Capítulo 1: Nuevo curso, nuevo alumno y... ¿amenaza de muerte?
El colegio Hogwarts es una prestigiosa institución que va desde el kinder hasta la universidad y al que acuden todo tipo de celebridades del mundo para completar sus estudios. Todos los cursos del colegio se dividen en cuatro clases, la primera Gryffindor, vestido de rojo rubí, la segunda Slytherin, vestido de verde esmeralda, la tercera Hufflepuf, vestido de amarillo canario y la cuarta Ravenclaw, vestido de azul zafiro. En este respetado colegio en el que extrañamente el tiempo siempre sobra (la excepción está en los tiempos de exámenes) existe un Club de Hosts para que tanto mujeres como hombres que estén aburridos disfruten la compañía de alguno de los ocho alumnos más atractivos del instituto que lo forman a un precio módico.
Empezaba el nuevo curso escolar y las chicas y chicos que ya conocían a los miembros del club y los admiraban esperaban su llegada al colegio para volver a verlos, después de tres meses sin haber presenciado tales bellezas. Una limusina paró en la puerta y por ella salieron tres chicos de diecisiete años, ataviados con el uniforme escolar de verano y primavera, unos pantalones negros, una camisa de manga corta con el color de la clase en la que estaban, en este caso verde esmeralda por ser de la clase de Slytherin, y la corbata verde y plateada con el escudo de la escuela. El primero era rubio platino y de ojos grises, el segundo moreno azabache de ojos azul cielo y el tercero moreno castaño y de ojos color miel líquida.
-¡Mirad ahí está Draco Malfoy, el rey del club de hosts!- grito una señalando al rubio, las demás gritaron como fans enloquecidas.
-Hola bellezas, ¿como os fue el verano?- preguntó Draco.
-El de detrás es Theodore Nott, el economista del club- dijo otra.
-Buenos días señoritas, ¿tuvieron dulces sueños?- saludó Theo besando la mano de una de ellas que enseguida se desmayó.
-Y el último es Blaise Zabini, tan rebelde y atento a la vez, es para morirte nada más mirarlo- soltó otra suspirando.
-Por dios, no digáis esas cosas ni en broma, si alguna de vosotras se muriera por mi belleza estaría dispuesto a volverme horrible para que señoritas tan lindas como vosotras no se echen a perder- respondió Blaise clavando su mirada dorada en ellas.
Otra limusina llegó detrás de la de los Slytherins y dejó bajar a otros cuatro chicos, estos eran Gryffindors por su camisa roja rubí y su corbata roja y dorada. El primero era moreno y los tres que lo seguían pelirrojos, dos de ellos, los más altos, gemelos. El moreno y el menor de los pelirrojos tenían diecisiete años, los gemelos los superaban por un año.
-¡Acaban de llegar los Weasley y Lombottom! ¡Nev! ¿Qué tal te han ido las vacaciones?
-¿Y a vosotros Weasleys? ¿Os divertisteis?
-Me lo he pasado genial, es lindo que me preguntéis chicas, espero veros en el club- respondió Nev guiñándoles un ojo, a lo que algunas se desmayaron.
-Nosotros nos hemos estado divirtiendo mucho ¿verdad Fred?- le preguntó uno de los gemelos al otro abrazándolo con cariño.
-Cierto George- respondió Fred dándole un par de besos y mordiscos en el cuello, lo que hizo que otras tuvieran una hemorragia nasal masiva.
-Gracias por preguntar chicas pero si vosotras lo habéis pasado bien lo nuestro no tiene importancia- respondió Ron, enseguida vio a un lindísimo chico de debía empezar ese año en el instituto y se dirigió hacia él.- Hola lindura, ¿cómo te llamas?
-Co-Colin- respondió avergonzado ante la intensa mirada azul que el pelirrojo le dirigía.
-De acuerdo Colin ¿quieres a alguno de nosotros en especial?
-Busco a Harry Potter- respondió todavía avergonzado.
-De acuerdo, Harry no va a venir por aquí así que toma una invitación, dásela a Theo cuando vayas, no tendrás que pagar nada, pero sólo te sirve para una vez, ¿vale?
