La tarde había sido provechosa para Sanji y sus amigos. Habían paseado por la villa y saludado a la gente. Habían ido a buscar libros con Robin, comprar nuevas plumas para Nami, dulces para Chopper, Ussop y Luffy.
El rubio llego a casa exhausto, dejo lo que había comprado para el pastel que haría para em cumpleaños de Luffy, dos días después, empezó a guardar las cosas en los armarios cuando en medio del silencio oyó un ruido extraño, como si algo hubiera caído. ¿Había sonado en el sótano? Miro las oscuras escaleras que bajaban hacia el sótano.. Evitaba bajar a aquel lugar.. Era tan tenebroso y oscuro.
Se acordó de los cuentos que explicaba su abuelo.. Un valiente espadachín había sido asesinado bajo esa casa, tragó saliva ante la idea, su madre decía que eso eran cuentos chinos del abuelo pero.. Parecía tan real.. Antes el sótano era un tipo de masmorras.. No se consideraba miedoso pero eso daba bastante mal rollo.
Cogió aire y se preparo para atacar al que saliera, lentamente fue hacia las escaleras. No sabía bien por que pero siempre que estaba en esas situaciones silenciosas hacer ruido le molestaba, era como si estorbara a alguien. Bajo el primer escalón y con un movimiento rápido con la pierna encendió la luz atento a cualquier movimiento. Bajo el segundo mientras notaba que la tensión se le comía. Fue bajando hasta llegar al sótano, donde encendio la luz y oteo toda la estancia.
Pronto vio la causa del ruido. Era una vieja katana de funda blanca. Normalmente estaba apoyada contra la pared pero.. A veces caía sola. La volvió a dejar en su lugar y examino la estancia. ¿Qué era eso? Notaba como si alguien estuviera allí. No escuchaba la respiración de nada vivo, ni si quiera veía algo pero.. Tenía la horrible sensación de que alguien se encontraba en aquel lugar lóbrego y tétrico que era el sótano.
Un escalofrío le recorrío la espalda y se giro de golpe. Encontrandose de frente con un chico moreno, de ojos verdes y con un pañuelo oscuro que tapaba sus cabellos, también verdes. Un grito salió de su garganta:
Sanji: ¿¡¡Quien coño eres tú!!?
El chico se le quedo mirando atónito. El chico morendo se miro las manos y sonrió, mientras movia sus dedos.
Sanji: ¿Se puede saber quien eres?-Preguntó Sanji más calmado.
???: Me llamo Zoro.
Sanji: Muy bien, ¿qué representa que eres o que haces aqui abajo?
Zoro: Soy el espadachín, y el dueño de la katana.
Sanji estuvo a punto de ahogar aquel muchacho que parecía medio loco. Lo miro esceptico con la única ceja visible levantada mientras el otro lo miraba con franqueza, como si acabara de decir lo más normal del mundo.
Sanji: Mira, no se quien eres, pero quiero que te vayas ahora de MI casa hacia TU casa.
Zoro: Ya me gustaría a mi tener un hogar. Desde que me mataron que vivo aqui.
Sanji quiso poner una mano a la espalda del muchacho para empucharlo hasta la puerta. Pero paso una cosa que pensaba que nunca sucedería. Lo traveso. Su mano travesaba sin dificultad al joven muchacho que tenía delante.
Zoro: Ya te lo dije, estoy muerto.
Sanji se apoyo contra la pared y se dejo caer hasta quedar al lado de la katana. En que lío se acababa de meter..