Notice me, senpai

— ¡Se les hará tarde chicos! —exclamó Sakumo

Kakashi soltó un suspiro y vio un girasol en el suelo. Los tulipanes azules dejaron de aparecer en casa, pero esos girasoles seguían saliendo a su alrededor sin él entender porque. Termino de alistarse para salir de su habitación, fue al comedor para observar el televisor encendido; No había más que noticias sobre aquella enfermedad de pétalos últimamente. Las notas iban desde gente que se habían curado, a persona que lamentablemente perdieron la vida por no ser correspondidas.

— ¡Me voy primero! Los veo luego —se despidió Sukea que al parecer iba con prisa.

—Espera, tu almuerzo —lo llamo Sakumo pero ya había salido por la puerta.

—Yo se lo doy —dijo Kakashi mientras se sentaba a desayunar.

— ¿Por qué va antes que tú?

—Porque debe adelantarse para levantar a Obito o ambos llegaran tarde —contestó Kakashi tomando su vaso de leche.

Sakumo soltó un suspiro, aun no procesaba la idea de que su “cachorro” ya tuviera pareja, menos a que estuviera tan comprometido con él. Se giró a ver la televisión, ni siquiera los grandes centros epidemiológicos le podían dar una explicación a lo que ocurría sobre el Hanahaki; la gente o moría, vivía o permanecía con la enfermedad, no había más.

—Esa enfermedad suena muy triste, bueno, todas las enfermedades son tristes, pero el hecho de que tu vida dependa del amor…—decía Sakumo

—Si lo pones así de alguna forma también suena romántico, como la trama de un libro de romance —comentó Kakashi 

—¿Y tendría un final feliz o uno triste? —preguntó Sakumo

—Eso depende de la persona que sea el protagonista

—¿Qué tipo de final tendría si el protagonista fueras tú?

Kakashi lo pensó por un momento. —Me gustan los finales felices, pero no sé si pueda lograr uno

— ¿Por qué no? —Sakumo ladeo la cabeza confundido

—Generalmente quienes tiene un final feliz son los protagonistas simpáticos y agradables, los que son más como Sukea, no los que son más…introvertidos como yo

—Ah, vamos, estoy seguro de que también podrías lograr un final feliz

—Pero en las historias de romance el final feliz depende de las dos partes…y bueno, no se si mi otra parte me ayude a llegar a ese final —habló Kakashi viendo su celular

—No lo sabrás si no lo intentas.

  Kakashi levantó la mirada para ver a Sakumo quien le sonrio. —Si, supongo que tienes razón con eso. Me voy yendo —dijo para tomar los bentos que su padres les preparó a ambos y fue hacia la salida.  

—Espera —lo detuvo Sakumo para acercarse a darle un par de billetes. —Dale esto a Sukea, que se compre algo más de desayunar.

—Bien —Kakashi lo tomo para guardarlo

—¿Tú no quieres algo? —cuestionó el mayor.

Kakashi se quedó pensativo unos instantes para asentir.

Camino de forma tranquila hacia la escuela, llevaba sus air pods en los oídos y su celular en la mano. Había escrito un mensaje, pero aun se encontraba indeciso sobre si enviarlo.

—¡Kakashi! —lo llamó su amigo que se acercó corriendo. —Es peligroso caminar mientras ves el celular

—¿Disculpa? No te escuche —Kakashi apago la música de sus auriculares para ver a Gai.

—Dije que es peligroso caminar mientras ves el celular

—Ah, sí. —Kakashi guardo su móvil para ver al frente

—¿Te pasa algo? Te noto distraído —comentó Gai mientras lo veía fijamente

—No, estoy bien.

—Buenos días, chicos —saludó Rin acercándose a ellos

—¡Buenos días! —contestó Gai animadamente

—Buen día para ti también Kakashi —insistió la castaña

—Buen día Rin —contestó Kakashi que parecía disperso.

Rin vio a Gai arqueando una ceja, pero Gai levanto los hombros, él tampoco sabía que tenía así a Kakashi.

