Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La cajita musical de Draco Malfoy por MaruSC94

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Miradas

Un lumos no es suficiente como para alumbrar mi miserable vida en medio de la oscuridad, porque eres tú lo que me hace tanta falta para iluminar a mi alma que ahora se encuentra desesperada.
Estas tan lejos tan inmensamente lejos que la tristeza es tan fuerte que no valdría nada convertirme en fantasma por intentar tocar tu cuerpo.

___________________________________

Pasado

Había un silencio en los pasillos de las mazmorras y el frío no había cesado, Draco se sentía muy agotado no durmió desde que salió de Malfoy Manor, ahora caminaba con Blaise y Pansy ya vestidos con el uniforme del colegio y estos al ver que el joven tenía nervios decidieron caminar despacio para distraerse un poco. Pero ninguno de los tres hablaba, ambos amigos está vez se preocuparon, nunca lo habían visto así, tan lejano, muy distante, parecía perdido en sus pensamientos. Y eso era verdad, Draco estaba concentrado en su enojo e irá hacia Potter, volverlo a ver era como caer en un precipicio sin final donde solo había una ansiedad sin controlar, caminaba lentamente a propósito para no llegar al gran comedor.

Si lo veo, correré a su lado y le romperé la cara a puñetazos delante de todos. Potter te odio.

El odio de los dos era algo común, un sentimiento igual sin cura, ya estaban acostumbrados a odiarse, pero había una diferencia Harry podía seguir con su vida sin darle tanta atención a Draco, este rubio estaba más pendiente y con las ganas de hacerle pasar un mal rato al Gryffindor, pues era así como se descargaba, humillar a los demás. Sin embargo, ahora su orgullo se estaba quebrando y ya no tenía ideas para atacar a Potter, no quería perder ante las burlas venidas del Gryffindor.

Lo más extraño de todo era que la mentalidad sádica estaba al límite sobre Potter ni siquiera pensaba en Granger o Weasley, para su sorpresa Potter estaba tomando más de su tiempo.

-Esto no me gusta nada- pensó Blaise al mirar a su compañero y notarlo extraño, perdido, sobre todo desconcentrado del momento- ¿Dónde estás Malfoy?

Ya empezaba a temer que la situación de Malfoy se fuera complicando, está situación en Draco no era normal como la de aquellos años y si la cosa llegaba a mayores tendría que buscar ayuda.

Por otro lado, Pansy supuso que esto pasaría con el tiempo.

-Draco, ¿Quieres que te invite a salir en la noche? Podemos ir al lago a ver la luna- preguntó Pansy rompiendo el silencio en el lugar.

Pero Draco no respondió ni siquiera había prestado atención en la petición de su amiga, la miró al rostro suponiendo que Pansy había hablado, ahora tenía que esperar a que volviera a hablar. Se enfureció más al saber que Potter estaba quitando su tiempo hasta en la comunicación con su gente.
Pansy exhalando un suspiro le volvió a preguntar tristemente.

-¿Te gustaría caminar al frente del lago está noche para ver a la luna?

-si, si puedo- respondió sin ganas.

-Vamos Draco, diviértete, olvídate de Potter- le sugirió Blaise- ya en este nuevo año, podrás ganarle, no nos rendiremos ante esa cara rajada -le dió varias palmadas en la espalda.

-Pero no lo aguanto Blaise, ¡no puedo más!- dijo Draco levantando la voz-¡quiero se vaya de este castillo!

 -No es posible Draco, es parte de la escuela. Lamentablemente- comentó ella.

-¡Pero quiero que se vaya! ¡No lo aguanto más!- se acomodaba la corbata para tratar de sacar un poco el nervios y el sudor de su pecho.

 -Eres mejor persona que ese sujeto, él no vale la pena- afirmó Pansy mirándolo intensamente para demostrarle que decía la verdad.

 Draco se detuvo antes de salir de las mazmorras y los miró a los dos.

-¿Y qué debo hacer? ¿Nada?- preguntó apenado con los ojos rojos del cansancio.

Blaise colocó su mano en la frente de Draco para sentir su temperatura, temía que su mejor amigo esté sufriendo un delirio debido a una fiebre, pero ni siquiera pudo sentirla ya que Malfoy esquivó su mano con enojo.

-¡No me toques Blaise! ¡No estoy de humor! ¡Quiero que Potter se vaya de esta escuela!

