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Buscando asistente permanente. por yuniwalker

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Con la cremallera abajo y los pantalones y la ropa interior en las rodillas, Lee Joon se sentó en la cama para mostrarle un pene que estaba sobresaliendo y palpitando todo el tiempo. Si-jin se acomodó a su lado, respiró profundo y sostuvo su verga entre sus manos tan cuidadosamente como lo haría con su propio cuerpo. Sin embargo, aunque lo habían hecho una vez ayer, la textura se sintió verdaderamente extraña. Casi como si le estuviera picando bajo los dedos. Además, no le ayudaba tanto que el pene de Lee Joon pareciera ser tan amistoso cuando en realidad era una cosa monstruosa.

En la habitación comenzó a escucharse un "tak, tak".
Al parecer, la mano de Si-jin estaba sacudiendo los genitales de Lee-joon hasta hacer que el sonido de su roce comenzara a reverberar por todas direcciones.

"¡Ah!"

El aire de la habitación rápidamente se calentó. Lee Joon gimió con fuerza, cerrando los ojos tan fuerte que Sijin pareció aprovechar esta oportunidad para admirar un poco más la forma de su verga. No estaban en el baño esta vez así que no tenía esa luz amarilla que remarcaba los detalles de sus venas. Sin embargo, había un brillante foco fluorescente que era suficientemente poderoso como para poder verla bien. También era bueno que tuviera las gafas puestas. No obstante ¿¡Cómo demonios podía ser tan condenadamente grande!? Era igual a si hubiera crecido más hoy que ayer en el sentido en que no cabía en su mano. Además, a diferencia del otro día, ambos estaban sentados en la cama por lo que la postura era muy incómoda.

"Lo siento. Es... Es difícil con mi mano…"

"No, yo..."

Los ojos de Lee Joon, por otra parte, miraban en silencio la pequeña cara de Si Jin. Sus mejillas, nariz y mentón estaban completamente rojas y sus labios parecieron justo del mismo tono. La boca del autor siempre le había parecido una pintura fresca o una combinación perfecta de corales en una playa así que Lee Joon, que seguía mirando fijamente estas partes, pronto dejó escapar un suspiro que sonó como si estuviera gimiendo de nuevo.

"No estoy siendo muy útil hoy".

Sijin murmuró esto porque no había entendido el significado del suspiro de Lee Joon. El hombre negó con la cabeza. La verdad era que se encontraba en una situación de grave conflicto interno. No le había tomado mucho tiempo descubrir la verdadera personalidad de Si Jin porque podía decir que era como un libro abierto y además, porque bastaba con mirar los dramas que escribió durante toda la temporada pasaba para conocer lo que le gustaba y también lo que no. Sin embargo, Sijin tenía un corazón muy débil. Suficiente para hacer cosas estúpidas como estas sin importarle demasiado lo que pasara más tarde. Y sí. Lee Joon pensó que quería usar ese punto a su conveniencia.

"Yo..."

"¿Sí?"

"Con tu boca...  Tal vez.."

"..."

"No, no. Lo siento. Nada."

Lee Joon inclinó la cabeza para el otro extremo. Lo que había visto hace un minuto fue al escritor, que lo había masturbado, con la cara en su dirección, temblorosa y completamente empapada con su semen. Por supuesto, fue una ilusión suya.
Sijin entonces pareció confundido por esto y al mismo tiempo, pensó que el hombre que tenía al frente estaba lejos de ser el confiado "Lee Joon" que siempre le ayudaba, limpiaba, hablaba con él y le preparaba todo lo que quería para la hora de la comida.

"Joon..."

"Muchas gracias por hacer esto... Lo siento. No sé que dije."

Negando rápidamente con la cabeza, Lee Joon comenzó a culparse por actuar de esa manera tan equivocada y pervertida frente al hombre que tanto quería. Supuso que había enloquecido por pedir ayuda extra cuando bien podía hacerlo con solo sus manos, como siempre. No obstante, para ese momento la palabra "boca" ya estaba bien metida en los oídos de Sijin y hasta había pensado que tenía lógica. Si la mano no le funcionó, tal vez lo haría otra cosa. Porque el dicho "Si no funciona, haz que suceda" siempre fue algo en lo que había creído fielmente. Una vieja enseñanza de su familia, tal vez.