Los tres llegaron a la escuela. Kakashi fue a su asiento para sacar su celular de nuevo y ver la pantalla conflictuado. Tal vez hacer una invitación por mensaje no era tan buena idea, borro lo que tenía escrito y guardo su celular, mejor lo haría de frente.

A la hora del almuerzo fue a la biblioteca buscando aquella cabellera castaña pero no la vio por ningún lado; Estuvo a su lado en el entrenamiento de voleibol como de costumbre, pero apenas se distrajo un momento en las duchas desapareció de su lado.

Mientras caminaba de regreso a casa releía la conversación que tuvo una noche antes.

“¿Tu mamá se encuentra mejor?”

“Si, ya está durmiendo, con todo lo que bebió probablemente quedará rendida hasta mañana”

“Gracias por preocuparte, senpai”

“Me alegro”

“Parecía que querías decirme algo, ¿qué era?”

“Senpai, ¿tú recuerdas como nos conocimos?

“Si, fue cuando nos presentamos en el club de voleibol”

“¿Por qué?”

“Por nada en especial, solo quería saber si lo recordabas”

“Ya debo irme a dormir”

“Que descanses”

“Igual tú”

¿Había hecho algo mal? ¿Por qué parecía que Yamato lo evito ese día?

Si se equivocó en algo que dijo quería remediarlo invitándolo a comer algo, pero el día escolar ya había terminado y seguía sin poder hacerlo.

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—Senpai no recuerda que día nos conocimos, creo que es bueno, así no sabrá que me conoció porque me caí de forma vergonzosa en la lluvia —decía Yamato. Estaba sentado bajo su árbol favorito en el patio de la escuela junto a sus compañeros de clase.

—Sigo sin creerme que Kakashi-senpai te pidió tu número —soltó Iruka

—Ya es la tercera vez que dices eso —replicó Itachi

—Es que Kakashi-senpai no pide números, él da su número, ¿saben cuánto tiempo me costó conseguirlo? —Yamato e Itachi negaron con la cabeza —Un mes, y ni siquiera me lo dio él, lo hizo Gai-senpai, y aun teniendo el privilegio de que Kakashi-senpai te pida el número no le has dicho nada más, además de que te contestaba rápido, conmigo se tardaba tres horas para ponerme un “ok”

—Es que no sé qué más decirle, no soy bueno para las charlas —respondió Yamato bajando la cabeza

—Pues debes aprender a serlo, ¿o esperas que él te lea la mente y sepa lo que lo amas? —cuestionó Iruka.

—Solo charla de cualquier cosa con él, de seguro hay algún gusto que tengan en común —sugirió Shisui

—Ya me estaba preguntando cuando ibas a decir algo, ¿qué haces aquí? —interrogó Iruka

—Espero a Itachi para ir a casa juntos —contestó Shisui. —Y también quiero ayudar.

—Perdón por tardar, Minato-sensei nos pidió un favor —dijo Sukea llegando junto a Obito, Rin y Anko.

—Bueno, ahora si estamos todos —habló Yugao que también estaba presente. — Comencemos a planear una forma en que Yamato se le declare a Kakashi

—¿Cómo te sentirías más cómodo de hacerlo? —preguntó Itachi

—Hazlo frente a toda la escuela, así él no podría negarse —dijo Obito

—No, la presión social no es buena idea —corrigió Sukea. —Además de que le deben corresponder sus sentimientos, no solo sus palabras.

—Y estoy seguro de que ninguno de los dos estaría cómodo así, tal vez algo más discreto —sugirió Rin

—También hay que pensar que le gusta a Kakashi-senpai —habló Shisui

—Los libros—contestaron Yamato e Iruka al mismo tiempo, este último en un tono de molestia.

—Él solo sabe hablar de libros y libros —se quejó Iruka cruzándose de brazos

—¿Por qué no en la biblioteca? Es un lugar tranquilo rodeado de cosas que le gustan a Kakashi —dijo Anko

—Pero hay gente ahí, me daría mucha pena que nos vieran, más cuando empiece a vomitar los pétalos —contestó Yamato

Un foco pareció encenderse sobre las cabezas de Obito y Sukea que se vieron para sonreír de forma cómplice.

