Pijama party 4
Fue un momento bastante vergonzoso, se quedaron en silencio como sin saber que decir y entonces KangIn quien ahora estaba rojo como un tomate, le tiró la almohada a LeeTeuk de regreso y se metió en la cama con el ceño fruncido. ¿Cómo había podido permitir que algo así pasara? Pensaba debajo de las cobijas, el televisor prendido ahora sólo emitía un murmullo inteligible pues no le estaba prestando la más mínima atención, notó que LeeTeuk se había metido al baño y el aprovechó esa ocasión para intentar convencerse así mismo que ‘Aunque LeeTeuk tuviera cuerpo de chica… seguía siendo su Hyung’. No había motivo para sentirse ‘raro’ al respecto, era sólo su amigo, eso era todo. “Lo que pasa KangIn es que hace mucho que no tocas a una chica, eso es lo que pasa”. Se dijo así mismo intentando que el problema en su entrepierna se calmara, respiró profundamente evitando pensar en ello y finalmente la reacción inconciente de su cuerpo se fue calmando.
Mientras tanto, LeeTeuk quien estaba en el baño le sonrió al reflejo del espejo traviesamente. Nunca había visto a KangIn sonrojado de ese modo, pensó, el siempre era ese tipo de chicos que siempre controlaban la situación, que nunca se dejaban intimidar por nada ni por nadie, era un chico fuerte. Sin embargo, acababa de conocer una faceta bastante escondida del menor, recordó sus mejillas sonrojadas y su mirada avergonzada, pero lo que más le causó gracia fue su entrepierna.
- ¿Tan sexy soy? - Le dijo al espejo con una sonrisa juguetona y se apretó la camisa blanca contra el pecho, logrando que se marcara contra la tela. - KangIn tonto - Murmuró sin dejar de observarse - Sigo siendo yo… -
Pero aunque LeeTeuk intentara negárselo, él mismo sabía que como hombre, KangIn debía sentirse atraído por su nuevo cuerpo. Aquello le causó gracia, sobre todo porque le gustó ver a KangIn en ese estado sumiso, tan diferente a como estaba acostumbrado a verlo.
- ¿Quieres jugar? - Le dijo a su propio reflejo.
KangIn quien había logrado ‘calmarse’ se encontraba ahora metido bajo las cobijas observando con expresión ausente la pantalla del televisor, no había nada que le interesara ahí y LeeTeuk se estaba demorando en salir del baño. Entonces escuchó la puerta del baño abriéndose y se giró levemente para encontrarse con una visión que le tomó completamente desprevenido.
LeeTeuk tenía el cabello húmedo y pegado a sus mejillas en mechoncitos rebeldes, y se lo estaba secando con una toalla. KangIn notó con total estupefacción que LeeTeuk sólo usaba la camisa blanca y los boxers del mismo color, los pantalones los traía en la mano y los tiró por el aire, cayendo al lado de la corbata y el saco.
- Me di una ducha - Informó LeeTeuk tranquilamente y se paseó descaradamente por delante de KangIn, como una especie de modelo, exhibiendo sus nuevas piernas y por supuesto su nuevo trasero. También dejando ver que el frío del agua había erizado las puntas de sus pechos y ahora se notaban por encima de la tela. Se agachó para recoger cualquier tontería del suelo a propósito, enseñándole a KangIn otra perspectiva de sus caderas. (Una perspectiva no muy decente)
- Hace… calor ¿no? - Exclamó KangIn sintiendo que se encendía inmediatamente bajo las cobijas, aquella visión le estaba afectando seriamente la cabeza.
“Es sólo tu Hyung… es Teukie Hyung” Se repetía una y otra vez mientras seguía al otro con la mirada. Entonces LeeTeuk saltó a la cama y se acostó a un lado, el menor tragó saliva y se sonrojó.
- ¿Qué pasa? - Dijo LeeTeuk con una sonrisa traviesa - ¿Te parezco sexy? - Preguntó girándose de medio lado, insinuándosele como una autentica chica seductora “wow no me conocía estas habilidades” pensó cuando KangIn desvió la mirada hacía un lado sin saber que responder.
- Deja de molestar Hyung… - Comentó KangIn sin mirarlo - No juegues con fuego -
LeeTeuk se quedó mirándolo curioso y entonces levantó la cobija y se encontró con que el miembro de KangIn estaba aún más erguido que minutos antes.