Si-jin miró el pene de Lee-joon, que todavía estaba en su mano. Pensó ¿Podrá caber todo en mi boca? Pero lo siguiente que le llegó a la cabeza fue tan vergonzoso que quiso omitirlo.

Fue porque imaginó que debía estar delicioso.

Su elasticidad y su textura fueron suficientes para que comenzara a tener muchas ganas de probarlo con su boca así que, en realidad era una oferta que no podía rechazar. Por si fuera poco, sintió que había sido perfecto que este trabajo fuera sugerido por Joon y no por él mismo. Algo ventajoso para que no adivinara sus pensamientos.

Sus manos ya estaban pegajosas.

Su boca estaba llena de baba...

Y así, sin más vacilación, Sijin se levantó de la cama y se arrodilló frente a él:

"¡Escritor!"

A pesar de que había sido su propia sugerencia, Lee Joon se sorprendió tanto que casi se cayó hacia atrás.

"Yo no estaba cuerdo cuando lo dije. Por favor, detente. Por favor, no es algo que tú..."

"Debes saber asumir la responsabilidad de tus palabras."

"¡...!"

Si-jin, que se acercó a Lee-joon, todavía de rodillas, abrió la boca y puso el pene de Lee-joon dentro de su boca.

"¡Ah!"

La magnitud del estímulo fue diferente al que tendría de ser sostenido solo por su mano. Y gracias a eso, un gemido terrible escapó de la boca de Lee Joon a tal grado que la cabeza se le fue completamente para atrás. Estar entre esos suaves labios era como estar frente a la puerta de un cielo húmedo y caliente. Y aunque no fue allí realmente, Lee Joon cerró los ojos, visiblemente emocionado, y cayó en un trance muy, muy poderoso. En lugar de decir que no, o que se detuviera, Lee Joon le quitó las gafas a Si Jin porque le estorbaban.

"¡Um!"

Como no podía morderlo de un solo bocado, Sijin apenas mordió la punta del glande de Lee Joon utilizando los labios. Entonces, un fuerte olor se extendió por la punta de su nariz hasta que comenzó a jadear con toda su fuerza. Era imposible. Incluso si colocaba un poquito más de su carne en su lengua, estaba tan lleno que pensó que iba a estallar y que definitivamente no se sentía bien. Era un pene tan perfecto, tan gordo y delicioso que se le vino a la cabeza que quería elogiarlo sin parar hasta quedarse sin oxígeno en los pulmones. Y fue tanto así, que incluso sintió su boca seca por abajo, por arriba y por los lados también. Algo que no podía describir con palabras normales.

"Um..."

"Escritor."

Si-jin siguió fiel a su papel de "ayudarlo a tener una eyaculación rápida". Con la punta de la lengua, lamió cuidadosamente el pilar izquierdo de su pene y lo chupó hasta hacer un ruido completamente aterrador en el cuarto. Lee se quejó y, sin saber qué hacer, cantó la canción de su drama favorito una y otra vez para no correrse en un segundo. Esta vez, Sijin tenía los ojos cerrados. Lamió y chupó los genitales de su asistente como si hacerlo así lo ayudara a saborearlo de mejor manera y respiró tan lento que, cuando el aire corrió a su piel, la estimulación de sus genitales comenzó a sentirse, no excelente, sino infinitamente perfecto. Además la vista era divina. Tener esos preciosos labios rojos mordiendo su pene y esa lengua de cereza lamiendo la punta, era un espectáculo visual por el que hubiera pagado millones sin arrepentirse. Después de todo, Lee Joon ya había empezado a sentir una especie de calorcito al ver la forma en que se comía todo lo que preparaba para él. Y si ahora devoraba su verga como si fuera deliciosa, entonces no era una exageración decir que su corazón latía demasiado rápido.

