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Adicto por Alinna

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Notas del fanfic:

Bueno...aquí otro fic...n_n esta vez de esta pareja que personalmente me encanta n_n espero que disfrutéis leyéndolo...

Notas del capitulo: Porque no hay mejor droga que Goku para Sanzo.

Felicidad, pasión y sorpresas.
Miró entretenido la luz entrando por su ventana, habían pasado algunos años y cada uno del grupo había cogido caminos diferentes. Hakkai se fue a vivir a una ciudad tranquila junto con Gojyo, que le siguió. Sanzo por su parte quería pasar de todo y hacer lo que él quisiera, pero por varios motivos tuvo que volver a algún templo para hacer acto de presencia. Y Goku, fue con él.

Se encendió un cigarro y dándole una calada miró a su lado, el mono dormía completamente con una cara de felicidad, boca abajo, dejando ver su espalda desnuda perfectamente esculpida, la delgada sábana cubriendo hasta medio trasero y los brazos en su cabeza imitando a una almohada, el rubio sonrió para a sus adentros. ¿Quién le hubiera dicho que el mono era tan apasionado en la cama?

"Debe ser el instinto animal…" se atusó la cabellera rubia y expulsó el humo de sus pulmones.

Más bien dicho…

¿Quién le hubiera dicho que se despertaría compartiendo cama con Goku?

…l que era tan frío y distante, que ya tenía bastante con cargar su propia existencia para tener que preocuparse de otra vida, él que nunca se había permitido encariñarse con nadie por temor o por precaución. …l que siempre había tratado al mono como a una mascota, como a un simple compañero de lucha.

Nunca le había visto de 'ese' modo.

Nunca lo había mirado con ojos de lujuria.

En cambio ahora era incapaz de resistirse a las expresiones bobas del mono, era incapaz de resistirse a ese pequeño cuerpo, y su hombría despertaba antes de que pudiera reaccionar coherentemente.

Goku por su parte, había cambiado en algunos aspectos, con los años había madurado bastante y muchas veces mostraba un apariencia seria y reflexiva, cosa que con su cara de niño bobo no le iba para nada, pero por lo menos le alegraba saber y ver, que podía mantener un conversación inteligente con el pequeño. Aunque continuaba teniendo esos puntos de niño caprichoso con la comida y demás.

Y aunque fuera vergonzoso, incluso con él.

Quizá no hubiera pasado nada entre ellos, si Goku no hubiera dado el paso de declararse y besarle, quizá no habría pasado nada si ese mono estúpido no hubiera insistido en que ellos dos podían estar juntos. O quizá, lo hubiera propuesto con tiempo el mismísimo Sanzo.

"Mmm…" Goku se removió en la sábanas haciendo que Sanzo le volviera a prestar atención, se había vuelto a destapar completamente, y al rubio le alegraba la vista ver ese hermoso trasero…pero cogería un resfriado de ese modo.

"Goku…" con la mano le sacudió un poco el hombro haciendo que el mono rápidamente le atrapara el brazo y le tumbara en la cama, posicionándose él encima, sorprendiendo al rubio. "…¿te hacías el dormido?"

"Si…" se rió infantilmente y acarició con sus manos el pecho desnudo del monje, inclinándose y quedándose a escasos centímetros del rostro del rubio. "…Buenos días monje corrompido."

"¿Te despertaste inspirado o que?" agarró con su mano poderosa, la nuca del menor, acariciando los cabellos castaños, acercándolo a su boca, rozando con sus labios los del mono, mordiendo el inferior sensualmente para luego besarse apasionadamente, sintiendo la lengua traviesa del castaño adentrarse en la caliente cavidad del rubio, haciendo que el beso fuera más necesitado, más húmedo. "Maldito mono…" entre el beso agarró el cuerpo delgado del castaño invirtiendo las posiciones, quedándose él encima de Goku.

Besando los labios carnosos del menor, dejándolos rojos e invitantes.

Arrancando pequeños gemidos ahogados de esa boca, acariciando con sus manos el cuerpo pequeño pero trabajado del mono.

"Ahhm…oye…Sanzo…" Goku se separó de los labios del de ojos púrpura que le observó mientras acariciaba el abdomen fuerte del demonio. "…¿hoy no tenías que ir a dar una ceremonia en el templo?" Goku divertido jugó con los cabellos rubios del monje, mientras que con sus piernas se aferraba a su cadera y jugaba a tentarlo.

