Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una flor de piel. por pumpkimprock

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Gracias por leer

Nada le hacía más feliz al buen adolescente Harry que terminar las clases por fin. Por fin el verano ya había llegado, se acercaba navidad, año nuevo. Tenía que pensar en un regalo para su padre, el viejo y devoto a Dios; James Potter de la ferretería Quidditch, el más equipado del oxidado pueblo Valle de Godric, recóndito en el mapa del país entero, solo los aventureros de verdad conocen ese lugar, y solo los que viven ahí saben lo difícil que es huir de la asquerosa pobreza de los que viven la gran mayoría. Harry no era el único cuyos pensamientos iban y venían de un posible futuro afuera del mugroso lugar donde habitaban él y su padre, con una nueva vida, un mejor estudio con esa posible beca que le darían el próximo año que sería el último, una mejor casa, un mejor barrio, un mejor porvenir, suspiró, sabiendo que jamás pasaría. ‘’Soñar es gratis’’ pensaba al final sonriendo al recibir su pago al trabajar como cajero en las noches después de sus estudios, ya que sabía que no aceptaría la beca, no podía dejar solo a su alcohólico padre, ni mucho menos a él… no podía.


-Felicidades por haber pasado de curso. Solo te queda un año más y ya te iras a trabajar. –Eufórico como solo él lo era, el señor Hagrid lo felicito entregándole los últimos billetes.


No a la universidad, no a un viaje, no a un emprendimiento, a trabajar, ese era el destino de cada hombre al nacer, ¿Universidad? Nadie sabe cómo funciona esa cosa en el pueblo, nadie sabe cuál difícil es, nadie ha pasado por esa horrenda, salvaje, y productiva experiencia.


-Gracias, señor Hagrid. Creo que papá tal vez me deje la ferretería el próximo año, dice que quiere descansar. –Le informo tranquilo y con mucha paz que siempre tenía Harry al terminar de guardar el dinero en su mochila roja y dorada, gastada y con ligeros hoyos, siete años le ha durado.


-Pues bien merecido que lo tiene. –Le palmeo el brazo mientras le daba su opinión, para agregar al final:-Que tengas una buena navidad y feliz año nuevo.


-Gracia, igual. –De forma honesta le contesto listo para irse.


-Ah, pero, ¿No quieres que te vaya a dejar? –Con su mano derecha, tosca, enorme, arrugada, y llena de puntos morados le señalo la ventana donde estaba su viejo auto, viendo como también se estacionaba al lado la camioneta de Draco.- Ya es demasiado tarde para ti.


-No, gracias, los chicos vinieron por mí. –Informándole al señor Hagrid le señalo también la ventana sonriendo de los nervios al saber cuál sería su respuesta.


-Oh, esos chicos. –Escucho perfecto el susurro del señor sonriendo un poco al saber lo que diría como muchos viejos del pueblo le dicen al ver a sus amigos.-Cuidado con ellos, te pueden llevar a un mal camino, aun no entiendo cómo puedes ser su amigo.


-No se preocupe, son buenos conmigo.  –Trato de tranquilizarlo en vano, sabía que nadie lo entendía ni ningún adulto lo escuchaba en verdad.-Adiós.


-Adiós.


‘’Son buenos conmigo’’ siempre tenía que repetírselo a cualquier adulto que conociese a sus amigos; Neville, Ron y Draco,  los tres descarriados productos de suspiros hechos de frustración de cada habitante del pueblo por sus locuras y sus brutalidades contra la ley.


-¡Hey, el imbécil graduado ya llego! –Saludando, entre medio insultando se presentó Draco, un poco elevado del asiento, haciéndole preguntar a Harry del porque su asiento estaba tan elevado, pero prefirió no preguntar porque en verdad no le interesaba mucho lo que hacía o que lo iba hacer Draco.


-Hola, Malfoy. –Cansado por trabajar atendiendo a viejos jodidos le saludo con mucho ánimo, tanto así que vio como todos saltaron de la emoción.


-Uy, dense un besito. –Se manifestó desde atrás Ron con su enorme sonrisa de su enorme bocota quienes muchos quieren golpear.


-¿Y porque no mejor me chupas el pico? Bien que te gusta el tonteo a ti, ¿o no? – Increpo Draco a Ron empezando a conducir de manera brusca.


-Ya te pusiste pesado. –Quejándose Ron volvió a sentar de manera correcta haciendo sonar el cuero gastad del asiento.


-Dejen de pelear y vamos. –Más o menos se pudo entender lo que dijo Neville que le costaba modular por lo flojo que era al hacerlo, mirando hacia afuera las luces del pueblo.


-¿A dónde vamos? –Interrogo Harry a Draco teniéndolo al lado, mirando su perfil alargado, pálido, cuya nariz resaltaba pero no le quitaba lo buen mozo.


-Los chicos consiguieron a unas chicas, salieron baratas. –Comunico Neville aun flojo al hablar, apenas separando los labios, tenía suerte que sus amigos no le exigían hablar claro y fuerte como toda su familia sabiendo que a ellos no les interesa si modulaba bien o no.


-¿Baratas? ¿Prostitutas? –A Harry no le gustaba ese tipo de cosas, nunca se había acostado con una chica, pero ellos sí, y sabia de ante mano que donde iba prostitutas era igual a droga.


-Ay, ya, ¿son poca cosa acaso? –Replicó con rabia, poniéndose a la defensa Ron por si Harry quería cambiar los planes, arruinándolo todo como siempre.


-No, pero no entiendo porque contrataron prostitutas. –Sabia Harry que si no contestaba suave Ron se alteraría, Draco defendería a Harry y Neville les suplicaría que no discutieran para al final dejando al pobre Neville solo como siempre cuando había discusiones entre ellos tres.


-Para ti, el graduado. –Tranquilo Draco le respondió la duda a Harry.


-Pero si me falta un año para salir del colegio, ustedes solo buscan excusas. –Supuso seguro de lo que estaba diciendo mientras sonreía al saber que era verdad.


-Y bien que te gustara las excusas. –Bromeo coqueto Neville acercándose a los asientos delanteros tocando la cabeza de Harry, removiendo su denso cabello negro, para sentir el manotazo en su mano ancha como una empanada por parte de su amigo.


-No me toques. –Ordeno Harry con el corazón acelerado, sintiendo el estremecimiento en todo su cuerpo.


-Perdón. –Se adelantó Neville disculpándose mientras se sentaba de golpe tocando su mano áspera de tanto trabajo con su padre, golpeada de manera brusca.


-UF, siempre se me olvida lo ‘’especial’’ que eres cuando quieren tocarte. –Era cierto, inconscientemente los chicos no lo tocan luego de la fiesta de Año nuevo cuando tenían catorce y Draco se le fue encima en forma de juego, y lo que paso después, pues cualquiera que quiera saber solo tiene que preguntarle a los médicos que atendieron a Draco luego de tener diversas mordidas en sus manos y en su cuello de modo de defensa de Harry, Draco no demando y como la policía del pueblo son corruptos, unos billetitos por el padre del joven que ‘’manoseo’’ fueron lo suficiente para dejar el caso a un lado.


-Que dramático, si solo te iban a tocar el hombro. –Ron lo tenía claro, tocar a Harry era señal de peligro, aun así se arriesgó tocar el hombro solo para fastidiarlo.


-Déjame.


-Ya basta. Si saben que no le gusta que lo toquen. –Les recordó Draco a los chicos, y las cicatrices en sus manos lo recordaron a él.


Saben, todos saben, todos saben y se preguntan; ¿Por qué el hijo del dueño de la ferretería es tan ‘’especial’’? ¿Cómo paso? ¿Por qué? Porque desde cuándo, esa respuesta ya se lo saben; desde los inocentes y puros siete años de edad, cuando la señora Dolores Umbridge de la última casa del barrio seguía viva, dando pasos apenas en su mórbido cuerpo, cuya grasa le trajo nada más que desgracia adoloridas y una muerte horrorosa. Esa mujer fue la primera en darse cuenta de la complejidad del pequeño tan repentina. Preocupándose por el chisme del saber la respuesta, fue con el padre del pequeño, tal vez, de paso le sacaría información de donde estaría su esposa Lily, desaparecida desde el nacimiento del mocoso. Su desinteresado interés no le fue de gran importancia al señor Potter, concentrado en poner el nuevo letrero de la ferretería que con los años se oxidaría como el resto del pueblo.


-Algo le ocurrió a su hijo, Potter, no es normal. –Su falsa preocupación le salía por los poros transpirados y se oía en su aguda voz, y más aún en su falta expresión de miedo por su hijo, agrandando los ojos de forma ridícula.


-¿Qué cosa? Yo lo hacía, todos los hacemos. –Increpo hastiado de esa señora.


-¿Morder a los que quieran tocarlo? –Ella también tenía la duda si era real o no, ella jamás lo había hecho, y nunca supo de alguien que lo hiciera, ella lo hubiese sabido antes que esa persona.


-Morder a los que joden. Váyase por el amor de Dios. –Demando cansado con su espalda adolorida y su cuello pulsando, al alzar tanto la cabeza, rogando por mientras a su Dios que ella se fuera para siempre.


-Ordinario. –Ofendida agarro más fuerte su pequeña cartera rosa contra su abundante pecho en su extraño vestido floreado igual de rosa ancho que todos se preguntaba cómo podía caber ahí, ella mentía sobre que era de una marca exclusiva cuando la verdad era tan simple como cocer la cortina de la casa y hacer sus propios vestidos.


-Sí, pero bien que su esposo viene y me pide prestado, dígale que le cobrare todo al fin de mes. –Le advirtió enojado por la hipocresía de esa señora y de toda su familia, todos eran iguales de victimitas, pero todos eran unos puercos con sed de sangre inocente, ellos en verdad eran malvados. 


-Insolente. –Creyendo la ilusa señora Umbridge que ese insulto le afectaría al señor Potter se largó manteniendo en la cabeza recordarle a su esposo que nunca más le pida prestado a ese hombre.


