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El deseo de la Dama Negra y la Dama Blanca por Cissy-Black-Hair

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CAPÍTULO I. NUEVO COMIENZO

 

 

 

Allí se encontraban Tom Riddle y Harry Potter en la entrada de Hogwarts combatiendo en la que sería recordada como la batalla más dura contra uno de los más grandes Señores Oscuros de la Historia del Mundo Mágico. En ese momento, tres maldiciones asesinas fueron lanzadas, dos de la mano de Tom Riddle y Harry Potter, el uno contra el otro, y, una última, lanzada por Bellatrix Black (antes de ser aniquilada por Molly Weasley) hacia Draco Malfoy, su sobrino y quien recientemente era conocido como traidor al haberle lanzado la varita a un no muy muerto Harry Potter. Las maldiciones sin ninguna duda iban a acabar con respectivas vidas y a acabar la guerra (pues tanto el bando oscuro como el de la luz perdería a aquellos dos sujetos de la profecía, Tom y Harry, y, otra alma perdida por el camino, Draco). Sin embargo, la muerte y la Madre Magia tenían otros planes preparados para ellos, otros en los que se evitaría aquel derramamiento de sangre sin sentido y donde el verdadero villano recibiría su castigo. El verdadero artífice del teatro que ambas, desgraciadamente, estaban presenciando.

 

 

 

 

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El tiempo se paró tanto para Harry Potter y Draco Malfoy, quienes acabaron en un espacio astral completamente blanco y que parecía ser Hogwarts. Pero no había ruido, no había color salvo aquel puro blanco, no había nadie a su alrededor salvo dos personas misteriosas ataviadas en dos túnicas negras.

 

-¡Draco!- Harry se lanzó hacia él en un abrazo. Harry reconocía ese sitio. Parecía ser que él, tanto como su novio (llevaban saliendo en secreto, ni siquiera sus amigos sabían de ello), estaban muertos. Puesto que esta visión era muy parecida a la que había tenido momentos antes cuando había muerto por 2 vez a manos de Voldemort para que eliminara el Horrocrux que tenía dentro de él.

 

-No se asusten jóvenes, no están muertos.- Habló una de las figuras mientras veía como ambos se abrazaban tristemente. Su voz era grave como de ultratumba, ambos aguantaron un escalofrío- Sólo os hemos traído a una especie de dimensión. Tenemos un nuevo plan para ambos. Ambos habéis sido arrastrados a una guerra organizada por un mago que desea poder y lo hubiera logrado si no os hubiéramos traído aquí.

 

-Tom Riddle.-murmuró con odio Harry.

 

-Te equivocas muchacho.- Habló la otra figura, su voz era más suave y angelical.-Ambos habéis sido engañados, no solo ustedes, todo el mundo. Tom Riddle solo es otra alma más traicionada como vosotros. El verdadero artífice de todo esto no es mas que Dumbledore.

 

Harry se quedó helado, no entendía qué estaba pasando. Notó como Draco le apretaba la mano y él se agarró a ella como si fuese un último salvavidas en medio de un océano inmenso.- ¿Qué quiere decir?

 

-¿Nunca se lo ha preguntado, joven Potter? ¿Por qué Dumbledore, a pesar de no conocer a Riddle verdaderamente, sabía que iba a ser un Mago Oscuro? ¿Por qué parecía saber de la profecía antes que nadie? ¿Por qué a pesar de saber los abusos que estábais recibiendo, tanto Riddle, Malfoy y tú, jamás hizo nada? ¿Por qué a pesar de ser un profesor y director de Hogwarts y decir que el colegio siempre prestaría ayuda jamas os dejó quedaros?-le cuestionó haciendo que a Harry se le revolviese el estómago. Muchas de esas preguntas también se las había preguntado a sí mismo, pero tanta era su fe en él que nunca llegó a cuestionarlo realmente.

 

- Pero mi madre… Se suponía que el hechizo que me mantenía a salvo sólo se activaba si me quedaba con algún pariente suyo.