-Draco¡ Por favor! Olvídate de ese sujeto, no quiero que te enfermes. ¡Potter no vale la pena ni sus amigos lo valen! Te lo decimos de nuevo para que lo entiendas.

Pero Draco comenzó a agitarse mientras se ponía colorado por los nervios algo que preocupó más a Blaise y a Pansy que se miraron de repente.

 -Lo odio, lo odio,- musitó mirando el suelo tocando nerviosamente la corbata - No puedo más, no puede seguir aquí.

-Ya me estás asustando amigo- murmuró Blaise tratando de tocar su espalda para tranquilizarlo.

-La culpa la tiene Potter- tragó saliva y se acomodó el cabello- si él no estuviera aquí yo sería muy feliz.

 -Pero nos tienes a nosotros, tus amigos, que siempre estaremos junto a tí- Pansy lo expresó con una voz tierna y dulce- Entiende de una vez, Potter no puede arruinarte la vida.

 -Okey- dijo Draco asentando con la cabeza sin mirarla, continúo caminando.

 Aún así esa respuesta no tranquilizó a Blaise y a Pansy, lo notaban completamente cambiado hasta en su voz que parecía que se quebraba al salir de la boca y más el joven no podía respirar.
Siguieron caminando sin decir nada, Blaise y Pansy no le sacaban la vista de encima, Draco se ponía muy nervioso, se tocaba el cuello acariciándolo y con la otra mano su barbilla; temía que en cualquier momento entraría en una crisis de pánico muy fuerte.

 -Quédate cerca de él - pidió Pansy a Blaise- ya no parece normal- le susurró.

-De acuerdo - asentó el joven.

No quiero verte Potter, siento que mi cabeza va a estallar de la bronca que tengo, esto es toda tu culpa, siempre estás ganando. No es justo. Te odio.

Cuando ya estaban en la entrada del comedor, habían chicos que caminaban por su lado, pero Draco se detuvo provocando que sus amigos se detuvieran al instante.

 -¿Porque te detienes? -preguntó Blaise.

-Está él, ahí,- respondió señalando el gran salón sin dejar de acariciarse la garganta- No lo quiero ver, si lo veo voy a correr y le romperé la cara con un puño.

 -Y hacer que te expulsen- comentó Pansy, mirándolo muy seriamente - Por eso te digo de nuevo, Potter no vale la pena.

 -Vamos Draco, por favor, olvídate de lo que sientes. Tranquilízate.

Pero Draco no quería entrar, la rabia lo estaba consumiendo mucho, sentía que si veía a Potter se desmayaría de tanta presión sobre él o peor aún podría reaccionar de manera violenta. No toleraba la presencia del Griffyndor, preferiría comer en su sala, pero sería injusto no salir de ahí, más aún si se le hacía una costumbre de esconderse para no verlo, era algo que no quería hacer, no soportaría tanta humillación.
Cerró los ojos para respirar profundamente, tenía a sus amigos y era algo que lo motivaba a tener un poco de felicidad, pues estos pertenecían a su casa.

 -Si vamos, corazón, él no tiene que arruinarte el día, es algo vergonzoso que Potter te debilite.
Entonces comenzó a caminar seguido por sus amigos pero cuando ya estaba entrando sintió un cosquilleo en las piernas debido a una tentación de ver a Potter de inmediato, no quería hacer eso, pero su mente le tentaba, parecía que el cuerpo sentía una corriente que lo llenaba de ansiedad, el lugar que una vez fue agradable se volvió turbio y pesado, entró al comedor mirando a Harry de reojo y con esa mirada de segundo notó que él joven Gryffindor tenía la mano apoyada en la mesa y escuchaba a alguien, se lo veía muy tranquilo. Fue terrible esa vista.

-Maldito infeliz - dijo Draco quejándose en su mente por el enojo que tenía hacia él, -de seguro hablará con alguna de esas sangre sucia.

Se dirigió hacia su mesa, Pansy y Blaise ni siquiera miraron a Potter, solo seguían a su amigo seriamente.

Cuando se sentó, volvió a respirar profundamente, pues tan solo ver a Harry sintió un sabor ardiente en el aliento y tenía esas ganas de pelear, pero se contuvo, entonces colocó sus manos en la mesa, miró hacia sus piernas e hizo una bocanada de aire. Tenía que controlarse.

