Aun lo puedo recordar como si hubiera sido ayer…
Fue hace incontables noches…
Te vi, en aquella cuna…
Yo me acerque con una enorme seriedad y desinterés, porque era algo que solo representaba aburrimiento para mí.
Tenía cinco años, y debía conocer al hijo de los amigos de mis padres…
Pero, debió existir un hechizo inquebrantable en tus ojos verde esperanza, que no creí posible…
Poseías unos delicados cabellos lilas tan hermosos…
Me sorprendí al verte tan diminuto, tan tranquilo, y me sonreíste sin siquiera saber quien era…
No creí que los bebés fueran así de pequeños… No pensaba que le sonrieran a cualquiera…
En ese momento, lo único que pensaba era… Que debía cuidarte, protegerte… Estar por siempre a tu lado.
Acaricie con cuidado una de tus mejillas rosadas, y atrapaste mi dedo con tus diminutas manitas…
Te parecía gracioso y yo me preocupe, hasta que tu papá dijo algo.
“-Le agradas a Mu-“
No sabía cómo reaccionar, solo atiné a verte e intentar zafar mi dedo de tu agarre, pero no me dejaste ir.
Me dio por sonreírte, empezar a jugar contigo, a mimarte y a hablarte…
Era un niño de cinco años y tú un pequeño bebé de meses… Que era ya tan inquieto y sonriente…
Crecimos juntos… Y no importaba a donde fueras o quisieras ir yo te acompañaba, y siempre accedí a cualquier deseo tuyo.
Me encantaba tan jugar contigo, a veces platicar de cosas que solo tú le encontrabas sentido, comer dulces, postres, era fascinante como nos llevábamos tan bien.
No soporte nunca verte llorar, si algo te hacía derramar una sola lagrima, te abrazaba y te aseguraba que todo estaría bien…
Protegerte era algo que yo quería hacer desde la primera vez que te vi.
Entraste al mismo instituto que yo, aunque tú estuvieras en primero y yo en otro nivel, no me impedía ir a buscarte cada descanso, para pasar tiempo contigo.
Al principio, me presentabas como un hermano mayor…
Y era lo que creía que sería siempre para ti, lo que yo debía ser para ti…
Pero, poco a poco ese no sería nuestro destino.
“-Entonces, está decidido-“
“-Creo que es una buena noticia, ambos niños se llevan muy bien-“
“-Además, que se conozcan desde muy pequeños, es algo que sólo mejorará su interacción como futuros esposos-“
“-No se diga más, se acepta este compromiso-“
Escuche aquello… Mientras te cargaba entre mis brazos, pues te habías quedado profundamente dormido en el jardín, al comer galletas y beber algo de té.
Reconocí esas voces, nuestros padres, acababan de pactar nuestro compromiso…
Era reciente, el que nos enteráramos de que eres un Doncel.
Estaba asombrado, asustado, algo preocupado, pero también muy afortunado, entusiasmado y feliz… Demasiado en si…
Yo sabía muy bien que pronto tendría que comprometerme con alguien… Que no quería que fuera cualquiera, solo podías ser tú
A mí no me hubiera importado hacer lo que fuera para estar a tu lado, aun en contra de los deseos de nuestros padres, si habría sido el caso…
Mi seriedad, mi rectitud, mi calma, mis responsabilidades las dejaba de lado cuando estaba contigo…
Sabía que contigo yo era otro, que mi sonrisa era única, resplandeciente y cálida…
Que incluso, mis compañeros decían que para que yo fuera tan feliz, solo debía tenerte a mi lado y ya.
No estaban equivocados, jamás permitirá que apagarán mi luz…
Ni aquella vez que un perro quiso atacarte, y aunque sabía que terminaría lastimado me interpuse, y no me importo salir herido, con una mordida en la pierna…
Si estabas a salvo era más que suficiente…
Las veces que te enfermaba, quería cuidarte aunque mis padres, los tuyos o tú mismo me dijeran que me podría contagiar, al final si ocurría, pero estábamos juntos y estaba bien eso.