"¡Mierda! ¡Se me había olvidado!" intentó zafarse del mono que hábilmente volvió a atrapar sus labios. "Goku…no…ahm…escuchamm…" no podía acabar de hablar, ese bastardo le tenía perfectamente atrapado y porque no, estaba disfrutando de la iniciativa del mono, pero si seguía así, sería imposible parar.

"¿Señor Sanzo? ¿Esta usted despierto?" la voz de uno de los monjes hizo que la pareja abriera los ojos sorprendida, rompiendo el beso y mirándose atónitos. "…como tardaba tanto pensé que estaba dormido…¿Señor?"

"Si, si…ya va joder…" se despegó de Goku con dificultad y agarró las ropas esparcidas por el suelo, vistiéndose con calma, intentando calmar cierta parte de su cuerpo. "…¿ves lo que provocas mono tonto?"

"Si quieres te ayudo a aliviarlo…" sonrió torcidamente y Sanzo entre sorprendido y excitado miró al mono, el monje seguramente estaría cerca, pero por otra parte si iba con tal erección con la maldita vestimenta de monje se notaría demasiado. "¿Qué me dices?"

"¿Qué te has tomado hoy? Estas un poco…salido." Se cruzó de brazos mirando al castaño que le hizo una seña para que se acercara a la cama, el rubio se acercó y se quedó de pie delante del mono.

"Nada…hoy tengo más ganas que de costumbre, eso es todo." Sonrió torcidamente y comenzó a desabotonar los pantalones, dejando ver a través de la ropa interior el abultado miembro de Sanzo, agarró con una de sus manos la cadera y con otra bajó lentamente la ropa interior del mayor, haciendo que se estremeciera levemente. Realmente estaba muy excitado, y el miembro duro y erguido de Sanzo le estaba tentando.

"Diablos…" dejó su mano en los hombros de Goku al sentir la lengua hábil del menor recorrer la punta de su miembro, para luego lamerlo de arriba abajo, disfrutando al escuchar los jadeos ahogados del rubio. "…métetelo todo en la boca maldito mono…" con la otra mano agarró firmemente los cabellos castaños de Goku.

"Como tu quieras…" miró al de ojos púrpura con una sonrisa traviesa en los labios, haciendo que este le correspondiera la sonrisa perversa. Y el menor obedeció, se introdujo todo el miembro en su boca, succionando la verga dura, degustando cada trozo de piel, haciendo que Sanzo gimiera débilmente.

"¿Señor tardará mucho?" el monje des de el otro lado de la puerta ya algo impaciente intentaba hacer que Sanzo saliera.

"¡Joder! Que ya salgo…un momento…aah…" sintió como Goku hábilmente aceleraba el ritmo, provocándole con esa lengua caliente, sintiendo una de esas pequeñas manos acariciar sus testículos eróticamente, haciendo que su cuerpo se estremeciera. "Me corro…ahhhn…" gimió débilmente avisando al menor que succionó más fuerte, haciendo que llegara a un delicioso orgasmo, lamiendo toda su esencia, subiendo por el torso desnudo y llegando hasta la mandíbula del monje.

"Debe irse señor…" sonrió divertido y Sanzo le besó apasionadamente, apretando el cuerpo caliente del mono contra el suyo, sintiendo como el menor estaba bastante caliente, pero para su desgracia no le daba tiempo a torturar al pequeño, o el monje de detrás de la puerta sería capaz de entrar.

Se separó de los labios carnosos del menor, mordiéndolos levemente.

"Nos vemos luego…y te castigaré." Le dio un azote en el trasero desnudo de Goku y se arregló las ropas, colocándose la túnica y abriendo levemente la puerta, saliendo de la habitación tras darle una última mirada al mono que algo frustrado se quedó en la habitación.














Pasó el día aburrido en la habitación, un monje le trajo la comida y le dio un mensaje de Sanzo, al parecer, el rubio no podría venir hasta entrada la noche, los viejos monjes le habían atrapado bien y le dieron bastantes tareas que entre insultos y cigarros no pudo negarse a hacer.