Indignada, con aquel sentimiento de vergüenza recóndito en la negación, partió directo a la iglesia hablar con el padre Lockhart, más para que esta persona interviniera y le diera información que por sincera preocupación. Sus falsos sentimientos, y buen gesto hipócrita fueron creídos por el pervertido cura, de tales pensamientos se iban oscureciendo con el tiempo respecto a hermosos niños corriendo en barrio de Harry. Una tarde, la señora Umbridge, cansada por sus rodillas fue a verlo por si había conseguido alguna cosa interesante para decirle, esa misma tarde, encontraron al cuerpo del padre Gilderoy Lockhart colgado en el bosque, con diversos golpes en todo el cuerpo. Asustada, aterrada, con un lapso en su mente se le vino la idea de la macabra posibilidad del que el causante haya sido el niño o el padre, enrabiada y culposa por haber mandado al padre hacer algo que pudo haber hecho ella misma, fue a la casa de los Potter, donde quedaba en el terreno abandonado de los Riddle, una familia del siglo xix de las cuales sus descendientes se empezaron a relacionar con la plebe, esparciendo su semilla, desapareciendo su común y antes poderoso apellido. Muchos creen que los Potter vienen de los macabros Riddle quienes latigaban sin parar a los esclavos, y guardaban oscuros secretos que volverían locos a cualquiera, como al pobre primogénito desaparecido de los Riddle que nadie más lo volvió a ver luego de un horrendo incendio, pero otros simplemente creen tener la lógica de que ellos solo se fueron a vivir ahí después de la misteriosa desaparición de la esposa del señor Potter. Aun sabiendo, la señora Umbridge, en ese momento de primavera, del lugar horrendo, peligroso y un imán de desgracia, fue de todos modos, yendo ‘’equipada’’, si para ella equipada era llevar una simple navaja a la casa donde estaba el pequeño durmiendo en el sillón luego de ver su serie animada. A esa hora, seis de la tarde, el niño ya debería estar en casa, durmiendo y su padre trabajando hasta las dos de la mañana en la ferretería. Pobre señora, si tan solo hubiese aceptado el regalo de su hija para hacer ejercicio, ahora estaría viva, hubiese huido corriendo, y no podrida a mitad del bosque prohibido llena de pinchazos, a punto de ser encontrada por unos de los muchachos, de los cuales uno solo se preguntaría; ‘’ ¿Por qué sigue teniendo carne después de tantos años desaparecida?’’ ‘’ ¿Recién estaba muerta?’’ ‘’ ¿Por qué su cuerpo se ve extraño?’’


-¿Ya llegamos? –Interrogo mirando el denso bosque negro lleno de un inmenso silencio.


-Sí, tenemos que bajar, pasar por el rio y llegamos la cabaña que nos prestó Barty junior, el estará ahí. –Informo Draco al bajar mientras señalaba adentro del bosque, escuchando las puertas cerrarse de a uno.


-¿Barty? ¿Van a consumir droga otra vez? –A Harry no le gustaba nada por donde iba la cosa, no le gusta nada saber que estaría en un lugar sin señal electrónica en la cabaña del mismísimo pervertido Barty.


-¿Y?


-Y que se ponen insoportables, Ron, se ponen raro ustedes. Mejor me voy solo. –Se iba a dar la vuelta pero Ron que estaba de frente lo tomo de su brazo para detenerlo antes de que arruinara todo.


-Ya te pusiste delicado, ¿de dónde sacaste tanta refinación? Tu papa’ es un  alcohólico ignorante que solo sabe de herramienta he ir a la iglesia, y vives en esa cosa que llamas casa a la mitad del pueblo, lleno de rata, de caca, de perros muertos, viven en la basura, así que deja de ver en menos los demás cuando tú vives en la mierda, cara rajada.


-Y tú vives en un auto con tu mamá prostituta, que te paga todo, y tú no mueves ni un puto dedo por ella, que te ha dado todo, sabiendo que se ha sacrificado por tratar de alimentar a tus otros hermanos que viven por ahí, y no ando criticando por eso todo el rato. Déjame en paz, que me estás buscando, Ron. –Le advirtió Harry con el enojo hirviendo de a poco en su pecho por las inmensas ganas de golpear al pobre idiota.


-Ya, ya, ya, relájense, están tenso, necesitan algo de acción. Ya vamos rápido, así aprovecho de orinar. –El pobre de Neville le desagradaba por completo las discusiones, las encontraba tan agotadoras he innecesarias.


-Que cerdo. –Coopero Draco con Neville para relajar el ambiente mientras veía a Neville saltar de lado.


- Oing, oing, oing.


El chillido bien imitado por pacífico y payaso Neville los guio entre risas tensas adentro bosque, abandonando el auto con las llaves puestas, Draco sabía que nadie más se lo robaría, nadie se atrevería acercarse un poco al bosque sin motivo de entretención, y en ese pueblo ellos son los únicos dentro de esa condición. Pasaron el rio, la espesura se hacía más nítida a cada paso que daban, al igual que un fétido olor que asimilaron a un animal muerto por lobo. Los troncos y los arbustos estorbaban el camino a la tan bien encubierta cabaña vieja de un solo piso y una puerta con un trozo de la esquina roto.


-Al fin. –Agotado Neville suspiro al aire, sintiéndose aun incomodo por la humedad de su orina que quedo rastros después de orinar en un árbol.-Las chicas ya deben estar  adentro, vamos.


-Pero… -Harry detuvo el andar de los tres chicos, haciendo que uno suspirara al girar.


-¿Ahora qué? –En forma desagradable Ron se dio la media vuelta hastiado de Harry y su manía de ser correcto en lo más mínimo.


-No hay nadie, las luces están apagadas. –Harry sentía en su piel que algo andaba mal, incluso la turbia noche se lo estaba advirtiendo.


-El enfermo del Barty debe estar planeando una broma pesada con las chicas. Entremos mejor. –Draco trato de tranquilizar a su amigo, sabiendo de antemano que no funcionaría de todos modos.


Harry dudaba de ellos. Son amigos, se conocen de algunos años, cuando Harry buscaba el calor de una madre, y supo que la mujer que siempre llevaba a Ron a la escuela le pagaban a cambio de besos y abrazos, durante el verano en que trabajo para su padre atendiendo a gente él solo, ahorro el dinero que le daba cada fin de semana el señor Potter por ayudarlo, su padre lo amaba demasiado y era, tal vez, el único padre del pueblo que amaba a su hijo genuinamente, su sangre, su hijo, el hijo de esa mujer. Harry, al tener ese dinero le pago a la señora Molly Weasley, ella estaba sorprendida y algo aterrada ante la idea de la posible perversión del niño, hasta escuchar por los tiernos labios del pequeño que solo quería abrazos y besitos en la frente cada vez que llegara y se fuera de la escuela, en ese momento la madre de Ron sintió por primera vez una calidez humana y le prometió al ingenuo ser darle besos y abrazos sin necesidad de dinero. Así fue, como termino conociendo a Ron, la amistad más forzado de los tres, por el simple hecho de que la madre en cuestión adoraba ese chiquillo de enormes ojos verdes, esos ojos de cachorro suplicando de amor en esa paliducha piel de su ovalado rostro sombrío.


-Que no hay nadie. –Insistió Harry viendo todo oscuro, trato de prender la luz del pasillo pero no funcionaba.-Chicos, no me gustan las bromas. –Advirtió creyendo que eso era, y eso lo desagrado por completo, porque de lejos, las bromas de todo tipo eran su total desagrado.


-A ti no te gusta nada, que aburrido eres. –Ron no podía evitar quejarse, era inevitable, todo Harry lo irritaba, todo de él, lo envidiaba, como el hecho de ser más alto, y de tener esos bonitos dientes rectos y blancos, de manera inconsciente toco los suyos chuecos y amarillentos, pero fingió que solo tenía un pelo en la lengua.


-Solo estoy asustado, Barty es bien raro para sus cosas. –El silencio fue la peor respuesta que tuvo, hasta ellos mismos sabían lo macabro que podía ser ese tipejo flacuchento que aparenta retraso cuando solo es perversión.


-Sigan buscando… -Ordeno Draco para romper el incómodo momento hasta darse cuenta que uno de sus amigos estaba frotando rama contra rama en el suelo.-Neville deja de hacer esa tontera, si no vas aprender fuego así. ¿No tienes celular?


-Se me hecho a perder. –Con un enorme pesar lo admitió, sabiendo de antemano que Ron se burlaría de el sin parar.


-Por tonto, ¿Por qué no te cortas las manos mejor? –Tan burlesco como era el no había nadie en el pueblo.-Todo se te cae, con razón tus padres no te van a dejar la carnicería.


- No importa, mi abuela me va a cuidar. –Tratando de aliviar el ambiente trato de contestar rápido y por debajo por si nadie lo escuchaba y lo dejaban pasar por alto.


-Tu vieja se va a morir con tantos cigarros que fuma y te vas a quedar solo en la calle, ella se morirá antes de que pidas ayuda otra vez. –Afirmando el futuro de su amigo se le acerco escupiendo su veneno a su paso.


-Pero tendré a mis primos. –Ya estaba cansado de escuchar a Ron, estaba cansado de darles explicaciones, pero era esa personalidad suya que le imponía en hacerlo.


-‘’Tendré a mis primos, tendré a mis primos’’, ¿tú crees que ellos te van a dejar vivir en la casa? Si no sirves, eres retrasado, apenas sabes leer, ¿Cómo pasaste de curso? ¿Le chupaste la vagina a la directora Mcgonagall o qué?


-¿Puedes dejar de hablar? –Draco estaba sorprendido del desprecio que despilfarraba Ron por todos lados, ese odio, ese desprecio, tan negativo y tan despreciable, eso hacía ver su aspecto físico una basura.-Eres bien mierda, cállate, que eres insoportable. ¿Ven algo? ¿Han ido a las habitaciones?


