Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sentimiento Fantasma por mihll

[Reviews - 125]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes de este fic no me pertenecen, solo los utilizo a modo de diversión.

Notas del capitulo:

Este fic en cierto modo es la modificación del segundo que escribí, en el tbn mezclo las ideas de las muchas historias guardadas que tengo  y que no han llegado a concretarse. Espero que llegue a agradarles.  ah!! y en cuanto a los personajes, solo nombro al principal, el resto ya aparecerá de acuerdo avancen los capitulos.

Sentimiento Fantasma

 

por

 

Mihll

 

 

0.0.0.0.0.0.0.0.0

 

 

 

Había llorado durante todo ese día como ningún otro que recordara en su vida. Él permanecía encerrado en su nueva habitación, recostado en la cama con la mirada perdida en un punto x del cielo raso. La penumbra y soledad era sus mejores compañeros. ¿Cómo le dolía que su padre lo hubiese abandonado de manera tan repentina?, ¿Cómo entender que le había dejado como tutor  legal a un hombre que jamás había visto en su vida?.

 

Desde hace una semana atrás su sonrisa de tensai se había borrado de su rostro, la arrogancia y alegría que irradiaba habian sido reemplazada por la tristeza y dolor por la perdida inesperada del último ser amado que le quedaba sobre la tierra.  Su padre, ese hombre que había sido madre a la vez, cuando ella murió en el momento de darle a luz. Nunca la conoció, siempre le hubiese gustado tener algo mas que fotografías de su persona, pero el destino se ensañó en arrebatarsela tal como ahora lo hacía con su adorado padre.

 

Su nueva habitación era hermosa, bien arreglada, cualquiera podría sentirse allí como un  rey, pero a él no le importaba en lo mas mínimo. No tenía ganas de nada, quería estar en completa soledad velando su dolor.  Pero allí estaba la persona que osaba interrumpirle, golpendo a su puerta desde hace mucho tiempo, y él se negaba a abrir. Pero finalmente debía decidirse a hacerlo, estaba seguro que no se cansaría hasta que lograra su objetivo.

 

Como pudo ordenó a sus extremidades a dar los pasos hacia la puerta. Frente a él se encontraba ese hombre occidental de ojos azules tan profundos como el mar y que irradiaba una calidez que pocas veces se podía encontrar, pero no era su padre, ¡cómo le hubiese gustado que fuera él!, que todo fuera una mala jugada de la vida  y en verdad encontrarse con su presencia para que viniera a darle un abrazo tal como lo hacía cada vez que la frustración llegaba a su vida, pero no, era James Connor, su nuevo tutor legal.

 

Ese hombre traía consigo una charola con comida en la mano, pero Hanamichi la miró con desgano, el apetito se le había ido junto con el último suspiro de su padre.

 

- te traigo la cena, debes intentar comer algo o enfermaras- le sugirió James ofreciéndole la comida.

 

- lo siento, pero no tengo ganas- respondió quedo.

 

Su tutor se fijó en su rostro demacrado, notó que al parecer no había dejado de llorar.

-entonces al menos permíteme pasar, quiero ser tu amigo y apoyarte en estos momentos- le pidió comprendiendo que no lograría convencerlo para que comiera, pero tenía intenciones de dejarle la comida esperando a que en algún momento se decidiera a tomarla.

 

James consiguió ingresar y fue a dejar directamente la charola sobre la mesita de luz donde logró hacer el espacio suficiente para depositarla.  Hanamichi había cerrado la puerta, ahora se dejaba caer sentado en el borde de la cama. Sin pensarlo dos veces se acercó rodeando su hombro con uno de sus brazos, atrayéndolo hacia sí en gesto paternal.

 

- entiendo que estes sufriendo la muerte de tu padre, él era un buen hombre, pero debes dejarlo ir de una vez, no le hubiese gustado verte tan triste como estas ahora- expresó con suavidad.

 

Hanamichi no pronunció nada al respecto, sólo escondió su rostro en el pecho de aquel hombre que profundizó el abrazo.

 

Por largos minutos permanecieron en ese estado hasta que el pelirrojo se decidió a levantar su rostro y separarse de la calidez del otro.

 

- Gracias- murmuró secándo las lágrimas de sus ojos.

 

- yo...- comenzó a decir con cierto temor- no pretendo reemplazar a tu padre, se que nunca voy a ser tan bueno como él, pero quiero que encuentres en mí, el afecto que necesitas y también quiero que algún día puedas ver a mi hijo como a un hermano, sé que el logrará agradarte, aunque sinceramente es un poco frío- esto último lo dijo con una leve sonrisa temerosa, sabía perfectamente cuan verdaderas eran sus palabras con respecto a su hijo.