- ¡No puedo creerlo! - Exclamó y comenzó a reír - En realidad estás prendido, no creí que fueras tan fácil ha ha - La risa de LeeTeuk no duró mucho, pues los fuertes brazos de KangIn lo tomaron desprevenido y lo sostuvieron fuertemente por los hombros, apretándolo contra la cama.
- Te lo advertí… - Amenazó KangIn y con una de sus manos sostuvo ambas muñecas de LeeTeuk en un movimiento rápido que el otro no pudo advertir, con su mano libre, buscó a tientas la corbata que el mayor había dejado sobre uno de los asientos, cuando la encontró la usó para amarrar las manos de su Hyung con fuerza.
- ¿Pero que estás haciendo? - Chilló el mayor asustado - Estaba bromeando… no iba en serio, sólo quería molestarte un rato… - Se apresuró a decir, pero el brillo insano en la mirada de KangIn no parecía ser de ‘broma’.
- Asume las consecuencias - Le respondió simplemente - Veamos si ese cuerpo de niña funciona apropiadamente-
- ¿Que? ¿Qué estás diciendo? - Le preguntó LeeTeuk sorprendido y forcejeó pero fue tan inútil como persuadir a un León de ser vegetariano.
- Así que disfrutas mucho burlándote de mi con tu nuevo cuerpo, veamos entonces ¿Que pasa si toco aquí? - Exclamó KangIn pellizcando uno de los pezones de LeeTeuk con suavidad, por encima de la tela blanca de la camisa.
LeeTeuk se sonrojó al instante, la sangre se le subió de golpe a las orejas y un hormigueo le recorrió por todo el cuerpo. Frunció el ceño sin saber que hacer.
- ¿Te gusta? - Preguntó KangIn y volvió a hacerlo, esta vez en el otro. LeeTeuk apretó los labios y cerró los ojos un segundo, sintiendo que su respiración se agitaba lentamente.
- No me gusta… déjame - Le mintió. En realidad si sentía algo, por supuesto que lo sentía, ahora en su condición, era mucho más sensible ahí, era obvio que sintiera cosas, pero aquello no estaba bien.
- Valla, entonces eres un poco más difícil - Exclamó KangIn y comenzó a desabotonar la camisa de LeeTeuk botón a botón.
- ¿Qué haces? - Se quejó LeeTeuk retorciéndose. KangIn le abrió la camisa y admiró la preciosa vista de los pequeños pero redondos pechos de su Hyung, estaban erguidos y deseosos de sus caricias o bueno, eso deseaba creer. KangIn inclinó la cabeza y acercó sus labios a uno de los pechos, el mayor sintió el aliento tibio, invitándole a la locura. Entonces el menor abrió la boca y lo besó, primero superficialmente, luego succionándolo con dedicación, paseando su lengua por la punta, moviéndola en círculos, chupando un poco más y volviendo a repetirlo.
- Ahh….mm… - Y fue inevitable que un suave gemido se escapara de los labios de LeeTeuk al sentir esa boca experta lamiéndole y chupándole de esa forma. Con la otra mano, KangIn acarició el otro pecho, apretándolo entre sus fuertes dedos como si fuera una gelatina. - Ahh… que… haces… no… - Murmuró deseando más, sintiendo que la sensación nublaba sus sentidos, de repente había mucho calor en la habitación.
KangIn sonrió con malicia y comenzó a bajar con su mano derecha hasta llegar al ombligo de su Hyung. Metió sus dedos por debajo de la tela del boxer para quitárselo.
- Nooo… esto… esto está mal - Se quejó LeeTeuk retorciendo las caderas avergonzado.
- ¿Qué está mal? - Comentó KangIn deteniéndose a medio camino sin terminar de quitarle el boxer - Eres una chica y yo soy un chico… ¿Qué es lo que está mal? -
- No soy una chica… soy tu Hyung - Le advirtió LeeTeuk.
- Pero te comportas como una - Opinó KangIn - Así que no veo el problema… además… - Metió la mano y sus dedos rozaron esa piel íntima y sensible - Esto está húmedo aquí… No puedes engañarme -
LeeTeuk deseó meter su cabeza dentro de un hueco de avestruz, pues efectivamente estaba excitado, KangIn tenía razón, no podía engañarlo, era obvio que aquella provocación le había excitado. ¿No era acaso demasiado extraño? Estar así con KangIn, ¿con su mejor amigo?.
