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Pausa por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

Los personajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling.

Los personajes de Katekyo Hitman Reborn pertenecen a Akira Amano.

 

Hago uso de sus personajes sin fines de lucro. Es una de las tantas ideas a las que ya no le puedo dar más seguimiento.

 

jueves 14, julio 2022.

Notas del capitulo:

Tengo muchas ideas en mi cabeza sobre fics que me encantaría escribir, pero, al intentar hacerlo no me salen. He visto que no hay muchas actualizaciones mías. 

Pausa    

I      

 

Han pasado varios años desde que terminó la guerra en el Mundo Mágico... al menos la guerra en la que mi presencia estaba "profetizado" y todo ese rollo. No he regresado a ese lugar que muchos llaman mi hogar, mi patria y Mundo cuyo final evité, para mí, para mí solo fue desolación, arduo trabajo, incomprensión y muchas memorias dolorosas. Luego de la guerra fui a Francia a visitar a Bill y Fleur, salí a pie de su casa y estuve recorriendo varias ciudades, me estuve actualizando en cuanto a tecnología muggle, estuve aprendiendo cosas nuevas e inimaginables, casi no usaba Magia a pesar del aprecio que le tengo. No tuve una vida llena de lujos pero tampoco me quedé en la calle, dejé crecer tan solo un poco mi cabello y usando una bandana que cubría mi frente fui irreconocible para los pocos magos y brujas que llegué a ver en la calle.  

Otro motivo para no usar Magia es... por una habilidad adquirida en la última batalla, luego que Voldemort cayera, que la barita de sauco llegara a mis manos fui dueño absoluto de las Reliquias de la Muerte; capa, piedra y barita; claro que una deidad tan antigua como la Muerte no entregaría artefactos que brindaran inmortalidad o que tuviera poder sobre ella... fue astuta incluso en sus "obsequios". Al estar tan cansado de la batalla no dije ningún hechizo, nos encargamos de reparaciones, identificar los caídos y avisar a sus familiares... fue en el funeral de Fred en la Madriguera, donde tras realizar un hechizo sutil de limpieza en la mesa de la cocina empapada en el té que se me había derramado que lo vi, era Fred, estaba recargado en el umbral de la sala donde todos estaban reunidos. De la impresión caí de mi asiento, algunos preguntaron sobre mi bienestar pero solo presté atención a la mirada triste de Fred... nuestros ojos se cruzaron y él también se vio sorprendido.  

Tras una incómoda interrogación de parte de los pelirrojos logré salir al patio solo, bueno, no solo pues Fred me acompañaba, tras una larga distancia donde estuve seguro nadie me escucharía empecé a charlar con él, me contó que cada vez que yo usara Magia, por obra de aquella Reliquias, el espíritu más cercano o más necesitado sería visible para mí, con estos espíritus podría hablar y a través de mí ellos realizarían su última voluntad, transmitirían su último mensaje y quizá tendría que ayudar en realizar venganzas... derrumbado en el suelo, Fred me dijo que la Muerte no me aceptaría como Amo hasta que probara mi valor como tal. Incluso si yo no deseaba el título al haber reunido sus Reliquias no se esperaba nada más.   Lo miré con tantas dudas que incluso pareció entender, me dijo que él no tenía mensajes pendientes para su familia, dijo que antes de la batalla se dijo lo que se tenía que decir, dijo que fue él a quien pude ver porque fue elegido para explicarme esta nueva "habilidad"... llevaba un tiempo siguiendo mis pasos que se sorprendió allá dentro de al fin poder verlo... también me dijo que muchos espíritus hasta han olvidado el propósito que los atan al mundo de los vivos y que no todos podrían marcharse... yo, ya no sabía qué hacer.   

Me preguntaba si mi vida siempre sería regida por alguien más.       

Sentí que alguien acariciaba mi pelo, era Fred, me miraba con cariño y algo muy cercano a lástima antes que sacudiera su cabeza y me brindara una de sus sonrisas, me aseguró que todo estaría bien... quise creerle.    