¿Ver algo? El lugar era pequeño, no era una cabaña típica de película de terror o de aspecto americana, más bien era una pocilga, con un sillón gris, llena de manchas verdes y amarillos, dejando al descubierto los horrores fetiches de Barty al tener la necesidad de oler orina en todos lados, la cocina apenas uno entra esta la vista, todo apretado y los platos y vasos votados tanto en el lavaplatos como en la basura por caer por accidente por una borrachera cualquiera, una pequeña mesa de madera creada nada más para el mal uso de poner líneas rectas de cocaína y cervezas de mala calidad. Botellas de tragos esparcidos por el pasillo a la derecha, con tres puertas. Harry fue el valiente en atreverse aventurarse ese corto pasillo sin salida, todo oscuro, angosto de una manera desagradable, sin luz en ningún lado por el hecho de que Barty no le gusta malgastar dinero. Tomo aire, y abrió la primera y única puerta al lado derecho, una habitación completa de muebles llena de diarios y un inodoro al centro casi cubierto de tantos muebles, con excremento en la orilla de la tapa y diarios ya usados. El pobre de Harry se cubrió apenas la abrió y cerró de inmediato sin echarle otro vistazo, tras él, Draco se aventuró por la primera puerta a mano izquierda, al entrar solo estaba una pieza de tres paredes negras con una escoba con el condón puesto y la pala con una rata de cola larga con embarazo no terminado ya que Ignacio la mato sin saber del porque la gordura del pobre animal. Y fue Draco ya molesto por haberlo hecho venir sin motivo interesante a abrir la última puerta al lado, una habitación, con un colchón en el suelo, una sábana, botellas, condones usados, papel arrugados en cada rincón y el olor a orina impregnada en cada pared.


-Enfermo de mierda, ¿Por qué no abre una ventana?


-Porque me excita el olor, ¿algún problema?


Respondiendo a Draco tan repentino, Barty se hizo presente, asustando a los chicos que sobresaltaron al oírlo y ver su jorobada presencia, cuyos ojos negros brillaban de forma extraña mientras se lamia los labios partidos sin parar.


-Hijo de puta. Nos asustaste. ¿Y por qué los otros no avisan? –Draco fue corriendo a ver porque los otros imbéciles no les habían advertido, aunque debió verlo venir por las luces prendidas.


-Las chicas los están entreteniendo.


- ¿Entreteniendo?


Draco ya sabía la respuesta al llegar primero pero Harry seguía caminando atrás del apestoso Barty, olía a excremento puro.


- Aquí está el graduado. Traje dos más, hay una que les va a encantar.


Barty se tomó el atrevimiento de tocar a Harry en el hombro, sabiendo el desprecio que le transmite al solo verlo. Llevándolo hasta donde estaba los chicos sentados con dos chicas, con aspecto de tener no más de quince sobre ellos, de cabello moreno, una cabello crespo y denso,  y la otra la tenía largo rubio, casi plateado, sus poleras cortas mostrando el ombligo y sus diminutas faldas de mezclilla barata mostrando sus vaginas con tanga, ambas no paraban de frotarse sobre los chicos que se miraban y sonreían con aire de triunfo, y otras dos más mayores, una pelirroja y la otra morena, ellas parecían las más despiertas, las más alertas, las otras dos jóvenes estaban con ese aspecto de haberse drogado todo el día.


-Hay que compartir eso sí, yo feliz con dos, pero mejor una y que dos de nosotros les estemos dando duro. Entonces, ¿Qué les parece si empezamos? –Barty parecía entusiasmado, el veía una gran noche de placer, para cumplir todos sus fetiches en una sola noche y ya quería empezar.


-¿Ah?


Harry no partencia ese turbio ambiente, no era su sitio, lo supo apenas Ron y Neville lo llevaron a su primera fiesta hecha por Barty en la casa de Draco, así conoció por primera vez a Draco gracias a que los chicos lo llevaron cuando apenas tenía trece años. Draco es el más atractivo de los tres, con una seguridad y dominancia hacia los demás, dejando en claro el carisma que porta y desaprovecha por completo, muchos creerían que es por las malas juntas, pero la realidad es más triste de lo que en verdad es, si supieran que toda esa seguridad no es más que una farsa, por dentro, el pobre esta mas podrido que el cadáver de la señora Umbridge frente al árbol, Draco es de aquellas personas tristes, sin saber cuál es el sabor de la vida, del amor, de la alegría, el pobre creció solo, y no sabe cómo sacarse esa sensación de vacío por dentro.


-Pongámonos en onda. Neville, ¿trajiste algo para comer? –Barty se paseaba en la pequeña cocina con tres cervezas en cada mano sonriendo de oreja a oreja ansioso de que comenzara la acción.


-Oh, lo deje en el auto. –Neville intento sacarse a la niña de su regazo para arreglar su error al querer ofrecerse a buscar la comida, pero ella se afirmó más en su lugar, la pobre había inhalado mucho Popper en el camino siendo advertidas por sus compañeras de que uno era más cruel que el otro, pero el chico con que estaba era tan manso que supo de inmediato que no se despegaría toda la noche de el al darse cuenta que él no era el malo de ahí.


-Que idiota eres, tráelo. –Con ligero tono a orden y desprecio, Barty mando a Neville a que fuera a buscarlo.


-Bueno…


-¿Qué pasa? –Barty le lanzo la última cerveza a Ron molesto por la estúpida actitud de ese chico.


-Es que esta oscuro… ¿alguien quiere acompañarme? Es que me da miedo.


-No te preocupes, yo te cuido. –La chica lo único que quería era que alguien más se ofreciera, aferrándose más al cuello de ese tonto chico que con algunas cervezas tal vez lo podría hacer dormir toda la noche.


-Yo voy, no tengo nada más que hacer. –En  parte era verdad, y en parte era para que tanto Barty como Ron lo dejaran en paz.- ¿Qué trajiste, Neville?


-Eh… ah…. –La chica en verdad lo distraía con esos besos en el cuello, desconcertado de ser atendido de esa forma tan cariñosa.-este… unos bistec, y unas chuleta fritas.


-Oh que rico. Ya tengo hambre. Tráelo. –Sin delicadeza, Barty agarro a la pelirroja obligándola a sentarse entre sus piernas con las demás niñas, metiéndose entre medio de los chicos.


-Menos mal que me ofrecí, -Ironizo harto de la actitud de su desagradable amigo para luego mirar al chico que vinieron a celebrarle su penúltimo año de escuela, el único del grupo que sigue estudiando de verdad.- ¿quieres venir Harry?


-Ya. –Para Harry era un alivio salir tan solo unos segundos de ese horripilante lugar, todo ahí le gritaba que se fuera de de una vez por todas.


-Harry, te traje vienesa cruda, ¿todavía comes eso? –Neville como podía, le informo a Harry ya que la chica ya estaba sobre él, su áspero cabello ni si quiera lo dejaba respirar tranquilo.


-Sí, que rico, gracias. –De manera honesta le agradeció al pobre chico hostigado por la chica que metía sus delgados dedos débiles en la papada de Neville que creaba al sonreír.


-¿Lo trajiste para él o se te olvido cocerla? –Ron no disfrutaba del todo que Harry se fuera con Draco, pero no le quedaba de otra que aceptar que se fueron los dos juntos, y rendirse con esa niña en entre sus piernas que lo acariciaba, a veces se preguntaba si eso hacia su madre cuando andaba con sus clientes.


-No seas pesado, estaba cansado. –Trato de defenderse avergonzado tratando de alejarse de la pegajosa chica.


-¡¿Cansado?! –Burlándose con ganas sin querer boto a la chica que no se quejó, de nada le servía hacerlo.


-Te pasaste, si no haces nada. ¿Qué sabes hacer aparte de abrir la boca y comerte los bichos? –Gozando del dolor ajeno, Barty participo en el vicio de burlarse de Neville.


-Fue una vez, hace tiempo. Ya déjenme. –Neville estaba harto de ellos dos, y de la chica, ¿Qué le pasaba siendo tan hostigosa?


-Uy, ‘’déjenme, déjenme’’, -Imitando a una damisela en peligro de las películas de los años veinte se burló Ron otra vez.-que imbécil…


-Ya cállate y déjalo en paz, mierda. –Por el alivio de algunas personas Draco demando a callar a su insoportable amigo.


El pobre Neville, nacido y creado para la burla de esos dos inútiles. El único que lo defendía era Draco, le daba una pena ver ese rostro de retrasado por sus ojos tan negros, redondos y juntos con un horrible corte de pelo de taza, y ver que ese pobre chico jamás tendría un buen futuro, Draco pensaba como iba a terminar; ‘’En la calle prostituyéndose y drogándose con los otros mongólicos’’, eso pensaba con cierta convicción, dado por hecho al ver tanto niños y niñas de esa ‘’condición’’ en la calle, mal vestidos a propósito por el fetiche de esos repugnantes seres humanos. Draco solo quería un buen futuro para Neville, ya que para Ron y para él, ese ‘’futuro’’ le eran por completo indiferentes, no sabían si vivirían más de los veinte, o de los treinta, él  no se veía más de los treinta en realidad, no podía imaginarse con una novia, unos hijos o hijas, no podía imaginarse con trabajo, no podía imaginarse una vida, solo podía ver el futuro de los demás, Ron siendo inútil igual que él, Neville echado a la calle, y Harry, oh Harry Potter sería el único que saldría adelante. Harry era diferente a ellos, era  cuerdo, casi podría pensar la pureza de él, con esos ojos enormes lleno de asombro, su pálida piel, sus pómulos marcados dándole un toque de elegancia gótica, y sus labios gruesos mostrando esos dientes rectos, veía esa belleza afuera del pueblo, teniendo éxito, o trabajando por lo menos en la ferretería, olvidándose de ellos, olvidándose de él, de solo pensar eso, de solo creer en que Harry lo olvidará como un simple objeto, le nacía unas fervientes ganas de dejarle un buen recuerdo, para que nunca Harry se olvide de Draco Malfoy.


-Ya llegamos. –Suspiro para respirar bien al tener esas emociones tan fuerte estando solo con Harry.-Neville metió el cooler abajo del asiento, me sentí todo el camino incomodo por el imbécil, ¿lo puedes sacar tú? yo voy por algo  a atrás.


Harry sentía el ambiente pesado al salir. Presintió en su asquerosa piel que algo no cuadraba en la actitud rara de Draco. Siempre lo miraba, siempre lo veía, siempre lo observaba y ahora parecía huir de la mirada del individuo en cuestión.


-¿Encontraste lo que querías? –Interrogo con el cooler en sus brazos viendo a Draco salir por la parte de atrás sonriendo mientras guardaba algo.


-Sí, ahora sí.


Ese; ‘’ahora sí’’, parecía a una determinación a algo, Harry  no sabía de qué, y no le hubiese gustado preguntar. El ambiente del bosque se oscurecía de manera tétrica, dándose paso a la orquesta de animales desafinados pero sincronizados, parecían estar a gusto en su ambiente, cada uno en su orden, dándole un contraste al sentimiento de aprensión de Harry. Su pecho se apretaba acelerado a cada paso que daba, avanzando sin Draco a su lado, no le asustaba la idea de estar solo, ya que escuchaba la agitada respiración de su compañero de trayecto atrás suyo, cada vez más agitada, ya casi podía oír la respiración de un animal en vez de un ser humano, su nuca, vaya que su nunca sintió el aire de la respiración de alguien más, algo no andaba bien, se dio la vuelta y;


-¿Draco?