Después de darse una buena ducha de agua fría y vestirse con algo informal se miró al espejo para intentar, sin conseguirlo, domar esos cabellos rebeldes castaños, unos jeans desgastados azul celeste y una camiseta de manga corta que le resaltaba el moreno. Salió de la habitación a toda prisa esquivando a los monjes que caminaban pausadamente por el pasillo.

"Lo siento, perdone…" iba disculpándose al tener que pasar entre todos mientras se reía de ellos.

"¡Vaya mascota tiene el señor Sanzo!" espetó uno al notar que se acercaba el mono a toda prisa.

"¡Cuénteme otro cuento vejestorio!" le sacó la lengua de modo infantil y miró por el gran ventanal que daba al patio, acortaría más si saliera por ahí, sonrió infantilmente y se subió al umbral del ventanal, bajo las atentas y curiosas miradas de los monjes. "¡Allá voy!" saltó felizmente, como quién baja unas escaleras, cayendo en el centro del patio perfectamente y bajo las caras de asombro de todos esos monjes.

"Siempre dando la nota…¿no, mono tonto?" esa voz con un eje de sorna le hizo voltear, encontrándose con los cabellos rojos de Gojyo.

"¡El pervertido!" señaló acusadoramente al pelirrojo que nada más escuchar eso comenzó a insultarle.

"¿No cambiaréis aunque pasen los años, o que?" la voz calmada de Hakkai les hizo parar a la vez, Gojyo se puso al lado del ojiverde y pasó uno de los brazos alrededor de los hombros de Hakkai. "…no me sobornes Gojyo…" le miró de soslayo y el pelirrojo asintió suspirando. "…¿Cómo va todo por aquí Goku?"

"Pues…bien, a Sanzo y a mi nos va bien…" al decir eso la pareja se quedó algo sorprendida. "…quiero decir…que vamos, que él esta muy ocupado con las reuniones con los viejos monjes y yo intento divertirme con…con nadie…vamos que me aburro…" se hizo un lío con las palabras, no podía decir que estaba con Sanzo, este le dijo que con tiempo ya se iría sabiendo…pero que le daba aún…vergüenza.

"Ah…ok…¿esta ahora en una de sus reuniones?" Hakkai miró al mono que asintió aburrido, algo estaba diferente en él, o estaba más atractivo o tenía un aire diferente. "…seguro que Sanzo te debe maltratar…¿verdad?" tanteó el terreno, Goku no parecía enfurruñado ni nada por el estilo, más bien satisfecho.

"Oh…no…no me maltrata…" desvió la mirada, si tener sexo desenfrenado era un maltrato, entonces si que le maltrataba…y mucho, sonrió para sus adentros y ladeó la cabeza. "…lo normal, ya sabes que Sanzo tiene poca paciencia…y yo siempre le estoy pidiendo cosas…y al final…acaba de los nervios." Sonrió y la pareja se rió débilmente.

"¿No podéis dejar de criticarme o que?" de una de las puertas que daban al patio apareció Sanzo, con su característico posado de: estoy hasta los cojones. Y con un cigarro en mano a punto de encender. "…no hables demasiado mono."

"Pues bien que te gusta esta boca." Susurró débilmente haciendo que Sanzo le pegara con el harisen, suerte que Hakkai y Gojyo al parecer no escucharon nada. "…¿os quedaréis a cenar?"

"Si no molestamos…si ahora tuviéramos que volver sería un coñazo…" Gojyo entró con todo el grupo y algunos monjes susurraban.

"Disculpe señor Sanzo…sus…sus compañeros…¿van a quedarse mucho rato?" al escuchar eso, el rubio a punto de darle un ataque de nervios se volteó dispuesto a decir cuatro cosas, pero sintió la mano del mono en su brazo pidiéndole que se controlara, a veces el mono pensaba en su reputación.

El rubio suspiró fuertemente.

"Si se van a quedar…así que preparad una habitación para ellos dos…se quedaran a cenar y a dormir." Dándole una calada a su cigarro miró exasperado al grupo que nada más entrar en uno de los comedores que les habían preparado comenzaron a beber y a comer, recordando viejos tiempos.

Y aunque a Sanzo le costara aceptarlo.

Esas conversaciones le hicieron el día menos pesado.