Comenzó a tratar de olvidar ese odio, miró a Crabbe que estaba a su lado.

-Hola- le dijo esforzando una sonrisa de bienvenida.

-¿Qué haces Draco?- le preguntó mientras sacaba la envoltura de un caramelo- ¿Cómo estuvo tus vacaciones?

 -si, muy bien - respondió mientras escuchaba a Pansy sentarse y decir " el cielo se puso nublado".

 Draco miró a otros estudiantes de las mesas de Ravenclaw sintiendo que empezaba a tranquilizarse pero aún todavía tenía la tentación de ver a Potter y tirarle la bronca.

 -Cómo estás? - le preguntó Blaise a Crabbe mientras con su mano lo apartada de Draco para sentarse al lado del rubio- lo siento Crabbe pero Draco no está en buenos momentos.

 Crabbe no mostró ninguna resistencia ni tampoco algún gesto de enojo, solo se acomodó al lado de Blaise.

-Bien- susurró Blaise en voz baja mirando a Potter y luego observar a su amigo porque quería saber cómo estaba desde que entró al comedor. Supuso que estaba bien pero no había que dejar de preocuparse.

Draco, volvió a distraerse mirando a los chicos de la otra mesa y así sus ojos viajaban mirando a cada joven siendo chico o chica, esquivando la ubicación de dónde estaba Potter, era algo que le costaba porque sus ojos le ardían al sentir que esa tentación por mirar a Potter era fuerte, la ansiedad ya no le era tan latente y le gustó saber que el espacio del gran comedor tenía un aire fresco agradable.

-Estoy muy emocionada porque Viktor Krum entrará por esas puertas y estará viviendo aquí- dijo Pansy mientras se acomodaba el cabello, Draco la miró y frunció el ceño asentando positivamente.

 -Talvez podríamos hablar con él- la voz de Draco era muy baja por la ansiedad que había tenido, hacía que su voz sonara debilitada cómo si se hubiera engripado. Pansy lo notó al escucharlo.

-Ojalá, pero creo que no será posible pues tendrá cosas que hacer. Es muy popular.

-No solo será Viktor quien estará aquí con su fama, sino otros estudiantes que también son muy buenos, podemos hablar con cualquiera- aclaró Blaise metiéndose a la boca un caramelo.

 Otra vez de nuevo Draco empezó a sentir ese nervio en su cuerpo, la irá volvía a latir en el pecho, y para tratar de tranquilizarse y no correr hacia Potter , empezó a acariciar la mesa con sus manos.
Grabbe le ofreció un caramelo estirando su mano hasta donde estaba, este lo recibió pero no agradeció y la falta de respuesta no le hizo ningún mal a Crabbe.
Cuando lo metió en la boca, empezó a saborearlo y pudo reconocer que el dulce era muy rico.

 -Espero que estés bien Draco- exclamó Crabbe descubriendo que su amigo estaba nervioso por algo.

Estás palabras a Draco le parecieron un poco amigables y tiernas, pero no dijo nada, ni tampoco le importó mucho, estaba en un momento incómodo, sentía una tristeza debido a la pérdida de la copa.

Y así fueron pasando los minutos, mientras llegaban más estudiantes, escuchaba a sus compañeros hablar de cualquier cosa y también sus risa; pero él no hablaba ni tenía ganas de participar en esas comunicaciones, podía hacer cualquier cosa para evitar tener que mirar a Potter; jugaba con sus manos pegadas a las rodillas, después observando sus zapatos, mordiéndose el pulgar, tratando de controlar ese deseo de atacar a Potter, hasta parecía sentir que había un tic nervioso en sus músculos. Quería distraerse.
Sin embargo la cosa empeoró cuando aparecieron los profesores y se sentaron al frente, el silencio cubrió el gran comedor, todos se callaron, y Draco para ocultar su crisis prestó atención a la bienvenida que les dio el director Dumbledore, no quería mirar a Potter.

 No lo haré, no te miraré, no lo haré, no lo haré, no lo haré, no lo haré. Merlín ayúdame. 