No se veía por ningún lado a la persona que llamo. Siguió diciendo su nombre, se dio la vuelta y prosiguió bajar al lado del pequeño rio sectusempra con el cooler en los brazos, dificultando cada paso por esos sentimientos de tener algo más, de tener algo pesado, de tener algún tipo de contacto, tenía que controlarse, no se podía saber.


-Malfoy, Draco. No me gustan las bromas, lo sabes bien. Sal ya, me voy a enojar y voy a dejar todo tirado y me voy así de simple.


La respuesta a su amenaza no fue más que el completo silencio, el estúpido sonido de los pájaros, y las hojas rozándose entre sí por el cálido viento del verano. Hacía un calor enorme, sofocante a tal grado de que el pobre de Harry ya estaba transpirando mientras seguía bajando para llegar al auto he irse solo, no le gustaba ningún tipo de bromas, no los toleraba, ellos lo sabían. La parte compleja fue pasar entre los arboles sin rozar con ninguna rama, cada cosa que le rozaba por lo más mínimo que sea le hacía  retroceder para respirar profundo y seguir su camino, tenía que aguantar.


-¿Draco?


Escucho un ruido de jadeo, un olor, a podrido, a carne descompuesta agudo, era el olor similar cuando subió con los chicos a la cabaña, el olor azufre se hacía más potente a cada paso que daba sin saber lo que estaba ocurriendo, ‘’ ¿de dónde viene ese olor?’’ se repetía una y otra vez la misma pregunta Harry, no le era difícil seguirle el rastro. El olor más el sonido de ligeras pisadas le hacían guiarlo hacia el cuerpo de la señora Umbridge muy bien estirado mirando hacia él.


-¿Draco?


Draco no reacciono como lo hubiese querido, al darse cuenta de la situación; el, frente al cadáver de la señora Umbridge desaparecida hace años, un cuerpo lleno de pinchazos, se dio cuenta que Harry lo podría malinterpretar, pero es que Harry no sabía lo impactante que fue para Draco ver un cadáver. Estaba por completo desnuda, dejando expuesto los rollos colgados a cada lado, sus inmensas carnes acumuladas en los muslos, sus brazos extendidos dejando a la vista sus axilas velludas, su boca diminuta morada de la cual antes chismeaba de las pobres almas victimas de su sed de ver el caos para su entretención, para darle sabor a su patética vida, su cuello, que no se dejaba ver, pudo dejarlo en claro que eso fue lo que la mato, tantos pinchazos y lo que le atino al cuello hizo un desangrado monumental, haciendo que todo su cuerpo estuviese bañado de sangre que la cual ahora estaba seca, sus ojos abiertos, uno con la pupila dilatada y el otro no se sabía dónde estaba, su corto cabello negro ondulado era la selva de los bichos en ese momento, comiéndose el cuero cabelludo para luego abrir y entrar a su cráneo en unas largas horas más, su vagina era la vista repugnante por ganador, el poco vello devorado por los insectos dejaba ver toda su carne abierta, y eso fue quien mantuvo a al choqueado Draco tanto minutos pegados en ese mórbido cuerpo, preguntándose; ‘’¿En qué momento la mataron?’’ ‘’Sigue igual que hace años atrás’’ no podía entender, sentía que algo no cuadraba, algo no andaba bien, ¿Por qué apareció ahora? ¿Aquí en el bosque con ellos presente? ¿Cuántas horas estuvo aquí? ¿Estará la persona involucrada por ahí?


-Ah… no es lo que piensas, es que… -Jadeante hacia un partido de tenis entre Harry y la señora Umbridge, era inevitable no pegarse en ese cuerpo, pero la culpa de seguir viendo y la vergüenza de que crea que tuvo algo que ver lo hacía luchar con esa morbosa ganas.-al pasar por aquí lo olí, y retrocedí para ver que era, pensé quera un animal herido… ¿tú no oliste nada? Cuando llegamos… era el mismo olor.-Tratando de justificarse se acercó de a poco a Harry para por fin fijar su vista en él.


-Pensé que era la carne. –Admitió mirándole de reojo sin comprenderlo del todo.


-No… -Draco quiso justificarse de que no era lo que él creía pero prefirió cambiar el tema creyendo que se vería mal si tratara de justificarse de algo que no tenía nada que ver.- ¿Qué mierda es esto? –Le pregunto a su amigo mientras giraba de nuevo a verla.- ¿Ella no estaba desaparecida? –Siguió haciéndose las preguntas en voz alta aun mirándola.- ¿Qué le hicieron? –Cuando se dio cuenta de lo cerca que estaba retrocedió y miro a un Harry extraño, con una expresión de vacío nunca antes vista.-Está llena de bichos y hoyo…. Hay que llamar a la policía.


-No tenemos señal aquí. –Le recordó retrocediendo por el horrible olor.


-Barty sí. –Se acordó por suerte de su asqueroso amigo.- Él tiene una radio que conecta a cualquiera. Vamos, corre.


Sin dudarlo fueron corriendo hacia la cabaña ya encendida por la única luz que tenía gracias al avaro del Barty. Ambos entraron agitados por la gran corrida que tuvieron, Harry dejo el cooler por ahí y Draco parecía buscar a Barty que era el único que no estaba, y faltaba una chica de las cuales estaban arrinconadas mirando hacia el pasillo, y tanto Neville como Ron miraban el suelo todos en silencio, la chica que faltaba, era la que durante toda la noche no quiso ser herida y estuvo pegada a Neville para asegurarse la noche entera, pero la inexperta chica no se dio cuenta de los perversos ojos del dueño de la cabaña fijada en ella toda la noche, asustándose luego que la agarrara de un ala y llevándola a un infierno que nunca olvidaría.


-¿Y Barty? –Las respuestas mudas fueron las únicas respuestas, eso no fue buena señal, menos los ruidos de quejas proviniendo del pasillo que aceleraron el corazón de casi todos en el pequeño comedor.


-Eh… -Neville estaba a punto de hablar, hasta oírse el horrible sonido parecido a una bofetada.


-¡Déjame, por favor, te lo suplico! ¡Ayuda, ayúdenme por favor, ayuda! –Era la niña, cuya voz se acentuó más a su edad infantil de solo quince años que a la de la mujer que intentaba fingir cuando estaba con sus clientes.


-¿Qué mierda le está haciendo? –Harry estaba atemorizado de la respuesta, mirando a las tres chicas arrinconadas mirando al suelo, con las dos mayores sosteniendo a la menor de la cual intento muchas veces ir a socorrerla.


-Déjalo, será un rato, ¿y a ustedes que les paso que se demoraron tanto? –Nervioso, esquivo la respuesta Ron, temblando su voz entre medio sin mirar a ninguno de ellos, preguntándose, si alguna vez su madre pasó por eso de nuevo.


-¡Ayuda, ayuda, no, déjame!


-¡Hary, no!


Harry no lo pensó dos veces ni aun escuchando la advertencia de            Draco, para ir a la pieza dónde provenía el suplicio de la chica. Cada grito desgarrador que ella daba era una punzada en la mente del chico que abrió abrupto la puerta donde estaba el baño, con ella con un papel de diario defecado en su cara, la tanga debajo de sus pies y su falda levantada, Barty estaba listo para violarla.


-Corre, anda, váyanse. –Ahogado por el fétido olor, por el horror que vio, pudo hablar más por el miedo que por valentía.


Tomo a la chica del brazo quien que como pudo se subió su tanga y les dijo a las otras que se fueran con ella. Todas empezaron a correr entre llantos y escucho claro las pisadas de alguien atrás, al girar vio el rostro de Barty ladeada con los dientes expuestos y la mirada perdida, con su lengua vuelta loca por toda su boca; estaba drogado.


-¿Quién te dio el derecho hacerlo? –La pregunta retórica no asusto a nadie, lo que asusto fue el siniestro tono de Barty, rasposo, ronca, del inframundo.


-La ibas a violar. –Harry no sabía que decir, su mente dejo de funcionar apenas vio a  esa chica a punto de ser violada, solo dijo lo primero que le nació decir, por su instinto, por lógica.


-¿Y? –Girando sin parar la cabeza con movimientos cortos de un lado a otro sin entender la estupidez de ese chico, se acercó lento alzando sus brazos de a poco para darle entender que no había por dónde agarrar esa excusa.-era una puta, para eso está, nadie se daría cuenta. –Asevero dejándole en claro que no se estaba excusando de lo ocurrido en el cuarto.


-No importa. –Como le dolía el corazón al pobre chico por miedo al verlo en ese estado, por unos momentos creyó que la cabeza de ese drogadicto giraría por completo con tantos movimientos que paro de golpe al hablar.-Si ella no quería…


-¡Para eso le pague! –Interrumpió harto de todo, ‘’jodio toda la noche, la jodio, la jodio, la jodio el maldito’’ pensaba una y otra vez, sintiendo su cuello tenso y esa vena palpitando, apretando sus manos en forma de puño preparado para golpear a cualquier imbécil.


-Eso ya no importa. –Draco se interpuso entre ellos dos adivinando por el cambio brusco de Barty hacia Harry que le daría un golpe en cualquier momento.-Vimos a un cadáver. –Confeso mirando fijo al dueño de una rabia y sentimientos a tope frente suyo, solo para distraerlo un poco.


-¿Qué dijiste? –Ron había escuchado bien, pero pensó que solo era una mentira de Draco para proteger al estúpido de Harry, le pregunto solo para ver si Draco le respondería con convicción y así tal vez creerle pero a cambio recibió la pregunta susurrante sin sentido de su amigo al lado suyo.


-¿Qué es eso? –El suave susurro de Neville, con ligero aroma a carne cruda le despertó una chispa de molestia de su amigo de la cual su mirada fue chocante y pedante al igual que su respuesta.


-Imbécil, encontraron a un muerto.


-Sí, era la señora Umbridge, está cerca del rio, cerca donde estacionamos el auto. El olor esta fuerte. –Se relajó un poco Draco aunque su mente seguía alerta por Barty que no paraba de mirar sobre su hombro a Harry que no se dejaba intimidar por nadie.


