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La diferencia entre el sexo y el amor por LoveShonenai

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Notas del fanfic:

Tiene mucho lemon, romance y tbn drama!!

Notas del capitulo: Los celos de Yuki salen a flote tras ver a un rival tratando de cortejar a su pequeño ¿qué pasará?

A Gravitation FF

La diferencia entre el sexo y el amor

Capítulo 1: Alma dolida  

Mientras el joven novelista, Yuki Eiri estaba de salida, Shuichi era visitado constantemente por un productor de música llamado Minato, un muchacho de ojos celestes y cabellos marrones quien era jefe de una famosa disquera y desde hace un tiempo andaba muy interesado en el joven vocalista, y no precisamente por su talento.

Un día como cualquiera para el famoso cantante, Minato se le apareció de improviso en el apartamento, y no tuvo más opción que dejarle pasar.

Hola, Mina-kun, ¿qué andas haciendo por aquí? -le pregunta animadamente el muchacho de cabello rosado.-

Bueno, me dijo Fujisaki-san que tu tienes pareja… ¿quién es?

¿Has venido desde la disquera hasta aquí solo para saber eso? Eso no es propio de ti, Mina-kun…

El muchacho de ojos celestes solo sonríe pícaramente ante el comentario de Shuichi, quien le veía de manera curiosa al no entender las pretensiones del misterioso joven de ojos color cielo.

¿Quieres un te, Mina-kun?

Gracias, eso sería perfecto…y además si es preparado por tus manos, no podría pedir mas…

El chico de los ojos color violeta no pudo evitar sonrojarse ligeramente ante tal halago hecho, quizás, sin malas intenciones.Pasaron el tiempo conversando amenamente acerca de sus amigos y cosas del trabajo, ignorando que prontamente llegaría una gran sorpresa, una inolvidable sorpresa.

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Regresaba muy alegre después de más de seis meses lejos de su país natal y de la persona que le era más importante y necesaria en el mundo, al fin regresaría a los brazos de quien más le necesitaba.

Me pregunto… ¿qué estará haciendo ese idiota? –al intentar dar un paso adelante, su caminar es detenido por el insistente sonido de su teléfono móvil.- ¿Quién es?

Hola, Eiri-san. Me dijo mi esposa que ya estás aquí en Japón. ¿Dónde estás? Iré a verte.

No te preocupes, Seguchi, estoy yendo ya hacia mi casa… 

¿Entonces vas a regresar con Shindou-san, verdad?

¿Pues que crees? –le dice el rubio de manera sarcástica.- ¿No tienes algo mejor que hacer? ¡Adiós Tohma!

¡Espera! Primero tienes que aparecer por aquí, te interesará…

No necesito nada de ti, ya te lo dije, déjame paz –Antes de que el chico pudiera colgar la llamada, el hombre prosiguió.-

¿No te interesaría aún si fuera Shindou-san el involucrado?

¿Qué le has hecho a Shuichi? ¡Te mataré si…!

No te preocupes, jamás he pretendido hacer algo en contra de la integridad de Shindou-san. Puesto que no es muy largo lo que tengo que discutir contigo, te lo diré por teléfono.

El hombre comenzó a hablar calmadamente, mientras que el apuesto rubio se negaba a creer cada palabra que salía de la boca de su cuñado.Inevitablemente enojado, Yuki cortó la llamada y salió corriendo a gran velocidad del lugar.

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Mientras Minato y Shuichi conversaban de manera amena y entretenida en el departamento, el sonido de la puerta siendo abierta con una llave alertó a el joven de ojos violeta.

¿Quién será? –preguntaba extrañado el vocalista. Según lo que recordaba, no esperaba visita alguna que tuviera una llave de su apartamento.-

¿Shui-chan? ¿pasa algo?

No, no pasa na…da…-el muchacho miró sorprendido a la puerta que se encontraba completamente abierta, viendo de frente la silueta de un joven de cabellos rubios y una mirada ambarina que denotaba frialdad.- Yu-Yuki…eres tu…-decía un sorprendido Shuichi ante tal aparición.- Yuki…

Sin decir nada, Yuki pasó por el costado del joven sin decir ni una sola palabra y se dirigió hacia Minato, colocándose frente a él con un gesto de muy pocos amigos.

¿Kanzaki Minato? –Pregunta directamente el rubio al invitado, soltando sus maletas.-

Ese es mi nombre…

Muy bien… ¡perfecto! –sin decir una sola palabra más, Yuki le brinda un violento golpe que le deja en el suelo.- encantado…-Yuki le toma de la camisa, levantándole del suelo.-

¡Yuki! ¡Suéltalo! –Shuichi empuja a Yuki para después socorrer a su amigo.- ¿Estás bien, Mina-kun?

