro calado hasta las cejas, siento que mi cuerpo se congela. – Por aquí. – Me toma de la mano y siento su calidez. Abre la puerta y entramos. Por alguna extraña razón el interior está completamente en penumbras. Apenas pongo un pie dentro, siento como Uzumaki-san cierra la puerta detrás de mí, acorralándome contra ella. Siento la presión de sus labios directamente sobre los míos y le correspondo de la misma manera, como si estuviera sediento de él. Y entonces…


- ¡Corte! – Grita Gai-sensei. – Me separo de Naruto y puedo ver su rostro sonrojado de vergüenza. Intento no reírme de él. Aún es un poco tímido a la hora de actuar.


- ¿Qué pasa Gai-sensei? - Pregunta molesto. - ¿Acaso hicimos algo mal?


- Si, tiene que haber más pasión. – Dice el maestro alterado. – Tiene que sentirse el magnetismo animal entre ambos duendes navideños y…


- ¿Qué es esto? ¿Un cortometraje en donde se enamora platónicamente un duende de otro o vamos a filmar una película para adultos? – Sin quererlo comienzo a reír a carcajadas junto con el resto de los compañeros que están como extra.


- Bueno, Naruto. - Dice Kakashi-sensei con su voz cansada. – Tienes que entender que debe haber un poco más de pasión para atraer al público de la preparatoria.


- Pero es que… - Naruto se ve muy molesto y con justa razón. El ama la Navidad y cuando le dijeron que sería el duende principal en el cortometraje navideño de la escuela, bueno estaba feliz. Hasta que comenzamos a grabar. Las exigencias de Gai-sensei y Kakashi-sensei son tan molestas que varios de los chicos del club de teatro comenzaron a desertar - entre ellos Hinata, que sería la duendecilla enamorada de Naruto. Entonces los papeles comenzaron a revolverse de tal manera que al final yo le di vida al duende enamorado.


- Naruto tiene razón. – Alzo la voz y todos me voltean a ver. Incluso él. – Se supone que la idea principal era hacer un cuento navideño romántico y ahora ya se está convirtiendo en algo más erótico. ¿Podrían decirme quien es el pervertido productor de esta grabación?


- ¡Yo! – Escucho a lo lejos una voz conocida. Todos giramos para ver sobre la parte más alta del escenario al mismísimo…


- ¿Ero-sennin? – Dice Naruto. - ¿Qué haces tú aquí? – Jiraiya-san es el padrino de Naruto desde que sus padres fallecieron y el benefactor principal de la preparatoria Konoha.


- Quería una grabación a detalle de mi querido Naruto con su atractivo novio. – Naruto tiene las mejillas rojas por la vergüenza.


- ¿Hiciste que Gai-sensei cambiara todo el guion solo para que tu retorcida mente tuviera una imagen de mí y de Sasuke besuqueándonos? – Jiraiya asiente con verdadera satisfacción. - ¡Eres un viejo pervertido! – Grita con mucho coraje mientras todos se voltean a ver sorprendidos. -  Además, ¡ya te he dicho mil veces que no es mi novio!


- Pero me gustaría. – Intervengo con rapidez. Se escucha una exclamación colectiva mientras me acerco y le tomo de ambas manos. Mis compañeros gritan de emoción, - excepto Sakura e Ino que lanzan algunos gritos de protesta, pero los ignoro por completo -.  Naruto tiene el rostro más rojo que el mismo traje del Papá Noel que Chouji representará. 


- ¡No estés bromeando y menos aquí, Sasuke! -Grita nervioso. - ¡De veras!


- No estoy bromeando, Naruto. Hemos salido varias veces y creo que nos hemos divertido bastante. Yo al menos, he pasado momentos agradables a tu lado. - Traga saliva nerviosamente y todos se acercan a nuestro alrededor - ¿Te gustaría ser mi novio? – Después de un momento, Naruto me contesta que sí y mis compañeros gritan de emoción cuando nos damos un beso rápido en los labios. Es el mejor momento de mi vida.


- Bueno, bueno. - Dice Gai-sensei. - Me alegro por ustedes dos, pero ¿qué vamos a presentar en el festival del fin de semana?   - Hay pánico en su voz. - Tsunade-sama me advirtió que...


- Ya, ya. - Le dice Kakashi-sensei. - Lo mismo le decía a Iruka y ve. Ahora ya es director del teatro de Konoha. Tu relájate. - Le pone una mano en el hombro para mantenerlo relajado.


- Pueden regresar al guion original - Jiraiya interviene desde lo alto. - Los chicos saben perfectamente sus papeles ¿no es cierto? - Todos gritamos que sí, entusiasmados. - Allí lo tienen. - Toma una enorme mochila que trae a sus espaldas y se despide. - ¡Nos vemos el próximo fin de semana! - Y sin más desaparece.