 

-¿un hijo?- inquirió, no recordaba que le hubiera mencionado que tenia uno.

 

-si, de tu misma edad, no te lo mencioné por que necesitaba encontrar el momento apropiado, se perfectamente que tu mudanza a esta casa es dura... No es fácil comenzar una nueva vida al lado de personas que apenas conoces, pero estoy seguro que en un tiempo podrás sentir el calor de un hogar, yo me voy a encargar de eso- respondió James.

 

-gracias- repitió el pelirrojo.

 

- no hay por que- le dijo constatando que el muchacho ya estaba algo mas sereno- ¿te sientes mejor?- consultó algo dudoso.

 

- sí señor- respondió escuetamente.

 

-llámame James, recuerda que soy tu amigo- se levantó palmeando suavemente su hombro-descansa y come algo, retiraré la bandeja en otro momento- dijo antes de marcharse.

 

Hanamichi suspiró una vez más. Este hombre se veía como una buena persona y de buenas intensiones. En cierto modo le inspiraba confianza... pero había algo que le inquietaba, él no habia hecho mayor mención con respecto a su hijo, seguramente no tardaría  en conocerlo. Viviendo bajo el mismo techo era imposible no encontrarse en cualquier momento.

 

Aún permanecía sentado y ni cuenta se había dado que la lámpara de la mesita se encontraba encendida. Dirigió su vista hacia ese lado encontrandose con la charola. Dudaba poder comer algún bocado, pero sabía que James tenía razón , a su padre no le gustaría verlo en ese deplorable estado, por él comería algo, aunque sólo fuera un poco. Entonces se levantó y fue a ver que le apetecía probar, la vista de esta comida no le entusiamasba, pero pensó que sería de mala educación no comerla, lo probó y no le pareció tan mala.

 

Mas tarde se recostó en la cama intentando conciliar el sueño, sabía que era muy díficil pero era por que no quería dormir y soñar con su padre aún vivo y despertar llorando comprobando que no era así.

 

Pero inevitablemente se durmió, y otra vez fue victima de las pesadillas...

 

 Despertó la mañana siguiente sintiendo un gran escozor en los ojos, revisó la hora y se dio cuenta que aún era muy temprano, se percató tambien que la charola ya no estaba en el lugar que la había dejado. Se sentó en la cama ¿qué hacer?, ¿ seguir encerrandose en su soledad o buscar consuelo en sus personas mas cercanas?. Esto último le tentaba, no había visto a los muchachos del gundam desde el funeral, había rehuido de sus compañías, ahora estaba comenzando a necesitarlos. Iría a clases, era la única manera de encontrárselos y tal vez despejarse un poco.

 

Con decición se dirigió a la ducha, tomó un corto baño y despues se dispuso a vestirse. Luego salió de la habitación, allí se encontró con un gran corredor, y a cada lado se encontraban un gran número de puertas.

 

- si que es una gran casa- pensó comenzando a caminar intentando encontrar el fin. Entonces escuchó voces, de una persona intentando despertar insistentemente a otra que sólo rezongaba molesto. Reconoció la voz de James, seguramente intentaba despertar a su hijo, pero no le dio mayor importancia y siguió su camino hasta una espaciosa sala finamente decorada.

 

Se detuvo allí para observar cada detalle, cada mueble, cada cuadro u otro artículo de decoración.

 

- ¿te gusta tu nueva casa?- le interrumpió James.

 

Viró su rostro encontrándose con una persona vestida con un elgante traje de oficina, era alguien tan alto como él y sin duda resultaría muy atractivo para quien fijara sus ojos en su persona. Sus orbes azuladas resplandecían haciendo juego con su piel blanquecina, una perfecta conbinación para el ejemplo de belleza occidental.

 

- es muy bonita- Respondió a su pregunta.

 

James se fijó inmediatemante en sus ropas de colegio, le resultaba agradable que decidiera retornar a su vida, sabía que esto no era nada fácil y esperaba que le ayudara a alejar su angustiosa soledad.

 

- veo que irás al colegio- mencionó lo obvio.

 

- no creo soportar estar mas tiempo solo, tal vez me haga bien la compañía de mis amigos- comentó Hanamichi.

 

- a mi también me parece una buena idea- acotó el señor, luego le señaló el camino al comedor instándole a caminar.

 

Todo resultaba impresionante para el pelirrojo y esta nueva habitación a la que llegaba no se quedaba a atrás, era demasiado grande solo para albergar a dos personas.