Entonces KangIn metió un dedo suavemente, deslizándolo en el interior con facilidad, arrancándole un gemido más audible a LeeTeuk quien no dejaba de retorcerse, movió el dedo dentro de él, sacándolo y volviéndolo a meter lentamente mientras con su mano libre continuaba pellizcando y torturando sus pezones.
- Ahhh…mm…ahh… - Gimió LeeTeuk cuando KangIn tocó ese trozo de piel exterior tan sensible, una descarga eléctrica lo recorrió cuando el menor comenzó a mover su dedo en círculos en ese lugar, aumentando la velocidad cada vez más, haciendo que LeeTeuk arqueara la espalda y se retorciera en la cama.
KangIn acercó su rostro al de su Hyung y lo contempló, la esplendida visión que vio sólo logró excitarlo más, sus pómulos rojos y su mirada brillosa y anhelante, sólo lograba que lo deseara aún más. Ahora no podría detenerse, si en algún momento contempló la posibilidad de detenerse, ya no podría, su miembro apretaba demasiado contra su pantalón. Un nuevo gemido suave y KangIn acercó sus labios al cuello del mayor para besarlo, lamió el lóbulo de su oreja, sin dejar de mover su mano entre las piernas de LeeTeuk. Dios como lo deseaba.
Entonces en un impulso tomó la boca del otro y lo besó. Engulló sus labios con gula, los saboreó y su lengua intrusa exploró esa boca ajena que luchaba por respirar, aumentó la velocidad con sus dedos y LeeTeuk gimió más fuerte aún en el beso. Las caricias de KangIn iban a volverlo loco, aquello era completamente diferente a todo lo que había sentido antes, sentía un calor esparciéndose por todo su cuerpo deliciosamente con cada roce de esos dedos en su interior. De repente, deseó que KangIn lo penetrara de verdad, que se uniera a él sin importar el resto del mundo, estaba demasiado excitado y lo deseaba.
- KangIn… - Murmuró entre el beso, entre jadeos, entre pensamientos incoherentes, entre sensaciones abrumadoras que nublaban sus sentidos. - Quiero… - Dudó unos segundos, cerró los ojos, cerró sus manos en puños y los apretó con fuerza - Quiero que… lo hagas… - Finalizó, sus labios temblaron y suspiró.
KangIn se quedó mirándolo unos segundos. Aquello ya no era un juego, había dejado de serlo cuando quitó la camisa, cuando se atrevió a mordisquear esos pechos deliciosos, cuando metió sus dedos a ese lugar cálido y escondido. Había olvidado que era un hombre, que literalmente lo estaba haciendo con LeeTeuk, su Hyung, su compañero y amigo, había olvidado todo eso y se había dejado llevar por las sensaciones. Lo deseaba más que nada en el mundo en ese momento, quería penetrarlo hasta el cansancio, lo deseaba como en mucho tiempo no había deseado a nadie.
Le besó una vez más, bajando con su lengua por el cuello del mayor, llegando de nuevo a su pecho, deleitándose con el suave rosado de sus aureolas, besándolas, mordiéndolas, chupándolas con gula, perdiéndose entre el sonido de los gemidos del otro, moviendo sus dedos más frenéticamente dentro de él, acariciando ese punto indebido que lo llevaba al borde de la locura.
KangIn retiró los dedos que ahora estaban húmedos e impregnados de ese olor que lo embriagaba, tomó a LeeTeuk por las caderas y lo giró quedando este boca abajo en la cama aún con las manos atadas, se desabrochó el pantalón y su miembro erguido hizo contacto con las nalgas del otro, presionándolo suavemente, haciéndole respingar con la sensación. El menor abrazó a su Hyung por la espalda, recostándose de medio lado, su miembro presionando suavemente la entrada, sintiendo esa calidez deliciosa, imaginándose como sería cuando estuviera adentro, se frotó contra él, haciendo que la punta de su miembro acariciara la entrada del otro una y otra vez, también en ese punto mágico y sensible que le arrancaba suspiros y gemidos cada que lo acariciaba.
- Dios… ¡me vas a volver loco! - Exclamó LeeTeuk abriendo las piernas, deseando ser penetrado de una vez por todas.