- ¿Qué? ¡Primero nos pide que cambiemos la escena tan abruptamente y ahora se marcha sin siquiera agradecerlo! - Gai -sensei está muy molesto, pero Kakashi-sensei lo ignora por completo.


- Muy bien chicos, ¡a trabajar! - Y comenzamos nuevamente desde el principio, siguiendo el guion original en el que yo me enamoraría platónicamente de Naruto, convirtiéndome en un duende más positivo y alegre, que disfruta de la Navidad y que no solo cumplía con sus deberes.


Por fin llegó el día del estreno en el auditorio de la preparatoria. Durante toda la noche escuché los gritos de de todo el mundo por el desarrollo de la historia, y por supuesto, cuando al final hubo un beso casto y tierno entre los dos duendecillos. Todos los participantes nos tomamos de las manos e hicimos una reverencia de agradecimiento.


- Naruto ¿cuánto más vas a tardar? – Ahora estoy sentado afuera de su camerino y miro con desesperación la hora en mi teléfono. - Seguramente mi hermano Itachi y Jiraiya-san ya están preocupados.


- ¡No puedo quitarme esta cosa! - Escucho que grita. - ¿Puedes ayudarme? - Me levanto como lo haría cualquier buen chico al tercer día de noviazgo. Aunque yo llevo mucho más tiempo enamorado de él, pues desde el primer día que lo vi hace casi un año, Naruto me robó por completo el corazón. 


- ¿Qué pasa? - Le pregunto tranquilamente mientras entro al camerino que está en penumbras. Reacciono de inmediato, pero creo que ya es un poco tarde. La puerta se cierra y siento unos fuertes brazos que se cuelgan a mi cuello. Giro en redondo y beso a Naruto con profundidad. Mas allá de las sensaciones físicas que por obvias razones siento, una intensa alegría y paz inunda mi corazón y mi alma. Terminamos el beso después de un rato. Naruto comienza a reír.


- Lo dejamos pendiente desde "la fiesta"- Me mira divertido. Mientras yo asiento con una sonrisa. - Gracias por acompañarme a mi oficina, Uchiha-san. - Reímos al recordar la escena erótica que Jiraiya-san quería filmar para la película. Me acerco y lo abrazo fuertemente. Él me corresponde de la misma manera. Me encantaría hacerle tantas cosas, pero este ambiente navideño la verdad es que me cohíbe un poco. Lo beso en la mejilla y le digo a su oído.


- Entonces, gracias por aceptar ser mi más hermoso duende, Uzumaki-san. - Escucho una suave risilla y sé que, a partir de ese momento, todo será perfecto.


Afuera del Auditorio de la Preparatoria Konoha


- ¿Sobornaste a ese par de profesores para que fingieran que modificaban todo el argumento de la película y lograr que Naruto y Sasuke se besaran? – Itachi estaba sorprendido. Jiraiya asintió feliz. - ¿Y todo eso lo hiciste por Naruto y él no sabe nada?


- Nada de nada. Haría cualquier cosa por él porque es como un hijo para mí. - Suspiró. -Y estoy seguro que tú hubieras hecho lo mismo por Sasuke.


- Lo que yo hubiera hecho por mi hermanito, seria encerrarlo junto a Naruto en una habitación, desnudos, y decirles que les abriría la puerta hasta que hicieran algo candente entre ellos...


- Sí, sí. - Jiraiya lo interrumpió. - También a mí se me ocurrió, pero aún son muy inocentes. Creo que estuvo mejor de esta manera. - Itachi asintió. Después de un momento, Jiraiya reaccionó. - Y, por cierto, ya se tardaron, ¿no crees?


- Mmm, creo que los iré a buscar. - Dijo Itachi preocupado.


- Creo que te acompaño. - Le dijo de la misma manera.


Para ser los padres adoptivos de ambos chicos eran bastante posesivos.

Notas finales:

Bueno amigos míos. Hasta aquí esta corta historia de mis queridos Sasuke y Naruto. ¡Como me gusta esta pareja! Y escúchalo bien, amigo Martin, ¡esta serie tenía que ser yaoi! Si, señor. ¿Por qué? Porque lo digo yo - y cientos de fans fujoshi y fudanshi que tiene esta serie XD -.

En fin, les ofrezco una disculpa si me he atrasado con la historia diaria, pero he tenido mucho trabajo en la oficina gracias a que mi querida jefa se fue de viaje y me dejó todo su trabajo. ¡Nunca trabajen en una oficina! En fin, nos vemos en la siguiente historia.


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