-Vale, muchas gracias- y dándole un beso en la mejilla se fue.
-Qué bien te llevas con los niños Weasley- le soltó Blaise.
-Sí, sobretodo con los más creciditos- respondió este con una sonrisa traviesa.- ¿Has pasado buen verano?
-Sí, porque he tenido durante dos meses al ángel más lindo del mundo.
-¿De verdad? ¿Y quien es ese que me lo cargo por robarme el novio?
-Gryffindor tontorrón, eres tú.
-Más te valía.
-¿Dónde está Potter?- preguntó Draco interrumpiéndolos.
-Nos dijo que llegaría tarde porque tiene un asunto familiar urgente.
Algo lejos de allí, en la oficina de la mansión Potter, un chico de diecisiete años, pelo azabache y ojos verdes esmeralda se levantaba en esos momentos de la silla en la que había estado sentado mientras su padre le hablaba.
-Tengo que irme ya papá, ya llego tarde al instituto y es el primer día.
-Sí, ya lo sé hijo pero entenderás que no podía esperar.
-No pasa nada, nos vemos en la cena, hasta luego- salió corriendo hasta el garaje para coger la moto y salir pitando hacia el colegio.
Entro corriendo sin darse cuenta de que alguien venía de frente hasta que chocó contra él y calló al suelo.
-¡Ay! ¿Está bien? ¿Te he hecho daño? Lo siento mucho- dijo al ver al chico con el que había chocado tirado en el suelo como él.
-Sí, tranquilo, ¿eres Harry Potter, verdad?- le preguntó el chico interesado, tenía el pelo negro, la piel nívea, los ojos de un extraño rojo y el uniforme de Slytherin.
-Eh, sí, mira ahora llego tarde, toma una invitación, estaré en el Club de Hosts si quieres hablar o algo, adiós- se despidió soltándole una tarjetita y yéndose a toda velocidad.
Colin iba y venía de un sitio a otro intentando preguntar al resto de los alumnos dónde quedaba la sala de requerimientos pero todo el mundo pasaba de él. Entonces vio a una chica pelirroja, Ginny Weasley, modelo de D&G y hermana de Ron y los gemelos, se acercó a ella para probar suerte de nuevo.
-Perdona, ¿podrías ayudarme a llegar a la sala de requerimientos donde está el Club de Hosts?- le preguntó un poco acongojado.
-¿Quién te crees que soy niñato? No tengo tiempo que perder con enanos como tú- respondió ella.
-Ginny, no deberías ser tan desagradable con la gente, eso puede acabar costándote la carrera de modelo- le dijo una chica morena detrás de ella, luego se volvió hacia Colin y sonrió.- ¿Quieres llegar al Host Club?- él asintió.- ¿Tienes invitación? Hoy sólo pueden entrar los que tengan invitación.
-Sí la tengo, me la ha dado Ron- respondió él niño enseñándosela.
-De acuerdo, te acompañaremos nosotras ¿vale? Me llamo Hermione Granger.
-Ya te conozco, eres la escritora más joven de novelas históricas, ella es Ginny Weasley la famosa modelo de Dolce & Gabbana y la que tienes detrás pero que no ha dicho nada todavía es Pansy Parkinson, tu novia y renombrada actriz de Hollywood.
-Ya veo que sobran las presentaciones, Colin Creeve, joven escritor de cuentos infantiles y ganador del premio El Barco de Vapor- dijo Pansy, una Slytherin rubia y de ojos verdes turquesa.- ¿Te llevamos al Club?
-Sí, por favor, me he perdido y nadie me hace ni caso- se rió, luego cogió la mano que Herm le extendía y se fue con ellas.
Las puertas del Club se abrieron para dejar paso a un escultural moreno de piel dorada y ojos verdes esmeralda, que llevaba un pircing en el labio y dos pendientes en la oreja izquierda, uno abajo en el lóbulo y otro arriba.