Tan distraído estaba que no veía que el mono estaba tomando demasiado sake, bajo las provocaciones de Gojyo que le decía que por muchos años que pasaran seguiría siendo un niño pequeño, y que solo los hombres de verdad aguantaban el sake. Y Goku, como buen niño…le dio un berrinche y comenzó a beber sin parar.

"Hey creo que te ha subido bastante a la cabeza mono…" Gojyo le revolvió el cabello divertido.

"¿Qué le has dado imbécil?" Sanzo miró enojado al pelirrojo que se rió señalando la pequeña botella de sake, el rubio suspiró fuertemente. "…no sé si te das cuenta pero luego lo tengo que aguantar yo." Miró ofuscado al pelirrojo que se empezó a reír.

"Vaya…últimamente creo que su relación ha mejorado notablemente ¿no?" Hakkai miró al monje que le dio un trago a su baso de licor mirando al ojiverde. "…no pretendo ser entrometido…pero…a ambos se les ve diferentes…"

"Puede ser…" se encendió un cigarro algo nervioso, ¿era el momento para que supieran que Goku y él tenían algo más que una amistad? Hakkai no dudó en decirle al grupo ni un momento que había empezado una relación con el pelirrojo, y este, aunque al principio le daba vergüenza no tardó en hacer públicas sus muestras de cariño.

"Uhm…"

"¡Yo y Sanzo nos llevamos muy bien!" Goku totalmente ebrio levantó los brazos gritando eso a los cuatro vientos, haciendo que los otros miembros del grupo le miraran sorprendido. "¡Sanzo es amable conmigo!"

"¡Cállate mono!" Sanzo le pellizcó las mejillas.

"¿Por qué quieres que me calle? En la cama no dices lo mismo, me dices que no me corte y que gima lo que quiera ¿no?…" hizo un puchero y la cara de todos fue un verdadero cuadro.

Sanzo sonrojado.

Hakkai con su típica sonrisa, y Gojyo, blanco como el papel y con la boca abierta.

"Creo que ya ha sido suficiente por hoy mono…" Sanzo se acercó al castaño que miró con ojitos brillantes al monje y se aferró a su brazo. "…Goku, ve a la habitación, ahora vengo…" le abrió la puerta y el otro asintió.

"Bueno…nosotros mejor que nos vayamos a dormir también…" Gojyo miró al monje divertido. "…ya podrías habernos contado antes esto…¿no?"

"Cállate pervertido…"

"Habló…" sonrió con sorna y el rubio ya estaba al borde de un ataque de nervios.

"Calmaos chicos…la vida de cada uno es privada…" Hakkai agarró del brazo a Gojyo tirando de él. "…siento si le hemos causado molestias…" siempre tan cordial miró al monje que negó con la cabeza.

"Quizá es mejor así…"

















"¡Arrghh! ¡Soy un verdadero idiota!" Goku ya más sobrio después de tomarse un ducha y beberse un poco de café se tumbó en la cama mirando fijamente el techo, había dicho algo tan vergonzoso delante de Hakkai y Gojyo sin tener en cuenta si Sanzo quería destapar su relación.

Se hizo un ovillo y se tapó con las sábanas al escuchar como la puerta se abría lentamente.

"¿Ahora te escondes?" escuchó como los pasos se acercaban a la cama y cerró los ojos fuertemente, la cama se movió un poco por lo que pudo deducir que se había sentado en ella.

"Lo siento…de veras lo siento…"

"Uhm…deberías sentirlo mono…" chasqueó la lengua y Goku sacó su cabeza entre las sábanas mirando al rubio que fumaba tranquilamente mirándolo. "…ahora esos dos ya saben que nosotros estamos…juntos."

"Lo siento…lo siento…¡No me odies!" hizo un puchero y se quedó sentado delante de Sanzo en la cama, este le hizo una seña para que se sentara en su regazo y Goku tímidamente obedeció. "¿Estas enojado?"

"No…pero quizá algo avergonzado…no es la mejor manera de decir que estas con alguien…" ladeó la cabeza y apagó el cigarro en el cenicero de la mesita de noche. "…Debería castigarte…"

"De verdad que no quería joderte Sanzo…pero creo que una parte de mi quería que se supiera que estábamos juntos y entonces…inconscientemente lo hice…y…argh…no me entiendo a mi mismo."