—Deja que nosotros nos encarguemos de despejar el lugar solo para ustedes —dijo confiado Sukea

—No entiendo porque es tan complicado, solo dile que te gusta y ya, una confesión clara y sencilla —decía Anko cruzándose de brazos. —Solo debes decir “Kakashi, me gustas, ¿quieres salir conmigo?”

—Eso suena aburrido y poco romántico, no funcionaría —replico Obito negando con la cabeza

—Pues a mí me funciono —dijo Anko

Obito se giró a ver a Rin quien asentía sonriendo.

—Pero creo que a Kakashi-senpai le gustan las cosas cursis un poco —dijo Yamato

—Si, si le gustan, el fin de semana se la paso viendo películas aburridas de romance con papá —habló Sukea rodando los ojos

—Me parece tierno eso —comentó Yamato

—A mí también —añadió Rin.

—Ew, definitivamente son tal para cual —soltó Iruka con cierto desagrado

—Entonces dejen que nosotros les pongamos el escenario perfecto para que te puedas declarar —dijo Sukea totalmente confiado.

Todos salieron de la escuela para despedirse y cada uno partir por su camino.

Yamato iba tras Anko, Rin y Yugao que discutían que plan podrían tener Obito y Sukea.

Hasta hace un par de semanas, nadie lo notaba, si hubiera muerto por Hanahaki en eso entonces, solo sus padres y sus dos mejores amigas se habrían enterado, y ahora había todo un grupo de compañeros preocupados porque viviera, tal vez el Hanahaki unía más que parejas.

— ¿Ya pensaste de que podrías hablar con Kakashi por mensaje? —le preguntó Rin acercándose a su lado

—Si, creo tener algo en mente —contestó Yamato sonriendo.

Kakashi estaba sentado frente a su escritorio. Sus libros y cuadernos estaban abiertos ya que debía hacer tarea, pero aun veía conflictuado la pantalla de su celular. Nunca se le había complicado algo, ¿por qué ahora se le hacía tan difícil enviar un mensaje? Dejo su celular sobre el escritorio y se levantó para ir a la habitación de al lado.

—Necesito ayuda —dijo parado en la entrada de la alcoba.

—¿Ayuda? ¿De qué tipo? —cuestionó Sukea extrañado

—Tú… ¿cómo invitas a las personas a salir? —preguntó Kakashi, Sukea pudo percibir un tono tímido.

—Es fácil, solo di “¿quieres salir a hacer tal cosa tal día?” y ya.

—¿Solo eso? —Kakashi lo vio extrañado, ¿era así de fácil?

—Si, mira —Sukea tomo su celular para marcar el primer número que apareció en su agenda para poner el altavoz. —Oye, Obito, ¿quieres hacer algo más tarde?

—¡Claro! ¿A qué hora y dónde nos vemos?

—A las 8, ven a mi casa y trae tu mochila, haremos la tarea de biología

—¿Eh? No, Sukea, tarea no —se quejó Obito

—Lo ves, fácil —dijo Sukea terminando la llamada

—Bien —Kakashi se giró para ir de regreso

Sukea entonces se dio cuenta de lo que estaba haciendo su gemelo así que fue rápido tras él para plantarse al frente frenando su paso. —¿Vas a invitar a salir a alguien?

—Bueno, algo así —respondió dudoso Kakashi

—¿A quién? —preguntó el castaño tomándolo de los hombros

—Aún no se si lo haré así que no te lo puedo decir —contestó Kakashi

—Vamos, dime, dime —insistió Sukea

—Si lo hago te digo —Kakashi aparto las manos de su hermano para seguir con su camino a su habitación y regresar a sentarse frente a sus cosas, vio que la luz de su teléfono parpadeaba indicando un mensaje nuevo, sonrió al ver el remitente.

“Senpai, ¿estas ocupado?”