-Yo olí algo pero pensé que era la caca de un animal. –Confeso Ron, mientras se paraba asustado de saber que había un cadáver de alguien desaparecido año en el bosque cerca de ellos.


-No, era ella. Hay que llamar a la policía, y decirles…


-¿Eres tonto de nacimiento o te caíste? –Escupió de burla y de rabia Barty hacia Draco por haberle arruinado la noche más de lo que ya estaba arruinando, pero de inmediato se le vino a la cabeza el maravilloso plan que tenían de hace meses, el obtendría su noche a cuesta de cualquiera.-¿Quieres llamar a la policía? Nosotros aquí, teniendo droga, van a creer que nosotros fuimos.


-Pero…


-¡Pero nada! –Por primera vez alguien callo al jefe Draco, con aire de dueño y de fastidio se acercó a su viejo amigo gritando con todo enojo sobre su rostro.-¡Su amiguito me cago toda la noche y me hizo gastar plata en putas de mierda por nada!  Me las va pagar, -De la nada se alejó de Draco pasando a su lado para mirar fijo a la cara de sorpresa de Harry.-tú la vas a reemplazar, como lo planeamos.


-¿Cómo lo planearon? –Dudo en saber si escucho mal o no, no supo si en verdad malinterpreto los dichos de eso loco, el esperaba que sí.


-No le hagas caso, -Intervino asustado Draco de  que le arruinara todo el plan, sintiendo esa bolsita moviéndose en su bolsillo del pantalón listo para que saliera en el momento indicado, no así, así no estaba planeado.-esta drogado…


-Ni tanto, -Aclaro enojado mirando de lado al idiota que quería desmentirlo.-aun me acuerdo que me llamaste para conseguir una droga especial para que este se ablandara y prestara su trasero, y ahora lo tienes, ¿cierto?-Sonrió burlesco al darse cuenta de la temblorosa mano del ansioso chico para luego mirar a su próxima víctima de la que hace tanto le tenía ganas de hacerle cosas.- Te vamos a violar, ese es el plan. Hagámoslo ahora, ya que se fueron las putas, usemos esta.


-No, no entiendo. ¿Chicos? –El iluso Harry se puso nervioso, un miedo le empezó a brotar por el sudor, acelerando su corazón, sin entender esa traición.- ¿Es una broma? Saben…


-No es broma. Queríamos disfrutarte un poco más antes de que volvieras a comenzar las clases, tenemos todo un verano para que nos recuerdes.


Ron por fin confeso sus oscuros deseos de esa noche, ya estaba harto de fingir que no sabía nada y de esperar, quería verlo sufrir en ese instante.


-Están enfermo, no entiendo porque….


-Porque nos va a dejar el próximo año. –Draco malinterpreto la posible pregunta de Harry que en realidad era; porque le estaban haciendo esa broma, ya que Arturo prefería creer que ese macabro momento, era una broma.


-¿Draco? ¿Estás de acuerdo? –El seguía aferrándose a que era una broma, una de mal gusto, debe serlo, eso debe ser pensaba él.


-Él fue quien ideo todo, me dio dinero y me pidió que fuera en esta cabaña, donde nadie te escuchara. –Confeso Barty yéndose a la cocina para relajarse y tomar algo de cerveza antes de la deliciosa acción que le iban hacer a ese buen chico del pueblo.


-No queremos que nos dejes como si nada, sabemos que nos dejaras por una mejor vida, eso es injusto, así que vamos a divertirnos un poco contigo. –Neville colaboro sonriendo un poco, el ambiente estaba tenso y el solo quería alivianarlo por lo más superficial posible.


-Están locos, enfermos de mierda. –Asevero la victima pensando cual era la mejor salida sin mirar a ningún lado para que no sospecharan.-Hay un cadáver afuera, la persona quien lo dejo debe estar afuera y ustedes pensando en…-Ya se resignó al ver los rostros indiferente al oír la palabra ‘’cadáver’’ sobre él, ya no había remedio que rendirse ante la cruel y verdadera realidad.- van a violarme.


-Agárralo, Neville. –Mando Draco mientras mostraba su verdadera cara de perversión al imaginarse todo lo que le harían, todo.


Neville con todo su peso se abalanzo al veloz Harry, Neville será fuerte pero no tiene los pies agiles de Harry después de tanto huir de su padre cuando se embriagaba para golpearlo por el simple parecido a los ojos de su madre. Solo pensaba en llegar a la camioneta, y tomar las llevas que vio que aún seguían adentro, tan solo tendría que romper el vidrio y salir huyendo de ahí, pero ¿y después? ¿Seguirán intentando? ¿Lo buscaran después? Una y otra vez se preguntaba lo mismo con la respiración entrecortada sin entender el porqué, preguntándose como paso si…


- Esto debe ser una broma, el no… no puede… -Su voz entrecortada solo era la señal de su falta de respiración gritando a gritos que parara para obtener algo de aire.- ¿Quién anda ahí?


Se escuchó el ruido de unas pisadas, estaba alerta todo su cuerpo a un posible ataque. Durante años se ha acostumbrado a los ataques sorpresas, convirtiendo su piel sencilla de cualquier ser humano en flor de piel, podía sentir hasta el viento antes de que lo tocase, gracias a él, siempre atacándolo de sorpresa, divirtiéndose de su agobiante dolor al tocarlo, llenando su piel de pinchazos, dándole un aspecto horrible de solo mirarse al espejo, muchos creerían que son hoyos por ser tan profundos algunos, pero en realidad solo eran el producto del fetiche de la persona que más amaba en el mundo.


-¡AAAAAAAAHHHHHH! ¡NO, AYUDA, NO ME MATES POR FAVOR!


Esa era la súplica de Barty, irónicamente se parecía al de la chica, solo que esta vez nadie acudió ayudarlo, menos Harry que aprovecho huir al lado contrario de donde estaba, sea lo que sea lo que le paso no le importaba, no sabía si estaban bromeando para que fuera ver y lo atraparan o en verdad lo estaban matando, ¿pero quién? ¿O qué? Escucho un ruido y sintió la respiración de alguien ajeno, alguien estaba corriendo, podía sentirlo en las partes de atrás de sus brazos erizando lo que quedaba de vello. Corrió sin importar quién era, bajo más rápido y tuvo una alegría tan inmensa al ver el rio que se sonrió un poco en la carrera, estaba cerca de la camioneta, solo tenía que seguir bajando y pasar de largo el pobre cadáver de la señora Umbridge, faltaba poco, nadie lo detendría ni su corazón agitado hasta su garganta, ni sus lágrimas opacando un poco la vista, el miedo era su mejor forma de ser valiente en huir en esos momento, solo faltaba poco, solo faltaba, faltaba porque no fue.


-Deja de correr.


Draco apareció de frente, mostrando su siniestro rostro verdadero, uno pervertido, ansioso de cumplir su mayor sueño, sentido a la vez a alguien atrás y su lado izquierdo, Neville estaba con ambas manos alzadas listo para atacarlo, y seguramente quien estaba atrás era Ron.


-No los entiendo. –Harry aún no se rendía, solo quería ganar tiempo, solo quería también de paso saber cuándo paso que no se dio cuenta de la perversión de sus amigos, cuando se distorsiono, en que momento.


-¡¿Te crees mejor que nosotros por no acostarte con ninguno?! ¿Te crees mejor para alejarnos? –Pregunto desde atrás Ron, ansioso como un animal, sediento de su sangre.


-¿Quién dijo que los iba a olvidar? Son mis amigos….


-Tu padre nos habló de una posible beca afuera del pueblo o que te puedas quedar con su ferretería. –Confeso por fin el motivo Draco acercándose de a poco.-Nos abandonaras el próximo año al graduarte, somos basura y cuando te des cuenta nos querrás fuera de tu vida, pero antes de eso queremos dejarte en claro lo especial que eres para nosotros, para que nunca, nunca, nunca nos olvides y jamás olvides de dónde vienes. –El pobre desquiciado en verdad creía que le estaba siendo bien en querer dejarlo su tierno recuerdo.


Harry no le importó más el motivo, se sintió estúpido haberle exigido explicación cuando no lo había, tan solo tenía que correr ahora sobre el rio. El chapoteo de los pies de todos, con la combinación de sus agitadas respiraciones era lo único que se podía oír a esa hora de la noche. No le importaba mojarse las zapatillas. No le importaba agarrar piedras y tirárselas cuando podía hacia atrás para alejarlos un poco, solo quería sobrevivir, sin sufrir en medio, solo quería salir de ese bosque.


- Atájenlo. Neville.


Neville esta vez fue más veloz y Harry no veía de otra que dejar de correr por el rio he irse entre los árboles para perderlos un poco. El olor fétido le golpeo en la cara cerca de la zona en que estaba corriendo, donde fue atajado por Neville  rodeado de árboles. Lucho con todas las fuerzas que en verdad tenia, sacando gritos por si eso le servía, la rabia e impotencia crecían mientras oía las risas de los otros acercándose. El miedo, era el peor sentimiento que tenía, apretujándole el corazón, entrecortando la respiración, haciendo un nudo en la garganta, he imaginándose lo peor. Lo violaran, lo golpearan y no importaba cuando gritara, nadie lo escucharía, solo estaba presente esa muerta inservible, si tan solo se hubiese llevado la radio, si tan solo no hubiese salvado a esa prostituta tal vez Barty le hubiera dado la radio o darle tiempo de tomar una y llamar a la policía. No quería esto, no quería que tocaran su cuerpo, pero, ¿Por qué lo permite? Se preguntaba Harry apretujando su mente sin entender.


-Tómalo de las manos, Neville.


