Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ain't Afraid to Die,,,[Sin miedo a la muerte] por Yuu Takashima

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Aoi; yeah! nuevo fic!

Uru: si, ya era hora

Aoi: no te quejes, procesar nuevamente cuesta tiempo ¬¬

Uru: no me quejo sólo digo la verdad

Aoi: si, como digas -.- buenu buenu a mi me da que los lectores no saben ni quien rayos somos

Uru:entonces... señorita sabe lo todo porque no decimos quienes somos ¬¬U

Aoi:...

Presentación:

De las creadoras de Pinocho

Aoi: espera espera! eso no era ¬¬

Uru: pues a mi me gusta la idea

Aoi: escribimos de carne y hueso no de un niño de madera >.<

Uru: entonces da la maldita presentacion de una vez!

De las creadoras de la Sirenita

Aoi: maldita sea te dije que eso no era! no son cuentos de hadas ¬¬

Uru: a no?

Aoi:... rashos..

 Ahora si de las creadoras de "A Surprise for Ruki in Chritsmas"

Uru: ahora si? estas satisfecha? [deja de leer lo que tenía escrito en un papel`]

Aoi: ¬¬U tenias todo planeado?

Uru: mas o menos...

Aoi: bueno ya! >.< la cosa es que somos las antiguas Shuichi y Puchiko... no es muy dificil saber quien es quien verdad?

Uru: que quisiste decir con eso ¬¬

Aoi: yo? nada,... [silvando]

Uru: si como no... [ extrae una daga]

Aoi: her...he... porque no seguimos con el fic? ^^U

Uru: [ comienza a jugar con el cuchillo]

Aoi: [sudando frio] er... he bueno aqui comenzamos con un nuevo proyecto de fan fic nunca antes visto ^^U

Uru: y como lo van a ver si lo acabamos de escribir?

Aoi: puedes dejar de interrumpirme ¬¬? bueno esperamos que lo disfruten mucho ne? sólo no nos odien después y les recomendamos leer las advertencias

bueno hoy no nos cruje mucho ^^U asi que dejamos las notas hasta aqui por ahora!

lean!

 

 

Notas del capitulo:

no mucho que decir la verdad ^^ sólo esperamos que disfruten del capítulo y dejen varios rewiews para seguirlo se los agradeceriamos mucho!

 Contenido: AU, Drama, mucho drama... angustia, y algo azucarado

Advertencias: lemon, Shota, Tortura, violencia, Muerte de un [yo digo mas ¬¬] personaje.

Capítulos: 3 nada más no tiene continuación no insistan ya están advertidos

Diclaimer: Los integrantes de la banda The Gazette no nos pertenecen si no a sus madres y si por nosotras fuera a nadie mas excepto por Uruha y Aoi que serían de nuestra exclusiva propiedad! xDDDDD el nombre y derechos de autor de la banda pertenecen a la compañía P.S company y ni siquiera saben que existimos por lo tanto aclaramos que hacemos este fan fic con ningún fin de lucro y sólo por mera inspiración.

También la Canción Ain’t Afraid To Die pertenece a la famosísima banda Dir en grey sólo se la quitamos a base de ruegos y suplicas por unos momentos a Kyo.

 

-          na Yuu-kun no es lindo?

  

     Cuestionó un pequeño de más o menos 6 años, cabello castaño que se debatían entre largos y cortos tratando de cubrir parcialmente sus ojos de un color bastante extraño pero aún así sin dejar de mostrar ese aire de pureza digna de su edad mientras mostraba a su mejor amigo un chico de cabellos negros y lacios complementando perfectamente con sus oscuros y profundos ojos un pequeño gatito.

  

-          si Shima-chan –sonrió con calidez.

 

-          Crees que pueda llevarlo a casa?

 

-          No lo creo... recuerda que a mama no le gustan...

 

-          Sou...  –esbozó con algo de tristeza en su rostro.

 

-          Demo... que tal si se lo consultamos? – ofreció jaloneando esas mejillas tan blanditas que poseía el pequeño.

 

-          Hai!

  

        Sólo con esos repentinos cambios de humor lograba sorprender enormemente al pelinegro...era sólo tres años mayor  que él sin embargo pareciera que fueran muchos años más  ante la personalidad de ambos... el pequeño pelicastaño aún no sabía lo que era realmente un novio pero... Yuu era su novio, así lo habían planeado, cuando cumplieran la mayoría de edad; el pelinegro le pediría que se casara con él... era una promesa y se dice que las promesas entre niños... son las más puras y fáciles de alcanzar.