-Hasta que por fin llegas Potter, ya llevas treinta minutos de retraso y sólo es el primer día, menos mal que sólo tendremos dieciséis clientes si no esto habría sido una masacre- le reprochó Malfoy al verlo soltar todas sus cosas en el sillón de la sala de reuniones del Club.
-Lo siento muchísimo Malfoy, tenía un asunto familiar de urgencia que no podía esperar, cuando quieras me quedo a hacer horas extras- respondió Harry respirando un poco más tranquilo.- ¿Ya se han repartido todas las invitaciones?
-Sí, dos cada uno como siempre- respondió Theo.- El material está aquí desde ayer, el té, los refrescos, los pasteles y el resto de cosas sólo queda quitar las sábanas de los muebles y limpiarlos un poco, cuanto antes lo hagamos antes terminaremos.
Todos se pusieron a quitar las sabanas y ordenar el salón principal para las invitadas ya que por muy poco que les gustase nadie se atrevía a decirle que no a Theo cuando ponía esa mirada de "o me obedeces o no vives". En media hora todo estaba listo, el té hecho, los pasteles servidos en bandejas y las mesas y sillones posicionados por toda la sala en siete trozos. Theo se acercó a la puerta y el resto de hosts se alinearon a cada lado de ella para recibir a los invitados, en el lado de Theo se colocaron Harry, Fred y George y en el otro Draco, Blaise, Ron y Nev. Cuando las puertas se abrieron y pasaron las primeras invitadas los ocho hicieron una reverencia.
-Bienvenidas al Host Club de Hogwarts- dijeron los ocho a la vez. Theo se adelantó un poco para recoger las invitaciones.- Bien, usted primero señorita Chang, a quién elige.
-Yo a Harry, como siempre.
-De acuerdo, Harry te han pedido, hoy te toca al lado de las ventanas. Siguiente, señorita Lovegood, ¿Neville como siempre?
-Sí, por favor.
-Muy bien, Nev, Luna te ha pedido. Hoy al lado de Harry. Siguiente, ah, Herm, ¿Ron, verdad?
-Sí, gracias Theo.
-De nada, Ron tienes visita de Herm, Blaise no te pongas celoso. Hoy te toca en la de la izquierda, en el centro. La siguiente, Pansy como no. ¿El de siempre?- ella asintió. Draco, al lado de Ron, en el centro.
-De acuerdo, vamos Pan, ¿qué tal el verano en casa de Herm?
-Siguiente, vaya, ¿eres de primero?- el niño asintió.- ¿Colin Creeve, cierto?- volvió asentir, Theo sonrió.- A mis sobrinos les encantan tus cuentos (sí señoras y señores Theo tiene sobrinitos), ¿tu invitación?- el niño sonrió de vuelta y se la entregó.- Gracias, ¿a quién quieres?
-A Harry, por favor- respondió avergonzado.
-Claro, no te avergüences, no te va a hacer nada malo, sólo relájate y disfruta. La mesa de Harry es la del fondo, la que está al lado de la ventana, si tienes sed o hambre pídeselo tranquilo, los hosts estamos para hacer que os sintáis bien.
-Gracias- sonrió de nuevo, más animado y se fue a la mesa de Harry.
-Ginny, es raro no verte por aquí, ¿otra vez a Harry?
-No, esta vez quiero a los gemelos- respondió ella mirándolos fijamente, aunque sus hermanos pasaran olímpicamente de ella.
-No sabía que te iba ese rollo- soltó Blaise mirándola de arriba abajo. Cómo la odiaba por llevar esos aires de diva, se creía mejor que nadie y todos sabían, según lo que pensaba Blaise, que el mejor era Ron (la mente de los enamorados, ¿quién la entiende?)
-No es lo que piensas Zabini, además no tengo por qué darte explicaciones- respondió ella yéndose al sitio indicado con sus hermanos.
-Blaise, te han pedido, Millincent, al lado de los gemelos, por favor.
-¡Mierda! ¿Por qué a mí?
-¿Dijiste algo Blaise?- preguntó la chica.
-Que el verde te sienta divino, ni una sirena se puede comparar a tu belleza, ¿has adelgazado este verano? Te veo más delgada que el año pasado.
