CAPÍTULO 1 "VISITAS"
AÑOS 1940 ALEMANIA
Un joven de 25 años se miraba al espejo, mientras peinaba su rubio cabello platinado.
Soy Draco Malfoy, tengo 25 años y soy inmensamente atractivo e irresistible (n/a además de modesto). Provengo de una familia adinerada. Nada me ha faltado durante mi infancia, era llegar y pedir y lo obtenía, aunque no todo lo que me sucede sea bueno.
Hace unos años me detectaron una enfermedad, desconozco el nombre, su origen, además de estar enamorado de Harry Potter... él es un chico extraño, con un desarrollado complejo de salvar al mundo de la gueera que es inminente; si embargo, su hermana Alice, ha estado interfiriendo entre los dos... claramente, su madre no lo veía de esa manera y apenas tenía oportunidad, se encargaba de poner trampas... ¿cómo podía odiar tanto a su hijo?, en todo caso, con mi amor basta y sobra, no necesita a amar a nadie más que no sea yo- se arregla el nuedo de la corbata- ojala no se haya olvidado de pagar la cuenta del teléfono, aunque por lo que veo, no debe contestar ya que está sin tono el fono... ¿cómo puede ser tan despistado?, no se da por avisado hasta que cortan el agua, la luz... ¿qué pasaría si yo no estuviese a su lado?, de seguro en tres días moriría por falta de comida, parece un niño al cual deben mimar... ¿y a mí, quién me mima?... a él todas las atenciones y a mí, que me coman los perros... más encima su madre,, que no encuentra la forma de encajarme a su hija... ¿acaso está prohibido amarte?... ella y los estúpidos convencionismos de conservar la imagen impecable, los herederos para no perder la herencia, ¿y qué hay con lo que siento?... ¿acaso a nadie le importa?, ¿acaso no puedo decidir por mi mismo?, si tuviera que perdirle consejo a alguien, ella, sería la última persona a quien acudiría, antes, iría donde una adivina, que me leyera la suerte, si ya sé todo lo que ocurrirá... por más que trate de quedarme con él, algún día tendré que ceder y tomar mi posición dentro de la sociedad, antes que esta enfermedad se encargue de deteriorar más mi organismo.
Todos los días me siento a morir un poco, es una larga agonía, un infierno para quien viva conmigo...
Es mejor que salga antes que mi madre me diga uno de sus interminables sermones sobre la importancia de la moral y las buenas costumbres.
Bajo rápidamente las escaleras, tenía que ir a ver si Harry seguía con vida, de seguro tendría problemas con el arriendo de su piso... esa señora es insoportable, debería casarse, al menos tendría a otro con el cual descargar toda su ira y le escuche todos sus grititos. Mis oídos que son tan sensibles a los sonidos, están resentidos, me tengo que aguantar toda su perorata...
¿Cómo nos conocimos?, ¿cómo fue que me di cuenta que estaba enamorado de él?, si soy sincero, fue él quien se enamoró de mí, yo sólo me dejé llevar... aunque nunca imaginé los problemas que ello acarriaría... una madre que es más peligrosa que la malaria y una hermana que le es totalmente indeferente, salvo lo que su madre diga o no... ni siquiera ella lo está decidiendo, actúa, por y para su madre, lo que la hace terriblemente infeliz.
¿Qué tengo que ver con todo ello?, soy el ideal del joven rico y guapo, con una corta vida, por lo cual le urge dejar su futuro asegurado, ya que con la plata que heredé de mi padre, no tendría que trabajarle un peso a nadie en todo lo que viva, lo que es seguro, será más de lo que yo alcance a disfrutar.
Aunque por dentro esté mas que fastidiado con todo esta situación y medio drama y comedia, cuando veo a mi moreno de ojos verdes, que me espera en su departamento y que me ama a mi, no lo que poseo, dejo todo atrás para simplemente poseerlo y saciar este deseo que me corroe hasta la más mínima fibra de mi ser... debo reconocer que me dejé arrastrar por esa corriente, ese huracán y que no deseo salir de allí.
-¿Qué pasa Draco?, estás distraído- le dice Harry tomando su mano.
-Lo dice el emperador de los distraídos- digo con sarcasmo.
-Me cortaron el teléfono, como te podrás dar cuenta.
-Me di cuenta cuando no di contigo después de marcar diez veces, eso es más que lógico- río de medio lado.
-¿Te quedaras esta noche?
-No lo se, tu madre estuvo por la mañana en la mansión y quiere ir a cenar a la noche.
-Ya veo, de seguro Alice irá también.
-No me interesa, lo que yo quiero está frente a mis ojos, lo demás puede destruirse- lo abrazo y le susurro- ¿me dirás de nuevo esas palabras?
-¿Cuáles?, no las recuerdo- se hace el inocente.
-Aquellas que me dijiste la noche anterior.
-Ah, esas palabras, me creerás que justo en este momento se me han olvidado, ¿qué harías para que las recordara?- me responde cerca del oído.
-¿Qué me pedirías a cambio de ello?
-Veremos, qué estás dispuesto a ofrecer por ello.
-Te haría esto- lo beso con suavidad, aunque al poco rato comienzo a impacientarme y se hace más intenso...
-"En el cielo o en el infierno, te perdonaré"- pronuncia al fin.
Sé que lo harás, hay veces en las que sólo puedes escoger el camino que se ve frente a tus ojos... eso pronto lo sabríamos...
-Eres un chico malo- le digo sacándole la camisa.
-Tú no eres menos que yo- me desabotona la mía.
-A veces creo que esto es demasiado bueno, que terminará y no podremos estar nunca más juntos...
-Estoy aquí, es lo que importa... lo demás, no existe si estamos juntos...
-Pero...
-Pone su dedo índice sobre los labios- este es nuestro tiempo para estar juntos... pase lo que pase, aunque deba tocar otra piel o degustar otros labios, me sabrán a ti- nos volvemos a fundir en un beso, más apasionado queriendo olvidar lo que vendría, la tormenta, que no descansará hasta tenernos doblegados y a su merced.
-Harry...
-Dime...
-En la mesa hay dinero para pagar la cuenta del teléfono...
-Gracias, aunque también falta la luz, el agua, el arriendo, el gas...
-Lo se, lo se, voy a terminar en banca rota y nadie podrá salvarme... pero como soy tan atractivo, todo un adonis, de seguro que en el banco me prestarán para cubrir posibles "pendientes", ya sabes, hay mujeres que no se resisten a mí (n/a su modestia me tiene impresionada)
continuará...