  

-          Estaremos siempre juntos verdad?

 

-          Claro que si...

  

    Ahora ambos se encontraban recostados sobre la hierba... la pequeña cabecita castaña descansaba sobre las piernas del otro dormitando levemente pero sin conciliar el sueño... quería estar la mayor parte del tiempo con su amiga... este hace pocos días había vuelto de sus vacaciones de verano y pronto comenzarían  un nuevo periodo de clases... al fin podría estar cerca del  pelinegro al ya haber entrado a la primaria y eso le entusiasmaba demasiado... quería que pronto comenzara su primer año escolar...

  

-          ne Yuu-kun...

 

-          nani?

 

-          Estaremos en la misma clase?

 

-          Nop

 

-          Ehhh? Doushite?

 

-          Porque tenemos diferentes edades y por lo tanto, estaremos en diferentes salones..

 

-          Entonces no quiero ir... –berreó

 

-          Ah! Vamos! Seguro y conseguirás muchos amigos!

 

-          Demo! Yo quiero estar contigo! –reprochó con los ojos aguados.

 

-          Ah pero podremos vernos en los recesos

 

-          Hontoni?

 

-          Sip...

 

-          Sugoi! –se levantó de golpe abrazándose al pecho del otro sintiendo los acelerados latidos de su corazón  haciéndolo sonreír inconcientemente mientras cerraba sus ojos- ne...

 

-          Nani?

 

-          Ayer vi a mis papis juntar sus bocas... y me dijeron que se llamaba besarse y sólo las personas que son pareja o se quieren pueden hacerlo, entonces... Yuu-kun puede besarme?

  

    Un fuerte sonrojo apareció en las mejillas del mayor haciéndole desviar la mirada... él también había descubierto eso hace mas o menos un año y ya lo había probado con otra persona aunque realmente no lo había hecho con alguien que necesariamente por que hubiera sido su pareja... es más era la amiga de su hermana mayor... no había sentido nada en especial ¿ acaso con Shima podría ser diferente? Con una lentitud tediosa tomó entre sus manos el rostro del menor haciendo que esas hermosas margaritas adoptaran un rojo intenso; cerró sus ojos tal como veía hacer a su padre para comenzar a acercarse al rostro del pelicastaño hasta que sólo unos cm. los separaban; no se sentía capaz de romper aquella distancia hasta que sintió como el mismo Shima se había encargado de romperla.

  

    El beso era delicado y tierno... nada comparado con lo que se acostumbraba a ver normalmente pero.... ¿ qué se podía esperar? Eran sólo dos pequeños que disfrutaban del primer beso.

  

     A los pocos minutos ambas bocas se separaron a la vez que sus ojos se abrían para observar el rostro del otro con un tenue color rosa adornando sus mejillas; el primero en reaccionar después de aquello fue el pelinegro quien sólo atino a apegar al más pequeño a su pecho acariciando con delicadeza sus cabellos besándolos de vez en cuando.

  

-          Te quiero mucho... Yuu-kun

 

-          Y yo a ti... Shima-chan...

  

*          *          *

  

-          Ya hemos llegado!

  

     Anunció el mayor al entrar al hogar... sonriendo dulcemente mientras sujetaba de la mano a quien parecía ser su hermano menor.

 

-          Ah hola Yuu –saludó una mujer de finos rasgos muy parecida al menor- gracias por traer a Kouyou a casa...

 

-          Mami!!

  

    El pequeño pelicastaño se separó rápidamente de su amigo para correr hacía su progenitora quien lo recibió con los brazos abiertos para luego cargar el delgado cuerpo de su hijo en ellos.

  

-          Yuu... vas a quedarte a comer?

 

-          Ah? Ie! Mamá me esta esperando en casa, gracias

 

-          Souka... entonces ten cuidado en el camino ¿ne?

 

-          Hai!

 

-          Matta ne Yuu-kun! –se despidió el menor haciendo gestos con la mano.

 

-          Matta ne Shima-chan!

  

    Dicho esto el menor comenzó a caminar rumbo a casa mientras pensaba en que iba a hacer el día siguiente para así entretenerse con su querido amigo, tal vez podrían ir al parque... sonrió para sus adentros metiendo sus manos en los bolsillos para refugiarse del frío que estaba haciendo en esos momentos a pesar de ser verano; suspiró cansado dando un pequeño bostezo acelerando el ritmo de sus pasos para llegar pronto a casa y compartir con su madre y hermanos; siguió caminando tranquilamente por el camino que lo llevaría más rápido a casa sin percatarse que en el camino... una sombra lo seguía desde lejos...

