Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi no tan amado ser por Yuukari No Doll

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Proyecto nuevo, al fin me he animado a publicar algo de mis historias originales. 

Espero sea de su agrado.

 

Cuando recobró el conocimiento lo primero que enfocó fue el desgastado techo del cuarto que consideraba su celda, el cuerpo le dolía y no quería ponerse de pie o siquiera sentarse así que solo giró para quedar recostado de lado.

 

Quedó tendido quizá quince minutos antes de intentar levantarse, al hacerlo alguna parte de su cuerpo comenzó a doler más que antes, pero era difícil decir exactamente qué parte porque todo le dolía como el infierno; apretó los dientes y logró quedar arrodillado, respiró algo agitado y casi gateando llegó al catre que utilizaba como cama, debajo de esta sacó una pequeña caja de cartón con apenas lo necesario para tratar sus heridas, ahí no eran estúpidos y no les iban a proveer de cosas que pudieran utilizar para suicidarse, que a esas alturas era lo único en lo que pensaban la mayoría de los omegas encerrados en ese lugar.

 

Desde que tenía uso de razón recordaba que había vivido en las calles, no recordaba la cara de su madre o de su padre, ni siquiera sabía si tenía hermanos, su primer recuerdo era de él mismo buscando en los tachos de basura algo que no estuviera tan podrido y se pudiera comer. Lo siguiente que recuerda es a él mismo siendo lanzado dentro de una camioneta junto con otros niños.

 

Todo fue horrible desde un principio; los marcaron como propiedad de un club de encuentros exóticos, los niños con mejor apariencia fueron inmediatamente enviados al pabellón de la prostitución y los niños que se veían más resistentes fueron llevados al pabellón de las peleas, él estaba ahí porque a pesar de tener siete años era más alto que el resto de niños.

 

Pero no comenzó a pelear de inmediato, fueron varios años haciendo solo tareas de limpieza y sirviendo como saco de prácticas para los mayores, a los quince comenzaron a entrenarlo en lo más básico para poder ofrecer un buen espectáculo y cuando comenzaban a dar indicios de su primer celo les colocaban el collar que los suprimía, esa maldita cosa que se ceñía con fuerza a sus cuellos y administraba supresores y hormonas de alfa, todo para controlar el celo, evitar embarazos y hacerlos más resistentes físicamente, pero por desgracia no todos soportaban el collar, si lograbas soportar un mes con él estabas salvado pero si no… eras desecho y ahí no les servía eso, así que te tiraban cual bolsa de basura, quizá medio muerto, quizá medio vivo, eso ya no les interesaba.

 

Su primera pelea resultó en una derrota y abusaron de su cuerpo delante de varios pervertidos, pero el dolor físico era tanto que permitió a su mente irse en el momento que ocurrió, después de eso tuvo que dedicarse a fortalecer su cuerpo y ganarse el derecho a no ser tocado por lo menos esa noche, a sus veintidós años había sufrido tantas derrotas como victorias, no sentía placer al ganar pero no quería volver a ser tocado.

 

Al ser de los pocos que se conservaba invicto logró que le dieran su propia celda, aunque antes había estado encerrado con al menos otros diez chicos en el mismo espacio, la comida les era lanzada por una ventanilla en la puerta y no siempre lograba conseguir algo. Ahí no se forjaban amistades, todos hacían lo propio para garantizar otro día con vida y sobre todo el poder regresar a la celda, nadie quería subir al escenario donde ocurría el peor de los espectáculos, donde te llevaban si perdías y donde algún enfermo podía elegir la manera en la que serías abusado.

 

Tomó una gasa y la empapó con un poco de agua oxigenada, ni soñar que le darían alcohol para desinfectar las heridas pero igual funcionaba, se acercó la gasa húmeda a la cara y comenzó a pasarla por cada corte, no ardía tanto pero dolía cuando la tela tocaba la carne roja, miró de reojo la caja, ya solo quedaban dos vendas y tres gasas más, el agua oxigenada estaba por debajo de la mitad y de aspirinas ni hablar, solo quedaban dos, suspiró cansado y molesto, eso no iba a ser de mucha ayuda para los dos días siguientes, aunque podría hacer el intento de robar suministros de la enfermería cuando fuera al ajuste de su collar, esa porquería que lo ataba como un animal a ese infierno.

 

Cerró los ojos un momento, el cuerpo comenzó a sentirlo pesado y la cabeza ligera, sabía que no le quedaba mucho tiempo hasta quedar inconsciente por el cansancio así que se apresuró a terminar de limpiar sus heridas, tragó media aspirina con algo de esfuerzo y volvió a poner la caja debajo del catre antes de recostarse y permitirse cerrar los ojos, ya lo despertarían cuando le llevaran la comida.

 

Abrió los ojos exaltado cuando alguien golpeó repetida y violentamente la puerta, todavía no entendía por qué hacían tanto alboroto, no es como si se fuese a levantar para abrir. Se relajó un poco solo mirando mientras alguien entraba con una charola.

 

-Tu porción —dijo el sujeto mientras la dejaba en el piso y se giraba para salir.

 

Quería matarlos... a todos y cada uno de los tipos que vigilaban las celdas, quería poder acabar con todos ellos y poder largarse para ser libre, quería hacer tantas cosas pero sabía que no podía, por lo menos no en el estado en el que se encontraba.

 

Casi a rastras fue a dónde la charola; un tazón de sopa que más bien parecía engrudo, medio trozo de pan duro y un vaso con agua, estaba seguro de que si no moría por las peleas moriría por desnutrición pero no era momento de ponerse quisquilloso, sentado en el suelo comenzó a comer en pausas porque las costillas aún le dolían y sentía los nudillos entumidos.

 

Cada día los trataban peor, pareciera que querían que perdiera fuerzas para poder ser derrotado en alguna pelea, quizás los que manejaban el lugar consideraban que ya había pasado mucho tiempo tranquilo en su celda. Frunció el ceño y suspiró pesado, no importaba cómo, pero no dejaría que ningún maldito infeliz lo volviese a tocar, cerró los ojos y pensó en su objetivo.

 

Si de verdad quería largase de ese lugar tenía que perfeccionar su plan, ya había hablado un poco con algunos de los chicos que estaban en las otras celdas, sabía de sobra que él solo no lograría gran cosa pero si lograba convencer a dos o tres chicos más quizás y solo quizás todos tendrían oportunidad de escapar, pero debía planearlo bien porque todo el lugar estaba lleno de tipos armados, las puertas tenían cerraduras de código, candados y cadenas, debía esperar un poco más, quizá con algo de suerte la situación perfecta se daría.

 

 

 

 

Notas finales:

Estoy agarrando señal carnal ¿?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).