Adoraba cuando estábamos en tu habitación, y todo olía a ti…
Una fragancia a moras con lavanda… Y también inciensos, en todo eras tú y solo tú.
Te gustaba coleccionar cosas que fueran lilas, tú cabello era algo que a ti te gustaba mucho…
Por eso, te empecé a regalar flores de ese color, siempre que te iba a ver a tu casa, las entregaba en tus manos…
Si viajaba, solo veía la hora para regresar y darte el presente que había escogido solo para ti, que tuviera el color que amabas y yo igual adoro.
Un reloj pintado.
Una joya de ese tono.
Libros que sé que amarías…
Espejos.
Peinetas…
Todo, lo que creí que te fuera a gusta…
Amaba adornar tu cabello con la flor que mas me gusta, la colocaba detrás de tu oreja, para decorar tu belleza… Pero nada podía mejorar la perfección, solo era un detalle más.
Amaba verte sonreír, adoraba que tus mejillas se sonrojarán y tus esmeraldas brillaran tanto.
Disfrutaba las tardes contigo, aunque fueran en silencio, era tan hermosas.
Ambos podamos ser nosotros mismos…
Al anunciar nuestro compromiso, ninguno de nosotros estábamos dudosos en lo que sentíamos, aunque temíamos que el otro no quisiera ese destino…
Pero, te demostré con mis acciones que yo deseaba estar a tu lado por siempre…
En esa época un compromiso se hacía en cuanto el más joven de la pareja cumpliera los trece años, pactando que nuestra unión seria a los dieciséis…
Tendríamos que esperar tres años, pero estaba bien…
Yo aprendía lo que debía hacer para ser un digno heredero de las riquezas de mi familia, no iba a permitir que nada te faltara.
“-Shaka, ¿De verdad… Estas de acuerdo con el compromiso?-“
“-¿Dudas de esto?-“
“-Temo… Qué sólo lo hagas… Por qué crees que debes hacerlo…-“ Tu carita baja, alcance a ver tus ojitos tristes “-Si de verdad no deseas unirte conmigo, yo… Yo… Por mi estaría bien…-“
Sujetaste aquella vez tus prendas, apretándolas en puños y conteniendo tus lágrimas.
Captaba en tu voz dolor y, temía no poder ayudarte a desvanecer tus temores.
“-Mu, me conoces mejor que nadie en esta tierra. ¿Crees que yo aceptaría algo así, por que fuera mi deber?-“ Me acerque tanto… Que no pude evitar acorralarte contra la pared, en aquella noche… En nuestro lugar favorito del jardín… Nuestro lugar secreto que compartimos desde que éramos unos inocentes niños.
Era obvio que te sorprendí… Pero no me temías, solo estabas preocupado porque… Te diera una respuesta que te destrozara.
“-¿Acaso no lo vez o no lo entiendes?-“
“-¿Qué cosa?-“
En ese instante, abriste tus labios levemente, tenían un color rosa tan tentador y hermoso… Tu cuerpo delgado, estaba siendo rodeado por mis brazos…
Sujete tu estrecha y hermosa cintura, eleve tu mentón un poco para que me vieras, y entendieras el significado de mis acciones desde que tenemos memoria...
“-Yo también, temía que no quisieras este compromiso conmigo... De que yo fuera tu última opción-“ No podía evitar acariciar le contorno de tu rostro con el dorso de mi mano “-Sé que soy para ti solo un buen amigo, alguien que ves como un hermano mayor, pero… Mu, yo no te he podido ver como un hermanito, un primo o un amigo solamente-“ Me acerque aún más a ti, posaste tus delicadas manos al nivel de tu pecho…
Aquellas palabras hicieron brillar tus ojos...
Comprendimos allí que estábamos pensando de más.