"Está bien mono…tranquilízate…si estuviera enojado ya te hubiera echo fuera de aquí a patadas." Sonrió torcidamente y Goku tragó en seco, a veces Sanzo daba miedo. "…pero como te he dicho te castigaré."

"¿Cómo?" miró con ingenuidad al monje.

"¿Y ese mono pervertido de la mañana? ¿A dónde ha ido?" le respondió con una pregunta haciendo que Goku sonriera ampliamente.

"Estoy aquí." Besó los labios de Sanzo, perdiéndose en esa boca caliente, jugando con la lengua ávida que le daba juego y que se enroscaba con la suya, sintiendo las manos del rubio acariciar con urgencia su esbelta cintura y adentrándose en las ropas, acariciando con fuerza la piel que encontraba a su paso.

Retiró la molestosa camiseta del castaño, dejando los labios carnosos del menor para besar la piel que encontraba a su paso, perdiéndose en esa piel, acariciando con sus dedos los sonrosados pezones, haciendo que Goku gimiera débilmente, mientras él sonreía triunfante al ver que estaba consiguiendo lo que quería.

Provocarle…

Agarró fuertemente de la cintura a Goku y lo tumbó en la cama, subiéndose encima del delgado cuerpo, besando otra vez sus labios mientras bajaba las manos, jugando con el borde de los jeans, desabotonándolos lentamente, mientras las manos de Goku le quitaban la ropa con urgencia, pegando su piel a la del rubio, sintiendo como el calor les invadía, respirando entre el beso, gimiendo quedamente al sentir sus caderas rozarse.

"Malditos pantalones…" gruñó entre el beso al ver que le era difícil quitarle los pantalones al mono al tenerlo completamente enroscado a su cuerpo besándole, miró al castaño que sonrió como un niño y le sacó la lengua divertido. "…levanta tu lindo trasero…" susurró haciendo que Goku se sonrojara levemente.

"Monje pervertido…" chasqueó la lengua mientras levantaba sus caderas y el mayor le sacaba los pantalones de un tirón. "...quítate tu los tuyos…a igual de condiciones, monje…" sonrió divertido, mirando a Sanzo que estaba de rodillas delante de él, miró al mono que tumbado en la cama le miró provocativamente, abriendo ligeramente sus piernas y mostrando cuan excitado estaba.

"Diablos…" El rubio se desabrochó los suyos y los dejó olvidados junto a la ropa interior, abalanzándose encima de ese cuerpo que le provocaba, besando con desenfreno sus labios, acariciando por encima de la tela de la ropa interior el miembro duro y excitado de Goku, sintiendo como gemía débilmente, mientras que su boca bajaba por el pecho y mordía la piel que encontraba. Era un adicto a él, le encantaban sus gemidos, su manera inocente, y no tanto, de provocarle, su sonrisa aniñada y la pervertida que en pocas ocasiones la mostraba, su cuerpo delgado y fuerte…era completamente adicto, como una droga que le hacía entrar en euforia y excitación pura.

"Ahhn…" bajó sus manos acariciando las hebras doradas del monje, sintiendo como las manos poderosas le quitaban la ropa interior lentamente, y como la lengua que bajaba por su abdomen, deliciosamente se acercaba a su miembro duro, sintiendo el aliento caliente de Sanzo en su entrepierna, temblando ligeramente ante el contacto de los labios del mayor en su dura verga, para luego gemir fuertemente al sentir como le envolvía esa cavidad húmeda y deliciosa. "Ahhn…sii…" movió sus caderas inconscientemente al sentir la experta boca masturbarle de tal manera.

Y a Sanzo le encantaba escuchar tales gemidos de su mono.

Esa voz cada vez le estaba excitando más…

Goku gimió al sentir como el rubio dejaba su miembro, gruñendo al notar que solamente le había dejado aún más excitado.

"Tranquilo…pronto te gustará mucho más…" sonrió con lascivia y llevó una de sus manos a la boca del castaño. "…chúpalos…"

"Ahh…" asintió y comenzó a lamer los dedos lentamente, sin dejar de mirar a los ojos a Sanzo, enroscando sus piernas alrededor de la cintura del mayor, moviendo su cadera contra la de Sanzo, haciendo que ambos miembros se rozaran placenteramente. "…Saanzo…" gimió débilmente mirando a los ojos a Sanzo, con las mejillas sonrojadas y respirando fuertemente.

