"Hay un dicho:
No se sabe lo que se tiene
Hasta que se pierde"
El apartamento de cierto escritor estaba completamente destrozado, todos los objetos estaban rotos, los sillones y cortinas rasgadas, en la cocina paresia que había pasado un terremoto, la nevera estaba abierto y la comida (incluyendo las cervezas) estaban esparcida en el suelo, el grifo de agua estaba abierto. Y lo más sorprendente de todo era que si entrabas al estudio del rubio podías ver algo que nunca pudiste haber imaginado, en el suelo, hecha mil pedazos estaba su preciada Lap-Top.
En la recamara estaba Yuki acostado en cama matrimonial, que hace no mucho compartía con su pequeño pelirrosa, se encontraba recargo en la cabecera, con los brazos cruzados, no tenia ánimos ni para ponerse de pie, aunque el mundo se acabara, él no se movería de su lugar, amargas lagrimas brotaban de sus hermosas obres doradas, para después rodar por sus pálidas mejillas y desaparecer en su barbilla.
No entendía muy bien lo que había pasado, tenia coraje, el mismo había destrozado su apartamento y su Lap-Top, ya no le importaba nada, la tristeza era más que el coraje, ¿Por qué? Esa era su única pregunta ¿Por qué Shuichi se había ido con el loco del conejo?
"Perdedor"
Sabia que el no había sido el mejor de los amantes, siempre trato mal a Shuichi, aunque este no se lo merecía...
Pero lo Amaba, quizás ese loco tenía razón, debió de habérselo dicho cuando aun podía, debió de decírselo un millón de veces cuando el pequeño cantante aun estaba con él y no cuando tubo miedo de perderlo.
"Te vi llorar...
Viviste la monotonía"
No tenia derecho a quejarse, finalmente había sido su culpa, él había orillado a su amante a que se fuera con otro, esa misma mañana habían peleado por una tontería, solo porque el niño se preocupo por él y le dijo que no debería de tomar tan temprano.... Y cuando regreso SAN hay estaba su pequeño abrazado al loco del conejo. Quien le decía que lo amaba y que a su lado no iba a sufrir lo mismo que con el escritor.
No interrumpió la escena sólo se limito a irse al parque en donde hace no más de un año había conocido al cantante y fumarse unos cigarrillos, cuando regreso Shuichi y el otro baka estaban como si nada, le dio tanto coraje que los corrió a los a patadas...
"Y te escuchaba hablar...
Pero él el que te entendía"
No tardo mucho en sentirse culpable y salir tras el cantante, pero lo que vio no lo esperaba, en el pasillo estaba su pelirrosa besando a ese estúpido...
Pero como si eso no hubiera sido suficiente, esa misma tarde fue a hablar con Hiro, quería a Shuichi de vuelta y que mejor que el mejor amigo de su amante para ayudarle, pero al ir llegando vio como sienta parejita de cantantes salían del lugar.
"Y me robo ese tesoro de duende
Y ahora comprendo el valor"
Sin que estos se dieran cuentan los siguió hasta lo que paresia ser el departamento de Ryuichi. Dejo que estos se metieran y se fumo unos dos cigarros antes de bajarse de su Mercedes y entrar, calo la puerta, como lo supuso estaba abierta, esos dos compartían el mismo habito de no saber cerrar las puertas con seguro, pero mejor para él así podría entra y llevarse a su kio por más que loco del conejo se enojara e hiciera berrinche.
Entreabrió primero la puerta y se asomó un poco para ver que pasaba adentro, no había nadie, le perecí extraño porque los había visto entrar, entro como si de su casa se tratara y siguió hasta los cuartos, el primero que abrió solo tenia cosas de Kumaguro y muchas cosas del dichoso conejito. Continuo su recorrido por el lugar, encontrándose sorpresa tras sorpresa, comida tirada, películas, videojuegos, etc. Hasta que se topo con un cuarto del cual salían sonidos muy raros, la puerta estaba abierta por lo cual solo tubo que empujarla un poco para ver lo que había adentro y al verlo se quedo de piedra...
"Que no se tapan los defectos con pretextos
En cambio siento rencor"
¿Ese era su pequeño pelirrosa en los brazos de aquel retrasado mental? Tenia que ser un error o una broma de mal gusto, pero un tirón en su pecho le hizo lo regreso a la realidad, no había duda de que ese era su pequeño kio, gimiendo y gozando en brazos de otra persona que no era él, su pecho le ardía y sus piernas flaquearon, las lagrimas empezaron a brotar, pero continuo viendo...
