Allí en los baños de uno de los tantos clubes nocturnos de esa gran ciudad; un joven de cabello castaño y unos ojos marrón, tenía una enorme cara de satisfacción. No parecía mayor de unos 23 años.
- Mmmm... que rico...hay pero que rico se siente...oh si...así, deliciosos...por Kami, que bien se siente - suspiro - Hombre, casi exploto, ese Lee acapararme casi toda la noche y no dejarme ni hacer una de las grandes necesidades que mi cuerpo necesita, Kami jamás pensé que hacer pipi fuera tan fundamental (si mal pensados que andaba rondando en esa cabecita suya XD)
Diablos no tener hermanos ni un amante que te estuviera esperando o con quien salir a la hora que quisieras era desesperante. No es que necesitara alguien para disfrutar la vida, no que va... siempre la quería pasar bien y ahora se encontraba allí, en un club con unos amigos, Lee había quedado de presentarles a su futuro novio y el susodicho tenia el descaro de llegar tarde. Con lo que odiaba ir a ese tipo de baños pero una necesidad es una necesidad.
- Diablos y todo por que es según Lee su primera relación "seria"- Ahora que recuerdo mi padre me dijo que hoy vendría a mi queridísimo primo a pasar sus vacaciones con nosotros, no se porque viene si ni lo conozco, como sea creo que ahora tendré con alguien con quien salir de parranda.
De repente se escucho una puerta cerrándose con un fuerte golpe, luego pasos e iban abriendo cubículos los cuales estaban ocupados debo decir, estaba a punto de abrir su cubículo cuando siente que le jalan la puerta, ni le dan tiempo de salir y de repente ve como un bultito se prende a su torso.
-¡Kuso! que diablos te pasa - grita el castaño tratando de separarse de ese tío, ¿Qué se creía abrasando así a Sabaku No Kankuro primogénito de los Sabaku, la familia mas poderosa de todo el mundo?
- ¡Cállate!, que no pienso violarte solo ayúdame y no digas nada, te lo pagare - dijo el sospechoso en murmullo.
De repente se escucha el estrepitoso abrir de la puerta de los sanitarios.
-Rápido, busquen bien, no debe de escarparse -
- Señor no hay ninguna otra puerta -
- Entonces debe de estar aquí, busquen bien -
Empezaron a abrir cada cubículo, y el tipo prendido a Kankuro se aferraba mas a su cuerpo, estaba totalmente prendido rodeaba a Kanky con sus piernas y se colgaba de su cuello escondía su cara en el pecho del mayor y esto lo hacia sonrojar.
Era cierto que hace algunos meses se había declarado un bisexual y esto no le ayudaba en nada para demostrara lo contrario.
Cuando estuvieron apunto de abrir el cubículo donde estaban, pararon de abrir los puertas.
-Debe estar aquí - dijo un hombre con la voz baja
-Estén preparados- ordeno otro
- ¡¡¡JODER!!! ¿¿QUÉ NO ME VAN DEJAR HACER BIEN??, TENGO TODO EL DERECHO, LARGO DE AQUÍ ANTES DE QUE LLAME A MIS GUARDIAS - grito a todo pulmón el pobre castaño dejando impactado al chiquillo que estaba prendido y a los tipos .
-Domo sumimasen señor- se disculpo uno de los hombres
-Vamos, no debe de estar lejos- grito uno y todo salieron
El hombre que estaba prendido de el se despego.
-Arigato-
-Nada de gracias ni que ocho cuartos estame la vas a pagar. Mira que entrar así como así - dijo con un bochorno ya que su bragueta todavía no estaba subida cuando el tipo llego y aparte lo había medio calentado.
-Tu pervertido, ¿Crees qué no me di cuanta que trataste de violarme? Ja, si ya decía yo que no dan favores por que son buenas personas- dijo el otro repelando.
- ¿QUÉ? Yo no trate de violarte -
- ¿A no? ¿Y eso que eso?- dijo señalando el bulto que se marcaba en la ropa interior.
-E...esto, pues que coño piensas que es, estaba en medio de... -
- No necesito que me des explicaciones, ya me imagino que tu maldito pervertido de seguro estabas masturbándote -
-¿QUÉ?, por supuesto que no, ¿Quién te que crees para sacar conclusiones como esas?- subió su bragueta
-Si lo que digas, ya he conocido a tipos como tu que se quieren aprovechar de jovencitos como yo-
-Si claro, mira que no estas tan bueno como piensas - pero lo examino con la mirada y se trago sus palabras
- Ah, ¿Con que eso crees? pero si tu cara dice otra cosa - dijo el menor con malicia
- Como sea no necesito que persona como tú me bajen mi calentura - el otro lo vio ahora que se percataba esos ojos color aqua, ese cabello rojo, esa piel tan delicada y pálida, que hermoso se veía. Se podría distinguir que tenia unos 16 años - Kami por que me castigas- Además como si no fuera sufriente tenía un lindo tatuaje de un kanji en su frente.