"Escritor, más, ah, más..."

Después de perder la mitad de su razón, Lee Joon corrió hacia Sijin.

"Ah..."

Mientras Lee Joon gemía y se estremecía por la emoción, Si Jin había decidido chuparle el pene con toda la fuerza que tenía. El fluido corporal estaba fluyendo de sus genitales hasta entrar precipitadamente dentro de su boca, pero él lo soportó. Más bien, se centró por completo en la reacción de Lee Joon, que gemía y jadeaba de acuerdo con sus movimientos:

"Lo siento. Ah, escritor... Lo siento tanto..."

La gran mano de Lee Joon agarró la espalda de Sijin y, sosteniendo su cabello con los dedos, fuerte pero sin lastimarlo, Joon comenzó a moverse a su completo antojo. Por supuesto, al sentir a ese hombre descargando todo en su contra, Sijin insertó rápidamente su pene de un lado a otro y luego lo movió hacia adentro y hacia afuera tanto como le estaba viniendo en gana. Su aliento golpeaba la punta de su barbilla y su boca, que había sido frotada con ese pene docenas de veces, estaba tan caliente que su mandíbula no dejaba de hormiguear.

"¡Ah!"

"Ah, es tan bueno… Escritor ¡Escritor es tan bueno!"

Lee Joon, que había logrado agitar la boca de su acompañante debido a sus genitales, agarró los hombros de Sijin con fuerza y lo juntó un poco más a su cuerpo. Era como una señal de que podía eyacular en cualquier momento porque incluso sus muslos se convulsionaron y se encogieron tanto que terminaron por tocar sus mejillas.

"Ah, ah..."

Lee Joon, quien eyaculó mientras gritaba, dejó escapar un suspiro bastante áspero. Al mismo tiempo, un líquido pegajoso, ya fuera saliva o semen, goteó de la barbilla de Si-jin hasta un punto en que fue tan incómodo que tuvo que secarse los labios con el dorso de la mano para no sentir picazón. Por otra parte, al igual que Lee Joon, que acababa de correrse, los ojos de Sijin también estaban entreabiertos y pareció tener la mente completamente en blanco. Después de todo, perdió el conocimiento y chupó los genitales de su ayudante como si fueran la cosa más rica en el planeta tierra. Además, al final incluso se bebió todo.

Y le había gustado.

Fue Lee Joon quien despertó a Sijin, que estaba sentado en el suelo, sin expresión e incapaz de cerrar la boca, con un movimiento de su mano.

"¡Escritor! ¿Qué hago? Necesito un papel, espere un segundo. Espere..."

Lee Joon se levantó, se movió de un lado a otro, se puso los pantalones y buscó un pañuelo. Luego cortó un rollo de papel de baño en el escritorio y lo sostuvo frente a la boca de Si Jin.

"¡Escúpelo!"

Lee Joon, que había colocado un pañuelo en sus labios, estaba llorando con fuerza debido a la desesperación. Si-jin entonces tomó el pañuelo de papel, escupió todo lo que le quedaba en la boca y se limpió los labios una y otra vez por pura inercia. Minutos más tarde, Si-jin salió de la habitación de Lee-joon y fue directamente al baño. Se enjuagó la boca con agua, puso pasta de dientes y se cepilló, mirándose al espejo todo este tiempo.

Fue Lee Joon quien eyaculó, pero fue Sijin quien se quedó en "modo zombie". 

"Escritor…"

Pero una pequeña voz desde fuera de la habitación detuvo a Sijin, quien estaba a punto de comenzar a cepillarse los dientes por doceava vez, para hacerlo asomarse: Frente a su habitación, Lee Joon, que estaba parado como un perro desesperado por la atención de su dueño, reunió coraje y llamó por su nombre. Era Sijin quien quería fingir no conocerlo, pero igual era la cara de Lee Joon la que tenía que ver cuando saliera.

"Tus lentes. Lo siento. Los pondré sobre la mesa."