 

 

II  

 

Me llevó tiempo aprender más sobre esta nueva habilidad, sin usar Magia algunos espíritus eran lo suficientemente fuertes como para presentarse ante mí. Cometí muchos errores, incluso algunas veces tuve que huir de la policía, de Aurores o de la fuente de autoridad más cercana donde quiera que me llevaban los espíritus que no me dejaban solo hasta que entregaban sus mensajes, desenterraba sus tesoros, buscaba un buen lugar para su objeto más preciado, aprendía cierto oficio o una ocasión un tanto incómoda llevar a un baile escolar a una chica cuyo novio le prometió hacerlo incluso desde el otro mundo. Nunca aprendí a bailar. Dejar que el chico tomara posesión de mi cuerpo fue más extraño que luchar contra un Imperio, luego que él se marchó y dejé a la chica con sus amigas me fui directo a los baños, vomité hasta lo que cené la semana pasada.

Aprendí una danza de espadas, aprendí a realizar algunos trabajos de carpintería, tocar algunos instrumentos, a navegar un yate, a bailar la danza del venado, a leer a penas jeroglíficos de Egipto, y otras antiguas culturas... aprendí que algunas personas valoran tanto objetos por su sentimentalismo que por su valor económico; un broche pasado de generación en generación pero ya no hubo más herederas, una caja musical gastada que no debería ir a la basura, un suéter azul que logré rescatar al casi desecharlo, lo convertí en un cojín para la sobrina preferida, desenterré un cofre lleno de joyas de un pirata que prefería ver su tesoro en manos de cualquiera que de su enemigo a punto de descubrir su motín. Aprendí que las palabras son peligrosas si no se tiene cuidado, palabras como "lo prometo", "lo juro", "incluso si muero", "en esta vida y en la otra" y tantas otras variaciones era lo que a muchos los retenía en este mundo.  

De un Mago cuya meta en vida era publicar su investigación, realizada toda su vida, pasé en su compañía casi un año, y fue que lo noté. No envejezco como todos lo hacen, es como si "pausara" el tiempo cuando estoy bajo la influencia de las Reliquias y en "compañía". Solo espero no encontrarme con algún "pendiente" que me haga quedarme en pausa por muchos años. De por sí ya no me era posible regresar al Mundo Mágico, en el mundo muggle con tanta tecnología es posible que llame la atención de alguien indeseado.      

 

 

III  

 

Aprendí a vivir con este modo de vida, siendo nómada el camino me llevó por lugares remotos y a veces era obligado a regresar a grandes ciudades para dar fin a ciertos asuntos pendientes, justo al pasar por Roma me vi atado a un espíritu necio: era un chico de casi dieciocho años, era flacucho y un tanto alto si no se encorvara como temiendo a su propia altura, tenía el pelo revuelto lleno de rulos espesos y sus ojos eran azules, me dijo que ya llevaba una década buscando a un hombre que le prometió matrimonio en su adolescencia.    Ante mi cara de incredulidad me explicó que vivió en Palermo, en su infancia solo recordaba haber vivido en las calles con varios otros, a no muchos recordaba pues a veces desaparecían y por ley solían no "apegarse" a los demás (dolía menos cuando dejaban de verse) pero él junto con otro chico lograron conocer las calles mejor que nadie, no les faltó comida ni vestimenta aunque lo llegaban a obtener de manera ilegal... dijo que su amigo encontró un trabajo que de pronto los sacó de los callejones, los vistió con ropa cara y sus comidas eran de restaurantes cinco estrellas... dijo que su amigo le dijo que debían separarse y él se negó.  

Su amigo le dijo que su trabajo le indicaba viajar mucho, durante largos periodos de tiempo y que correría mucho peligro el estar a su lado. Lloró desconsolado, su amigo regresó y le entregó un anillo, le prometió casarse a su regreso y el espíritu admite con pesar que fue a esa promesa a la que se aferró toda su vida. Le hizo prepararse, le hizo crear una pequeña empresa y expandirla más que nada con la esperanza de cruzar camino con el dueño del anillo que nunca se quitó.   