- No me gusta dejar deudas pendientes, así que ¿Qué quieres? - pregunto en un tono frío el pelirrojo.
- Bueno...mmm, creo que me gustaría que tu...-
- ¿Qué?, bueno era de esperarse de un tío como tu, pero esta bien, me salvaste de esos bastardos - el chico empezó a cercarse peligrosamente al pobre de Kankuro. Abordó a besar el cuello del moreno. (Recuerden que ya se bajo OK)
-Pero ¿Qué diablos esta haciendo? , yo solo le iba a pedir que me invitara una copa y ya, pero si él quiere esto porque decir que no -
El mayor empezó a colaborar, repartiendo besos calidos en el hombro y recorriendo con sus habilidosas manos el cuerpecito que se cargaba. (El pelirrojo ya se había subido de nuevo), poco a poco las caricias se fueron intensificando y el lugar donde se repartían también.
La manos del pelirrojo viajaban por la roba del mayor, con suspicacia busco el primer botón de la camisa del otro. Así fue despojando botón por botón, acariciando el musculoso y bien formado pecho.
-Creo que tu estas mucho más bueno que mis demás amantes - dijo con un tono lujurioso el pequeño. Volvió a su trabajo ahora era turno del pantalón pero una mano detuvo su "gran esfuerzo".
- Vas demasiado rápido -
- Claro que no, solo que estas buenísimo - Este comentario hizo que el pobre castaño se sonrojara
- Pues tú no te quedas atrás, debo decir que eres una suculenta presa que me gustaría devorar ya, pero lo bueno es que hay que disfrutarlo ¿no crees? -
- Creo que hace rato dijiste que yo era...umm - Su labios fueron cogidos en un tierno beso
-No digas mas- pidió el mayor
El beso prosiguió convirtiéndose en un desesperado por sentir mas, mucho mas. Las manos ansiosas bajaron por el cuerpo del menor estrujando con deseo las nalgas del pelirrojo, quien rió ante tal acto.
-Deberíamos ir a un lugar mucho mejor- propuso el mayor
-La verdad siempre he tenido una fantasía-
-¿Se podría saber cual?- beso furtivo en le cuello.
-Pues...aahh...hacerlo en un baño...aaahh...con un des...aaahhh...un desconocido-
-Ummm... ¿Entonces quieres que yo cumpla tu fantasía?-
-¿Tu... aaahh que crees?-
El mayor empezó a despojar de las prendas que vestía el pelirrojo. La camisa callo, la otra camisa también callo. Un pantalón afuera. Otro. Un bóxer negro callo.
-¡¡¡Kami!!!... ¿Dónde te habías metido?...estas tan bueno y ahora lo digo en serio, no puedo creer que tu...tu-
-¿Yo qué?- hablo un poco enojado por que el mayor lo quedaba viendo libidinosamente.
-¿Qué no te haya conocido antes?- un beso y carias por el acanelado cuerpo.
Las caricias se hicieron más candentes. Los besos mas voraces. El deseo se presento mas estaba todo a flor de piel. El pelirrojo de vez en cuando soltaba gemiditos que excitaban más al mayor. Entonces cuando pensó que el pelirrojo ya no podía ser mas apetecible este hace algo que lo dejo con la boca abierta. Metía dos de sus dedos en su cavidad bucal (los dedos de Kankuro) y los succionaba con demencia. Una vez ya preparados y degustados a su gusto. Dirigió la mano a su cavidad trasera. Metió un dedo. Kankuro estaba tan ensimismado que no supo que hacer así que el pelirrojo daba vueltas con el dedo para ensanchar su entrada, una vez ya hecho metió otro y potro y otro. Cuatro dedos adentro. Un beso que hizo al castaño regresar a al tierra. Y este movió sus dedos dándole placer a ese diablito pelirrojo que cerraba los ojos y se prendía mas de su cuello. El ojiaqua mordió un hombro. Su sonrojo iba que casi no se reconocía si era humano a un diablito de lo rojo que estaba
-Dios hazlo ya. Follame, follame - gritaba el pelirrojo.
Tiro su bóxer en un lugar apartado. Una ayudadita de su mano para prepararse. Un beso para explorar por décima octava vez esa deliciosa boca y una estacada y quedo dentro de una. El pelirrojo trato de gritar por el dolor pero el beso se lo impedía. Para calmarlo dirigió una mano a un pezón y lo delineo con un dedo, lo pellizco lo masajeo y cuando ya estaba durito fue turno del otro. El beso seguía y cuando se corto fue por que el pelirrojo necesitaba algo. Proseguir y por supuesto que bendito aire.