 

- Si fuese así, querido niño mío, hace mucho tiempo que hubieras muerto en Hogwarts durante tus aventuras. El hechizo de tu madre está en tu sangre porque eres su hijo, no necesariamente tendrías que haber convivido con ellos. Y tú, Draco Malfoy, aún sabiendo que eras sólo un niño atrapado por las decisiones estúpidas de tu cruel padre, jamás te ayudó.

 

Draco bajó la mirada, sabía que el director conocía su situación por su padrino Snape. Ninguno de ellos pudo rebatir lo que ambas figuras le estaban diciendo. - Pero, él está muerto.- Ambos fueron testigos de cuando Snape mató al director porque fue la misión que Voldemort le había encomendado al joven rubio.

 

-No realmente. A quién visteis morir solo era un pobre desgraciado bajo un Imperius y una Poción Multijugos.- los dos jóvenes se quedaron de piedra. Ahora todo iba cobrando cada vez más sentido.

 

-¿Quiénes sois? ¿Por qué queréis ayudarnos? -Preguntó Harry protegiendo con su cuerpo a Draco. Por mucho que ambas figuras les estuvieran mostrando la verdad, no podía negar el hecho de que todo estaba siendo muy raro. Escuchó desconcertado la risa divertida de ambas.

 

-Calma mi niño. No os queremos hacer daño. Soy aquella a la que todos temen en su último aliento salvo aquellos que me han esperado desde el principio y me llaman amiga, Muerte y ella es Evely, la creadora de todo lo mágico que podéis llegar a conocer. Queremos daros otra oportunidad y de paso, pediros que cambiéis el futuro. Pero para ello, deberéis abandonar vuestro nombre. Pues no se os podrá conocer como Harry Potter y Draco Malfoy nunca más. 

 

Harry y Draco se miraron entre ellos.-¿Qué es lo que exactamente nos estáis pidiendo?

 

-Id al pasado y evitar los planes que tiene Dumbledore con respecto a Tom Riddle y la profecía de un nuevo Señor Oscuro y su caída.- habló Evely.

 

-¿Pero si la profecía es cierta, cómo podemos evitar que Tom Riddle se convierta en Voldemort?- cuestionó Malfoy desconfiado. Sabía que una profecía era imposible de cambiar o evitar.

 

-Mi niño tonto. Tom Riddle no es el Señor Oscuro de la profecía, solo fue un niño maltratado por ambas sociedades (muggle y mágica) y utilizado por Dumbledore como tapadera para ocultar que él era el verdadero Señor Oscuro. Si bien Tom Riddle ha hecho cosas horribles, él no era el Señor Oscuro nombrado en esa profecía. Mucho menos el sujeto que iba a condenar a Dumbledore. Él solo quería vuestro poder, el de los tres. Tenéis un gran poder. Dos herederos de la casa de Slytherin y el heredero de Hogwarts, Merlin y de mí. Harry eres el máximo heredero de la Magia. Y tú Draco, tus poderes están sellados, por eso no puedes entender a las serpientes, por ello tenías de pequeño tantos descontroles de la magia, y, por eso muchos hechizos no te salen. Posiblemente alguien de las filas de Dumbledore se ocupase de cerrar tu magia cuando solo eras un bebé. Pero no te preocupes allá donde vais a ir puedes pedirle a los duendes de Gringotts que te quiten los hechizos de supresión de magia. Ellos ya están advertidos de todos los trámites que os tienen que realizar para concederos vuestras nuevas identidades y nuestros encargos. Sólo si aceptáis claro.-les explicó Muerte.

 

-¿Qué pasa si no aceptamos?- preguntó Harry.

 

-Me temo, mis niños. Que tanto tú, como Draco y Tom moriréis hoy y que Dumbledore habrá ganado y el mundo sucumbirá en la oscuridad más completa que la Historia haya presenciado.-Habló Evely.