Tenía un nudo en la garganta, quería llorar, no podía más; la presencia de Potter en su misma escuela le hacía mal; deseaba correr hacia su mesa y gritarle que se fuera del castillo. Esa negatividad llena de tristeza le hacía un dolor en su pecho y le deba más bronca al reconocer que Potter no tenía ni idea de lo que le estaba pasando, sus ojos comenzaron a cristalizarse al sentir que las lágrimas comenzaban a caer despacio, el nervio se hacía más potente, seguía escuchando a Dumbledore solo para mostrarles a sus amigos que no tenía ningún problema y sin que estos se dieran cuenta se llevó sus dedos al los ojos para borrar la lágrima que le caía, no quería que Pansy y Blaise lo vieran llorar, por eso estaba con la mirada al director y su mano junto al cachete no quería mover la cabeza hacia su amiga Pansy que estaba a su lado. Debía simular que todo estaba bien.

-El Torneo de los tres magos tuvo su origen hace unos setecientos años, y fue creado como una competición amistosa entre las tres escuelas de magia más importantes de Europa: Hogwarts, Beauxbatons y Durmstrang. Para representar a cada una de estas escuelas se elegía un campeón, y los tres campeones participaban en tres pruebas mágicas. Las escuelas se turnaban para ser la sede del Torneo, que tenía lugar cada cinco años, y se consideraba un medio excelente de establecer lazos entre jóvenes magos y brujas de diferentes nacionalidades... hasta que el número de muertes creció tanto que decidieron interrumpir la celebración del Torneo.- dijo Albus.

-Que mal me siento todo es tu culpa Potter - renegó mientras tragaba su saliva sintiendo una tristeza que lo debilitaba más.

 Albus seguía hablando pero ya Draco no prestaba atención a las palabras, solamente se inquietaba por esa tentación de mirar a Potter para tirarle la bronca, y le dolió mucho el pecho debido a que no había comido nada desde el viaje. Tenía hambre.

 -Te odio Potter

En ese momento de intranquilidad escuchó el portón del gran comedor abrirse y entraron unas mujeres que tenían otro uniforme eran las estudiantes de la escuela Beauxbatons, muy elegantes, sonrientes; pero Draco ni siquiera las miró,todavía seguía nervioso y más tentativo en mirar a Potter justamente escuchó a uno de sus amigos decir "" están increíbles ", algo que le llenó de amargura porque él podría también estar pendiente de lo que sucedía a su alrededor y disfrutar de un buen día, pero todo era complicado. Escuchaba a la mayoría de los estudiantes de Hogwarts alegrarse y observar con atención mientras las estudiantes pasaban sonrientes por su lado.

Ya no podía más, Draco tenía que mirar a Potter, pensó en que si lo hacía podría tranquilizarse de una vez y acostumbrarse a su presencia y lo hizo, miró a Potter, el Griffyndor miraba a las invitadas y más tarde se sentó, estaba sonriente y muy tranquilo.

 -Gryffindor tenias que ser- Criticó Draco en sus adentros renegando que Potter estuviera alegre sin ningún malestar mentalmente.

Las mujeres de Beauxbatons se sentaron en una mesa que había sido preparadas para ellas, al instante Albus dijo algo pero Draco no le prestó atención, solo se tocaba el cachete afrontando que se había sentido un poco mejor al mirar a Potter pues era señal de que podía aguantar su presencia en la escuela.

 Y en ese preciso momento el portón se volvió a abrir dejando entrar a los estudiantes Durmstrang, todos los alumnos observaban a esos jóvenes varones que entraban y ahí apareció Viktor Krum, su aparición emocionó a muchos , Draco volvió a mirar a Potter quien tenía una sonrisa y conversaba con sus amigos. Una pesadez se le vino encima a Draco, un pesado recuerdo, recordó la derrota ante Potter, había perdido la copa y justamente ahora se acordó de la sonrisa victoriosa que le hizo Potter al tener la Snitch en su mano. Que terrible se había sentido en ese momento, perder solo por no ser más veloz que el otro.

 -No puede ser verdad- se acariciaba la barbilla mientras miraba a Potter con más atención - No tenias que ganar, yo si debía hacerlo- pensó notando que Potter sonreía mirando a los jóvenes varones que habían llegado pero este no tenía la sonrisa sádica de su victoria. Todo estaba normal en el ambiente solo Draco tenía ese malestar y nadie lo sabía.