Empezó a cabalgar sobre Kankuro que cada vez le impresionaba más la actitud de ese pelirrojo. Dios lo hacia estar en no se donde pero se sentía bien, excelente. Subía, bajaba. Saltaba y caía completamente el pelirrojo por si solo s daba placer.
Viendo que el pobre pelirrojo estaba también caliente y que necesitaba una ayudadita. Con una mano tomo la cadera del pequeño, ayudándolo a las estocadas que el pelirrojo se daba y con al otro lo masturbo.
Siguieron así hasta que Kankuro se corrió en el interior del pequeño. Este estrujo deliciosamente el miembro del castaño y se corrió en la mano del moreno. Quien se la llevo ala boca saboreando del manjar que le había dado. El pelirrojo se quedo embobado y también se unió. Lamiendo los dedos del mayor. Cuando quedaron limpios se fundieron en una beso hambriento. Ya dejando el juego y guerra de las lengua y caricias el moreno salio del interior del pequeño.
-¿Por qué te sales?-dijo molesto el pequeño.
-Es tiempo de irnos, siguieres repetirlo, por mi encantado-
Se vistieron y salieron como si nada. Fuera de los cubículos estaban unos hombres que los quedaron viendo con cara de no créesela.
-¿Qué diablos ven?- hablo algo enojado el menor
Fueron a sus respectivos lugares dando se cuenta de que iban al mismo lugar.
-Gaara- llamo un chico de cabello negro, su cote era extraño, en forma de tazón y sus cejas súper pobladas y sus ojos parecían d bichitos.
-Lee- dijo el pelirrojo.
-¿Se conocen?-preguntó algo incrédulo el castaño.
-Claro, el es mi futuro novio- habo quedito Lee.- Y ¿Supongo que ustedes se conocen?, puesto que viene juntos-
-bueno, este...-trato de hablar el pobre castaño.
-Básicamente no, mi nombre es Gaara, mucho gusto- dijo con una sonrisa libidinosa.
-El gusto es mío, mi nombre es Kankuro-dijo con una linda sonrisa
El tiempo paso volando Kankuro se divertía con una u otra tía que se le aproximaba. Todo bajo al atenta mirada de Gaara que con los ojos mataba a todas aquellas que se le acercaban. Lee por su parte no dejaba de hablar sobre su tutor Gai.
Tras salir del club, Kankuro se ofreció a llevarlos a su casa pero Lee rechazo la oferta ya que Gai pasaría por el para ir a quien se donde.
Caballerosamente Kankuro se ofreció en dejar en su asa a Gaara.
-Nos vemos luego Lee- hablo serio el pelirrojo
-Hasta luego Gaara, te hablo después Kankuro-
-Si, adiós-
Se subieron al auto.
-¿A dónde quieres ir ahora?-pregunto el mayor.
-Quiero ir a un hotel pero se que no querrás-
-No-
-Entonces llévame a casa-
Y tal como pido lo llevo a su casa para su sorpresa vivía junto a su casa.
-Vivimos muy cerca-
-¿Vives por aquí?-
-Si-
-Pues que sorpresa; supongo que nos veremos seguido- hablo el menor robando un beso del mayor.
-Nos vemos- hablo con una sonrisa
Llego a su casa. Estaciono su auto, entro a su hogar y se encerró en su cuarto. 10 minutos y tocaron el timbre. La servidumbre abrió y minutos después la voz de su padre lo llamaba. Ya frustrado ya que quería descansar bajo. Su padre lo llamo a su oficina. Entro con desgana ya con la pijama puesta.
-¿Oto-san en qué te puedo ayudar?- hablo con mal humor.
-Tu primo acaba de llegar- hablo señalando una de las sillas que estaban enfrente de su escritorio.
El mayor solo alzo una ceja y se cruzo de brazos.
-Solo quería que lo conocieras y que le enseñaras la ciudad-
El susodicho primo se levanto a Kankuro se le paro el corazón, una melena se asomaba, el otro volteo a ver a su "primo". Al pobre castaño casi le da un infarto, su primo era Gaara.
-Hola primo, que gusto por fin conocerte- hablo con una sonrisa el menor
-Igualmente- dijo ya recuperándose.
-Ahora me voy a dormir, ya que es más de media noche. Kankuro por favor has que tu primo se sienta cómodo. Has todo lo que el te pida- hablo el mayor
-Si primo has que me sienta cómodo- esta vez una sonrisa lasciva aparecía.
- Claro, ¿Por qué no?-
-¿Entonces ya sabes lo que quiero?-
-Me lo supongo-
-Entonces que esperas, una invitación- hablo acercándose.
El castaño sonrió, lo tomó del a mano y lo llevo a su habitación.
¿Infierno? No paraíso, si, eso seria su vida de ahora en adelante, con ese pelirrojo en su cama cada vez que despertara.