 

 

IV

 

Llegué hasta un lugar en Japón llamado Namimori, el hechizo de búsqueda me guiaba hasta una casa de dos pisos, muy ruidosa y en un barrio acomodado. Tulio compartía mi sorpresa por no haber sido alguna casa de asistencia o un hospital, le preocupaba que su amigo lo hubiera olvidado casándose con alguien más formando una familia. A mi me preocupaba el cómo me "desharía" de Tulio si su "misión" era casarse con alguien ya casado.   

Toqué el timbre y una mujer abrió la puerta, pregunté si podía hablar con Renato Sinclair y recibí una negativa, no había nadie con ese nombre en esa casa, tras ella vi a un niño castaño muy tierno y un bebé con un curioso traje y sombrero... como no podía decirles que era magia lo que me aseguraba sí se encontraba en ese lugar aquél por el que preguntaba, decidí marcharme. Regresé a un parque por el que pasamos, fui a la sombra de un frondoso árbol y me dejé caer de rodillas, estaba cansado por el viaje y por escuchar la tristeza emanar de Tulio.  

--Tal vez, Renato no está ahí de verdad.--susurró.  

--Tiene que estarlo, todo indica que esa casa es donde él reside.--suspiré.  

--Podrías estar equivocado.--insistía.  

--No, esa información es más verídica que tu edad aparente.--bufé.  

--Fue en esta apariencia que hicimos esa promesa.--esta vez fue él quien suspiró --Sé que no era un adonis pero él tampoco fue perfecto, conocimos nuestras fallas antes que nuestras virtudes y aún así seguimos juntos por mucho tiempo, nos mantuvimos vivos y si no hubiese sido por su trabajo...  

--¿Sabes a lo que se dedicaba? Cada que mencionas "su trabajo" es como si usaras solo mayúsculas, y hasta subrayado.--al fin dije mi duda en voz alta.  

--Sólo puedo hacerme una idea, recuerdo que un día llegó todo ansioso, agitado y fuimos al bordo del río más cercano... lo vi sumergirse y hasta pensé que no saldría del agua, salió con más calma y de ese día de abril en adelante lo vi casi paranoico; luego dejé de verlo un par de días y esta vez trajo mucho dinero, vestía de negro completamente y jamás lo vi perder la calma otra vez.  

--¿Cuál era tu idea? Respecto a su trabajo me refiero.  

--Estaba en algo turbio, caminaba con total confianza por la calle cuando salíamos a comer aunque también notaba que no me ponía atención a lo que le decía por ir mirando callejones, techos y algunas personas que nos cruzábamos; un día el restaurante en el que comíamos fue atacado, varios hombres con armas dispararon al techo y a hacia la barra del lugar...  

--¿Disparos? Pero fue un asalto, ¿no fue así? --su amigo era muy paranoico como no ser consciente de atraer peligro.  

--No estoy seguro, Renato me hizo esconderme bajo la mesa y dijo que regresaría, hubo más disparos junto con sonidos de cosas rompiéndose y luego solo hubo silencio.  

--¿Qué crees que sucedió?--pregunté luego de un par de minutos de silencio.  

--No lo sé, tenía miedo de salir de donde Renato me dejó que si no fuera porque él mismo regresó por mí yo no habría salido... al siguiente día fue que se marchó.--miraba en la distancia, en su recuerdo.  

--También hicieron esa promesa.--lo que lo ata a seguir como espíritu en este mundo.  

--Sí, --suspiró --en el transcurso de mi vida en varias ocasiones pensé que si ese día en lugar de quedarme escondido bajo la mesa habría hecho otra cosa como salir en busca de Renato, salir del restaurante, incluso haber llamado a la policía... el haber hecho alguna otra cosa que esperar tal vez, tal vez nunca nos hubiéramos separado.  

--Eso es algo que no podemos saber, lo pasado no se puede cambiar y pensar en lo que podría cambiar de haber tomado otra decisión no es una buena manera de vivir.--me arrepentí de mis palabras casi en seguida.  