 Después de que Albus les explicará cómo iba a ser la forma de competir, una triste noticia recibieron los alumnos, solamente jóvenes mayores de dieciocho años podían participar en el mismo, esto había sido decisión del Departamento de Cooperación Mágica Internacional dirigido por Bartemius Crouch Sr. Esta decisión fue tomada por el ataque que habían dado los Mortífagos durante la noche de la celebración de la Copa Mundial de Quidditch.
Draco pudo escuchar las quejas de muchos pero estaba más pendiente observando a Potter, ahora tenía una tranquilidad sobre sí mismo, afrontó que podía soportarlo, el Gryffindor por su parte hablaba con sus amigos y daba su vista hacia el frente, ni siquiera se imaginaba que su enemigo quería atacarlo por muchas cosas.

-Torneo de los Tres Magos Nº 350, vaya que emoción - Dijo Pansy sin sonreír.

Draco no dijo nada, retiró la vista de Potter y miró hacia el frente donde Albus les mostró la gran copa, enormemente llena de Gloria.

-Vaya- expresó en su mente Malfoy admirando la belleza de esa copa- las cosas que me estuve por perder por culpa de este idiota.- y sonrió.

 Ahora estaba tranquilo pero en su pecho había un vacío y dentro de su boca tenía una sequedad debido a que no había ingerido almuerzo. Después de la admiración hacia la copa los estudiantes salieron de ese trance encantador, Draco volvió a mirar a Potter quien observaba la copa pero este retiró la vista y como por obra del destino cruzó su mirada con el Slytherin, se miraron después de mucho tiempo, pero no había ninguna amistad en esas miradas, Draco le mostró irá en sus ojos y Potter le miró desafiante, se odiaban hasta más no poder, pero la mirada de Potter fue más potente algo que provocó que Draco volteara sus ojos hacia donde estaba Goyle, sintió una punzada amarga en el cuerpo, se preguntó si había caído ante la mirada de Potter o si simplemente quiso esquivar ese odioso rostro, tantas preguntas que le atormentaban su sano juicio, cuando miraba a Goyle solo para distraerse notó que su rostro estaba caliente y pareció sentir que el gran comedor se le hacía pequeño como si el aire se hubiera ido, y era debido al descargue de ira que había tenido al enfrentar a Potter por unos segundos, pero había sido una expulsión de poca irá, todavía contenía más rabia y esta le gritaba por querer salir, parecía que su cuerpo estaba perdiendo el control, el ambiente se hacía más pesado. Y más se volvió al reconocer que le tenía miedo a Potter.

-Maldición- se quejó, acarició la garganta, le dolía más el estómago, tenía un malestar terrible, la ansiedad, el calor sobre su cuerpo, esa ira, el dolor de sus músculos, la ardiente molestia de los ojos por falta de líquido le estaban debilitando que se estremecía al pensar que en cualquier momento podría desmayarse delante de todo, delante de Potter. Pero si eso pasaba nadie de Gryffindor sabría de lo que sufría. Entonces no valía la pena tanta preocupación. Cualquiera podía desmayarse.

 Y ante la vista de todos apareció el cáliz de fuego con esas brotes de llamas ardientes de color azul.

 -¡El cáliz de fuego! Todo aquel que quiera participar en el Torneo, deberá escribir su nombre en un pedazo de pergamino y arrojarlo a las llamas antes de esta hora del jueves. ¡No lo hagan a la ligera! Una vez elegido, no habrá vuelta atrás. Desde este momento, el Torneo de los Tres Magos da comienzo.- dijo Albus Dumbledore.

 Para ese entonces cuando el profesor se fue a sentarse junto a los demás profesores, Draco ya quería irse pero no sé levantó, solo volvió a mirar a Potter que hablaba con alguien al parecer era con Granger.

 El banquete de comida apareció ante todos, y los estudiantes empezaron a elegir la comida para almorzar, todos estaban de buen humor. Pero Draco comenzó a sentir de nuevo esa presión sobre si, el ambiente se le volvía agotador, estaba muy nervioso, comenzó a acomodar su corbata de manera exagerada para tratar de olvidar la presión, bajó la cabeza al tener la ansiedad sobre su cara aquella lo privaba de respirar con normalidad, empezó a sufrir ese sentimiento de asfixia, se acarició con las dos manos la sien para calmar el dolor de cabeza, pero no podía, todo se le estaba haciendo confuso osea no tener una vista centrada en algo, con la cabeza baja miraba hacia la mesa, la comida y de repente levantando la frente vió que las estudiantes de Beauxbatons tenían buen físico con esos uniformes pero ni tiempo tuvo para admirar pues más nervioso se ponía entonces miró a Potter quien elegía su comida tranquilamente. Pansy notó lo agitado que estaba.