Neville quien estaba encima de su espalda, con cuidado a que no lo mordiera, lo tomo debajo de la axila para tirarlo hacia atrás al mismo tiempo en que Ron tomaba sus piernas gozando del dolor de esa fastidiosa persona a la que tanto envidiaba. Harry tenía todo lo que él quería, el amor incondicional de su madre, el amor de un padre, la admiración de casi todo el pueblo, y la obsesión de Draco hacia él, lo tenía todo y ahora lo haría pagar por eso. Neville, que fue mordido solo un poco en sus nudillos por Harry, de manera rápida sus manos fueron a las muñecas de la pobre víctima, viendo lo rojo que estaba de gritar, parecía un poseído, y lo estaba, Harry estaba poseído de rabia y miedo al sentirse tocado. Por Ron, no le sorprendía tanto, siempre supo que le tenía algo de odio, pero por Draco, quien admiraba por ser alguien que siempre salía con la suya sin importar las críticas, y Neville, quien fue presentado por los padres de ambos cuando fue a la carnicería de su familia, al solo verlo pensó que era un niño menor que él, pero resulto ser mayor con una mentalidad tan infantil que le dio pena decirle que no cuando Neville  le pregunto si eran amigos tan solo al conocerse por dos horas mientras sus padres tomaban unos tragos en la hora de trabajo, jamás pensó que sería traicionado por ellos dos.


-Ahora sí, empecemos. –Draco estaba tan ansioso que se reía de la felicidad, por fin, Harry Potter seria suyo.


-No, por favor, chicos, les suplico, no lo hagan, Draco, por favor, no, no les gustara ver lo que hay debajo de esta ropa. –Susurro lleno de miedo, lleno de vergüenza, esa gran cantidad de emociones solo lo incitaban a querer orinar de miedo al imaginarse sus expresiones.


-¿Enserio esa es tu mejor excusa? –Ron no le creía, de hecho lo odio más por ver que el otro intentaba hacerles creer que su cuerpo era asqueroso cuando todos creían saber que su cuerpo quizás era parecido a una escultura perfecta.


-Si tu rostro es hermoso, tu cuerpo también lo será. –Convencido de que Harry solo estaba siendo tímido y humilde, se arrodillo al lado sonriéndole mientras le acariciaba un poco su sedoso cabello. –Sí, eres hermoso.


-No te pongas romántico, -Esa queja en realidad era una súplica, Draco no sabía cuánto le dolía Ron verlo actuar tan dócil ante ese tipo, cuanto le sangra de envidia su corazón.-ya quítenle la ropa. Yo le bajare los pantalones.


-¡NO! ¡NO! ¡NOOOOOO!


Su grito venia de los más adentro de su alma, asco era la palabra exacta de su sentimiento al verlos querer quitarle la ropa. Aun asustados por esos gritos de Harry tan repentinos, se lanzaron a quitarles algunas prendas, Ron fue por las zapatillas, calcetines, y los pantalones, tanto Neville como Draco, como pudieron le sacaron la chaqueta y su polera amarilla, ahora sí, Harry Potter estaba expuesto de la manera más humillante posible. Neville ya no tenía porque a sujetarlo, Harry, con sus delgados brazos trato de manera inútil taparse.


-¡NOOOOOO! No, -Se golpeaba la cabeza contra el suelo humillado y rendido.-no, no, -Una y otra vez.-no, no, no, no, no –‘’ ¿Por qué no me salvas de esto?’’ rogaba en su pecho que lo salvara de esa agresión.-… no… ¿Por qué? Por favor… ya sálvame, ¿Por qué permitiste esto?. –Suplico, le suplico, él estaba ahí, él tenía que salvarlo de esa humillación, de esa violación.


-¿Qué mierda tu cuerpo?


Ron no podía con el horror al ver el cuerpo lleno de orificios, hoyos tras hoyos profundos, huecos de piel que tocaban los huesos, ningún rincón se salvaba, las axilas a pesar por su denso vello se veía con claridad esos huecos negros, sus pezones, ¿cuáles pezones? No habían, solo dos hoyos negros algunos sucios al no ser limpiados correctamente hace una semana ya que Harry  le daba flojera lavarse orificios por orificios. No alcanzaba ni tocarse la espalda, se les llenaba de mugre por la transpiración, creando algunas costras si nos las limpiaba de forma correcta. En los pies, en los rincones de los dedos, en todo su pecho, abdomen, hombros, los codos, hoyos tras hoyos con tan solo una pequeña línea que separaba uno de otros.


-Qué asco… lo tienes en todo tu cuerpo… ¿también…?


Ron quiso terminar preguntando si también tenía  su pene y su trasero así, pero prefirió callar al solo imaginárselo dándole arcadas para al final terminar vomitando la cerveza y algo de droga que mantenía en su cuerpo hacia un lado, dejando a los chicos a merced de esa cosa encogida y observado por Draco.


-¿Seguimos? ¿Seguimos? ¿Draco? –Neville miro a su amigo, embobado por esa monstruosidad en el suelo.- ¿No quieres…? ¿Qué te pasa?


-Tu cuerpo… ¿Por eso no querías que te tocaran? –Curioso por la respuesta se acercó tímido a su amado.- ¿Qué te viéramos? Harry, eso no importa, eres hermoso, igual eres hermoso. –Draco creía que con esas insignificantes palabras Harry se dejaría amar, el iluso no sabía que jamás obtendría ese extraño corazón domado por el peor monstruo de todos.


-Es asqueroso, lleno de hoyos. –Ron solo volvió para burlarse de él, por fin tenía la oportunidad de hacerlo, de demostrarle a todos que ese perfecto chico del pueblo en realidad era un enfermo con un posible fetiche, pero vio en los ojos degollados de Draco, que era en vano hacerlo.


-Chicos, ya no quiero seguir –Neville negaba al verlos, todos, todos estaban perdidos en sus mundos.-… esto da asco…. Lo siento Harry… ¿Qué es eso?


Se escuchó claro como el tenue sonido del rio, una respiración agitada, hacia adentro entre los árboles se hacía presente entre los chicos.


-¿Un animal? –Opino con lógica Ron, tenía la voz apagada, se notaba desanimado, pero nadie se daría cuenta, porque nadie quería a Ron como para darse cuenta de ese cambio de humor repentino, y él lo sabía.-Hay que irnos mejor…


-Anda a ver, y dinos si ves algo. –Demando sin piedad Draco a Ron, como si ese chico solo fuese un soldado de juguete para él, tanto así que ni si quiero lo vio, su mirada, su mundo entero estaba enfocado en Harry.


-Pero…


-¿Pero qué? –Quejoso le reclamo a su esclavo amigo sin sí quiero dedicarle una mirada aunque sea.-Anda y dime si me tengo que llevar a Harry a otro lado.


Harry, Harry, Harry, siempre Harry, no veía el momento de hacerle el mayor daño a ese imbécil oportunista. Su madre lo adora desde el momento que se conocieron, se les arregla para comprarles dulces, y le da abrazos y besos siempre cuando va a la escuela, y el que se retiró, simplemente lo mira con desprecio y asco por parecerse en desgracia a su escurridizo padre, y Draco, siempre lo admiro y lo único que recibe es el más mínimo desprecio por parte suya. Todo eso, lo haría pagar. El sonido extraño se estaba incrementando a medida que se iba a acercando al cadáver de la señora Umbridge.


-¡DIOS! ¡¿Qué es eso?! Oh, Dios… ¿Draco?


Ese sonido, parecían un pequeño rugido hacia adentro, para luego, girar y ver todo negro, esa fue la última noche de Ron, pronto, moriría.


-¿Por qué se demorara tanto? –Ya Draco le estaba entrando algo de arrepentimiento de haberlo tratado así al ver cuánto se demoraba, incluso se separó un poco de su amado, preocupado de la demora de Ron.- ¿Harry? ¿Tienes frio? –Le pregunto por educación en el momento menos adecuado al acercarse un poco en ahorcajadas.


-Déjame, me das miedo. –Susurro cansado de llorar, sus ojos hinchados por no ser salvado como correspondía, le importaba menos que el dolor de sentirse abandonado.


-Yo te amo, siempre has sido lo más puro que he tenido, y ahora yo te protegeré, yo te cuidare, no sé quién te ha hecho esta atrocidad pero no importa, estaré aquí para protegerte –Su respuesta a la melosa promesa fue un quejido de fastidio por parte de Harry, y otro sonido de quejido preveniente de atrás suyo.-…. ¿Ron? ¿Eres tú? ¿Ron…?


El pobre muchacho venia cogiendo con su pierna izquierda toda molida, su cabeza llena de sangre, exponiendo su cabellera de la cual fueron arrancados muchos pelos de un solo tirón, su ojo derecho era parecido a una pelota de golf morado, sus labios abiertos ensangrentados dejando el paso con enormes gotas de sangre, dejaban expuesto sus faltas de dientes, estaba envuelto en polvo, tal como si se hubiese revolcado en la tierra, sus uñas fueron  arrancadas mientras se arrastraba y forcejeaba por vivir, y fueron esas ganas de vivir que absorbieron toda su energía, cayendo como un saco de papas contra la tierra, el pobre pensó por un instante que Draco iría a socorrerlo, pero el iluso quedo boca abajo sintiendo toda la sangre correr por los costados sin ser atendido.


- Oye, ¿Qué ocurrió? ¿Era un oso? ¿Dónde…?


De la nada Harry se levantó. Ya no pareció temeroso de nada, miro desde arriba los insignificantes insectos que tenía por amigos, y con desprecio aun mayor a la poca empatía que tenía Draco hacia a lo que él creía que era su amigo tirado en el suelo. Con calma se acercó a Ron para arrodillarse y darle vuelta, los sonidos extraños del animal se intensificaban con los minutos erizando los vellos de Draco.


-¿Vas a morir? –Tranquilo le pregunto, en verdad curioso de su futura muerte.


Ron no podía hablar, todo su cuerpo dolía, su gemido era su única respuesta, quería algo de ayuda, algo de empatía, algo de amor que nunca recibió por ningún lado, preguntando que tenía que hacer para recibir aunque sea un abrazo de lastima como que le estaba a punto de dar Harry, tomándolo para dejarlo en su regazo, quitándole algunos pelos de su frente húmeda de sangre, ese simple gesto de cariño, le hizo derramar unas lágrimas de pena.


-El dolor pasara… yo me encargare de eso. –Harry ya estaba teniendo claro la película que estaba teniendo de frente, ya sabía lo que estaba ocurriendo, en parte se alivió, y en parte sentía algo de lástima que Ron muriera así, tan vacío y poco de amor.


-Harry, mejor vámonos, estas desnudo y este ya está todo…


-Eres tan egoísta, Draco, que no ves el sufrimiento de la única persona que te ha amado. Estúpido.-Ya no le importaba fingir ser bondadoso con quienes no lo merecían, ni ser educado ni ser valiente, estaba mostrando la verdadera cara a la persona más hostigosa que había conocido. -Déjame aliviarte el dolor.