No te preocupes, no es nada…Al parecer, a tu amigo no le agrada mi presencia en éste lugar…

Shuichi, no lo quiero ver nunca más por aquí… ¡Y mucho menos a ti acompañándolo! –Yuki carga nuevamente su equipaje, dirigiéndose a su habitación y cerrando agresivamente la puerta de la misma.-Yuki…

¿Él es tu pareja?

Lo lamento, te debe doler mucho…

No te preocupes, estoy bien. Será mejor que me retire ahora…

Mina-kun, perdón…

No tienes nada de que disculparte. Me alegra el haberte visto hoy…-cariñosamente, Minato le da un beso en la frente al muchacho.- Matta ashita…

Al cerrarse la puerta del gran apartamento, Shuichi dirigió toda su atención hacia la puerta de la habitación de su querido Yuki, el cual le había comenzado a preocupar. Sin otro remedio, el deprimido muchacho se acostó en el sofá, esperando la luz de un nuevo día.

No sabía cuanto tiempo se la pasó tomando licor hasta quedarse profundamente dormido. El joven Yuki se levantó pesadamente de la cama y se dio cuenta de que la puerta estaba ligeramente abierta y al mirar vagamente el reloj despertador, se dio con la sorpresa de que ya habían dado más de las tres de la tarde. Rápidamente se dio un baño y se vistió, para después pasar por la cocina a prepararse el almuerzo, cuando vio que en la puerta del congelador había una pequeña nota pegada. 

“Yuki, últimamente estaré fuera hasta altas horas de la noche. No me esperes. Shuichi.” 

Ese idiota…al parecer está enojado conmigo. Pero no importa, ya se le pasará…

Sin embargo Yuki no sabía que su fundamento era totalmente equívoco, ya que, desde lo que sucedió, todo fue muy distinto entre los dos. Aunque los primeros días él le esperaba despierto hasta tarde, el chico no le recibía cariñosamente como de costumbre y eso comenzaba a preocuparle al joven novelista.

Ya pasada una semana, Yuki se encontraba frente al computador, trabajando en una novela muy importante, pero que gracias a los desdenes de Shuichi, estaba resultando un verdadero deshecho para el gran autor.

Con ira, Yuki comenzó a golpear el escritorio con sus manos. Sin duda, el comportamiento de Shuichi le estaba sacando de quicio.

Antes de empezar a masacrar su computador –que nada de culpa tenía xD- su teléfono móvil le interrumpió la tarea.

¿Quién es? –Contesta Yuki de mala gana la llamada.-

¿No te gustaría saber qué es lo que está haciendo tu lindo compañero en estos últimos días?

¡Qué diablos quieres, Tohma!

Pues créeme que Shindou-san ya te ha cambiado por su nuevo amiguito. No es necesario decir el nombre del nuevo, ¿verdad?

Tal comentario del presidente Tohma hizo enrojecer de furia al novelista, quien rápidamente sale de su casa dejando el teléfono sin colgar.

No muy cerca de ahí, a las espaldas de la empresa disquera de Tohma, Shuichi se encontraba muy deprimido por el comportamiento de Yuki.

Ese idiota. Desde que regresó, jamás me ha dado un beso y mucho menos me habla. Yo no merezco sufrir asi…

¿Shui-chan?

¿Eh? ¡Si! ¿Qué sucede?

Te preocupa Yuki-san, ¿no es así?

No me hables de él. Aún me siento avergonzado contigo por lo que sucedió la otra vez…

Mientras ambos hablaban a solas, las cámaras no tardaron en fotografiar cada momento de la pareja que conversaba amenamente y sin preocupaciones.Shuichi, al darse cuenta de la presencia de unos terceros, toma la mano de un sorprendido Minato y salen corriendo a toda velocidad.

Por otro lado, en un bar cerca de su casa, Yuki bebía calmadamente un fino vino tinto, hasta que toda esa calma se le va, cuando ve, por medio de la televisión del lugar, las noticias que mostraban a una misteriosa pareja de fugitivos siendo perseguidos por las cámaras y su sorpresa mayor fue al reconocer a Shuichi acompañado de aquel despreciable hombre a quien había golpeado ferozmente hacía unos días.

“Todo parece indicar que el vocalista de la banda BAD LUCK ha finalizado su relación con el famoso novelista Yuki Eiri, con quien llevaba un poco más de un año.”