"Me vuelves loco…" atrapó los labios del castaño, besándolos, mordiéndolos, mientras su mano se dirigía a la entrada del menor, haciendo que uno de los dedos entrara con facilidad, sin dejar de besar al menor que entre gemidos intentaba contestarle al beso. "Ahm…" ya entraban más de dos dedos y Sanzo notaba como su miembro le dolía de lo excitado que estaba.

"Métela ya…" se separó de los labios del rubio, abriendo sus piernas y volviendo a envolver la cintura delgada de Sanzo, surcando con sus manos cada cicatriz de la espalda del rubio, mordiendo su cuello.

"No hace falta que me lo pidas…" sonrió torcidamente sonrojando al castaño.

Sanzo cambiaba tanto en la cama.

Rozó con su miembro duro la entrada del menor, adentrándose lentamente en ese cuerpo estrecho y caliente, sintiéndose deliciosamente apretado, escuchando el gemido de Goku y sus manos aferrarse a su espalda.

"Ahhhnn…Sanzo…ahh…" se estremeció al sentir como comenzaba a moverse dentro de él, al principio más lento, embistiendo con cuidado, haciendo que el cuerpo del mono se acostumbrara al tamaño de la verga de Sanzo. "Má-más rápido…ahn…" miró con los ojos entrecerrados al de ojos púrpura.

"Ahh…" gimió débilmente al comenzar a moverse más rápido, más profundo, sintiendo como el cuerpo de Goku se tensaba débilmente, atrapando su miembro en ese cuerpo, llevándole a la locura, sintiendo como dentro de poco llegaría al orgasmo, escuchando los gemidos descontrolados de Goku.

"Oh…sii…más…" se relamió los labios mientras sentía como su miembro era apresado entre ambos abdómenes, sintiendo la fricción, el miembro duro y caliente dentro de él, tocando ese lugar que le estaba enloqueciendo. "…me-me corro…ahnnn…"

"¡Ahhh!" gimió roncamente al llegar al clímax, llenando por completo el cuerpo pequeño de debajo de él.

Cayendo exhausto encima del pequeño, respirando fuertemente y saliendo lentamente de dentro del cuerpo del mono, sintiendo como esos labios besaban su mejilla cariñosamente y como esas pequeñas manos recorrían su espalda.

Compartiendo esos pequeños momentos.

"…" salió de encima suyo y se quedó tumbado boca arriba, justo al lado de Goku, mirando el techo, respirando fuertemente, ladeando el rostro y mirando al castaño que se había quedado tumbado de lado, mirándole con una sonrisa en los labios. "¿Qué te ocurre mono?" este sonrió ampliamente y se acurrucó en su pecho, pasando sus brazos alrededor del pecho desnudo, besando su cuello.

"Nada…que estoy feliz…" se rió levemente y miró al rubio que suspiró fuertemente. "¿No te gusta que sea así?" hizo un puchero y Sanzo sonrió débilmente.

"Si no me gustaras no te habría echo todo esto…Goku." Besó los labios carnosos del menor, sintiendo como este se reía entre el beso.

"Entonces…¿me quieres?"

"…" Miró al mono que continuaba con su mirada clavada en él. "…si…" lo susurró, casi ni se había escuchado, pero Goku lo entendió y no dijo nada más.

Sanzo era su luz.

Sanzo lo era todo para él, y escuchar un débil 'si' por su parte ya era bastante.

"Buenas noches…" no tardó en caer en brazos de Morfeo, y Sanzo se quedó mirando el semblante dormido del castaño, acariciando con su mano su cabello.

"…soy completamente adicto a ti."

Porque Goku era su mono tonto.

Porque Goku era su droga.

Y no pensaba dejarlo.
Notas finales: Hola n_n

Aquí de nuevo con otro fic...

Esta vez de Saiyuki, más concretamente de la pareja; Sanzo y Goku... me encantan!

Espero que os haya gustado el fic!

Muchas gracias a todos los que leen y comentan.

Dejar comentarios, opiniones, etc. Muchas gracias ^_^

Besos y cuídense.

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