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En brazos disociativos por DearGentleman

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Notas del fanfic:

Bienvenido sean todos. Esta historia comenzó con la intención de ser una cosa y termino siendo otra… pero bueno, son cosas que pasan, de igual forma creo que el resultado será de su agrado.

 

Producto de lo anterior no habrá título de capítulos, directamente indicara que escena han sido publicadas en esa ocasión. La cantidad de escenas dependerá de que tan extensas serán.

Notas del capitulo:

Vamos con la introducción a esta historia, y que mejor que con dos escenas corticas de leer.


Sobra decir que espero sea de su agrado y que ojalá se motiven a dejar su siempre hermoso review.

— ¡Piensa rápido! — escuché para segundos después sentir la pelota de goma chocar contra mi cabeza.


— ¡Hey, Eso duele! — en realidad no, pero hacerme el herido por las acciones de Jhan siempre me era beneficioso.


— Claro que no, cariño. Esa pelota es de goma espuma — no parecía que mi actuación le convenciera.


— Aun así, duele, estoy aquí ordenando el escritorio y tú me lanzas eso a traición, ya no es el golpe, es la sorpresa y el impacto emocional que representa — tape mi rostro con mis manos y fingí sollozar.


— Jul, no puedo contigo… — no dijo más, pero si escuche como bajaba de la cama — Tu solo quieres que venga a consolarte… que consentido estas — me decía mientras me abrazaba, podía sentir su calor contra mi cuerpo, resguardaba mi cabeza sobre su pecho y sus brazos rodeaban mi cuerpo tan gentilmente, adoro sus abrazos.


— Tu eres el que me tiene consentido. Te amo — lo miré un momento y le di un beso en los labios.


— Yo te amo más, ladrón de mi corazón — dijo al separarnos del beso y acarició mi cabeza revolviendo mi cabello — ¿Qué tanto ordenas? —


— Pues el escritorio ¿No ves que está lleno de polvo? —


— Ehhh, bueno tiene un poco, pero no es nada del otro mundo —


— ¿Cómo qué no? Ay amor, sos demasiado descuidado… —


— Y tu demasiado obsesivo —


                Nos miramos seriamente por un momento, para segundos después los dos evocar una sonrisa divertida, pasar el tiempo con Jhan era lo que más amaba, en ocasiones no podía creer que lo que sentía por él durante años al final terminara siendo reciproco. En pocas ocasiones he quedado tan sorprendido que sea incapaz de formar palabra, pero eso sucedió aquel día en el que Jhan me besó sin previo aviso, recordarlo aun después de tanto tiempo me sigue causando una emoción tan agradable, me crea un calor interno y acelera mi corazón. Yo estaba incrédulo, feliz, emocionado y perplejo, pero mi expresión era difícil de interpretar, tuvo que ser así, porque Jhan se asustó y empezó a disculparse conmigo, seguro pensó que me había molestado o algo, yo seguía sin poder hablar y lo único que se me ocurrió fue abalanzarme sobre él para abrazarlo muy fuerte y no soltarlo nunca más.


— Oye, estas con la mirada perdida nuevamente ¡Despierta bello durmiente! — escuché que me habló y salí de mis recuerdos.


— ¿Eh? ¿Qué pasó? —


— Que te hablo y nada que prestas atención… además estas todo sonrojado ¿En qué pensabas ehhh? — se acercó mucho a mi para ver mi expresión.


— Disculpa… recordaba el primer beso que me diste — baje un poco la mirada, me causaba algo de vergüenza que supiera que seguía pensando en ello a día de hoy.


— ¿De verdad? ¿Después de tanto tiempo? — me miró fijamente — Y aun te sonrojas tan hermosamente como aquel día — sentí su mano en mi barbilla, levantó mi rostro para que le viera — Estando juntos podemos revivir ese momento una y mil veces si quieres — desapareció la distancia entre nosotros y beso mis labios con delicadeza ¿Todos los besos serán así de maravillosos o es solo porque me los da Jhan? Me preguntaba eso casi siempre, pero no necesitaba comprobarlo, no necesitaba nada más que solo su compañía.


                Jhan se acercó aún más a mí, ambos cuerpos juntos y el beso aumentaba de intensidad, nuestros laditos se aceleraban y podía sentir como nos emocionábamos por los toques que experimentábamos, mi chico empezaba a dar pequeños pasos haciendo que yo retrocediera, cuando se emocionaba casi siempre terminaba acorralándome, eso le gustaba y yo era feliz de sentirme así a su disposición.


En un momento, di un paso atrás, pero choqué con el librero al lado del escritorio, provocando que los objetos que aún no terminaba de colocar adecuadamente se cayeran creando un alboroto. Escuche una voz fuera de la habitación y pasos que subían rápidamente la escalera. Mi madre abrió la puerta sin tocar y sin esperar a nada.


— ¿Qué paso? — dijo agitada y observó los libros en el suelo.


Yo miré a mi alrededor para ver donde estaba Jhan, pero a simple vista no lo ubique, por lo que me tranquilice un poco — Nada… solo me tropecé con la librería — dije tratando de ocultar mi nerviosismo.


— Julián, ya te he dicho que debes tener cuidado — dijo mi madre acercándose a los libros para recógelos y ponerlos en su lugar — Termina de ordenar, dentro de poco vamos a cenar — concluyó y salió de mi habitación.