"Hay ve y dile que lo odio y lo desprecio
Por tener lo que fue mío
aunque el culpable he sido yo"
Shuichi se encontraba sobre el otro cantante, quien lo sujetaba firmemente de las caderas para marcarle el ritmo. Ambos estaban cubiertos de sudor, el pelirrosa se apoyaba con sus manos en el pecho del peliverde.
"Que hoy lo considero mi enemigo
Lamentando mi perdida,
en la batalla por tu amor"
- Aaahhhh..... Shu-chan......
- Saku….maa....maaaaass…..aaahhhh....
El menor cabalgaba con gusto el erecto miembro de su nuevo amante. Ryuichi se incorporo para quedar sentado en la cama y de esa manera hacer la penetración más profunda, sabia que no faltaba mucho para que ambos llegaran al ansiado orgasmo.
"Recálcale que no duermo de noche
Imaginando que en el sexo el te devora con pasión"
-Shu.... Aaaahhhhh... eres tan..... taaaaaan.... apretadito.... Ooooohhhhhh......
- Ryuichi..... yo..... aaaaaahhhh....
- Aaaahhhh.... que rico.....
Al fín ambos terminaron por culminar su pasión, Eiri pudo ver como su pequeño derramaba su leche sobre el cuerpo de aquel idiota, pero lo que mas asco y coraje le dio fue ver como cuando el loco del conejo salía del interior de su pequeño, del pequeño traserito de este brotaba lo que paresia ser la semilla de ese desgraciado, después vio como se besaban.
"Me falta valentía para admitirle
que a tu lado fui un chiquillo
y su hombría supero"
- Te amo... - susurro el cantante, esa palabra le calaron hasta el fondo del ama del escritor.
Yuki ya no aguanto ni un minuto mas en aquel lugar y prefirió irse así como había llegado, si hacer ruido, salió y se subió a su auto y manejo como alma que lleva el diablo hasta su apartamento.
"Agrégale que hoy yo me rebelo
Envidioso, egoísta e impulsivo sin control"
Apenas entro se empezó a desquitar con todo cuanto tenía enfrente, destrozándolo todo y a la hora de llegar a su estudio se acerco a su preciado ordenador, el la pantalla del portátil aparecía una foto de su querido baka, una de sus primeros conciertos, esa noche había ido sin que el cantante lo notara y la había tomado una foto mientras cantaba.
"Por creer que yo era el único
Que tu amarías ¡Que estúpido!"
Las lagrimas volvieron a brotar, agarro la portátil con la dos manos y la alzo para después dejarla caer al piso, rompiéndola en mil pedazos.
"Mengano con el premio y yo el perdedor"
Ese retrasado mental ahora era el kio de su ex-kio, se fue a la recamara maldiciendo en toso los idiomas habidos y por haber. Cuando llego se vio en el espejo, era la primera vez en muchos años que lloraba tan amargamente, sin muchos ánimos se dejo caer en la cama y se recargo en la cabecera, cruzándose de brazo, seguía llorando, pero conforme iban pasando los minutos el sueño lo venció y se quedo dormido.
"Lo vi llegar y no pensé que importaría"
No dejaba de pensar en las veces e las que el pelirrosa se había ido a pasar la noche con aquel idiota, él nunca dijo nada, por mas que los celos lo carcomieran, el amor por su pequeño era tan grande que confiaba ciegamente en él. Que estúpido, ahora se preguntaba ¿Cuánto tiempo llevarían esos dos juntos? De seguro un buen tiempo, en el que le estuvieron viendo la cara de idiota.
¿Por qué Shuichi le estaba haciendo eso?
¿Por qué? Si el amaba a su pequeño baka con toda el alma, sabía que era un bruto por nunca habérselo dicho pero acaso su baka no lo amaba tanto como para darse cuenta que hay veces en las que las palabras sobran
"Y te empezaba a conquistar
Convirtiéndote en mi enemiga"
Un ruido lo hizo despertar de golpe, paresia un grito. Sin pensarlo dos veces se puso de pie y salió corriendo en dirección a la sala, vio a su amante hay parado en el recibidor, se sorprendió mucho, pero no dejo que este lo notara y poniendo una de sus miradas mas gelida hablo.