"Sí..."

También fue bueno responder. Si no lo hubiera hecho, Lee Joon podría haber estado arrodillado frente a la puerta de Si-jin por horas hasta que hablara con él.

Cuando llegó el amanecer, había salido un nuevo sol y los dos, de alguna manera, pudieron fingir que no sabían nada de lo que había ocurrido entre los dos y aparentar que durmieron toda la noche sin problemas. Pero no era solo una cosa del pasado. Fueron dos veces en dos situaciones y lugares completamente diferentes. ¡Y no era como si lograra fingir que no le había hecho una mamada! Menos cuando de pronto le dijo:

"Gracias por lo de ayer. Me gustó mucho..."

Sin saber que recibiría tal agradecimiento, Si-jin se tocó la frente por un momento como para poder pensar bien. Pronto, cuando el sonido de "lavar los platos" se escuchó desde la sala de estar, Sijin bajó la mano de su cabeza mareada y fue al baño para cepillarse los dientes como de costumbre. No obstante, lejos de calmarse con esto, se sintió igual a si se estuviera volviendo loco y como si su corazón hiciera ruido en su cabeza.

Pam.

Pam.

PAM.

¡Algo constante y terrible!

Tan pronto como Sijin salió del baño, tomó su teléfono celular, que había quedado tirado al lado de la cama, y lo prendió con la idea de concentrarse en algo más.

[¿Cuándo es un buen momento para vernos?]

El nombre que flotaba en la pantalla, con la leyenda de "no leído", era "Reegi Choi". Aunque su verdadero nombre era Choi Min-ki y se trataba, nada más y nada menos que del exnovio de Si-jin. ¿Qué tan desesperada estaba cuando lo contactó? La verdad era que no tenía idea, pero seguía siendo tan desesperante ahora como en ese entonces. Fue peor porque no sabía que escucharía un "gracias" que lo haría sentir culpable.

[Cuanto antes mejor]

[¿Extrañas mucho a oppa?]

Tan pronto como envió su mensaje, llegó una respuesta. Y un profundo suspiro, algo que emanaba desde el fondo de su pecho, le hizo querer tirar su teléfono de inmediato para aventarse de nuevo sobre su colchón. ¡Había sido un idiota! Quería quitar el nombre de Choi de la lista, pero no pudo. Tal vez porque la emoción proveniente de los dedos de sus manos era más espesa que los suspiros provenientes del abismo de su corazón.

"Debe ser delicioso" se convirtió en "Estaba delicioso". Le tomó menos de un día para que una vez se convirtiera en dos así que Sijin temía que llegara a tardar menos de una semana antes de convertirse en un hombre completamente diferente. Alguien que no conociera. Así como un momento en el baño se convirtió en algo en su habitación y su boca ocupó el lugar de sus manos sin sentirse culpable. Y es que haberlo hecho con la boca fue honestamente demasiado. Ni siquiera eran tan amigos todavía y no tenía intención de salir del armario de repente con alguien que había conocido hace apenas unos días. Lo que era más, no quería perder a un asistente que era así de perfecto solo por una maldita calentura.

[¿Me necesitas tanto?]

Pero cuando no hubo respuesta, Regi Choi envió mensajes uno tras otro preguntando por él y su disponibilidad en la semana. Si-jin recordó su horario. Normalmente se tomaba un Americano doble de Starbucks y luego se bebía un energizante de ginseng rojo. La combinación era perfecta para proporcionarle un estado de despertar que hacía que su mente se disparara para todas direcciones sin desmayarse. Incluso por horas enteras. Entonces, pensando en eso, fácilmente podía hacerlo, ir con él y regresar alrededor de la hora del almuerzo sin que esto afectara en algo. Sin embargo, para evitar problemas por la visita del director ejecutivo, imaginó que lo mejor era reunirse con Ree-gi hasta el fin de semana.

[Sábado]

Si-jin, quien envió el mensaje, estaba incluso un poco aterrorizado por lo que hizo.


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