                Una vez estuve solo nuevamente, me puse a buscar a mi novio, no estaba debajo de la cama ni en el baño, tampoco dentro del armario, me asome por la ventana y lo vi allí en el jardín trasero caminando a la cerca que separaba nuestras casas, él se percató de que me asome y se giró a verme, me sonrió y con la mano hizo el gesto de enviarme un beso, yo lo atrape y lleve a mi corazón, Jhan formo un pequeño corazón con los dedos de sus manos y sobre su pecho hizo como si palpitara en mi dirección, después de eso cruzó la cerca y se adentró en su casa. Amó a ese chico, ha sido el motivo de mis sueños desde hace tanto y desde que estoy con él, he sido tan feliz que parece un cuento de hadas.


~~~~~


                Termine de vestirme, ya me peiné e incluso me bañe, aunque todo esto poco propósito tiene, no es como que tenga grandes planes para hoy. El plan más próximo a cumplir es simplemente bajar a desayunar, pero si bajo sin arreglarme el sermón que recibiré se queda pequeño a los sermones de los curas, y no tengo ganas de pasar por eso. Visto de otra forma, ya estoy listo para recibir a mi novio si llega a venir hoy, ojalá pueda visitarme, su compañía es lo que más disfruto, como deseo que estar a su lado sea infinito, pero cuando estamos juntos el tiempo se me va tan rápido.


“Y así termino detrás de las rejas el director principal del banco número 1 del país. Su juicio por malversación de fondos concluyó de forma satisfactorio para muchas de las personas que esperaban se hiciera justicia por los agravios que el director había causado.


En otras noticias, continua la búsqueda de los agresores responsables de llevar actos violentos de homofobia, los cuales terminaron en el asesinato de un chico el pasado mes al finalizar el festival de Rock-pop de la ciudad. Los involucrados ya han sido identificados y están siendo buscados por la policía para ser llevados ante la justicia. Si reconoce a cualquiera de estas personas por favor llamar a las autoridades para que se encar…”


                Escuche como madre apago el televisor y suspiro fuertemente, aún no había llegado al comedor, pero estaba seguro que su expresión de desagrado era notoria, me avergonzaba de sobremanera saber que mis padres eran homófonos en tal magnitud que no consideraban necesario que se penaran los actos realizados contra los homosexuales. Seguro mi madre apagó el televisor para no seguir escuchando como la sociedad trataba de criminales a aquellas personas que incluso habían cometido un asesinato, lo que por mi parte es lo más sensato que hay, después de todo, seguimos siendo personas ¿O no? Pero tampoco es que importe mi opinión en esta casa, a fin de cuentas, para mis padres estoy enfermo.


— Buenos días Julián ¿Qué tal dormiste? — me preguntó mi madre.


— Bien… — dije sin mucha energía de entablar conversación. Me limite a comer y mi madre hizo lo mismo.


Una vez ella acabo se levantó para llevar la vajilla a la cocina — La Sra. Roz llegara un poco más tarde, me informó que tiene una diligencia que terminar, por lo que le abres cuando llegue por favor — me dijo al salir de la cocina.


— Claro… no es que tenga otra opción — dije entre dientes.


— No murmures ¿Qué dijiste? — preguntó mi madre.


— Nada… que yo le abro — seguí comiendo.


                Las cosas ya hace un tiempo eran bastante tensas, todo cambio en casa cuando Jhan y yo le dijimos a nuestros padres que éramos novios. Sabíamos que sería difícil que aceptaran nuestra relación, nuestros padres jamás fueron muy liberales que se diga, pero sabíamos que nos querían como unos padres quieren a sus hijos, por lo que supusimos que tarde o temprano asimilarían lo que sentíamos el uno por el otro. Sin embargo, todo fue mucho peor de lo que esperábamos, las discusiones entre los adultos no hicieron más que aumentar y aumentar, se culpaban unos a los otros, cuestionando los métodos de crianza de cada quien o directamente culpando al hijo de la otra familia, señalando que estaba enfermo y que contagió a su hijo. Cada razonamiento que buscaban para justificar el simple hecho de que nos amábamos era más descabellado que el anterior. Por lo que al final la amista de tantos años que había entre ellos se rompió y ha día de hoy no se han vuelto a hablar.


                Es claro que Jhan y yo, no salimos airosos de todo ese problema. Lo primero fue que me prohibieron ver a Jhan, pensando que de esa forma me olvidaría de él, pero como evitar que lo vea era complicado, llegaron al extremo de hacerme dejar el liceo y comenzar a tener educación virtual. Según mi padre de esa forma evitaba que estuviera haciendo barbaridades con cualquier chico, como si me gustara cualquiera que fuera hombre, no importaba cuanto explicara que solo me gustaba Jhan, ellos estaban convencidos de que si llegaban a lograr que olvidara a Jhan entonces me juntaría con cualquier otro. Por lo que heme aquí, en casa encerrado sin ver a nadie que mis padres no aprueben, se supone esto durara hasta que me “cure” y regrese a ser normal.


                Adicionalmente, como si su insensatez no fuera suficiente, no me dejan solo en casa, porque ¿Quién sabe qué cosas haría si estoy solo todo el día? Por lo que contrataron a la señora Rozmery, una mujer de mediana edad que obviamente comparte el mismo pensamiento que ellos. La versión oficial es que necesitaban a una ama de casa que hiciera los quehaceres mientras ellos trabajan, pero yo se la realidad, la Sra. Roz está en esta casa solo para asegurarse de que yo no salga por la puerta y me vaya con cualquiera que tenga un pene entre las piernas, porque sin lugar a dudas eso es lo que piensan que sucedería de darme la libertad para hacerlo.

Notas finales:

Es todo por hoy. Nos vemos en la siguiente ocasión. Cuídense.


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