  

*          *          *

  

-          Hayaku!

 

-          Ahh... S...shima espera...

  

    Decía con la respiración algo agitada ¿ cómo podía tener tanta resistencia? Era increíble... aquel parque quedaba a varios metros de casa pero aún así si caminaba con tranquilidad no se notaba... no como corriendo al estilo maratón.

  

-          vamos, vamos! O si no, no podremos ver los patitos!

  

    Si, a ambos les gustaban mucho los animales y siempre que encontraban alguno tirado en la calle procuraban llevarlo a casa para darles algo de refugio a pesar de los constantes  reproches por parte de sus padres que no tenían otra opción mas que aceptar los pequeños animales a base de berrinches.

  

-          Sugoi!!!

 

-          Creo que llegamos a tiempo...

  

    Comentó el pelinegro al ver que habían alcanzado a llegar a aquel hermoso lago antes de que aquellas aves emprendieran su vuelo lejos de ellos, sin poder evitarlo una sutil sonrisa se formó en sus labios al ver como el pequeño Shima contemplaba a los animalitos con algo más que curiosidad en su rostro sin poder evitarlo mas rodeó con sus brazos la delgada cintura recargándose en el hombro de este para susurrar en su oído.

  

-          Ne Shima-chan... tienes hambre?

  

    El menor se llevó ambas manitas hasta el estómago, negando con la cabeza en respuesta antes de que sus mejillas adquirieran un leve tono carmín pues su pansita ya comenzaba a producir extraños sonidos.

   Sólo pudo bajar su rostro algo avergonzado sonriendo de medio lado hacía su compañero quien lo observaba con reproche para luego separarse de él y cruzarse de brazos.

  

-          Me estás mintiendo

 

-           Gomen ne...

 

-          No importa... –dijo girando su rostro a un lado con una falsa mueca de molestia- ne... quieres helado? –interesado.

 

-          Hai!

 

-          Entonces tendrás que alcanzarme!

  

    Sonriendo y con una enorme sonrisa el pelinegro emprendió una carrera casi maratónica con una dirección mas bien desconocida, mientras el más pequeño tan sólo y alcanzaba a asimilar la información en su cabecita.

  

-          Y... Yuu-kun, espérame!

  

*          *          *

  

-          En donde se habrá metido?

  

   Caminaba con pasos que pretendían ser lentos aunque ciertamente si había algo que estuviera muy alejado de lo que sentía en esos momentos era la tranquilidad.

    Hacía ya un par de minutos que se hubo detenido con la intensión de dar a su amigo algo de ventaja, sin embargo, jamás contó con que éste no fuera tras de él.

  

    El parque no era demasiado grande como para perder a una persona, de hecho, ni siquiera se había alejado demasiado del lago como para que Shima no diera señales de vida. Hacía frío y no mucha gente se avistaba por el lugar, seguramente debido a que los padres ya se encaminaban con sus hijos de vuelta a su calido hogar.

  

    Se abrazó a si mismo frotándose los brazos para conservar el calor, sin saber por que el miedo hacía mella en su cabeza, las manos le sudaban y un escalofrío inusual recorría la totalidad de su espalda.

    Quizás más por reflejo que por otra cosa, su mirada se desvió una vez mas hasta el lago; topándose con nada mas ni nada menos que con el causante de sus tormentosos 15  minutos, claro que algo en particular llamó su atención. El pequeño no se encontraba solo, si no con un hombre alto de gabardina... aparentaba tener algo así como unos 34 años, de cabello negro igual al suyo y los ojos tan castaños o semejantes a los de su amigo.

  

-          Shima-chan! –llamó con la mirada algo perdida a lo que el aludido sólo se giró en su propia dirección con una enorme sonrisa.

 

-          Yuu-kun!! –corriendo lo más rápido que daban sus piernitas llegó hasta el pelinegro sujetando una de sus manos- ven, mira!

  

   No muy convencido decidió acceder a la petición del más pequeño, después de todo no parecía tener daño alguno y tomando en cuenta su actitud nada malo debía de haber pasado.

  

   Aquel hombre lucía extraño ante sus ojos, su mirada fría y escalofriante realmente lograba ponerle los pelos de punta, se preguntaba como es que aquel pequeño había podido estar tanto tiempo a su lado.

  

-          Buenas pequeño... –saludó cortésmente alzando la mano hacia el pelinegro.

  

    Yuu sonrió nerviosamente tomando su logrando que un gran escalofrío recorriera su espina dorsal; sin embargo una sonrisa algo reconfortante apareció en el rostro del mayor haciéndolo relajarse un poco.