Su molestia fue mucho mayor al escuchar el comentario de los reporteros. Yuki, con ira recorriendo todo su cuerpo, rompe el vaso de que tenía entre sus manos, provocando que su mano comenzara a sangrar. Dejó el dinero en la mesa y se dirigió a su hogar.

¡Maldita sea! ¡¿Cómo pudo atreverse?! ¡Voy a…! ¡Voy a…! ¡Ese idiota es mío y de nadie más! –Yuki pronunciaba estas palabras con una rabia incontenible.-

Se hizo de noche, ya estaba retrasado y sabía que a Yuki podría molestarle que llegase a esas horas tan altas de la noche. Shuichi entró silenciosamente al departamento, cuando de repente, la luz de la sala fue prendida por el mismísimo Yuki. Sorprendido y asustado por la repentina “bienvenida”, Shuichi se decidió a hablarle.

Yu-Yuki, ya estoy en casa…

Era el momento de hablar con él. Sentía que tenían que aclarar varias cosas o de lo contrario, ambos terminarían por separarse y eso es lo que menos quería el bien parecido vocalista.

Yuki, yo…

¡Cállate!

Exaltado, Shuichi ve como Yuki entra a su habitación y, aunque se encuentra temeroso, le siguió hasta allí, abriendo la gran puerta y caminando hasta quedar de pie enfrente de la cama.

¡¿Quién te crees para burlarte de mí?! –Dice a toda voz y realmente agraviado Yuki.-

Yo no he hecho tal cosa…

¡Cállate! ¡Ya no quiero oír más de ti!

Yuki…pero no entiendo…yo…

¡Cállate! –Con la furia rondando por sus venas, Yuki empuja a Shuichi hacia la cama y, colocándose encima de él, desgarra agresivamente la ropa del muchacho.-

¡Yuki! ¡Detente! ¡Ah…! ¡Para! –Shuichi estaba muy asustado por el comportamiento de Yuki, tanto, que su cuerpo se encontraba paralizado.- ¡Yuki!

Sin embargo, sus súplicas no eran escuchadas por el mayor, quien, salvajemente, ya se había apoderado de su cuello con sus labios.

¡Yuki, ese no eres tu! ¡No lo hagas!

¡Cállate! ¡Te haré pagar!

Por favor, Yuki, para…El rubio ya iba a apoderarse de los pezones del pelirosado, quien se resistía asustado, temeroso, ante la actitud agresiva de su amado.

Rápidamente el joven escritor quiso apoderarse completamente de su víctima, por lo que optó en colocarlo boca abajo, pero el menor, entre lágrimas, se resistía. Los ojos de Yuki eran tan distintos, tenían un aire asesino y eso le atemorizaba más que cualquier otra cosa.

Al ver que el pequeño oponía resistencia, el chico de ojos dorados controló fuertemente las manos de Shuichi, quien se retorcía de dolor por el duro trato que su amado le proporcionaba.

Yuki, me duele, no lo hagas…Me estás haciendo daño…

Sin embargo, el hombre no oía otra razón que la suya. Iba a vengarse a como diera lugar de su pequeño traidor y nadie se lo impediría.Sin titubear ni un solo instante, Yuki se apoderó de la intimidad de Shuichi, adentrando sus dedos en la inocencia del muchacho.

¡Yuki! –el pequeño Shuichi grita adolorido, Yuki estaba siendo muy brusco.- ¡Tu no eres así! ¡Ya basta, por favor, me haces daño! –las lágrimas comenzaron a caer de los ojos del cantante.- ¡Yuki, detente!

¡Cállate!Sin darse cuenta, el escritor le había dado un doloroso golpe a Shuichi, su Shuichi, provocando una gran herida en los labios de éste. Cuando volvió a la realidad, se dio cuenta de la atrocidad que había cometido.

Yu-Yuki, ¿por qué? –Repetía una y otra vez el adolorido muchacho.-

Asustado de si mismo, Yuki se levantó rápidamente de la cama, mirando a su desnudo compañero, el cual, temblando completamente, se abraza a si mismo.

Shu-Shuichi, yo… -Cuando el chico de cabello rubio intenta acercarse a su amado, éste le mira con horror, para después cerrar fuertemente sus ojos.-

Perdóname…

Yuki, ¿qué sucede contigo? ¿Acaso yo he tenido la culpa?   

Notas finales: Espero que me apoyen, es uno de mis primeros FFs acerca de shonenai!

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