 -Draco come algo estás así porque no comiste nada - le ordenó que lo haga- por favor..

-Si Draco come de una buena vez- dijo Blaise sin mirarlo..

El joven rubio la escuchó, entonces superando su rabia a punto de estallar tomó los cubiertos y buscó alguna de las comidas que estaban a su alcance, comprendió que si Potter comía tranquilo él también podía hacerlo no era justo que el Gryffindor le arruine el apetito de comer, agarró un patita de pollo llena de salsa y papas al horno, lo colocó y en su plato cortó el pedazo y lo llevó a la boca, la comida sabía muy deliciosa.
Pero todavía tenía ese apretón en su pecho debido al nervio.
Ya no miraba a Potter solo estaba concentrado en los demás estudiantes que comían y hablaban entre ellos, reconoció que este día sería muy pesado. Sobre todo con la presencia de Potter.
Sus amigos Crabbe y Goyle conversaban entre sí sobre la copa mundial de Quidditch y los escuchaba pero no le interesaba esa práctica, y otra vez de nuevo sintió esa ansiedad atacarlo, hasta la comida se le hacía insoportable junto a los sonidos de los chicos.

 -¡Merlín!, No puedo más, quiero gritar - tragó con mucho esfuerzo la comida y soltó el cuchillo sintiendo una debilidad en sus brazos- te odio Potter que ya no te aguanto más.

Blaise miró a su amigo y se puso serio sabiendo que Draco no se había tranquilizado como lo solicitó al principio.

Otra vez de nuevo miró a Potter quien comía y observaba a sus amigos de su misma mesa, pero de repente este lo miró de reojo como si supiera que el Slytherin lo estuviera mirando, entonces con una semi sonrisa bajó el cubierto, Draco se dio cuenta que Potter tragó su comida por el movimiento de su garganta, lo vio tomar jugo de su vaso sin apartar su mirada sobre él, y el Gryffindor le sonrió orgullosamente pues así le había sonreído cuando ganó la copa, esto hirvió la sangre de Draco que se puso colorado de la ira y arañó la mesa, contuvo la respiración para no correr hacia Potter. Pero el Griffyndor no dejaba de reírse mientras lo miraba, levantó el puño para hacerle recordar que eso le había hecho cuando le ganó la Snitch. Justamente Potter quería arruinarle el día ya que notaba el mal humor del Slytherin.

 Entonces Mafoy no se contuvo y golpeando la mesa con sus manos levantó la voz.

 -¡Maldito infeliz!- pero esa voz no llegó a los oídos del Gryffindor un así este no dejaba de reír mientras lo miraba.- Lo odio, lo odio,- musitó el rubio captando la atención de Blaise que lo miró de inmediato.

 - Draco, por Merlín ¿Qué pasa? - Blaise miró hacia la dirección donde Draco tenía su vista con odio y claro al ver a Harry riéndose dijo - No le lleves el apunte, deja de mirarlo.

 Blaise tenía miedo de que Draco perdiera el control en cualquier momento.

 -No lo mire más- solicitó está vez Pansy que también había escuchado la bronca de Draco- Lo hace a propósito.

 -Me está desafinando, me provoca - renegó Draco muy colorado está vez, ya estaba ardiendo de la ira.

-¡Ignóralo! Es un imbécil.- Insistió Blaise enojado está vez con Draco.

 -No lo mires más. No vale la pena.

 Pero Potter seguía riéndose hasta le estiró el suéter a su amigo Ron para que volteara a ver a Draco, cuando este lo hizo acompañó a burlarse también junto a su amigo, levantando el puño y ambos movían sus brazos riéndose. Draco se enfureció y se puso más colorado que de costumbre.

 -¡Me las vas a pagar Potter! ¡Juro que de todas las que me hiciste me las pagarás! - su voz sonaba fuerte pero el Gryffindor no lo escuchaba solo se reía de él teniendo como seguidor a Ron- ¡Me la pagarás!. No me quedaré en nada, ya lo verás.

 Blaise notó que dos profesores de la mesa comenzaron a ver a Draco, entonces, le tomó la mano a su mano y le dijo.

 -Draco, ya basta por favor, dos profesores te están mirando. - Blaise quería simular moviendo la cabeza mirando a los profesores para decir que no pasaba nada con el rubio- ya cállate.