--Estoy muerto, eso no me sirve de nada... solo pensar que por mi debilidad me separé de la única persona que estuvo conmigo siempre. --lucía arrepentido de verdad.  

--Creí que dirías algo así como "por mi debilidad me separé de la única persona a la que he amado".--en estos años, "amor" es la razón con la que más me topo al ser encontrado por espíritus.  

--¿Amado?--me miró confundido.  

--Claro, ¿por qué otro motivo querrías casarte con alguien si no por "amor"?--era casi una regla.  

--Por muchos otros motivos; arreglo al nacer, mejor posición social, por dinero, por compromiso moral, porque era lo que se espera a cierta edad, por embarazos accidentales o no deseados, por... --enlistaba con tranquilidad.  

--Está bien, está bien, acordemos que "amor" no es la prioridad para muchos. En todo caso, si no es... ¿por qué quieres casarte con Renato?--necesitaba saberlo, para saber cómo ayudarlo a cruzar al otro mundo.  

--Lo prometimos.--dijo mirándome a los ojos.  

--Lo prometieron.--repetí sin expresión.  

--Sí. --afirmó.  

--...¿nada más? --no pude evitar el tono de incredulidad en mi tono de voz.  

--Me dejó si anillo cuando lo prometimos.--me mostró el anillo al se aferra tanto. De hecho, era un anillo de metal gris, tenía líneas que daban la ilusión de picos, parecía un anillo muy intimidante y que tal vez podría dañar al que que lo portara.   

No lucía algo a lo que alguien pudiera darle tanto valor sentimental. Pero cada persona es diferente, como lo he visto en estos años.  

--Una promesa y un anillo... es lo que te ata a este mundo todavía.--recapitulé.  

--Correcto. --suspiré al escucharlo.   

--Merlin, dame paciencia... o llévame de una vez.--murmuraba mientras masajeaba mi cabeza para evitar arrancarme el cabello.     

 

 

V  

 

Del árbol cuya sombra aclamaba, cayeron el niño y el bebé que vi en la casa donde pregunté por el paradero de Sinclair. El niño se quejaba, el bebé me  miraba muy atento... me parece que me escucharon "hablar" con Tulio.  

Con magia, podría ser posible que uno de ellos dos pudiera ser Sinclair, existen ritos, pociones e ilusiones que juegan con la idea de la inmortalidad y la juventud eterna... el niño se parece demasiado a la señora Sawada... miré otra vez al "bebé": ¿los bebés pueden usar trajes de diseñador, pararse firmemente, mantener la mirada de esa manera intensa?  

--¿Señor Sinclair? --le llamé.  

--Reborn.--corrigió.  

--Mi nombre es Harry Potter, me gustaría darle un mensaje de un antiguo amigo suyo, Tulio De Rosa.--dije, aprendí que entre más pronto la otra persona esté consciente de lo que conlleva mi trabajo, y de acuerdo a su reacción, podía ir planeando el cómo realizar todo el trabajo.  

--No conozco a alguien llamado Tulio De Rosa.--dijo el "bebé".  

--¿Qué? ¿Está bromeando? Siempre tuvo un sentido del humor bastante peculiar.--Tulio se encargó de pasar por sorpresa, ira, y una calma extraña, como si estuviera acostumbrado a tales bromas.  

--Él falleció hace diez años aproximadamente, señor Reborn, pero no puede cruzar al otro mundo hasta que entregue su mensaje y se cumpla su "promesa".--expliqué, de todas maneras ya habrás escuchado algo de lo que platicamos Tulio y yo.  

--Eres bueno, en verdad crees que existe alguien llamado Tulio De Rosa que me conoce, o conocí, si te sigo el juego.--dijo Reborn colocando sus manos en los bolsillos de su pantalón.   

--Tal vez, el hechizo que realizó para tener su joven apariencia... ¿interfiere con su memoria?--quise remarcar.  

--¿Qué sabes acerca "hechizos" que me convirtieran en esta forma?--preguntó entre dientes, con una pistola apuntando a mi frente.  