“-¿Me quieres de esa forma?-“ Solo tenías trece años y yo dieciocho… Pera era tan fácil entendernos…
“-No solo es querer lo que siento por ti-“ Te mire firmemente a tus hermosos ojos esmeraldas, decidido proseguí en mis palabras “-También se le conoce como amor a este sentimiento; Uno que llegó desde la primera vez que te vi-“ Después de confesarte mi sentir, no pude espere a que tu me dijeras algo…
Te robe tu primer beso y entregue el mío…
Te asuste, pero me correspondiste…
Me sentía tan feliz, cuando tú me abrazaste para profundizar nuestro beso…
No se necesitaba más para confiar que nos amábamos…
Ahora, éramos mucho más unidos, tomaba tu mano con mayor confianza, amaba como te recargabas en mí, me sonreías solo a mí, hablábamos con mayor libertad de lo que guardamos por pena…
No sé, era como siempre, pero… Podía darte un beso sin sentirme un atrevido por tocarte… Me correspondías con un sentimiento mayor que de solo de amigos…
Éramos tan felices, y el tiempo solo transcurrió para decirnos que poco a poco se acercaba el instante en que uniríamos nuestras vidas.
Los debes y compromisos que debíamos cumplir, lo que aprendimos… Todo para que nuestro futuro fuera brillante y digno de heredar las riquezas y honor de nuestras familias…
Familia…
Recuerdo… Que eso queríamos formar… Querías tener una conmigo, donde nuestra sangre se uniera y volvería nuestro amor en un ser que sería de ambos…
El valioso fruto de nuestro amor… Queríamos un hijo o varios, no importaba en sí, éramos tan felices con tan solo pensarlo, soñarlo y hablarlo…
Nuestras ilusiones, nuestros sueños, nuestros mayores anhelos se harían realidad en poco tiempo…
Pero… Ocurrió una desgracia…
A pocos meses de que nuestra boda se realizara, ya tenías dieciséis años y yo veintiuno…
Caíste gravemente enfermo de una maldita enfermedad, muy contagiosa y que no tenía ninguna cura…
Vi como poco a poco tu vida se iba consumiendo, tu brillo se apagaba y tu voz se esforzaba por alcanzarme…
Nunca dejaste de sonreír… Y yo me sentía el mayor inútil por no poder hacer nada…
Me pedias que no fuera a verte, que no me querías contagiar…
Me juraste que estarías bien, que pronto te recuperarías, porque nos casaríamos y eso te daba fuerzas… Pero, ambos sabíamos que sin un remedio, una cura factible… No lograrías sobrevivir…
Es ahí que me di cuenta que no importa todo el dinero del mundo o poder que poseas… La salud es algo que no se tiene para anda garantizado, ni se logra comprar a veces…
Pero aunque todos parecían darse por vencidos, incluso tú…
Yo no iba a permitir que te arrebataran de mi lado…
“-Volveré, te juro que lograre encontrare una cura para ti-“
“-Shaka… No tienes que hacer eso… Veras que estaré… Bien…-“
Sonreías a pesar de que te dolía, a pesar de que no pudieras incorporarte de aquella cama.
Vi varias veces como llorabas por que no soportabas ver a todos tristes por ti…
No quería separarme de ti, pero… Debía ir a buscar lo que fuera por ti…
“-Sé que lo estarás, pero… Encontraré algo para que sea mucho más rápido tu alivio-“
Te quise besar en tus labios, pero me lo impediste, alegando que me podía contagiar…
Un beso en la frente fue lo único que me permitiste… Tu piel estaba tan pálida, debajo de tus ojos que se hundían, las ojeras tan marcadas, tus mejillas rojizas ya no estaban, y adelgazaste tan rápido.