- Es que… Hyung… no tenemos protección - Le susurró KangIn a la oreja y por unos instantes LeeTeuk no supo a que se refería. - ¿Eres… eres una chica lo recuerdas? -
- Mierda… - Musitó LeeTeuk entendiendo a que se refería el otro. ¿Aquel cambio sería para siempre? ¿Habría la posibilidad de correr riesgos si KangIn se corría dentro de él? Suspiro con frustración. - Supongo que… tienes razón… será mejor dejar las cosas así - Agregó LeeTeuk, aunque se moría por continuar sintiendo todas esas sensaciones ¿A quien quería engañar? Quería alcanzar el orgasmo, quería que KangIn también alcanzara el suyo.
- Y si… ¿lo hago sólo por un momentito? - Dijo de pronto KangIn, LeeTeuk se giró lentamente alzando una ceja y se encontró con un muy sonrojado KangIn. - Es decir… se controlarme… no llegaré adentro… Lo prometo…-
- Esto es tan… extraño - Dijo LeeTeuk girando su rostro de nuevo.
- ¿Supongo que eso es un si? - Exclamó KangIn y tomó a LeeTeuk por las caderas y las pegó contra las suyas, su miembro volvió rozar esa entrada prohibida, enviándoles a ambos una descarga eléctrica por sus columnas vertebrales.
- Dios… sólo hazlo - Gimió LeeTeuk sintiendo que estallaría por dentro.
Entonces KangIn se deslizó dentro de él lentamente, su miembro se deslizó deliciosamente en ese cálido lugar, arrancándole un grito ahogado a LeeTeuk, sentirse lleno era una sensación completamente nueva, era caliente y suave, una comunión perfecta. KangIn comenzó a moverse primero lentamente, a un ritmo enloquecedor y plácido, luego aumentó la velocidad, conforme su excitación aumentaba, LeeTeuk se mordió el labio inferior cuando KangIn acarició con sus dedos esa protuberancia de piel exterior mientras al tiempo lo embestía una y otra vez.
- Ahh KangIn… dios… dios… no te detengas… dios… - Gimoteó con voz entrecortada sintiendo que llegaba al climax y que el orgasmo sería inevitable. - Continua… ahh… - Sintió un fuerte calor que se extendió por todo su cuerpo, expandiéndose como la explosión de una bomba nuclear, tensionando todos sus músculos, sintiendo como las paredes en su interior se contraían una y otra vez, mientras el miembro continuaba entrando y saliendo de su interior.
Arqueó su espalda y sintió el pecho de KangIn pegado a ella, cálido y suave. Su mente dejó de tener ningún otro pensamiento que no fuera: “Dios… KangIn me lo está haciendo…” y su cuerpo explotó en un huracán de sensaciones físicas que duraron unos eternos segundos en los que no pudo más que repetir el nombre de KangIn entre gemidos inteligibles. Jadeó cuando la sensación se fue opacando, aún sintiendo a KangIn penetrándolo con brío, podría continuar allí toda la vida pensó sintiendo como la excitación continuaba en su cuerpo a pesar de que el orgasmo acababa de irse, era cierto eso de que las mujeres podían tener más de uno, pensó fugazmente y sonrió entre jadeos.
Entonces escuchó como la respiración de KangIn se aceleraba, como un gemido ronco se escapaba de sus labios, sacó su miembro de ese delicioso pasaje y continuó tocándose un par de veces con la mano, antes de explotar en la espalda de LeeTeuk, humedeciéndolo con su semilla, fruto de ese extraño pecado que acababan de cometer. Se quedaron unos segundos así, en silencio, LeeTeuk aún dándole la espalda a KangIn y este abrazado a él, las respiraciones se fueron aquietando lentamente hasta hacerse normales y acompasadas.
- Que… ¿Qué fue esto? - Preguntó LeeTeuk con voz adormilada
- No lo se Hyung… pero fue demasiado intenso - Comentó exhausto, KangIn deslizó su mano por el cabello de LeeTeuk y lo acarició suavemente, le depositó un pequeño beso entre la clavícula.
- ¿Y ahora que? - Preguntó de nuevo LeeTeuk, sintiendo cosquillitas ahí donde KangIn le había besado.
- No lo se… pero… ¿Podríamos quedarnos así un rato más? - Pidió KangIn con una sonrisa tonta que LeeTeuk no vio.
- Su… supongo que si - Respondió el otro y sintió como KangIn le abrazaba con más fuerza y lo atraía hacía si mismo, como protegiéndolo de un peligro invisible, deseando no perderse un solo segundo del contacto de su Hyung.