“No realmente”

“¿Te gustan las series? Pensaba en ver una, pero no se cual”

“Recomiéndame una serie senpai, creo que tenemos gustos similares”

Kakashi se quedó pensativo para luego escribir.

“Si te recomiendo una serie animada no te vas a burlar, ¿cierto?”

“Por supuesto que no, jamás me burlaría de lo que senpai me recomiende”

El Hatake esbozo una sonrisa al leer aquello para contestar.

“¿Has visto Avatar?”

“¡Si! Es de mis series favoritas, la he visto 3 veces”

“¿En serio? Yo también”

“Te dije que teníamos gustos similares senpai :)”

“¿Quién es tu personaje favorito?”

Kakashi comenzó a textearse animadamente con Yamato, le gustaba hacerlo. La platica fluía tan fácil con él; comenzaron charlando de la serie para luego hablar de los gustos del otro. Compartían tantas cosas en común.

Sukea se asomó sigilosamente por el marco de la puerta. ¿Con quién charlaba Kakashi que lo tenía sonriendo mientras miraba la pantalla de su teléfono? Era la primera vez que lo veía así. Generalmente cuando Kakashi sonreía era al tener un libro entre manos, no mientras hablaba con alguien más.

—En serio Obito, no lo había visto así antes —contaba el castaño mientras salía del salón de clases junto al azabache. —Además, me dijo que quería invitar a salir a alguien, pero aún no sabía cómo hacerlo.

—Mmmm, espero que no sea nadie de quien tengamos que preocuparnos, el tiempo se nos acaba con Yamato —contestó Obito

—Ojalá lo que planeamos salga bien

—Si no funciona debes averiguar si a Kakashi le gusta alguien

—Pero eso es difícil, él es muy reservado; Ya intenté preguntarle y solo da negativas o desvía el tema

—Usa tu telepatía de gemelo para descubrirlo —sugirió Obito

—Te he dicho que eso no existe

—O quizá aun no la descubres. Ah, mira, ahí va Kakashi, que comience nuestro plan —indicó Obito al ver al Hatake.

Sukea asintió y fue hacia su hermano. —Oye Kakashi, Minato-sensei te estaba buscando

—¿Te metiste en algún problema? —preguntó Kakashi

—No, no, nada de eso, solo me dijo que te avisará que lo buscaras en su oficina —respondió el castaño

—Bien, allá voy, gracias —Kakashi camino hacia la sala de profesores

—Ahora busquemos al ojon —dijo Obito

Sukea saco su celular. —No será necesario, ya le aviso a Itachi

Itachi sintió su celular vibrar para revisarlo—Yamato, ve a la oficina de profesores

—¿A la oficina de profesores? ¿Para qué? —preguntó el castaño ladeando la cabeza

—Tú solo ve —ordenó Itachi

—Oh, bueno —Yamato lo vio extrañado para ir hacia la oficina de profesores, caminaba por el pasillo cuando vio una cabellera rubia asomándose en la puerta.

—Yamato, que bueno que te veo, ¿estas ocupado? —preguntó Minato acercándose a él con aquella amable sonrisa

—No —contestó el chico confundido

—Qué bueno, necesito que me hagas un favor —indicó Minato poniendo una mano en su espalda para guiarlo hacia la biblioteca. —Lamento la tardanza Kakashi, pero estaba buscando a alguien más que nos ayudará, por suerte Yamato está disponible

—¿Eh? —Yamato se giró a verlo, no terminaba de comprender que ocurría

—Verán chicos, el director me pidió ayudarlo a acomodar correctamente los estantes del fondo, pero justo hoy tengo un compromiso con mi esposa, yo sé que ustedes pueden ayudarme —dijo el docente mientras les sonreía

Yamato se giró a ver a su senpai quien levanto los hombros.

—Está bien Minato-sensei, supongo —contestó Kakashi

—La bibliotecaria salió temprano hoy, ya terminaron las clases así que no se preocupen porque alguien llegue, cierren bien cuando terminen. —decía Minato para ir a la salida. —Gracias —finalizo antes de irse.