 

Ambos se miraron. Harry no quería perder la oportunidad de una nueva vida sin Draco. La oportunidad de vivir a su lado sin tener que ocultarse. Y si lograba salvar al Mundo Mágico y Muggle de paso, para él estaba bien.- ¿Qué es lo que quieres hacer?- le preguntó acariciándole con suavidad la mejilla.

 

-No me perdería por nada del mundo la oportunidad de estar a tu lado sin tener que mentirle a nadie, ni ocultar lo que soy ni a quien quiero.-le susurró mientras apoyaba su frente contra la suya.

 

Ambos habían tomado su decisión. Miraron a Muerte y Evely. -Aceptamos.

 

Ambas sonrieron.- Muy bien mis niños. Os diré que vuestro nuevos nombres; Harry, te llamarás Harry Gaunt, sobrino no reconocido de Solvoro Gaunt, quien tuvo un hermano no reconocido llamado Antioch III Gaunt, tus padres murieron en un accidente en un laboratorio de pociones, y, Draco será el nieto de Phineas Black (tachado por apoyar los derechos de los muggles), Draco Black, tus padres fallecieron de Spattergroit Cerebrumoso Grave. Actualmente estáis casados y estudiasteis en el Colegio Ilvermorny de Magia y Hechicería. Os mudasteis a Londres porque supisteis de un familiar lejano vivo, Tom Riddle. Cuando os transporte, apareceréis en el Banco de Gringotts y Tom Riddle estará por comenzar su segundo año en Hogwarts.-le explicó Evely mientras le lanzaba un hechizo para cambiar sus facciones.

 

La cara de Harry se volvió más afilada, casi parecía un modelo y su pelo había dejado de tener ese aspecto de nido enmarañado, se había vuelto más lacio y bastante largo, hasta el nivel de la cintura. Su constitución se hizo más alta y elegante, pero no menos musculosa. Draco por otro lado, su pelo se volvió más cenizo y menos rubio (producto de la genética Malfoy) y un único mechón negro caía elegantemente sobre su rostro. Su altura aumentó, pero seguía siendo mas bajo que Harry y su pelo dejó de ser lacio para caer en pequeños tirabuzones coquetos que hacían resaltar sus rasgos aristocráticos. Ambos tenían, gracias al hechizo, 28 años.

 

-Buena suerte mis niños. Estaremos en contacto muy pronto cuando sea el momento. Dadle esto de mi parte a -les comentó Muerte antes de que ambos sintieran el tipo arrastre del hechizo de aparición.

 

 

 

 

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Aterrizaron elegantemente en la puerta de Gringotts y se adentraron juntos a hablar con el banquero que supusieron que era Bogrod, ya que este les estaba haciendo señas desde la puerta detrás de su mesa central en el banco.

 

-Buenos días, señor…-Harry iba a hablar pero fue interrumpido.

 

-Buenos días caballeros, reconozco esa magia, ustedes deben ser a quienes he estado esperando. Seguidme, por favor. Vuestras cámaras son la número 932 - 944 - 978 - 1000 - 1002 y 1680. Según bien tengo entendido dos son personales, es decir, de la familia Gaunt y Black (las dos primeras) y las dos siguientes las habéis heredado de la Dama Negra (Muerte) y la Dama Blanca (Evely). Las restantes son vuestras cámaras de Herencia de Hogwarts. Os doy las respectivas llaves de cada una. Tenéis adjudicadas por la Dama Blanca 5 mansiones aquí en Londres, en Italia, Francia, España y Alemania, y, por la Dama Negra otras 5 en el Caribe (una pequeña casa en la costa), Suecia, Noruega, Egipto y Grecia. Además de dos mas instaladas en Estados Unidos más concretamente en Canadá y California. La cantidad de dinero recogida en total de las cuentas por herencia conocida rozan los 3 billones de galeones. En caso de descubrir alguna herencia más se le dotará de su cuenta correspondiente. También podéis abrir otras cuentas en referencia a cualquier propósito necesario. El Banco de Gringotts está a vuestra entera disposición.