"Y me robo ese tesoro de duende
Y ahora comprendo el valor"
- ¿Qué quieres? Tú ya no tienes nada que hacer aquí ¿O es que acaso ya te aburriste de tu nuevo amante?
"Que no se tapan los defectos con pretextos
En cambio siento rencor"
- Yuki... yo... yo vine a... - miro alrededor y noto que no había nada suyo en el destrozado apartamento - ¿Y mis cosas Yuki? - dijo vajando la cabeza ante las fria mirada de esos ojos dorados que aunque no quisiera aun amaba.
- No te moleste, tire todas tus cosas en el mismo momento en el que cruzaste esa puerta, así que si quieres recuperarlas ve a buscarlas al basurero.
"Hay ve y dile que lo odio y lo desprecio
Por tener lo que fue mío
aunque el culpable he sido yo"
- YUKI!!!!!!! - grito el pelirrosa - ¿Por qué lo hiciste? - dijo apunto de llorar - Yo solo quería...
- ¿Que? ¿Verme la cara de bruto? ¿Dejarme como un bruto después de ponerme los cuernos quien sabe cuantas veces?
"Que hoy lo considero mi enemigo
Lamentando mi perdida,
en la batalla por tu amor"
El escritor estaba muy enojado y serraba los puños con mucho coraje para aguantar un poco el coraje.
-Eso no... - pero antes de que Shuichi terminara un cantante de ojos azules entro por la puerta.
"Recálcale que no duermo de noche
Imaginando que en el sexo
él te devora con pasión"
-¿Qué sucede amor? - dijo abrazando al pequeño y mirando al escritor con su forma adulta - Parece que paso un huracán...
El escritor fue a la cocina ignorando olímpicamente a los dos cantantes, recogió una cerveza que aun se podía tomar...
- ¡Lárguense los dos! ¡Ahora! Ya les dije no tienen nada que hacer aquí, y no los quiero ver... - ignorándolos nuevamente se sentó en su destrozado sillón cruzando las piernas y mirándolos burlonamente, aunque por dentro se estaba muriendo del coraje y la tristeza.
- Vamos mi amor, como dijo ya no tenemos nada que hace aquí - dijo el ojiazul jalando al pelirrosa para que salieran del apartamento.
"Me falta madurez para admitirle
que a tu lado fui un chiquillo
y su hombría supero"
Vio como su vida se escapaba por la puerta abrazando a otro, se sentía miserable ¿Qué más le quedaba? Todo había sido su maldita culpa, no odia, no tenía ni siquiera el derecho de reclamarle nada al pequeño, él había hecho lo mejor.
"Agrégale que hoy yo me rebelo
Envidioso, egoísta e impulsivo sin control"
Se paro y fue a la ventana que daba hacia la calle, metió la mano a su saco y sacó una cajetilla blanca, de ella extrajo un cigarrillo y lo prendió, fumo mientras esperaba a que los dos cantantes salieran del edificio...
"Por creer que yo era el único
Que tu amarías ¡Que estúpido!"
Cuando comprobó que los dos cantantes ya se habían ido, apago el cigarrillo y suspiro, fue a su despacho y de su escritorio saco una pistola, la misma con la cual hace tiempo trato de suicidarse en New York, Shuichi ya no estaba para detenerlo, era lo mejor...
"Mengano con el premio...
PUM!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Shuichi y Ryuichi escucharon el estruendo y se volvieron al apartamento, el primeo en entrar fue el pelirrosa y al entrar al despacho se horrorizo al ver a su amado escritor muerto en el piso con un tiro en la cabeza, se acercó a él y lo beso suavemente en los fríos labios sin vida...
-Perdóname, yo no quería esto, solo quería que aprendieras la lección, nunca pensé que destrozarías toda tu vida al verme fingiendo hacer el amor con Sakuma-San... Todo fue una farsa...
...y yo el perdedor"
"- Te amo... Yuki" - repitió mentalmente el pelirrosa, recordando cuando estaba en la habitación de Ryuichi, porque quería que el escritor lo escuchara y comprendiera, pero al final de cuentas, resulto ser un Baka porque su amado rubio se había arrancado la vida por su culpa, él sabia que Yuki estaba afuera y aun así decidió hacerle esa mala jugada.