 Potter y Weasley dejaron de mirarlo y Draco apartó la vista de los dos para ver a los profesores que ponían su atención en él, uno de ellos era Severus Snape que estaba muy serio pues sí lo había escuchado, pero como era uno de sus mejores alumnos no iba a bajarle puntos, la otra profesora no sabía quién era.
Malfoy ya cansado del enojo, tomó el tenedor pero al mirar la comida todo le empezó a dar vueltas. Se puso una mano en el rostro y cerró los ojos.

 -tranquilo, respira- su voz le hablaba en la cabeza y de poco en poco comenzó a respirar despacio- ya todo estará bien, no pienses en Potter, olvídate del odio que sientes por él.

-Toma, come está manzana verde- Blaise le colocó una manzana al lado de su plato- te ves muy pálido.

Draco recuperó un poco el aliento y el mareo se había ido, pero estaba débil. Lamentablemente se dió cuenta que después de renegar con Potter ya no tenía ni el apetito de comer, todo le resultaba triste y angustiante.

-Un pésimo día- lo afrontó en su mente mientras miraba su manzana- todo por tu culpa Potter.
Cuando se retiraron del gran comedor, Draco caminaba rápidamente por el pasillo de las mazmorras con mucha ira y enojo, Blaise y Pansy lo seguían. La situación estaba empeorando.

-¡Draco tranquilízate! - le gritó Blaise intentando llegar hacia él- Si sigues así, te volverás loco.
Pero esa última palabra a Draco le espantó, podría odiar a Potter pero de ahí a volverse loco por su culpa ya era suficiente. Sintiendo que podría pasarle de verdad se tocó el cabello apretando la cabeza. No podía más.

 -¡Lo odio!, ¡Lo odio!- con mucha desesperación golpeó sus manos al muro para luego caer en el suelo sollozando- ¡No quiero que esté aquí! ¡No quiero!

Blaise y Pansy al ver a su amigo en un estado terrible se acercaron corriendo junto a él y lo socorrieron ya muy preocupados por esa desesperación que tenía el joven.
Draco lloraba mientras se llevaba la mano en su boca, este llanto lo llenó de melancolía y humillación no podía creer que Potter lo estaba venciendo hasta en derramar dolor y tristeza delante de sus amigos orgullosos. Ese llanto desesperante se escuchaba por el pasillo, Draco rogaba que ningún estudiante se cruzase justamente por ese camino.

 -No puede ser- murmuró Blaise asombrado al ver a su amigo así, debilitado cómo si lo hubieran humillado durante años encerrado en una prisión - Draco escúchame..

 -No quiero llorar- se expresó tristemente como pidiendo una piedad para no sentir más tristeza y volver a ser el joven fuerte ante todos- quiero ser el de antes . Pero odio a Potter.

 Blaise levantó la cabeza de Draco descubriendo que sus lágrimas caían por las mejillas, Pansy se conmovió con esa mirada tan débil y sintiendo que su corazón sufría también le acarició los mechones del joven rubio.

 -Draco, yo no quiero pensar que estas obsesionado con esa cara rajada, estoy asustado, ya no eres el mismo- decía Blaise mirándolo en los ojos profundamente - porque si es así, ¿Cómo podemos ayudarte,? esto ya va en serio amigo. 

El joven no tuvo la intención de abrazarlo pues no sabía cómo iba a reaccionar Draco, era consciente que el joven no recibía abrazos debido al gran orgullo que tenía.
Draco no sabía que le estaba pasando realmente, se preguntó si era una obsesión, algo que podría volverse una enfermedad, o simplemente cansancio de ya no querer ver a Potter, aún así la cosa que sentía estaba empeorando y podría arrastrarlo a algo terrible.
Se quedó quieto sin decir nada sin pensar solo mirando a los pasillos largos mientras sus amigos lo miraban con suma atención.
___________________________________
Tristeza que se relaciona con el atardecer solo para hacerme recordar que debo probar el sabor de la nostalgia por tener que vivir todos los días tu ausencia.
¿Sabes? en mis poemas no puedo pronunciar tu inolvidable nombre y apellido, porque mi corazón lo tiene encerrado como dentro de una prisión, lo que tengo libertad es recordar tu dulce rostro. Mi hermoso joven de ojos que con esa hermosa mirada me regalaste una esmeralda.

Notas finales:

Nos vemos pronto.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).