Kakashi y Yamato se pararon frente a los estantes del fondo, todo estaba desacomodado, les tomaría un tiempo terminar eso.

—Pues comencemos o no saldremos de aquí temprano —habló Kakashi

—Bien senpai. —Yamato comenzó a acomodar los libros.

Minato fue hacia la oficina de profesores donde lo esperaban Sukea y Obito.

—Está listo, ellos estarán ahí mínimo una hora sin que nadie los moleste —dijo Minato

—Gracias Minato-sensei, sabía que era de confianza —habló Sukea sonriendo

—¿Cuál gracias? No olviden lo que me prometieron chicos, este sábado, les toca cuidar a mi hijo mientras salgo a una cena con mi linda esposa —soltó el rubio

—Si, si, no lo olvidamos —dijo Obito

—Bien, los veo mañana, suerte con lo que sea que estén planeando —contestó Minato con una sonrisa antes de irse

—Vayamos a ver que tal les va —indicó Sukea para ir hacia la biblioteca.

—¿Ves algo? —murmuró Obito mientras cargaba al castaño sobre sus hombros para que pudiera ver por las ventanas altas del lugar.

—Están charlando, creo que es algo gracioso porque Kakashi se está riendo —contestó Sukea en el mismo tono bajo

—¿Funciono? —preguntó Itachi acercándose junto a Shisui e Iruka

—Algo así —respondió Sukea

—¿Quieres ver? —le preguntó Shisui a Itachi quien asintió

—Es buen momento para que actives tu telepatía de gemelo y descubras de qué hablan —dijo Obito

—Te dije que eso no existe —replico Sukea

—Hablan sobre una película —dijo Itachi sobre los hombros de Shisui

—¿Cómo sabes? —preguntó Sukea

—Puedo leer un poco los labios —respondió Itachi

—¿Qué película es? —indagó Obito

—Harry Potter

—Que nerds —soltó Iruka sacando la lengua

—Pues será cosa de nerds pero creo que les funciona, de alguna forma Yamato hace reír a Kakashi—comentó Itachi

—¿Eso es posible? Pensé que solo podía trabarse al hablar —bromeo Obito

—Detuvieron su charla, creo que Yamato le dirá algo —informó Sukea viendo expectante

—¿Se va a confesar? —preguntó Shisui curioso

—¡Hey! ¡¿Qué hacen?! —exclamó alguien acercándose

Los chicos se giraron a ver quién era, se trataba de Gai.

—¿Saben si Kakashi está ahí? —preguntó el chico acercándose a la puerta de la biblioteca

—No, no, no abras —Sukea dio un saltó para bajar de Obito

—Kakashi-senpai, yo…quería decirte que —hablaba Yamato de forma nerviosa, Kakashi lo veía fijamente

—¡Hey! ¡Kakashi, hora de irnos! —gritó Gai abriendo la puerta de golpe

—¡No! —exclamaron Obito y Sukea que intentaron detenerlo

—Ah, lo siento Gai, olvide que saldríamos juntos —dijo Kakashi al verlo para ir hacia la salida y ver al resto confundido. —¿Pasa algo?

—No, nada, nosotros, solo íbamos de salida —contestó Sukea

—¿Estas ocupado Kakashi? ¿Quieres que te ayude? —habló Gai para entrar a la biblioteca.

Yamato se había quedado pasmado, estuvo tan cerca de hacerlo, sentía como su corazón latía velozmente.

—¿Ustedes necesitan algo? —preguntó Kakashi viendo a Itachi y Shisui

—Nosotros esperábamos a Yamato para irnos, senpai —contestó Itachi

—Oye Yamato, si quieres puedes irte, Gai y yo nos encargamos de terminar esto —dijo de forma amable Kakashi

—Bien senpai —el castaño camino hacia la salida de forma tranquila

—Te envío un mensaje más tarde para seguir hablando, ¿está bien? —le dijo Kakashi

—Claro, estaré esperándolo —Yamato le sonrió para ir hacia sus amigos

—¡Vamos Kakashi! ¡Hagamos de esto una competencia! —exclamó Gai

—Quien termine primero compra el curry del otro —contestó Kakashi acercándose a su compañero

Los chicos salieron de la escuela, Yamato iba al frente sonriendo de forma tranquila.