En parte Ron le gusto recibir el pequeño beso en su frente de la persona menos pensada, pero luego un miedo le creció al ver como lo dejo en el suelo para ver como Harry se ponía ahorcajadas sobre su pecho, poniendo sus manos alrededor del cuello, empezando apretarlo rápido sin dejarle opción de luchar.


-¿Qué estás haciendo? Lo estás matando.


-Esa es la idea, estúpido. El pobre ya no tiene opción, no tú lo ibas ayudar, y yo tampoco iba hacerlo, no quiero que lo delate.


Draco no daba credibilidad a lo que veía, el inmutado rostro frio de Harry alzado mientras seguía ahorcando como si nada a su amigo incapaz de seguir luchando de tanto dolor que tenía su cuerpo, le impacto tanto que por unos instantes pensó que estaba viendo a otra persona.


-¿Qué mierda estas diciendo?


-¿Por qué no apagas esa cosa y vienes a matarlo? Me tiene harto. Tu maldito juego me dejo agotado.


Draco no entendía a quien le hablo Harry, no había nadie más que ellos tres… ¿tres? Claro, se le había olvidado por el calor del momento haber mandado al inútil Neville a buscar a Ron, ¿Dónde estaba? Pues ahí mismo saliendo entre los arboles con la radio de Barty, empapado en sangre de la cabeza hasta sus zapatillas y una enorme sonrisa, mostrando un rostro jamás antes visto; el rostro de la victoria.


- Lo siento, me estaba divirtiendo viendo todo. Hazlo más fuerte, así será más rápido. –Le aconsejo como un maestro de arte lo haría a su alumno mientras le daba palmadita en la espalda desnuda de Harry para pasarle de largo y apagar la radio, botarla por ahí y quedar frente a la persona que más anhelaba matar.


-¿Qué…? Yo te mande a que vieras a Ron…


-Y lo fui a ver, -Asintió tranquilo.-pero luego empezó hacerme preguntas; ‘’ ¿Por qué está intacta?’’ ‘’ ¿Por qué se ve rara?’’  ‘’ ¿Por qué se ve… congelada?’’ se puso fastidioso, -Se quejó mientras que con su dedo meñique izquierdo le quitaba la mugre de su oreja recordando el molesto sonido de Ron con pregunta tras preguntas.-y simplemente hice lo quería hacer. ¿Ya lo mataste? Quiero terminar con esto rápido.


-Ya casi, no para de moverse. Aparte tu empezaste esto, debiste terminarlo tú.


Ron por instinto se movía, pero en realidad quería morir, sabía lo que pasaría, matarían a Draco, una vida sin él, no era vida.


-¿Qué mierda está pasando? –El pobre por unos minutos enserio creyó que estaba en una pesadilla.


-Eso quisiera saber yo, ¿tu querías que me violaran? –La pregunta fue para Neville, indignado porque su pareja haya dejado que siguieran con el juego de violarlo.


-Claro que no. –Giro indignado por esa suposición sobre él, acercándose y poniéndose sobre la cabeza Ron sin importarle ver esos ojos a punto de quedar sin vida.-Ellos empezaron hablar de eso hace meses, y por unos instantes pensé en decírtelo pero preferí callarme, quise asustarlos, quise ver cómo te asustabas, ya sabes que me gusta molestarte, pero al final iba matarlos, a mí también me tenían hartos.


-No… están locos. –Draco ya se había dado cuenta tarde, muy tarde de la actitud asesina de sus amigos.


-¡Atrápalo!


Neville obedeció por completo a la orden de la persona que más ha amado en el mundo. Pensó que sería divertido jugar con ellos un rato, matarlos al paso y por fin estar solo con Harry, no sabía qué hacer con ellos, no podía imaginarse un futuro donde esos dos no fastidiaran, tenía pensado en simplemente drogarlos hasta decir basta sin que se dieran cuenta y que murieran de sobredosis los dos, pero todo se fue al caño al ver como Barty lo descubrió pinchando con una rama de madera el cuerpo de la señora Umbridge, no podía evitarlo, cuando se frustraba ese cuerpo asqueroso era su entretención, ya que Harry se había enojado con el luego de haberse corrido en unos de sus hoyitos, incomodándolo por una semana y castigándolo con no tocarlo por un mes, y ahora, tenía que perseguir ese animal inservible. Tomo una enorme piedra en el camino y se lo aventó hacia Draco, donde cayó sobre su espalda botándolo de un golpe, corriendo, sin miramiento, sin esperar nada, ni suplica, tomo la misma piedra y la hizo chocar contra esa diminuta cabeza hueca como treintainueve veces. El miedo de Draco lo olía por medio del sudor, era una delicia ver las gotas de transpiración de alguien por el miedo producido por él, sentir, escuchar su corazón latir con fuerzas por él, ese sentimiento de vulnerabilidad en sus víctimas le generaban un incremento a su mayor excitación; el poder.


-Mierda, estoy lleno de sangre… -Se quejó después de darse cuenta al verlo inconsciente, le toco el pulso en su cuello y sintió el palpitar lento, seguía vivo pero era lo menos que le importaba en esos momentos.


-Yo también lo voy a estar. ¿No pudiste matarlo de otra forma?


Se hizo presente Harry ya vestido con el ceño fruncido por la mala noche que tuvo y por como termino todo en desgracia tan rápida por la culpa de Neville Longbottom.


-Lo siento, es que me estaba cansando correr. –Se excusó inútilmente mientras trato de darle un abrazo del cual fue rechazado.


-¿Esta muerto de verdad? –Eso era lo que le interesaba en ese momento, ver que todos estaban lo suficientemente muertos para que no los delataran y poder limpiar todo el desastre lo que restaba de la noche.


-No, esta inconsciente. –Confeso avergonzado de no haber terminado bien su trabajo.


-Bueno, no importa, enterrémoslo igual con los demás. –Se trató de calmar encogiéndose de hombros listo para irse hasta oír la pregunta de su amante.


-¿Enterrarlo?


-No pienso congelarlos como esa señora, te dije que te deshicieras de ese cuerpo cuando fueras creciendo, ya no eres un niño, ahora debe estar más pesada por el hielo.


-Es que es mi saco de boxeo cuando tú no quieres. –Neville no quería deshacerse del cuerpo, le servía mucho en verano cuando Harry le daba por cubrirse.


-Entiende que ya no hay lugar para que me hagas hoyos, y no quiero que me toques el rostro, lo necesito para trabajar. –Y pensar que todo empezó por un simple juego de hacer tatuajes, nunca imagino que ese simple juego le haría nacer la perversión de ese niño en ese momento.


-Entonces me tendré que excitar con esa señora…


-No seas…. –Neville sabia donde darle, y ese era su ego, jamás permitiría Harry que Neville se excitara con alguien que no fuera el, solo él podía hacerlo, solo él podía darle placer.-Está bien…. queda algo de espacio en mis muslos pero nada más.


-Te amo. –Feliz de haber logrado su objeto se lanzó sobre el sin recibir ninguna esquiva y por fin darle un beso esa noche, en esos húmedos labios hechos para morderlos.


-¿Y que ibas hacer con ellos? –Como si nada, Harry le rodeo el cuello con sus brazos mientras sonreí al ver esos ojos negros de los cuales se obsesiono sin darse cuenta.


-No sabía si aventarlos al nido de ratas o al lugar donde esta  mamá. –Le dio la idea mientras le daba besitos en todo su rostro hasta que sintió que Harry se alejaba lentamente para mirarlo bien serio.


-No, ahí no, mi papá no te dejara enterrarlos ahí, -Asevero asustado con la solo idea de imaginarse a su padre enojado.-ese es su santuario para relajarse en vez de emborracharse, prefiero a que vaya ver a una tumba cubierta de cartones a que se emborrache y me golpee por parecerme a ella.


-Ojala me hubiese parecido a ella. –Para Neville le era inevitable decirlo, no por envidiar a su amado Harry, sino porque en verdad le hubiese gustado parecerse a ella, para así tener algo de cercanía de su verdadera madre.


-Si lo haces, tienes su sonrisa. –Le recordó con cariño al acariciarle su aceitado cabello negro, así lo veía en las fotos, ella delgada como una escoba, macabra y sombría con su cabello pelirrojo, lacio y aceitoso como si no se hubiese lavado en días, pero con esa sonrisa tan, tan peculiar, que no se podía saber que estaba pasando por su cabeza en ese momento.


-Gracias, papá siempre me lo dice. –Se sentido alagado que Harry le dijera eso, he inconsciente se tocó el cabello alejándose un poco de Harry que lo vio manchado de sangre, aunque para Harry no le importaba tanto eso.


-Entonces al nido. ¿Qué pasara cuando empiecen a preguntar por ellos? ¿Por Barty?


-Buen chiste, -Ambos se rieron por la falsa preocupación de Harry.- nadie lo hará, la mamá de Ron te quiere más a ti que a su propio hijo, y Draco no ve a su familia hacía tres años, y Barty, ¿a quién mierda la importa un pederasta drogadicto? Su padre ya se olvidó de él, cuando prefirió ser policia en la ciudad.


-Pero somos sus amigos, -Le recordó serio y frio, ordenado las ideas que tenía que hacer para que no sospecharan de ellos.- tenemos que hacer algo, haremos esto, pasara una semana, fingiremos preocupación, y ahí empezamos una demanda, sabes bien que la policía de este pueblo no sirve de mucho así que no creo que se preocupen por buscar a unos simples drogadictos.


-Y así serás el pobre amigo preocupado y tendrás todo el amor de madre de la mamá de Ron.


-Si… será mía ahora. –En el fondo Harry siempre quiso deshacerse de Ron para obtener el amor de madre solo para él, no le importaba convencer a la madre de Ron que dejara de prostituirse, con tal de que ella siguiera amándolo, con tal de que ella se refugiara en sus brazos luego de pasar una mala noche con algún cliente, solo quería su amor de madre, nada más que eso.-Pero tenemos ordenar todo este desastre, organizaremos paso a paso como fue nuestra última noche con ellos, hora, detalles del lugar, gestos y esas porquerías cuando los detectives nos preguntaron por esa gorda. AGH, te advertí que no la mataras tan cerca de la casa.