Estaba asustado, tenía miedo de que no pudiera hacer nada por ti…
Quería tanto estar yo en tu lugar para que tu sanaras y estuvieras bien…
Pero el destino decidió que yo no me enfermaría, pero tú si…
Busque por todas las partes que pude un alivio a tu mal, busque por todos lados, hice de todo para encontrar una manera de salvarte…
Parecía que no existía nada que lograra aliviarte, dinero, magia, poder… Nada, no podría ayudarte, hasta que…
Encontré a alguien que me ofreció una cura, pero debía dar algo a cambio…
No lo dude ni un instante, hice lo necesario para salvarte… Soporte un inmenso dolor que no me permitió seguir por un día entero… Era como si dentro de mi cuerpo hubieras el mismo fuego del inframundo, pero con solo pensar que esto podría curarte a ti… Lo valía por completo…
Cuando volví, sé que me veía diferente, incuso me sentía distinto, pero mi corazón solo añoraba con verte, darte la noticia, salvarte y explicarte todo para que no temieras…
Pero… Al abrir la puerta de tu hogar, pude ver los rostros de tus padres destrozados, siendo consolados por los míos…
Me quisieron detener, para no ir contigo, pero no se los permití…
Y al ir a tu habitación… Estabas rodeado de flores lilas, tus favoritas, mis manos temblaron, me respiración parecía faltarme, mi rostro se descompuso, mis piernas solo fueron hacia a ti, caí arrodillado ante ti, y desesperado comencé a gritar a sujetarte, y pedir que no me hicieras esto…
“-¡¡¡NO!!! ¡¡¡MU, NO TE PUEDES IR!!! ¡¡¡NO!!! ¡¡¡SOLO ABRE TUS OJOS!!! ¡¡¡TENGO LA CURA!!! ¡¡¡TE VOY A SALVAR!!!-“
Me negué a aceptar que ya no estabas, que tu muerte llego esa misma mañana en que yo regrese…
Aun… Creí sentir que estabas tibio y me atreví a morder tu cuello por la desesperación, deseando que esta maldición que acepte corriera por tus venas y te permitirá volver…
Pero no despertaste, no hubo respuesta… Me desespere, y mordí más veces tu cuerpo, pero nada…
Era obvio que ya no volverías… Que llegue tarde…
Derrame mares de lágrimas, no quería apartarme de ti… Empujaba a todos lo que quisieran alejarme de ti…
Hasta que… Yo mismo me agote ante mi nueva condición, y mi enorme dolor, solo unos minutos fueron suficientes…
No solo había perdido en ese tiempo mi humanidad, sino… A mi única razón de vivir… Lo único que me mantendría cuerdo en mi nuevo estado…
Poco a poco el sol me comenzó a afectar, tenía una inmensa sed, hambre y desesperación, pero… No quería hacer nada para aliviarlos, ya que el único que podría hacerlo eras tú, siempre serias tú…
En medio de mi locura, profane tu tumba… Y encontré algo que medio un halo de esperanza…
Tu cuerpo estaba intacto no existía rastros de descomposición, parecía que estabas solo dormido.
Igual como lo hacías conmigo, debajo de los arboles gemelos que tenía en mi casa… Cuando reposabas tu cabeza en mi regazo.
No lo pensé mas, te tome entre mis brazos, tu cuerpo siendo aun flexible, tus músculos, articulaciones, todo siendo de una un hermosos ser durmiente…
No estabas del todo muerto…
Huimos de nuestro mundo, y te lleve tan lejos como me fue posible en medio de la oscuridad…
Conmigo lleve todo el dinero que me pertenecía, y sabía muy bien cómo hacer más… Así que, encontré un lugar donde pudiéramos iniciar de nuevo…
No me importaba que tú permanecieras con tus precisos ojos cerrados, pensaba que de a poco podrías volver…
Tu rostro y cuerpo siguen siendo fríos… Pero, para mi tiene una temperatura mayor de la que yo poseo…
Me alimente de sangre da animales, pues no podía mata a humanos… Ya que… Sé muy bien que a ti no te gustaría que lo hiciera… Aunque a los animales tampoco, pero… Nunca toque a las ovejas, borregos, ni carneros, porque recuerdo como te encantaba verlos, acariciarlos y jugar con ellos antes…
Empecé a consumir carne, fue algo que no desee, y es tan repugnante, pero lo necesitaba…
No iba a caer… No iba dejar que todo esto se esfumara, que se arruinara por mi debilidad…
Noches, que se volvieron años…
Años, que se convirtieron en décadas…
Y décadas que se hicieron siglos…
En ese tiempo, añoraba con locura volver a ver tus ojos, escuchar tu voz, tu sonrisa…
No volví jamás a ver a nuestras familias, nunca supe más de ellos…
Está bien, porque estamos juntos…
¿No?