—¿Estas bien? —preguntó Itachi acercándose para tocar su hombro

—¡Casi lo hago! ¡Sentí que iba a morir! ¡Ah! —Gritó Yamato llevando sus manos a su cabeza de forma ansiosa —No puedo creer que en serio lo iba a hacer, ¿en qué estaba pensando?

—Se veía que la estaban pasando bien —comentó Sukea

—Si, estábamos charlando felizmente, pero, pero, yo casi le confieso que me gusta, ¿y si no me correspondía? Iba a morir rodeado de libros —hablaba nervioso Yamato

—Suena una muerte razonable para ti —soltó Iruka

—Ya, ya, tranquilo, creo que iba a funcionar, no había visto reír a Kakashi así antes —lo calmo Sukea dándole una palmada en la espalda.

—¿A qué te refieres? —preguntó Yamato

—Creo que Kakashi se la estaba pasando bien contigo, eso es bueno, él esta con esa cara de aburrido todo el tiempo, pero contigo estaba feliz —explicaba Sukea

—Espera, estas diciendo que tal vez, solo tal vez, ¿hay una pequeña posibilidad de que a Kakashi si le guste ese rarito? —cuestionó Iruka señalando a Yamato

—Dime Yamato, ¿tú eras con quien Kakashi estuvo texteando ayer? —preguntó Sukea poniéndose serio

—Si, como Shisui dijo que hablará con él de cualquier cosa estuvimos hablando de nuestras series favoritas —contestó Yamato

—No te quiero ilusionar, pero creo que sí, hay una posibilidad de que le gustes a Kakashi —habló de forma confiada Sukea

—Bien hecho —lo felicito Shisui dándole un leve golpe en el brazo a Yamato quien solo pudo sonreír.

—Aunque ahora Gai arruino nuestro plan —dijo Obito

—Dejen que nos encarguemos ahora nosotros —Itachi tomo la mano de Shisui quien asintió. —Yamato, haremos que de nuevo te quedes a solas con Kakashi-senpai para que puedas hacerlo

—Bien, aun así, gracias por lo que hicieron Sukea y Obito, yo igual me la pase bien charlando con Kakashi-senpai

—Vamos, no nos agradezcas, me agradas como cuñado, así que debes vivir para serlo —dijo Sukea guiñándole el ojo.

Yamato se despidió del grupo para ir hacia su casa. Aun iba algo alterado, ¿de dónde demonios saco la valentía para casi declararse a Kakashi? Ni él lo sabía, solo se estaba dejando llevar por el momento.

Fue a su habitación y reviso su celular, tenía un mensaje de su senpai.

“Parecía que querías decirme algo hoy, ¿qué era?”

“Te lo digo después, senpai”

“Bien.”

“Fui a comer curry con Gai, ¿te gusta el curry?”

“No soy muy fan del picante realmente”

“Ni yo, pero Gai invito así que no me podía negar a la comida gratis”

Yamato no pudo evitar soltar una risa al leer el mensaje.

“Debo hacer tarea”

“Nos vemos mañana”

Pudo haberlo dicho ahí, pero proclamar su amor mensaje no era tan buena idea, si lo iba hacer lo haría bien y en persona.

Comenzó a toser, estaba cerca, cerca de poder hacerlo, pronto eso terminaría o eso esperaba porque sentía como la cantidad de pétalos que expulsaba iba en aumento.

La puerta de su habitación fue abierta de golpe. —Oye hijo, vamos a cenar…pizza—Dan lo vio para quedarse boquiabierto

—¡Papá! ¡No, no es lo que parece! —Exclamó el castaño mientras los pétalos volaban a su alrededor

—Lo tienes…tú lo tienes —dijo Dan