 

Draco y Harry estaban asombrados. Harry nunca había tenido tanto dinero, no es que los Potter le hubieran dejado poco, pero tampoco rozaba la cantidad dicha por el duende. Draco por otro lado estaba maravillado por la ubicación de las mansiones, estaría dispuesto a llevar a Harry a dar una vuelta por todas ellas en algún momento.- Según tengo entendido por la Dama Blanca es necesario que yo requiera un examen de hechizos de supresión de magia y una eliminación de los mismos en caso de que haya.-comentó Draco.

 

-Cierto es, señor Black. Casi lo olvido, también os hago entrega por ahora de sus anillos respectivos como jefes de familia y de herederos.-les comento mientras les entregaba unas cajas a cada uno con sus anillos respectivos. Los dos se colocaron los anillos en las manos quedando solo uno en cada uno con un escudo personalizado por la fusión de sus anillos.

 

-Adoro la magia.-susurro Harry. Nunca dejaría de sorprenderse por muchos años que pasaran. Draco rió suavemente a su lado mientras le acariciaba el cuello en una muestra cariñosa y desinteresada. El pasó un brazo por sus hombros mientras le besaba la coronilla y seguían al duende hacia el despacho por el que acababa de perderse.



 

 

 

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Tras unas pocas horas de exámenes y de eliminar hechizos, los duendes se dieron cuenta de que Draco Black tenía hechizos de supresión de Herencia Mágica y de Potencial Mágico. Quedando eliminados respectivo hechizos se descubrió que, aparte de ser, efectivamente el heredero de Slytherin, también tenía sangre de una criatura mágica, un Veela y que su núcleo mágico estaba restringido. Cuando le quitaron los hechizos, Draco se sintió muchísimo mejor de lo que se había sentido en muchos años, a la vez que algo tenso, pues tenía la sensación de que algo burbujeaba bajo su piel. Los duendes le explicaron que era normal y que lo que sentía era su magia bullendo como tenía que ser por fin y que posiblemente pasaría por algunas situaciones de descontrol mágico producido por haber estado reteniendo su magia. Con el tiempo se establecería pero no afectaría en ningún momento a su vida cotidiana.

 

Poco después, se dirigieron al Callejón Diagon para contratar a algunos elfos para que les ayudaran en las tareas y en las compras restantes en los que ellos se dirigían al Orfanato Wood para adoptar a Tom Riddle. Harry lo vio como la mejor solución. Un niño nacido, producto de una poción de amor y condenado a no ser ni saber amar. Él iba a demostrarle a todos que se equivocaban, que solo necesitaba dulzura y amor para no caer en la desesperación y en el odio que cayó en el pasado.

 

Mientras iban llegando a su destino Draco y Harry iban discutiendo algunas cosas.- Draco, te digo que no hará falta.

 

-Harry es necesario que te enseñe la ética de la sociedad mágica. Vamos a necesitar de contactos y necesitamos que dejes de confundir el tenedor de la ensalada con el del pescado o el cuchillo de la carne y el de pescado. Y cómo dirigirte a ciertas personas con estatus más elevado o menor. A parte de un montón de cosas más.

 

-¿Pero cómo los diferencias? Si son iguales.-comentó quejoso. Nunca entendería algunas cosas, debido a que sus familiares muggles jamás se habían interesado en enseñarle ese tipo de cosas (ni ninguna salvo a cómo ser un elfo doméstico) y en Hogwarts siempre estuvo más pendiente de evitar morir.

 

-Pues vas a tener que aprender y más si vamos a tener un hijo. Va a necesitar que seamos perfectos.-le gruñó Draco, mientras regañaba a Harry como si fuese un niño pequeño.

 

-Sólo necesito ayuda con la cubertería, cariño. En lo demás se desenvolverme perfectamente. Sirius, aunque no lo creas, me enseñó el poco tiempo que estuvimos juntos y siempre fue divertido aprender de él. Puede que fuese un traidor pero tampoco era tan estupido como para no enseñarme eso si me iba a servir en mi futuro si quería encontrar trabajo o tener contactos en el Ministerio de Magia.-le comentó mientras lo acercaba a él de la cintura y le besaba la mejilla ruidosamente.