 

Muy pronto se encontró sentado frente a gran mesa, le extrañaba que sólo hubieran dos lugares puestos, James notando su desconcierto, comentó:

 

- mi hijo es algo perezoso y nunca se levanta a tiempo para desayunar- despues agregó - creo que su pereza es algo extrema, es capaz de dormirse en cualquier lado-

 

Hanamichi recordó a un personaje odiado muy familiar- tal como ese zorro odioso- murmuró para sí, comentario que fue escasamente oído por la persona que estaba sentado en frente.

 

-¿dijiste algo?- preguntó James algo curioso

 

- no, nada- fue la respuesta.

 

Ambos desayunaron en un silencio sepulcral solo roto de vez en cuando por el sonido de los cubiertos.

 

Cuando concluyeron con el desayuno, aunque no podría considerarse como tal para Hanamichi pues apenas y probó bocado , ambos se levantaron de la mesa.

 

- creo que es algo tarde así que te llevaré a la preparatoria en mi coche- dijo James consultando su fino reloj de pulsera- voy por mi portafolio y nos vamos-

 

- pero, ¿y su hijo?- consultó Hanamichi.

 

Su tutor se volvió hacia él y le dijo- él prefiere su vieja bicicleta, jamás ha querido que le lleve... no te preocupes por eso-

 

-otra coincidencia con ese zorro- se dijo algo malhumorado, vivir con alguien como él sería francamente insoportable, pero que hacer ante este hecho, ya no tenía salida, bueno quizás se estaba adelantando a los hechos. Quitándose esos malos pensamientos con una sacudida de cabeza fue por su bolso que había dejado en la sala donde esperaría el retorno de James. En ese momento se dio cuenta que sus agujetas permanecían desatadas.

 

- si que soy tonto hasta pude haberme provocado un accidente- se reprendió agachándose para atarlas, segundos mas tardes el choque de otra persona contra su cuerpo lo envió de cara al suelo.

 

Se volteó furioso intentando verle la cara a quien caminaba descuidadamente- ¡fijaté  por donde caminas!- gritó con mal humor sintiéndo dolor por la caída.

 

- el que debería de fijarse eres tú,  torpe- respondió el otro en el mismo tono.

 

- zorro mal nacido ¿que haces tú aquí?- preguntó el pelirrojo soprendido por la presencia de su rival.

 

-torpe, esta es mi casa- respondió  Kaede con la voz fría como un glacial.

 

-¿ tu casa?- preguntó con los ojos abiertos como platos, no concebía en su mente que tuviera que compartirla con su rival declarado.

 

- pues sí, y no entiendo que haces aquí -

 

- veo que ya se conocen- dijo  James quien aparecía por el corredor.

 

Ambos chicos seguían mirándose con odio, maldiciendo este fatal encuentro. El señor de la casa pudo percatarse del fuego en sus miradas, esto no parecía nada bueno.

 

-¿ me puedes explicar que hace él aquí?- exigió Kaede volviendose bruscamente hacía su progenitor mientras Hanamichi era incapaz de levantarse del piso.

 

- pues él vivirá con nosotros de ahora en adelante, te lo comenté hace días, si puesieras mas atención cuando intento informarte de algo seguro que no te encontrarías con sorpresas- reprendió James.

 

-me niego- espetó Kaede desafiando a su padre.

 

-no tienes opción, tendrás que aceptarlo, él vivirá con nosotros y no se hable mas del asunto- sentenció

 

Kaede dio media vuelta y salió de la casa dando un  portazo que remeció las fibras de James quien se indigno por esa actitud de su unico hijo. Enseguida miró a Hanamichi que no dejaba de lado su cara de sopresa y le tendió la mano ayudándole a ponerse de pie.

 

-n... No... Sabía que el  zorro era tú hijo- apenas pudo balbucear el pelirrojo.

 

- lo es, y lamento que te haya tratado de esa manera- se disculpó sin entender el comportamiento, sólo entonces cayó en cuenta de un pequeño detalle,  y es que su hijo simpre llegaba emputecido a la casa cuando se peleaba con cierta persona- ¿a caso tú eres ese torpe pelirrojo, el del equipo de basquetball?- consultó con un temor.

 

- y él es un  zorro apestoso- respondió sin pensar dando con ello la respuesta que James mas temía.

 

- esto no va a ser nada bueno- expresó al comprobar que tenía bajo el mismo techo a dos jovenes que nunca podrían tratarse decentemente, sólo ese renombrado torpe hacía salir  de sus casillas a ese conflictivo y dormilón chico que en años no había podido domar, inocente de él  al pensar que podrían ser amigos.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado este comienzo.

Hasta pronto


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).