-Será mentiroso, veamos, siguiente. Invitación y nombre por favor- el chico le tendió la invitación.
-Tom Riddle, quiero a Harry Potter.
-De acuerdo, la mesa del fondo, al lado de las ventanas. Siguiente por favor- fue lo último que oyó Tom mientras se acercaba a la mesa de Harry.
En cuanto llegó, sonrió a la chica, que casi se desmaya y al niño que se la devolvió con otra pero sin muestras de haber sido deslumbrado por ella como la chica.
-Hola de nuevo, me presento, me llamo Tom, gracias por la invitación, Harry.
-Encantado, no ha sido nada, tenía que dársela a alguien, siéntate por favor, ¿quieres algo de beber?
-Una cola me vendría bien.
-De acuerdo, ¿Colin, Cho queréis algo también?
-Una bomba de nata, un batido de chocolate, una napolitana, un bollo suizo, unos frutos secos...- y la china seguía pidiendo mientras a los tres chicos se les caía una gotaza de sudor por la nuca, "No me extraña que le haya crecido tanto el culo este verano, si se ha hinchado a comer tantas porquerías es normal" pensó Harry intentando no hacer una mueca de asco.
-¿Colin, tú quieres algo?- volvió a preguntarle al niño que se había vuelto a avergonzar.
-Un poco de agua me viene bien, por favor.
-Claro, esperar un momento ¿de acuerdo?- ambos chicos asintieron mientras la chica seguía pidiendo comida y más comida. Pocos minutos Harry volvió con una bandeja con el pedido y un chico de Hufflepuf detrás de él.- Os presento a Cedric Diggory, guitarrista de mi grupo de música, él también se unirá a nosotros. Ced, ella es Cho Chang, hija de los Chang, los famosos directores de cine, ya la conoces ¿verdad?- Ced asintió.- Bien, este de aquí es Colin Creeve, el joven y famoso escritor de cuentos infantiles.
-Ah sí, a mis hermanos pequeños les encantan tus cuentos, son muy bonitos, felicidades, tienes un éxito tremendo.
-Gracias.
-Bueno, y este es Tom, él es...
-Hijo de los Riddle, soy el heredero de la empresa de importaciones de mis padres, encantado- dijo éste extendiéndole la mano.
-Igualmente- le estrechó la mano con una sonrisa.
La hora de visita pasó volando entre risas y anécdotas del verano, a la hora de despedirse la mirada de Harry voló un momento hacia Draco que se despedía de una de sus invitadas con un beso y esta se desmayaba con una hemorragia nasal. El Gryffindor enseguida apartó la mirada algo entristecida y se dedicó a despedirse de Cho, Tom y Colin con una deslumbrante sonrisa que no engañó al más joven.
-¿Harry, te pasa algo? Te ves un poco triste, ¿te ha molestado que él hiciera eso?- preguntó Colin señalando disimuladamente con la cabeza a Draco.
-¿Eh? No, no es nada Colin, no debes preocuparte- respondió el moreno, le acarició el pelo con dulzura y lo dejó ir. Tom se puso delante de él con una sonrisa.- Espero volver a verte por aquí Tom, ¿te lo has pasado bien?
-Bastante, es agradable tu compañía, mañana volveré si no te importa.
-Claro que no, me gustaría mucho que volvieras.
-De acuerdo- se acercó a Harry hasta juntar sus labios en un corto beso y se fue después de guiñarle un ojo con aire juguetón.- Hasta mañana.
Draco desde su sitio cerró los puños, furioso por la imagen sin saber por qué, y terminó de despedirse de forma cordial y con palabras bonitas. Harry llamó a su lado a Ron, a los gemelos, a Nev y a Ced para hablar con ellos y los sentó en un sofá para contarles el problema. Suspiró pensando cómo decirlo, era difícil de explicar pero estaba seguro de que ellos lo entenderían.
-Voy a dejar el grupo- empezó, no tenía otra que contarlo directamente.- Lo siento mucho pero tengo que hacerlo para que no pase nada malo de lo después que me pueda arrepentir.