 

-Espera…-dijo Draco mientras lo agarraba del brazo y lo metía a un callejón cercano al Orfanato.

 

-Cariño, por mucho que te quiera y tenga ganas de tí a todas horas, estamos por ir a adoptar a nuestro hijo.-le comentó socarronamente mientras le acariciaba con sensualidad la cadera haciendo estremecer a Draco por unos segundos y perderse en sus ojos.

 

-No es eso idiota. ¿Se te olvida en qué año estamos? Necesito un hechizo glamour para hacerme pasar por mujer. Dudo mucho que en pleno siglo XX y con una guerra vayan a dejar a dos gays adoptar a un niño. Además son muggles, en cosas tan normales como un matrimonio entre dos hombres o dos mujeres siempre irán con retraso con respecto al mundo mágico-le dijo sonrojado cuando logró evitar que tuvieran un desliz en medio de un callejón y sacar las manos de Harry de sus jodidos pantalones. Era bien conocido que en el mundo mágico se permitía el matrimonio entre iguales desde el siglo XV cuando vieron que muchas criaturas mágicas morían antes al no estar con su pareja destinada, mermando así la producción mágica. Para evitar desaparecer por completo se acabó permitiendo.

 

-Lo había olvidado.

 

-¿Cuándo no olvidas algo?.-dijo mientras se terminaba de aplicar el glamour para aparentar ser una dama rubia. Miró a Harry y gruñó mientras le aplicaba un glamour para aparentar que su pelo fuese más corto.- Acabemos con esto ya, quiero ir a casa y dormir un poco.-gimoteó con voz aguda.

 

Harry solo rió y le besó duramente antes de salir del callejón y terminar de dirigirse al orfanato.

 

 

 

 

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-¿He escuchado bien? ¿Queréis adoptar a Tom Riddle?-preguntó bruscamente una señora con aspecto rancio de mediana edad que les miraba con desagrado.

 

-Señora, como ya le he dicho, nos hemos enterado de que soy su única familia restante y él la mía. Me gustaría adoptarle ya que es lo único que me queda a parte de mi querida esposa.-dijo caballerosamente mientras besaba galantemente el dorso de Draco.

 

-Le advierto, señor…

 

-Gaunt.

 

-Señor Gaunt, de que el joven Riddle es… Un tanto especial y que está sujeto a un internado del cual no puede ser cambiado. Es un colegio especial para personas como él.-lo dijo con desagrado.- Temo también advertirles de que no es un buen muchacho, hay oscuridad en él. No sé si sería bueno que dos personas como ustedes lo adoptasen.

 

-Señora, con el debido respeto. Es lo único que me queda y solo cumplo con el deseo de mi fallecida madre. Además nosotros no podemos tener hijos, llevamos intentándolo mucho tiempo y se nos ha presentado esta oportunidad maravillosa. El chico solo necesita mano dura (se sintió asqueado de decir eso pero tenía que convencer a la señora de que firmara los papeles). Somos miembros de una parroquia en Estados Unidos, no hay nada que la palabra de Dios no lleve por el buen camino. Además os donaremos una cuantiosa cantidad de dinero por las molestias de no habernos enterado y venido antes (último recurso o firmaba la señora ya o Harry juraba que iba a lanzarle un Imperius).

 

-De acuerdo, su habitación es la última a la derecha del tercer piso. En la puerta pone los nombres. Allí lo podéis encontrar.-dijo mientras firmaba y pensaba avariciosamente en la cantidad que recibiría y en quitarse por fin de encima a ese demonio.

 

Harry y Draco cantaron victoria mentalmente y le dieron (desgraciadamente) la cuantiosa cantidad de un cheque de diez mil libras. Acto seguido después se dirigieron a encontrarse con su por fin protegido y futuro hijo.




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