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Distorsión. por Soledadz

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Después de que Misaki viera a Akihiko besando a otro chico por la mañana, desde ahí todo comenzó a ir mal.

 

Misaki llegó hasta Marukawa, saludó a todo mundo con amabilidad y nadie sospechó que tuviese un problema o que por dentro se sintiera hecho picadillo.

 

Mientras intentaba reparar los errores del día anterior, Isaka le llamó a su oficina y le puso un ultimatum. No es que no lo esperara, lo veía venir, resulta que en el último mes nada le había salido bien, cometió una equivocación tras otra, no ha sido él últimamente, sabe que es alguien lento, no es el más listo, pero al menos siempre cumplía con los plazos y la exigencia mínima que Marukawa impone a cada uno de sus empleados.

 

Isaka está en busca de nuevos escritores, eso no tiene nada que ver con Misaki que es un editor, pero Isaka no piensa lo mismo, él dice que como editor no tiene futuro y que morirá de hambre si sigue empeñado en serlo, Isaka ve un mejor futuro para Misaki como columnista, dice que le haga caso pues él tiene años de experiencia en el rubro y él, sigue siendo un feto de la vida laboral.

 

Al final de todo Misaki aceptó, no sabe si fue por seguir impactado con lo que vio en la mañana, o porque Isaka es muy convincente, pero nada de eso importaba, ya había aceptado el puesto de trabajo que nadie quería.

 

Luego de salir de la oficina de Isaka, ordenó un poco sus ideas, quería evitar pensar en nada más que en trabajo.

 

Buscó la dirección que Isaka le dio en el gps, su misión parece simple, algo aburrido, solo debe ir a una gran mansión abandonada dónde según dicen han ocurrido sucesos paranormales, todo tipo de leyendas, unas más fantásticas que otras, pero no le preocupa, no suele creer en ese tipo de cosas porque jamás ha vivido nada que se considere paranormal, salvo perder sus llaves una y otra vez, cuando las encuentra están en lugares sospechosos e impensados, por ejemplo.. El congelador.

 

Con molestia rascó su cabeza, le da pereza porque la ubicación en su teléfono arroja un terreno demasiado apartado de la zona urbana, seguramente no tendrá señal y estará aislado en lo que hace el barrido de información. 

 

Según entiende, la mansión fue descubierta hace no más de un año luego de que las obras en verde se expandieran arrasando con la fauna silvestre, cientos de abedules que de alguna manera le daban privacidad a una mansión de la que nadie sabía. No hay registro de sus dueños, por lo tanto no hay herederos, y no le extraña que alguien se pueda encontrar con un lugar así, el gobierno nipón reportó en el año 2013 sobre 8.2 millones de casas vacías, ésto solo en dos islas, y todo tiene una buena explicación, resulta que el fenómeno de abandono se debe a la disminución de la población y al envejecimiento de ésta, también a la preferencia de construcciones nuevas versus una casa con incógnitas fallas, y finalmente están los abandonos por asesinatos o suicidios, casas que por supuesto muy pocos quieren habitar. Así que, en resumen, Isaka cree que el escribir sobre éste asunto es una gran oportunidad para lanzarse como columnista, él no piensa igual, pero eso a nadie le importa.

 

Al salir de Marukawa Misaki vio pasar el automóvil de Akihiko, justo entrando por el acceso al estacionamiento, el estómago le dolió, y su cuerpo tembló por un miedo muy grande, sólo pudo esconderse tras un gran pilar de cemento, se escondió pese a que no era él precísamente el que había cometido una falta, como un ladrón que no quiere ser descubierto, esperó a que Akihiko desapareciera, cuando lo vio entrar por el ascensor al fin pudo respirar, se sintió aliviado, y también estúpido por sentir alivio, nada estaba bien con su vida, pese a eso, lo único que tiene claro es que debe seguir esforzándose, al menos por ese día debía dar lo mejor de si, no podía fallarle a Isaka, al fin y al cabo, es el único que le apoya en la junta directiva, sino fuera por él, ya le habrían despedido.

 

Misaki se subió al automóvil de la empresa, respiró profundo y se decidió a hacer un buen trabajo, solo eso debía preocuparle por ahora, el trabajo.

 

Encendió el sistema de localización, ingresó la ubicación que Isaka le había dado, al principio el sistema fallaba no encontrando la mansión, pero luego de dos intentos y un "golpe", la localización fue exitosa y puso el auto en marcha.

 

En el camino iba pensando en que quizá, si le daba un poco de curiosidad, la casa fue descubierta hace poco por la constructora, luego de eso alguno curiosos acostumbrados al urbex decidieron dar un paso más para ingresar, todos intentos fallidos pues según las distintas versiones en algunos foros, advertían que la casa estaba maldita y que nadie podía cruzar, siempre ocurrían incidentes que evitaron que cualquiera cruzara el sitio enrejado.