-¿Qué es lo que pasa Harry?- preguntó Ron al ver el rostro martirizado de su amigo, el moreno suspiró y miró a Theo, que asintió y se llevó a los otros dos Slytherins de allí para dejarlos solos.
-Estoy bajo amenaza de muerte- explicó, todos abrieron la boca sin poder remediarlo.- La empresa de mi padre le hace competencia a una nueva que se acaba de formar hace poco, esa empresa al ver que la de mi padre es demasiado poderosa para hacerle frente ha querido comprarla. Dinero les sobraba para ello pero mi padre se ha negado en rotundo a venderla y le han dicho que si no la vende puede que sucedan algunos accidentes. La policía privada de la familia se ha puesto a investigar y ha descubierto que han contratado a un sicario y que su víctima soy yo. No saben quién es ni qué aspecto tiene, tampoco qué edad tiene, hasta que no lo encuentren y lo encarcelen no volveré al grupo. ¿Lo entendéis verdad?
-Sí, no es justo para ti que por actuar con nosotros te expongas a que te maten más fácilmente- dijo Ced, en respuesta recibió cuatro collejas que lo mandaron de cara al suelo de mármol de la sala.
-Pero mira que eres tonto Cedric, si no fuera porque eres un excelente guitarrista yo ya te habría echado del grupo por soltar tantas burradas- le dijo George.
-Ced, exponerme yo no me importa, lo que me importa es que, porque esté yo con vosotros, salgáis mal parados, es algo que no podría perdonarme.
-¿Y por qué no dejas también lo de ser host?
-Porque en el colegio no corro peligro, si no también lo dejaría, aquí estoy tan vigilado como en mi casa, ¿os vais a enfadar conmigo por dejarlo?
-Por supuesto que no, muchas gracias por pensar en nosotros, pero cuida de ti también de vez en cuando. Te dedicas a cuidar de los demás y no te preocupas de ti mismo, por ejemplo podrías estrechar lazos con ese morenazo de antes, no estaba nada mal.
-¿Quién Tom? Sí bueno, estaba bastante bien, pero...
-Nada de "pero"s Harry, queremos que este año te eches un novio o al menos un rollo de una noche, diviértete.
-Fred y George tienen razón, tienes dieciséis años y todavía estas verde en temas como parejas y rollos- dijo Ron.
-Además candidatos no te faltan, tienes tanto chicas como chicos detrás de tus huesos, y miles de fans gracias al grupo- añadió Neville.- Deberías buscar un poco de diversión, desfogarte de vez en cuando, aunque no sea nada serio.
-Sí, no te puedes quedar estancado en nosotros dos Harry- le dijo Fred.- Ya se sabe que especimenes como yo y George no hay ninguno más pero tienes que probar más cosas, ¿nunca has pensado en probar el sado? No me digas que no has pensado nunca en que te apetece probar a un rubio en la cama, dicen que son unas fieras y los morenos que son sumisos, al menos los de color claro, los de oscuro son todo un misterio.
-Ya, ya, lo he pillado, buscarme algún otro porque os tengo agotados, pero paso del sado, prefiero poner en práctica mis nuevas ideas- respondió el ojiverde con una sonrisa perversa.
-Harry, puedes probarlas conmigo, me ofrezco voluntario- dijo Diggory babeando.
-Lo siento Ced, pero es que me da grima que sigas babeando tanto, además he dicho que no me va el sado y ya conocemos tus tendencias.
-¿Ya habéis terminado de hablar lo que fuera que tuvierais que hablar para echarnos?- los interrumpió Malfoy.
-Sí, ya hemos terminado, sólo tenía que explicarles un par de cosas.
-¿Sobre qué?
-Nada que te incumba Malfoy- respondió- bueno, ¿recogemos?- preguntó mirando a todos que asintieron, le dirigió una última mirada al rubio que seguía taladrándolo con su mirada tormenta intentando saber qué escondía y empezó a limpiar y recoger su zona. "¿Qué escondes que no me quieres contar? ¿Qué me ocurre que me preocupas? Responde Harry Potter" pensó Draco antes de imitar al resto y limpiar también su zona.