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Shoebox [ChanChang] por erickkbaj

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Shoebox [ChanChang]

“Estoy volviendo a casa

Si esperas un poco,

Voy a estar de pie en la puerta

Nunca estarás solo

Si ya es demasiado tarde,

Estaré acostado a tu lado cuando abras los ojos”

—Epik High; Shoebox

 

Las noches usualmente se volvían largas, y en ocasiones solitarias cuando nadie le acompañaba. Era su trabajo, pero sobre todo era su pasión, crear música y escribir canciones para que su grupo de chicos las pudiera interpretar y lo amaba, no sé quejaba de nada, amaba quedarse en el estudio en las madrugadas, desesperarse por no obtener el ritmo que quería, de esa manera era feliz, amaba cada parte del proceso pues de alguna manera fue por lo que había renunciado a varias partes de su vida.

Siempre le tocaba ver los amaneceres, su estudio tenía un pequeño balcón donde podía estar y observar esas acuarelas cálidas y algunas veces frías sobre el cielo, particularmente las de otoño e invierno le encantaban, el frío de la mañana le hacía estragos en el cuerpo, su piel pálida se tornaba tan blanca como la de un vampiro clásico, sus labios gruesos se agrietaban y se tornaban morados mientras que al dar un respiro o en ocasiones un suspiro liberaba vapor, como si estuviera fumando. Y ahí está de nuevo, recordándole, porque simplemente no puede hacer otra cosa que no sea pensar en él, en su amor, su vida entera, su musa e inspiración.

—Va a hacer una noche larga. —Suspiraba el menor de los dos al otro lado de la bocina del celular mientras éste se detiene, soltando un suspiro con la cena en mano, esperaba pasar esa noche con él, no había tenido tiempo para cocinar, pero había ido por algo de pollo frito al salir de la empresa.

—Pero bebé, ya voy a casa. — Respondía con tonos de tristeza.

—Sí, va a hacer una noche larga. — Sonrió el chico llegando a su fría habitación, colocando una almohada a su lado intentando reemplazar el calor del faltante.

—Sabes que yo…—

—No te olvides de comer, hace frío, abrígate, no quiero que enfermes ¿De acuerdo? Si no me vas a tener ahí será mejor que usen la manta que te regalé. —La voz del menor se escuchaba igual de triste, mejor dicho resignado, comprendía la situación en la que estaba su pareja, así que aunque a veces se sentía solo no podía ser egoísta pues sabía que BangChan hacía y amaba lo que hacía, si él era feliz todo estaría bien.

—Te amo, Binnie.. — Sonrió con una de esas amplias sonrisas, sintiéndose dichoso por tenerlo a su lado de esa forma.

—Buenas noches. — ChangBin colgó a la llamada, dejando su celular sobre la mesita de noche a un lado de su cama, cubriéndose con las sábanas para pretender dormir.

Nuevamente terminaba creando canciones para él, los acordes de guitarra o las teclas del piano siempre lo llevaban hasta él, siempre tomándose su tiempo para arreglarle cada semana alguna melodía corta, de cierta manera trataba de compensarlo, lo que no sabía era que cada vez que faltaba ChangBin, se quedaba durmiendo escuchando cada una de esas melodías, deseando tener a su lado a su pareja.

—Ya voy a casa. — La ahora rasposa voz de BangChan se dejó escuchar en esa fría mañana, cerrando el estudio saliendo del edificio y pensando en que si se apresuraba un poco más ya iba a estar parado frente a la puerta de su hogar recordando en el camino algunas palabras que antes le decía a ChangBin cuando recién decidieron empezar su relación.

Amor, nunca estarás solo. Si ya es demasiado tarde, voy a estar acostado a tu lado cuando abras tus ojos. — Le repetía durante las noches. —Puede que sea un poco tarde, pero el tiempo que pasa cuando voy a casa, este silencio es sólo la paz absoluta. — Le susurraba en ocasiones cuando se recostaba a su lado mientras acariciaba sus cabellos hasta quedarse dormido.

—Nunca es casa sin ti, completamente sólo sin ti. Voy llegando. —Repetía las letras de la música en su celular.

Observaba las calles vacías mientras atravesaba el parque cercano a su edificio, suspirando mientras se acomodaba de mejor forma su bufanda al recordar el frío pensando en que ChangBin le regañaría al verlo, dejando huellas y pisadas sobre la nieve.

Al estar en casa se quitó sus deportivas, dejándolas sobre la caja de sus zapatos, adentrándose en la cama abrazando al menor por la espalda, sabía que al entrar a su habitación encontraría al menor acurrucado, esperando a ser la cucharita pequeña de esa noche.

BangChan dormiría toda la mañana hasta tarde debido a su desvelo, siempre ha pensado que ChangBin dormía demasiado pues siempre terminaban despertándose al mismo tiempo, sin embargo, ChangBin nunca podía dormir bien sino estaba su novio a su lado, porque simplemente lo necesitaba, de su calor, de sus brazos, de su voz y de su silencio para poder estar en paz, descansar y dormir, por lo que cada vez que llegaba tarde por una noche de desvelo, él había pasado una noche en vela por su regreso.

—Te amo. — Susurró cuando escuchó la lenta respiración tras su nuca, señal de que el mayor estaba dormido recibiendo como respuesta un abrazo fuerte, inconsciente de parte de BangChan.

El mayor siempre agradecería esos pequeños gestos que tiene con él, nunca pensó poder cumplir su sueño de crear música y tener una musa que lo acompañaría siempre, se amoldaban tan bien que a veces parecía solo un sueño, a veces temía que al despertar todo sería solo eso, un sueño, pero cada que abría sus ojos podía ver las hermosas mejillas y mandíbula afilada de su chico recostado a su lado como un niño pequeño, a veces roncando a su lado, ofreciéndole las mejores postales, reía internamente, rodeándole con fuerza notando como sobre la caja de sus zapatos se encontraban los de ChangBin, tan adorable.

FIN

Notas finales:

Gracias por leer


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