 

En conclusión, nadie a visto la casa por dentro, claro que hay quienes lo han intentado, dicen que alguien había logrado entrar pero que jamás salió para hablar de los secretos en el interior de la casa, también están los que acamparon fuera para curiosear si de noche, la mansión cobraba vida, y que efectivamente lo hacía, aseguran haber visto las luces encenderse y apagarse, también se dice que se escuchaba una peculiar melodía que no duraba más allá de unos segundos, y así sucecivamente le siguen un montón de "supuestos".

 

No había presupuestado que tardaría tanto, pero lleva al menos tres horas y recién parece acercarse, hace al menos treinta minutos abandonó el camino pavimentado, ahora va sobre tierra removida y un poco de barro, hay demasiados baches y ya le duele el trasero y el estómago con los zarandeos. El clima ese día era templado, pero pronto comenzó a sentir bastante frío, por suerte había un abrigo seguramente de alguno de los conductores anteriores, se lo puso de inmediato y continuó el camino de baches hasta ver entre los restos de vegetación y árboles talados, la tan mencionada mansión abandonada.

 

Es intimidante, y no sabe si es por todo lo que ya a leído al respecto, pero también le causa escalofríos, y de los terribles, incluso tiene comezón en la espalda y los hombros, su columna vertebral se encoge... ¿Es el efecto de la sugestión?.

 

Misaki sacude su cabeza, con sus manos palmea sus mejillas, acelera hasta llegar con mucha dificultad hasta unos dos metros de distancia con el lujubre portón metálico y oxidado, nada concordante con el jardin y la casa, se destaca el hierro forjado en los puntos medios y también la herreria de estilo gótica, es gigante, pensar en escalarlo sería una locura, sobre todo por lo puntiguda que es cada extremo de cada fierro, su única opción es entrar por el acceso principal o escarbar como un perro para poder ingresar, cosa que esperaba no tuviera que hacer.

 

Cuando baja del automóvil no solo siente frío, también se siente un poco desolado, incómodo, algo no está bien, pero es su trabajo, 

 

Cuando toca el metal de cada portón con la punta de sus dedos nunca pensó que ambas puertas se abrirían solas, así, por su cuenta, el sonido era muy chirriante, pero el camino se abrió completamente como invitándole a pasar, ahí, en ese instante, Misaki piensa que definitivamente tanto rumor de boca en boca termina distorsionando la realidad, porque no es difícil entrar, es más, pensó que al menos las rejas tendrían varios candados del porte de su cabeza, nada más lejos de lo que ven sus ojos.

 

Sin esperar más, Misaki se apresuró en caminar, tanteó sus bolsillos para asegurarse de llevar las memorias de recambio para la cámara, debe comenzar a grabar desde ya, cualquier impresión, cualquier logo, documentos, escrituras, lo que sea, todo debía grabarlo para descubrir al que fue el dueño de todo ese lugar.

 

Misaki alza la cámara, toma fotografías, es inevitable con las figuras del jardín delantero, los cántaros de agua, el estilo nipón con curvas y asimetría, lo que ese lugar grita es flores, hiervas, rocas y agua, es todo muy bonito, silencioso y pacífico, Misaki se pregunta seriamente como es que todo se a conservado con bastante decencia si está en abandono.. No cree que nadie viva ahí, pero si no es así, estaría cometiendo un delito por allanamiento.

 

Después de la fotografía número 30, Misaki se dio cuenta de su adicción con el jardin, debía medirse para no agotar la memoria de la cámara.

 

Acercándose a la casa, sube los escalones de la terraza, éstos crujen pero no parecen débiles, cuando ve la puerta principal frontal, no puede evitar sentirse confundido, la puerta de madera es gruesa y firme, una puerta hecha con madera pesada, nada común del estilo nipón, de hecho, eso parece más un estilo de una casa china, sobre todo porque la madera en algunos sectores está pintada y no al natural.

 

Cuando apega su oreja a la madera, agudiza el oído e intenta percibir cualquier tipo de sonido o alerta de vida, pero nada, no hay nada, esa es una casa aislada de cualquier tipo de celebración, no hay ruidos ni al interior ni a los alrededores, solo silencio.

 

Misaki prueba su buena suerte en ese lugar, empuja ambas puertas que parecen no estar cerradas, la suerte efectivamente está de su lado, lo que ve lo deja boquiabierto. 

 

La ornamentación, la cumbrera del techo, las baldosas del suelo con diversos motivos, todos gritan prosperidad y longevidad.. Todo esa estética, todo el diseño.. Del más puro estilo tradicional de Beijing, no es japonés, pero el jardín delantero lo es. Misaki cree que ese lugar es un tesoro cultural.

 

Un paso, y luego el otro, hasta que algo duro le apuntaló tras la nuca sacándole el alma.

 

-Intruso, retorna tu camino con tus propios pies, o vaciaré mi arma en tu cabeza-

 

Takahashi Misaki, cornudo del año, fracaso de editor y ahora pseudo columnista.. Está teniendo el peor día de su vida.


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