Hice algo que jamás me creí capaz… Pero, Mu… Yo te añora tanto… que no resistí…
Varias veces profane tu cuerpo, y aunque después de hacerlo, me sentía lo terrible… Con solo tener tu cuerpo tu cuerpo contra el mío, el saber que tu cabeza descansaba en mi pecho…
Me aferraba ti, hablándote, deseando de verdad que estuvieras solo dormido…
Nuestros sueños, nuestros deseos se esfumaron… Porque yo fui débil…
Si no hubiera tenido que descansar un día entero después de volverme en el monstruo que soy… Habría llegado a tiempo, y estaríamos juntos….
Tú con vida, compartiendo conmigo todo lo que amamos, sé que habríamos podido tener una familia, como lo habíamos anhelado desde muy jóvenes…
Pero, ahora estamos en un mundo nuevo, en este tiempo al que me he acostumbrado, en donde he conseguido mucho, aprendiendo tanto…
Mis habilidades me han otorgado muchos beneficios y ventajas…
Una mansión solo para los dos… Objetos solo necesarios para que se ve lo más elegante y antiguo posible, como en nuestro tiempo…
Te tengo rodeado de todo lo que te gusta… Descubrí que hacen peluches de todo lo que uno quiera, te tengo de todos los animales que te gustan, del color que más has amado…
El lila es el tono que más amaste en vida y yo lo sigo apreciando tanto…
Borregos de color lila, la pintura de tu habitación del mismo tono, las cortinas, la cama, las sabanas, almohadas, todos los muebles serán de tu agrado, sé que te gustaran…
-Solo abre tus ojos, y mira todo lo que es tuyo… Por favor… Mu… Hazlo…-
Mis lágrimas caen cada que me quedo a tu lado, tomo tu mano suave y la beso, pidiendo que de nuevo vuelvas a ser tú…
Tus cabellos lilas, los peino con devoción, tus ropas todos los días son nuevas y las cambio para que te sientas cómodo…
Te acaricio con cuidado, te beso con todo mi amor, pido que una vez más me permitas verte, oírte, y que seas tú quien me beses, me abraces y pronuncies mi nombre, pero…
Sé que no ocurrirá, pues han paso siglos, y el tiempo trascurre, y no he logrado cumplir mi único deseo de tenerte a mi lado, como soñábamos…
¿Debería dejarte descansar?
¿Debería despedirme de ti?
¿Debería dejar ir el último fragmento de tu alma, para que reencarnes?
Pero… Pero, si lo hago, y sí… No te logro encontrar…
¿Qué podría hacer?
Sé que no puedo morir, aunque no lo he intentado, ya que… Primero debo dejarte ir, y se manera de hacerlo. Sin embargo, no estoy listo, para nada lo estoy…
-No existe forma de traerte a la vida por completo... Ya que debió ser cuando tu vida aún estaba en tu cuerpo… Solo eres mi Mu dormido por toda la eternidad… Me duele verte así, pero si no te viera, me volviera aún más loco de lo que estoy-
Quiero que estés a mi lado, como siempre debió ser…
Llego siempre de lo que consideran un trabajo ahora, solo para no levantar sospechas, pero… Al estar en casa, me encierro contigo en tu habitación, te abrazo, para dormir aunque no lo necesito…
Un monstruo que condeno a un ser tan puro e inocente a dormir para siempre…
Si algún día te libero… No será esta noche, porque te necesito tanto…
Aunque yo morí antes de que tú lo hicieras, entregando mi humanidad para convertirme en un vampiro, que pudo haber salvado al amo de su vida…
Sigo adelanté, sigo con una vida falsa, porque estas aun en ella…
Te prometí una vida feliz a mi lado…
Lo he cumplido, aunque…
No es como la habíamos soñado…
-Mu, ¿Me perdonarías algún día por lo egoísta que he sido?-