I
Había pasado más de un mes desde que Ulquiorra
hubiera abandonado Las Noches por órdenes de
Aizen. Por lo que la primera cosa que Grimmjow
Jaggerjack quería hacer al regreso de Ulquiorra era
meterlo en su habitación.
Después de cumplir las misiones y el informe que
Ulquiorra tenía preparado para Aizen se dirigió
automáticamente a las habitaciones de los espada, se
preguntaba si el estaría ahí. No se dio cuenta de dicha
presencia hasta que el peliazul lo tomo por un brazo y
lo jaló hasta su recámara, era la hora de dormir, los
hollows lo saben porque a pesar de ser de noche todo
el tiempo, la temperatura disminuye y es cuando todos
se disponen a descansar. Hacía mucho que no se veían
así los besos, caricias y abrazos brotaron de la nada,
Ulquiorra pensó que Grimmjow haría lo de siempre
(desvestirlo, etc.) pero no fue así Grimmjow se hizo
paso por las cobijas, se metió a la cama, jaló a
Ulquiorra, lo abrazó y cerro los ojos, ¡se iba a dormir!
Cosa que incomodo a Ulquiorra que tanto había
esperado el momento de encontrarse con Grimmjow
para sólo dormir.
-Grimmjow, ¿Qué?..-
-Tranquilo, vamos a dormir. Sabes te extrañe mucho
pero hay que descansar porque mañana será divertido-
Algo decepcionado pero conforme con la respuesta
Ulquiorra cerró también los ojos se acurruco junto a
Grimmjow y se quedó dormido. Había olvidado lo
cálido que era estar junto a esa persona y mejor aun
estar rodeado por sus brazos y claro ansioso por
descubrir la diversión que Grimmjow le había
preparado
II
Era temprano y el sol brillante, claro el colocado por
Aizen que se encontraba dentro del domo de Las
Noches, Ulquiorra se levantó y se cambio la ropa, le
disgustaba usar lo mismo varias veces, únicamente si
estaba limpia. Esperaba que Grimmjow regresara
pues se había despertado antes que él (raro) y había
salido.
-Vamos, vamos- gritó Grimmjow entrando
estridosamente a la habitación. Tomó por la cintura al
Arrancar del medio casco, se lo montó al hombro y
bajo las escaleras con el así a manera de costal.
-Grimmjow bájame- dijo con su típico tono serio- te he dicho miles de veces que no me cargues y mucho menos así-
Al instante Grimmjow se detuvo, lo bajo y volvió a
cargar pero como si se tratase de una doncella.
-¡Grimmjow!!!- A lo que el peliazul sólo respondió
con una enorme sonrisa, siempre era lo mismo. Para
Ulquiorra era menos degradante ser comparado con
un costal y tener la mirada hacia la espalda de
Grimmjow o el piso que tener que pasar por una
damisela. Ya lo sabía podía reñirle todo lo que quisiera
y Grimmjow no cedería.
Salieron adonde el enorme patio interno de Las
Noches bajo el enorme sol artificial y lo atravesaron
hasta llegar a un enorme montículo de arena, realmente
enorme.
-¿Qué tal?- preguntó Grimmjow a Ulquiorra maravillado con la gigante montaña.
-…..- -Espera, lo mejor empieza en la cima-
Subieron por una angosta pendiente, no tan inclinada a
diferencia de la rampa de arena, que servía como
camino para llegar a la cima en la que se encontraba
una larga tabla, como si se tratase de una tabla de surf
o una avalancha para ser más exacto.
Grimmjow se montó sobre la tabla e hizo que
Ulquiorra se subiera también, bajo de el y acotados
uno sobre el otro boca abajo, con un pie Grimmjow
empujo hacia delante toda la tabla y los dos se
deslizaron velozmente hacia abajo, iban tan rápido y
casi llegaban al final de la pendiente cuando se
toparon con un obstáculo, un tronco que hizo salir de
su camino a la tabla y ganar altura. La gravedad los
forzó a soltarse de la tabla, pero Grimmjow agarró
fuertemente a Ulquiorra y lo que quedaba de tramo
final lo recorrieron rodando, abrazados, uno sobre el
otro, uno sobre el otro, así, rodando de tronco hasta
que llegaron al final del camino y se detuvieron.
Ulquiorra terminó sobre Grimmjow, tenía la nariz
pegada a su pecho. Lo único que se escuchaba en ese
momento era la ruidosa y potente risa de Grimmjow
que estiro los brazos y dejo libre a Ulquiorra.
Grimmjow miró adelante, sonriente para ver su
expresión y se dio cuenta de que lo que acababa de
hacer era una tontería, Ulquiorra lo miró con el
inexpresivo rostro de siempre, ese que siempre
conseguía lastimarlo, porque siempre tenía que
arruinarlo todo, era divertido Grimmjow estaba seguro
de eso entonces ¿Por qué Ulquiorra estaba tan serio?,
Porque es tonto, fue lo que pensó en ese instante,
claro, siempre hacia cosas infantiles y estúpidas como
esa que seguro hacían enojar a Ulquiorra.
Triste porque el paseo seguramente no había sido del
agrado de Ulquiorra.
-Vámonos- dijo le dijo, cabizbajo se incorporó y tiro
de la mano de Ulquiorra quien camino tras de el como era costumbre.
Grimmjow se fue a bañar y Ulquiorra pensando porque de
la nada Grimmjow se había puesto tan serio.
No entendía que sucedía.