  

-          Ne Yuu-kun... él tiene un cachorrito!

 

-          Si, mira tengo un cachorro que no puedo cuidar y tu amiguito me acaba de contar que ustedes pueden cuidar de él.

 

-          Si vamos! Di que si!

 

-          P...pero...

 

-          Onegai!

  

    Era imposible... ¿quién podría decirle que no a esos ojitos de perrito regañado? Nadie... o al menos él no, suspiró cansado ante aquello resignándose a tener que acceder ante la petición del de cabellos castaños, después de todo tenía que cuidarlo no? No le quedaría de otra más que ir con él.

  

-          Esta bien...

 

-          Arigatou!

 

-          Entonces me acompañan? Hay que ir por él a mi hogar

 

-          Vamos? –cuestionó con ojitos brillantes el castaño jalando de la ropa del pelinegro.

 

-          Ok... ok pero no jales de mi ropa...

  

    ¿Por qué le era tan imposible decirle que no a Shima? Eso le frustraba bastante... Shima era un pequeño pero gran manipulador! Bueno... por ahora no importaba... sólo se encargaría de luego de ir por aquel perrito llevarlo a casa de inmediato además de que el clima ya estaba poniéndose bastante frío, sintió los leves jalones de su amigo comenzando a caminar de la mano junto a ese extraño hombre.

  

    Tal vez era paranoico pensar mal de la situación pero... ¿sería correcto que fueran a la casa de un completo desconocido?, bueno, de seguro aunque fuera un loco psicópata él seguiría a su pequeño amigo con una tonta sonrisa en los labios... sólo por protegerlo.

  

    Fue así como en medio de sus pensamientos ya se habían alejado demasiado del parque, de hecho, ni siquiera se había dado cuenta de en qué momento Shima liberó su mano.

    Miró en todas direcciones horrorizado por no hallar al menor, al parecer se le había hecho una costumbre desaparecer de su vista y esto era algo que comenzaba a frustrarlo cada minuto.

  

-          Yuu-kun, mira que lindo! – Y una vez más aquella voz que tanto le tranquilizaba, giró su rostro en la dirección desde la cual venía, viendo a un pequeño cachorrito siendo cargado por su amigo de color blanco contrastando con pequeñas manchitas negras quien movía la cola y comenzó a ladrarle cuando el pelinegro le tomó atención

  

    El menor lo apegaba a su regazo con gran cariño como si este se le fuera a escapar de las manos y pareciera que eso era lo menos que deseaba el animalito ya que se mantenía quietito en sus brazos arracandole una sonrisita inconciente, la cual duró sólo unos segundos hasta que ese hombre hizo acto de presencia y comenzó por dirigirles la palabra.

  

-          hace algo de frío y creo que comenzará a llover – dijo sonriéndole con calidez- por qué no se quedan a tomar algo?

 

-          Lo siento, pero debemos irnos...

 

-          Que lástima –girándose hacía el más pequeño- Shima-chan, creo que no podremos jugar consola por ésta vez...

 

-          Ah?! y por qué no?

 

-          Pues... tu amigo dicen que deben marcharse...

 

-          Demo...

 

-          Lo siento mucho, creo que será para otra ocasión ne?

 

-          P...pero yo quiero jugar!

 

-          Puede ser otro día...

 

-          Demo Yuu-kun yo quiero hoy!

 

-          Tenemos que irnos...

 

-          Yuu-kun... –por un demonio! ¿ por qué cada vez que quería conseguir algo lo atacaba con su mirada hiper-mega-poderosa marca Takashima Kouyou?

  

    Sonrió algo nervioso, no sabiendo si tomar la opción de quedarse para complacerlo sin quedarle de otra o simplemente ignorarlo por completo, agarrarlo por un brazo y salir de aquel lugar aún así si esto significaba un berrinche abominable durante el transcurso del camino a casa.

  

¿Quién creen ustedes que gano?

  

    Como siempre y a su pesar terminó ganando la primera opción... siempre era lo mismo, resignado suspiró procediendo a entrar de mala gana a la casa – ok, pero sólo unos minutos ne?

  

-          Hai!

  

*          *          *

  

-          Y dime Yuu-kun así te llamas verdad? –dijo tomando con delicadeza la taza de café que reposaba sobre la mesita de centro, recibiendo por un respuesta nada mas que un ligero asentimiento de cabeza por parte del muchacho – viven por aquí cerca?

 

-          No...