El niño que venía con Reborn se notaba más agitado que yo, incluso que Tulio que estaba escondido tras el árbol del que ambos niños cayeron. Para ser un fantasma, olvidó que ya nada lo puede lastimar en el mundo físico.  

--¡Reborn! Espera, detente, ¡no puedes ir apuntando a las personas solo porque sí!--exclamaba el niño casi frenético.  

--Supongo que el trabajo que le hizo dejar atrás a Tulio tiene que ver con hechizos y con armas.--ahogué las ganas de suspirar, miré al niño --Hola, me llamo Harry. ¿Conoces a alguien con quien el señor Reborn haya tenido contacto antes de adquirir esa forma o antes de bloquear su memoria?  

--¿Yo?, no... no, hay más personas pero ellas... --Reborn lo cayó con un buen golpe en su cabeza, ya no tenía el arma pero sí un mazo enorme.  

--Dame-Tsuna, nunca des información a gente desconocida. Primero investiga la veracidad de sus palabras, ¿no ves que puede ser un estafador?--regañaba Reborn al pobre niño que tallaba su cabeza tratando de aliviar el dolor de tremendo chichón.  

Me arrodillé a su lado, ante la mirada cargada de amenazas de Reborn, coloqué mi mano derecha sobre la parte en que el niño tuviera más dolor. Hace mucho que dejé de usar la barita, a veces solo haciendo ademanes con mis manos bastaba para hacer hechizos; primero porque al realizar magia obtendría algún encargo (como Tulio), y porque a veces que puede más mi manía de salvar a la gente (por fortuna al estar con un alma, no puede interferir otra alma). El niño se vio aliviado, me miró con sus enormes ojos color chocolate y sonrió con agradecimiento. Su sonrisa es contagiosa.  

--Listo, adiós dolor.--le dije.  

--Gracias, Hari-san.--murmuró --¡Ah! Mi nombre es Tsunayoshi, mucho gusto. --se presentó.  

--Hola, Tsunayoshi-kun, es un gusto conocerte.--no me fue difícil el pronunciar su nombre, estuve un tiempo en Japón hace tiempo.  

--Solo Tsuna está bien, Hari-san.--dijo el ni-Tsuna.  

--Aléjate de mi alumno.--dijo Rebor, miré a mi izquierda y vi que tenía otra vez su arma apuntando a mi cabeza, en mi oreja podía sentir el frío del metal.  

--Solo quise aliviar que le ha causado, señor Reborn. Mi trabajo es con usted, el mensaje y última voluntad de Tulio De Rosa.--le dije mirando sus profundos ojos negros.  

--Ya lo dije, no conozco a nadie llamado Tulio De Rosa.--masculló.  

--Pregúntale si ha logrado aprender a hablar con animales, cuando nos separamos me comentó algo acerca de extrañas habilidades de lenguaje.--dijo Tulio ya fuera de su escondite y más cerca a nosotros.  

--Tulio pregunta si logró hablar con animales. La última vez que se vieron, le comentó sobre habilidades lingüísticas.--repetí.  

--No hablo con animales.--dijo Reborn.  

--Pero dijiste que las abejas y otros insectos son tus espías.--dijo Tsuna, le sonreí.  

--No te metas, Dame-Tsuna. Es confidencial.--le aseguró mientras le dedicaba una mirada que decía "no hables más".  

--Tiene una cicatriz en la palma derecha, se quemó al sacar pan de una charola caliente para que comiéramos algo en aquella semana.--intentó Tulio nuevamente.  

--En su palma derecha, tiene una cicatriz de quemadura. Se lo hizo al tomar una charola caliente, para tomar el pan en ella.--repetí.   

--No hay cicatrices en mi cuerpo.--aseguró.  

--Por supuesto que no. Los hechizos o rituales de rejuvenecimiento suelen desaparecer cicatrices, por las nuevas células que cubre el cuerpo.--dije en voz alta.  

--Bueno, estamos perdidos.--exclamó Tulio.  

--¿En serio? ¿Qué te dio esa idea?--dije otra vez, Tsuna me miró confundido, disimuladamente miró al rededor en busca de alguien más.  