Harry se acordó del nefasto día, cuando ella llego de la nada, interrumpiéndolos en uno de sus juegos algo más avanzados, y como Neville la persiguió como un pequeño duende malvado con un lápiz para matarla tan cerca de su casa, por suerte su padre llego temprano para traer algo de su casa a su trabajo y los ayudo en botarla en un basurero, solo que no vio venir que Neville  fuera a buscarla en la noche para congelarla en una congeladora enorme que su madre no usaba hace años por flojera, y que por el olor pensaron que estaba malo y lo dejaron atrás de su casa en el sótano, así, haciendo que Neville tuviera su propio lugar de depósitos de cadáveres que con el tiempo sacaba para darle espacio a la señora Umbridge.


-Pero todo el pueblo se les olvido que hallaron sangre alrededor, aparte ella corría muy lento por su peso, y nadie sospecharía de un dulce niño de ocho años con su lápiz pasta llena de sangre escondido en los juguetes.


- Sádico. –Harry creía que él era el único en el mundo que encontraba romántico al oír a su novio hablar sobre asesinato tan tierno, como si hubiese hecho bien su tarea, le fue inevitable no darle un beso en esos labios con olor a carne podrida.


- ¿Murió Ron? –Cambio de tema para avanzar rápido con la situación en que se estaban enterrando.


-Claro que sí, se demoró en ahogarse, hasta que se puso morado y sus ojos rojos, fue interesante ver eso.


-¿Mas que la señora Umbridge? –Para Neville nada más interesante fue ver su muerte lenta en desangrarse atrás de la casa de Harry.


-Eso fue asqueroso, incluso se orino mientras seguías enterrándole el lápiz.


-Fue divertido, -Se rio de paso al acordarse de ese momento.-aparte ella no debía entrar a la casa tan repentina, si no nos hubiese visto besarnos mientras te hacia hoyitos pequeños no hubiese muerto. ¿Le dirás a tu papá de esto?


-Claro, él tiene que saberlo, el nido está en su casa y sospechara por el olor al otro día


-Ya, dejemos de hablar tanto y vamos a darles de comer a esas ratas.


Los dos fueron por los otras víctimas, Neville ya no necesitaba a la señora Umbridge para desahogarse, tenía que deshacerse de ella en ese momento. Le sacaron la ropa a los otros tres chicos, la dejaron en la camioneta de Draco, fueron a la casa de Harry donde las luces estaban prendidas por el dueño de la casa, y fueron al enorme hueco que había a unos cincuenta pasos de su casa en la parte de atrás, un enorme hoyo lleno de latas, madera, cartones, basura en general, el nido perfecto de ratas sin que nadie los mate.


-Ponle algo en la boca de Draco, se  está despertando. –Se dio cuenta por suerte Harry al verle mover el brazo.


-Mierda


Neville  prefirió golpearlo unas veces más con la misma roca que se llevó y dejo en el auto para no dejarla por ahí, de la cual tuvo que traerle de nuevo y golpearlo hasta dejarlo inconsciente de nuevo, pero por si acaso obedeció la orden de Arturo y puso dos calcetines en su boca por si despertaba por el dolor. Como sacos de basura, lanzaron primero a Draco, luego a Barty, luego a Ron, y para al final a la señora Umbridge, las ratas tendrían un festín durante toda la noche.


-¿Qué mierda están haciendo?


La gruesa y tosca del señor Potter los asusto por unos segundos, hasta recibir unas palmaditas en sus espaldas por modo de apoyo.


-Papá…


-Mierda, ¿a cuántos mataron ahora? –El señor Potter solo quería por una sola noche dormir sin olor a carne podrida o defecación, solo una noche, pero veía que ese sueño aún seguía algo lejos.


-Se lo merecían señor, iban a violar a Harry. –Trato de defenderse Neville por medio de Harry sabiendo que él era la debilidad de ese viejo.


-¿Es verdad hijo? –Preocupado de verdad lo miro y empezó a revisarle el cuerpo, pero solo recibió esquivos por parte de él, aun no entendía porque se alejaba tanto cuando querían tocarlo, en que momento, como paso, pero si su hijo estaba bien, para él le bastaba eso para vivir en paz.


-Sí, iban hacerme daño. –Se victimizo cooperando con Neville, haciendo temblar su voz a propósito.


Asintió con algo de enojo por no haber estado ahí para defender a su hijo, pero le bastaba con ver que esos bastardos estaban muertos, no le importaba si eran los mejores amigos o no, si le hicieron daño a su hijo pues se merecían la peor muerte. Miro hacia abajo, vio a uno moverse como lombriz y luego a un familiar cuerpo que le hizo apartarse asqueado.


-Veo que por fin se van deshacer de esa señora.


-Si, por fin Neville me escucho.


-Ya veo, tu padre pregunta por ti, le dije que no sabía dónde estabas.


-OGH, le diré que estoy en una fiesta, es que tenemos que ordenar el desastre que dejamos en el bosque, quemar sus ropas, y quemar esta por la sangre. –Señalo la suya y la de Neville recordándole que también mancho la de él.


-Ya, háganlo rápido entonces… pero yo que tu Neville tendría cuidado con tu padre, parece que anda sospechando de que tonto no eres.


-Como me gustaría que supiera que se todo en su lecho de muerte. Que en verdad solo finjo ser estúpido para que cuando él se enferme pueda manipularlo un poco para quedarme con todo lo que es mío.


-Y lo lograras. –Lo apoyo Harry ansioso de que algún día llegase ese día, ese día de ver el rostro se asombró de los crueles primos de su amado, y ver como ellos serán lo que caerán en la calle.


-Él siempre dice cuando se emborracha que ir a ver a mi mamá cuando muera… a su señora, perdón. –Sin querer se le salió el deseo de su padre de ver a su amante frente al esposa de ella.


- Esos hijos de puta se juntaran en el infierno, -Ladro lleno de envidia, odio y desprecio mirando hacia abajo, recordando aquellos días después de que ella dio a luz a su amado hijo, cuando se enteró de primer bebe al hablar con el doctor que le había dicho que no le sorprendía por su rápida recuperación siendo que ella ya fue mamá, luego de esa conversación, solo le quedo el recuerdo de la sangre y el llanto de su pequeño ángel.-la puta por haberme engañado y el puto por traicionar a su amigo. Debí suponer que algo raro andaba tu mamá cuando se fue por diez meses al campo con tu tía Petunia. Pero esto no es tu culpa, tú no tienes la culpa de nada. –Le sonrió con una extraña empatía al pobre de Neville.- Por eso los junte, son hermanos y deben quererse como tal… Dios sabe cómo hace las cosas y sé que Dios tiene buenos planes para ustedes, y para gente como su madre, ellos deben estar bajo tierra como castigo, así lo quiso Dios. Ya, vayan hacer lo que tiene que hacer, que los acompañe Dios.


Sin explicar nada más, el señor Potter se retiró con una extraña paz en su conciencia, gracias a esa ortodoxa religión que le salvo de su perdición.


-Sin ofender a tu papá pero… es bien hipócrita hablar de Dios cuando mato al cura.


-Si se, -Admitió con un curiosidad por la mente de su padre.-pero se lo merecía, cuando me dejo solo con ese cura para ir a ver un cliente que llego a casa, ese asqueroso no paro de tocarme, papá llego a tiempo y me salvo, se lo merecía. –Se susurró para sí mismo convenciéndose de ello, recordando ese hecho tan claro como el agua del mar.


-Lo sé, pero aun así no entiendo la religión de tu padre.


-Y es mejor que se quede así, y es mejor que no se conozcan tanto porque no quiero que sepa que tú y yo nos amamos de otra manera. Me muero si te hace algo. –Le confeso su mayor miedo, el peor de todos, una vida sin Neville, una vida sin su compañero, sin esa persona que con solo verle lee su mente tan rápido que ni él se da cuenta.


-Yo lo mataría si te tocara otra vez.


-Lo sé, -Harry se sintió halagado al oírlo, protegido y amado de verdad, porque sabía que era verdad.-anda, vamos… ahora siento… que cosas buenas vendrán sin ellos…


-Ya.


-¿Qué pasa?


-Es que….


- Entiendo…. Vamos al bosque.


Neville estaba repleto de sangre, callado, estoico, serio, eso lo excitaba sobremanera. Ambos lo estaban. Al llegar al bosque prohibido, fueron a la zona donde mataron a Draco, donde la sangre seguía liquida en un rincón, poniéndose sobre esa sangre, Harry se sacó prenda por prenda, siendo observado por Neville, aquel niño de la carnicería, del cual días después su padre en su demencia de haber creído hablar con Dios le confiesa que era su hermano mayor, Neville que saca un cigarrillo, oh, cuando le calentaba verlo fumar. Estando extendido en la tierra, abriendo sus piernas, sintiendo todo en cada fragmento de sus hoyos, Neville aprovecho arrodillarse, exhalar el humo sobre su cuerpo, sintiendo el humo en cada rincón erizando cada vello, Neville, cuyas curiosidades por ver sangre, y placer al pinchar incrementaron con los años de los deseos de un adolescente, cada pinchazo era una penetración a su orgasmo, a su perversión entre los dos, Neville que solo ante él,  muestra su verdadera cara de asesino, sediento de sangre, sediento de poder sobre otros, Neville que durante años fingió ser imbécil ante los demás solo para manipular a su antojo, a Ron al pedirle dinero, a Draco por protección que Neville puede tener pero por flojera no quiere levantarse y pelear, todos eran títeres para él, pero Harry, solo Harry era su dueño, su cómplice, su compañero, su amado, su hermano, su amante, a quien penetra mientras con una rama puntiaguda pincha sin para en sus muslos viendo la sangre mezclándose en su pene entrando y saliendo del ano de su novio. Ambos están enfermos, ambos están enloquecidos, pero más lo está Harry que sentía todo, las miradas de Neville, el hilo del cigarro, Neville solo tenía que pasar sus manos sobre su cuerpo sin tocarlo y Harry  ya se estaba corriendo. Esa flor de piel, era su perdición, el no prohibía que lo tocasen por asco, el los prohibía que lo tocasen porque se excitaba fácilmente, con un solo toque él ya podía caer rendido ante cualquiera, por eso se prometió que solo sería tocado por Neville, quien lo besaba entre la sangre.


-Amo tu flor de piel, mi obra de arte, Harry Potter.


-Y yo te amo, a pesar de lo enfermo que estas, Neville Longbottom.


FIN.


 

Notas finales:

Gracias por leer


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).