  

-          Ya veo, por cierto, Shima me comentó algo gracioso –rió de medio lado, manteniendo su ya acostumbrada actitud serena, se veía como un hombre por no decir bastante culto, aunque su vivienda dejaba mucho que desear y podía asemejarse más a la de alguien que no estuviera bajo una buena situación económica... no pudo evitar recorrer con la mirada cada rincón de aquella casa, ignorándolo casi por completo mientras contemplaba de vez en cuando a su amigo quien intentaba a duras penas enseñar al cachorrito el juego del “ escondite” – me dijo que tú eras su novio... eso es verdad?

 

-          Hai...

 

-          Demo... ustedes no pueden ser novios, son muy jóvenes aún...

 

-          No importa, cuando yo sea grande le pediré a Shima que se case conmigo y viviremos siempre juntos –dijo el pelinegro totalmente convencido de sus palabras, después de todo... era una promesa...

 

-          Je... –fue lo único que articuló el mayor viendo de reojo al castaño, estos niño si que eran únicos, mira que creer que podrían estar siempre juntos, pero lo que sabían es que la sociedad es muy cruel con quienes son “diferentes” a los demás, pero como bien dicen: los niños no mienten y seguramente alguien se encargaría de abrirles los ojos... si es que... no era él mismo quien lo hacía.

 

-           De qué se ríe?

 

-          No por nada... es sólo que tu amigo parece tener problemas para enseñarle el juego al pequeño Sabu-chan, por qué no vas a ayudarlo?

 

-          Hai, pero usted, que hará?

 

-          Yo arreglaré algunas cosas en la cocina

 

-          Ok – se removió de entre el sofá, dispuesto a tomar a su amigo, ésta era la oportunidad perfecta para largarse de una vez por todas. La noche ya había caído dando un toque algo tétrico al lugar, de no haber sido por Shima quien insistía  en jugar con el cachorro seguramente hace algunas horas que se encontrarían cada uno en su hogar... pero no!, había sido presa de los juegos mentales del pequeño y helo aquí, fingiendo disfrutar de una conversación que ni siquiera él había comenzado.

 

-          Yuu-kun –lo llamó el hombre en un tono algo diferente al anterior.

 

-          Hai?

 

-          Dile a Shima que se abrigue bien... comienza a hacer bastante frío

 

-          Claro –pero quien se creía ese?, él era el mejor amigo del castaño y sabía perfectamente que necesitaba y que no. Caminó algo molesto hasta llegar al salón topándose con una linda escena... Shima había terminado por quedarse dormido después tan arduo rato de juegos sobre la alfombra, abrazando al pequeño cachorro que al igual que él dormía placidamente en sus brazos.

  

    Se agachó tratando de no emitir el más mínimo ruido para luego acariciar con sus dedos la sedosa cabellera del menor. Sentía como un pequeño gruñido escapaba de aquellos gruesos y apetecibles labios al igual que se removía un poco buscando algo más de calor en su cuerpecito.

   Yuu se quitó la chaqueta que portaba ese día por única y exclusiva petición de su madre, tal vez de no haber sido por su muy desarrollado orgullo, algo bastante impropio para su edad, hasta se lo agradecería, pero como no se encontraba ¿ para que amargarse la existencia?. Con cuidado deslizó la prenda por sobre sus hombros recibiendo como respuesta una sutil sonrisa, le hubiera gustado poder sacarlo de ahí aunque sus ánimos disminuían considerablemente con la idea de despertarle. Se mantuvo así hasta que lentos pero precisos pasos se avecinaban a ellos, claro que sabía de quien se trataba... es sólo que no contaba con que el mismísimo hombre calmado y sonriente de hacía algunos minutos llevara una gruesa soga entre sus manos. Se preguntaba para que la querría, pues a menos que quisiera enlazar a parte de su ganado no le veía mayor utilidad.

  

   Se acercaba con una calma espantosa, más cerca, más cerca... antes de que pudiera mencionar palabra alguna, aquel hombre tan extraño ya se encontraba sobre él, amordazándole con un trozo de tela que lentamente comenzó a quitarla fuerzas. A penas y parecía ver la silueta de Shima, que ya comenzaba a tornársele borrosa ante sus ojos, de no haber sido por su falta de fuerzas y repentino sueño...

 

-          Shi... ma...

 

 Continuara... 
Notas finales:

les gusto? digan que si TwT recibimos todo tipo de quejas... cartas bomba, flores, deseos de muerte, brujerias, chocolates *¬*, virus... no virus no >.< luego Uru queda sin pc

ams y que no nos maten obviamente ^^U

eso! nos vemos en el próximo capítulo ja ne!

 Aoi Sushi y Uru-chan


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).