--Los estafadores no bien recibidos, vete o te vuelo los sesos.--amenazó Reborn. Indicó a Tsuna que se levantara, señaló el camino y empezaron a avanzar.  

--Cuando tiene pesadillas, en las noches, no se levanta o prende la luz, solo abre los ojos y mira hacia la ventana cercana, al cielo. Espera que aclare un poco y se levanta para ir a correr.--decía Tulio mirando al cielo despejado.  

--Cuando tiene pesadillas, al contrario de todo el mundo que decide levantarse y encender la luz, usted se queda igual, mira por la ventana al cielo estrellado. Al llegar el alba, se ejercita.--dije fuerte, antes que se alejaran más.   

Tsuna se detuvo, Reborn siguió avanzando aunque sus pasos eran cortos.  

--Usa trajes de marca, come de lo mejor, prefiere lo caro y con clase, lo que sea que le haga olvidar que vivió en las calles y a andar sin calzado en tormentas y pleno invierno.--murmuraba Tulio al mirar sus propios zapatos.  

--Sus trajes y gustos caros es lo que le ayuda a olvidar su vida en la calle, donde pasó inviernos y tormentas sin calzado y con frío.--dije no tan alto, hay cosas que no deben gritarse a los cuatro vientos.  

--Usa sobrenombres en personas que admira, le parecen interesantes para pasar su tiempo y compartir cosas de su vida. Como ese niño, que le dice "inútil" a pesar que es una palabra mala.--dijo esta vez mirando al niño que no dejaba de mirarme a mí y al bebé cuyo paso era más lento.  

--Solo usa sobrenombres en personas que admira y le parecen dignas de compartir cosas de su vida. Como con Tsuna, al llamarle Dame cuando es una palabra más usada en insultos.--dije más fuerte.  

Tsuna parecía sorprendido. Estaba todo rojo pero su rostro era más de alguien con miedo. Reborn se detuvo y me miró con gran rencor. Tulio se acercó a mí y me dijo algo al oído. Abrí los ojos demasiado.  

--No hay manera que le diga eso.--dije con firmeza.  

Tsuna me miró confundido, una vez más tratando de ver al rededor por si hubiera otra persona.  

--Tiene que saberlo, jamás podría cambiar aunque perdiera la memoria como dice.--aseguró Tulio. Rechiné los dientes.  

--Tsuna, por favor cubre tus oídos muy fuerte. Mira a otro lado, no te gustará escuchar lo que voy a decir.--le pedí.  

Él rápidamente colocó sus manos en sus oídos, cerró sus ojos y empezó a tararear una canción en voz baja. Solté aire, coloqué una mano detrás de mi cuello, estaba nervioso, y al fin hablé.  

--Lo que más le atrae de una persona, no importa si es mujer u hombre, es que tenga piernas largas, una clavícula marcada, cuello delgado y manos pequeñas.--traté de mantener su mirada a pesar del calor que me invadía, esto era vergonzoso --Piernas largas para que se enreden en su cadera o cuello, una clavícula marcada le parece lo más sexy que existe, un cuello delgado que pueda rodear con una sola de sus manos --tragué saliva, realmente era vergonzoso lo que estaba diciendo --y manos pequeñas que puedan sujetar el corto cabello que le gusta mantener. Le gusta que su amante sea desenvuelto en la cama, pero le encantan los serios para que los haga reinventarse y gritar su nombre... --no pude seguir.  

Oculté mi rostro con mis manos, podía sentir lo rojo que estaba por la pena de decir estas cosas en voz alta.  

--¡No sigas!--le dije a Tulio cuando sentí que iba a abrir la boca y continuar con sus pruebas --Por favor, no sigas. Dime otras cosas, pero, no... no me interesa saber sobre la vida sexual de otras personas.  

--Eso lo puede saber alguna de las personas con las que he compartido cama.--decía Reborn como si no tuviera la apariencia de un bebé.  

--Mentira.--dijo Tulio --Renato no habla durante el se...  

--Basta Tulio, de verdad,--suspiré, es cierto lo de aprender algo nuevo cada día, no esperé avergonzarme tanto al recitar los mensajes de un fantasma. --será muy difícil que me crea si no tiene memorias tuyas.  

--¡Pues devuélveselas!--exigió, estaba más triste que enojado.  

--No puedo, Tulio.--dije con calma --Reborn tiene sus razones para haber olvidado.  

--Se olvidó de mí. Eso no es justo.--dijo serio.   

Hubo una fuerte ráfaga de viento, Tsuna gritó asustado por lo repentino de la situación, Reborn seguía como si nada sucediera, Tulio desapareció. A veces se cansan los espíritus al tratar de interactuar con los seres vivos, más cuando se trata de manipular el ambiente.    

--¿Qué fue eso?--preguntaba Tsuna de rodillas en el suelo.  

--Un espíritu triste y enojado.--dije --Tardará un tiempo en volver.  

--Tú, de verdad crees que interactúas con fantasmas.-- decretó Reborn.  

--Yo tampoco lo creía. Aunque ya llevo muchos años en el oficio. --dije con honestidad --¿Hay alguna razón para creer que desea recuperar sus memorias perdidas? --pregunté en busca de alguna esperanza.  

--Ninguna. --masculló.  

Y ahí se fueron mis fuerzas de seguir.  

--¿Podría ser tan gentil de darme un balazo?--casi supliqué.  

--No, no, nada de balazos. Hari-san, eso no es para bromear.--decía Tsuna con un tono de voz elevado, casi chillón.  

--Lo siento Tsuna, es la desesperación y cansancio los que hablan.--estiré mis brazos sobre mi cabeza, mi espalda dio un relajante sonido. --Por el momento no puedo hacer nada, buscaré hospedaje y cuando regrese Tulio los buscaré.--sonreí para iniciar el camino hacia el centro de la pequeña ciudad.    

Un balazo pasó rozando mi cuello de lado derecho.  

--¿De verdad crees que te dejaré marchar así como así? --me amenazaba el bebé, Reborn, Tsuna tan solo gritaba si estaba loco o si no pensaba que sus armas podían dañar a las demás personas. --Tan solo piénsalo Tsuna, si este charlatán no están tan loco, podría hablar con la primera generación para fortalecer mejor tu familia.  

--Ah, antes que haga sus planes, Reborn, las cosas no funcionan así. Los espíritus vienen a mí, yo no los llamo. Y hasta que no cumpla con el deber de uno de ellos, nadie más se me acercará así tome años.--expliqué, no era la primera vez que alguien intentaba "usarme" para obtener información.  

--¡¿Años?! ¿Cuántos años tiene, Hari-san?--se notaba confundido por mi apariencia joven.  

--Verás, tengo treinta y tres años.--hacía tiempo que no pensaba en mi edad real.  

--Pero, pero, pero... se ve tan joven.--murmuró lo último.  

--En realidad, cada que tengo un "encargo" es como si mi tiempo se pausara. --dije con el cansancio que viene al saber que tendré una vida muy larga y en compañía de espíritus.  

--Eso es muy... extraño.--dijo Tsuna con tristeza.  

--¿A todo el mundo le vas contando tu secreto?--preguntó Reborn.  

--No es como si me creyeran.--suspiré --En verdad me tengo que ir, tengo hambre.  

--Nadie va a creer que eres otra cosa más que un fraude, sin embargo te daré techo y sustento, presiento que estar a tu lado es algo entretenido.--dijo Reborn.  

--¿En serio? --preguntamos Tsuna y yo al mismo tiempo.  

--Claro, me encanta el caos.--se dio la vuelta y empezó a andar.  

--¡Reborn!--gritaba Tsuna.  

Esto iba a ser demasiado difícil. Aceptando el hecho que al estar cerca de Reborn mejoran mis probabilidades de éxito, caminé siguiendo al bebé en traje y al adolescente con voz potente.  

Aquí inicia otra aventura.               

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fin.

Notas finales:

Gracias por leer.

 


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